Guilty pleasures
Cuando William ‘Spike’ Bradley acepta un puesto de profesor en el Instituto Sunnydale, la última cosa que esperaba era encontrar a la mujer de sus sueños. Sobre todo considerando que la mujer en cuestión es su estudiante.
CAPÍTULO 1: RULES OF ATTRACTION
Reglas de atracción
Esta historia no empezó con lujuria. Por supuesto que no. Al contrario de lo que mucha gente cree, la pasión no vino hasta más tarde; aunque la atracción estuviese siempre allí. El deseo, la excitación... sólo fueron efectos colaterales de lo que realmente ocurrió; de lo que realmente se estaba cociendo bajo la superficie. Nadie esperó lo ocurrido. Nadie esperaba que una historia así comenzase con algo tan estúpido, tan tonto. Que algo tan profundo y lleno de emociones hubiese empezado con un simple roce de sus manos.
— Buffy – llamó Willow
Buffy se giró y saludó a su mejor amiga mientras se dirigía hacia el viejo roble junto al cual se sentaban frecuentemente ella y sus amigos.
— Hola, Will – dijo con una sonrisa radiante, segundos antes de que alguien la levantase en el aire y le hiciera dar vueltas sujetándola por la cintura.
— ¡Xander! – gritó Buffy intentando soltarse, sabiendo que era su amigo incluso aunque no podía verlo
— ¡Ya es suficiente!
Xander tiró inmediatamente a Buffy al suelo, seguidamente corriendo para estabilizarla, cuando vio que no paraba de bambolearse a causa del mareo
— Lo sentimos, director Snyder – dijeron todos al unísono, incluyendo a Willow, que no era culpable de nada—.
— Es el primer día de instituto y ya estáis causando problemas, gamberros –dijo Snyder lanzando una mirada asesina a cada uno de ellos—.
Buffy se destempló rápidamente cuando sus ojos pasaron de la irritante “figura de autoridad”, al hombre atractivo que estaba de pie junto a él. De repente sintió como sus mejillas se enrojecían cuando notó que él también la miraba desde hacía un rato.
— Ojo con estos tres, señor Bradley – dijo Snyder girándose para afrontar al hombre – Probablemente le darán problemas.
Spike apenas había escuchado al director, pero de todos modos, asintió como si le estuviese dando la razón al otro hombre, despacio siguiendo al hombre y rompiendo, muy a su pesar, el contacto visual con aquella chica guapa con la que se había quedado embobado.
— Wow – murmuró Buffy bajo su aliento, dando a Willow una sonrisa vergonzosa cuando se dio cuenta de que su amiga había oído su suspiro – Eh, creo que deberíamos ir a clase ya.
Buffy y Willow entraron en su clase de historia riendo tontamente sobre algo que la pelirroja había dicho. Era la última clase del día, y Buffy había estado intentando toda la jornada sacar tan duramente como podía la imagen del hombre del pelo blanqueado de su cabeza.
Esta tarea hubiese sido mucho más fácil si no fuese porque el se encontraba en ese mismo momento detrás del escritorio del profesor. Cuando Buffy lo vio se paró de repente, causando que Willow tropezase contra ella.
Buffy pareció entrar en trance cuando el hombre la miró con sus ojos azul zafiro. La energía de la habitación pareció hacer crujir las paredes cuando se miraron fijamente el uno al otro. Buffy, de mala gana, rompió el contacto visual, sintiendo ruborizarse cuando su amiga la despertó del trance y la condujo a una mesa, sentándose junto a ella, en primera fila.
Spike observó a la rubia, sintiendo que se le cortaba la respiración cuando ella se sentó y su corta minifalda se inclinó mostrando sus piernas bronceadas. Él apartó la mirada, silenciosamente maldiciéndose por comerse con los ojos a una estudiante, cuando sonó la campana anunciando el inicio de la clase.
— Hola a todos – saludó Spike. Mientras lo hizo, notó los ojos de la rubia penetrándole mientras hablaba – Mi nombre es William Bradley, y aunque yo no tengo ningún problema con que me llaméis por mi nombre, la escuela si que lo tiene, así que soy el señor Bradley.
‘Oh dios, oh dios, oh dios’ Pensó Buffy todavía atravesando con los ojos al hombre que estaba demasiado bueno como para ser un profesor ‘¡Tiene acento inglés!’
El resto de la clase pasó como una nube borrosa, mientras Buffy intentaba concentrarse en mantener su respiración regulada y en no sonrojarse cada vez que el profesor la miraba, cosa que, al parecer, hacía muy frecuentemente.
‘No seas tonta, Buffy’ se decía a sí misma. ‘Estás sentada en primera fila, por supuesto que tiene que mirarte, eres la persona más cerca que tiene’
La campana sonó marcando el fin de la clase y Buffy empezó a recoger sus cosas.
— Buffy, lo siento pero tengo que irme corriendo – dijo Willow – le prometí a Percy, que iba a darle clases, y se supone que tenía que encontrarme con él en la biblioteca, justo ahora.
— Vale, llámame más tarde – respondió Buffy, mientras su amiga dejaba el aula junto con el resto de la clase—.
Buffy cogió rápido sus libros, y se giró con prisa, tropezándose así con el profesor, tirando todos los libros al suelo. Su mano inmediatamente voló a su boca en shock.
— Oh, no sabe cuanto lo siento, señor Bradley, lo siento mucho – dijo avergonzada – Tengo un problema con la coordinación de mi cuerpo – terminó la frase ruborizándose cuando vio que el profesor estaba sonriendo—.
— No te preocupes, amor – respondió Spike, alucinado por la belleza de la chica—.
‘¡Me ha llamado amor, me ha llamado amor!’ pensó excitadamente justo antes de agacharse para recoger sus libros. Desafortunadamente, no vio que Spike también se había agachado para hacer lo mismo y sus cabezas chocaron. Ambos gimieron y se frotaron la frente.
— Te lo dije, causo desastres cuando camino.
—No, — dijo Spike negando con la cabeza y ofreciéndole una sonrisa – fue mi culpa.
Buffy le dirigió una sonrisa nerviosa antes de recoger sus libros y guardarlos en su bolso.
— Lo siento, no soy exactamente el profesor más eficiente en el primer día de clase, ¿cómo era tu nombre?
— Buffy – dijo perdiéndose en sus ojos otra vez – Buffy Summers
Spike se quedó mirando fijamente a sus ojos durante un largo minuto antes de dirigirle una sonrisa suave.
— Es un placer conocerte, Buffy Summers.
— Lo mismo digo, señor Bradley – respondió Buffy, no queriendo irse pero sabiendo que tenía que hacerlo – Bien, mejor me...
Buffy hizo ademán de irse señalando hacia la puerta
— Oh, claro, lo siento por distraerte, no quería entretenerte, tendrás que ir con tus amigos – dijo Spike asintiendo, sintiéndose un poco decepcionado de que ella se fuese—.
— No, no se preocupe, no he quedado con mis amigos
— ¿Novio?
Spike sabía que era una pregunta demasiado personal, pero a Buffy no pareció importarle. Él sostuvo la respiración mientras esperaba por su respuesta, pero realmente no quería analizar por qué hacía esto.
— No, no tengo novio
Buffy vio la sonrisa en la cara de su profesor, quien intentó esconderla tan rápido como pudo. En respuesta, Buffy le lanzó otra sonrisa.
— Bien, la veré mañana, señorita Summers
— Si – dijo Buffy dejando el aula, intentando controlar las mariposas que sentía en su estómago
Spike se sentó en su escritorio, dejando caer su cabeza sobre sus manos ‘Es tu alumna, está fuera de tus límites’ se dijo a sí mismo.
CAPÍTULO 2
HARMLESS INTERACTIONS
Interacciones inocentes
— No fue nada, Will – dijo Buffy al teléfono, con una sonrisa brillante en su cara – lo único que hizo fue ayudarme a recoger los libros, eso es todo.
— ¿De verdad? – Preguntó su amiga escépticamente — ¿Entonces por qué te está tomando tanto tiempo pensar lo que te vas a poner mañana?
Buffy se congeló sosteniendo una falda en el aire antes de dejarla caer en la cama.
— Eso no tiene nada que ver – respondió Buffy con desdén —.
— Oh, vamos, Buffy, el profesor estaba muy bueno, está permitido comérselo con los ojos.
— No, no, no me lo comía con los ojos – respondió la chica en una voz que traicionaba sus verdaderos sentimientos sobre la situación—.
— Entonces, si él no fuese tu profesor y tú no fueses su alumna, ¿no estarías interesada? – Preguntó Willow con una sonrisa, sabiendo ya la respuesta—.
— Vale, sabes que lo haría, pero esa no es la situación. Esta es una “no tocar” situación. No es que él quiera tocarme de todos modos, pero—
— Buffy – Willow la interrumpió – no te creas todas las estupideces que Riley te diga, ¿vale?
Buffy sonrió agradecida, aunque su amiga no pudiese verla.
— Lo intentaré, mejor voy a dormir, te veré mañana, Will.
— Buenas noches.
Buffy colgó el teléfono y soltó un fuerte suspiro. Si, ella estaba en una “no tocar” situación con William Bradley, pero eso no significaba que no pudiera fantasear sobre él.
Buffy se levantó de un salto cuando alguien tocó en la puerta de su habitación, pareciendo casi culpable cuando abrió y vio a su madre.
— Hola, cariño – Joyce la saludó felizmente – Siento haber tenido que trabajar hasta tarde.
— No importa – respondió su hija con una sonrisa—
— ¿Has visto a tu padre?
— No creo que esté en casa aún – respondió Buffy. Su sonrisa se descoloró al ver la mirada preocupada de su madre—.
— ¿Cómo fue tu primer día?
— Fue bien – dijo Buffy antes de empezar a colocar la ropa otra vez en el armario, intentando olvidar el sentimiento inquietante de su estómago —.
—Oh, no – dijo Joyce con una sonrisa – Ya tienes una crisis de armario y sólo es el primer día, ¿novio a la vista?
— No sé si novio es la palabra correcta.
— Pero hay un chico al que quieres impresionar.
—Algo así.
— Mientras no intervenga en tus estudios... tus calificaciones en inglés e historia bajaron mucho el último año.
— Lo haré mejor este año, mamá. Te lo prometo.
— Bien, me alegra oírlo, pero quizás puedes pedirle a Willow algo de ayuda extra.
— Lo pensaré.
Spike estaba deseando demasiado que llegara su última clase. Sólo había visto a Buffy una vez riendo con sus amigos en la cafetería y sintió unas ganas increíbles de ir hacia ella. Se había resistido, por supuesto, pero era desequilibrante.
Ahora, cuando Buffy entró en su clase llevando un corto vestido de verano amarillo que destacaba su bronceado incluso más, Spike se quedó alucinado con lo inocente que parecía. Ella parecía tan, tan...
— Joven, idiota – se dijo a sí mismo, organizando una pila de papeles, haciendo cualquier cosa para quitar sus ojos de la rubia que había llegado a ser el objeto de todos sus pensamientos.
La clase volvió a pasar como una nube borrosa. Ambos intentaban con todas sus fuerzas quitar la mirada del otro, pero no podían evitarlo. Spike caminaba por la clase mientras leía, incapaz de resistirse a rozar con su mano ‘accidentalmente’ contra el hombro desnudo de Buffy, notando que cada vez que lo hacía a ella le daban escalofríos aunque intentara retenerlos.
Spike estaba asombrado con la forma en la que ella se mordía el labio mientras cogía apuntes. Él se movió hacia la parte delantera de la clase y la miró fijamente, fijando sus ojos con los suyos.
Buffy sentía que se le cortaba la respiración. Cuando su mano rozó su hombro suavemente, ella estaba segura de que era un accidente, pero aun así, su corazón aumentó la velocidad. Empezaba a imaginarse sus manos en otras partes de su cuerpo...
Buffy en seguida se noqueó mentalmente cuando la campana sonó. Era sólo el segundo día de clase y ya estaba teniendo pensamientos lujuriosos con su profesor de historia.
Buffy recogió sus cosas, mientras corría detrás de Willow.
— Hey, Will ¿Puedo pedirte un favor?
— Claro, Buff
— Bien, mi madre tiene preocupación por mis notas – dijo mientras se paraban en la puerta de la biblioteca — cree que necesito ayuda en inglés y en historia, y me estaba preguntando si…—
— Buffy, sabes que me encantaría ayudarte, pero es que no puedo – la interrumpió Willow con remordimiento obvio en su voz por no poder ayudar a su mejor amiga—.
— Vale – respondió Buffy con una sonrisa brillante – No importa, ya estás ayudando a Percy. Debería haberme acordado—.
— Buffy—
— No, Will, de verdad que no me importa. Probablemente deberías entrar en la biblioteca.
— Si – estuvo de acuerdo Willow – Aunque desearía poder ayudarte.
Buffy asintió manteniendo su sonrisa, mientras Willow entró en la biblioteca. El pasillo estaba vacío cuando Buffy se giró, apoyándose contra una taquilla y cerrando sus ojos mientras su sonrisa se descoloró.
— ¿Algo va mal, amor?
Buffy abrió sus ojos y abrió la boca cuando vio al señor Bradley en frente de ella. Al momento se enderezó, alisando la tela de su vestido mientras negaba con la cabeza
— Estoy bien.
Spike inclinó la cabeza para estudiarla.
— No me lo creo.
— Es una estupidez – respondió Buffy sacudiendo la cabeza y lanzando una pequeña sonrisa – Es sólo que le pregunté a mi amiga si podía ayudarme con las clases, pero está demasiado ocupada. No es un problema del tipo apocalíptico. Bueno, no hasta que mi madre sepa que voy a repetir mi último año de instituto.
— ¿Qué asignaturas?
Buffy se sonrojó, casi avergonzada de admitir que era su clase.
— Inglés e... historia.
Spike inclinó la cabeza mirándola.
— Lo está haciendo bien en mi clase, señorita Summers. Entiendo que sea sólo el segundo día, pero has estado atenta y tomando apuntes.
— Si, pero a la hora del examen todo cambia. Es como si me congelara y olvidase todo lo que he aprendido.
Spike cogió aire profundamente, ya maldiciéndose por lo que estaba a punto de decir.
— ¿Qué tal si yo te ayudo?
Los ojos de Buffy se ampliaron mientras lo miraba fijamente incrédula.
— ¿Hablas en serio? – preguntó suavemente —.
— Completamente – respondió él – estoy libre todos los días después de clase, si quieres puedo ayudarte una hora o dos.
Buffy humedeció su boca seca, notando que los ojos de su profesor se lanzaron hacia su lengua cuando la pasó por sus labios.
Spike tuvo que reprimir un gemido cuando su lengua salió un poco de sus labios, y comenzó a sentir un leve movimiento en la entrepierna.
— Sería genial – respondió Buffy casi nerviosa.
— De acuerdo, podemos empezar mañana si quieres.
— Gracias, señor Bradley.
Buffy lo vio sonreír antes de desaparecer por el pasillo.
Spike entró en su clase, cerrando la puerta y apoyando la cabeza contra ella. Cerrando los ojos, intentó que su erección se disipara. Nunca había tenido una reacción tan exagerada por algo tan inofensivo desde que tenía diecisiete años. ¿Cómo iba a aguantar una hora con esa chica?
CAPÍTULO 3: ACTS OF CONFORT
Acto de confor.
Al día siguiente, Buffy estaba muy ansiosa. Estuvo tentada de saltarse su clase particular con el señor Bradley e irse a casa, pero no había buenas noticias allí. Su padre le había dicho la noche anterior que iba a dejar a su madre. Buffy no estaba asombrada, pero se sintió casi abandonada cuando vio como se iba sin mirar atrás. Y entonces empezó con los sentimientos. El primero de la lista era culpabilidad por que su padre se fuera ¿Se habría quedado si hubiese sido una buena hija? Además estaba el estrés añadido por tener que pasar la tarde con un hombre por el que se sentía atraída pero que no le llevaría a nada excepto a la locura. Ella sabía perfectamente que sus sentimientos por el profesor eran realmente estúpidos, pero no podía parar sus estúpidas reacciones.
Además, no podía saltarse las clases porque llamarían a su casa y eso haría que le diera la charla de “tienes una depresión por el divorcio inevitable de tus padres” o cualquier otra tontería que pusiera su libro sobre cómo educar a una hija adolescente.
Por otro lado estaba que no lo iba a hacer muy bien si quería dar una razón para perderse su sesión de clases después de estarlo mirando durante una hora entera. Ninguna persona cuerda dejaría pasar la oportunidad de tiempo a solas con el profesor sexy inglés.
Respirando profundo, Buffy decidió dejarse de tonterías e ir a clase. Cualquier cosa era mejor que ir a casa y escuchar una charla de su madre diciéndole como las cosas no iban a cambiar y como ella no iba a sufrir los problemas de sus padres. El señor Bradley había sido muy amable ofreciéndole su ayuda y ella no iba a rechazarla.
Mientras estaba perdida en sus pensamientos mientras se miraba las manos en la clase de historia, Buffy no notó la mirada fija casi preocupada de su profesor. Cuando la campana sonó, dijo adiós a Willow cuando la vio salir de clase. Sentada en su silla mientras veía como la clase se iba vaciando, no oyó el sonido de la puerta cerrarse.
Viéndola morderse el labio inferior de la manera que más podía distraerle, la imaginación de Spike fue a un sitio al que no debería ir pero al que había ido repetidamente desde el lunes por la mañana.
‘Bloody hell, tienes 25 años, no puede ponerte una adolescente’ pensó Spike.
Cada vez que la rubia estaba cerca de él, todo lo que quería era cogerla en sus brazos. Por supuesto, hoy lo que quería hacer era saber por qué tenía esa mirada tan preocupada.
— ¿Estás bien, amor? Preguntó suavemente sentándose en la mesa a su derecha, no queriendo intimidarla estando de pie—.
Buffy clavó su mirada en sus ojos, tragando fuerte, casi queriendo tragarse los nervios.
— Estoy bien – respondió demasiado rápido—.
— No me lo creo – dijo Spike en un tono tranquilo cuando Buffy volvió a mirarle a los ojos, chocando con la mirada.
Buffy se volvió a morder el labio, mientras sacó el libro de historia de su bolso por primera vez en ese día.
— Siento haber estado ida hoy – dijo volviendo a mirarle mientras ponía el libro encima de la mesa ofreciéndole una sonrisa media indiferente—.
— ¿Hay algo de lo que necesites hablar? – Preguntó en un apacible y calmante tono que la hizo querer contarle todas sus preocupaciones—.
— No – respondió calmada, negando con la cabeza – Aunque gracias—.
— Spike le dio otra mirada preocupada antes de quitarle el libro y caminar hasta la esquina del aula donde estaba su escritorio. Ella permaneció donde estaba hasta que él la llamó—.
— Podemos sentarnos aquí – dijo señalando al escritorio – es más fácil estudiar si tienes más espacio.
Asintiendo, se levantó y caminó hacia él. Buffy sonrió cuando él le ofreció su silla giratoria y puso una de las sillas de los estudiantes junto al escritorio para él.
Los dos se fueron relajando a medida que la hora pasaba, sintiéndose cada vez más confortables en la presencia del otro. Spike estaba aún preocupado sobre lo preocupada que ella parecía. La conocía de poco tiempo, pero esta no era la chica vivaz que había conocido varios días antes; y no pensaba que esta fuese su verdadera personalidad.
— ¿Necesitas que te lleve a casa? – Preguntó mientras comenzaba a levantarse—
— No, iré caminando, gracias.
Spike la vio meter el libro en el bolso y hacer un movimiento para levantarse pero se paró, cuando sintió la presión de su silla cuando su profesor la giró, para estar cara a cara. Él la miró durante un momento, casi intentando adivinar el secreto que escondía.
— Buffy... si necesitas hablar...
Dejando el comentario en el aire mientras la miraba, le dirigió una sonrisa de entendimiento. Buffy vaciló durante un minuto antes de responder.
— Mi padre se fue anoche de casa.
La ya compasiva expresión de Spike, se hizo incluso más suave mientras escuchaba.
— Lo siento, amor – le susurró mientras la miraba a los ojos — ¿Te dio alguna explicación?
Tragándose el nudo de la garganta, ella se encogió y miró al suelo, cegándose por las lágrimas.
— Peleaban muchísimo... él y mi madre – dijo suavemente – Sólo me pregunto si...
— Te preguntas... ¿qué?
— Si era por mí – susurró quitándose las nuevas lágrimas que le empezaban a correr por las mejillas.
— Buffy, no pienses eso – dijo Spike en una voz calmante – Los adultos tenemos peleas frecuentemente, a veces las cosas se arreglan, a veces no; pero no es tu culpa ¿Me crees?
Sorbiéndose los mocos ligeramente, las lágrimas comenzaron a desaparecer. Buffy intentó mirarle a los ojos, y se sintió aliviada cuando él le dirigió una sonrisa suave.
— Podría haberme portado mejor el año pasado, tal vez si lo hubiera hecho, las cosas serían diferentes.
— ¿Qué pasó el año pasado?
— Les sometí a demasiado estrés. Llegando tarde, nunca diciéndoles a dónde iba de noche, dejando que mis notas cayeran en picado... causa de que ahora necesite clases particulares. Si sólo... si sólo hubiese hecho lo que me pedían, quizá las cosas se hubiesen arreglado.
Spike caminó hacia ella, mirándola a los ojos mientras hablaba.
— No te culpes, Buffy – le susurró mientras que rozaba la mano contra la suya, casi accidentalmente, ofreciéndole confort.
Ambos sintieron la carga que corría en su interior mientras sus ojos nunca rompían contacto. Antes de que alguno supiera lo que estaba pasando, se encontraron en un beso suave. Sus labios parecían fundirse juntos, completándose el uno al otro en una forma casi perfecta.
Ninguno sabía quién había iniciado el beso, y ninguno se preocupó cuando Spike cogió su cara con las manos, dejando sus dedos tejerse entre su pelo, mientras continuaban con las suaves caricias. Spike recorrió con su lengua su labio inferior, pidiendo entrada, y Buffy jadeó permitiéndole paso para que sus lenguas se encontraran y se acariciaran.
Ella se agarró a sus fuertes brazos, sintiéndose casi mareada cuando rompieron la conexión. Mirándolo fijamente durante un momento, sus ojos se ensancharon cuando comprendió lo que había hecho. Se cubrió la boca con la mano.
— Oh, dios mío – murmuró apartando la mirada—.
— Buffy—
— No, l...lo siento, señor Bradley.
Spike la miró, sintiéndose desvalido cuando la vio levantarse y coger el bolso, prácticamente corriendo hacia la puerta.
Pensando en lo ocurrido e intoxicándose con las emociones que ella le había provocado, dejó caer la cabeza sobre sus manos, sacudiéndola despacio. ‘Bloody hell’
Capítulo 4: IT NEVER HAPPENED?
¿Nunca pasó?
Buffy caminaba aterrorizada hacia su clase de historia al día siguiente. El beso que habían compartido la había estado atormentando, y no sabía cómo iba a ser capaz de sentarse frente a él durante una hora.
‘¿Qué pasa si se lo dijo a alguien?’ se preguntó sintiendo correr más tensión a través de sus músculos. ‘¿Me meteré en un problema? No, seguro que no se lo ha dicho a nadie, él también se metería en un problema’ pensó suspirando de alivio antes de que un nuevo pensamiento cruzara su mente ‘¿Y si ahora me odia?’
Estos pensamientos y más volaban por su cabeza mientras entraba en la clase del señor Bradley. Sus ojos se encontraron brevemente antes de que ella se girara rápido, sintiéndose avergonzada. Despacio caminando hacia su sitio, ofreció una sonrisa provisional a Willow mientras se sentaba, aún evitando cualquier tipo de contacto visual con su profesor.
‘¿Cómo pudiste besarlo, Buffy?’ se preguntó a sí misma, luchando contra el impulso de enterrar la cara en sus manos, mientras miraba al escritorio. ‘¿Cómo pudiste avergonzarte a ti misma de esa forma?’
Spike miró a Buffy con una expresión preocupada. Se sentía culpable por aprovecharse de ella, pero la rubia parecía incluso más afectada que ayer. Tuvo que luchar para quitarle los ojos de encima, deseando poder hablar con ella más tarde.
Tomando apuntes mientras los segundos parecían pasar arrastrándose, ella nunca se permitió levantar los ojos del cuaderno. Podía sentir su presencia, donde quiera que estuviese. Podía sentir sus ojos en ella según caminaba a través de las filas de mesas mientras los otros alumnos tomaban apuntes, y tuvo que aguantar los temblores que querían correr por su columna.
Nerviosamente removiéndose en la silla, Buffy estaba empezando a preguntarse si la hora iba a terminar algún día, cuando sonó la campana. Buffy cogió rápido sus libros, intentando pasar inadvertida. Por supuesto, no funcionó.
— Señorita Summers, ¿podría quedarse un momento?
Buffy se mordió el labio y dijo adiós a Willow. Mirando con agitación como la puerta se cerraba, dejándola sola con él, respiró profundo para calmar sus nervios. Girándose, fijó sus ojos con los de su profesor, mientras él dio unos cuantos pasos hacia ella.
— Señorita Summers—
— Señor Bradley, lo siento – Buffy soltó llena de pánico, dando un paso hacia delante cuando el inclinó la cabeza mirándola confuso – Lo que pasó ayer... Yo nunca quise hacerlo, y sólo quería decir que lo sentía porque sé que tú nunca me querrías de ese modo, y yo—
— Buffy, — dijo suavemente interrumpiéndola y dando otro paso más cerca – no hiciste nada mal.
— Pero yo—
— Fue mi culpa – siguió Spike – Yo soy el adulto aquí. Me aproveché de una situación de vulnerabilidad, y espero que puedas perdonarme... y sobre lo de no quererte de ese modo...
Calmándose, sabiendo que estaba entrando en territorio peligroso, no dijo nada más y Buffy se sonrojó, mirando al suelo.
— No fue tu culpa – respondió negando con la cabeza—.
Spike empezó a reírse mientras sacudía suavemente la cabeza.
— Creo que estamos de acuerdo en que los dos hicimos algo mal – dijo sonriendo y mirándola antes de que la sonrisa desapareciera – Buffy, tengo que pedirte que no se lo digas a nadie.
— Por supuesto – dijo con una sonrisa suave mientras asentía – sé que te metería en un problema, y no quiero que eso suceda.
Spike le dio una sonrisa agradecida.
— Gracias – dijo sinceramente – Espero que sigas dejándome ayudarte después de las clases.
— Me encantaría – respondió asintiendo—.
— ¿Qué te parece hoy?
— Genial – respondió ella con falso entusiasmo. No estaba segura de si podía estar tan cerca de él sin pensar en el beso, pero no estaba dispuesta a que sus notas bajaran por eso.
— Así que, ¿está olvidado ya? – Preguntó Spike—.
— Nunca sucedió – respondió Buffy—.
Excepto porque sí que sucedió, y ambos lo sabían.
Una hora más tarde, Buffy y Spike estaban en una forma confortable de trabajar. El beso no se había vuelto a mencionar, y ninguno sabía que sentía el otro sobre eso.
— ¿Sabes algo de tu padre? – Preguntó Spike cuando Buffy empezó a recoger sus libros—.
— Si – respondió ella – se está quedando en un hotel a unos cuantos kilómetros de aquí. Dice que está buscando un apartamento – añadió en un tono calmado—
— Lo siento, amor – dijo suavemente—.
— No es tu culpa – dijo Buffy encogiéndose e intentando parecer tan despreocupada como fuese posible—.
— No – respondió Spike – pero no deberías estar pasando por esto. Es tu último año de instituto, se supone que tienes que estar divirtiéndote con tus amigos, no preocupándote por tus padres.
— Tuve más que suficiente diversión el año pasado – respondió, comprendiendo demasiado tarde que estaba insinuando algo que no era del todo verdad, cuando Spike la miró curiosamente – No quise decir que...
Calmándose con un suspiro, Buffy apartó la vista cuando ambos se levantaron. Despacio se dirigió hacia la puerta, mientras se colocó un mechón de pelo detrás de la oreja. Spike parecía asombrado por el simple gesto. La intimidad del momento los sorprendió a ambos. La mano de Spike vino a descansar en la mejilla de Buffy más tiempo del necesario, cuando despacio empezaron a acercarse. Spike suspiró cerró los ojos dando un pequeño paso, sus hombros casi cayendo en dejación.
— OK, no está completamente olvidado.
Buffy estaba sorprendida de que hubiese hablado de forma tan directa, abriendo la boca y mirándole.
Abriendo los ojos, Spike apretó la mandíbula y la miró cogiéndola de la mano
— Realmente no debería estar haciendo esto.
Buffy no tuvo tiempo a registrar lo que acababa de decir porque sus brazos la envolvieron por la cintura, trayéndola más cerca y uniendo su boca con la de la chica. El primer beso había sido cálido y suave. Éste, en cambio, era desesperado. Spike presionó el cuerpo de Buffy contra la pared más cercana mientras se unieron sus lenguas, buscando desesperadamente cualquier contacto con el otro.
Rompiendo el contacto con sus labios para bajar hasta el cuello, pudo sentir su corazón latiendo fuertemente bajo sus caricias, por lo que volvió a la boca con un beso más suave. Después de un momento, Spike dio un paso atrás, sus manos nunca abandonando su cintura y observó sus ojos llenos de pasión.
— No he pensado en otra cosa más que en ti desde que te conocí – le susurró a Buffy y ambos sostuvieron la respiración – no puedo sacarte de mi mente.
Los latidos del corazón de Buffy se aceleraron aún más cuando él volvió a dar un paso hacia delante, acortando la distancia entre ellos otra vez y apretó el cuerpo contra el suyo.
— Probablemente deberías irte – murmuró él sin moverse para dejarla pasar—.
— Si – susurró ella, mientras sus ojos vagaban de sus ojos a sus labios y otra vez a sus ojos – realmente debería—.
En lugar de moverse hacia la puerta, los labios de Spike fueron otra vez a la boca de Buffy memorizando todo; desde cómo sabía, hasta la forma en que su cuerpo reaccionaba contra el suyo.
Sus manos empezaron a vagar por todo su cuerpo antes de empezar a jugar con el borde de su falda. Buffy rompió el contacto, respirando profundamente y volviendo a coger las manos de Spike para llevarlas hasta su cintura otra vez, aclarando las implicaciones. Spike asintió.
— No quería ir tan lejos, amor – dijo suavemente, disfrutando simplemente de su unión de manos mientras la miraba.
— Creo que debería irme.
— Puedo llevarte a casa – ofreció él mientras ella recogía su bolso del suelo—.
Girándose con una sonrisa en su cara, negó con la cabeza.
— No sé por qué, pero creo que no es la mejor idea, ¿verdad?
— Tienes razón – dijo antes de que su expresión volviese a ponerse seria – Buffy—
— No tienes que decirlo – dijo agitando la mano – se que no ha significado nada.
— ¿No?
La pregunta causó que a Buffy se le ensancharan los ojos.
— ¿Lo hizo? – Preguntó calmada, no muy segura de si quería saber la respuesta—.
Spike dio un paso hacia delante, le cogió la mano y la besó sin perder el contacto visual.
— Si.
CAPÍTULO 5: PLEASURABLE INSANITY
Loco placer.
Buffy sintió su cuerpo contra la pared cuando la boca de Spike atacó la suya. Jadeó pidiendo aire cuando sus manos empezaron a vagar por su cuerpo, causando que se arqueara hacia él. Gimiendo mientras los labios de Spike bajaban por su garganta, se agarró a sus hombros con toda su fuerza.
Había pasado casi una semana desde su último beso y ambos habían sido lo suficiente cuidadosos para no mencionarlo... hasta hoy. Buffy se había quedado después de las clases para su sesión de estudio por primera vez desde el último beso y durante la hora entera habían conseguido comportarse civilizadamente. Hasta que ella se preparó para irse. Spike intentaba buscar cualquier excusa para que no se fuera, y la encontró cuando sus labios se encontraron en un beso apasionado; Buffy no vaciló en rendirse a él de todas las formas que podía.
Buffy cerró los ojos cuando sus manos empezaron a avanzar por sus muslos para deslizarse debajo de su falda, jugando con su piel.
— ¿Qué pasa con... la puerta? – preguntó casi incapaz de formar una frase coherente mientras el la tocaba – No está... cerrada.
— No me importa – respondió en una voz brusca—.
— Señor—
— Spike – gruñó él contra su garganta, enviando un temblor a través de su cuerpo cuando dos de sus dedos resbalaron dentro de ella, causando que se retorciese en sus brazos. Levantándola con la otra mano, giró y la sentó sobre el escritorio. Cubriendo su cuerpo parcialmente con el suyo, su mano nunca paraba de cavar entre sus piernas, sonriendo en la manera que ella le respondía mientras los libros y los papeles se caían al suelo – El nombre es Spike.
— ¿Por qué Spike? – preguntó sin aliento cuando el levanto la falda por encima de sus caderas antes de volver a mirarla—.
— Estás a punto de averiguarlo, amor – respondió con una sonrisa satisfecha—.
Buffy sintió su piel enrojecerse bajo su mirada. Los labios de Spike volvieron a los suyos, mientras las manos de ella trabajaban exasperadamente en su cinturón, necesitando sentir más de él.
— Cariño, no sabes cuánto te deseo– susurró él, sacando sus dedos de ella, oyendo el suave quejido que escapó de sus labios. Buffy extendió sus piernas aún más en reacción a sus palabras, necesitando sentirlo desesperadamente.
— Entonces tómame – dijo sin aliento, quitándole los pantalones.
Spike no podía creer lo que estaba oyendo, pero sabía que sería un tonto si la rechazara.
‘Estará mal si lo haces, y estará mal si no lo haces’ su cerebro parecía estar burlándose de él mientras la miraba a los ojos.
Mirándola durante un momento, sabía que no había vuelta atrás con esto. Quitándose todos esos pensamientos de la cabeza, llevó las manos hasta sus caderas, poniéndola en el borde del escritorio. Sus labios se encontraron con una feroz intensidad antes de que él se hundiera en ella. Buffy casi gritó cuando sintió la invasión de su cuerpo enviándola a un orgasmo casi inmediato. Sus músculos interiores se tensaron a su alrededor, dejándola temblando en los brazos de Spike, causándole aumentar sus movimientos mientras enterraba la cara en su cuello. Definitivamente él no iba a durar mucho si ella seguía reaccionando de esa forma.
— Estás tan apretada – murmuró contra su piel, despacio abriendo los ojos para verla llena de lujuria – Te he deseado desde la primera vez que te puse la mirada encima. Vacilando, salió de su interior, volviendo a entrar en ella con un paso gradual de dolor.
Los largos empujes estaban empezando a volverla loca de emoción y comenzó a arquear su cuerpo para encontrar los golpes.
Spike hacía un esfuerzo consciente para no hacerle daño con la emoción, ya que no quería que sus necesidades la dañaran.
La emoción corría a través de ambos, mientras se movían como si fuesen uno, sintiéndose completos por primera vez.
Rompiendo el contacto, se quedó impresionado al notar las emociones que disparaban ambos. Él sabía exactamente lo que ella sentía porque lo veía reflejado en sus ojos. Sus movimientos empezaron a ir más rápido, sin romper el contacto visual. Ella jadeaba en busca de aire cada vez que sus caderas chocaban, uniéndose en la manera más sensual posible.
Despacio, Buffy cerró los ojos cuando Spike aumentó la ferocidad de sus movimientos.
— No pares – dijo ella sin aliento, arqueando la espalda y sintiendo sus manos aferrarse más fuerte a su cintura cuando ella se lo pidió – por favor, no pares.
Casi llegando al borde con sólo oír su petición, Spike sintió como su interior empezaba a humedecerse.
— Buffy... pet... no voy a durar... mucho más tiempo – susurró – estás tan... bien.
Prácticamente levantándola del escritorio, Spike se sintió fuera de control. Buffy intentó acostumbrarse a la nueva postura, sintiéndolo llenarla de formas que no pensaba que fueran posibles.
Buffy empezó a perder el control, ansiosa por sentir la liberación en la que el profesor la estaba poniendo. Spike podía sentirla llegar al clímax.
— Déjalo ir, cariño – le susurró al oído en un tono seductivo – por mí.
Él le tapó la boca con la mano, sabiendo que su grito de satisfacción llegaría pronto, y lo último que necesitaban era alguien entrando corriendo en el aula.
Algo hizo que Buffy llegase al borde aferrándose a los hombros de Spike y gritando en su mano, mientras él llegaba a su propio orgasmo.
Buffy enterró la cabeza en su pecho, volviendo a respirar regularmente, Buffy estuvo sorprendida cuando el la rodeó con sus brazos. Respirando su esencia a cuero, tabaco y colonia, a este punto ya no recordaba si había llevado en algún momento un abrigo de cuero.
Spike inhaló la fragancia de lavanda de su pelo, y cerró los ojos, disfrutando la proximidad entre ellos.
Buffy se levantó y empezó a ponerse la ropa. Despacio recogió sus libros, mordiéndose el labio del nerviosismo. Sólo había tenido una experiencia sexual y no había sido como para tener buenas expectativas.
Spike la vio, frunciendo el ceño con curiosidad cuando ella se dirigió a abandonar la clase.
— Buffy – dijo suavemente, causándola girarse. Spike cerró la distancia entre ellos, levantándole la barbilla con el dedo para que le mirara – te llevaré a casa.
Durante el paseo a casa no hablaron, excepto Buffy para darle las direcciones. Spike estaba preocupado por su silencio. Mientras aparcaba le atacó el pensamiento de que quizá se había aprovechado de ella.
Apagó el motor y la cogió de la mano justo cuando ella se disponía a salir por la puerta.
— Buffy—
— No tienes que decirlo – le cortó evitando sus ojos – Nadie lo sabrá nunca... lo prometo.
— Es bueno saberlo, amor, pero eso no era lo que te iba a preguntar.
Buffy por fin lo miró a los ojos esperando la pregunta.
— ¿Qué te pasa?
— No sé como hacer esto – dijo ella, su inmadurez e incertidumbre brillando con sus palabras.
— ¿Hacer qué, preciosa?
— Esto – respondió señalándolos a los dos—.
— ¿Quieres decir lo que viene después?
Los ojos de Buffy se abrieron más.
— ¿Después?
— Buffy, sé que has hecho esto antes, ya que esta no era tu primera vez – dijo Spike intentando parar los celos que tenía cuando pensaba en ella con alguien más—.
— Por eso lo digo. No fue la mejor experiencia de la que aprender.
Resistiendo la sonrisa que quería aparecer en su cara cuando la oyó decir ‘experiencia’ en singular, inclinó la cabeza para mirarla.
— ¿Qué pasó?
— Soy yo – susurró – no soy... él no me deseaba.
— ¿Él?
— El primer chico que...
— ¿Y él te dijo eso? – Spike empezó a sentir como la cólera le corría por las venas.
— No tuvo que hacerlo – Buffy dijo calmada – lo supuse cuando me desperté sola y fui a buscarle. Él... estaba con alguien más.
Spike cerró los ojos, queriendo cogerla y abrazarla, pero solo agarrando su mano más fuerte.
— Era un idiota – respondió suavemente – cualquier hombre sería un idiota si te dejara.
Buffy lo miró con lágrimas en los ojos.
— ¿Fue esto todo entre nosotros? – susurró ella no segura de si quería la respuesta pero necesitando saberla.
Spike le dio un beso suave, ofreciéndole el confort que necesitaba.
— Esto es sólo el principio.
CAPÍTULO 6: WHEN YOU WISH...
Cuando deseas…
Buffy era un manojo de nervios en la clase de Spike, viéndolo aplicar su método normal de clase... y nunca estableciendo contacto visual con ella.
‘Cree que fue un error’ pensó ‘debí haberlo comprendido la otra noche’
La hora pasó para Buffy al mismo tiempo atrozmente larga e insoportablemente corta. Cuando la campana sonó, Buffy despacio recogió sus libros, queriendo hablar con Spike pero no segura de cómo sacar el tema. Estaba bastante segura de que ‘Hey ¿te acuerdas de mí? Soy la tía a la que te tiraste ayer’ no iba a funcionar muy bien.
— Hey, Buffy, ¿aún tienes el libro que me cogiste prestado la semana pasada?
Quitando la mirada de Spike para mirar en su mejor amiga, asintió.
— Si, Will. Está en mi taquilla.
— ¿Podemos ir a buscarlo? Lo necesito hoy.
— Claro – respondió Buffy lanzándole otra mirada nerviosa a Spike, y aguantando un suspiro cuando él parecía demasiado ocupado con algunos papeles en su escritorio – Vamos.
Levantando la vista justo a tiempo para ver a Buffy y su amiga salir del aula, Spike intentaba ignorar la voz en su cabeza que no paraba de decirle que fuese a buscarla. No había sido capaz de mirarla en toda la clase por miedo a que alguien viera a través de la fachada cuidadosamente construida.
Diez minutos más tarde, Buffy estaba en el pasillo mordiéndose el labio inferior. Era una encrucijada... literalmente.
A su izquierda estaba la salida, la opción lógica que debería coger; pero no llamaba tanto la atención como lo que estaba a la derecha: Spike.
Mirando el pasillo que conducía a su clase, tomó una decisión. Necesitaba saber la verdad. Respirando profundo, Buffy se dirigió hacia el aula, parando en la puerta.
Buffy se quedó de pie mirando a Spike y a la profesora de informática, la señorita Calendar coqueteando abiertamente el uno con el otro. Sintiendo como su corazón se caía en su estómago cuando Spike le dio a Jenny una sonrisa deslumbrante— una sonrisa que a ella nunca le había dirigido. Intentó luchar contra todas las emociones que le corrían por las venas.
Mirando sobre el hombro de Jenny, la sonrisa de Spike se deshizo lentamente cuando vio a Buffy apoyada en el marco de la puerta mientras veía la interacción en frente de ella. Se esperaba una típica reacción adolescente como mirarle con odio e ira, antes de marcharse furiosa. Lo que no esperó fue una suave sonrisa de entendimiento en su cara, justo antes de marcharse despacio, rasgando el corazón del profesor justo antes de desaparecer de su vista.
Spike aún podía oír a Jenny hablando de algo que había pasado en una de sus clases, pero su cabeza aún estaba con la rubia. Se aguantó las ganas de apretar la mandíbula y el impulso de cerrar los ojos fuertemente cuando las palabras que ella había dicho el día anterior volvieron para atormentarle.
Soy yo. No soy... él no me deseaba.
Él sintió su corazón partirse, inundado por la culpa e intentó pensar una excusa para irse en busca de la rubia.
Bajando la calle, Buffy cruzó los brazos y dejó correr las lágrimas correr por sus mejillas, silenciosamente culpándose por ser tan ingenua. No valía la pena llorar, así que se prometió a sí misma que las lágrimas no durarían mucho más.
Después de todo no había sido nada.
Una aventurilla.
Un recuerdo divertido.
Ella era más fuerte que la situación, se pondría bien.
Oyendo un coche a su lado aminorar el paso, lo miró por el rabillo del ojo. Estuvo sorprendida al ver el Desoto negro de Spike. Rápidamente se giró y se limpió las lágrimas, intentando esconder cualquier señal de que había estado alterada por la situación.
— ¡Buffy!
Mordiéndose el labio inferior, se giró para afrontarlo e intentó fijar una pequeña sonrisa.
— Señor Bradley.
Parando el coche cuando Buffy paró para mirarlo, la miró con una expresión suave.
— Es Spike – dijo suavemente – Lo sabes. Entra en el coche, amor.
— Estoy bien caminando – respondió ella políticamente correcta.
— Buffy, por favor, entra en el coche – suplicó Spike, dirigiéndole una mirada que no pudo resistir—.
Mirando nerviosamente alrededor de la vecindad, Buffy suspiró entrando de mala gana en el coche.
Suspirando de alivio cuando la puerta se cerró detrás de ella, él empezó a conducir. Buffy vagamente se dio cuenta de que no la llevaba a casa, pero eligió no decir nada. Ambos estuvieron en silencio durante diez minutos, hasta que Spike entró un camino de tierra, conduciendo unos minutos más hasta llegar hasta un bosque.
Apagando el motor, dejó sus manos sobre el volante mientras miraba hacia delante, aparentemente absorto en sus pensamientos.
— Lo que viste hoy—
— No importa – respondió Buffy mirando por la ventana – Realmente no esperaba que tú—
— Párate ahí – dijo Spike mirándola a la cara. Pudo sentir un nudo en la garganta al ver sus ojos rojos, evidencia de que había estado llorando antes de que la recogiera.
— Lo que viste hoy no fue nada – enfatizó, queriendo abrazarla, tranquilizarla – Necesito que lo entiendas.
Buffy asintió, no convencida enteramente.
— Siento haberte ignorado hoy, pero sabía que todo mi bien estar se derrumbaría si te miraba.
Relajándose un poco, le ofreció una pequeña sonrisa. Mirando como sus manos atravesaban su pelo, Spike expresó su preocupación.
— También tenía un poco de miedo – admitió él, causando que Buffy inclinase la cabeza para mirarle—.
— ¿Por qué? – preguntó ella confusa—.
— No utilizamos nada.
Buffy abrió más los ojos en comprensión.
— Tomo la píldora, Spike.
Suspirando de alivio con la admisión, el humor pareció cambiar entre ellos.
— No sé lo que me haces – susurró el con una voz ronca, mientras sus manos abandonaron su pelo para centrarse en sus muslos. La sentó con sus brazos en su regazo, mientras la besaba – Por favor, Buffy, déjame entrar.
Buffy no vaciló mientras sus labios se fusionaron, su mano trabajando en su cremallera mientras él ponía su falda sobre la cintura, cuando ella se hundió en él. El gruñó y ella jadeó, sus miradas llenas de lujuria.
Mordiéndose el labio casi avergonzada cuando empezó a subir y a bajar, ella se aferró a sus hombros para no perder el equilibrio.
Viendo la inseguridad en su mirada, Spike inmediatamente la trajo más cerca, antes de separarse otra vez con un gemido. Spike se tensó más cuando sintió sus músculos exprimirlo.
Intentando retener el orgasmo, Spike apoyó la cabeza en el hombro de Buffy.
— Voy a llegar, nena, estás demasiado bien.
Sólo con esas palabras envió a Buffy al borde, que clavó fuertemente las uñas en sus hombros, gritando su nombre. No pasó mucho tiempo antes de que él la siguiera, susurrando su nombre mientras la abrazaba.
Despacio, Spike se echó hacia atrás para mirarla, cuando sintió sus lágrimas contra su piel.
— ¿Qué te pasa, cariño?
— Es estúpido – dijo ella, sonrojándose un poco—.
— No lo creo.
Buffy suspiró antes de hablar.
— Es sólo que no... no pensé que esto iba a volver a pasar.
— Espero que pase muchas veces más – le dijo plantándole un beso en los labios—.
Recompensándole con una sonrisa brillante y otro beso le dijo:
— Creo que conseguirás tu deseo.
CAPÍTULO 7: CRYSTAL CLEAR
Claro como el agua.
Buffy se aguantó su grito de clímax mientras la lengua de Spike continuaba dándole placer.
Spike estaba en el cielo. El objeto de todas sus fantasías estaba tumbada en el escritorio, desnuda y retorciéndose en éxtasis por lo que él le estaba haciendo. Levantándose y bajándose los pantalones, se movió hacia ella. Segundos antes de que se preparase para entrar en ella, el altavoz de la asociación de padres irrumpió en la habitación.
— Reunión en la biblioteca en cinco minutos. No lleguéis tarde.
Spike apretó la mandíbula.
— Bloody hell.
Despacio volviendo de su propia ilusión, Buffy luchó por sentarse.
Spike inclinó la cabeza para mirar a la mujer tumbada bajo él.
— ¿Dónde crees que vas? – preguntó él en un tono juguetón—.
— Tienes una reunión – respondió Buffy, todavía sin respiración. Una sonrisa apareció en su cara mientras jadeaba cuando él entró en ella—.
— En cinco minutos – respondió él, con otra sonrisa—.
Cuando empezaron a moverse juntos, los dos se sorprendieron de la intimidad del momento. La situación estaba bastante lejos de ser romántica (había demasiada lujuria acumulada como para ser un romance), pero había algo, al estar conectados mediante el cuerpo, que les hizo mirar con más profundidad su relación.
Algo en su interior se completó por primera vez, pero en ese momento estaban demasiado cegados por el deseo como para pensarlo.
El placer irradiaba a través del cuerpo de Buffy, mientras todo a su alrededor desaparecía. Ellos eran las dos únicas personas en el mundo, y no estaba dispuesta a dejar ir ese sentimiento aún.
Spike la abrazó más fuerte, la levantó, la giró, y la apretó contra la pizarra. Él tuvo que cerrar fuerte los ojos cuando ella arqueó la espalda empujando hacia él, dejándole penetrar mucho más lejos.
— Dime que eres mía – le susurró él—.
— Tuya – respondió ella fácilmente – sólo tuya.
Dirigiéndole una sonrisa brillante en la admisión, él continuó empujando dentro de ella, golpeándola contra la pizarra con una fuerza increíble, segundo antes de que sintiera el cuerpo de la chica convulsionar en su segundo clímax. El la siguió rápidamente, justo antes de abrazarla.
Para Buffy, éste era su momento preferido con Spike. El sexo era increíblemente asombroso, pero no era nada comparado con el confort que él le ofrecía después.
— Ha sido asombroso – dijo él, retrocediendo para quitarle el pelo de la cara—.
Buffy tomó aire y asintió, no confiando en que sería capaz de hablar. Unos minutos después, Spike se separó de ella para mirar al reloj.
— Bien, parece que llego tarde – dijo él con una leve sonrisa—.
— No pareces demasiado afectado – respondió Buffy, poniéndose la ropa—.
Poniéndose el cinturón antes de colocarse detrás de Buffy, mientras ella se ajustaba los pantalones, rodeó su cintura con los brazos. Su torso desnudo era suficiente para endurecerse otra vez, mientras empezó a mordisquearle el cuello.
— Por supuesto que no estoy afectado, amor – murmuró contra su piel – prefiero mil veces estar dentro de ti, que sentado con un grupo de congestionados con corbata que se creen que lo saben todo.
Buffy se puso tiesa, se separó de él y se puso la camisa.
— No parecía importante que la señorita Calendar coqueteara contigo.
Spike suspiró.
— ¿Aún estás con eso?
— ¿Por qué no debería estarlo? – Preguntó mientras se arreglaba el pelo – Dices que no fue nada pero, ¿es eso lo que soy yo? ¿Era ella otro “nada” que añadir a tu lista?
Buffy no tenía ni idea de dónde venía esa hostilidad. Era como si su cerebro y su boca se hubiesen separado completamente y, a juzgar por la cara de Spike, sería mejor que volviesen a juntarse pronto.
— ¿Qué quieres que te diga, Buffy? – Preguntó mientras Buffy cogía su bolso del suelo.
— Negarlo sería una buena forma de empezar – respondió ella, cruzando los brazos. ¿Cómo se habían ido las cosas de control tan rápido? ¿Cómo podía sentirse tan mal con un hombre con el que, sólo hacía unos cuantos minutos, había tenido una conexión increíble?
— Yo no te debo nada – dijo Spike, dominado por la cólera. Lo lamentó enseguida, cuando vio su mirada de dolor—.
— Bien – contestó Buffy con voz fría, escondiendo las emociones que sentía – entonces supongo que yo tampoco te debo nada.
— Buffy—
— Sólo iré a buscar mi propio “nada” y así no te molesto más.
Cogiéndola del brazo cuando ella fue a abrir la puerta, estaba a punto de responder cuando vio a un muy nervioso Giles, a punto de tocar en la puerta. Buffy y Spike lo miraron durante un largo rato, antes de que él soltara su brazo como si quemase.
— Señorita Summers – saludó Giles educadamente—.
— Hola, Giles – dijo ella suavemente—.
Girando su atención hacia Spike, Giles levantó una ceja.
— Señor Bradley, vine para ver si se acordaba de que tenemos una reunión.
— Iba para allá justo ahora – respondió Spike con un acento de clase alta, en contraposición al que realmente usaba – Sólo tenía que terminar... mi clase con la señorita Summers.
— Ya veo – respondió Giles no sonando enteramente convencido—.
— Y si me perdonáis, — dijo Buffy – mi madre me está esperando—.
— Por supuesto – dijo Giles, quitándose de su camino para que pudiera irse—.
— Señorita Summers – Spike la llamó, viendo que se giraba pero no lo suficiente para afrontarlo – discutiremos su duda más tarde.
— No se preocupe por eso, señor Bradley – dijo Buffy lanzándole una dura mirada antes de volverse y seguir caminando – Está bastante claro. Entiendo todo con perfecta claridad.
Spike se aguantó un suspiro mientras ella se iba.
— Señor Bradley – dijo Giles, sacándolo de sus pensamientos – Conozco a la señorita Summers desde hace bastante tiempo, y me preocupo un montón por ella, así que tengo la necesidad de recordarle que tiene sólo 17 años.
‘Mierda, mierda, mierda’
— Sea lo que sea lo que me está diciendo, señor Giles, puedo asegurarle que es una falsa suposición.
— Me alegra oírlo – respondió Giles con una sonrisa y dándole una palmada en la espalda. Spike le devolvió la sonrisa indiferentemente mientras siguió al otro hombre por el pasillo. Sintió como su corazón se hundía cuando oyó la puerta de la salida cerrarse de golpe. Definitivamente, iba a tener que hacer algo para recompensarla por esto.
CAPÍTULO 8: SURPRISE SCENARIO
Escenario sorpresa.
Buffy estaba sorprendida de sí misma cuando llegó a su casa y se dio cuenta de que no había soltado una sola lágrima. Había rechazado ser la víctima en esta escena.
‘Así que dormimos juntos, ¿y qué?’ pensó. ‘No es como si hubiese sido genial’
Desgraciadamente, al mismo tiempo su conciencia habló. Y ésta estaba gritando en su interior ‘¡¡¡MENTIROSA!!!’
Evitando a su madre y yendo a su habitación, Buffy se tumbó en la cama, intentando olvidarse del peroxidado, quien nublaba sus pensamientos. Escuchó sonar el teléfono y esperó a que su madre lo cogiera. Después del tercer toque, Buffy gruñó y lo cogió ella.
— ¿Sí?
— Buffy, escúchame, yo…
Colgando el teléfono, no preocupándose por escucharle, frunció el ceño cuando el teléfono volvió a sonar.
— No quiero hablar contigo —casi le gritó al teléfono.
— Por favor, amor…
Spike casi tiró su móvil contra la pared de la clase cuando ella le colgó por segunda vez. La reunión había sido una pesadilla. Todo tipo de pensamientos corrían por la mente de Spike. ‘¿Qué pasa si no ha vuelto a casa? ¿Qué pasa si está en alguna esquina llorando porque te has comportado como un idiota? ¿Qué pasa si de verdad piensa que no la quieres?’
Este último pensamiento lo llevó a realizar la llamada telefónica, sin que le preocupara en este punto de si era su madre la que respondía. Spike tuvo una idea de repente.
Haciendo los espaguetis mientras su madre preparaba pan francés para cenar, se miraron extrañadas cuando oyeron el timbre. Joyce dejó su tarea para ir a abrir la puerta mientras ella le quitaba el agua a los espaguetis. Oyendo murmullos que venían del vestíbulo un momento más tarde, frunciendo el ceño cuando su madre la llamó un momento después.
— Buffy, tienes visita.
Buffy se limpió las manos con una toalla, y cruzó la cocina para ir hasta el vestíbulo, cuando vio a Spike junto a su madre con una sonrisa.
— ¿Señor Bradley?
— El señor Bradley paró de camino a casa para traerte unos apuntes que necesitas para un trabajo — dijo Joyce con una sonrisa — ¿No es muy amable por su parte? Dice que te los dejaste en su clase.
Buffy frunció el ceño y miró dentro de los ojos azules de Spike. Había muchas emociones en ellos, pero la única que ella pudo ver era remordimiento. Eso la hizo sentir un poco mejor, pero no sabía que iba a intentar hacer con su madre presente.
— Realmente no era necesario — dijo Buffy suavemente vacilando antes de dar un paso hacia delante para coger los falsos apuntes – Podía haber terminado el trabajo sin ellos.
— OH, Buffy, un poco de educación – calló Joyce a su hija justo antes de girarse hacia Spike – Estábamos a punto de cenar, ¿te gustaría unirte?
Dirigiendo una mirada desesperada a su madre que pasó inadvertido por Joyce mientras esperaba la respuesta, Buffy se giró para mirar a Spike.
Despacio, una sonrisa satisfecha se extendió sobre su cara cuando miró a Buffy.
— Si estás segura de que no seré un problema...
— Tonterías —dijo Joyce con una sonrisa – Buffy, pon otro plato para el señor Bradley.
— Es William — la corrigió – O Spike, como prefieras.
— ¿Spike? ¿De dónde sacaste ese apodo?
Buffy se paró, girándose y levantando una ceja, silenciosamente preguntándole si iba a contarle el origen del nombre.
— Un nombre de la cárcel – respondió bromeando — maté a mucha gente con clavos de ferrocarril –bromeó— El nombre me gustaba – respondió ahora serio.
Joyce y Spike compartieron una risa y Buffy rodó los ojos desapareciendo en la cocina.
— ¿Hay algo que pueda hacer para ayudar? – Preguntó Spike, entrando con su madre en el comedor—.
Esquivándolo cuando volvió al comedor para poner la mesa, Buffy trató de ignorar la manera en que su presencia la afectaba.
— Claro, puedes poner la ensalada en la mesa – dijo su madre—.
Spike asintió cogiéndola y llevándola a la otra habitación.
— Tenemos que hablar – le susurró a Buffy—.
Ella estaba a punto de responder cuando Joyce llegó con el pan.
— Buffy, ¿puedes traer los espagueti y la salsa?
— Te ayudaré – Spike se ofreció mientras Joyce se sentó en la mesa—.
Poniendo la salsa en un tazón, Buffy se puso tensa cuando sintió los dedos de Spike masajear la parte más baja de su espalda... Cuando sus labios empezaron a actuar sobre su cuello, Buffy se alejó de él un paso, girándose y alcanzándole el tazón sin mirarle a los ojos.
— Buffy…
— Mi madre está esperando – dijo suavemente, cogiendo la pasta y saliendo de la habitación—.
Spike suspiró y la siguió.
Sentada silenciosamente en su silla, durante casi una hora mientras Spike y Joyce conversaban, conociéndose el uno al otro, Buffy sintió que iba a vomitar cuando se dio cuenta de que su madre estaba coqueteando con el hombre; el mismo hombre que, sin conocimiento de Joyce Summers, había estado dentro de su hija, tan solo unas horas antes.
— ¿Puedo levantarme? – Masculló Buffy.
— Buffy, no has comido casi nada – dijo Joyce, mirando el plato lleno de su hija.
— Es tarde y... no tengo hambre – dijo suavemente, tirando su servilleta en la mesa irritada y levantándose para poner el plato en el fregadero. Pasando por el comedor para subir a su habitación, Buffy vio la mirada de desaprobación de su madre. ¿Qué, mamá?
— ¿No vas a darle las gracias a tu profesor?
Buffy respiró fuertemente, mirando a Spike a los ojos.
— Gracias – dijo entre dientes.
— No te preocupes.
Subiendo las escaleras, Buffy paró cuando oyó a Spike decir su nombre. Girándose, vio a Spike, que había usado la excusa de llevarle los falsos apuntes para ir tras ella. Lejos de los ojos de Joyce, se inclinó y se acercó a Buffy...
— Lo siento.
— ¿De verdad? – Preguntó Buffy incrédula, levantando una ceja—.
— Te deseo – susurró – te necesito – Buffy apretó los labios cuando él la cogió de la mano, poniéndola sobre el bulto de sus pantalones — ¿Ves cuánto te necesito? – preguntó susurrando.
Quitando su mano rápidamente como si quemara, Buffy le lanzó una dura mirada.
— ¿Estás seguro de que esto es por mí? ¿O es por mi madre? – Dijo girándose y dejando a un confuso Spike en las escaleras.
Girándose y volviendo al comedor, de repente notó el comportamiento de Joyce, cuando ella le dirigió una sonrisa y le ofreció una taza de chocolate caliente. Había estado tan preocupado por Buffy que no había notado la atención que su madre le estaba dando.
— Creo que voy a pasar – dijo Spike con una pequeña sonrisa mientras llevaba el plato a la cocina – Tengo que levantarme temprano mañana y aún tengo trabajo que terminar.
— Oh, vale, quizás en otro momento entonces – dijo con esperanza—.
— No creo que sea una buena idea – dijo tratando de defraudarla – A mi novia no le gustaría la idea.
— Oh, ¿Tienes novia?
Spike pensó en la chica en el piso de arriba, enfadada porque él había sido un gilipollas.
— Si – dijo suavemente – Es maravillosa.
— Es una mujer afortunada – respondió ella, acompañándolo hasta la puerta—.
Spike dijo buenas noches y se fue encendiendo un cigarrillo cuando entró en el coche. Girándose para mirar a la casa, vio una única luz en el piso de arriba y sonrió cuando una idea se formó en su cabeza.
CAPÍTULO 9: SO WRONG THAT IT’S RIGHT
Tan incorrecto que es correcto.
Mirando por la ventana minutos después de oír la puerta cerrarse, Buffy se mordió el labio cuando vio que el Desoto negro no estaba. Cogiendo de su armario un simple camisón blanco, se lo puso despacio; sintiendo el aire fresco sobre la piel que el satén no cubría, ella se sentó y se miró al espejo.
No parecía diferente. Después del torbellino que había sido las últimas semanas, esperaba ver a otra persona distinta mirándola... Pero era la misma. Quizás ahora tenía un poco más de experiencia, quizás ahora sería más exigente con sus futuros novios— ya que dudaba que hubiese muchos hombres ahí fuera que pudieran darle el mismo placer que Spike, pero, en general, seguía siendo la misma.
Cogió el cepillo y empezó a pasárselo por el pelo, viendo como los rizos rubios brillaban a la luz de la lamparilla de noche. Cuando oyó un golpe en la ventana se giró, abriendo mucho más los ojos cuando vio a Spike al otro lado. Rápidamente fue a abrir la ventana y lo miró boquiabierta cuando entró en la habitación.
— ¿Qué estás haciendo? – Susurró, mirando sobre su hombro como si esperase ver entrar a su madre en cualquier momento—.
— ¿Qué es lo que parece?
— Parece que te estás comportando como un idiota.
Spike le rodeó la cintura con los brazos, un gesto que Buffy encontró demasiado confortable como para alejarse.
— Realmente lo siento – susurró él, plantando suaves besos desde su frente hasta su cuello y volviendo a empezar – yo no quería... y le he dicho a tu madre que tengo novia.
Buffy abrió aún más los ojos, mientras Spike jugaba con las asillas del camisón.
— ¿Qué? – Le preguntó incrédula.
— Ya lo has oído – dijo en una voz ronca por la lujuria, sus ojos vagando por todo su cuerpo — ¿Podemos arreglarlo ahora? – preguntó con una sonrisa juguetona.
Inconscientemente apretando sus muslos cuando notó la humedad entre ellos, ella miró alrededor, nerviosa.
— Spike, no podemos – susurró no muy convencida – Mi madre...
— Cerraremos la puerta con llave – susurró, resbalando una mano por debajo del camisón y quitándole el tanga – Sabes que tú también lo deseas – continuó, jugando con los dedos en su entrada – Puedo sentir lo mucho que me deseas—.
La respiración de Buffy se hizo fatigosa y tuvo que cerrar los ojos.
— Mucho – susurró, gimiendo cuando él deslizó un dedo en su interior. Su voz se hizo más urgente y suplicante, mientras todos sus pensamientos se desvanecían excepto uno: cuánto necesitaba a este hombre – Spike...
— Shhh, gatita – susurró, moviéndola hasta la cama y quitándose la ropa – Vas a tener que ser silenciosa... ¿puedes hacer eso por mí?
Logrando un diminuto y muy irregular asentimiento, ella se fue a quitar el camisón...
— No lo hagas – murmuró él, depositando besos por todo su cuello y liberando sus pechos de la tela – Me gusta verte así – susurró, cruzando su cuerpo con las manos—.
— Así, ¿cómo?
— Inocente — respondió, nunca parando de besarla. Buffy se puso tensa y Spike retrocedió para mirarla—.
— ¿Qué pasa?
— Crees que soy...
Buffy no terminó, sino que se mordió el labio. Spike comprendió lo que ella estaba pensando.
— No quería decirlo de la manera que ha sonado – dijo suavemente – sólo me gusta imaginar que soy el único con el que has estado.
— Eres el único que importa.
Spike le lanzó una sonrisa brillante.
— Tú también, amor – dijo antes de volver a lo que estaba haciendo. Empezando a lamer sus pechos y chupando los pezones. Buffy gimió, arqueando la espalda mientras las manos de Spike corrían por su cuerpo encima de la tela. En esto, Buffy empezó a gemir necesitada—.
Antes de que Spike supiese lo que estaba pasando, Buffy enfocó su cuerpo contra él, hasta que estuviera dentro de ella. Él se aguantó un gruñido, enterrando la cara en su cuello, mientras sentía sus músculos estirarse, ajustándose a él.
Cuando el sentimiento era demasiado para ambos, Spike murmuró algo como ‘Bloody hell’ y Buffy empezó a empujar con más fuerza.
— ¡Oh, dios, Spike! – gimió ella, causando que Spike le tapase rápido la boca con la mano, utilizando más fuerza de la necesaria, sabiendo como la excitaba eso.
— Tienes que ser silenciosa, cariño.
Spike estaba empezando a perder el control sobre su respiración y empezó a empujar dentro de ella con más fuerza.
Buffy se dejó a sí misma perder el control, cuando las primeras olas de placer llegaron. Su grito fue amortiguado por la mano de Spike.
— ¿Buffy?
Buffy abrió más los ojos y Spike le quitó la mano de la boca, asintiendo sin parar sus movimientos.
— ¿Si, mamá? – Respondió ella, reprimiendo su deseo—.
Siguiendo sus estímulos, Spike siguió sus movimientos, sabiendo que no sería capaz de parar.
— ¿Te vas a dormir, cariño?
Spike deslizó la mano entre sus cuerpos, masajeando su clítoris, causando que otro orgasmo se apoderase de ella.
— ¡¡SI!!
Spike sonrió, sabiendo que ese grito era más por él, que una respuesta para su madre.
— Buenas noches.
— Buenas noches – respondió Buffy, casi imperceptiblemente, encontrando los labios de Spike en un beso brutal. Con esto, Spike llegó al orgasmo, la seriedad de la situación golpeándolo internamente cuando dejó caer la cabeza en la almohada, justo al lado de la rubia—.
— Mierda – murmuró—.
— ¿Qué?
— Estuvo cerca
Buffy le sonrió suavemente.
— Hace un momento no pareció importarte – susurró ella, confusa ante el cambio de papeles—.
‘¿No era a él al que no le importaba que nos cogieran?’
— Olvidamos cerrar la puerta con llave – dijo saltando de la cama y poniéndose los pantalones—.
Buffy lo miró herida, mientras se rodeó el cuerpo con la sábana. Spike notó su cambio de actitud e inmediatamente se sintió como un gilipollas. Con un suspiro, cerró la puerta con llave y volvió a la cama.
— Lo siento... otra vez – susurró abrazándola. Dándole un beso suave y descansando la barbilla sobre lo alto de su cabeza – Parece que no sé hacer nada bien, ¿verdad, amor?
Los dos estuvieron callados un largo rato, hasta que la curiosidad dominó a Buffy.
— ¿Qué es esto para ti? – preguntó suavemente, no muy segura de querer saber la respuesta. Después de todo, estaba en la cama, en casa de su madre, en los brazos de su profesor de historia, al que conocía desde hacía menos de un mes. Ni siquiera se había parado a pensar en las cosas malas de esta escena.
Spike contempló la pregunta, antes de mirarla a los ojos.
— Algo especial – susurró, esperando que fuese suficiente para ella.
Era suficiente... por ahora. Era todo lo que necesitaba.
CAPÍTULO 10: LOSING CONTROL
Perdiendo el control.
Buffy le lanzó una sonrisa tímida desde su silla en la clase. Los labios de Spike se curvaron en respuesta, antes de rápidamente mirar lejos, con aire de indiferencia.
Ya había pasado un mes desde que Buffy y Spike habían empezado, y Buffy aún se sonrojaba cuando él la miraba. Ella observó como él caminaba a través del aula con unos exámenes en la mano. Pasaba por su lado más de lo necesario, rozando sutilmente la mano contra su hombro.
Mirando hacia abajo cuando Spike puso uno de los exámenes en su mesa, Buffy lo giró y sonrió cuando vio una ‘B’ en la parte alta. Era una nota normal para ella, una que se había ganado. Unas pocas semanas antes, Spike había intentado subirle las notas, pero ella había insistido en que no lo hiciera, que ella conseguiría lo que se mereciera. Él había discutido un poco, pero paró cuando Buffy le dijo que parecía como si le pagase por esta con él. Spike inmediatamente le había asegurado que él nunca pensaría eso y nunca más había sacado el tema.
Buffy miró otra vez el examen y descubrió una pequeña nota, escrita a lápiz: ‘Mi casa, 5:00 PM’
Ella empezó a temblar en anticipación, con una sonrisa en la cara, mientras metía el papel en su bolso cuando la campana sonó.
— Buffy, ¿quieres ir mañana de compras? – le preguntó Willow, cogiendo sus libros.
— Claro – estuvo de acuerdo ella, con una sonrisa, aunque era más por Spike — ¿Y a qué se deben las compras? – Dijo saliendo de la clase—.
— Los vestidos para el baile.
Buffy abrió más los ojos cuando se acordó de que sólo quedaban unos días para el baile.
— ¿Lo habías olvidado? – Preguntó Willow, parando en su taquilla—.
— Si. Supongo que últimamente he estado un poco despistada – dijo Buffy encogiéndose — ¿Vas a ir con alguien?
— Xander me lo preguntó ayer – dijo sonrojándose—.
Buffy casi chilló como una loca al oírlo, mientras Willow se aguantó las ganas de sonreír.
— ¿Y no me llamaste para contármelo?
— Supongo que no me lo creía.
— ¡¡Oh, dios mío, Will, estoy tan feliz por ti!! – dijo Buffy emocionada, abrazándola fuertemente—.
— Ahora tenemos que encontrarte una cita a ti – dijo Willow felizmente—.
— Oh, no hace falta – respondió Buffy, haciendo un gesto de desdén con la mano – Estoy bien soltera, creo que me divertiré más así.
— Oh, desearía haberlo sabido antes porque...
— Oh, Willow, tú no…
— Si
— Hola, Buffy.
Buffy se giró despacio, con una falsa sonrisa en la cara.
— Hola, Scott.
— Oye, me estaba preguntando si ya tenías una cita para el baile de este fin de semana.
Buffy intentó pensar rápido una excusa rápida, pero cuando no se le ocurrió ninguna, decidió decir la verdad.
— No
— Bien, ¿te gustaría ir? Conmigo, quiero decir.
Lanzándole a su amiga una mirada que no entendió muy bien, Buffy cogió aire.
‘Es un chico agradable, al menos me tratará bien’
— Supongo que si.
— Genial – dijo Scott con una sonrisita – Willow dijo que podríamos compartir su limusina.
Buffy le lanzó a su amiga una mirada asesina.
— Genial, Scott, te veré entonces.
‘¿Qué va a decir Spike de esto?’
Gritando de liberación mientras Spike empujaba con fuerza contra su cuerpo, Buffy clavó las uñas en su espalda, dejando marcas mientras levantaba sus caderas contra él, hundiéndose más profundo. Spike sintió los músculos de la mandíbula cuando vio a Buffy arqueando la espalda, dándole una vista espectacular de su cuerpo.
Él pudo sentirse perder el control mientras empujaba dentro de ella con tanta fuerza que tendrían moratones por la mañana. A Buffy no le importaba siempre que él se siguiera moviendo.
— Spike, ¡más fuerte! – gritó cuando el segundo orgasmo la llenó, causándola poner los ojos en blanco por la fuerza y el placer. ‘Ya puedo morirme en paz’ pensó Buffy. Spike lanzó un grito estrangulado. Se quedó dentro de ella durante un momento mientras su visión se empezó a aclarar.
Buffy miró a su alrededor, vagamente comprendiendo que habían conseguido llegar hasta su habitación. O, al menos, “prácticamente” su habitación, porque habían estado tan deseosos, que lo habían hecho en el suelo de la entrada.
Spike se tumbó a su lado y Buffy apoyó la cabeza en su pecho. Respirando pesadamente mientras la puso más cerca, él no pensó lo mal que estaba lo que estaba haciendo. Estaba aprovechándose de una chica.
Mordiéndose el labio en preocupación, Buffy se preguntó si debería afrontar el tema del baile ahora. Después de pensarlo, decidió que era el mejor momento. Después de todo, ¿en qué otro momento iba a estar más relajado?
— ¿Spike?
— ¿Si, luv? – respondió cansado—.
— ¿Sabes de el baile de este fin de semana?
— Si, tengo que ir para vigilar a los alumnos – dijo medio dormido—.
— Entonces supongo que te veré allí – susurró—.
Al momento completamente despierto, cuando comprendió de lo que estaban hablando, Spike se puso rígido.
— ¿Vas a ir?
— Scott Hope me pidió ir.
A Spike se le revolvió el estómago.
Sentándose para mirarlo, Buffy miró al objeto de todos sus pensamientos, ofreciéndole una sonrisa nerviosa.
— Spike, él no significa nada.
— Pásalo bien – dijo con voz fría, mientras se levantaba y se ponía unos pantalones—.
Buffy lo miró, sintiendo como las lágrimas le bajaban por las mejillas y mirando al suelo, curvando las piernas contra su pecho buscando una manera de confort.
— Si no quieres que vaya... no lo haré – murmuró, no arriesgándose a mirarle – Lo entenderé.
Spike la miró, sintiendo como se le partía el corazón cuando la vio llorando en el suelo. Cerrando los ojos durante un breve momento cuando comprendió lo que le estaba haciendo, se pasó la mano por el pelo. ‘Es su último año de instituto, tú, gilipollas. Y le estás quitando los buenos recuerdos. No puedes hacer que se lo pierda’ se reprendió a sí mismo.
— Ven aquí, preciosa — susurró ayudándola a levantarse y abrazándola. Spike sintió sus lágrimas en su pecho. – Lo siento – volvió a susurrar – Ve y pásalo bien.
— No tengo que hacerlo – susurró Buffy, mirándolo con ojos llenos de lágrimas, odiando el hecho de que él la viese en un momento débil.
Suavemente limpiándole las lágrimas Spike clavó la mirada en sus ojos.
— Ve y diviértete con tus amigos. Y... ¿vendrás conmigo cuando acabe? – Añadió con una sonrisa—.
Buffy sonrió.
— Por supuesto.
Acariciándola hasta que se relajase completamente, la besó en la frente. ‘¿Cuánto tiempo vamos a poder seguir haciendo esto?’
CAPÍTULO 11: NO—SO—SWEET NOTHINGS
No tan dulces promesas.
Buffy entró nerviosamente en el gimnasio decorado cogida del brazo de Scott Hope. Él no había parado de elogiarla desde que la había visto, y aunque Buffy había pensado al principio que era muy dulce, ahora la estaba sacando de quicio.
‘Me pregunto qué diría si supiera que he comprado este vestido para el caliente profesor de historia’ pensó con una pequeña sonrisa.
El corto vestido negro era bastante arriesgado para un baile de instituto, con una gran raja en la pierna izquierda y un escote, sin mencionar el hecho de que no tenía espalda.
Buffy pudo ver a Spike al otro lado del gimnasio, llevando unos pantalones negros de vestir y una camisa negra. Ella sintió su corazón latir más deprisa cuando vio que tenía el cuello desabotonado, mostrando una porción de su pecho.
— Esto es agradable, ¿huh? – preguntó Scott, pareciendo más inseguro de lo normal.
— Si – respondió Buffy con una falsa sonrisa – gracias por invitarme—.
No estaba mintiendo. Realmente estaba bien con un chico tan agradable como Scott, pero sus traicioneros pensamientos la llevaban hasta el hombre que estaba al otro lado de gimnasio. El mismo hombre que ni siquiera la había mirado desde que había entrado por la puerta. Buffy sabía que él era consciente de que ella estaba allí porque lo había visto tensar la mandíbula, pero no la había mirado.
— ¿Te gustaría tomar ponche? – preguntó Scott mientras todo el mundo buscaba una mesa libre—.
Buffy miró hacia la zona de las bebidas y viendo que Spike estaba cerca, aprovechó la oportunidad.
— Si – respondió – pero, ¿por qué no dejas que vaya yo? – Dijo abandonando la mesa antes de que pudiera responder—.
Spike pudo ver a Buffy ir hacia la mesa de las bebidas por el rabillo del ojo y “casualmente” fue a buscar un vaso, bebiendo un sorbo mientras la miraba de arriba abajo. Se sintió cachondo y enfadado al mismo tiempo.
Mirándolo nerviosamente, Buffy le ofreció una sonrisa insegura y cogió un vaso. Spike dio un paso para estar hombro con hombro con ella.
— No deberías estar aquí con ese gilipollas del modo en que estás vestida – murmuró, haciendo que Buffy le mirara. Spike encontró su mirada e inmediatamente se arrepintió de su indiscreción cuando vio la mirada de dolor en sus ojos. Buffy se giró para irse, pero Spike la cogió del brazo – Me has entendido mal.
— Llevo puesto este vestido para ti, no para él – dijo antes de marcharse.
‘¿Por qué me siento tan amenazado por ese niño? OH, porque ella también es una niña, tiene su misma edad, la edad que debería tener el chico con el que saliera’
Viendo su cara iluminarse y reír con algo que su amiga Willow había dicho, mientras su cita ponía el brazo a su alrededor, Spike intentó controlar los celos que le invadían.
‘Es lo que merece, una relación normal. Debería terminar con lo nuestro, sería lo correcto’
Aunque pensó muchas veces estas proféticas palabras, una imagen del cuerpo de Buffy apretado contra el suyo mientras se movían juntos pasó por su subconsciente.
No podía dejarla ir. Significaba demasiado para él. Que fuese sexualmente o no, eso no quería analizarlo... Sólo estaba seguro de que no quería dejarla ir.
Buffy evitó a Spike durante la mayor parte de la noche. Ella no estaba enfadada por su comentario, pero la situación sería muy confusa si su amante y su cita estuviesen ambos cerca de ella.
Ahora, que después de dudarlo, había aceptado bailar con Scott, intentaba no pensar en la forma tan extraña en que su cuerpo se sentía contra el suyo. Se sentía como en el primer año de instituto, con un chico extrañamente rodeándola.
— Me lo he pasado muy bien esta noche, Buffy.
— Yo también – dijo, sorprendida de que en realidad lo sentía. Aunque preferiría estar bailando con cierto profesor rubio, sabía que era un sueño imposible. Scott era un chico agradable que se aseguraba de que ella pasara un buen rato.
Nada podía haberla preparado para el shock de sus labios encontrando los suyos suavemente. Buffy intentó apartase sin saltar de sus brazos, no queriendo que se sintiera mal, pero tampoco queriendo que alguien más la besara.
— Lo siento, ¿no debería haber hecho eso?
— Scott, no es que no me gustase, es que en este momento no quiero estar envuelta en una relación con nadie.
‘No es enteramente una mentira’
— Eso está bien. Supongo que me lo imaginaba. Si no te importa, me voy. A menos que quieras que me asegure de que llegas bien a casa.
— Puedes irte, volveré con Willow y Xander.
— OK, me lo he pasado muy bien esta noche.
— Yo también.
Girándose en busca de Spike cuando Scott se fue, a Buffy se le partió el corazón cuando lo vio bailando con Jenny Calendar.
No te debo nada
Sus palabras vinieron para atormentarla, cuando vio a Jenny reírse de algo que le dijo. Sus ojos se encontraron y ella sintió el familiar nudo en el estómago. Sólo que esta vez no era lujuria, era ansiedad. Su mirada la hizo sentir reemplazada... permanentemente.
Sintiendo la sensación de lágrimas, se giró para decir adiós a sus amigos.
— ¿No te vas con nosotros?
— No me siento muy bien. Llamaré a mi madre.
Viendo a Buffy irse caminando, Spike frunció el ceño. Notó que no se había ido con su cita, y había visto su cara al verlo bailando con Jenny. Era como el reflejo de la suya cuando él había visto su beso con Scott Hope.
Spike pensó ir a buscarla, pero no quería dejar a Jenny tirada en medio de una canción. La última cosa que quería era que lo descubriese todo. Además, cualquier cosa que le dijese a Buffy, lo estropearía más.
Abriendo la puerta de la oficina del instituto, Buffy encendió la luz y fue hasta el teléfono. Sintiendo como una puerta se abría detrás de ella, se giró y apretó la mandíbula cuando vio a Riley Finn
— Te he estado observando toda la noche, Buff – dijo acercándose – Y tú ni siquiera me has dicho hola.
— ¿No has venido con Cordelia?
— ¿Y qué pasa?
— Sólo estaba pensando que deberías estar con tu cita, en lugar de estar espiando a tu ex.
— Había pensado que, quizá, podríamos tener un poco de diversión – dijo con una sonrisa satisfecha—.
— Creo que tuvimos suficiente “diversión” cuando salimos juntos. Aunque diversión no es la palabra correcta para describirlo.
— Vamos, muñeca – dijo poniéndola contra la pared y besándola – Por los viejos tiempos.
— No – respondió Buffy girando la cabeza, dejando los labios de Riley chocar contra su mejilla. Pudo sentir su corazón acelerarse, pero suspiró de alivio cuando oyó la puerta abrirse... No le importaba quien fuera mientras no estuviera sola con Riley.
— Señor Finn, vuelva al gimnasio, ¡ahora!
Buffy cerró brevemente los ojos cuando oyó la voz de Spike y Riley salió corriendo de la habitación.
— ¿Es él otro de tus “no significa nada”?
Buffy sintió que sus ojos se quemaban cuando intentó retener las lágrimas. Pasó por su lado para volver al gimnasio y se vio sorprendida cuando él la cogió del brazo.
— No has respondido a mi pregunta – dijo en un tono amenazante.
— ¿Qué te importa? Estabas ocupado – dijo apartando el brazo—.
— No tan ocupado como tú – respondió lleno de celos – Dos hombres en diez minutos, ¿estás planeando que sean tres? Creo que tienes lo que te mereces, nena.
Spike se arrepintió en el momento en que las palabras salieron de su boca cuando vio su mirada de dolor. Buffy caminó hacia la puerta de salida.
— Buffy…
— No. Sé que querías decirlo, ¿Por qué retirarlo?
‘Pero no quería decirlo’ pensó él
— Y para tu información – siguió ella – Le dije a Scott que no quería estar con él. Y sobre Riley... Él fue el primer hombre que me trató como si no fuera nada, y aparentemente, no el último.
Spike abrió la boca queriendo llamarla, pero ella se fue. Él sintió el remordimiento inundarle cuando comprendió lo que le había dicho.
CAPÍTULO 12: GESTURE OF LOVE
Gesto de amor.
Tras pasar dos bloques, Buffy empezó a oír pasos detrás de ella. Se puso tensa, rezando para que no fuese Riley, y se giró. Sólo se quedó medio sorprendida cuando vio a Spike. Con un suspiro, se giró y siguió caminando, como fingiendo que no lo había visto.
— Buffy, preciosa, espera.
— ¿Por qué? – Dijo sin girarse y sin parar de caminar – OH, déjame adivinar – dijo cuando él la paró y la giró – Has pensado algo más hiriente que decirme y no querías decirlo por teléfono porque la parte más divertida es la cara que—
— No es por eso – dijo intentando respirar regularmente – Debería haber traído el bloody coche – murmuró—.
Buffy rodó los ojos y volvió a caminar, tensando la mandíbula cuando lo sintió agarrarla del brazo.
— ¡Deja de agarrarme! – gritó ella, apartando el brazo. Spike la soltó al momento, levantando los brazos en señal de rendición. La observó durante un momento, en parte admirando su cuerpo, y en parte buscando una manera de arreglarlo.
— Tienes que estar congelándote, amor – dijo deseando haber traído su abrigo para poder dárselo—.
— Estoy bien – dijo queriendo irse, pero sabiendo que no iba a parar hasta que no lo escuchara decidió darle una oportunidad — ¿Qué quieres?
— No quise decir lo que te dije.
— No lo parece.
— Buffy, juro que nunca he pensado que te lo merecieras. Nunca. Estaba enfadado y por eso te dije esas cosas – dijo poniendo los brazos alrededor de su cintura antes de empezar a frotar sus brazos para que entrara en calor – Lo siento. No quiero que lo nuestro termine.
Buffy le dirigió una triste sonrisa.
— Si rompiésemos cada vez que peleamos nunca podríamos estar juntos.
Spike se río en silencio, volviendo a rodear su cintura con los brazos.
— Entonces, ¿aún estamos juntos?
— No te necesito – dijo no muy convencida—.
— Lo sé – dijo suavemente. Realmente creyendo que ella no lo necesitaba — Pero yo si te necesito a ti. ¿Podemos ir ahora a mi casa? – Preguntó besando su hombro – Quiero demostrarte cuánto te necesito.
— ¿Va a girar todo siempre en torno al sexo?
— No siempre – dijo abrazándola – Y no tenemos que hacerlo esta noche si no quieres. Me gusta pasar tiempo contigo. Si quieres parar en algún momento, lo haré. Dejo la decisión en tus manos.
Ella le rodeó el cuello con las manos y le besó.
— ¿Estás bien? – Preguntó él al notar como temblaba en sus brazos—.
— Lo estoy, ahora.
Buffy dejó escapar un jadeo cuando entró en la casa de Spike y vio velas encendidas en todos los muebles y pétalos de rosa marcando el camino hasta la habitación.
— Spike – susurró — ¿Cómo has hecho esto?
— Un amigo mío fue lo suficiente amable como para ayudarme.
— Un amigo... ¿Qué sabe lo nuestro?
— Más o menos. Sabe que eres más joven y sabe que tiene que mantener la boca cerrada, pero no sabe tu nombre... si es eso lo que preguntas.
— ¿Quién es? – Dijo dejándose besar el cuello.
— Charles Gunn. Lo conozco desde hace años. ¿Cuánto tiempo tenemos?
— Toda la noche – susurró besándolo – Mi madre cree que voy a pasar la noche en casa de Willow.
— ¿Y qué pasa si llama a Willow?
— Nunca lo ha hecho... pero Willow me cubriría y luego esperaría una explicación muy jugosa.
— ¿Y qué le dirías? – Dijo con una sonrisa—.
— Que fui a la casa de un hombre que estaba increíblemente bien y no pude resistirme a sus técnicas manipulantes.
Spike la llevó hasta la habitación, besándole el cuello.
— ¿Qué excusa le diste a tu amigo? – dijo inclinando la cabeza para darle mejor acceso a la garganta—.
— Que una mujer especial iba a venir a casa esta noche y todo tenía que ser perfecto.
— ¿Y él aceptó? – Dijo mientras él le quitaba el vestido—.
— Bueno, tuve que pagarle un montón de...
Totalmente desnuda excepto por el tanga, era la cosa más bonita que había visto.
— Eres preciosa – dijo en un gruñido ronco mientras Buffy se soltaba el pelo – Lo más bonito que he visto – dijo quitándose la ropa — Sabes que dije en serio lo de antes. No tenemos que hacer esto esta noche.
— Lo sé. ¿Pero qué puedo decir? Eres mi debilidad.
— Conozco el sentimiento.
Buffy sonrió cuando él la puso en su regazo. Empezó a moverse queriendo sentirlo.
— Tenemos toda la noche, pet. No hay necesidad de correr.
Spike le separó las piernas, metiendo la lengua en su interior. Las manos de Buffy fueron inmediatamente a su pelo oxigenado, apretando su cabeza contra su cuerpo en busca de fricción.
Spike añadió más presión y Buffy le dio un empujón, causando que la mirase confuso.
— Necesito más. Te necesito dentro de mí.
Al momento Spike entró en ella, enviando a Buffy hacia un orgasmo instantáneo.
Spike intentó frenar su propio orgasmo tensando la mandíbula, cuando sus músculos internos lo aapretaron. Jadeando en busca de aire cuando empezó a moverse, Buffy enterró los dedos en su pelo.
— No me había sentido nunca tan bien.
— Lo sé. Dios, ¿cómo puedo sentirme tan bien contigo? – Gruñó empujando una y otra vez – eres increíble.
Buffy gritó cuando su orgasmo vino, clavando las uñas en la espalda de Spike. A él le encantaba que lo hiciera. Le encantaba ver como perdía el control gracias a él. Le encantaba saber que él era el único que disfrutaba de su cuerpo celestial. Que nadie más podía tocarla.
Ella era suya.
— ¡¡¡¡Spike!!!! – Gritó Buffy con otro orgasmo—.
— ¡¡¡Buffy!!! – Gruñó él enterrando la cabeza en su cuello — ¿Estás bien, preciosa?
— Mejor que nunca.
— Descansa un poco, lo necesitas.
Despertándose la mañana siguiente con todos los músculos doloridos, Spike se preguntó qué había hecho la noche anterior para tener ese dolor y lo comprendió cuando vio a Buffy acurrucada a su lado. ‘Oh, claro. Eso es lo que hice anoche... Varias veces’
Spike suspiró, preguntándose cuánto tiempo podría durar su relación. Decidió que no quería preocuparse ahora. Se preocuparía cuando tuviera la respuesta. Ahora sólo quería ser feliz.
‘Además, ¿quién dice que no durará?’ Pensó. Sabía que había un montón de respuestas a esa pregunta, pero se quedó dormido y no pensó en ellas.
CAPÍTULO 13: STOLEN MOMENTS
Momentos robados.
Caminando por los pasillos de camino a la cafetería una semana más tarde, Spike sonrió cuando vio a Buffy entrando en la biblioteca, siguiéndola un momento después.
— Señor Bradley – dijo Rupert Giles con una sonrisa — ¿Qué puedo hacer por usted?
— Estoy buscando algunos libros sobre la Rebelión de los Boxers.
— En la estantería de atrás – indicó Giles — el segundo estante a la derecha. ¿Quiere que se los busque?
— No, gracias, ya los encontraré yo – dijo, y se dirigió a la parte de atrás de la biblioteca—.
La buscó en cada estantería cuando llegó a la parte de atrás. Viéndola desaparecer en una esquina sonrió, sabiendo que ella no lo había visto. Spike corrió hacia la siguiente estantería y la esperó al otro lado, agarrándola fuerte cuando giró.
Buffy jadeó segundos antes de que los labios de Spike chocaron con los suyos. Ella comprendió quién era en el momento en que sus labios la tocaron, abriendo la boca para dejar paso a su lengua.
Ambos terminaron respirando pesadamente cuando rompieron el beso.
— Spike, ¿qué estás haciendo? – dijo mirando a todos lados, como si alguien fuese a verlos en cualquier momento.
— Pensé que era obvio – dijo con una sonrisa, poniéndola más cerca para sentir su cuerpo contra el suyo—.
— ¿Qué pasa con Giles? – Preguntó suavemente, cerrando los ojos cuando empezó a besarla en el cuello—.
— Giles está bien – dijo Spike, pasando su lengua por la yugular – Pero no debería quedarme mucho tiempo—.
— ¿Sólo unos pocos besos robados? — preguntó ella—.
— Más bien si – dijo antes de volver a encontrar sus labios en un beso pasional.
Buffy rompió el beso después de un momento.
— ¿Puedo ir a tu casa esta noche? – susurró vacilante—.
A Spike se le iluminaron los ojos en la petición.
— Claro que puedes, pet – dijo suavemente — ¿Estás segura de que puedes hacerlo?
— Mi madre se va de la ciudad para comprar arte. Volverá el domingo...
— ¿Así que consigo pasar todo el fin de semana con mi chica?
— Si esa soy yo, entonces si.
Dándole un beso en la frente, vio a Buffy disfrutar de la suavidad del momento.
— Sabes perfectamente que esa eres tú. Mejor me voy antes de que Giles venga a buscarme... Ven cuando quieras, ¿ok?
Buffy asintió y vio como desapareció entre las estanterías.
Spike encontró tres libros de la Rebelión de los Boxers y seleccionó dos antes de volver con Giles.
— ¿Encontraste lo que buscabas? – dijo Giles, escaneando los libros.
— Tardé tiempo, pero finalmente los encontré – mintió avergonzado—.
— ¿Viste a Buffy?
Spike levantó los ojos para mirar al otro hombre. ‘¿Qué me está preguntando?’
— Ummm... vi a alguien... no presté demasiada atención a quien era – respondió, odiando la vacilación en su voz.
— Si. Disfruta tus libros.
— Lo haré.
Cogiendo los libros, Spike se fue con una expresión preocupada. ‘¿Sabe algo?’
Buffy entró en la casa de Spike más tarde esa noche. Había dejado abierta la puerta de atrás para ella por si los vecinos se ponían particularmente curiosos. Ella frunció el ceño cuando lo vio sentado con la luz apagada en la sala de estar, con una botella de vodka en la mano.
— ¿Spike? – preguntó inquieta. Él había estado anormalmente silencioso en clase hoy, y estaba empezando a ponerme nerviosa – Spike, ¿qué pasa? – preguntó dejando su bolso en el suelo y caminando hacia él.
— Vete a casa, Buffy – dijo en una voz mal pronunciada—.
— ¿Qué?
— Ya me has oído – prácticamente gritó – Fuera de mi casa.
— Spike, ¿qué ha pasado? – preguntó dando un paso vacilante hacia delante.
— Hemos sido descuidados – dijo intentando levantarse y tomando un gran trago de la botella – Esto no puede continuar.
Buffy lo miró, sintiendo como se le caían las lágrimas.
— ¿Realmente quieres decirlo? – susurró casi sollozando—.
Spike asintió y miró para otro lado, no queriendo ver sus ojos llenos de dolor.
Tragándose el nudo de la garganta, Buffy intentó parar las lágrimas.
— Bien – dijo cogiendo su bolso – Te veré por ahí.
Spike cerró los ojos cuando escuchó el portazo detrás de ella. Respirando profundo y tensando la mandíbula, se giró y tiró la botella contra la pared.
CAPÍTULO 13: STOLEN MOMENTS
Momentos robados.
Caminando por los pasillos de camino a la cafetería una semana más tarde, Spike sonrió cuando vio a Buffy entrando en la biblioteca, siguiéndola un momento después.
— Señor Bradley – dijo Rupert Giles con una sonrisa — ¿Qué puedo hacer por usted?
— Estoy buscando algunos libros sobre la Rebelión de los Boxers.
— En la estantería de atrás – indicó Giles — el segundo estante a la derecha. ¿Quiere que se los busque?
— No, gracias, ya los encontraré yo – dijo, y se dirigió a la parte de atrás de la biblioteca—.
La buscó en cada estantería cuando llegó a la parte de atrás. Viéndola desaparecer en una esquina sonrió, sabiendo que ella no lo había visto. Spike corrió hacia la siguiente estantería y la esperó al otro lado, agarrándola fuerte cuando giró.
Buffy jadeó segundos antes de que los labios de Spike chocaron con los suyos. Ella comprendió quién era en el momento en que sus labios la tocaron, abriendo la boca para dejar paso a su lengua.
Ambos terminaron respirando pesadamente cuando rompieron el beso.
— Spike, ¿qué estás haciendo? – dijo mirando a todos lados, como si alguien fuese a verlos en cualquier momento.
— Pensé que era obvio – dijo con una sonrisa, poniéndola más cerca para sentir su cuerpo contra el suyo—.
— ¿Qué pasa con Giles? – Preguntó suavemente, cerrando los ojos cuando empezó a besarla en el cuello—.
— Giles está bien – dijo Spike, pasando su lengua por la yugular – Pero no debería quedarme mucho tiempo—.
— ¿Sólo unos pocos besos robados? — preguntó ella—.
— Más bien si – dijo antes de volver a encontrar sus labios en un beso pasional.
Buffy rompió el beso después de un momento.
— ¿Puedo ir a tu casa esta noche? – susurró vacilante—.
A Spike se le iluminaron los ojos en la petición.
— Claro que puedes, pet – dijo suavemente — ¿Estás segura de que puedes hacerlo?
— Mi madre se va de la ciudad para comprar arte. Volverá el domingo...
— ¿Así que consigo pasar todo el fin de semana con mi chica?
— Si esa soy yo, entonces si.
Dándole un beso en la frente, vio a Buffy disfrutar de la suavidad del momento.
— Sabes perfectamente que esa eres tú. Mejor me voy antes de que Giles venga a buscarme... Ven cuando quieras, ¿ok?
Buffy asintió y vio como desapareció entre las estanterías.
Spike encontró tres libros de la Rebelión de los Boxers y seleccionó dos antes de volver con Giles.
— ¿Encontraste lo que buscabas? – dijo Giles, escaneando los libros.
— Tardé tiempo, pero finalmente los encontré – mintió avergonzado—.
— ¿Viste a Buffy?
Spike levantó los ojos para mirar al otro hombre. ‘¿Qué me está preguntando?’
— Ummm... vi a alguien... no presté demasiada atención a quien era – respondió, odiando la vacilación en su voz.
— Si. Disfruta tus libros.
— Lo haré.
Cogiendo los libros, Spike se fue con una expresión preocupada. ‘¿Sabe algo?’
Buffy entró en la casa de Spike más tarde esa noche. Había dejado abierta la puerta de atrás para ella por si los vecinos se ponían particularmente curiosos. Ella frunció el ceño cuando lo vio sentado con la luz apagada en la sala de estar, con una botella de vodka en la mano.
— ¿Spike? – preguntó inquieta. Él había estado anormalmente silencioso en clase hoy, y estaba empezando a ponerme nerviosa – Spike, ¿qué pasa? – preguntó dejando su bolso en el suelo y caminando hacia él.
— Vete a casa, Buffy – dijo en una voz mal pronunciada—.
— ¿Qué?
— Ya me has oído – prácticamente gritó – Fuera de mi casa.
— Spike, ¿qué ha pasado? – preguntó dando un paso vacilante hacia delante.
— Hemos sido descuidados – dijo intentando levantarse y tomando un gran trago de la botella – Esto no puede continuar.
Buffy lo miró, sintiendo como se le caían las lágrimas.
— ¿Realmente quieres decirlo? – susurró casi sollozando—.
Spike asintió y miró para otro lado, no queriendo ver sus ojos llenos de dolor.
Tragándose el nudo de la garganta, Buffy intentó parar las lágrimas.
— Bien – dijo cogiendo su bolso – Te veré por ahí.
Spike cerró los ojos cuando escuchó el portazo detrás de ella. Respirando profundo y tensando la mandíbula, se giró y tiró la botella contra la pared.
Tumbada en su cama más tarde esa noche con millones de lágrimas bajando por su cara, Buffy se aferró a la almohada en desesperación.
Sus sollozos no habían parado desde que había cruzado la puerta horas antes. Se levantó de un salto cuando oyó a alguien tocando la puerta. No molestándose en secarse las lágrimas, Buffy se sorprendió cuando vio a Spike en el porche con los ojos rojos.
— Nena, — susurró entrando en la casa y cerrando la puerta tras él – lo siento.
— ¿Por qué? – dijo despacio, no estando dispuesta a creer que quería volver con ella—.
— Yo... me asusté... pensé...
— Bien, gracias por aclararlo – dijo Buffy con una voz fría – Lo has dejado bastante claro.
— No debí haberte dicho que te fueras – susurró – vamos a tener que ser más cuidadosos.
— Eso es si YO decido que quiero seguir con esto.
— Me lo merezco.
Spike casi saltó cuando encontró a Buffy llorando en sus brazos, abrazándola al momento.
— No puedes seguir haciéndome esto Spike – susurró Buffy, sus lágrimas absorbidas por su camiseta – Duele demasiado.
— Lo siento. No debería haber bebido esta noche.
Era una débil excusa y él lo sabía. Después de todo, el problema aún estaba ahí, cociéndose bajo la superficie, pero podía ignorarlo... por ahora.
— ¿Puedes abrazarme? – dijo subiendo hasta su habitación—.
Spike asintió y entró con ella en la habitación. Ambos se quedaron dormidos abrazados, buscando confort en el otro.
CAPÍTULO 14: UNEXPECTED OUTCOME
Resultado inesperado.
Buffy jadeó en busca de aire cuando él se apartó y se tumbó a su lado. Ambos estuvieron así unos minutos hasta que Buffy se apoyó sobre los codos para mirar a su alrededor.
— Otra vez fuera de la cama – dijo sonriendo, mientras Spike miró la cama riendo en silencio.
— Afortunadamente para ella – respondió riendo—.
— Pronto será Navidad.
— Soy consciente. Considerando que tengo vacaciones y eso.
Spike empezó a hacerle cosquillas, disfrutando sus risitas y abrazándola. Suavemente le quitó el pelo de la cara, mirando con fascinación sus ojos esmeralda.
— ¿Podré verte? – preguntó suavemente—.
— Eso espero – respondió mientras tocaba su pecho con movimientos erráticos – Iré con mi padre a cenar en Nochebuena... Probablemente puedo venir luego.
Inclinando la cabeza para mirarla, le dio una mirada compasiva.
— ¿Has visto a tu padre desde que se fue?
Buffy negó con la cabeza.
— Llama una vez a la semana. Eso es todo.
Spike frunció el ceño y la miró.
— ¿Estás bien, amor?
— ¡Muy bien! – dijo con una sonrisa demasiado exagerada mientras se levantaba. Spike admiró su cuerpo desnudo un momento antes de comprender lo que estaba haciendo. Levantándose de un salto, le rodeó la cintura con los brazos, poniéndola contra su cuerpo.
— No pasa nada si no estás “bien” – susurró—.
Buffy suspiró, dejándose abrazar.
— A veces lo echo de menos.
— Lo sé. Y estoy seguro de que él también te echa de menos a ti.
Spike inclinó el vaso de whisky escocés sobre sus labios, saboreando el modo en que bajaba por su garganta, cuando oyó a alguien tocar en la puerta. Miró alrededor de la casa, satisfecho de que todo estuviese en su lugar. Era Nochebuena, y había encendido el fuego en la chimenea y encendido las luces del árbol, dejando que fueran las únicas cosas que iluminaran la habitación, dando un ambiente romántico. Spike sonrió cuando fue a abrir la puerta, pero la sonrisa desapareció cuando vio a Buffy estando allí con los ojos rojos, lágrimas frescas corriendo por sus mejillas.
Entrándola en la casa rápidamente, la rodeó con los brazos mientras ella lloraba contra su pecho.
— ¿Qué ha pasado? – Preguntó suavemente, pasándole las manos por el pelo para consolarla y sintiendo que el estómago se le retorcía cuando ella no respondió — ¿Qué ha pasado, cariño? – volvió a preguntar más suavemente—.
— Él no se presentó.
— Él no...
Buffy se sorbió los mocos cuando las lágrimas volvieron a cegarla.
— Ni siquiera llamó.
— Lo siento.
— Ni siquiera sé porque estoy sorprendida, no es como si hiciera algún esfuerzo cuando vivía en casa. ¿Por qué pensé que querría verme después de que se marchara?
— Buffy—
Spike fue silenciado por los labios de Buffy sobre los suyos mientras le quitaba la camisa.
— Buffy, no tenemos que hacerlo esta noche – dijo suavemente, antes de que ella pusiera un dedo sobre sus labios—.
— Hazme el amor, Spike. Quiero olvidar todo lo que ha pasado esta noche... sólo quiero estar contigo.
Spike la besó cuidadosamente mientras bajaba la cremallera de su vestido, dejándolo caer al suelo mientras Buffy le quitaba la ropa a él. Spike la cogió en brazos y la llevó hasta la sala de estar, dejándola sobre una manta frente a la chimenea.
Buffy con impaciencia lo tiró sobre ella, intensificando su respiración mientras él despacio empujaba dentro de ella. Los labios de Spike se encontraron con los suyos en un beso suave cuando él comenzó a moverse con golpes prolongados, tirando completamente de ella antes de hacer retroceder.
Los brazos de Buffy envolvieron su cuello y él se enterró dentro de ella una y otra vez. Sus ojos se quedaron conectados mientras las caderas de Buffy levantaron el piso para encontrar sus empujes. Ella trató de contener todas sus emociones mientras ellos se movieron juntos.
'Te amo,' pensó ella, lágrimas frescas brillando en sus ojos. 'Te quiero tanto, y no sé decírtelo. No sé como reaccionarás. '
Spike le limpió las lágrimas besándola otra vez mientras él empujó sus caderas contra las suyas. El beso se intensificó y sus movimientos se apresuraron. Buffy podía sentir sus músculos prepararse para la liberación, llevando sus manos a la deriva sobre su pelo y tirando de él con cuidado.
Moviéndose más rápido, sabiendo que ella iba a llegar a su clímax, él se sumergió en ella, apenas capaz de controlarse cuando sus músculos se apretaron a su alrededor.
— Spike — dijo Buffy sin respiración mientras se adhería a él, apretando los músculos y desgarrando todo a su alrededor mientras ella arqueaba la espalda. Spike la abrazó y llegó al orgasmo junto a ella.
Buffy sintió su cuerpo temblar mientras Spike jadeó, mirándola fijamente a los ojos antes de cerrar la distancia entre ellos, dejando un beso suave sobre sus labios. Buffy le devolvió el beso con la misma ternura, tratando de regalarle todas sus emociones con el simple gesto.
Después de unos minutos, Spike se separó de ella, sonriendo por el quejido que ella oyó lo hizo.
— ¿Estás lista para tu regalo de Navidad, amor?
— Pensé que era éste — contestó ella con una sonrisa tímida.
— Ese era el primero, — dijo él riéndose mientras se levantaba y cogía una caja del árbol.
— ¿Puedes traerme mi abrigo? – preguntó ella—.
Spike frunció el ceño, pero lo cogió y se lo dio.
— ¿Tienes frío? — preguntó con preocupación—.
Buffy cogió el abrigo y negó con la cabeza.
— No con el fuego, — dijo ella con una risa mientras metía la mano en el bolsillo, sacando una caja de él y dándosela.
— No tenías que hacerlo — dijo Spike suavemente, sentándose al lado de ella y dándole otra pequeña caja.
— Sí que tenía que hacerlo — contestó Buffy, dándole un beso suave antes de volver a su regalo. Arrancando el papel y abriendo la caja, jadeó cuando vio un anillo. No era un anillo de compromiso (probablemente se habría vuelto loca si lo hubiera sido). Era un anillo precioso de oro blanco, embutido por diamantes diminutos alrededor.
'Es un anillo de la eternidad' pensó Buffy, mirando a Spike en shock. ‘¿Sabe qué es, o sólo lo compró porque le gustaba? '
— Pensé que te quedaría bien, — dijo él, dándole un beso suave.
'Eso contesta a la pregunta.'
— Es precioso — murmuró Buffy, poniéndoselo en la mano derecha, no queriendo que pensara que interpretó incorrectamente el regalo — Realmente no deberías haberme comprado algo tan caro.
— Tú tampoco, contestó Spike, mirando el caro reloj que sostenía.
— Te lo mereces — dijo Buffy con una sonrisa cuando él la besó otra vez. Apartándose despacio, miró el anillo otra vez.
— Quería regalarte algo especial — dijo Spike suavemente, rodeándola con sus brazos y atrayéndola hasta su regazo. — Quería mostrarte lo especial que eres para mí — susurró él contra su cuello.
Buffy cerró los ojos, queriendo desesperadamente decirle cuánto lo amaba, pero sabiendo que ahora no era el momento oportuno. Esta noche era para disfrutar y estar juntos, no para sacar temas que podrían tener un resultado inesperado.
CAPÍTULO 15: HAPPY HOMECOMING
Feliz regreso.
Buffy entró silenciosamente en el aula de Spike después de las clases, lanzándole una suave sonrisa cuando alzó la vista para mirarla.
— Pensé que te habías ido a casa — dijo suavemente mientras se acercaba a ella, rodeando su cintura con los brazos.
— Te echaba de menos — susurró ella, arrastrando sus dedos a lo largo de su pecho.
Habían pasado dos semanas desde que se habían visto. El padre de Buffy, al parecer, había querido arreglarlo con su hija por dejarla plantada en Nochebuena y la había llevado a LA en Año Nuevo. Claro que él no sabía que hizo sentir a Buffy como a un rehén, incapaz de ver a Spike otra vez hasta el comienzo de las clases. Había sido una tortura tratar de sentarse por su clase cuando todo que quería hacer era que él la tocase.
— Pensé que podríamos tener una sesión de clases particulares — dijo ella con una sonrisa, mientras le quitaba el cinturón.
— Es la mejor idea que he oído en todo el día – contestó Spike con una sonrisa satisfecha mientras se desabrochaba los pantalones.
— Es la mejor que has oído desde que me conoces — dijo Buffy levantando una ceja.
Spike rió en silencio y ella puso ojitos de cordero degollado.
— Eres mi chica. Y lo sabes.
— ¿Lo soy? — preguntó ella suavemente, obviamente insegura de sus sentimientos.
Spike se apoyó hacia delante, besándola suavemente.
— Deberías saberlo — susurró él — ¿No te he demostrado que eres sólo tú?
Buffy sonrió, acercándose para darle un beso más apasionado, mientras iban hacia el escritorio.
— Pensé que no íbamos a hacer esto aquí — susurró él contra sus labios.
Quitándose los pantalones y el tanga, en ningún momento rompió el contacto visual con él.
— Eso fue antes de que me forzaran a irme dos semanas enteras — dijo ella con una sonrisa.
Sintiendo su aliento en la garganta cuando ella se giró, apoyando sus manos sobre el escritorio y dándole una mirada seductora sobre su hombro, Spike supo que no deberían hacer esto en su aula, era demasiado arriesgado, pero en este punto, parar era la última cosa que se le ocurriría. Rápidamente se desabrochó los pantalones, agarró sus caderas, cerrando los ojos durante un breve momento hasta que sintió a Buffy empujar contra él.
— Te he echado de menos, pet — susurró, antes de hundirse en ella con más fuerza. Buffy gritó de placer y la mano de Spike le cubrió boca. Sin parar sus movimientos, Buffy gimió, empujando contra él.
— Tienes que ser silenciosa — dijo él suavemente.
La mano de Spike abandonó su boca y siguió empujando dentro de ella. Buffy jadeó en busca de aire y Spike trató de controlar sus movimientos, pero en vano.
— Estás tan húmeda — susurró, besándola en el cuello.
— Por ti — gimió Buffy — Sólo por ti.
— Más fuerte – pidió ella jadeando.
Spike cerró los ojos y obedeció a su petición, chocando con ella con tanta fuerza que comenzaba a asustarse de hacerle daño. Por los gemidos suaves de placer de Buffy, no se lo estaba haciendo, pero por si acaso, fue con cuidado.
— Déjalo ir por mí, pet — dijo en un susurro ronco, arrastrando besos a lo largo de su cuello, bajando su mano para estimular su clítoris.
— Necesito más — gimoteó ella, su voz llena de la incertidumbre.
Spike hizo una pausa antes de empezar a mordisquearle el cuello. Buffy jadeó, inclinando la cabeza y dándole mejor acceso. Spike no vaciló en la invitación obvia, mordiendo la carne sensible, con bastante fuerza para dejar su señal sobre ella.
El cuerpo de Buffy comenzó a temblar cuando su orgasmo llegó, enviando a Spike hasta su propio clímax. Ambos casi se derrumbaron sobre el escritorio. Spike besó su hombro, lamiendo las señales frescas sobre su piel y sintiendo un sentido extraño de orgullo.
Despacio saliendo de ella, Spike se puso la ropa y Buffy hizo lo mismo. Ambos se congelaron cuando oyeron un toque débil en la puerta.
Spike sintió su aliento acelerarse otra vez, sólo que esta vez era por miedo. Se movió lentamente hasta la puerta y la abrió para revelar a Rupert Giles.
— Señor Giles, ¿qué puedo hacer por usted?
— Me preguntaba si tenía un momento.
Inclinando la cabeza ligeramente, Giles miró por encima del hombro de Spike y frunció el ceño al ver a Buffy.
— Si interrumpo algo...
Spike sintió su corazón casi pararse, y una serie de pensamientos empezaron a pasar por su cerebro mientras él giró para afrontar Buffy. Respiró de alivio cuando la vio sentada en una de las mesas, su libro de historia y apuntes dispersados alrededor de ella. ‘Buena chica’ pensó, sus hombros casi hundidos en gratitud cuando notó que su pelo ahora cubría su cuello.
— No – dijo él, volviéndose para mirar a Giles – Ya estábamos terminando. ¿Por qué no hablamos en el pasillo? – Spike se giró para mirar a Buffy, dándole una pequeña sonrisa cuando ella alzó la vista en él — Señorita Summers, ¿por qué no recoge sus cosas? Hablaré con usted más tarde.
Buffy asintió como si fuese una buena estudiante mientras Spike salió al pasillo, cerrando la puerta detrás de él.
— Sr. Bradley, tengo que hablarle en privado. Es un asunto de vital importancia.
Spike sintió su segundo mini ataque al corazón en ese día.
— Suéltelo.
— No puedo hablar de ello aquí. Quizás cuando termine con la Señorita Summers.
Spike asintió, frunciendo el ceño mientras Giles se alejó de él. Rápidamente se dio la vuelta, volviendo hacia el aula donde Buffy estaba de pie con su bolso.
— ¿Qué quería?
— Quiere hablar conmigo más tarde.
— Oh – dijo ella con una pequeña sonrisa — Entonces, todo está bien, ¿no? – preguntó ella, abrazándolo por la cintura.
Spike la apartó.
— No, no está “bien” — contestó él — De hecho, cuando un profesor no quiere hablar de algo en el pasillo, todo está muy, muy mal.
— Spike, estás reaccionando de forma exagerada, probablemente sólo necesita tu ayuda con algo.
— ¿Y si estoy en lo cierto? – Dijo Spike nervioso — ¿Qué pasa si sospecha algo, Buffy? Podrían despedirme. ¡Joder, podría ir a la cárcel!
— Ni te van a despedir, ni vas a ir a la cárcel — contestó, tratando de calmarlo – tendré 18 años en unos días y todo estará bien.
— No lo entiendes, ¿verdad? – Preguntó Spike, mirándola a los ojos — ¡Esto es ilegal, Buffy!
— Y lo ha sido desde que esto comenzó en septiembre — contestó ella, cruzando los brazos — Esto es diferente, Spike. No hacemos algo porque es “ilegal”. Esto no se puede aplicar a nosotros. No es lo mismo.
— Buffy, ¡crece de una vez! – soltó él, comprendiendo al momento su error.
Apretando su mandíbula para intentar luchar con sus emociones, Buffy despacio asintió soltando una risa incrédula.
— Bien – dijo ella suavemente. Spike cerró los ojos, maldiciéndose por dentro… Agarrando su bolso, ella anduvo hacia la puerta cuando sintió la mano de Spike sobre su brazo.
— No quería decir eso.
— ¿En serio? Yo creo que sí que querías — dijo ella con voz fría.
— Mira, lo siento, ¿vale? Sólo estoy estresado y la pagué contigo — Buffy finalmente giró para mirarlo mientras él siguió — ¿Vendrás esta noche? — preguntó con una voz suplicante.
— ¿Estás seguro de que quieres que vaya?- preguntó suavemente, decidiendo perdonarle por su metedura de pata.
— Si
— Entonces allí estaré.
Tumbada en su cama más tarde esa noche con millones de lágrimas bajando por su cara, Buffy se aferró a la almohada en desesperación.
Sus sollozos no habían parado desde que había cruzado la puerta horas antes. Se levantó de un salto cuando oyó a alguien tocando la puerta. No molestándose en secarse las lágrimas, Buffy se sorprendió cuando vio a Spike en el porche con los ojos rojos.
— Nena, — susurró entrando en la casa y cerrando la puerta tras él – lo siento.
— ¿Por qué? – dijo despacio, no estando dispuesta a creer que quería volver con ella—.
— Yo... me asusté... pensé...
— Bien, gracias por aclararlo – dijo Buffy con una voz fría – Lo has dejado bastante claro.
— No debí haberte dicho que te fueras – susurró – vamos a tener que ser más cuidadosos.
— Eso es si YO decido que quiero seguir con esto.
— Me lo merezco.
Spike casi saltó cuando encontró a Buffy llorando en sus brazos, abrazándola al momento.
— No puedes seguir haciéndome esto Spike – susurró Buffy, sus lágrimas absorbidas por su camiseta – Duele demasiado.
— Lo siento. No debería haber bebido esta noche.
Era una débil excusa y él lo sabía. Después de todo, el problema aún estaba ahí, cociéndose bajo la superficie, pero podía ignorarlo... por ahora.
— ¿Puedes abrazarme? – dijo subiendo hasta su habitación—.
Spike asintió y entró con ella en la habitación. Ambos se quedaron dormidos abrazados, buscando confort en el otro.
CAPÍTULO 14: UNEXPECTED OUTCOME
Resultado inesperado.
Buffy jadeó en busca de aire cuando él se apartó y se tumbó a su lado. Ambos estuvieron así unos minutos hasta que Buffy se apoyó sobre los codos para mirar a su alrededor.
— Otra vez fuera de la cama – dijo sonriendo, mientras Spike miró la cama riendo en silencio.
— Afortunadamente para ella – respondió riendo—.
— Pronto será Navidad.
— Soy consciente. Considerando que tengo vacaciones y eso.
Spike empezó a hacerle cosquillas, disfrutando sus risitas y abrazándola. Suavemente le quitó el pelo de la cara, mirando con fascinación sus ojos esmeralda.
— ¿Podré verte? – preguntó suavemente—.
— Eso espero – respondió mientras tocaba su pecho con movimientos erráticos – Iré con mi padre a cenar en Nochebuena... Probablemente puedo venir luego.
Inclinando la cabeza para mirarla, le dio una mirada compasiva.
— ¿Has visto a tu padre desde que se fue?
Buffy negó con la cabeza.
— Llama una vez a la semana. Eso es todo.
Spike frunció el ceño y la miró.
— ¿Estás bien, amor?
— ¡Muy bien! – dijo con una sonrisa demasiado exagerada mientras se levantaba. Spike admiró su cuerpo desnudo un momento antes de comprender lo que estaba haciendo. Levantándose de un salto, le rodeó la cintura con los brazos, poniéndola contra su cuerpo.
— No pasa nada si no estás “bien” – susurró—.
Buffy suspiró, dejándose abrazar.
— A veces lo echo de menos.
— Lo sé. Y estoy seguro de que él también te echa de menos a ti.
Spike inclinó el vaso de whisky escocés sobre sus labios, saboreando el modo en que bajaba por su garganta, cuando oyó a alguien tocar en la puerta. Miró alrededor de la casa, satisfecho de que todo estuviese en su lugar. Era Nochebuena, y había encendido el fuego en la chimenea y encendido las luces del árbol, dejando que fueran las únicas cosas que iluminaran la habitación, dando un ambiente romántico. Spike sonrió cuando fue a abrir la puerta, pero la sonrisa desapareció cuando vio a Buffy estando allí con los ojos rojos, lágrimas frescas corriendo por sus mejillas.
Entrándola en la casa rápidamente, la rodeó con los brazos mientras ella lloraba contra su pecho.
— ¿Qué ha pasado? – Preguntó suavemente, pasándole las manos por el pelo para consolarla y sintiendo que el estómago se le retorcía cuando ella no respondió — ¿Qué ha pasado, cariño? – volvió a preguntar más suavemente—.
— Él no se presentó.
— Él no...
Buffy se sorbió los mocos cuando las lágrimas volvieron a cegarla.
— Ni siquiera llamó.
— Lo siento.
— Ni siquiera sé porque estoy sorprendida, no es como si hiciera algún esfuerzo cuando vivía en casa. ¿Por qué pensé que querría verme después de que se marchara?
— Buffy—
Spike fue silenciado por los labios de Buffy sobre los suyos mientras le quitaba la camisa.
— Buffy, no tenemos que hacerlo esta noche – dijo suavemente, antes de que ella pusiera un dedo sobre sus labios—.
— Hazme el amor, Spike. Quiero olvidar todo lo que ha pasado esta noche... sólo quiero estar contigo.
Spike la besó cuidadosamente mientras bajaba la cremallera de su vestido, dejándolo caer al suelo mientras Buffy le quitaba la ropa a él. Spike la cogió en brazos y la llevó hasta la sala de estar, dejándola sobre una manta frente a la chimenea.
Buffy con impaciencia lo tiró sobre ella, intensificando su respiración mientras él despacio empujaba dentro de ella. Los labios de Spike se encontraron con los suyos en un beso suave cuando él comenzó a moverse con golpes prolongados, tirando completamente de ella antes de hacer retroceder.
Los brazos de Buffy envolvieron su cuello y él se enterró dentro de ella una y otra vez. Sus ojos se quedaron conectados mientras las caderas de Buffy levantaron el piso para encontrar sus empujes. Ella trató de contener todas sus emociones mientras ellos se movieron juntos.
'Te amo,' pensó ella, lágrimas frescas brillando en sus ojos. 'Te quiero tanto, y no sé decírtelo. No sé como reaccionarás. '
Spike le limpió las lágrimas besándola otra vez mientras él empujó sus caderas contra las suyas. El beso se intensificó y sus movimientos se apresuraron. Buffy podía sentir sus músculos prepararse para la liberación, llevando sus manos a la deriva sobre su pelo y tirando de él con cuidado.
Moviéndose más rápido, sabiendo que ella iba a llegar a su clímax, él se sumergió en ella, apenas capaz de controlarse cuando sus músculos se apretaron a su alrededor.
— Spike — dijo Buffy sin respiración mientras se adhería a él, apretando los músculos y desgarrando todo a su alrededor mientras ella arqueaba la espalda. Spike la abrazó y llegó al orgasmo junto a ella.
Buffy sintió su cuerpo temblar mientras Spike jadeó, mirándola fijamente a los ojos antes de cerrar la distancia entre ellos, dejando un beso suave sobre sus labios. Buffy le devolvió el beso con la misma ternura, tratando de regalarle todas sus emociones con el simple gesto.
Después de unos minutos, Spike se separó de ella, sonriendo por el quejido que ella oyó lo hizo.
— ¿Estás lista para tu regalo de Navidad, amor?
— Pensé que era éste — contestó ella con una sonrisa tímida.
— Ese era el primero, — dijo él riéndose mientras se levantaba y cogía una caja del árbol.
— ¿Puedes traerme mi abrigo? – preguntó ella—.
Spike frunció el ceño, pero lo cogió y se lo dio.
— ¿Tienes frío? — preguntó con preocupación—.
Buffy cogió el abrigo y negó con la cabeza.
— No con el fuego, — dijo ella con una risa mientras metía la mano en el bolsillo, sacando una caja de él y dándosela.
— No tenías que hacerlo — dijo Spike suavemente, sentándose al lado de ella y dándole otra pequeña caja.
— Sí que tenía que hacerlo — contestó Buffy, dándole un beso suave antes de volver a su regalo. Arrancando el papel y abriendo la caja, jadeó cuando vio un anillo. No era un anillo de compromiso (probablemente se habría vuelto loca si lo hubiera sido). Era un anillo precioso de oro blanco, embutido por diamantes diminutos alrededor.
'Es un anillo de la eternidad' pensó Buffy, mirando a Spike en shock. ‘¿Sabe qué es, o sólo lo compró porque le gustaba? '
— Pensé que te quedaría bien, — dijo él, dándole un beso suave.
'Eso contesta a la pregunta.'
— Es precioso — murmuró Buffy, poniéndoselo en la mano derecha, no queriendo que pensara que interpretó incorrectamente el regalo — Realmente no deberías haberme comprado algo tan caro.
— Tú tampoco, contestó Spike, mirando el caro reloj que sostenía.
— Te lo mereces — dijo Buffy con una sonrisa cuando él la besó otra vez. Apartándose despacio, miró el anillo otra vez.
— Quería regalarte algo especial — dijo Spike suavemente, rodeándola con sus brazos y atrayéndola hasta su regazo. — Quería mostrarte lo especial que eres para mí — susurró él contra su cuello.
Buffy cerró los ojos, queriendo desesperadamente decirle cuánto lo amaba, pero sabiendo que ahora no era el momento oportuno. Esta noche era para disfrutar y estar juntos, no para sacar temas que podrían tener un resultado inesperado.
CAPÍTULO 15: HAPPY HOMECOMING
Feliz regreso.
Buffy entró silenciosamente en el aula de Spike después de las clases, lanzándole una suave sonrisa cuando alzó la vista para mirarla.
— Pensé que te habías ido a casa — dijo suavemente mientras se acercaba a ella, rodeando su cintura con los brazos.
— Te echaba de menos — susurró ella, arrastrando sus dedos a lo largo de su pecho.
Habían pasado dos semanas desde que se habían visto. El padre de Buffy, al parecer, había querido arreglarlo con su hija por dejarla plantada en Nochebuena y la había llevado a LA en Año Nuevo. Claro que él no sabía que hizo sentir a Buffy como a un rehén, incapaz de ver a Spike otra vez hasta el comienzo de las clases. Había sido una tortura tratar de sentarse por su clase cuando todo que quería hacer era que él la tocase.
— Pensé que podríamos tener una sesión de clases particulares — dijo ella con una sonrisa, mientras le quitaba el cinturón.
— Es la mejor idea que he oído en todo el día – contestó Spike con una sonrisa satisfecha mientras se desabrochaba los pantalones.
— Es la mejor que has oído desde que me conoces — dijo Buffy levantando una ceja.
Spike rió en silencio y ella puso ojitos de cordero degollado.
— Eres mi chica. Y lo sabes.
— ¿Lo soy? — preguntó ella suavemente, obviamente insegura de sus sentimientos.
Spike se apoyó hacia delante, besándola suavemente.
— Deberías saberlo — susurró él — ¿No te he demostrado que eres sólo tú?
Buffy sonrió, acercándose para darle un beso más apasionado, mientras iban hacia el escritorio.
— Pensé que no íbamos a hacer esto aquí — susurró él contra sus labios.
Quitándose los pantalones y el tanga, en ningún momento rompió el contacto visual con él.
— Eso fue antes de que me forzaran a irme dos semanas enteras — dijo ella con una sonrisa.
Sintiendo su aliento en la garganta cuando ella se giró, apoyando sus manos sobre el escritorio y dándole una mirada seductora sobre su hombro, Spike supo que no deberían hacer esto en su aula, era demasiado arriesgado, pero en este punto, parar era la última cosa que se le ocurriría. Rápidamente se desabrochó los pantalones, agarró sus caderas, cerrando los ojos durante un breve momento hasta que sintió a Buffy empujar contra él.
— Te he echado de menos, pet — susurró, antes de hundirse en ella con más fuerza. Buffy gritó de placer y la mano de Spike le cubrió boca. Sin parar sus movimientos, Buffy gimió, empujando contra él.
— Tienes que ser silenciosa — dijo él suavemente.
La mano de Spike abandonó su boca y siguió empujando dentro de ella. Buffy jadeó en busca de aire y Spike trató de controlar sus movimientos, pero en vano.
— Estás tan húmeda — susurró, besándola en el cuello.
— Por ti — gimió Buffy — Sólo por ti.
— Más fuerte – pidió ella jadeando.
Spike cerró los ojos y obedeció a su petición, chocando con ella con tanta fuerza que comenzaba a asustarse de hacerle daño. Por los gemidos suaves de placer de Buffy, no se lo estaba haciendo, pero por si acaso, fue con cuidado.
— Déjalo ir por mí, pet — dijo en un susurro ronco, arrastrando besos a lo largo de su cuello, bajando su mano para estimular su clítoris.
— Necesito más — gimoteó ella, su voz llena de la incertidumbre.
Spike hizo una pausa antes de empezar a mordisquearle el cuello. Buffy jadeó, inclinando la cabeza y dándole mejor acceso. Spike no vaciló en la invitación obvia, mordiendo la carne sensible, con bastante fuerza para dejar su señal sobre ella.
El cuerpo de Buffy comenzó a temblar cuando su orgasmo llegó, enviando a Spike hasta su propio clímax. Ambos casi se derrumbaron sobre el escritorio. Spike besó su hombro, lamiendo las señales frescas sobre su piel y sintiendo un sentido extraño de orgullo.
Despacio saliendo de ella, Spike se puso la ropa y Buffy hizo lo mismo. Ambos se congelaron cuando oyeron un toque débil en la puerta.
Spike sintió su aliento acelerarse otra vez, sólo que esta vez era por miedo. Se movió lentamente hasta la puerta y la abrió para revelar a Rupert Giles.
— Señor Giles, ¿qué puedo hacer por usted?
— Me preguntaba si tenía un momento.
Inclinando la cabeza ligeramente, Giles miró por encima del hombro de Spike y frunció el ceño al ver a Buffy.
— Si interrumpo algo...
Spike sintió su corazón casi pararse, y una serie de pensamientos empezaron a pasar por su cerebro mientras él giró para afrontar Buffy. Respiró de alivio cuando la vio sentada en una de las mesas, su libro de historia y apuntes dispersados alrededor de ella. ‘Buena chica’ pensó, sus hombros casi hundidos en gratitud cuando notó que su pelo ahora cubría su cuello.
— No – dijo él, volviéndose para mirar a Giles – Ya estábamos terminando. ¿Por qué no hablamos en el pasillo? – Spike se giró para mirar a Buffy, dándole una pequeña sonrisa cuando ella alzó la vista en él — Señorita Summers, ¿por qué no recoge sus cosas? Hablaré con usted más tarde.
Buffy asintió como si fuese una buena estudiante mientras Spike salió al pasillo, cerrando la puerta detrás de él.
— Sr. Bradley, tengo que hablarle en privado. Es un asunto de vital importancia.
Spike sintió su segundo mini ataque al corazón en ese día.
— Suéltelo.
— No puedo hablar de ello aquí. Quizás cuando termine con la Señorita Summers.
Spike asintió, frunciendo el ceño mientras Giles se alejó de él. Rápidamente se dio la vuelta, volviendo hacia el aula donde Buffy estaba de pie con su bolso.
— ¿Qué quería?
— Quiere hablar conmigo más tarde.
— Oh – dijo ella con una pequeña sonrisa — Entonces, todo está bien, ¿no? – preguntó ella, abrazándolo por la cintura.
Spike la apartó.
— No, no está “bien” — contestó él — De hecho, cuando un profesor no quiere hablar de algo en el pasillo, todo está muy, muy mal.
— Spike, estás reaccionando de forma exagerada, probablemente sólo necesita tu ayuda con algo.
— ¿Y si estoy en lo cierto? – Dijo Spike nervioso — ¿Qué pasa si sospecha algo, Buffy? Podrían despedirme. ¡Joder, podría ir a la cárcel!
— Ni te van a despedir, ni vas a ir a la cárcel — contestó, tratando de calmarlo – tendré 18 años en unos días y todo estará bien.
— No lo entiendes, ¿verdad? – Preguntó Spike, mirándola a los ojos — ¡Esto es ilegal, Buffy!
— Y lo ha sido desde que esto comenzó en septiembre — contestó ella, cruzando los brazos — Esto es diferente, Spike. No hacemos algo porque es “ilegal”. Esto no se puede aplicar a nosotros. No es lo mismo.
— Buffy, ¡crece de una vez! – soltó él, comprendiendo al momento su error.
Apretando su mandíbula para intentar luchar con sus emociones, Buffy despacio asintió soltando una risa incrédula.
— Bien – dijo ella suavemente. Spike cerró los ojos, maldiciéndose por dentro… Agarrando su bolso, ella anduvo hacia la puerta cuando sintió la mano de Spike sobre su brazo.
— No quería decir eso.
— ¿En serio? Yo creo que sí que querías — dijo ella con voz fría.
— Mira, lo siento, ¿vale? Sólo estoy estresado y la pagué contigo — Buffy finalmente giró para mirarlo mientras él siguió — ¿Vendrás esta noche? — preguntó con una voz suplicante.
— ¿Estás seguro de que quieres que vaya?- preguntó suavemente, decidiendo perdonarle por su metedura de pata.
— Si
— Entonces allí estaré.
CAPÍTULO 16: IS THIS THE END?
¿Es esto el final?
Spike estaba caminando alrededor de su sala de estar, queriendo emborracharse desesperadamente. Ahora no era el momento. Buffy iba a venir, pero los pensamientos de Spike estaban en las palabras de Giles. Esas palabras lo estaban atormentando.
Hay algunas dudas sobre su relación con la señorita Summers… la gente comienza a sospechar algo.
Cerrando los ojos y sintiendo como se le revolvía el estómago, recordó decirle a Giles que no había nada de qué sospechar, y como el otro hombre le dijo las dos palabras que sacudieron todos sus pensamientos.
Lo sé
El tono había implicado que en realidad no le creía. Giles sabía exactamente lo que estaba pasando entre ellos, pero era bastante amable para darle el beneficio de la duda a Spike y hacer que esto parase antes de que alguien más se enterase.
La Señorita Summers es una chica fuerte. Sé que nunca dejaría que se aprovecharan de ella. Sin embargo, me siento obligado a advertirle de que algunos profesores están alarmados y están preparados para contarle sus preocupaciones al Director Snyder.
— ¡A la mierda! – gruñó Spike, agarrando una botella de whisky y tomando varios tragos. Sabía lo que tenía que hacer. Sólo que no sabía si iba a ser capaz de hacerlo.
— ¿Spike?
Spike se dio la vuelta y sintió su corazón apretarse cuando vio que Buffy estaba de pie en su sala de estar con una mirada preocupada.
— ¿Pasa algo?
Cruzando la habitación, abrazó a Buffy y aplastó su boca contra la suya. Ella jadeó, pero rápidamente se adaptó a sus gestos, separando los labios para dar paso a su lengua y aferrándose a su cuello.
Spike la cogió en sus brazos con cuidado, sin separar los labios de los suyos mientras la llevaba al dormitorio. No iba a poder hacer esto si no podía decirle adiós de algún modo. Necesitaba estar dentro de ella por última vez. Oír sus dulces jadeos por última vez, susurrándole cuando pasara las manos por su pelo. Necesitaba un último recuerdo antes de que se la quitaran para siempre.
Buffy y Spike se quitaron la ropa el uno al otro. Él dio un paso atrás, admirando su cuerpo desnudo y llevándola hacia la cama. Buffy sonrió cuando él apoyó sus caderas contra las suyas mientras sus labios se encontraron con los suyos en un beso tierno.
Jadeando cuando lo sintió entrar en ella, Buffy se aferró a sus hombros. Spike dejó caer la cabeza sobre su hombro, tratando de aguantarse las lágrimas mientras comenzaba a empujar contra ella. Sus cuerpos se movieron fluidamente como uno solo.
— Spike, ¿estás bien? – susurró ella, respirando pesadamente mientras él empujaba sus caderas contra las suyas.
— ¿Ahora mismo? – preguntó él, retirándose un poco para mirarla — En este momento... todo es como debería ser.
Buffy sonrió, plantando un beso tierno sobre sus labios mientras sus empujes se hicieron más fuertes. Su respiración se intensificó otra vez, sus manos se aferraron a su espalda, dejando a sus uñas arrastrarse a lo largo de su piel.
— Spike – susurró ella, cerrando los ojos mientras levantaba sus caderas para encontrar las suyas – Ya llego. Necesito llegar.
Apenas capaz de parar las lágrimas que salían de sus ojos, sabiendo que su última vez juntos casi había terminado, Spike sintió como los músculos interiores de Buffy se apretaron a su alrededor, antes de que explosionara gritando el nombre del rubio. Spike no paró sus movimientos, aunque sus músculos se habían apretado a su alrededor, permitiéndole vaciarse dentro de su cuerpo, llegando al orgasmo pero nunca parando de empujar dentro de ella.
Buffy sabía que algo era diferente, pero no podía entender qué era. No tenía tiempo para pensar en ello cuando llegó su segundo orgasmo, más poderoso que el primero. Ella jadeó mientras los movimientos de Spike empezaron a reducir el paso hasta parar, buscando sus labios con los suyos en un beso desesperado.
Se quedaron juntos un par de minutos, Buffy disfrutando del calor y la comodidad que él le proporcionaba y Spike luchando contra sus emociones.
Acurrucándose más cerca de él durante un breve momento, ella se sentó despacio buscando su ropa.
— ¿Qué haces, amor?
— Lo siento, cariño — susurró ella, volviéndose hacia él y dejando un beso apacible sobre sus labios antes de ponerse el vestido. Spike sintió su garganta cerrase por la caricia — Tengo que irme a casa. Tengo mucha tarea... la mayoría de ella es para tu clase — añadió ella con una sonrisa brillante, mientras se ponía los zapatos y se alisaba el pelo — Y mi madre quiere verme, creo que me echa de menos o... — Buffy se calmó, su sonrisa descolorándose cuando notó que él no estaba sonriendo. Él simplemente se levantó y se puso los vaqueros antes de empezar a caminar alrededor de la habitación.
Entonces un montón de pensamientos la golpearon: Giles diciéndole que tenían que hablar. Spike bebiendo una botella de whisky cuando ella llegó. El sentimiento que tenía de que algo era diferente cuando estaban haciendo el amor... Era como... ¿un adiós?
— Spike – susurró ella, luchando contra el impulso de sentarse — ¿Qué está pasando?
Sin decir nada y fijando la mirada en la pared más lejana, Spike sintió como los ojos se le ponían desenfocados y vidriosos.
— ¿Tiene esto algo que ver con lo que tenía que decirte Giles antes? — Esperando una respuesta, Buffy pronto se sintió frustrada cuando vio que él no le contestaba.
— ¿Fue esto un adiós?
Los ojos de Spike la miraron, dándole la respuesta que más temía.
Su cuerpo comenzó a temblar mientras se alejaba de él, luchando contra la desesperación que la inundaba.
— Oh, Dios mío — susurró ella, sus ojos quemándose por las lágrimas mientras Spike la siguió por el pasillo.
— Giles lo sabe — dijo él suavemente, combatiendo sus propias lágrimas — Otros profesores sospechan algo... Están por ir a contárselo a Snyder.
— Entonces seremos más cuidadosos — dijo Buffy desesperadamente – Lo haremos mejor.
— No podemos — dijo Spike con una voz ahogada mientras sacudía la cabeza — Hay demasiado en riesgo... tu futuro, mi trabajo, sin mencionar que podría ir a la cárcel.
— Pero... pero tú me necesitas, dijiste que me necesitabas – dijo ella temblando.
— Siempre te necesitaré — susurró él, dejando por fin caer las lágrimas antes de darle un beso tierno – Siento haberte metido en esto.
— No — dijo Buffy, negando con la cabeza — No digas eso, esto no puede terminar, Spike. Por favor no me digas que después de que todo...
Tragando con fuerza y empezando a sollozar, lo vio cerrar los ojos e intentar controlar su respiración.
— Tiene que ser así — susurró él, pasando las manos a lo largo de sus brazos en un gesto calmante que obviamente no tenía efecto alguno – Te llevaré a casa, ¿vale?
— No quiero irme a casa — dijo ella suavemente apartándose de él y andando hacia la puerta – Y no quiero que me lleves a ningún sitio. Caminaré.
— ¡Buffy!
— ¡No! No tengo derecho a opinar respecto a tus decisiones, así que tú tampoco tienes derecho a opinar en las mías.
La fuerza de Buffy pronto desapareció cuando volvió a ser atacada por sus emociones.
Spike se giró y se quedó en la entrada de su habitación, no queriendo verla cruzar aquella puerta.
— ¿Así que es eso? — preguntó ella en un susurro ahogado, rompiéndosele el corazón — ¿Hemos terminado? Te he dado todo lo que tengo y... y para ti aún no es suficiente.
Spike tenía demasiadas ganas de cogerla en sus brazos. Borrar este momento para siempre. Asegurarle que si era suficiente, que siempre sería suficiente... pero no podía.
— Estás dispuesto a tirar todo lo que tenemos sólo porque...
Calmándose, su mente se volcó en una posibilidad. Tenía que decírselo. No podía salir de su vida sin que él lo supiera. ‘¿Qué puedes perder, Buffy?’ Se preguntó.
— Spike, te amo.
La mano de Spike agarró el marco de la puerta para apoyarse. La presión bajo su mano era tan fuerte, que estuvo sorprendido de que no se rompiese.
— No es verdad — contestó él entre dientes, necesitando ser fuerte. Necesitándolo para ser capaz de seguir adelante con borrón y cuenta nueva, incluso si era la última cosa que quería.
— ¿Crees que no he intentado no hacerlo? — preguntó Buffy mientras se le caían las lágrimas.
Spike se giró para afrontarla, sintiendo como se le rompía el corazón en la angustia que él le estaba causando.
— Esfuérzate más – dijo con voz ahogada.
‘¿Que qué podías perder? Todo’
Buffy se giró y anduvo por la puerta sin molestarse en cerrarla tras ella.
Spike la vio irse lejos... lejos de su vida. No había vuelta atrás. No había forma de cambiarlo. Ella se había ido. Spike cerró la puerta silenciosamente, anduvo por el pasillo y entró en el cuarto de baño antes de pasarse la siguiente media hora vomitando.
CAPÍTULO 17: DAY TO DAY
Día tras día.
Buffy entró agitada a su clase de historia. Había convencido a su madre para faltar la semana anterior, diciendo que estaba enferma. No estaba lejos de la verdad. Ahora tenía que hacer frente a una parte de su vida y tratarla como pasado. Sabía que no sería capaz de lograrlo en un solo día, pero tenía el resto del año escolar para vencer sus sentimientos. Lamentablemente.
Entrando, sintió los ojos de Spike sobre ella inmediatamente. Lo evitó y se sentó en su silla habitual, girándose y conversando agradablemente con Willow hasta que la campana sonara. Podía ver la mirada de Willow y sabía que su amiga estaba preocupada por ella.
Spike comenzó la clase, pero Buffy podría decir que su mente estaba en otra parte. Ella apartaba la vista siempre que él miraba en su dirección, fingiendo tomar apuntes. Spike dio clase durante media hora, antes de anunciar que tendrían tiempo libre hasta que la campana sonara. Buffy vio cómo él agarraba un montón de papeles de su escritorio y comenzó a devolverlos a los estudiantes. Inconscientemente se separó de él cuando pasó por su lado, un movimiento que no fue inadvertido por Spike, a quien se le retorció el estómago.
Buffy miró la hoja de papel y se puso pálida al ver una nota escrita en lápiz: Tenemos que hablar.
'No puedo' pensó ella, tratando de no tener una crisis de pánico. ‘Me está costando sólo estar aquí sentada. No puede esperar que hable con él después de...'
Ella podía verlo mirarla cuando la campana sonó. Reuniendo toda su fuerza, se levantó, le lanzó una mirada asesina a Spike antes de arrugar el papel en su mano. No tenían nada de qué hablar. Todo había sido dicho la otra noche. Siguió convirtiendo el papel en una pelota hasta pasar por delante de su escritorio, tirándolo a la papelera, mirando hacia otro lado y siguiendo a Willow.
Spike suspiró cuando la última persona salió de la clase, dejando caer la cabeza en sus manos cuando la puerta se cerró, dejándolo solo en el silencio.
La semana anterior había sido el infierno para él, y solamente quiso asegurarse de que Buffy estaba bien. Se había alegrado de que Buffy hubiera ido a clase ese día, pero todas sus preocupaciones volvieron cuando ella lo ignoró durante la mayor parte del día. Se odió por lo que la estaba haciendo pasar... por lo que se estaba haciendo pasar él mismo, pero eso no podía cambiar nada.
Por encima de todo, Spike estaba agradecido de que Giles le tuviese la suficiente confianza y respeto para venir a él en vez de ir inmediatamente a Snyder. Gracias a él una horrible situación había sido soportable. Spike no podría vivir si hubiese afectado al futuro de Buffy de cualquier modo. Él estaba preparado para sufrir las consecuencias de sus acciones, pero estaría condenado si la arrastrara con él.
Buffy estaba sentada con Willow unos días más tarde, necesitando una ‘noche de chicas’ el día del cumpleaños de Buffy. Después de su asunto con Spike, parecía que había estado descuidando a su mejor amiga. Willow y Xander se habían envuelto en una relación desde el baile, y esta noche era la primera en que las dos chicas habían podido hablar desde hacía meses. Estaba bien relajarse mientras veían algunas películas cursis de los años ochenta y no tener que pensar en sus problemas con Spike.
— Bien, Buffy, suéltalo
O tal vez si que tendría que pensar en ello.
Dándose la vuelta para afrontar a Willow con una expresión sorprendida, trató de mantener aire de inocencia.
— ¿Qué suelte qué?
— Sé que me has estado ocultando algo, y he estado interpretando el papel de buena amiga no presionándote, pero has estado completamente deprimida esta semana, y quiero sabe por qué.
Buffy la miró fijamente en shock. ¿Debería decírselo? Definitivamente le quitaría un peso de encima y con suerte empezaría el proceso de curación. Esto es lo que Buffy necesitaba. Tenía que poner distancia entre Spike y ella, y la mejor persona para ayudarla era su mejor amiga.
— ¿Puedes guardar un secreto?
— Sabes que sí.
— He estado viendo a alguien... o al menos estaba... hasta hace muy poco.
— Buffy, ¿por qué no me lo dijiste? – preguntó Willow suavemente, su voz llena de preocupación e interés.
— Porque es... del tipo... ilegal.
Los ojos Willow se ensancharon.
— No estabas saliendo con un traficante de drogas, ¿verdad? —preguntó con la voz llena de pánico.
Buffy no pudo contener la risa.
— No, Will. No es ese tipo de ‘ilegal’. Él es... mayor.
— Oh – dijo con alivio antes de que sus ojos se ensancharan — Ooooh
— Si, y eso no es todo.
— Si no me lo quieres contar no pasa nada, pero te guardaré el secreto si necesitas hablar de ello.
— Es el señor Bradley – chirrió Buffy antes del enterrar la cabeza en una almohada.
Willow se sentó en silencio atontada durante varios minutos.
— ¿Nuestro profesor de historia? – preguntó silenciosamente, necesitando que se lo confirmara.
Levantando su cara roja para mirar a su amiga, asintió despacio.
— Sí – dijo suavemente antes de poner una cara falsamente alegre — ¿Y qué tal tú y Xander?
— Ah ah, de ninguna manera vas a salir de ésta, señorita. Ahora me lo vas a contar. ¿Cuándo comenzasteis?
— Hace unos meses, alrededor del principio del curso — murmuró Buffy – Y... y... terminó hace unos pocos días.
— ¿Fue por eso por lo que faltaste a clase? Creía que estabas enferma.
— Si – dijo Buffy en una voz ahogada cuando las emociones comenzaron a abrumarla.
— Buffy, lo siento, ¿estás bien?
Ella se encogió, mordiéndose el labio.
— Sigo esperando mejorar... pero no lo hago.
Willow le dio un abrazo consolador.
— ¿Lo amabas?
— Y lo sigo haciendo — dijo ella empezando a derramar las lágrimas que había estado conteniendo — Lo amo tanto y...
Buffy se calmó y suspiró, tratando de conseguir la fuerza para decir lo que iba a decir.
— Willow, estoy embarazada
CAPÍTULO 18: INNER STRENGTH
Fuerza interior.
— ¿Embarazada? – Preguntó Willow incrédula — ¿Estás embarazada?
— Lo descubrí esta mañana – dijo Buffy suavemente – Yo... yo no sabía si debería contártelo, pero...
— Está bien – dijo Willow dándole un abrazo – Te ayudaré a pasar por esto.
— Gracias – dijo con una sonrisa de alivio.
— ¿Vas a decírselo?
— Tendré que hacerlo. No sé cómo, pero sé que tengo que hacerlo.
— ¿Y qué pasa con tu madre? ¿Cuándo vas a decírselo?
— Estaba pensando que podría evitar esa conversación.
— ¿Por cuánto tiempo?
— Dieciocho años.
— Buffy—
— Lo sé, lo sé, tengo que decírselo. ¿Puedes hacerlo por mí?
Willow le dio una risa apacible.
— Puedes hacerlo, Buffy. Estaré allí contigo, si quieres.
— Gracias.
Buffy y Willow hablaron durante varias horas. Cuando Joyce Summers entró por la puerta, Buffy casi se sentía a gusto con la idea de decirle a su madre que iba a ser abuela.
Casi.
— Tienes que hacerlo, Buffy – susurró Willow – cuanto más pronto mejor.
— ¿Por qué siempre tienes que ser la voz de la razón?
— ¡Hola, chicas! – Joyce dijo intensamente cuando Buffy la atropelló — ¿Habéis tenido un buen día?
— Um… no… No realmente – contestó Buffy – He tenido un día realmente malo.
Oyendo el tono de su voz que siempre temió oír, viniendo de su hija, la cara de Joyce se puso en blanco.
— ¿Estás embarazada?
Buffy abrió más los ojos antes de que ella suspirara y asintiera.
— Lo estoy.
— Oh, cariño — dijo Joyce mientras las lágrimas comenzaron a fluir por ambas mujeres. Ella le dio un abrazo aplastante a Buffy antes de mirar a su niña —¿Cuántas veces hemos hablado del control de la natalidad?
— Lo sé – dijo Buffy con un sollozo — Y tomaba la píldora, pero me olvidé de unas cuantas y yo... lo siento. Yo fui tan estúpido y sé que... lo siento tanto.
Willow se mantuvo a distancia, mirando la tierna escena. Estaba orgullosa de Joyce por no juzgar a su hija, claro que aún no sabía quién era el padre.
— ¿Vas a tenerlo? – Joyce preguntó silenciosamente.
Buffy asintió.
– Yo no podría... No puedo deshacerme de él. Ya es una parte de mí, incluso aunque no esté formado aún.
— Vale – dijo Joyce tratando de controlar las lágrimas – Voy a ayudarte, Buffy. ¿Quién es el padre?
Buffy y Willow tomaron aire. Willow avanzó para sostener la mano de su amiga, queriendo mostrarle todo su apoyo.
— Mamá, no te va a gustar quién es el padre.
— ¿Quién es?
— Antes de que te lo diga, tienes que prometerme que no vas a volverte loca ni a tratar de llamarle o ponerte en contacto con él, ¿ok?
— Ok... Prometo no llamarle o ponerme en contacto con él.
— ¿O volverte loca?
— Me reservo ese derecho.
— Es justo... William Bradley — dijo Buffy suavemente.
— William Br… ¡oh, Dios mío! — gritó Joyce, cubriéndose la boca con la mano — ¿Tu profesor de historia? Voy a demandarlo.
— ¡Mamá, lo prometiste! – dijo Buffy, su voz tomando una calidad frenética, aguda.
— Prometí que no le llamaría, lo que no significa que no pueda detenerlo.
La mano de Willow apretó la de Buffy cuando casi se derrumbó en sollozos. Buffy se tiró al suelo, lágrimas frescas derramándose por su cara.
— Señora Summers – dijo Willow suavemente – Sé que no tengo derecho a opinar, pero no pienso que sería la mejor solución.
— Su profesor de historia se aprovechó de ella – no puedo pensar en una mejor solución que encerrarlo en la cárcel – contestó Joyce, buscando el teléfono.
— Mamá, por favor no hagas esto – dijo Buffy de una voz ahogada – Él no se aprovechó de mí... Yo lo amo.
Joyce se paró y miró a las dos chicas. Ambas estaban llorando.
— ¿Se lo has dicho? – Joyce preguntó suavemente, consiguiendo una gota de cordura otra vez.
— No. Nosotros tuvimos que... hemos roto.
Joyce no tenía ni idea de cómo sentirse sobre esto. No quería que su hija estuviera implicada con su profesor de historia, pero sabía como de miserables iban a ser los siguientes meses por llevar el hijo de un hombre que le gustaba, pero con el que no podía estar.
— Te dije que iba a ayudarte – dijo Joyce suavemente – Y lo quise decir.
Buffy suspiró de alivio y su madre la abrazó.
— Gracias – ella susurró, agarrando en su madre como si se le fuese la vida en ello – Gracias de verdad.
Buffy se quedó después de la clase al día siguiente, esperando a que todos los estudiantes salieran. Willow le había ofrecido quedarse para apoyarla, pero Buffy sabía que tenía que hacer esto sola.
Spike vio como Buffy se acercó a su escritorio nerviosamente.
— ¿Qué quieres, Buffy? – preguntó, dejando la cólera del otro día hervirse por sus venas mientras clasificaba unos papeles. Si ella quiso ignorarlo, podría pagarle con la misma moneda.
— Dijiste que querías hablar – dijo ella silenciosamente – Vamos a hablar.
— Así que ahora ella quiere hablar – dijo Spike, mirando el techo – Bien, estoy un poco ocupado ahora, señorita Summers. Tal vez podríamos hacer esto en otro momento.
— Spike, por favor–
— Es señor Bradley –se arrepintió de decirlo inmediatamente cuando vio su mirada de dolor.
— Después de todo por lo que hemos pasado, volvemos a las formalidades, dijo Buffy, sobre todo para sí misma, antes de suspirar derrotada – Sobre lo que pasó…
— Mira, tenía que terminarse –interrumpió encogiéndose de hombros, aún no creyéndose lo que decía – Era mejor que esto se terminara cuando pasó, antes de que pasara algo malo.
— ¿Como qué? – preguntó Buffy con una punzada de miedo en su voz.
Spike miró alrededor, asegurándose de que estaban solos antes de hablar otra vez.
– Como las consecuencias que vienen después del sexo– dijo él en voz baja.
Buffy tragó con fuerza y trató de controlar sus hormonas furiosas. Luchó para mantener el impulso de tocarse el abdomen con la mano. Un instinto maternal que ya poseía cuando se sentía amenazada por algo de lo que no tenía ningún control.
— ¿Habría sido malo?
— No habría sido bueno – dijo él suavemente. Sonaba convincente, ¿pero por qué no se creía a sí mismo?
— Bien, entonces – Buffy dijo caminando hacia la puerta, sus ojos destellando con cólera reprimida – Debería irme.
— Buffy, no te pedí quedarte por el... por el pasado. En realidad quería hablarte de otra cosa.
— ¿Como qué? – preguntó, girándose con una expresión aburrida.
— Estoy más preocupado por tus notas.
Buffy levantó una ceja.
— Como si me importasen una mierda.
Spike miró en shock cómo ella se giró y salió del aula. La frialdad de su voz lo había sorprendido. La distancia en el tono, como si lo que experimentaron juntos nunca hubiese sido verdadero.
CAPÍTULO 19: UNWANTED DISCOVERY
Descubrimiento indeseado.
4 MESES DESPUÉS
Conduciendo hacia la casa de Buffy, las manos de Spike apretaron el volante. Sus nudillos estaban blancos de la fuerza con que lo agarraba. Tenía un pensamiento, sólo un pensamiento: tenía que verla. Probablemente no era la decisión más sabia que había tomado, sobre todo considerando el humor en el que estaba, pero tenía que verla.
Spike sólo había visto a Buffy unas pocas veces durante los pocos meses pasados. El día siguiente de haber intentado hablar con él, ella había reorganizado sus asignaturas, trasladándose de su clase y de su vida. En ese momento, Spike se había acercado a ella, ella había mirado hacia otro lado y había tomado otro camino, hasta que finalmente, Spike sólo dejó de hacer el esfuerzo. Era mejor que no fueran vistos juntos ya que él todavía obtenía miradas de algunos profesores, pero no podía simplemente suprimir sus sentimientos.
Spike había tratado de conseguir sutilmente alguna información por medio de Willow. No sabía cuánto sabía ella de la situación, pero sabía que las chicas a menudo confiaban la una en la otra, y Willow parecía ser su mejor opción para averiguar algo, pero la pequeña pelirroja no decía nada aunque él sacase el tema.
No fue hasta hacía un rato, esa noche, cuando Spike estaba vigilando a los alumnos en el baile escolar de último curso, que había sentido su corazón casi pararse cuando oyó por casualidad el nombre de Buffy en una conversación entre algunas ‘reinas del chisme’ del instituto Sunnydale.
— ¿Te has enterado de por qué a Buffy Summers prácticamente no se la ve?
— No. ¿Qué pasa con ella, de todos modos? Nunca está en clase.
— Bien, el rumor dice que... ¡Está embarazada!
Spike había luchado para impedir perder el conocimiento en aquel golpe particular de noticias. No sabía que lo asustaba más, Buffy estando embarazada de su hijo, o Buffy acostándose con otra persona y quedándose embarazada con el hijo de otro hombre. Ambos pensamientos causaron una reacción casi violenta por dos motivos completamente diferentes.
Aparcando delante de su casa, Spike descansó la cabeza contra el volante, tratando de buscar una forma para hacer esto. Sabía que tenía que ser muy cuidadoso y también sabía que su carácter tenía un modo de meterlo en problemas. Despacio, saliendo del coche, suspiró de alivio cuando vio que el coche de su madre no estaba aparcado, agradeciendo a todos los dioses poder hablar con Buffy a solas. No sabía si quería ver a Joyce Summers esa noche, en caso de que Buffy le hubiese hablado sobre su relación. Sería complicado tratar de explicar por qué su antiguo profesor de historia estaba en su puerta durante la noche del baile de fin de curso del Instituto Sunnydale.
Despacio acercándose a la puerta, Spike llamó, dando un paso atrás y metiendo las manos en los bolsillos de su abrigo. Sintió su estómago atarse en nudos mientras esperaba.
Buffy abrió la puerta con una mirada sobresaltada. Con timidez cruzó los brazos sobre su vientre aumentado, contenta de llevar un suéter de gran tamaño esa noche, aunque no hiciese mucho para ocultar su figura.
— ¿Qué haces aquí?
— No estabas en el baile — contestó él antes de apretar la mandíbula. ‘Bien dicho, idiota. Como si ella no supiera que no estaba allí’
— Parece que no soy la opción número uno para una cita para el baile escolar – dijo Buffy, evitando sus ojos, lo que sólo sirvió para abastecer de combustible la angustia y la cólera que luchaban dentro de él.
— Buffy.
— Ya no me importa — dijo ella encogiéndose de hombros – Todo el rollo “Buffy en su momento perfecto en el instituto” era sólo una fase que ya he pasado.
— ¿Podemos hablar? – preguntó suavemente señalando el interior de la casa.
Buffy miró hacia arriba y abajo de la calle, viendo a su curioso vecino mirando desde la ventana. Buffy suspiró, decidiendo que no debería dejar entrar a Spike en su casa. Quién sabe a qué tipo de maldad podría conducir, y no solamente del tipo sexual. Cerrando la puerta y dando un paso hasta el pórtico, tratando de ignorar la forma en que Spike pareció encantado cuando la luz suave iluminó sus rasgos.
— ¿De qué querías hablar? – preguntó en voz baja.
— ¿Es verdad?
Buffy se puso rígida, no queriendo tener esta conversación esta noche. Apretando sus brazos alrededor de su cuerpo, ella contestó.
— Si te refieres a si estoy embarazada, entonces sí, es verdad. Pensé que era bastante obvio en este punto.
Spike miró su estómago, tragando con fuerza ante la visión. Realmente no era tan obvio, a no ser que alguien fuese tan consciente de su cuerpo como él lo era.
— ¿Es mío? – preguntó, sus ojos dejando su estómago.
Buffy miró al suelo, conteniéndose las lágrimas.
— ¿Piensas que no lo es?
— Realmente no lo sé.
— Entonces probablemente deberías marcharte — dijo ella silenciosamente, su voz sosteniendo una cantidad sorprendente de resolución, considerando los sentimientos que se revolvían dentro de ella.
— Buffy, si es mío, ¿por qué no me lo dijiste?
— Oh, no lo sé – contestó ella sarcásticamente – ¿quizá por el discurso sobre “las consecuencias que vienen después del sexo”? Sí, se me grabó en la cabeza y no he dejado de darle vueltas durante los pocos meses pasados.
— ¿Qué vas a hacer? – preguntó Spike, su cabeza inclinada ligeramente mientras miraba fijamente a la mujer delante de él.
— Voy a graduarme – contestó Buffy.
— ¿Y después?
— Tengo algunas cosas planificadas – dijo ella vagamente, no queriendo hablarlo con él.
— ¿Y no vas a decírmelas?
— ¿De verdad quieres saberlas? — Preguntó Buffy confusa — Tú me querías fuera de tu vida, ¿recuerdas? Fuera. Bien, adivina qué. Estoy fuera ahora. No tienes que tratar conmigo más.
Buffy miró como Spike pareció lidiar con una batalla interna.
— Mira... si esta es la única razón por la que viniste, probablemente deberías irte.
Spike hizo una pausa durante un momento, antes de dar la vuelta y volver a su coche. Ella miró como él se iba, finalmente dejando caer las lágrimas silenciosamente. La pequeña elevación de su vientre que almacenaba a su hijo, SU HIJO, realmente comenzaba a mostrarse.
Buffy realmente tenía cosas planificadas. No iba a perder su vida. No iba a ser una estadística más. Su madre siempre decía que las cosas tienen un modo de resolverse y Buffy lo creía. Sólo lamentaba no poder ignorar aquella parte fastidiosa de su cerebro que la hizo querer arreglarlas junto a Spike. Él acababa de dejar absolutamente claro que no quería estar más con ella. El Spike que ella conocía habría luchado por lo que quería.
Eso solamente cimentó su creencia de que sería capaz de hacer esto sola.
Capitulo 20
El principio del fin
Buffy estaba sentada en la ceremonia de graduación, sintiéndose completamente insegura. Se sentía como si todo el mundo la mirase a ella en lugar de al alcalde Wilkins.
Juzgando su vida.
Sus elecciones.
Su vientre aumentado.
Ahora lamentaba no haber hablado con su madre de la tradición tonta de pasear a través de un escenario para recoger una hoja de papel. Una hoja de papel que Buffy nunca usaría. Seguramente tenía que tenerlo para muchas cosas en su vida, pero todo para lo que era necesario era el orgullo de haber ganado un diploma, para lo que no hacía falta ir a la ceremonia.
Buffy suspiró y se levantó con su fila, avanzando hacia el escenario. Con impaciencia esperó su turno, dejando a sus ojos explorar la muchedumbre. Vio a su madre con una sonrisa brillante, sacando fotos cada dos segundos.
Ofreciéndole una sonrisa indiferente durante un momento, sus ojos pronto viajaron más atrás. Vio a los profesores estar de pie detrás de las filas de padres. Sus ojos brevemente se encontraron con los de Spike y pudo sentir que el aliento se le atragantaba en su garganta antes de mirar hacia otro lado con lágrimas en los ojos.
Spike vio como Buffy anduvo a través del escenario, sonriendo correctamente y dando la mano al Alcalde cuando él le dio el diploma. Mantuvo un ojo sobre ella mientras con cuidado bajaba la escalera, sintiendo su corazón llamándola. A pesar de todo lo que había pasado durante los pocos meses pasados, se sentía orgulloso de ella.
Levantándose silenciosamente cuando la ceremonia terminó, conversó agradablemente con algunos de los padres, mirando a Buffy por el rabillo del ojo, siempre manteniendo un ojo sobre ella. Su atención fue completamente hacia ella cuando comenzó a abrazar a su madre y amigos, lágrimas en sus ojos mientras abrazaba a Willow.
— Mamá, me voy.
— Buffy... ¿ya? Es tan temprano – dijo Joyce en un tono decepcionado.
— Lo sé, pero pronto anochecerá, y solamente quiero salir aquí. Es todo demasiado difícil.
Willow y Xander se acercaron a Buffy. Ambos habían servido de apoyo en sus decisiones, aun cuando Xander no supiera quién era el padre. Willow había prometido no decírselo hasta que ellos estuviesen graduados y ella sabía que Xander sería capaz de tomar las noticias sin buscar al Sr. Bradley.
— Buffy, ¿te vas? – Willow preguntó tristemente.
Buffy asintió, abrazando a Xander antes de volverse hacia su mejor amiga. Ambas chicas tenían lágrimas derramándose por sus caras mientras se abrazaban la una a la otra.
— Se suponía que compartirías piso conmigo – dijo Willow tristemente, nunca dejando ir a su amiga — El primer año entero de carrera, y ahora...
— Lo sé – dijo Buffy en un susurro ahogado antes de despacio separarse — Lamento que esto no se pudiera haber resuelto de otro modo, pero te llamaré más tarde, ¿bien?
Willow asintió y Buffy se giró para abrazar a su madre.
— ¿Tienes tu teléfono móvil?
— Sí – Buffy dijo silenciosamente. Ella se apartó, cogiendo el gorro y los guantes — Y te veré en unas semanas, ¿no? — preguntó, su voz llena de inseguridad.
—No serás capaz de mantenerme lejos – dijo Joyce con una sonrisa acuosa.
Buffy allanó las arrugas en su vestido negro, tratando de mantener su mente ocupada.
— Me voy — susurró ella.
Todos asintieron, ofreciendo un último abrazo antes de que Buffy se girase y comenzara a alejarse. Ella sintió una prisa zumbadora sobre su piel y miró por encima de su hombro para ver a Spike mirarla desde varios metros de distancia. Se paró durante un momento, mirándolo fijamente a los ojos, memorizando los planos de su cara antes del darle una cabeceada leve y alejarse.
Veinte minutos más tarde, los pensamientos de Spike estaban todavía sobre Buffy mientras se despedía. Tenía que hablar con ella, lo sabía, pero era un cobarde. Tenía que decirle que estaría allí para ella y el bebé.
Ningún momento es mejor que ahora – refunfuñó, andando hacia su coche.
Unos minutos más tarde, Spike aparcó delante de la casa Summers, saliendo de su coche con un sentimiento de agitación. Suspirando, llamó a la puerta, sintiendo su corazón pasar por su estómago cuando Joyce Summers la abrió. Su mirada llorosa pronto giró a enfadada cuando lo miró.
— ¿Qué hace usted aquí?
— Mire, Señora Summers, no sé si Buffy le ha explicado—
— ¿Que usted ha dejado embarazada a mi hija y yo debería mandar su trasero a la cárcel por violación estatutaria? Sí, me lo ha explicado.
— Ya veo — dijo Spike silenciosamente.
— Se lo preguntaré otra vez, ¿qué hace usted aquí?
— Tengo que verla — dijo él silenciosamente — Tengo que hablar con ella y explicarle…
— No está aquí.
— ¿Qué quiere decir con que no está aquí? — Spike preguntó, su voz llena de pánico — ¿Dónde está?
— Ella no quiere que usted lo sepa.
— ¿Qué? — preguntó incrédulo.
— Usted ha dejado sus sentimientos sobre mi hija absolutamente claros. Quiere comenzar de nuevo y se ha ido a hacerlo. No quiere nada de usted.
— ¿Ha dejado la ciudad? — preguntó en shock.
— Si — dijo Joyce silenciosamente.
— Pero yo...
— Le diré que pasaste por aquí – dijo Joyce suavizando el tono – pero no esperes demasiado de ella.
Spike sintió que no podía respirar mientras volvía a su coche. La había perdido.
Buffy estaba sentada en la playa, mirando fijamente hacia las olas del océano. Estaba por irse de la ciudad. Su nuevo coche, un regalo de graduación de su padre por perderse la ceremonia, tenía todo listo para marcharse, pero Buffy se había parado.
Tenía que decir adiós al lugar que había sido su casa durante tanto tiempo.
Despacio alcanzando alrededor de su cuello para desabrochar su cadena, dejó caer el anillo de la eternidad de diamantes en su mano, lo miró fijamente durante un momento largo. Los últimos rayos de la luz del sol cogieron los diamantes, haciéndolo brillar mientras el sol siguió poniéndose.
‘Un anillo que representa la devoción infinita de una persona a otra' pensó tristemente. ‘¿Cómo puede una devoción infinita simplemente... terminar?’
Durante un breve momento, Buffy pensó en lanzar el símbolo en el océano. El deseo de que las olas se tragasen las pruebas de su tiempo juntos... excepto porque no funcionaría. Las pruebas estaban en su vientre. Spike la dejó con algo más tangible, aunque él no pudiera quererlo.
Ella lo quería.
Necesitaba a este bebé y eso era todo lo que importaba. Un simple anillo no iba a borrar el pasado. Resbalando anillo otra vez en la cadena, lo abrochó alrededor de su cuello otra vez. No queriendo pensar por qué lo guardaba cerca de su corazón.
Con un suspiro, Buffy miró como los rayos finales del sol bajaron por el horizonte, acabando un día, sólo para comenzar el otro. Suspirando, sabía que lo mismo se aplicaba para ella. El final de esta vida terminaba, pero lo que tenía que hacer ahora era un nuevo principio. Uno en el que haría todo lo que estaba en su poder para hacerlo bien.
CAPÍTULO 21: THE BEGINNING OF EVERYTHING ELSE
El comienzo de todo lo demás.
DOS AÑOS MÁS TARDE
Buffy aparcó en la entrada de la casa de su madre, apagando el motor y echando un vistazo atrás al niño que dormitaba.
— Ya estamos aquí, cariño — dijo ella suavemente, metiendo la mano en el sillita y acariciando su pequeña pierna, riendo cuando unos soñolientos ojos azules la saludaron.
— ¿Mamá?
— Soy yo, cariño — susurró, sonriendo a una de las palabras en su vocabulario limitado. Su palabra favorita... y la palabra favorita de Buffy.
— ¿Dónde está mi nieto?
Buffy salió del coche, riendo cuando su madre agotó los pasos y prácticamente se lanzó en la sillita, desatando al niño. Buffy rió, rodando los ojos.
— Sí, olvida todo sobre tu hija — dijo ella afablemente.
Joyce salió de la parte de atrás del coche con su nieto bien cogido en sus brazos.
— Sabes que eso no es verdad... enteramente.
Buffy se rió y cogió sus maletas.
— No puedo creer que pueda estar con ambos durante más de una semana — dijo Joyce con una risa excitada.
— Sí — Buffy reconoció, aunque no hubiese entusiasmo en su voz, mientras ellos entraron en la casa — ¿Has visto…?
— No — Joyce dijo silenciosamente — No lo he visto.
— Si — Buffy dijo suavemente — Realmente no lo esperaba. No sé en lo que estaba pensando.
— Estabas pensando en Michael.
Buffy dio a su madre una sonrisa genuina y miró a su hijo, que se estaba despertando despacio. Parecía contento mientras su madre y su abuela estaban cerca.
— Deberías salir, Buffy – dijo Joyce con una sonrisa mientras puso a Michael en el suelo. Él se quedó cerca de Buffy, aferrándose a sus pantalones con un puño diminuto, mientras con el otro agarraba su pequeño hipopótamo de juguete al que llamó 'Tubby'. No iba a ninguna parte sin ese hipopótamo – Ve a ver a Willow y Xander — siguió Joyce — No has visto a ninguno de ellos desde que fueron a visitarte en Navidad.
— No sé. Podría ir a verlos mañana. Quiero asegurarme de que Michael se adapta antes de salir.
— Oh, estaremos bien — dijo Joyce en un tono juguetón mientras cogía a su nieto otra vez – Vas a divertirte con la abuela, ¿verdad? — preguntó, haciéndole cosquillas al niño.
Ambas mujeres se rieron de la risa tonta que estalló en él.
— Vete — Joyce dijo con una poca insistencia en su hija — Xander está trabajando en el pub esta noche, y Willow probablemente estará por allí.
— Vaya, acabo de llegar y ya me estás echando — dijo Buffy con una sonrisa.
— Sólo quiero llevarme a mi nieto y mostrarlo.
— Aaah, y la verdad sale a la luz — dijo ella con una sonrisa — Quieres secuestrar a mi niño y alardear de él ante todos tus amigos.
Joyce rió con vergüenza.
— ¿Puedes culparme? Es la primera vez que vienes a casa, y todo lo que he podido mostrarles eran fotos.
Buffy sacudió su cabeza con una sonrisa antes de ofrecerle a su madre las llaves del coche.
— Coge mi coche, ya que necesitarás la sillita del niño. Yo cogeré el Jeep.
Joyce felizmente tomó las llaves de su hija.
— Tómate tu tiempo y diviértete con tus amigos.
— Bien, gracias, mamá — dijo con un abrazo – Acuéstalo a las ocho — siguió ella, cosquilleando las piernas de Michael mientras él chilló y se retorció —Mamá te quiere — susurró ella con un beso apacible en su frente.
Buffy estuvo sentada en el pub durante más de una hora, ayudando a Willow a planear su boda inminente. Ella y Xander iban a unirse la semana siguiente, y Buffy era la opción obvia para la Dama de Honor.
Xander participaba en la conversación cuando podía, pero la barra estaba más ocupada de lo normal esa noche, y era el único camarero.
— ¿Y... cuándo puedo ver tu vestido? — Buffy preguntó con excitación cuando Xander estaba fuera del alcance del oído.
— Pronto — dijo Willow con un salto excitado en su silla — Tengo que ir para los últimos arreglos por la mañana. Puedes ir conmigo si quieres.
— ¡Genial! — Buffy dijo, casi tan emocionada como su amiga — Estoy tan feliz por vosotros — dijo ella con una sonrisa suave.
— Gracias por estar aquí, Buffy — dijo Willow, exprimiendo la mano de su amiga — Significa mucho para mí que vuelvas a la ciudad considerando... Spike.
— Es bien, Will—
— No – dijo Willow, desesperadamente sacudiendo la cabeza – Spike está aquí... ahora.
Buffy sintió su pecho apretarse mientras giraba, mirando a un hombre al que no había visto en más de dos años. Él no estaba mirándola, y Buffy se tomó un largo momento para solamente mirarlo fijamente. Él estaba de pie con otro hombre, buscando una mesa. Buffy vio sus ojos ir a la deriva hacia ella y rápidamente se giró, no queriendo que la viera. Ella sintió el familiar zumbido que traspasaba su cuerpo siempre que él la miraba, pero lo suprimió y Willow le dio una sonrisa comprensiva.
— ¿Estás bien? — preguntó suavemente.
— ¿Viene mucho por aquí? —Buffy preguntó, mirando a su amiga
— No mucho — contestó Willow — No está exactamente en 'la lista de favoritos de Xander', por lo que tienden a estar lejos el uno del otro, pero lo veo por aquí de tanto en tanto. ¿Estás bien? — repitió.
— Sí — dijo Buffy con una sonrisa suave mientras su mente se dirigía hacia el pasado.
FLASHBACK
18 MESES ANTES
Buffy miró al bebé diminuto en sus brazos, dejando caer las lágrimas por sus mejillas cuando comprendió que ella era parte de la creación de algo tan bonito, tan perfecto. Y la otra persona responsable de esta vida diminuta merecía saber de él.
Con un aliento profundo, Buffy descolgó el teléfono, al lado de la cama de hospital, y marcó el número que aún le era familiar después de todo.
— ¿Hola?
— Spike.
— ¿Buffy? — él preguntó en shock.
— Soy yo — dijo ella suavemente — Yo sólo... Yo sólo quería que supieras que... He tenido un niño.
Spike inspiró bruscamente, desesperadamente necesitando el aire para llenar sus pulmones.
— ¿Spike? ¿Estás ahí?
— Si – dijo suavemente — ¿está todo bien?
—Ambos estamos bien.
El silencio se estiró entre ellos como un amplio abismo antes de que Buffy suspirase.
— Sólo pensé que deberías saberlo.
— Yo... yo... me alegro de que lo hayas hecho — dijo él, abrumado con el shock.
FIN DEL FLASHBACK
Buffy tomó un profundo suspiro, estabilizándose antes de levantarse.
— Probablemente debería irme, Will. No he pasado tiempo con mi madre, pero definitivamente estaré contigo para los arreglos de mañana por la mañana.
Willow se levantó, abrazando a su amiga.
— Gracias por estar aquí — dijo con lágrimas en los ojos — Necesito a mi mejor amiga conmigo.
— No puedo imaginarme no estar aquí.
— Eh, Buff, ¿te vas? — Xander preguntó según limpió la barra delante de ellas.
— Sip, me voy, hasta luego — contestó ella, inclinándose a través de la barra para dar un beso a Xander sobre la mejilla – Adiós, chicos.
Spike observó desde su conversación con Charles Gunn para ver a una mujer rubia abrazar a Willow Rosenberg. Spike no había hablado a Willow mucho desde que ella se graduó, pero algo sobre su interacción mantuvo sus ojos en ellas. Él no podía ver la cara de la mujer, pero vio como ella se inclinó a través de la barra para besar a Xander en la mejilla.
A Spike se le atragantó el aliento en la garganta. No podía creer lo que veían sus ojos. Ella había perdido peso y su pelo era más largo y de un rubio más oscuro, pero era definitivamente…
— Buffy — murmuró, causando a Gunn dejar de hablar y levantar la vista.
— ¿Es ella? — Gunn preguntó según se sentó y miró a la mujer ir hacia la puerta – Joder, está buena. Buena opción, tío — dijo con una sonrisa y dando un golpe en la espalda a Spike. Spike estaba todavía en el silencio, atontado mientras Buffy salía del bar — ¿A qué esperas? — Preguntó Gunn — ¿La mujer por la que mueres durante años se va y no vas a seguirla? — se rió cuando Spike prácticamente saltó de su asiento y salió corriendo del bar – Eso es lo que pensaba — dijo Gunn con una sonrisita.
— ¡Buffy!
Buffy dejó de andar, tragando y dándose la vuelta para afrontarlo.
— Spike – dijo saludando ocasionalmente.
Spike la miró fijamente durante un largo momento, no creyendo que era realmente ella.
— Bien, si has terminado de mirarme fijamente, tengo que irme — dijo ella, girándose y alejándose.
Siguiéndola, Spike agarró su brazo, haciéndola girar para afrontarlo otra vez.
— Escucha, luv, sólo quería hablar contigo... ver si estabas bien.
— ¿Saber cómo estaba? — preguntó incrédula – Te ha llevado bastante tiempo. ¿Desde cuándo te preocupas?
— Sabes que me preocupo — dijo él, apretando la mano más fuerte contra su brazo cuando intentó irse — Siempre lo he hecho.
— Sólo que no lo bastante.
— Buffy, iba a perder mi trabajo—
— Sí — ella estuvo de acuerdo – Pero perdiste otra cosa, en cambio.
— Nunca quise... Nunca quise hacerte daño, amor.
Buffy se rió con desdén.
— Si... nunca quisiste hacerme daño. Es demasiado tarde, Spike. Lo has dicho muy tarde.
Spike miró como ella le dio la espalda, andando hacia su coche.
— Te amo — dijo él suavemente.
Buffy se paró en la admisión, luchando contra las lágrimas en sus ojos.
— No es verdad — contestó ella con más convicción de la que sentía.
— ¿Crees que no he intentado no hacerlo? — preguntó, dando un paso más cerca. Buffy se giró para afrontarlo.
— Esfuérzate más — dijo ella, repitiendo las palabras él le había dicho hace mucho.
CAPÍTULO 22: BABYSTEPS
Pasos de bebé
— Así que... ¿cómo fue la otra noche? – preguntó Willow desde el otro lado del probador – Considerando que Spike fue detrás de ti como si su pelo estuviese en llamas.
Buffy se rió de su opción de palabras antes de hablar.
— Bien, vamos a ver... el padre de mi hijo me sigue para enfrentarme en un callejón y confesar su amor por mí, pero ni siquiera se molestó en mencionar al niño que él nunca ha visto. Así que, estupendo no sería una palabra que elegiría.
— Para ser justos, Buffy... como has dicho, nunca ha visto a Michael. No estoy diciendo que él tenga razón — añadió ella en el último momento — Sólo pienso que tú eras su prioridad.
— Supongo — dijo Buffy suavemente.
— Así que las posibilidades de que volv…
— Willow, no te atrevas a terminar esa frase – dijo Buffy, caminando alrededor de la zona de probadores – Sabes que las cosas son diferentes ahora. No puedes simplemente volver a dejar las cosas como eran antes, no quiero.
— ¿De verdad?
— Las cosas son diferentes ahora — repitió ella con una voz mucho más suave.
Willow decidió cambiar de tema y abrió la cortina. Buffy jadeó al ver a la pelirroja. Su pelo derramado alrededor de sus hombros en rizos suaves, el vestido blanco que acentúa todos sus mejores rasgos...
— Oh, dios mío, Will, estás magnífica.
— ¿De verdad? — preguntó nerviosamente y atropelló los espejos para examinar su reflexión.
— ¡Sí, de verdad! ¡Me has dejado atontada! ¡Xander no va a saber qué lo ha golpeado!
— ¿Y mi pelo? – preguntó Willow – Pensaba llevarlo recogido.
— No te atrevas — dijo Buffy con una sonrisa — Los rizos son perfectos con ese vestido. Oh, no puedo creer en una semana vas a estar casada — siguió ella con lágrimas en sus ojos — Es demasiado.
— No empieces a llorar, Buffy Summers, o tendré que matarte por hacerme llorar a mí.
Buffy se rió con su amiga, quitándose las lágrimas cuando la costurera se acercó.
— Está encantadora, señorita Rosenberg. Vamos a hacer esos últimos arreglos, y luego nos ocuparemos de señorita Summers.
— Ooh, ni siquiera he visto mi vestido — dijo Buffy con excitación — No me vas a poner un vestido encantadoramente radiactivo, ¿verdad? — preguntó con una mala sonrisa.
— No, pero ahora que lo mencionas, todavía pienso que algo verde estaría bien para tu tono de piel. Ya sabes lo que dicen, haz que la dama de honor parezca horrible y todas las atenciones irán a la novia.
Buffy se rió.
— Te garantizo que las atenciones estarán sobre ti — No me pongas en algo demasiado horrible o tendré todas las atenciones, pero no de una buena manera.
— No te preocupes — dijo Willow con una sonrisa — Llevarás un simple y con gusto vestido negro.
— Suena bien — dijo Buffy, sentándose en una de las sillas afelpadas y hojeando una revista nupcial.
Ambas estuvieron calladas durante unos minutos hasta que la costurera se alejara para conseguir algunos alfileres más.
— Buffy — dijo Willow silenciosamente — Tengo una confesión que hacerte.
Dejando la revista, ella alzó la vista en su amiga, preocupada por el tono tranquilo de Willow.
— ¿Cuál, Willow?
— Bien, ¿sabes que Michael lleva los anillos?
— Considerando que es mi hijo, sí, Willow — dijo ella con una risa – Incluso si es un poco joven.
— Estará adorable – dijo Willow, agitando su mano con desdén — Pero en realidad yo... yo invité a Spike.
Los ojos de Buffy se ensancharon como y el pulso de su corazón subió como un cohete.
— ¿Qué?
— Su hijo está en la boda. Pensé que sería agradable — dijo Willow en una voz mansa.
— Un hijo al que nunca ha visto, Will.
— Para ser justos…
— ¡Sí, Willow, sé que nunca le he dado una razón para verlo, pero ese no es el punto! Él no lo ha visto durante los dieciocho meses pasados, ¿por qué le gustaría verlo en la boda?
— Si quieres que lo desinvite, lo haré.
Buffy suspiró, sabiendo que era egoísta.
— No, no lo hagas. No quiero tener que preocuparme de la impetuosidad de sus sentimientos solamente porque actúo como una adolescente.
— Eras una adolescente sólo hace unos meses — Willow dijo con una sonrisa, riendo tontamente cuando Buffy recogió un velo desechado y se lo lanzó.
Buffy descubrió el coche de Spike antes de aparcar.
— Perfecto — refunfuñó, aparcando y apretando el paso. Spike salió del Desoto, quedando donde estaba.
Ella estuvo de pie al lado de su coche durante un momento. Estaba claro que ella debía hacer el siguiente movimiento. Entrar en la casa y poner el pasado detrás de ella para bien, o darle la posibilidad de hablar. Con un suspiro, ella tomó unos pasos de vacilantes hacia la calle, dejándole andar el resto del camino.
— Buffy
— Hola, Spike, ¿qué haces aquí?
— Tenía que hablar contigo — dijo suavemente, examinando sus ojos, obviamente nervioso.
— Bien — ella estuvo de acuerdo, cruzando sus brazos sobre su pecho como si se protegiese de cualquier angustia potencial.
— ¿Dónde has estado?
— La universidad — Buffy dijo suavemente – Mi padre sorprendentemente tiró de algunas cuerdas y me consiguió matriculada en Pepperdine — Los ojos de Spike se ensancharon y Buffy siguió – estoy trabajando en mi Licenciatura. Ya casi he terminado.
— Eso es maravilloso, Buffy.
Buffy asintió, incapaz de hacer contacto visual con él.
- ¿En cuanto al dinero? — preguntó, con culpa en sus palabras.
— Otro shock... Mi madre habló con mi padre y él pagó por todo el cuidado prenatal. Los ojos de Spike se ensancharon. Era la última cosa que había esperado oír.
— Ella dijo que era lo menos que él podría hacer y al parecer él estuvo de acuerdo.
Spike agachó la cabeza, sabiendo que era lo menos que él podría haber hecho, no el padre de Buffy.
— Y... ¿el bebé? — preguntó silenciosamente.
— Michael — susurró, finalmente mirándolo — Su nombre es Michael.
Spike le dedicó una sonrisa apacible.
— ¿Cómo es?
— Es asombroso — dijo Buffy con una risa suave, olvidando a quién se dirigía hablando de su orgullo y alegría — El más dulce, y cariñoso niño en todo el mundo. Él es realmente inteligente, sabe como probar a la gente. Tiene a mi madre entrenada para hacer lo que quiere.
Spike se atragantó – Piensas que yo podría...
— ¿Quieres conocerlo?
— Si estás de acuerdo con ello — dijo él suavemente — No quiero hacer nada que te afecte.
Antes de que Buffy pudiese contestar, un Mercedes gris metalizado aparcó en la entrada. Spike lo miró de manera inquisidora mientras la puerta se abrió de golpe, revelando a un hombre alto, de pelo moreno.
— Hey, cariño — dijo él con una risa a Buffy mientras se quitó sus gafas de sol – Siento llegar tarde.
Spike frunció el ceño cuando el hombre se acercó. Él sintió como si su corazón se rompiese cuando él vio al hombre tomar a Buffy en sus brazos y dejar un beso sensible sobre sus labios.
Buffy se retiró con una cara roja.
‘Realmente no quise llevar a cabo esto ahora mismo' pensó Buffy ‘Esto iba a pasar tarde o temprano, pero ¿por qué ha elegido el peor momento? Él, como se suponía, tenía que llegar por la mañana’.
— Spike. Este es Ángel.
Eso fue. No se necesitaban más presentaciones... Spike entendió el papel que jugaba este hombre en su vida, y sintió las últimas esperanzas que tenía esfumarse completamente.
CAPÍTULO 23: BATTLE OF WILLS
Batalla de voluntades
Los dos hombres se enzarzaron en una competición de mirar fijamente durante varios minutos, sin ofrecerse la mano, el deseo de no acercarse ni para tocarse el uno al otro brillando entre ellos. A no ser que fuera un toque violento. Este pensamiento casi trajo una risa a ambas caras.
— Spike — finalmente dijo Ángel, como si pensara en el nombre, aun cuando él lo reconociera en el segundo en que la palabra dejó los labios de Buffy — … de Michael.
— El papá de Michael — dijo Buffy suavemente cuando el brazo de Ángel fue alrededor de su cintura en un asimiento posesivo.
— El padre de Michael — corrigió, sus ojos clavándose en los de Spike.
— ¡¡¡¡¡BLOODY HELL, ¿QUÉ SE SUPONE QUE SIGNIFICA ESO?!!!!!
— ¿Has estado allí desde el principio? — Ángel desafió y Spike apretó su mandíbula, estrechando los ojos.
— Estuve allí para la concepción – contestó Spike en un tono mortal dando un paso más cerca del otro hombre.
— Si — Ángel dijo frunciendo el ceño — ¿Y adivinas quién está ‘allí’ ahora?
— Es suficiente — dijo Buffy en voz baja. Ambos inmediatamente se callaron, no queriendo quedar como el malo — Ángel, ve dentro, estaré allí en un minuto.
— Buffy, no pienso…
— ¡He dicho que te vayas! — dijo convincentemente aparándose de su lado.
— ¿Está Michael aquí? — preguntó con una sonrisa que indicaba que la pregunta era obviamente para dañar a Spike.
Buffy suspiró, mirándole.
— Sí, está — contestó ella – Mi madre lo estaba cuidando esta mañana.
— Genial – contestó Ángel, dándole un beso en la mejilla antes de volverse hacia Spike. Con un fulgor final, dejó a Buffy y Spike solos.
Spike suspiró, metiendo las manos en sus bolsillos y alzando la vista al cielo.
— Bien...
— Probablemente este no es el mejor momento para que conozcas a Michael — dijo Buffy suavemente.
— Supongo que no — susurró él – Esperaba que fuese un poco mejor que esto.
— Lo siento por la situación — contestó Buffy — Si vais a conoceros, esperaría una situación más controlada.
— Él parece bastante controlador — refunfuñó él bajo su aliento, pero Buffy pudo oírlo de todos modos.
— Spike, por favor...
— Lo siento, amor — dijo él, evitando sus ojos — Lo olvidé, no tengo derecho a decir nada — Ambos se quedaron callados durante un minuto antes de que él hablara otra vez — ¿Cuánto tiempo?
— Un año. Hemos estado juntos durante un año.
‘Más tiempo del que nosotros estuvimos juntos’ Spike pensó con un dolor en su corazón.
— Entonces vosotros habéis...
El aliento de Buffy se quedó atrapado cuando ella miró hacia otro lado, no queriendo oír el resto de la pregunta de Spike. Y realmente no quiso contestar.
Spike cerró los ojos, tratando de reinar en sus emociones.
— ¿Cuándo puedo conocerle? – preguntó él, queriendo cambiar el tema.
— ¿Puedes venir más tarde? — preguntó, su tono volviéndose esperanzador.
— Sí. Sea cual sea la hora que te venga bien, estaré aquí.
— Él se despierta de su siesta alrededor de las cuatro. En cualquier momento después estará bien.
— ¿Y en cuanto al cabeza buque? ¿Estará allí también?
— Spike...
— Es una pregunta simple.
— Me aseguraré de que no esté — dijo ella suavemente.
— Bien — Spike dijo con una cabezada antes de darse la vuelta y volver a su coche. Abriendo la puerta, él se giró para ver que Buffy estaba de pie en el mismo lugar, mirando arriba al cielo pérdida en sus pensamientos — ¿Buffy?
— ¿Si? — contestó, rompiéndose de su aturdimiento y devolviéndole su atención.
— Gracias — dijo él suavemente.
Entrando en la casa, Buffy cerró de golpe la puerta detrás de ella, haciendo que tres cabezas se volvieran para mirarla. Ella vio a Ángel y a su madre sentados en el sofá en la sala de estar con Michael jugando en el suelo. Ángel vio como Buffy le señaló y luego la cocina, desapareciendo en la esquina con una mirada peligrosa en sus ojos.
Después de ella, él se apoyó contra la mesa mientas Buffy caminaba alrededor del embaldosado.
— ¿Qué demonios fue eso?
— ¿Qué esperabas que hiciera, Buffy? El chico solamente se muestra después de ser el señor Padre Ausente, y realmente no esperabas que yo fuera agradable con él, ¿verdad?
— Él vive en esta ciudad, y aunque no quiero defender la mayor parte de sus acciones, había motivos por los que nosotros no estábamos juntos. Nunca te he mentido, Ángel, así que no comiences a tratarme como si fuese una víctima desvalida. Yo sabía exactamente en lo que yo me metía cuando me fui, y no te necesito jugando el papel de “protector”. Puedo cuidarme sola bastante bien. Lo hice durante un año antes de que tú llegaras, así que no pienses que necesito a un guardián.
Ángel suspiró, mirando alrededor de la habitación. Normalmente le gustaba cuando Buffy arreglaba las cosas, era una persona muy apasionada, pero esta conversación tenía las dotes de que algo malo iba a pasar a no ser que él toara un poco el control.
— No voy a ser agradable con él, Buff. Incluso si Michael no estuviese implicado, él todavía sería tu ex y por lo tanto no está en mi lista de “me alegra llegar a conocerte”.
— Sabías cuando te ofrecí venir esta semana que esto era una posibilidad. Puedes ser civilizado sin ser agradable — dijo Buffy, su tono ablandándose cuando pasó las manos por su pelo, sus ojos que haciéndose vidriosos por lágrimas no derramadas — Por favor — ella susurró – Ya estoy bajo bastante tensión, por favor no añadas más.
Buffy se abrigó en sus brazos y empezó a llorar contra su pecho.
— Es por esto por lo que lo odio — susurró él – siempre que lloras es por él, de una manera o de otra.
— Ángel, por favor...
— Si significa tanto para ti... lo intentaré.
— Gracias — susurró, sus ojos despacio secándose cuando ella se separó de él, no gustándole el hecho que su toque no tenía la familiaridad que ella añoraba. Respirando profundamente varias veces, ella lo dejó estando de pie en la cocina y fue a la sala de estar, diciendo hola a su madre antes de empezar a jugar con su hijo.
Ella encontró su mente ir a la deriva por los acontecimientos de las últimas veinticuatro horas. El objeto de la mayor parte de sus pensamientos era Spike y la pequeña voz fastidiosa que siguió tratando de recordarle lo feliz que solía ser estar con él. Durante sólo unos meses, ella no quería nada excepto tener esto otra vez, de algún modo.
‘¿Cuándo se hizo la vida tan complicada?' se preguntó antes de hacer rodar sus ojos cuando comprendió que era una pregunta ridícula. Justamente alrededor del momento en que empezaste a tirarte a tu profesor de historia.
CAPÍTULO 24: TRYING TO MAKE IT RIGHT
Intentando hacer lo correcto
Buffy desesperadamente trataba de conseguir que Ángel se fuese de la casa antes de que Michael se despertara de su siesta. O lo que es más importante, antes de que Spike llegara.
— Buffy, si él viene, quiero estar aquí. Creo que tengo el derecho.
— Ángel, va a conocer a su hijo por primera vez. No creo que tengamos que añadir a la situación tener a mi novio por aquí. Ahora, por favor solamente déjame hacer lo que pienso que es mejor.
— Te daré una hora.
— ¡Ángel! ¿Realmente vas a estar de pie allí y darme un plazo limitado? — preguntó entre dientes.
Ángel miró fijamente a Buffy mientras ella estaba de pie delante de él, bullendo por la cólera. Él sabía que si persistía con la conversación, sobrepasaría algunos límites muy serios. En el último momento, comprendió que no valía la pena.
— Bien — refunfuñó, actuando como un niño malhumorado.
— Tendré mi teléfono móvil encendido, y quiero que me llames el segundo en que él se marche.
Buffy arqueó una ceja en su dirección, pero finalmente cedió. Mientras Ángel no estuviese allí cuando Spike llegase, no importaba lo que pasaría después que Spike se fuese.
— Bien — ella estuvo de acuerdo — Pero necesito que te vayas ahora — dijo ella, girando para recoger algunos juguetes dispersados sobre el suelo.
— Tienes mucha prisa por sacarme de la casa, ¿no? — dijo Ángel con escepticismo.
Buffy suspiró, haciendo rodar sus ojos y girándose para afrontarlo otra vez.
— ¿Qué estás insinuando exactamente, Ángel? — preguntó, cruzando los brazos y mirándolo airadamente.
Comprendiendo que era mejor controlarse antes de que las cosas se le fueran de las manos, dio un paso hacia ella, poniendo las manos sobre sus hombros.
— Lo siento — dijo él suavemente – Solamente estoy preocupado por perderte.
— Pero tú lo sabías — dijo ella suavemente — Sabías cuando empezamos a salir que yo tenía un bebé y que Michael tenía un padre.
— Aunque no sabía que él estaría implicado — dijo Ángel silenciosamente, tratando de hacerla ver su punto de vista.
— Fue siempre una posibilidad. Y hoy se ha convertido en una realidad. Vas a tener que tomar algunas decisiones si esto te molesta tanto... si piensas que no puedes aguantarlo.
— Te llamaré más tarde — dijo él, dejando un beso suave sobre sus labios.
Buffy se separó antes de que él tuviera una posibilidad para profundizarlo, girándose y andando con él hasta la puerta.
— Adiós, Ángel
Veinte minutos más tarde, Buffy estaba dando a Michael su taza de zumo cuando oyó a alguien tocar en la puerta. Dejó a su hijo seguirla hasta la puerta, abriéndola para revelar a un Spike muy nervioso. Ella tuvo que reírse cuando él nerviosamente empezó a caminar hacia adelante y hacia atrás y, ella sabía que sin duda, desesperadamente deseaba un cigarrillo.
— Spike – dijo Buffy suavemente.
Dándose la vuelta para afrontarla, él le ofreció una sonrisa apretada.
— ¿Sabes que es prácticamente un bebé? — preguntó ella con una risa apacible — No tienes que preocuparte por impresionarle. Él básicamente sólo pensará, “OH, una nueva persona grande con la que jugar”.
Spike se rasguñó la nuca y asintió.
— Sí, es sólo que...
Él se calmó cuando miró por primera vez al niño que era una versión en miniatura de él. Spike podría haber jurado que estaba mirando sus propios ojos en aquella edad. Arrodillándose a su nivel, inclinó la cabeza, dedicándole al niño una sonrisa suave y el niño se aferró a la pierna de su madre.
— Hola, Michael – susurró Spike, no queriendo asustarlo. — ¿Eres un niño grande, verdad?
Michael respondió sosteniendo sus brazos en el aire para manifestar lo grande que era. Spike rió, impresionado con el gesto simple.
— Sí — Buffy estuvo de acuerdo con una risa – Eres taaaaaaan grande — Girándose para afrontar a Spike, le lanzó una sonrisa apacible – Entra Spike — dijo ella, quitándose del camino. Michael, todavía no seguro sobre este nuevo hombre, se quedó parcialmente oculto cuando Spike entró en la casa.
Buffy se giró para recogerlo, riendo cuando él enterró la cara en su cuello — Es asombroso – susurró Spike, viendo la interacción entre la madre y el hijo.
— Él solamente está un poco tímido ahora mismo. ¿Quieres cogerlo? — preguntó.
— No creo que me deje.
— No, sólo tiene que acostumbrarse a ti durante un minuto. Todo lo que tienes que hacer es acercarte a él durante unos minutos, y mientras él no grite, él te cogerá a ti.
Spike dio un paso más cerca, notando lo cerca que estaba de Buffy, cuando sintió los latidos del corazón aumentar en la proximidad. Michael despacio levantó la cabeza, mirando al nuevo hombre.
— ¿Sabe decir algo?
— Unas palabras: ‘hola’, ‘zumo’, ‘mama’...
— ¿Y ‘papá’? — preguntó agitado.
— No — dijo suavemente.
— ¿Ni siquiera con Ángel? — preguntó, prácticamente escupiendo el nombre del nuevo hombre en la vida de Buffy.
— Ángel no es su padre — susurró ella, Spike se aseguró de que lo miraba directamente a los ojos — Él es ‘tío Ángel’. Le aclaré desde el principio que él no llenaría la posición de padre.
— Solamente la posición de amante — refunfuñó bajo su aliento.
Buffy hizo rodar sus ojos.
— Genial, más mierda celosa entre chicos, eso es lo que necesitaba.
Calmándose cuando Michael ofreció sus pequeños brazos a su padre, Buffy no pudo evitar sonreír suavemente. Los ojos de Spike se ensancharon cuando tomó al niño de su madre, cogiendo su carne y sangre por primera vez.
Mordiendo su labio inferior para intentar contener las lágrimas, Buffy rápidamente parpadeó y miró hacia otro lado cuando Spike se giró hacia ella.
— Antes de que me olvide, esto es para ti — dijo él, sacando papel de su bolsillo.
Dándole una mirada curiosa, Buffy desdobló el papel y jadeó.
— ¿Spike?
— Es todo que yo habría gastado por Michael si hubiera estado allí desde el principio — dijo él, mirándola con cuidado.
— No – dijo Buffy, sacudiendo su cabeza y mirando fijamente al papel — Esto es mucho más de lo que habrías gastado. ¿Spike, dónde conseguiste esto?
— He estado ahorrando desde que te fuiste — dijo él encogiéndose, girando su atención otra vez a su hijo — Era lo menos que podía hacer. Sin discusión. Si hubiera sido capaz de llegar a ti, lo habrías tenido mucho más pronto.
— ¿Llegar a mí?
— Quise encontrarte — murmuró él — Pero sabía que si me mostrara antes de que estuvieras lista para verme, habría hecho más mal que bien.
— Probablemente tienes razón — susurró Buffy con lágrimas en los ojos – Gracias — Ella todavía miraba fijamente el papel en shock cuando el teléfono comenzó a sonar. Dándose vuelta para contestar, ella trató de recuperar el aliento.
— ¿Hola? – dijo en una voz ahogada.
— Hey, cariño— dijo Ángel.
— ¿Ángel? Ni siquiera ha pasado una hora.
— Lo sé — contestó él — Pero hice una reserva en Alessandro’s para esta noche, y quería asegurarme de que podías ir.
— Um... OK
— ¿Crees que tu madre puede cuidar al niño?
Buffy se giró, viendo como Spike estaba sentado sobre el sofá con Michael, el niño sobre sus rodillas y ambos riendo. Ella se rió de la demostración de amor.
— No te preocupes, tengo a alguien en mente.
CAPÍTULO 25: FALLING APART
Destrozada.
Buffy bajó la escalera, poniéndose los pendientes cuando vio a Spike. Estaba sentado en la sala de estar con Michael, y pareció mirarla casi ávidamente. Cambiando ligeramente bajo la atención suplementaria, ella no podía parar la emoción que cruzaba su interior.
— ¿Qué? — preguntó ella con una sonrisa, enderezando sus pantalones de color café.
— Estás guapísima, amor — dijo él suavemente, mirando el top color nata de cuello vuelto. Su pelo recogido excepto por algunos mechones que caían para enmarcar su cara parecía acentuar su belleza.
Buffy se ruborizó en la alabanza y alisó su top. Era en realidad una ropa muy modesta comparada con algunas otras cosas en las que él la había visto. Las mangas largas parcialmente cubrían sus manos, pero Spike no podía quitar sus ojos de ella.
Spike miró a Buffy caminar alrededor del cuarto, frunciendo el ceño de repente cuando se cruzó con su mirada. 'Ella parece tan mayor' pensó 'No parece vieja, solamente más madura'
Él comprendió, partiéndosele el corazón, que era él el que había causado aquella mirada. Él la había dejado sola cuando más lo necesitaba, y era su culpa que una chica de veinte años pudiese pasar por una de veinticinco.
— Eh, ¿por qué tienes esa cara? — Buffy preguntó con una sonrisa preocupada mientras se sentaba al lado de su hijo y su ex.
— Sólo estaba pensando — dijo él suavemente.
— ¿En qué?
— En ti.
— ¿En mí? — preguntó ella confusa.
Spike miró al niño, que estaba silenciosamente hojeando las páginas de un libro.
— No es importante —murmuró él.
— Yo creo que sí — dijo ella suavemente.
Ambos saltaron ligeramente al oír llamar a la puerta, segundos antes de que Michael se levantara de un salto y cayera sobre el estómago de Spike.
— ¡Oomph!
Buffy se rió cuando el niño se rió tontamente, luchando con su papá. Ella despacio se levantó, abriendo la puerta para Ángel.
— ¿Él está todavía aquí? – preguntó Ángel, señalando al Desoto aparcado delante de la casa – Han pasado horas.
— Va a cuidar a Michael esta noche.
— ¡¡¡¡¡¿Qué él va a qué?!!!!!
— El padre de Michael se queda con él esta noche — clarificó ella, dejándolo entrar para ver a los dos luchar jugando sobre la alfombra.
— Bien, ¿no es esto acogedor? — refunfuñó Ángel sarcásticamente.
Buffy disparó una mirada asesina antes de atropellar a su hijo.
— Spike, mi número de teléfono móvil está sobre la nevera al lado del de mi madre. Ella ha salido, pero dijo que la llamaras si necesitas algo, y volveremos a las nueve.
— Diez — dijo Ángel desde la entrada.
Spike miró airadamente al otro hombre antes de asentir a Buffy.
— Se acuesta a las ocho y no le des de comer nada más que la cena.
— Estaremos bien — contestó él, cogiendo a su hijo y llevándoselo a Buffy.
— Adiós, cariño — dijo ella suavemente, riendo cuando le dijo adiós con la mano — ¿Puedes darle un beso a mamá? – Spike sintió su corazón apretarse otra vez cuando Michael se inclinó adelante y dejó un beso en la cara de su madre. Ella se rió — ¡Qué beso tan bueno! —lo elogió mientras tocaba sus rizos arenosos rubios – Diviértete con papá.
Spike miró tristemente como Buffy salió hacia fuera la puerta del brazo de Ángel, echando un vistazo rápido ay ofreciéndole una sonrisa suave. ‘Ese debería ser yo' pensó, deprimiéndose más antes de que Michael le despeinara su pelo. Él se rió de las payasadas del niño poniéndolo en el suelo para hacerle más cosquillas.
— ¡Dios mío, Ángel! ¡Él es el padre de Michael!, ¡no es como si lo hubiese dejado con un asesino en serie!
Los dos habían estado discutiendo sobre Spike desde que se sentaron en la mesa. Esto vino después de un paseo muy tenso en el coche en el cual reinó el silencio.
— ¿Cómo sabes cómo va a actuar con Michael? — Ángel desafió, tomando un trago largo de su copa de vino.
— Porque lo conozco — declaró Buffy simplemente – Porque confío en él.
— ¿Confías en él más de lo que confías en mí?
Buffy comenzó a enfadarse y comenzó a apuñalar su comida con el cuchillo.
— ¿Es de tu incumbencia?
— Considerando que sales conmigo, sí.
— ¿De verdad quieres tener esta conversación ahora? Creía que ésta era una noche para relajarnos.
— ¡¡Lo era!! ¡Es decir, hasta que tú decidiste pasar el día entero con el blanqueado!
— Él no pasó el día entero conmigo, lo pasó con Michael. Realmente vas a tener que dejarte de gilipolleces, Ángel. Spike es el padre de Michael, y punto. Es mi decisión dejar a mi hijo con quien yo quiera.
Ángel se sentó en silencio y terminó de comer. Buffy apartó su plato, su apetito se había agotado completamente.
Joyce Summers salió de su coche cuando vio aparcar el Mercedes en la entrada. Se quedó atontada cuando la pareja normalmente feliz salió discutiendo sobre algo.
— Espero que no pensaras quedarte aquí — dijo Buffy, cerrando de golpe su puerta con tanta fuerza como pudo.
— Tengo una habitación reservada en un hotel.
— Bien, pues puedes irte ahora.
— ¿Sería un crimen querer ver cómo está Michael antes de marcharme? — Ángel preguntó en un tono burlón.
— ¡Gilipolleces! – gritó Buffy, haciendo a Joyce levantar las cejas mientras buscaba sus llaves, en realidad usándolo como una excusa para quedarse fuera un poco más — ¡Tú sólo quieres entrar ahí para discutir con Spike! ¡Mira, Ángel, si mi pasado te molesta tanto, puedes buscar a alguien que no lo tenga!
— ¡Al menos podría encontrar a alguien que no se haya tirado a su profesor de instituto!
La cara de Buffy se puso pálida de rabia y Ángel comprendió su error.
— Buffy, no quise decir eso.
— Si que lo hiciste — dijo ella en tono frío — ¿Por qué no ibas a querer decirlo? Es verdad.
— Buffy.
— Déjame en paz, Ángel. Realmente no quiero hablar contigo esta noche — dijo Buffy, girando para alejarse. Ella vio a su madre, dirigiéndole una sonrisa forzada antes de dar la vuelta a la casa para entrar en el patio trasero, deseando tener unos minutos para ella.
Ángel volvió a su coche y arrancó, mientras Joyce abrió la puerta de su casa. Ella vio a Spike sentado sobre el sofá haciendo zapping. Él se puso de pie cuando la vio.
— Señora Summers — dijo correctamente con una cabezada de saludo.
Joyce comprendió en aquel momento la clase de hombre que era Spike. Había cometido algunos errores en el pasado, pero era ante todo el padre de su nieto, y ella podría perdonar cualquier indiscreción en el pasado. Sobre todo considerando la escena que acababa de ver cuando entraba.
— Te lo dije hace mucho tiempo, Spike, llámame Joyce.
Su postura se relajó un poco y metió las manos en los bolsillos.
— Michael está dormido. Acabo de ir a ver como está. Buffy todavía no ha llegado.
— Sí ha llegado — dijo Joyce silenciosamente – Probablemente no tenga derecho a decirlo, pero ellos tuvieron una gran discusión.
El cuerpo de Spike se inundó con emociones diferentes.
— ¿De verdad? — preguntó, tratando de ocultar su tono lleno de esperanza.
— Ella parecía bastante afectada — dijo Joyce – Está en el patio trasero, y creo que necesita a alguien para hablar.
Spike dio a Joyce una sonrisa agradecida y agarró su abrigo.
— Creo que yo puedo hacer eso — dijo él, sintiendo su corazón apresurarse cuando anduvo hacia la puerta de atrás.
Él suspiró cuando entró en la cocina.
— No estropees esto, Spike — refunfuñó para sí mismo – Esta puede ser tu última oportunidad.
CAPÍTULO 26: LAST CHANCE
Última oportunidad.
Spike salió por la puerta de atrás despacio, viendo a Buffy de pie, unos pasos más allá. Tenía los brazos cruzados y estaba mirando fijamente hacia el jardín.
— Hola, Spike — dijo ella suavemente, llenando sus labios con una sonrisa apacible.
— ¿Cómo sabías que era yo, amor? — preguntó Spike con una sonrisa dando un paso para quedarse a su lado.
— Siempre sé cuando eres tú — susurró, haciendo que él la mirase.
Él la miró fijamente durante un momento largo antes de hablar.
— ¿Cuándo creciste tanto?
Buffy le dio una sonrisa y sacudió la cabeza. – Supongo que cuando Michael nació. ¿Es algo malo?
— No — dijo Spike rápidamente — Es sólo que ahora eres tan diferente. La misma chica por la que me sentí atraído desde el principio, pero no...
— Pero ya no soy una chica — terminó ella para él, brevemente echando un vistazo para ver su pensativa cara.
— Sí – dijo suavemente.
— Tuve que madurar mucho en un período corto de tiempo — dijo ella, mirando al suelo.
Spike asintió y se quedaron en silencio.
— ¿Por qué desapareciste? — Preguntó él después de un minuto – Ni siquiera pude convencer a tu madre para que me dijera dónde estabas.
— Dejaste bastante claro que no querías estar conmigo — dijo Buffy silenciosamente – Y después dejaste claro que no querías el bebé.
Spike apretó su mandíbula frustrado.
— Yo siempre te quise – susurró él, negándose a hacer contacto visual mientras ambos miraban las sombras de la noche – Yo te quería y quería... quiero al bebé, pero era mucho para absorber y sólo no tuve el tiempo que necesitaba. Una semana más tarde te habías ido.
— Quise quedarme — susurró Buffy — Pero todo era demasiado difícil aquí. Todos los susurros y los chismes y los juicios. Tenía que ser capaz de hacer algo por mí.
— Vine a buscarte, ¿sabes? — Buffy finalmente se giró para mirarlo y él miró al suelo – Era... llegué tarde. Ya te habías ido. Spike se giró para mirarla con ojos tristes – De todos modos, lo siento... por todo.
— No lo sientas — dijo ella suavemente con un encogimiento leve – Yo no lo hago — Ella no pudo más que reír ante su cara confusa antes de seguir — Spike, tú me diste algo de lo que nunca me he arrepentido... ni un solo día. Ni un solo minuto. Incluso cuando pensé que no podía hacerlo más. Incluso cuando me sentía demasiado agotada para hacerlo... él lo hizo mejor. Cada pequeña patada que él me daba cuando yo estaba embarazada, el modo en el que se ríe... él es mi fuerza. Él es por lo que estoy aquí.
— Lamento no haber estado allí — dijo Spike en un susurro — Lamento no poder volver. Lamento haber actuado como un idiota. Ojalá hubiese dicho ‘a la mierda’ a todo lo que se ponía en nuestro camino y hubiese tratado de hacerlo funcionar. Tal vez entonces no estarías con...
Spike se calmó, no sabiendo si quería entrar en esa conversación esta noche.
— Puedes preguntar por él — susurró ella — Sé que probablemente sientes curiosidad.
— ¿Es bueno con Michael?
— No estaría con él si no lo fuera — contestó Buffy.
— Así que, ¿Aún estás con él?
— No lo sé — dijo ella con un suspiro, evitando los ojos de Spike — Tuvimos una pelea. La peor pelea que alguna vez hemos tenido, pero puedo imaginarme la tensión en la que está. Aunque no sea probablemente nada comparado con la tensión con la que tú y yo estamos tratando — añadió ella con una sonrisa.
Spike decidió dar al otro hombre el beneficio de la duda, incluso si él realmente lo odiaba.
— ¿Es bueno contigo?
— No estaría con el si no lo fuera — repitió Buffy con una sonrisa — No traería a alguien a la vida de Michael del que yo no...
— ¿Del que no estuvieses segura? — Spike preguntó, sintiendo su pecho apretarse.
— Sí – susurró ella, despacio sentándose sobre el escalón superior con un suspiro.
Spike suspiró, sentándose al lado de ella y apoyando los brazos sobre las rodillas.
— ¿Has estado...?
— ¿Qué? — él le preguntó con cuidado.
— ¿Has estado viendo a alguien?
— No — él dijo rápidamente, negando con la cabeza.
— ¿Por qué? — ella le susurró, oblicua.
— Porque nunca pude sacarte de mi mente. Estabas... estás en todas partes.
Buffy se miró las manos, mordiéndose el labio durante un momento antes de hablar.
— Yo no iba a hacerlo — susurró ella.
— ¿No ibas a hacer qué?
— Seguir adelante — ella murmuró – Éste no es el término correcto. No seguí adelante... Yo no podría. Pero él estaba allí y yo... yo necesitaba desesperadamente a alguien para estar allí. Necesitaba apoyo emocional y amistad y había todas estas voces en mi cabeza que me decían que no podía vivir mi vida esperando... — Spike la miró con cuidado, viendo las lágrimas en sus ojos.
— Esperándome — terminó él tristemente.
— Sí – susurró — Pero yo no podía esperarte y no quería que vinieras a buscarme al mismo tiempo — dijo ella, suspirando para tranquilizar sus nervios y mirando al cielo iluminado por las estrellas — Entonces traté de ser normal. O tan normal como una adolescente con un bebé puede ser. Tenía algunos amigos cercanos y ellos me consiguieron algunas citas que no llegaron a nada. Entonces este chico agradable llegó y él era... él era tu antítesis y aún así a veces él parece exactamente el mismo... ¿tiene sentido?
— Por supuesto – refunfuñó Spike.
— No quería nada serio — siguió ella – Sólo una cena y una película. Sólo una noche de paseo para divertirme y luego volver a casa con mi hijo, pero él era tan... y... probablemente no quieres oír esto — dijo ella, con una sonrisa suave.
— En realidad si — contestó él, queriendo saber lo que había sido de ella.
— Él era un chico agradable, trataba bien a Michael, él sólo...
— ¿Qué, amor?
— Él no era tú — susurró ella, el tono de su voz dejándole saber que era culpa de Ángel y no algo que ella estuviese buscando. El mismo tono también le dejó saber que lo que estaba diciendo no debía ser tomado como algo más que palabras. No era una invitación a volver juntos, ni siquiera una para abrazarla, era simplemente su modo de que Spike se diese cuenta que ella lo echaba de menos — Y luego me dijo que me amaba y...
Spike trataba desesperadamente reprimir sus emociones y conseguir bastante control para hacer su siguiente pregunta.
— ¿Lo amas?
Buffy miró fijamente a la oscuridad, suspirando y negando con la cabeza.
— No creo en el amor — susurró ella.
Spike se giró para afrontarla con incredulidad.
— ¿Qué?
— El amor es sólo un invento de la imaginación de la gente — dijo ella suavemente – Es sólo... lujuria y obsesión y miedo de estar solo lo que hace que la gente piense que están enamorados. Ya no soy una ingenua.
Spike se quedó shock por sus palabras.
— ¿Y tu familia?
— Creo en eso — susurró Buffy — Creo en el cariño de alguien por un eslabón de sangre, pero sobre lo de enamorarse... No creo que exista.
— Entonces... ¿me estás diciendo que lo que nosotros teníamos era lujuria, obsesión, y miedo? ¿Es eso todo lo que hemos tenido, Buffy?
Ella soltó una carcajada triste y negó con la cabeza.
— Nosotros no teníamos nada, Spike. Tú tenías una chica fácil y yo un cuelgue por un profesor.
— Tú no eras una “chica fácil” — dijo él, negando con la cabeza y alzando la vista al cielo durante un momento — Nunca pensé en ti de ese modo – Spike la miró, observándola fijamente durante un largo minuto antes de que ella se diese la vuelta para mirarlo a los ojos — ¿No crees que nosotros tuviésemos algo especial? —preguntó, temiendo su respuesta.
Buffy le lanzó una pequeña sonrisa.
— Lo que nosotros teníamos no era verdad — susurró ella.
— Creó algo que sí era verdad.
Buffy se quedó sentada en silencio, incapaz de discutir con Spike.
— Debería irme — murmuró él.
— Spike —dijo suavemente, levantándose cuando él se dio la vuelta para alejarse — Hay algo que tengo que saber — Buffy esperó hasta que él se girase para afrontarla antes de seguir – En el pasado, cuando nosotros estábamos... — Ella se calmó, tomando aire inestablemente — Es sólo... Recuerdo que creí que lo hice en algún punto, incluso si no lo creo ahora, y sólo necesito saber... ¿me amabas?
Mirándola fijamente con sus sentimientos claramente mostrados en sus ojos, él dio un paso adelante, despacio acariciando su cara con sus manos antes de dejar un beso tierno sobre sus labios. Cerrando sus ojos al sentir sus labios suaves contra los suyos, él de mala gana se separó, presionando su frente contra la suya
– Entonces... ahora... y en cada momento que ha habido en medio.
CAPÍTULO 27: DIFFERENT REFLECTIONS
Diferentes pensamentos.
— Entonces, ¿cómo ha ido? preguntó Gunn más tarde esa noche mientras veía a Spike terminar su cerveza – Supongo que no demasiado bien, ya que estás aquí conmigo en lugar de retozando en una cómoda cama con ella.
— No salió exactamente del modo que yo había planificado, Charlie — contestó Spike ásperamente.
— Estoy seguro de que no fue tan mal.
— Está saliendo con otro — refunfuñó él, mirando fijamente la botella.
Gunn le dio una mirada comprensiva.
— Tío, que mierda.
— Sí — Spike dijo suavemente.
— ¿Es serio?
— Han estado juntos durante un año – contestó Spike — Dobla la relación que yo tuve con ella, así que supongo que sí
— ¿Lo ama?
Finalmente levantando la vista para mirar a su amigo, Spike arqueó una ceja.
— ¿Acaso importa?
— ¿Eso es un no? — Gunn preguntó con una sonrisa.
Mirando hacia la barra, él se encogió.
Ella dijo que no cree ya en enamorarse — dijo con un suspiro.
Los ojos de Spike miraron a su amigo cuando Gunn comenzó a reírse de modo incontrolable.
— No creo que sea particularmente divertido, amigo – soltó Spike.
— Spike, hombre, no te das cuenta – respondió Gunn, intentando controlar su risa — ¿Cuánto tiempo estuviste con esta chica?
— Cinco meses – respondió Spike escépticamente.
— ¿Y el chico nuevo ha estado con ella un año?
— ¿Llegarás a alguna conclusión en algún momento de esta noche?
— Dijiste que se enamoró de ti cuando estabais juntos. ¿No debería sentir lo mismo por un hombre con el que ha estado mucho más tiempo?
Spike frunció el ceño e intentó descifrar lo que su amigo estaba diciendo.
— Ella era joven — Spike murmuró en respuesta – Era fácil de impresionar... no sabía si estaba enamorada de mí.
— También es joven ahora, Spike – dijo Gunn levantando las cejas – No significa que no pueda entender con quien quiere estar. Vosotros tenéis un niño juntos. Has estado enamorado de ella, ¿cuánto tiempo? ¿Y vas a rendirte? ¿Vas a dejar que la tenga otro hombre? ¿Qué ha pasado con el hombre que conocía que era capaz de luchar hasta la muerte por lo que era suyo?
— Si quisiera estar conmigo…
— ¿Qué haría? ¿Volver corriendo con los brazos abiertos? Spike, tú me dijiste lo que pasó. Rompiste con ella y luego la rechazaste. ¿Realmente esperas que vuelva contigo y que se arriesgue a que se le rompa el corazón otra vez? Vas a tener que hacer el primer movimiento. Llama a la chica y habla con ella.
— ¿Y pedirle qué? – preguntó Spike, perdiendo su temperamento. No podía controlar la situación y eso lo estaba quemando por dentro.
— Pídele que quede contigo. Busca un lugar que despierte muchos recuerdos felices entre vosotros.
— Esa sería mi clase en el instituto – respondió Spike con una sonrisa satisfecha.
— Vale, esa es más información de la que necesitaba.
Spike rió en silencio antes de responder.
— Concretamente sería sobre el escritorio… hay montones de buenos recuerdos en ese escritorio.
— Me estás matando, Spike – respondió Gunn, sacudiendo la cabeza antes de buscar en su bolsillo y sacar el móvil – Aún es temprano. Llámala – insistió firmemente.
Spike respiró hondo y cogió el teléfono, mirándolo fijamente durante un largo momento antes de finalmente marcar el número. Le dio a Gunn una cabeceada y se levantó, saliendo del bar para conseguir más privacidad.
— ¿Hola?
— Buffy
— ¿Spike? ¿Pasa algo? – preguntó nerviosamente.
— ¿Puedo verte esta noche?
— Yo… no lo sé, Spike.
— Por favor, Buffy — susurró, cerrando los ojos y apoyando la cabeza contra el muro – Ven a casa más tarde.
— No creo que sea una buena idea — susurró.
— Sólo quiero hablar sobre Michael.
— ¿Qué pasa con él?
— Por favor, Buffy — repitió, su voz haciéndose más necesitada – Necesito verte.
Buffy se quedó en silencio durante un momento, obviamente pensando en ella.
— Ok – dijo suavemente – Dame una hora… estaré allí.
Spike suspiró de alivio y sus labios se curvaron en una sonrisa.
— Gracias, amor.
Colgando el teléfono, Buffy sintió que una emoción empezaba a moverse despacio a través de su cuerpo. Se quedó sentada varios minutos más, insegura de por qué sentía tantas ansias por volver a ver a Spike. Mirando hacia arriba cuando oyó llamar a la puerta, intentó enfocar sus pensamientos.
— Cariño – dijo Joyce silenciosamente cuando ella le abrió la puerta – Ángel ha venido a verte.
— Y ahora mi noche está completa – murmuró Buffy, dejando caer la cabeza en sus manos – Dile que bajaré en un minuto.
— Ok – dijo Joyce silenciosamente.
Buffy se miró en el espejo. Pudo ver muchas expresiones distintas mirándola. La madre adorable, la novia atenta, y en alguna parte, enterrada profundamente, estaba la chica que había sido una vez. La chica que se quedó una tarde después de clase para aprender historia y acabó encontrando a un hombre al que llevaría para siempre en su corazón... y que la llevaría en su corazón para siempre.
Respirando hondo, se levantó, bajando las escaleras y viendo a Ángel esperándola con una mirada avergonzada.
— Vamos fuera – dijo Buffy suavemente, caminando hasta el porche.
— Vine para disculparme — dijo Ángel silenciosamente cerrando la puerta tras él.
— Supongo que yo también te debo una disculpa.
— Esto es mucho con lo que tratar para mí.
— Lo sé – respondió ella tragando fuerte – Pero es duro para mí, también – susurró con lágrimas en los ojos — Y necesitaba realmente tu apoyo y tú ni siquiera...
Ángel dio un paso hacia delante para consolarla, medio sorprendido cuando ella dio un paso atrás.
— Creo que necesitamos pasar algún tiempo separados – dijo suavemente, sin mirarlo a los ojos.
— Buffy…
— Es lo mejor, Ángel. Necesito tiempo.
— ¿Por Spike? – preguntó Ángel entre dientes.
— Por un montón de cosas – susurró.
— ¿Como qué?
— Es sólo... Ángel, no te quiero.
— Ya lo sé – respondió calmado.
— Y si nunca llego a amarte, ¿estarías bien con eso?
Era la misma conversación que habían tenido hace unos meses, pero ahora la situación era diferente.
— No lo sé – respondió sinceramente.
Buffy respiró hondo.
— Has sido muy bueno conmigo y con Michael… y no importa cómo, siempre serás bienvenido si quieres verlo...
Ángel respiró profundo, obviamente intentando controlar su temperamento y asintiendo.
Buffy sintió las lágrimas correr por sus mejillas cuando él se giró y se fue. Ella lo observó marcharse antes de decirle a su madre que se iba también. Decidió ir a casa de Spike, necesitando tiempo para sí misma.
CAPÍTULO 28: TURNING POINT
Momento crucial.
Spike paró su coche, sorprendido de ver a Buffy sentada en el escalón de la puerta. Su corazón se llenó de preocupación y saltó del coche corriendo hacia ella.
— Buffy, amor, ¿qué te pasa? — preguntó parando frente a ella.
— Estoy bien — respondió con una sonrisa apretada — Sólo necesitaba salir un poco temprano... coger un poco de aire fresco.
— Siento no haber estado aquí, no te esperaba tan temprano.
Spike le ofreció la mano, pero Buffy se levantó por sí misma, limpiándose los pantalones mientras esperaba a que abriese la puerta.
Manteniendo la puerta abierta para ella, él vio como entraba en la casa rápidamente, mirando a todos sitios mientras Spike entraba.
— ¿Qué pasa, preciosa? — preguntó cuando la vio mirar alrededor de la casa con aprehensión.
— Es sólo que no he estado aquí desde ese día.
Spike sintió su corazón apretarse cuando su mente recordó las palabras dichas aquel día.
Te he dado todo lo que tengo y... y aún no es suficiente.
Pero sí que lo era. Era suficiente, y él no podía decírselo. Era todo lo que alguna vez había deseado... ella era todo lo que había deseado.
— No debería estar aquí — susurró Buffy.
— ¿Por qué? — susurró él, dando un paso más cerca.
Buffy de repente comprendió lo cerca que estaban el uno del otro. Se dio cuenta de que la única luz de la habitación era la de la luna a que entraba a través de las ventanas de la casa, dejando una mezcla de sombras y luz de plata por toda la habitación.
Ella sintió su corazón acelerarse por la proximidad.
— Realmente no debería estar aquí — repitió girándose y alcanzando la manilla de la puerta. Spike cubrió su mano con la suya, causándole dejar de respirar cuando recordó la primera vez que él la había tocado de ese modo.
Nadie esperaba lo ocurrido.
Nadie esperaba que una historia así comenzase con algo tan estúpido, tan tonto. Que algo tan profundo y lleno de emociones hubiese empezado con un simple roce de sus manos.
Los recuerdos la inundaron, el beso, ambos en su clase, en su coche, en la cama juntos... su cama.
Cerrando la puerta de golpe, Buffy lo cogió del abrigo, golpeando sus labios contra los suyos. Los brazos de Spike al momento la rodearon por la cintura, reflexivamente apoyándola contra la puerta y rozando su lengua contra la suya, haciéndola emitir un suave gemido como si los dos años anteriores no hubiesen pasado nunca.
Apoyando su cuerpo contra el suyo, Buffy se separó de él cuando rompieron el beso. Spike sintió una momentánea sensación de pánico pensando que ella iba a abandonarle, antes de que ella le cogiera de la mano y lo condujera a la habitación.
— Buffy, no tenemos que hacer esto ahora — dijo en un susurro ronco, segundos antes de quitarle la camisa y los pantalones, dejándola sólo en un sujetador y un tanga.
— Y una mierda — respondió, volviendo a besarlo mientras le quitaba el abrigo.
Durante toda su relación él había sido el que llevaba el control de todo lo que pasaba entre ellos. Que ella tomase el control ahora, los estaba sorprendiendo a ambos, y sorprendentemente, poniéndole cachondo.
Spike cerró los ojos cuando ella le quitó el cinturón, dejando el cuero caer al suelo. El se quitó la camiseta y se desvistió lo más rápido que pudo.
— Buffy…
— No lo digas — susurró, dirigiéndolo hacia la cama — Sólo quiero sentirte — dijo en una voz entrecortada, mirándolo a los ojos mientras se quitaba el resto de la ropa. Dando un paso hacia delante, Buffy empezó a acariciarle, lamiendo sus, de repente, labios secos — he soñado contigo cada noche en estos dos años — dijo suavemente — tocándote, abrazándote, sintiéndote... por favor, déjame sentirte esta noche.
Su petición susurrada era demasiado para Spike, así que la puso suavemente contra la cama, dejando besos suaves por todo su cuerpo.
— Spike, ahora — Buffy gimió, arqueando su cuerpo contra el suyo, haciendo fricción — te necesito.
La respiración de Spike se intensificó y él se colocó entre sus piernas, deslizándose en ella con un empuje poderoso. Buffy gritó, arqueando su cuerpo contra el suyo buscando más contacto. Ambos se movieron juntos, sus cuerpos temblando después de estar sin el otro por tanto tiempo, teniendo que sentir la conexión entre ellos.
Ellos empezaron con un ritmo lento, estable, mirándose fijamente a los ojos y jadeando. Spike encontró sus labios en un beso apacible, manteniendo su cuerpo apretado contra el suyo, queriendo estar tan cerca de ella como podía. Separándose por un momento, Buffy respiró pesadamente cuando Spike quitó el pelo de su cara, manteniendo el contacto visual con ella.
— ¿Me amas? — susurró Spike, desesperadamente necesitando una respuesta.
Buffy lo miró con lágrimas brillando en sus ojos.
— Ya sabes la respuesta, Spike — dijo ella en una voz ahogada — Por favor no me hagas decirlo... es demasiado duro ahora mismo.
— Buffy, te amo — susurró él, hundiéndose dentro de ella y parando sus movimientos — Te amo — repitió él, necesitando que lo entendiera.
Él miró como las lágrimas corrieron bajo sus mejillas, su cuerpo temblando contra sus caricias calmantes.
— Te amo tanto — murmuró él, sumergiéndose en ella con la fuerza renovada, sintiendo su cuerpo arqueado contra el suyo — Nunca dejé... nunca dejé...
Él se calmó en un susurro cuando sintió sus músculos internos a su alrededor, provocando su liberación. El silencio llenó la habitación y se abrazaron el uno al otro, temblando por el placer que cruzaba sus cuerpos.
Spike abrazó fuerte a Buffy, rodando sus manos a lo largo de su piel.
— Tengo que saber qué sientes — susurró él en su pelo besando su frente, recordando que esta mujer era todavía la chica que una vez conoció, ella solamente tenía que comprenderlo otra vez — Tengo que saberlo — repitió él suavemente.
— Spike, yo…
Ella se paró cuando ambos oyeron un golpe ruidoso en la puerta.
— Bloody hell — Spike refunfuñó, no queriendo salir de los brazos de su amante.
Como los golpes persistieron, él salió de la cama lanzando un gruñido frustrado, buscando la ropa por el suelo. Con ira poniéndose sus pantalones y cerrando la cremallera de ellos, Spike no se molestó con el botón y volvió a Buffy, dándole un beso suave y pasando su mano a lo largo de su mejilla — Volveré en un minuto, amor.
Buffy asintió, una sonrisa tímida apareció sobre su cara cuando Spike dejó la habitación. Ella sintió su corazón pararse poco después cuando oyó los gritos de Spike. Considerando que había sido interrumpido, Buffy no estuvo sorprendida de oírlo perder los nervios. Lo qué la sorprendió más era que la otra voz que gritaba era la de Ángel.
CAPÍTULO 29: BACK AND FORTH
Una y otra vez.
Buffy prácticamente saltó de la cama y miró alrededor buscando su ropa. Podía oír la voz Spike hacerse aún fuerte mientras se vestía apresuradamente. Vaciló antes de salir de la puerta, no queriendo alertar a Ángel de su presencia, pero sabiendo que podría haber consecuencias desastrosas si dejaba a los dos hombres solos mucho tiempo.
Suspirando, Buffy abrió la puerta a tiempo para oír la voz enfadada de Ángel.
— ¿Por qué ese interés de repente por ella? ¡No has querido saber nada de ella ni de su hijo desde que la abandonaste!
— ¡Sólo porque no sabía dónde estaba, gilipollas! Quería a ambos en mi vida, pero no estaban aquí. ¡Soy el padre de Michael, no tú, así que deja de intentar llenar el vacío porque no me voy a ninguna parte!
Los ojos de Ángel se nublaron con la cólera. Estuvo a punto de responder cuando vio un movimiento detrás de Spike. Sus ojos se ensancharon cuando Buffy apareció, llevando la misma ropa que tenía en la cena, pero ahora ligeramente arrugada. Ángel comprendió todo cuando notó a Spike sin camiseta. El pelo de Buffy le caía libremente alrededor de sus hombros, pero recordó que lo tenía recogido hacía menos de una hora.
— ¡¡¡Tú, hijo de puta!!! — Ángel gritó, lanzando su puño contra Spike.
Spike rápidamente esquivó el puño, dándole un puñetazo en el estómago.
— ¡Parad! — Buffy gritó, no preocupándose por su propia seguridad y metiéndose entre los dos hombres.
Ambos se congelaron cuando la diminuta chica se acuñó en medio. Los hombres se miraron airadamente el uno al otro, pero se quedaron parados, no queriendo arriesgarse a dañar a Buffy sólo para pegarse.
— Parad los dos — dijo ella en una voz sorprendentemente tranquila, mirando hacia atrás y hacia adelante para asegurarse de que ninguno planeaba cualquier movimiento por sorpresa.
— ¿Qué haces aquí, Buffy? – preguntó Ángel, su mirada fija todavía nivelada sobre Spike.
— Yo podría preguntarte lo mismo — contestó ella, girándose para afrontar al hombre y cruzando los brazos.
— ¿Es por esto por lo que querías que rompiésemos? —Ángel le preguntó señalando a Spike — ¿Querías ‘rememorar’ un poquito?
— No – dijo Buffy suavemente – Esto fue un accidente.
Spike podía sentir su cuerpo tensarse en sus palabras, estrechando sus ojos cuando Ángel le lanzó una mirada asesina.
— ¿Podemos hablar? — Ángel pidió a Buffy en una voz suave, calmante, tocando su brazo con cuidado.
Buffy vaciló por un momento antes de asentir.
— Si – dijo silenciosamente, dándole una sonrisa a Spike antes de salir.
Buffy estaba apoyada contra el coche, mirando como Ángel caminaba a un lado y a otro frente a ella.
— Ha acabado... ¿verdad? – preguntó sabiendo ya la respuesta.
— Lo siento — susurró ella, sintiendo el dolor que le estaba causando.
— ¿Habéis vuelto? — Buffy echó un vistazo a la casa, suspirando
— No lo sé — dijo ella suavemente, realmente no sabiendo la respuesta a su pregunta.
Ángel asintió, antes de dar a Buffy un abrazo. Ella cerró los ojos, devolviéndole el abrazo y luchando para contener las lágrimas.
— Siento no haber podido darte lo que te mereces — susurró ella en una voz ahogada – puedes conseguir a alguien mejor que yo, Ángel.
— Eso podría debatirlo — dijo él con una risa suave — Aún me gustaría ver a Michael.
— En cualquier momento — ella fácilmente estuvo de acuerdo, retirándose para examinar sus ojos – Pase lo que pase entre nosotros, eres familia — Ángel visiblemente se relajó. Echaría de menos a Buffy, pero sabía que ella no lo amaba. Su miedo más grande consistía en no poder ver a Michael más.
— Gracias.
Spike estaba caminando por la sala de estar, rechazando el impulso de mirar por la ventana. Se estaba volviendo loco con las posibilidades diferentes que podrían pasar fuera. ‘¿Qué pasa si piensa irse con él?’ se preguntó, sintiendo el dolor que rasgó su corazón. ‘¿Qué pasa si esta noche fue sólo un error para ella?’ Después de unos minutos, él no podía aguantó más y agarró una botella casi vacía de whisky, agotándola en un trago largo. Le agradó la sensación de quemazón que le dio el líquido cuando fluyó bajo su garganta, haciendo que calmara la angustia que él sentía. Spike estaba agradecido por tener una distracción. Algo para impedirle pensar en la mujer que le gustaba hablar con su estúpido novio a no más que cincuenta metros de distancia.
Spike había abierto una nueva botella y había tragado una parte buena del alcohol cuando oyó la puerta finalmente abrirse detrás de él.
— ¿Spike? — Buffy susurró, colocándose detrás de él y arrastrando la mano por la piel desnuda de su espalda.
— Ella ha vuelto — dijo él con una ceja levantada, no confiando en él mismo para darse la vuelta y afrontarla – Pensaba que estarías a mitad de camino del hotel del cabeza buque.
— Se ha ido — dijo ella suavemente.
— ¿Y por qué no estás con él? — preguntó, tratando de disfrazar el dolor que sentía.
— Porque quiero estar aquí — susurró ella.
— ¿Por qué? — Spike preguntó, finalmente girando para afrontarla. Buffy se abatió en el alcohol que pareció flotar alrededor de él en olas. Sus ojos estaban vidriosos y él la miró con una emoción no identificada — Esto fue un accidente, ¿recuerdas? Esta noche fue solamente un accidente — siguió él, repitiendo las palabras que ella había dicho antes, prácticamente escupiéndolas para impedir a su voz romperse.
— Eso no es lo que quise decir — dijo Buffy suavemente.
— Pues quién lo diría — contestó él, el dolor que sentía era obvio de su voz.
— Todo lo que quise decir era que no planee el acontecimiento, no que no debería haber pasado.
— Sí, bien, eso no es lo que pareció — Spike dijo empujando su mano lejos de él – Parecías saber de lo que hablabas. Si esto es un accidente significa que... que es algo que no repetirías de ser dada otra posibilidad — Spike suspiró, mirando lejos de ella para que no viera las lágrimas en sus ojos – Creo que hemos terminado.
— Así que, hemos vuelto a esto — dijo ella, más para ella que para Spike mientras miraba al techo — Spike manda a Buffy y espera que ella haga exactamente lo que él dice. Bien, ¿adivinas qué? Ya no soy tu estudiante, Spike. Han pasado dos años, Spike... dos años muy largos, podría añadir. He cambiado. No te necesito dominándome y diciendo cuando puedo quedarme y cuando no. Es más, pretenciosamente, no te necesito.
Spike se abatió en sus palabras, girando para afrontarla.
— Buffy…
— ¡No! – gritó ella — No voy a hacer esto, Spike. No puedo hacerlo otra vez. Pensé que habías cambiado, pero eres todavía el mismo hombre al que le gusta que todo esté bajo su control y sus condiciones. Bien, no voy a seguir tus condiciones más. No estoy jugando según tus reglas. Y no voy a perder el tiempo más aquí, esperando a que te canses de mí.
— ¡Buffy, espera! — él llamó desesperadamente. Él había querido apartarla antes de que ella pudiera hacerle lo mismo. ‘Nunca se te ocurrió la idea de que ella quisiese estar contigo, ¡gilipollas!’ pensó él, queriendo golpearse por su estupidez.
— ¿Por qué? — preguntó, girando y abriendo la puerta — Me dices que me amas y luego ni siquiera me das el beneficio de la duda. Puedo ser la que se marchó, Spike, pero tú me dejaste mucho antes de que yo me fuese y odio ver como la situación se repite — dijo ella llorando — No quiero lanzártelo a la cara, y sé que eso es lo que hago, pero no pareces comprender lo duro que fue para mí. Sé que no fue justo llevarme a tu hijo. Sé que yo fui egoísta y sé que te hice daño. Pero lo que no entiendes es que a mí también me hizo daño — Buffy suspiró y se tragó sus lágrimas — Podemos compartir un hijo, pero supongo que me equivoqué cuando pensé que podríamos compartir nuestras vidas también.
Spike miró en shock cómo ella desapareció por la puerta, cerrándola de golpe detrás de ella. Sentándose en una silla cercana, la cabeza de Spike cayó sobre sus manos cuando el dolor de cabeza palpitante comenzó.
— ¿Qué he hecho?
CAPÍTULO 30: GROWING UP
Madurando.
Spike perseguía a su hijo alrededor del patio cuando vio a Joyce Summers aparcar en la entrada. Habían pasado cuatro días desde que Buffy lo había dejado, y Spike no la había visto o no había tenido noticias de ella desde entonces.
Joyce había llevado a Michael todos los días y había vuelto unas horas más tarde para recogerlo. Ella no había mencionado a Buffy, y Spike se había refrenado de preguntar por ella, pero esta vez no pudo resistirse. Le mataba saber que ella estaba tan cerca, y no poder tenerla.
‘Espero haberle dado suficiente tiempo para calmarme.’
Recogiendo a Michael, él anduvo hacia el coche de Joyce y saludó cuando ella apretó el paso.
— ¿Os habéis divertido? —preguntó, riendo cuando su nieto se rió tontamente y corrió hacia ella.
— Sí, hemos pasado un buen rato — dijo Spike con una pequeña sonrisa — Joyce, yo me estaba preguntando... bien, yo...
— ¿Vas a hacerme quedarme esperando aquí todo el día o vas preguntar por mi hija? — preguntó Joyce con una sonrisa suave.
Spike sonrió abiertamente, metiendo las manos en sus bolsillos.
— ¿Cuáles son las probabilidades de que me cerrara la puerta en la cara si fuese a verla?
— ¿Ahora mismo? Bastante bajas, considerando que no está.
— ¿Dónde está? – preguntó Spike, inclinando la cabeza y frunciendo el ceño confuso.
Joyce suspiró, poniendo a Michael sobre la tierra y mirando cómo él se escapó para agarrar una pelota de goma que estaba sobre el camino de entrada.
— Está en Chicago.
Spike refrenó cada impulso en su cuerpo para gritar, suspirando para tranquilizar sus nervios.
— ¿Qué hace en Chicago? — preguntó él en un tono aparentemente bajo.
— Tiene una entrevista de trabajo.
Spike sintió su corazón casi salirse de su pecho y le empezó a costar respirar.
— ¿Cuándo se fue?
— Hace unos días — respondió Joyce – Volverá esta noche.
No voy a quedarme aquí hasta que te canses de mí.
Las palabras de Buffy atormentaron a Spike y tuvo que cerrar los ojos.
— Ni siquiera ha terminado la carrera — murmuró, casi para sí mismo.
— Mi hermana tiene una amiga que tiene una galería de arte – explicó – Ella ha hablado de Buffy tanto tiempo, que su amiga quería conocerla. Está dispuesta a dejar a Buffy tomarse tiempo para terminar la carrera a media jornada en Illinois, si decidiera tomar su posición.
Joyce vio la expresión en la cara de Spike, al que se le había roto el corazón y le lanzó una mirada compasiva, cogiendo a Michael y poniéndolo en la sillita del coche. Girando para afrontarlo otra vez, Joyce le dirigió una pequeña sonrisa.
— Estará en casa a las nueve. Quizá podrías pasar y hablar con ella.
Spike tocó en la puerta más tarde esa noche sintiendo su corazón golpear contra su cuerpo. Él le lanzó a Joyce una sonrisa cuando abrió la puerta.
— ¿Ha vuelto? – preguntó suavemente.
— Acaba de llegar – dijo Joyce — Está arriba viendo como está Michael. Estaré en la cocina… deberíais ir a dar un paseo, coger un poco de aire fresco.
Spike vio la sonrisa en los labios de Joyce mientras ella se iba a la cocina. Segundos más tarde, se giró cuando oyó un sonido de arriba. Buffy bajó las escaleras despacio, mirándolo incrédula, como si no esperase verlo ahí.
Todo a su alrededor desapareció cuando sus ojos se encontraron. El mundo pareció desaparecer en una densa nube cuando se miraron, ambos sintiéndose mal cuando Buffy se acercó.
— No esperaba que vinieras — susurró.
Spike respiró hondo, luchando contra las ganas de abrazarla. Tan maravilloso como podría ser, él sabía que no resolvería nada. No les daría las respuestas que necesitaban.
— ¿Podemos dar un paseo? – susurró él.
Buffy asintió, abrazándose a sí misma mientras él abría la puerta para ella.
Caminaron varios minutos en silencio hasta que él habló.
— ¿Te acuerdas de la primera vez que nos vimos?
Buffy se giro para mirarle con una sonrisa en la cara.
— Fue en el instituto cuando Snyder nos estaba echando la bronca por algo estúpido. No lo oí porque estaba un poco demasiado distraída por el nuevo profesor sexy que estaba haciendo tour por el instituto.
Spike sonrió en el recuerdo — Y yo me noqueaba a mí mismo por tener pensamientos impuros con una estudiante — Su risa despacio se descoloró cuando pareció recordar algo — Nadie nunca me ha cautivado del modo que tú lo has hecho — susurró, echándole un vistazo mientras siguieron andando – Te quería tanto... de tantas maneras...
— ¿Qué maneras? — Buffy preguntó en confusión.
Spike se paró, su pregunta resonando en su cabeza con tanta incertidumbre. Él despacio la giró para afrontarla antes de hablar.
— ¿Pensabas que era sólo... sexual?
Buffy se mordió el labio, evitando sus ojos y asintiendo.
— La mayor parte del tiempo… si. ¿No era eso lo que pensabas? ¿No era eso lo que era?
— No – susurró Spike, sacudiendo su cabeza y mirándola, metiendo un mechón de pelo detrás de su oreja — Era algo tan inesperado que yo... era algo precioso de lo que me permitiste formar parte.
— ¿Qué estás diciendo?
— Nuestro primer beso... yo comencé a enamorarme de ti. Lo negué. Decidí que era por la lujuria, pero no lo era. Ése fue uno de los momentos más tiernos que alguna vez he experimentado en mi vida. Yo habría estado agradecido por cualquier cosa que pudiéramos haber compartido juntos, y cuando hicimos el amor...
— Yo no llamaría a nuestra primera vez juntos 'hacer el amor' — dijo Buffy con una sonrisa, tratando de aligerar el humor.
— Siempre que hemos estado juntos hemos hecho el amor — susurró él, examinando sus ojos antes de deslizar la mano detrás de su cuello y besarla.
Parando por un momento, su otra mano acarició su mejilla y sin apretar se unió con la otra detrás de su cuello.
— ¿Has tomado una decisión? — preguntó, sus ojos cerrados, tratando de resistir la profundidad de sus emociones.
— ¿Mi madre te lo ha contado?
— Sí — él dijo suavemente — Fue una sorpresa.
— Te lo habría dicho, pero...
— Lo sé, — susurró Spike — Nuestro último encuentro no fue exactamente del modo que yo había planificado — Él sonrió antes del reconsiderar su respuesta – Bien... la primera parte sí.
Buffy golpeó su pecho suavemente, sintiendo una emoción precipitarse sobre ella cuando sus manos se deslizaron hacia abajo a su cintura, tirándola más cerca.
— Sabes que si me voy, no mantendré a Michael lejos de ti. Lo sabes, ¿no?
— ¿Te vas a ir? — Spike preguntó, un temblor nervioso haciendo su camino por su voz.
— ¿Qué quieres que lo haga? – preguntó Buffy, sus ojos amplios cuando los miró.
Spike consideró su respuesta durante un minuto largo antes de suspirar.
— Quiero que seas feliz — susurró él, su mano arrastrándose sobre su mejilla — Me he llevado tanto de ti, que solamente quiero que seas feliz.
Buffy lo miró fijamente en shock.
— Spike, tú no te has llevado nada de…
— No vas a convencerme de lo contrario, Buffy — dijo él suavemente. Él suspiró antes de apretar sus labios contra los suyos en un beso de cariño, tentado de decirle todo lo que siempre quiso decirle cuando sus labios rozaron con los suyos. Retirándose, él presionó su frente contra la suya, controlando sus lágrimas cuando habló:
— Haz lo que te haga feliz, cariño.
CAPÍTULO 31: UNCHAINED MELODY
Melodía desencadenada
— ¿Entonces qué le dijiste? – preguntó Willow cuando Buffy le abrochó la espalda del largo vestido.
— No le dije nada — contestó Buffy — ¿Qué se suponía que debía decirle?
— Oh, no lo sé – dijo Willow, mirando a su amiga a través del espejo mientras se ajustó el velo — Tal vez... “He estado enamorada de ti desde que tenía diecisiete años, y es hora de que lo intentemos y lo hagamos funcionar ya que compartimos un hijo y todo”.
— No es tan fácil, Will — murmuró ella, sin hacer contacto visual con su amiga cuando Willow se giró.
— No se supone que debe ser fácil — dijo Willow en un tono apacible — Se supone que debe ser verdad. Nadie dijo nunca que la vida era fácil. Tienes que luchar por lo que quieres.
— ¿Pero es él lo que quiero? — preguntó Buffy con escepticismo — Fui capaz de vivir sin él durante dos años. Fui capaz de seguir adelante… de algún modo.
— De algún modo – contestó Willow — Esa es la palabra clave. En realidad nunca seguiste adelante, y Spike nunca lo hizo. ¿No debería eso decirte lo que él siente por ti?
— ¿Entonces, me estás diciendo que él me ama más porque comencé a salir con alguien y él nunca lo hizo?
— No – dijo Willow, sacudiendo su cabeza – Creo que lo que hiciste te dio la oportunidad de crecer y ver a quién querías. ¿Puedes imaginarte tu vida sin Spike?
Buffy la miró distante, una mirada lejana en sus ojos.
— ¿Qué pasa si lo intentamos y lo hacemos funcionar y aun así no sale bien? — ella preguntó suavemente — No puedo arriesgarme a que Michael sufra, y cuanto más crece, más difícil se hace.
— ¿Quieres mudarte a Chicago?
— No lo sé — dijo Buffy con un suspiro cuando pasó por una silla cercana, con cuidado de no arrugar su vestido — Es una gran oportunidad y es algo que nunca esperé. Sería estúpido no aceptarla, pero...
— ¿Pero? – Willow la incitó.
— Sería estúpido olvidar al padre de mi hijo, ¿no?
— No sé lo que quieres que diga, Buffy — contestó ella en un tono apacible – Tal y como yo lo veo, tienes una gran oportunidad esperándote, tomes la decisión que tomes — Willow volvió al espejo, cambiando su expresión — ¿Te importaría ir a comprobar cómo está Xander? ¿Ver si se ha escapado o algo?
Buffy se rió y se levantó.
— Sí, te veré en unos minutos.
— ¿Cómo te va, Buff? — Xander preguntó unos minutos más tarde mientras Buffy trabajó sobre su pajarita.
— Estoy bien — dijo Buffy con una sonrisa — Pero, mírate. Estás genial, Señor Estoy A Punto De Casarme — Su sonrisa se decoloró poniendo cara impresionada — ¡Oh, Dios mío! ¡Tal vez estás embarazado!
— Tal vez — Xander dijo con una sonrisa – No sé. Tal vez sólo es que estoy feliz — Buffy lo miró con lágrimas en los ojos y Xander inclinó su cabeza en la preocupación — ¿Llorando?
— Oh — dijo ella sorbiéndose los mocos – de felicidad, lloro de felicidad.
— ¿Llorando de felicidad? — preguntó con una sonrisa leve – ¿No estás llorando por la frustración de la pajarita?
Buffy parpadeó para eliminar las lágrimas y asintiendo, todavía trabajando con su pajarita – Sí, Feliz. Feliz por ti. Esto me hace feliz. Tú y Willow me dais esperanza. Es como si... vosotros dos fueseis la prueba de que hay luz al final de este túnel tan largo y repugnante.
— Te pasará a ti también, Buff — dijo él en un tono apacible – Ya verás como todo se resuelve.
— ¿Pensé que no querías que se resolviera? — preguntó con una sonrisa comprensiva.
— Bien, yo no estaba exactamente alegre de tu relación con un profesor de instituto — contestó Xander — Pero eres mayor ahora... y creo que realmente te ama.
— ¿Cómo lo sabes?
— Porque vi el modo en que él te miró la otra noche... y es el mismo modo en que yo miro a Will.
Buffy sintió lágrimas frescas en sus ojos cuando desesperadamente trató de parpadear para borrarlas, pensando en la cena de ensayo. Spike estuvo a su lado el tiempo entero como si tuviese miedo de que ella desapareciera... y probablemente lo tenía.
— Bien — dijo Buffy intensamente, tratando de cambiar el tema — Willow me matará si estropeo mi maquillaje. Así que, vamos a ver — siguió ella, mirándolo arriba y abajo — Yo diría que estás listo para casarte.
Xander asintió con una sonrisa y Buffy le dio un abrazo.
— Eres un chico decente, Xander. Espero tener la suerte de Willow alguna vez.
— La tendrás.
Buffy sonrió y dio la vuelta hacia la puerta.
— Por cierto — ella dijo, girando – Te quiero, Xand... ¡pero si le haces daño te mataré a palazos!
— Es bueno saberlo — dijo Xander con una sonrisa.
— Te veré allí, señor Harris.
Buffy cerró la puerta detrás de ella dejando la habitación, sorprendida de ver a Spike estar de pie allí con Michael. Los ojos de Spike se ensancharon mientras él miró el vestido negro. El escote mostraba a una cantidad impresionante de sus pechos.
— Estás guapísima — susurró él.
— Bien, tuve suerte — dijo Buffy tímidamente — Willow trató de ponerme un vestido radiactivo verde, pero le dije que sería el centro de atención durante la ceremonia si ella lo intentaba.
Spike se rió y Michael se retorció en sus brazos, tratando de alcanzar a su madre. Buffy tomó al pequeño niño, riéndose del esmoquin diminuto que llevaba antes de volverse hacia Spike – Tú también estás bastante bien — dijo con una sonrisa, mirándolo de arriba abajo.
Spike enderezó la corbata nerviosamente.
— Gracias – murmuró – Creo que están listos para empezar.
Cuando despacio bajaron al vestíbulo, Spike se paró a observar a la gente, todos en sus asientos esperando que empezara.
— Mejor me siento.
Viendo a Xander moviéndose hasta su posición, Buffy estuvo de acuerdo, sentando a Michael en el pequeño carro rojo, decorado con flores. Iban a llevarlo rodando por el pasillo, y Willow aún había sido previsible y había puesto un tazón de Cheerios a su lado y así no se preocuparía por la boda.
— Te veré en la recepción — dijo Buffy suavemente.
Spike estuvo a punto de responder cuando un ruido suave atrajo su atención al carro. Michael rió antes de señalar a Spike.
— Pa—pá — La boca de Buffy se abrió de repente y los ojos de Spike se ensancharon en shock.
— Sí, un poquito — dijo él suavemente, agachándose para dejar un beso sobre la frente de su hijo — Soy tu papá.
— Sí — ella estuvo de acuerdo con una sonrisa.
Buffy se sorprendió cuando sus labios se encontraron con los suyos en un beso apacible. Su mente se tambaleó, tratando de recordar si ésta era la primera vez que él la había besado en un lugar tan público. Ella rápidamente hizo a su cerebro trabajar con el piloto automático, dejando que las caricias suaves de sus labios la hicieran olvidar todo excepto el modo en que sus labios se sentían contra los suyos. Separándose un momento, Spike examinó sus ojos, lanzándole una sonrisa suave mientras su mano se arrastraba a lo largo de su mejilla.
— Resérvame un baile — murmuró él antes de alejarse.
Buffy tomó aire inestablemente cuando lo vio tomar su asiento.
— Siempre.
Spike estaba sentado en una de las mesas de la recepción, mirando fijamente a la pista de baile cómo Xander hizo girar a Buffy bailando. Era agradable verla ser feliz, libre de cualquier preocupación o responsabilidad durante unos minutos preciosos.
— Ella es más feliz cuando está aquí.
Spike se giró para ver a Willow para estar de pie detrás de él, sorprendido de que ella prácticamente leyera sus pensamientos.
— Señora Harris — él dijo con una sonrisa, estando de pie para dejar un beso casto sobre su mejilla – Felicidades.
— Gracias – dijo Willow, ampliando su sonrisa cuando ella vio a su marido bailar con su mejor amiga mientras ambos se reían tontamente — ¿Vas a luchar por ella?
Spike siguió su mirada fija.
- Considerando que el hombre con el que baila es un recién casado, no pienso que él plantee una amenaza verdadera — dijo con una sonrisa.
— Sabes perfectamente lo que quiero decir — dijo ella seriamente.
— No sé qué hacer — murmuró Spike, sus ojos nunca abandonando a la rubia.
— Ella necesita una razón para quedarse — Willow dijo suavemente.
Spike miró el baile de la pareja, una expresión triste sobre su cara.
— No puedo darle ninguna.
Willow con cuidado tomó su brazo, girándolo para ver a Michael reírse tontamente y correr por todas partes alrededor de la silla de Joyce. – No es verdad... sólo que los dos tenéis que verlo al mismo tiempo.
Spike sonrió, mirando las payasadas de su hijo
— Ahora, vete a cortarlos – dijo Willow, dándole un pequeño empujón.
— Se está divirtiendo, no puedo arruinarlo.
— Bien — dijo Willow con una sonrisa, recogiendo su vestido y entrando en la pista de baile — Yo lo haré.
Spike sacudió su cabeza con una sonrisa mientras Willow burlonamente empujó a Buffy lejos, todos ellos riendo. Las primeras notas de una canción lenta comenzaron, y Spike miró como Buffy puso una cara casi caprichosa, sus ojos despacio explorando el área.
Oh, oh my love – Oh my amor,
Oh my Darling – oh, cariño mío
I’ve hungered for your touch – he esperado tanto tus caricias
A long and lonely time - durante un largo, tiempo de soledad
Buffy se giró, encontrando los ojos de Spike al otro lado de la habitación. Le dedicó una amable sonrisa y él empezó a caminar hacia ella, ya sintiendo como se le cortaba la respiración cuando ella lo miraba.
And time goes by so slowly – Y el tiempo pasa tan lentamente
And time can do so much – Y el tiempo puede hacer tantas cosas.
Are you still mine? - ¿Todavía eres mía?
No hubo palabras cuando él se acercó, cogiéndola en sus brazos. Ellos se miraron el uno al otro antes de que Spike la rodeara por la cintura con los brazos, lanzándole una suave sonrisa. Buffy sintió su corazón palpitar contra su pecho cuando él cogió una de sus manos con la suya, llevándola a descansar sobre su corazón.
I need your love – Necesito tu amor.
I need your love – Necesito tu amor.
I need your love – Necesito tu amor.
God speed your love to me – que Dios envíe tu amor hacia mí.
Buffy suspiró cuando su mano empezó a trazar pequeños círculos sobre su espalda. Sus ojos nunca perdieron el contacto mientras ellos se movían juntos al ritmo de la música.
Lonely rivers flow- Los ríos solitarios fluyen
To the sea, to the sea – al mar, al mar.
To the open arms of the sea – a los brazos abiertos del mar.
Los murmullos de la gente desaparecieron, quedando solo la música y ellos.
Lonely rivers sigh – Los ríos solitarios suspiran
Wait for me, wait for me – Espérame, espérame
I’ll be coming home – Estoy yendo a casa
Wait for me – Espérame.
Spike luchó contra las lágrimas que venían a sus ojos cuando Buffy apretó su mano, entendiendo el significado que había tras el simple gesto.
Oh, oh my love – Oh mi amor,
Oh my Darling – Oh cariño mío
I’ve hungered for your touch – he deseado tanto tus caricias
A long and lonely time – durante un largo tiempo de soledad
Buffy despacio dejó caer la cabeza contra su pecho, moviendo su mano hasta que estuviera directamente sobre su corazón. Spike respiró hondo, cubriendo su mano con la suya, y besándola suavemente en la frente con los ojos cerrados.
And time goes by so slowly – y el tiempo pasa tan lentamente
And time can do so much – Y el tiempo puede hacer tanto
Are you still mine -¿Todavía eres mía?
Ambos levantaron los ojos para mirarse, sintiendo las emociones correr por sus cuerpos antes de que sus labios se encontraran en un beso tierno.
I need your love – Necesito tu amor.
I need your love – Necesito tu amor.
I need your love – Necesito tu amor.
God speed your love to me – que Dios envíe tu amor hacia mí.
God speed your love to me – que Dios envíe tu amor hacia mí.
Se separaron el uno del otro, acortando la respiración cuando las últimas notas de la canción desaparecieron en la distancia. Todo pareció despacio volver y ellos se quedaron abrazados, no deseando que el momento terminarse, pero sabiendo que era inevitable.
Se alejaron, la mano de Spike todavía unida a la de Buffy, dirigiéndola por el camino. No hicieron caso de las miradas curiosas que obtenían de la gente que los conocía como 'el profesor de historia' y ‘la amiga de Willow’
Buffy podía ver a su madre mirarlos, una expresión esperanzadora sobre su cara, obviamente queriendo que su hija fuera feliz. Spike se la llevó a una zona más aislada, girando para afrontarla. Él dejó a su mano despacio remontar a lo largo de la mejilla de Buffy antes de encontrar sus labios en un beso íntimo.
— Ven a casa conmigo esta noche — susurró él contra sus labios, sus yemas de los dedos rozando su piel expuesta.
Buffy no confió en una respuesta verbal y asintió, su cuerpo entero temblando con deseo y confusión.
Spike la acercó contra él, prácticamente rompiéndola por la fuerza de su abrazo. Ella lo agarró, sintiendo la desesperación inundarla mientras se abrazaban.
CAPÍTULO 32: MAKING IT COUNT
Lo que decir.
Buffy dejó a Spike llevarla a su casa más tarde esa noche. Ella alzó la vista y lo miró con ojos vidriosos, su cuerpo empezó a temblar cuando el cogió su cara en sus manos.
— ¿Te vas a ir? – susurró él.
Buffy miró hacia otro lado, sintiendo temblar su barbilla cuando asintió, deseando demasiadas cosas en aquel momento. Spike suspiró; se esperaba esa respuesta, pero aún así le arrancó el corazón cuando la oyó.
— Todo es diferente... tengo que irme — murmuró ella, deseando con toda su alma que él le dijese que las cosas no eran diferentes... que ella debería quedarse.
Tragándose el nudo de su garganta, él acarició su mejilla, una sonrisa triste sobre sus labios.
— Entonces vamos a hacer que esta noche sea inolvidable — susurró él.
Buffy dejó resbalar sus lágrimas cuando sus labios se encontraron en un beso sensible, intentando demostrar cuánto se amaban.
Separándose, ella podía ver las lágrimas en sus ojos cuando él la miró.
— Haz el amor conmigo — susurró él, mientras sus manos atravesaban su pelo. Buffy asintió, quitándose los zapatos antes de alcanzar su corbata para desanudarla con manos inestables. Despacio liberándola, ella la dejó caer al piso y sus manos deslizaron su chaqueta sacándola de sus hombros. Spike la miró con cuidado. Ella pareció estudiar cada movimiento que hacía, evitando sus ojos mientras despacio desabotonó su camisa, revelando su pecho muscular.
Tirando su camisa, él abrazó a Buffy en un gesto consolador. Sus manos atropellaron su pecho, disfrutando el sentido de él tan cerca de ella. Sus manos resbalaron para bajar la cremallera detrás de su vestido, abandonándolo en medio del suelo, dejándola en un tanga negro. Él sintió su aliento atraparse en su garganta, retirándose para mirar su cuerpo. Una vista de la que él nunca se cansaría... si se diese la posibilidad.
— Eres más guapa ahora que la primera vez que te vi — murmuró él, controlando sus manos a lo largo de la extensión plana de su estómago — Y no creí que fuera posible.
Buffy cerró los ojos cuando sus labios llegaron a su cuello, sus dientes que rozado su garganta y pellizcándola con cuidado. Ella despacio desabrochó su cinturón, aliviando sus pantalones bajo sus piernas mientras él quitó el resto de su ropa. Buffy lo besó a lo largo del pecho hasta alcanzar su hombro, mordiéndolo ligeramente antes de que Spike la cogiera, llevándola al dormitorio.
Dejándola sobre la cama, Spike miró fijamente a sus ojos durante varios minutos antes de que él despacio entrara en ella. Sus ojos se cerraron cuando él totalmente fue envainado dentro de ella, todavía incapaz de creer lo perfecto que era estar unido con ella.
Spike contuvo la respiración, retirándose ligeramente y enterrándose dentro de ella otra vez. Buffy se arqueó contra él, consiguiendo más profundidad mientras sus labios encontraron los suyos en un beso apasionado. Su mano pasó para acariciar su mejilla, sorprendido cuando sintió las lágrimas mojadas contra sus yemas de los dedos.
Sus piernas se abrazaron alrededor de su cintura, queriendo hacerlo olvidar todo.
— Solamente siénteme — susurró ella, quitando sus lágrimas cuando sus ojos conectaron — No pienses — murmuró ella, pasando sus labios por toda la piel que encontraba — No pienses en nada... sólo siénteme.
Spike sintió su respiración intensificarse, cambiando su peso para sumergirse en ella en un nuevo ángulo. Él se dobló más abajo, tomando uno de sus pezones en su boca y arremolinando su lengua alrededor de él. Buffy prácticamente saltó de la cama, arqueándose contra su boca y su cuerpo.
— Sí – susurró ella, sus manos sosteniendo su cabeza en el lugar, sintiendo una nueva emoción correr por ella cuando él la abrazó, sosteniéndola incluso más cerca.
Buffy jadeó cuando sintió sus dientes rozar la punta empedernida, sus dedos cavando en su pelo cuando un temblor sacudió su cuerpo. Su respiración se intensificó cuando disminuyó el paso, empujando más fuerte nuevamente.
Volviendo a sus labios con un rastro de besos, Spike se retiró para mirar en sus ojos antes de que ellos entraran en contacto.
— Eres asombrosa — dijo él en un susurro ronco, sus movimientos nunca reduciendo la marcha mientras sus labios se encontraron en un beso ardiente.
Buffy prácticamente separó sus labios y gimoteó.
— Más fuerte — ella susurró — Por favor, Spike... más fuerte.
Spike cerró los ojos, tratando de aguantar su orgasmo antes de sumergirse en ella, golpeando sus caderas contra las suyas.
— Ya llego — susurró Buffy, su voz que toma una calidad desesperada cuando desesperadamente encontró sus empujes con la misma pasión
— Mírame, preciosa — murmuró él, bombeando en ella mientras sus ojos se cerraron antes de que él saliera y se sumergiera en ella con un empuje poderoso.
— ¡¡¡SPIKE!!! — Buffy gritó, apretando su interior a su alrededor, segundos antes de que su punto culminante la abrumara.
— ¡Buffy! – gimió él, sus caderas todavía contra las suyas cuando él prácticamente explotó dentro de ella.
Ambos se abrazaron, mirando fijamente a los ojos del otro cuando trataron de regular su respiración. Sus labios se encontraron en un beso sensible, Spike tirando a Buffy más cerca de él, no queriendo dejarla ir, aun cuando él estuviese todavía dentro de ella mientras sus manos resbalaron alrededor de su cuello, sosteniéndola en el lugar. Despacio separándose del beso, él presionó su frente contra la suya, examinando sus ojos.
— Creo que sólo hemos empezado, amor — susurró él, sus manos aferrándose a sus caderas mientras Buffy comenzó a sentarse sobre él, despacio aumentando el ímpetu.
Buffy se apoyó hacia adelante, presionando su pecho mientras sus labios besaban su mandíbula.
— Espero que no pensaras dormir esta noche — dijo ella con una sonrisa.
Spike sintió su sonrisa extenderse por sus labios, sus brazos rodeando su cuerpo.
— Tengo planes — dijo él en un susurro ronco — Pero te lo garantizo, no implican el dormir.
— ¿No fue bastante para que la noche fuese inolvidable? — Buffy preguntó silenciosamente, controlando su mano a lo largo de su pecho.
Spike cerró los ojos. Él no quería nada más que olvidar lo que iba a pasar en el futuro cercano, tomando a Buffy con él. Sus ojos se ensancharon cuando ella lo sintió comenzar a endurecerse dentro de ella cuando ella se sentó encima, colocándose a horcajadas sobre su cintura.
CAPÍTULO 33: WHAT HAPPENED
¿Qué ha pasado?
Apoyándose contra la pared, Spike miró fijamente hacia fuera de la ventana en su patio trasero. El sol se estaba poniendo, y él podía sentir su corazón romperse. Buffy se iba hoy. Spike desesperadamente necesitaba una bebida, pero habían decidido que Michael se quedaría con él hasta que ella se instalara en Chicago, y Spike nunca bebería con su hijo en la misma casa.
Él miró como los rayos finales de luz se cayeron del cielo, abandonando el mundo que mira nebuloso y cano. Dejando la nebulosa y cana vida de Spike. Él nunca se había sentido tan perdido, ni siquiera cuando averiguó que Buffy se había ido. Ahora ella se había ido otra vez, y no había nada que pudiese hacer para cambiarlo. Ella había tomado su decisión, y él no era lo que ella quería.
FLASHBACK
DOS HORAS ANTES
— ¿Estás segura de esto? – preguntó Spike, sosteniendo su cara con las manos mientras ambos reprimían las lágrimas.
— No — dijo ella con una sonrisa suave mientras se encogía – Esa es la cosa.
Spike cabeceó, sintiendo un nudo demasiado familiar en su garganta.
— Te veré en una semana, cuando traigas a Michael — dijo ella suavemente — Todo se resolverá.
— ¿Incluso nosotros?
Buffy miró hacia otro lado, mordiéndose el labio.
— ¿Hay un “nosotros”? – preguntó ella, sinceramente insegura sobre la respuesta — ¿Es lo que quieres?
— Te amo, Buffy — susurró él, evitando la pregunta completamente antes de correr sus manos por su pelo y dejando un beso sensible sobre sus labios.
Ellos se separaron por un momento, lágrimas en los ojos de ambos.
— Yo también te amo.
Spike miró lejos, dejando a sus manos desaparecer de ella e inmediatamente jugando en la soledad. Él no podía pedirle quedarse. Él no podía pedirle dejar lo que ella quería, solamente por sus propias necesidades egoístas. Pero esto todavía no le decía por qué las cosas terminaron del modo que terminaron.
FIN DEL FLASHBACK
— ¿Por qué tienes que irte? Susurró él, mirando fijamente en el patio trasero, pero no viendo nada.
— Porque las cosas se deshacen.
Spike se congeló cuando oyó su voz. Él quiso hacerla girar y mirarla. Él quiso correr hacia ella, pero él no podía. Tenía tanto miedo de que no fuera verdadera que cerró los ojos, congelados en el lugar, despacio girando para verla apoyarse el marco de la puerta a la sala de estar. Él se quedó mudo y ella siguió.
— Se deshacen con tanta fuerza. No puedes sólo... volver a lo que era.
— ¿Buffy? — él susurró, inclinando su cabeza mientras ella despacio se apartó del marco de la puerta para acercarse a él — ¿Estás bien?
— Lo siento, es sólo... lo sabes, requiere tiempo — susurró ella, acercándose a él – no puedes sólo... decirme que quieres que yo sea feliz y que me amas y todavía esperar—
Spike al piso que sintiéndose culpable.
— Lo sé.
Él tenía muchas ganas de ir, cerrando la distancia que los separaba, pero él sabía que no podía. Ella estaba aquí por una razón, y él no quería espantarla.
— Hay tanto que arreglar... — dijo ella suavemente – Tenemos que recuperar la confianza... por ambas partes.
Spike miró lejos, sintiendo su garganta cerrarse en lo que ella implicaba. Él despacio levantó sus ojos para mirarla y ella siguió.
— Tienes que aprender... si somos aún las personas que éramos, si podemos caber en la vida del otro. Es un proceso largo, importante y... ¿no podemos sólo saltárnoslo?
Los ojos de Spike se ensancharon cuando ella vino para estar de pie delante de él.
— ¿Puedes sólo besarme?
Una breve sonrisa se plasmó sobre la cara de Spike antes de que sus manos pasaran por su pelo, tirando sus labios contra los suyos en un beso apasionado, corriente de lágrima bajaban por sus mejillas mientras sus labios dieron el uno al otro lo que ellos necesitaban.
Separándose después de un momento, las manos de Spike fueron a la deriva bajo sus brazos para juntarse con las suyas.
— ¿Qué pasa con el trabajo?
— Ven conmigo — susurró Buffy, mirando profundamente en sus ojos.
— ¿Qué?
— Ven conmigo — repitió ella – Los tres solos... Spike, podemos ser una familia... como debemos ser.
— ¿Es por eso por lo que has vuelto? – preguntó Spike, sosteniendo su aliento como y esperando su respuesta.
— He vuelto... no podía marcharme otra vez sin ti. Volver a empezar... tabula rasa, si es lo que quieres.
Spike suspiró de alivio, descansando su frente contra la suya.
— Nunca he querido nada más.
Él despacio trajo su mano hasta sus labios. Hizo una pausa de segundos antes de alcanzar sus labios, mirando fijamente en el anillo de diamantes sobre su mano derecha.
— Aún lo tienes — murmuró, mirando el anillo de la eternidad.
— Desde luego que todavía lo tengo — dijo ella con una sonrisa.
— Pensé... ya que yo no mantuve aquella promesa...
— ¿Qué promesa? — Buffy preguntó, frunciendo el ceño y mirándolo.
Spike levantó sus ojos para mirarla.
— Estar contigo para la eternidad.
Los ojos de Buffy se ensancharon.
— ¿Lo sabías? ¿Todo este tiempo sabías el significado del anillo?
— Por supuesto que sí – contestó Spike, sus brazos rodeando su cintura para tirarla más cerca — ¿Pensabas que te regalaría algo así sin saber el significado?
Buffy lo miró fijamente en el asombro.
— Vas a mantener la promesa ahora, ¿verdad? — ella preguntó con una sonrisa.
— Tan pronto como lo hagamos oficial.
Buffy sintió su corazón golpear contra su pecho cuando Spike presionó sus labios contra los suyos, tirándola todo lo cerca posible.
Separándose, Spike examinó sus ojos.
— ¿Podemos hacerlo? — él susurró.
Buffy rió, dejando a su mano arrastrarse a lo largo de sus bíceps.
— ¿Qué piensa, Señor Bradley?
— Pienso que hemos esperado demasiado tiempo, señorita Summers — susurró él, una sonrisa encendiendo sus rasgos, antes de que sus labios se encontraran en otro beso.
Esta historia no empezó con lujuria. Por supuesto que no. Al contrario de lo que mucha gente cree, la pasión no vino hasta más tarde; aunque la atracción estuviese siempre allí. El deseo, la excitación... sólo fueron efectos colaterales de lo que realmente ocurrió; de lo que realmente se estaba cociendo bajo la superficie... su amor por el otro.
FIN