Bloody noche de Halloween! - Universo alternativo
Es noche de Halloween. Buffy y sus amigos van a un castillo a pasar la noche. Pero de todo lo que puede pasar, ocurre lo peor que Buffy podía imaginar: los va a acompañar su peor enemigo en el instituto.
Capitulo 1
- ¿Ir a un castillo encantado en Halloween? Tú estás pirado, Xander. Mejor nos quedamos aquí, en el Bronze como todos los años.
- Vamos Buf, es una oportunidad. Todo el fin de semana para nosotros solos. Tú, yo, Anya y Willow. Tengo un libro de historias de terror y unos colmillos de pega de vampiro. Nos vamos a divertir.
- Si Buffy. A Xander le ha costado mucho trabajo conseguirlo. –dice Anya.
- Le quitó las llaves a su padre, que es agente inmobiliario. ¡Menudo esfuerzo!
- Yo también creo que es buena idea, Buffy. Aunque seremos muchas chicas y un solo chico, si aparecen fantasmas o un asesino en serie…
- Saldré corriendo y os dejaré solas-interrumpe Xander- es broma. ¿Y si invitáramos a otro chico más? Alguien duro, fuerte, que no le tema a nada…
- ¿...Andrew?-termina Anya.
- Spike –Todos me miran como si hubiera dicho una barbaridad- ¿Qué? Es simpático y el más macarra del instituto. No creo que ningún fantasma se atreva a asomarse estando él. Da miedo.
Buffy niega ostensiblemente con la cabeza y toma un poco de refresco con la pajita.
- Por eso. No quiero a Spike cerca de mí. El otro día apagó su cigarrillo en mi libro de mates, y le quemó un ojo a la foto de Brad Pitt.
- Normal, le llamaste capitán peróxido delante de todos. Da gracias que le diera por el bueno de Brad, si no te veo con un parche de pirata.
- ¡No sé por qué le defiendes tanto, Xander! A ti también te caía mal al principio.
- Ahora jugamos en el mismo equipo de béisbol, y somos amigos. Me ayudó en el examen de historia.
- Suspendiste ese examen, Xand.-dice Anya sonriendo- os pasasteis toda la tarde hablando de tías y fútbol en vez de estudiar.
- La intención es lo que cuenta. Mirad, ahí llega ¿le digo algo?
- ¡¡¡No!!! –salta Buffy tan alto que hace que el rubio se gire hacia nosotros.
- Votemos. ¿Quién está a favor de que Spike venga?-Xander levanta la mano y Anya y Willow también. –Acordado por mayoría. Ahora vengo.
Xander se va feliz hacia el rubio estúpido ese, que está sentado en la barra bebiendo Dios sabe qué. Lo odio. Y él a mí.
- Hola Spike.
- Hola Xander. Veo que está toda la bloody pandilla reunida. ¿Es el cumpleaños de alguien?
- No, solo pensábamos que hacer en Halloween. ¿Tienes algún plan? ¿Vas a salir?
- No. Solo los pringaos salen en Halloween. Me voy a quedar en casa trabajando en mi maqueta.
- ¿Haces barcos?
- Rock. Maqueta de Rock. Voy a formar un grupo con unos amigos. Ensayamos en mi casa, en el garaje.
- Nosotros vamos a un castillo en el norte. Dicen que está encantado y que tiene fantasmas, ¿Por qué no vienes? Estaremos todo el fin de semana.
- ¿Va miss "cubito de hielo"?
- ¿Quién?
- Buffy. Esa rubia desagradable y engreída.
- Si te digo que si, ¿Vendrás?-pregunta con miedo.
“un fin de semana en un castillo supuestamente encantado, pudiendo gastarle putadas a la enana estúpida esa… no es mal plan”-piensa Spike.
- Está bien. Iré con mucho gusto. ¿Cuándo salimos?
- Mañana por la mañana a las nueve en la parada de autobús. Ya que no tenemos coche.
- Yo sí. Quedamos en el parque a las diez. No me gusta madrugar. Yo os llevo.
- OK. Genial. ¿Vienes a la mesa?
- Claro. Me va a encantar ver la cara que pone la rubia cuando lo sepa.
Me dirijo a la mesa con Xander. Llevo mi mejor sonrisa irónica de mi extenso repertorio. La odio, se atrevió a llamarme capitán peróxido, la muy zorra. Ella que lleva tinte hasta en las cejas…
- Tengo una buena noticia sobre Spike, chicas-dice Xander señalándome.
- ¿Se va a mudar a Canadá?
Hago una mueca despectiva y enciendo un cigarrillo, echándole todo el humo a la cara, haciendo que tosa ruidosamente.
- Si vuelves a echarme ese humo apestoso a la cara, te meto el cigarro por el…
- ¡Buffy por Dios! Ha sido sin querer, ¿Verdad Spike?
- No.
- Bueno, es igual. Spike viene con nosotros a la fiesta.
- Entonces yo no-dice Buffy sonriéndome con malicia.
- ¿Me tienes miedo, enana? ¿Crees que te voy a morder en medio de la noche?
- No, es que no soporto verte dos minutos seguidos, menos todo un fin de semana.
- Eso se lo dirás a todos, encanto.
- No me llames encanto, no soy nada tuyo.
- Ni ganas. ¿Sabes qué? Mejor que no vengas, así estamos pares para jugar al póquer.
- Oye, tú no eres quien para decir que no vaya. Si quiero ir voy.
- Por mí como si cantas ópera. Me la suda.
- ¡Cerdo!
- ¡Frígida!
- ¡Basta chicos! Parecéis críos. Iremos todos y nos comportaremos como adultos-media Xander.
- Mira quien fue a hablar…el que se lleva su osito de peluche hasta cuando vamos a echar un polvo en el motel.
- ¡Anya!
- ¡Menudos frikkies estáis hechos! Hasta mañana.
Salgo del local no sin antes dirigirle otra mirada a la rubia, que me mira echando chispas. Le lanzo un beso con la mano desde lejos y ella me levanta el dedo corazón a modo de saludo. Este fin de semana va a ser divertido.
Capitulo 2
Llegamos los cuatro a la hora convenida. Spike está apoyado en su coche, fumando, de forma chulesca. Lleva puesto su inseparable abrigo de cuero y sus pantalones negros. Y por supuesto, las uñas pintadas de negro...y ¿los ojos?
- Buenos días, Spike. ¿Todo listo?
- Sí. He llenado el depósito, pero tendremos que parar por el camino para comprar comida y cervezas.
- Nada de alcohol, somos menores.-dice Buffy de forma muy enérgica.
- Y tonta, por lo que veo –Vuelvo a girarme hacia Xander-como te iba diciendo tendremos que parar.
- No hay problema. Anya parece mayor, ella comprará las birras.
- Y los condones. Solo llevamos una caja de doce.
- ¡Anya, cierra la boca!
- Déjala Xand. Me gustan las chicas directas y naturales, animan el día. Bueno, ¿Guardamos el equipaje?
Voy hacia el maletero y lo abro, sin mirar ni siquiera a la rubia. Después de acomodar todo dentro lo cierro y me siento dentro. Xander y Anya ya están dentro, y Buffy y la pelirroja se pelean por sentarse atrás.
- Tenéis un minuto para decidiros, después de eso, arranco y os vais andando.
- Yo es que me mareo delante. Es un viaje largo y con muchas curvas, te vomitaría sobre el abrigo…-dice Willow con un hilo de voz.
Me vuelvo como un rayo hacia la rubia y señalo el asiento del copiloto.
- Tú Summers, sube al coche de una jodida vez.
- Ni muerta voy a tu lado. Apestas a tabaco.
- Y tú a colonia barata de zorra y no me quejo. ¡Sube!
- ¡Imbécil!
- ¡Tarada!
Willow se apresura a subirse atrás con una sonrisita de triunfo. Buffy bufa y se sienta a mi lado dando un portazo al cerrar la puerta. Toma el bolso contra su pecho y lo aprieta.
- Chicos, intentemos llevarnos bien, ¿Ok?
- Eso Buffy. Relájate un poco. Estás muy estresada desde que Ángel te dejó y se largó con tu amiga Cordelia. Tú lo que necesitas es un buen…
- ¡Anya!
- Rato de diversión ¡Harris, nunca me dejas hablar!
Lanzo una risita por lo bajo y Buffy me mira con ganas de tirarse a mi cuello. Nos ponemos los cinturones y comienzo a conducir.
Después de un par de horas, Anya se queda dormida, por suerte, y nos deja escuchar la música de la radio. Lo único que se coge es una cadena de música asquerosamente romántica, pero es mejor que escuchar la voz chillona de la novia de Xander.
Todos se han dormido. Así que aprovecho la ocasión para mirar a Buffy. Lleva puestos unos pantaloncitos cortos blancos y una camiseta de tirantes azul claro. El pelo lo lleva recogido en una coleta alta. Es preciosa, pero muy antipática, si no…
Al tomar una curva su cabeza cae sobre mi hombro. Estoy tentado de apartarla, pero en esa posición su camiseta se ahueca y me muestra una vista formidable de su sujetador transparente. Los vaqueros se me hacen incómodos de pronto, así que vuelvo mis ojos hacia la carretera, no sea que nos estrellemos.
Una hora después llegamos a la estación de servicio donde dijo Xander que podríamos comprar las cosas. Buffy sigue apoyada en mi hombro. Me sería tan fácil besarla ahora…
- ¡Eh Summers, despierta! -digo dándole una pequeña galleta en la cara- tengo el bloody brazo dormido.
- ¿Quéee? –Ella se percata de donde está apoyada y antes que se retire, abro la puerta del coche y salgo, haciendo que casi se le caiga la cabeza sobre el asiento- ¡Serás animal!
- ¡Que te den, rubia! No soy una maldita almohada. ¡Xander! ¿Vamos?
- Si. Chicas, aprovechad para ir al baño, que todavía nos quedan un par de horas de viaje, ¿OK?
- ¡Comprad manteca de cacahuete! ¡Y café! -grita Willow.
- ¡Y nada de alcohol! –apostilla Buffy.
Xander y Anya se unen a mí con una sonrisita.
- ¡No se como la aguantáis! Es mandona y reprimida.
- No siempre es así. Sus padres se están divorciando y su novio la dejó la misma noche que se acostaron por primera vez. Yo también estaría mosqueada todo el día.
- Anya, Buffy no quiere que lo vayamos contando por ahí. Es su vida privada.
- Spike es amigo, ¿no? No importa que lo sepa.
- ¿Su ex novio es el capitán del equipo de fútbol? ¿El imbécil que se ha liado con la capitana de las animadoras?
- Ese mismo. ¿Lo conoces?
- De vista. Es un completo gilipollas. Mejor para ella que se largara.
- Eso pienso yo, pero ella estaba muy enamorada.
Cogemos un carro y vamos poniendo productos. Leche, café, galletas, huevos…todo lo que podemos necesitar. Y dos packs de cerveza. No nos matará. Compro un par de paquetes de tabaco para que no me falte y volvemos al coche. Buffy va callada todo el camino, mientras los otros chicos hablan entre ellos y conmigo.
Así que la rubia fue deshonrada y abandonada por ese capullo… En fin, ese no es mi problema. Me concentro en conducir, intentando inhibirme del sonido ambiental. Cuando después de un par de horas diviso la silueta inquietante del castillo en medio de unos árboles, silbo, si su vista es así de espectral de día, ¿como será de noche?
Capitulo 3
Nos bajamos del coche en silencio. Todos estábamos impresionados y asustados, aunque tratábamos de disimularlo lo mejor que podíamos.
Enciendo un cigarrillo y paso mi vista por el edificio, estaba en buenas condiciones, aunque tenía un aspecto terrorífico.
- Parece el castillo de Drácula. ¿Y si nos volviéramos a Sunnydale? Todavía llegamos a la fiesta del Bronze.
Todos miramos a Xander de forma reprochadora.
- ¡Cobarde! ¡Vaya un novio que tengo!
- Tenemos que quedarnos. Se va a hacer de noche y he quedado aquí con Oz. Se queda con nosotros a pasar el fin de semana -dice Willow- ¿no os importa, verdad chicos?
- ¿Quién es Oz? –pregunto.
- El novio de Willow. No le gustan mucho estas cosas… ¿Tú que dices, Buffy?
- Nos quedamos, eso si al peli teñido no le da miedo, claro. El coche es suyo.
- Yo no le tengo miedo a nada, niña.
Voy al maletero y lo abro, sacando las maletas. Después cierro el coche y me dirijo a paso decidido hacia la gran puerta. Los demás me siguen varios pasos detrás de mí. Dejo bolsa en el suelo y me vuelvo hacia Xander.
- Dame la bloody llave.
- ¿no deberíamos llamar primero? Por si hay alguien…-dice Buffy.
- Claro, el jodido mayordomo, y un par de doncellas para servirnos la cena.
Introduzco la llave en la puerta y antes de que la gire la puerta se abre, en medio de un estridente chirrido, haciéndome caer al suelo aparatosamente.
- ¡Bloody hell!
- Te vemos en el coche, Spike-grita la pelirroja y sale corriendo, seguida de los demás.
- ¡Cobardes! ¡Volved, no nos vamos a largar!
Ellos se vuelven hacia mí jadeando por la carrera. Me levanto del suelo y cojo mi bolsa adentrándome en el edificio. Poco a poco los oigo acercarse y sonrío satisfecho. Tengo más miedo que ellos, pero nadie lo va a saber.
- Que lugar tan bonito, un poco dejado, pero tiene su punto. No parece tan escalofriante a simple vista desde dentro.
- Tienes razón Willow, no tenemos por qué preocuparnos, a menos que la puerta se cierre de golpe y nos quedemos a oscuras-dice Xander- como en las pelis de terror.
Se oye un gran ruido y la puerta se cierra. Como los grandes cortinajes están echados, todo se queda en penumbra. Las chicas gritan y creo que Xander también. Siento unos dedos apretándome el brazo con fuerza y una respiración agitada en el cuello. Enciendo mi mechero tratando de no gritar e ilumino lo suficiente para comprobar que es Buffy. Está pálida y se pega por completo a mi espalda.
- Nena, ¿podrías quitar tus zarpas de mi brazo? Me estás clavando las cinco uñas, y eso duele…
- Lo siento…ha sido una reacción totalmente involuntaria.
- Ya. Abriré las cortinas para que entre un poco de luz.
La rubia se aparta y voy directo a descorrer las cortinas. Una cara horrorosa está pegada al cristal. Doy un paso hacia atrás y ahogo un grito de sorpresa.
- ¡Bloody hell! ¿Quién carajo es este? ¿El fantasma de Canterbury?
- Es Oz –dice Anya suspirando con alivio- es un poco feo, pero gracioso.
- ¿Un poco feo? Eso es ser muy benevolente, pet.
- No te metas con mi novio, Spike. La belleza está en el interior.
- Por Dios, con la luna llena de fondo, podría ser el doble del hombre lobo.
- Y sin necesidad de maquillaje –corrobora Xander. Willow le da una colleja y todos nos reímos, intentando relajarnos un poco. Vamos hacia la puerta y la abrimos, Oz lleva una mochila al hombro y una guitarra.
- Hola, siento haberos asustado. Es que he sentido gritos y no me atrevía a llamar a la puerta.
- Hola cariño. No te preocupes. Este es Spike, un amigo, y Spike, el es Oz mi novio.
- Que susto me has dado tío –nos chocamos las manos y señalo la guitarra- ¿la tocas?
- Un poco. Me gusta el rock.
- Yo canto, tengo un grupo medio montado, si quieres podías venir a tocar un día con nosotros.
- Claro, estaré encantado. ¿Te doy mi móvil?
- Si, toma tú el mío… ¿me llamarás pronto?
- Willow, te vas a quedar sin novio, me temo. Aquí ha habido flechazo.
Me vuelvo hacia Buffy que me sonríe de forma irónica que tengo que borrarle de inmediato, le dirijo una mirada despectiva y me encojo de hombros.
- ¿Como te pasó a ti, Summers?
- ¡Imbécil!
Sale corriendo y la pelirroja va tras ella. Creo que va llorando.
-¡Buffy espera!
Me detengo sollozando apoyada en un árbol. Willow se acerca hasta mí y me abrazo a ella llorando.
- No lo ha dicho por molestarte, es que es así de impulsivo.
- Si que lo ha dicho. Me odia, y no lo oculta. Y no sé por qué.
- Creí que ya habías superado lo de Ángel, hace casi nueve meses que lo dejasteis.
- Lo he superado, es solo que mi padre se fue anoche de casa, Willow, lo del divorcio es un hecho, ya no hay marcha atrás.
- Quien sabe. Anda volvamos dentro, y si Spike vuelve a meterse contigo, patéale el culo, aunque yo más bien se lo tocaba, está buenísimo.
- ¡Willow! –sonrío y ella se coge a mi brazo, llevándome hacia dentro.
- Buff, tengo novio, pero no soy ciega.
Capitulo 4
Se hizo de noche apenas sin darnos cuenta. El castillo es inmenso, así que mientras los chicos estamos buscando sitio para dormir, las chicas revisan la cocina.
Según nos ha contado Xander, el edificio lleva cerrado unos diez años, y los últimos inquilinos solo duraron dos días, ya que decían que habían visto fantasmas. No se si es un rollo para meternos miedo o verdad. Supongo que lo primero.
Entre los tres preparamos cuatro dormitorios para descansar cuando termine la fiesta, uno para cada pareja y los otros dos para Buffy y para mí.
Cuando bajamos las chicas han decorado la biblioteca con velas y calabazas y han preparado unos canapés y Sándwiches.
- Lástima que no haya luz eléctrica, no podemos poner música para bailar. Me había traído mi mini cadena. –dice Xander.
- Aquí hay un gramófono. No tendrán a Madonna, y su Sorry, pero por lo menos podremos bailar. ¿Alguien sabe como poner esto en marcha? -dice Anya muy animada- yo soy muy manazas.
- Dejadme a mí, mi abuela tiene uno de estos en su casa, este es un poco más antiguo, pero el sistema es el mismo.
Oz va hacia el artefacto en forma de flor de pato y comienza a mover una manija con fuerza. Después busca entre los discos y pone uno de ellos. Un sonido dulzón a violines inunda la sala. No entiendo mucho de música clásica, pero juraría que es un jodido vals. Me suena mucho.
- ¿Eso no es de “la bella y la bestia”? ¿Me suena mucho a una película de Disney, esa que decían…”eres tú mi príncipe azul!.... –tarareo hasta que veo como todos me miran sonriendo.
- Spike, es “La bella durmiente del bosque”, de “CHAIKOVSKI” –dice Oz con un suspiro.
- ¿y como lo sabes, listillo?
- Lo pone en el disco.
- Ah. Pero la utilizaron en la película, que conste.
Se oyen unas risitas y yo también termino riendo. Al final no va a ser tan malo estar aquí con ellos. Durante la siguiente hora la gente se anima, y nos tomamos unas cuantas cervezas, no estamos borrachos, ni mucho menos, pero sí alegres. Oz no ha parado de poner música rara de esa, y Xander y Anya se han animado y están haciendo como que bailan, aunque yo llamaría a eso de otra forma.
Buffy está mirando por la ventana, con cara triste, justo al otro lado de la habitación con medio vaso de cerveza en su mano. No ha sonreído mucho en toda la noche y apenas ha participado en las conversaciones. Animado por las tres cervezas que me he tomado y por un sentimiento oculto de culpa, me acerco a ella, poniéndome detrás.
- Bonita noche, ¿eh, Summers?
- ¿puedes dejar de llamarme así? Me llamo Buffy.
- Es la costumbre. Quería decirte que siento lo de antes, a veces me comporto como un idiota.
- ¿Solo a veces?
- ¡¡Eh!! Estoy tratando de disculparme.
- Está bien, disculpas aceptadas –dice con voz firme- ¿querías algo más?
- Nada más. Creo que será mejor que vuelva con los otros. ¿Vienes?
- Dentro de unos minutos. Cuado me vuelvan a funcionar las piernas -sigo la mirada horrorizada de la rubia. Una sombra cruza a velocidad del rayo las estanterías de libros- ¿has visto eso, Spike?
- Si te refieres a un ente sobrenatural sin identidad definida deslizándose entre los bloody libros…si. Lo he visto. –le contesto más pálido que los velones que adornas las paredes. -¡vamos!
La tomo de la mano y ella se deja llevar hasta donde están los otros. Las dos parejas están bailando y besándose. Buffy y yo nos miramos, quizás no sea el mejor momento de contarles lo que hemos visto.
Le suelto la mano y con solo una mirada me comprende. Se sienta en un gran sillón y yo en otro, la noche se está poniendo cada vez mejor.
La música termina y los chicos se reúnen con nosotros entre risas y besos. Estoy empezando a envidiarles, y por la cara de Buffy, ella también.
- ¿Qué pasa chicos? Tenéis mala cara ¿Es que habéis visto un fantasma? –pregunta Xander de manera cómica.
- Si te decimos que sí, no nos vas a creer, ¿verdad?
- Claro que sí. Y al Conde Drácula también. Es Halloween. ¿Sabéis? Se me ha ocurrido una idea. He visto unos baúles grandes en los dormitorios, abrí uno y había ropa antiquísima, o de alguna fiesta de disfraces. Podríamos disfrazarnos para ir con la decoración.
- Es una buena idea. ¿Vamos? –dice Anya dando palmas entusiasmada.
- Vale, pero subimos todos juntos –dice Buffy lanzándome una mirada cómplice.
Después de treinta minutos de arduas discusiones, por fin me convencen para que me ponga unos pantalones verdes de terciopelo todo apretados y una camisola blanca con encajes por todos lados, solo me falta un caballo y la espada, y batirme en duelo por el amor de una dama.
Oz y Xander también se ponen ropa parecida a la mía, y tengo que reconocer que no nos queda nada mal, marca paquete que no veas. Cuando terminamos bajamos a esperar a las chicas al final de las escaleras, mientras charlamos animadamente de lo próximo a hacer.
Sentimos pasos y dirigimos nuestras miradas hacia arriba, y creo que me falta la respiración, y que es otra bloody aparición. Pero no, es Buffy con un vestido blanco de gasa, con los hombros caídos, y el pelo recogido graciosamente. Se ha maquillado lo justo, reacciono cuando Oz me toca en el brazo, indicándome con un gesto que les siga, ya que ellos empiezan a subir las escaleras para ayudar a bajar a las chicas, como verdaderos caballeros. Anya y Willow también están preciosas, la primera con un vestido rojo y la segunda con uno negro.
Tiendo la mano hacia ella y la toma, después de hacerme un gesto gracioso con la cabeza. Al llegar a bajo me inclino y le beso la mano.
- Gracias, caballero.
- De nada, milady… Es un honor.
Cierro los ojos, acerco mis labios hacia ella y cuando la voy a besar ella me aparta de un empujón, sonrojada.
- ¿Pero qué haces, Spike?
- ¡Yo que sé! ¡No era yo!
- ¡Ni yo tampoco! ¡Has intentado besarme!
- Te digo que no era yo, bueno si, pero no…algo me impulsaba a hacerlo.
- ¿Tus hormonas desbocadas de adolescente?
- ¡Eres insoportable, Summers!
- ¡Y tú un salido, Pratt!
- ¡Púdrete!
- ¡Los que se desean, se pelean!
Oigo canturrear a Anya de forma infantil. Suelto una sonora maldición y me doy la vuelta enfurecido y voy hacia la biblioteca a por una cerveza, ¿Qué coño me ha pasado antes?
Capitulo 5
La noche va avanzando. Nos hemos reunido alrededor del fuego de la chimenea para relajarnos un poco. Las parejas están muy acarameladas y estoy empezando a impacientarme. En este castillo están pasando cosas muy raras, vale que la bloody puerta se abriera porque estaba mal cerrada, que se cerrara después sola por causa del viento que no había…pero aquello que vimos Buffy y yo no lo explica nada, no bebimos lo suficiente como para tener alucinaciones.
Y lo que pasó después, tampoco tiene explicación. No éramos nosotros, yo no me comporto como un estúpido estirado del siglo XIX ni borracho. Algo nos poseyó a los dos. Tengo que averiguar…
- Xander, ¿Sabes algo de la historia de este castillo?
- Si, estuve mirando en Internet…hace unos cientos de años la habitaban unos condes, no me acuerdo del apellido. Murieron en extrañas circunstancias, y desde entonces tiene fama de estar encantado. Los inquilinos decían que oían lamentos de madrugada, que las puertas se abrían y cerraban…ya sabes, lo típico. Tonterías.
- Pues yo si creo en fantasmas -dice la pelirroja- he leído que cuando alguien muere y deja algo pendiente su alma no descansa en paz y por eso se convierten en fantasmas, hasta que lo solucionan.
- ¿y creéis que aquí hay fantasmas, chicos? –dice Anya.
- Yo estoy viendo uno ahora mismo –todos miran a Buffy con curiosidad- ¡ay no! ¡Era Spike!
- Eres muy graciosa, Summers. A ver si te ríes tanto cuando tengas que dormir sola esta noche y se te aparezca algo espeluznante.
- Yo no creo en esas patochadas de viejas y niños. Quizás el que se asuste seas tú. Como antes.
- ¿Qué pasó antes Spike? –pregunta Oz.
- Nada. Cosas nuestras… ¿y si jugamos a algo? Esto empieza a ser aburrido.
- ¡¡¡¡Si!!!!! -dice Anya toda animada- Juguemos a verdad o prueba.
- ¡Eso es una bloody chorrada de niños! –apunto con vehemencia.
- ¿Qué pasa Spikey? ¿No quieres que sepamos cosas de ti? ¿Eres un asesino en serie?
- No es eso, es que esos juegos son de bebés, Summers. Yo sé otros mucho más divertidos, cuando quieras te los muestro. –digo dirigiéndole una mirada lasciva.
- ¡Te vas a quedar con la gana, guapo!
- Gracias…por lo de guapo.
- ¡Basta chicos! –Dice Xander levantándose- vamos a jugar a eso. Empiezo yo con Willow. Verdad o…
- Prueba.
- Está bien. Tienes que darle un beso al chico que te guste más.
- Eso es trampa. ¿Qué clase de juego es este en que las parejas se besan? –protesto.
- Cállate Spike. Vamos Will. –Willow se acerca a Oz y le da un beso. El turno sigue todo va de besos entre parejas, ya veo lo que se proponen. Me quieren liar con mis frigidez 2006.
Llega el turno de Buffy. Cuando Willow le pregunta, ella elige verdad. Si fuera yo el que le tuviera que hacer la pregunta, se iba a enterar….
- ¿Es verdad que te gusta Riley?
¿Riley? ¿Quién coño es Riley? Ella sonríe tímidamente y se sonroja un poco.
- No está mal. Es guapo, simpático, inteligente… Lo opuesto a alguien a quien no quiero nombrar. –dice lanzándome una mirada rápida.
Voy a saltar, pero no, la venganza se sirve fría, bien fría. El turno pasa a mí. Xander me lanza un guiño y yo le sonrío…ya sé por donde va…
- Spike, ¿Prueba o verdad?
- Prueba -digo con una sonrisa triunfal.
- Está bien, a ver…tienes que besar a la chica más guapa del castillo. El beso tiene que durar como mínimo dos minutos. Vamos a cronometrar.
- Ok, no hay ningún problema. Ve poniendo en marcha el aparato. No es la más guapa, pero…tendré que hacer el sacrificio
Me acerco gateando hacia Buffy, como si fuera un gato en busca de la cena. Ella me mira con los ojos muy abiertos, y retrocede moviéndose arrastrando el culo. El vestido es muy pesado, y le dificulta el movimiento, así que no es muy difícil alcanzarla.
Me apoyo sobre una mano, mientras con la otra la atraigo hacia mí por la nuca. Mis labios rozan los suyos levemente, y siento como se encoge, pero no se aparta. Le doy pequeños besitos para tantearla, ¡sabe tan dulce…! Ella cierra los ojos y lanza un suspiro cuando mi lengua toca su labio inferior pidiendo paso con urgencia. Buffy los separa lentamente, y yo me cuelo dentro de su boca, a la vez que la dejo caer sobre el suelo y me pongo sobre ella, sin llegar a tocarla con mi cuerpo.
Nuestras bocas se acoplan a la perfección, y el sonido de los besos se confunde con nuestra respiración agitada. No veo a los chicos porque también he cerrado los ojos, pero seguro que están disfrutando del espectáculo. Cuando mi mano baja hasta sus senos, siento unos gritos y abro los ojos alarmado.
- ¿Qué? ¿Ya han pasado los dos minutos? ¡Joder! –pregunto. No se ve absolutamente nada. Buffy se coge a mi cuello y esconde su cara en él, jadeando levemente.
- Se han apagado todas las velas. De golpe. –dice Oz.
- Habrá sido un golpe de viento. –Aporta Anya- debe de haber corriente.
- Todas las bloody ventanas están cerradas, ¡bloody hell, volvamos a encender las velas! -digo soltando a Buffy y cogiendo una rama de la chimenea. Enciendo varios candelabros y les miro muy serio. –es tarde. Mejor nos vamos a dormir.
- Sí es una buena idea. ¿Vamos Anya? -Xander y Oz toman un candelabro. Yo le doy otro a Buffy y cojo uno para mí, encaminándonos a nuestros aposentos. Subimos las escaleras en silencio, estamos asustados. Después de despedirse, Xander y Oz se meten en sus cuartos con sus respectivas parejas. Buffy me mira asustada.
- ¿Estás bien, Buffy?
- Si. Solo estoy cansada. Hasta mañana.
- Hasta mañana pet. Si necesitas algo ya sabes donde estoy -digo señalándole mi habitación- en el buen sentido…ya me entiendes…
- Si, te entiendo…gracias.
- Siento lo del beso. Espero no haberte incomodado. Es solo un juego.
- No te preocupes, lo entiendo…No estuvo nada mal…
- Entonces ¿todo bien? -digo intentando alargar la conversación. No me apetece entrar a esa habitación yo solo, y por lo que se ve, ella en la suya tampoco.
- ¡Genial! Creo que será mejor que me acueste…adiós otra vez.
- Adiós.
Entro en la habitación por fin y me tengo que apoyar en la puerta, cerrando los ojos. Todavía me tiemblan las piernas, y no sé si es por el tremendo beso que me ha dado Spike, o el miedo que he pasado…quizás sean las dos cosas.
Capitulo 6
No puedo dormir. ¡Que gritos da Anya, por Dios! No creo que sea para tanto…tengo que taparme los oídos o me dejará sordo. Una hora llevan así, ¡una! Y el lobito ni te digo…le he sentido aullar. Y eso que aquí los tabiques deben de ser de un metro de espesor…Me levanto y voy hacia una palangana, echándome un poco de agua en la cara. ¿Buffy estará despierta? Seguro que sí, porque su habitación está justo enfrente de la mía. Podría ir allí y… ¡No! Mejor no…
Vuelvo a la cama y enciendo un cigarrillo, poniendo una mano tras mi cabeza. Me he acostado totalmente vestido, sí, por si tengo que salir corriendo. Y con la bloody ropa esta de época, ya que la mía la dejé en el dormitorio de Xander y es la única que traje, bueno, un par de camisetas y cosas de higiene.
Termino el cigarrillo y lo apago con resignación, cerrando los ojos e intentando dormir, pero estoy seguro que me va a ser del todo imposible. No paro de pensar en Buffy, y en que me encantaría verla aparecer por esa bloody puerta…
¿Es que no se cansan nunca? Menudo aguante tienen. Y yo aquí, sola, asustada y…pensando en Spike. Si, por primera vez en muchos meses no pienso en Ángel, ni en mis padres, si no en ese estúpido peli teñido del diablo.
He encontrado un camisón precioso en un viejo armario. Es largo, de color celeste, y marca a la perfección mis curvas, para después abrirse por abajo. No he podido resistir la tentación de ponérmelo.
Miro hacia el candelabro. Está a punto de apagarse, ya que las velas están casi consumidas. Estoy aterrorizada. Podía ir a la habitación de Spike con alguna estúpida excusa, como que me da miedo la oscuridad, que me siento sola…que quiero otro beso como el de antes… ¿pero que me pasa? Esta atmósfera está empezando a afectarme. Yo no soy así. Además, odio a Spike. No sé por qué, pero le odio. No quiero que vuelva a besarme…
¡Mierda! Las velas se han apagado. Mi corazón late desbocado por el terror. La puerta se está abriendo… Me tapo la cabeza con las sábanas y comienzo a rezar todo lo que sé. Siento como un peso se pone sobre la cama, y algo tira de la sábana hacia atrás. Una risa suave y conocida hace que abra los ojos. La poca luz que atraviesa la ventana me descubre a un sonriente Spike. Está sentado en la cama, a mi lado.
- ¡Spike! ¿Pero qué…?
No me deja terminar. Se inclina sobre mí y me besa en la boca. Pero algo no va bien, sus labios están fríos, así como sus manos en mis brazos. Intento apartarme de él y gritar, pero me sujeta fuerte contra sí. Logro apartar mi cara un centímetro y lo miro a los ojos.
- ¿Qué pasa, pet? ¿Este no te ha gustado?
Su cara cambia de la belleza fiera de Spike a una máscara de huesos y carne en estado de putrefacción. De un fuerte empujón lo aparto y corro hacia la puerta, intentando abrirla….
La puerta se abre de pronto y Buffy aparece en ella. Lleva puesto un camisón celeste precioso y al trasluz de las velas puedo adivinar el contorno perfecto de su cuerpo. Me incorporo un poco para verla mejor. Ella no se mueve ni dice nada, tan solo se limita a mirarme desde la puerta. Me levanto preocupado y voy hacia ella.
- ¿Algo va mal, Summers? Estás pálida.
La puerta se cierra y ella da un paso hacia mí. Estoy algo confuso y no sé muy bien qué hacer. Puede que solo necesite hablar con alguien…
- Quizás si me cuentas qué te pasa, podría ayudarte. Soy muy bueno escuchando, créeme.
Buffy sube una mano y comienza a desabrocharme la camisa, sin dejar de mirarme fijamente, no sé, pero hay algo rara en ella. Creo que va demasiado deprisa, y no es que yo ponga pegas a eso, pero… Le tomo las manos entre las mías y me encojo al sentirlas heladas.
- ¿No será mejor que primero nos conozcamos un poco, pet?
Ella asiente con la cabeza y dirige sus labios a los míos. Cierro los ojos intentando concentrarme en ese beso, pero no puedo, sus labios son tan distintos…Rompo el beso y abro los ojos, intentando encontrar las palabras justas para mandarla a su cuarto sin que ella se sienta mal. Pero no es la cara de Buffy la que tengo a escasos dos centímetros de la mía, ni sus manos sedosas las que sujeto contra mi pecho.
- ¡Bloody hell! ¿Qué diablos…?
Escupo en el suelo y reprimo una arcada cuando de las cuencas de sus vacíos ojos y de sus descarnados labios salen unos cuantos gusanos amarillentos. La empujo y voy hacia la puerta sin mirar atrás, la abro y me doy de bruces con Buffy, la verdadera espero, que viene hacia mí con los ojos desencajados por el miedo. Tropezamos el uno con el otro y caemos al suelo.
Antes de que podamos decir nada, de nuestras respectivas habitaciones salen flotando los dos espectros, riéndose de forma espantosa. Me levanto y tomo a Buffy de la mano, comenzando a correr por los pasillos en la más absoluta oscuridad.
- ¿Qué era eso, Spike?
- No tengo idea, luv. Pero será mejor correr y no averiguarlo, por si acaso.
- ¡No se ve nada! ¿Y si nos chocamos con algo o nos caemos por las escaleras?
- Recuerdo vagamente esta planta, de cuando los chicos y yo buscábamos los dormitorios. No hay escaleras por aquí, pero el pasillo termina ya mismo.
- Tengo miedo, Spike.
- Yo también, Summers.
Paramos al final del bloody pasillo y ella se abraza con fuerza a mí. Estamos jadeantes por la carrera. Miro hacia el frente, las dos figuras se acercan despacio hacia nosotros. Buffy esconde su cara en mi pecho y yo la aprieto contra mí. Sin saber muy bien como reaccionar.
De pronto, las figuras desaparecen ante mis ojos y respiro un poco más tranquilo.
- Buffy, ya se han ido.
- ¿Me lo juras?
- Te lo juro, pet. Se han desvanecido ante mis ojos.
Ella asoma la cabeza un poco para comprobar que lo que digo es verdad, pero no me suelta.
- Gracias a Dios. ¿Qué hacemos ahora? No voy a volver a mi dormitorio.
-Podíamos bajar a la cocina y tomarnos una cerveza, no se tú, pero yo la necesito.
- Yo creo que también. Además, no tengo que conducir…
Sonrío y comienzo a andar. Ella me coge del brazo y me sigue, pegada a mí. Bajamos las escaleras y cojo un candelabro, encendiéndolo con el mechero. Todo parece tranquilo. Ya en la cocina, abro una lata de cerveza y echo un poco en un vaso, dándoselo a la rubia.
- Gracias
- De nada. ¿Estás mejor?
- Si. ¡Dios, qué miedo he pasado! ¿Qué vamos a hacer?
- Tomarnos esta cerveza y despertar a los otros. Nos largamos inmediatamente de aquí.
- Entonces bebe rápido, por favor
Sonrío y bebo de un trago mi cerveza. Ella hace lo mismo con la suya y pone cara de asco. Después vuelvo a coger el candelabro y a ella de la mano. Cuando salimos de la cocina las dos apariciones hacen acto de presencia, y mueven su cara negativamente… retrocedemos y comenzamos a correr de nuevo, sin saber donde. Están cerca, el bloody pasillo se acaba. Pongo a Buffy tras de mí y me preparo para hacerles frente. Ellos se ríen y el suelo cede bajo nuestros pies, haciéndonos caer quien sabe donde…
- ¡Bloody noche de Halloween!
Capitulo 7
Después de deslizarnos por un interminable tobogán de piedra hechos un ovillo, aterrizamos en el duro suelo con un golpe seco. Buffy se encontraba encima de mí, temblando, así que me senté en el suelo y la acogí entre mis brazos hasta que se calmó un poco. Tengo que reconocer que me gusta que ella confíe en mí y busque mi protección.
- ¿Dónde estamos?
- Yo creo en las entrañas del castillo. Voy a sacar el encendedor y buscar algo para alumbrarnos.
- ¡No te separes de mí, por favor!
Sonreí ante su comentario. No hacía ni un día me había dicho que no soportaba verme ni dos minutos y ahora…
- Tranquila, no voy a dejarte sola.
Nos levantamos despacio y alumbrando con el encendedor descubrí un par de antorchas en las paredes. Estábamos en una especie de recibidor con una gran puerta. No había otro sitio por donde seguir.
- Spike, esto no me gusta nada. Tiene pinta de trampa.
- No tenemos otra salida, luv. Toma una antorcha.
Una vez que los dos teníamos una, procedí a abrir la puerta. Era antigua y pesada, pero la abrí sin ningún problema. Buffy me tomó de la mano con toda naturalidad y comenzamos a caminar por un estrecho pasillo durante unos interminables diez minutos. El pasillo desembocaba a una sala más amplia. Había muebles antiguos apilados y cuadros de la época.
Anduvimos entre ellos buscando como continuar, pero Buffy se detuvo ante uno de los retratos. Noté como me apretaba con fuerza la mano, hasta hacerme daño.
- ¿Qué pasa pet? ¿Qué miras?
- El cuadro… ¡somos nosotros! Tú y yo.
Acerqué la antorcha hacia las caras que sonreían. Eran una pareja de enamorados que se tomaban por las manos. Ella tenía el pello castaño y el también, pero no había duda, eran nuestra viva imagen…o muerta.
- Lady Anne y Sir William…–leí en voz alta una pequeña placa al pie del cuadro - Yo sí que me llamo William, pero tú…
- Anne es mi segundo nombre. Spike, estoy empezando a sentir pánico. Todo esto es muy raro.
- Puede que sean antepasados nuestros, o una casualidad. Olvídalo, y sigamos buscando cómo salir de aquí.
Nos giramos buscando otra salida, y reparé en un antiguo libro de pastas gruesas que rezaba “Familia de los Condes de Pratt”. Solté un momento a Buffy y comencé a pasar páginas, mientras ella pegaba la cabeza en mi hombro para ver.
El libro hacía referencia a todo el árbol genealógico de los Pratt, hasta finales del siglo XIX.
En la última página y escrita con letra nerviosa, había anotada una fecha, el 30 de noviembre de 1880. Ese día se celebró la boda entre Lady Anne y Sir William… Ella tenía 17 años y el 21, ¿En Halloween? Después había un recorte de un antiguo diario del día siguiente a la boda dando cuenta de la muerte en extrañas circunstancias de la pareja… Se sospechaba de un antiguo pretendiente de ella, pero no decía nada más.
- Les mataron el día siguiente a su boda… ¿Qué pena, verdad?
- Pues sí. Les encontraron en el lecho, abrazados. Creen que envenenados. ¿Te has fijado en la ropa que llevaban en el retrato? Era el vestido que yo llevaba antes puesto, y tú vas vestido igual, menos la chaqueta verde.
- Sí. Parece una tontería, pero creo que nos poseyeron, se metieron en nuestros cuerpos.
- Pero… ¿para qué? Si querían decirnos algo pudieron hacerlo sin necesidad de ello.
- No creo que quieran eso, pet. Quieren otra cosa.
- ¿Qué? ¿Qué liberemos sus almas?
- Quieren nuestros cuerpos.
- Eso es absurdo, Spike…
Me encojo de hombros y comienzo a caminar. Me ha parecido ver una puerta tras un armario. Buffy camina a mi lado sin dejar la antorcha. Intento apartar el armario, pero pesa una tonelada.
- Buffy, ¿podrías echarme una mano? –me vuelvo hacia ella y palidezco al comprobar como me mira. Tiene los ojos fijos en mí, y una sonrisa espeluznante. -¡Buffy lucha! No la dejes poseerte. Tú eres fuerte.
- Es un poco tarde William. Necesitamos vuestros cuerpos, vuestras vidas…y lo vamos a conseguir. Ya la tengo a ella, y él pronto te tendrá a ti. –dice acercándose a mí. La esquivo y retrocedo, intentado que no me toque.
- No te voy a dejar que lo hagas. Tiene que haber una forma de impedirlo, zorra.
- No creo que seas tan listo. –de la nada sale la aparición de Sir William, que se acerca a mí con una carcajada demoníaca. –eres la vergüenza de la familia, William.
- Puede que lo sea, ¿tatararararaabuelo? –Pregunto con sorna- si no, no me hubieras escogido para utilizar mi cuerpo. ¿Por qué no me cuentas qué pasó? Quizás pueda ayudarte.
- ¿Ayudarme tú a mí? ¡Eres patético! Pero te lo contaré. Si es tu última voluntad…
- Preferiría que te esfumaras y largarme con la tía buena, pero…
- Fue Lady Drusilla. Fue mi prometida hasta que conocí a Anne y nos enamoramos. Sobornó a una doncella y nos puso arsénico en el champán. Ella estaba fuera del país en ese momento, y no pudieron probar nada. La policía sospecho también de Sir Liam, que fue prometido de Anne, pero tuvieron que dejar el caso por falta de pruebas.
- Es una historia fascinante –digo tratando de ganar tiempo y pensar- ¿y por qué no descansáis en paz?
- Drusilla era medio bruja. Cazó nuestras almas y las dejó prisioneras. No podemos salir de este bloody castillo por toda la eternidad.
- Eso es mucho tiempo, mate. ¿Y donde se supone que las tiene? Podría encontrarlas y liberarlas…eso es mejor que ir al siglo XXI, te lo aseguro. No sabes como ha cambiado el mundo…
- ¿Te estás riendo de mí?
- No, no, ¿qué le pasa a Buffy/Anne? ¿Por qué no habla ni se mueve?
- Está en plena transición. Dentro de pocos minutos serán una sola… y yo igual.
El fantasma se acerca a mí con malas intenciones. Pienso rápidamente en algo. ¿Dónde guardaría una bruja chiflada unas almas? Tiene que estar en esta habitación, por eso nos han traído hacia aquí. Tienen que pasar sus almas a nuestros cuerpos y al revés…¡¡¡Dorian Gray!!! Claro.
Salto hacia donde está el bloody retrato antes de que mi antecesor me toque. Llevo la humeante y resplandeciente antorcha en mi mano y sin dudarlo prendo fuego al lienzo. Unos lamentos espeluznantes salen de el mientras se consume. La aparición desaparece y Buffy cae al suelo inconsciente. Dos pequeñas luces aparecen de entre los restos humeantes y se paran un segundo.
- Gracias –dicen dos voces para después desaparecer otra vez.
- De nada… ¡hijos de puta!
Capitulo 8
Me costó lo mío apartar el armario y abrir la puerta, pero después de unos cuantos empujones, logré moverlo lo suficiente como para poder hacerlo.
Tomé a Buffy en mis brazos, que seguía sin sentido y la llevé hasta su cuarto, después de vagar por los pasillos del jodido sótano hasta encontrar unas escaleras. La dejé sobre la cama y me alejé en dirección a la puerta. Estaba hecho polvo, y ya que todo había pasado, aprovecharía para dormir un poco.
Justo cuando estaba abriéndola sentí a Buffy revolverse en la cama y me giré para comprobar que estaba bien.
Ella me miraba con sus grandes ojos verdes llena de miedo. Me acerqué y traté de sonreírle.
- Tranquila, todo ha pasado. He liberado sus almas y ahora estarán en el cielo o donde coño tengan que estar. Duérmete.
- ¿De verdad lo has conseguido? ¿Cómo?
- Le pegué fuego al retrato. Ya no hay fantasmas en el castillo, por lo menos no los suyos.
- Gracias por cuidar de mí y protegerme, aunque me odies.
- Fue divertido. Buenas noches, Summers.
Me muevo y ella se levanta, cogiéndome la mano. La miro interrogante levantando una ceja.
- ¡Quédate! No quiero pasar el resto de la noche sola. Por favor.
- ¡No soy tu bloody niñera! Haberte traído tu peluche favorito.
- ¿por qué eres tan desagradable conmigo? Solo te he pedido un favor.
- Estoy cansado, lo único que quiero es dormir durante cinco horas seguidas, en una cama blandita, no estar sentado en ese bloody sillón mirando como lo haces tú. Siento si parezco algo egoísta por querer dormir en una cama, Summers-digo con voz irónica.
- Yo no he dicho que durmieras en el sillón –digo en un susurro- la cama es bastante grande para los dos.
¿Yo compartiendo la cama con ella? No. Aunque, ¿por qué no? Va a ser divertido.
- Te aviso que duermo desnudo. Como mi madre me trajo al mundo. –digo acercándome a ella de forma sensual. Buffy retrocede colorada y se mete en la cama, poniéndose en una esquina.
- Ok, mientras no me toques…haz lo que quieras.
- Tranquila, preferiría rozarme con un erizo, sería más agradable que contigo.
- Sí, ya he notado que tan van los erizos machos a las hembras… -le digo con mala intención-
- ¿Estás buscando que te demuestre lo contrarío? Pues sólo tiene que pedirlo, estoy deseando ver como te retuerces y gritas mi nombre mientras te…
- ¡Cállate degenerado! –me tapo la cabeza con una almohada y le doy la espalda. Oigo una risita y como va dejado la ropa en el sillón. Siento sus pasos alejarse y ruido de agua. Se está refrescando. Tiene que estar de espaldas a mí, y es mi oportunidad…Destapo lo suficiente mi cara para mirarle y me quedo sin respiración. Está completamente desnudo, y se ha mojado el pelo, la cara y el pecho.
Me fijo en sus anchas y musculosas espaldas y mi vista baja hacia su trasero, duro, y bien formado…Noto como un calor sofocante me inunda y una humedad sospechosa en… ¡Mierda! Se ha vuelto y casi me pilla mirándole.
Pensamientos de Spike:
¿La mojigata estaba mirándome? ¡Vaya con la pequeña Buffy! Me meto en la cama y me pongo boca arriba. Pienso en las palabras de Sir William. Tengo veinte años ya, y me paso la vida de juerga en juerga y buscando problemas. Me estoy acostando con chicas desde los 14 años y después pasando de ellas… ¿no es hora de sentar un poco la cabeza?
Me gusta la rubia, y creo que de forma muy especial. Me encanta cuando me grita, cuando me insulta y cuando me mira de esa forma que parece querer matarme o besarme… ¿y si fuera yo mismo por una vez en la vida? Romper con mi pasado y empezar de cero. Conquistarla como yo sé hacerlo. Creo que merece la pena.
Me giro hacia ella pegando mi pecho a su espalda, pero evitando pegar “algo más”, no quiero asustarla. Ella se encoge un poco al sentir mis labios en su hombro en una leve caricia.
- ¿qué demonios haces, Spike? Te dije que no…
- Solo quería disculparme por lo de antes, pet. Quiero decirte que me gustaría que fuéramos amigos, que nos conociéramos un poco. Que me conozcas como soy realmente, te sorprenderé, créeme.
- ¿y quien te ha dicho que yo quiero eso? Te detesto.
- Pero te gusto -le doy la vuelta para que me mire y le paso un dedo por los labios, ella los abre y yo lo introduzco en su boca con una sonrisa. Buffy lo lame y yo lo muevo despacio- y me deseas.
- No es verdad –trato de convencerlo y a mí misma, y aparto mis labios, pero mi voz no suena convincente.
Retiro el dedo y la beso en los labios metiéndole la lengua en todos los rincones de su preciosa y jugosa boca. Ya es mía. Me incorporo un poco y le cojo una mano, llevándola a mi sexo, ella lo atrapa entre sus finos y suaves dedos y comienza a bombear, sin mucha experiencia, evitando mirarme. Una de mis manos se mete por entre el camisón y aprisionan uno de sus pechos. Aprieto con fuerza uno de sus pezones, arrancándole un gemido de dolor y placer…
Los movimientos de su mano son cada vez más rápidos y seguros, esta chica aprende rápido, así que hago que pare y le tomo las dos manos, poniéndolas sobre su cabeza. No quiero que esto acabe tan pronto. Las sujeto con una de las mías y con la otra le abro las piernas, acariciándola con rudeza. Ella se agita bajo mi cuerpo y grita que no pare. Estoy que no puedo más, así que saco mis dedos de su cuerpo y me posiciono en su entrada para darle lo que tanto quiere.
- Spike, ¡no!
- ¿no? ¿Por qué no, si ambos lo deseamos?
- Mi primera y única experiencia fue un completo desastre, y eso que él era mi novio. No quiero que la segunda sea con un chico al que odio y que me odia. No somos animales para dejarnos lleva por nuestros instintos.
- Yo no te odio, luv. A veces me sacas de quicio, y haces que me ponga en plan cínico, pero no te odio. ¿Tú a mí si? ¿Estás segura de que es eso lo que sientes?
- Lo que estoy segura es que no quiero hacerlo contigo. Ni contigo ni con nadie…Por favor.
- Está bien, Summers. No voy a a hacer nada que no desees.
Me levanto de la cama y busco mi ropa, poniéndomela con rapidez. Ella me mira desde la cama, con los ojos llorosos. ¡Maldita sea! ¿Por qué llora ahora? ¿No estoy haciendo lo que me pidió? ¡Malditas mujeres, no hay quien demonios las entienda!
Termino de abrocharme los pantalones y cojo mis zapatos y la camisa en la mano y salgo cerrando la puerta suavemente. No quiero que nadie me vea salir de su habitación a estas horas.
- ¡Spike! ¿Esa no es la habitación de Buffy?
¡Bloody hell! ¡Cazado!
- Sí, lo es. Sintió un ruido, se asusto y me llamó. Era un ratón.
- Claro…Yo también sentí ruido y me levanté. Provenía de la habitación de Buffy, y juraría que eran gemidos y gritos de placer…
- Soñaste Anya. Olvídalo y vete a dormir. Odio a esa perra, y nunca la haría gritar, no por lo menos de esa forma que tú insinúas.
- ¿y a mí? Porque me gustaría comprobarlo- Anya se cuelga de mi cuello y yo la aparto con delicadeza.
- Xander es mi amigo y nunca le haría algo así. Buenas noches, Anya.
Regreso a mi habitación y me tiro a la cama. ¿Me he precipitado con Buffy?
Capitulo 9
Estoy durmiendo tan plácidamente como un bebé cuando un estruendo hace que pegue un salto en la cama. Tengo las cortinas echadas, pero aún así veo como una silueta se lanza sobre mí en la cama y me golpea en la cara varias veces.
- ¡Eres un cabrón, Spike, nunca pensé que fueras así! ¿Y tú querías que fuéramos amigos?
- ¿pero que demonios te pasa, Summers? ¿De qué hablas?
Le sujeto las manos fuertemente para que deje de abofetearme. Ella está sentada sobre mí, hecha una furia.
- Le has contado a Anya que anoche te acostaste conmigo. Ahora mis amigos piensan que soy una puta. ¡¡Te odio!!
Me doy la vuelta y la pongo sobre el colchón.
- Anya me vio salir de tu habitación anoche y sacó sus propias conclusiones. Yo lo negué, puedes creerme o no, es tu bloody problema. Ahora largo de aquí, tengo que vestirme.
Me levanto muy enfadado y cojo los malditos pantalones verdes y me los pongo. Buffy se ha quedado muy parada mirándome
- Spike, yo… ¿de verdad ocurrió así?
- ¡Si! ¡He dicho que largo! -ella no se mueve de la cama, tiene los ojos bajos y se nota que está avergonzada por su reacción- está bien, me iré yo.
Salgo y voy directo a la habitación de Xander. Por suerte su novia no está allí, porque si la veo la estrangulo con mis propias manos.
- ¿Qué te ha pasado, amigo? Tienes la señal de cinco dedos en la mejilla…
- Esa histérica paranoica que tenéis por amiga. Anoche me pide que me quede en su cuarto porque tenía miedo, lo hago, después me sigue el rollo, para cortarlo de golpe. Me voy de su cuarto y tu novia me ve salir de la habitación, yo disimulo pero no me cree…y ahora Buffy piensa que yo he ido por ahí diciendo que me he acostado con ella y me zurra.
- ¿te acostaste con ella?
- No. Solo nos besamos-miento. No quiero que la reputación de Buffy quede por los suelos si yo digo que hicimos algo más.
- Anya es una bocazas. Hablaré con ella.
- No, déjalo. Mira estoy cansado y mañana tengo que entrar temprano al instituto. ¿Por qué no desayunamos, recogemos y nos largamos de este jodido castillo?
- Como quieras. Iré avisando a los demás.
- Ok, yo me voy a cambiar de ropa, odio esta.
- En cuanto a Buffy…compréndela, lo ha pasado muy mal, es lógico que ahora quiera pensárselo antes de…
- Sí, lo sé. Lo he fastidiado todo. Buffy me gusta mucho, pero creo que somos muy diferentes, no encajaríamos nunca. Es mejor dejarlo todo como está.
Cojo mis pantalones y la camiseta que dejé ahí anoche y me la pongo, saliendo a continuación de la habitación.
Después de desayunar recogimos las cosas y nos marchamos en silencio. Todos sabían ya lo ocurrido entre Buffy y yo no hubo manera de convencerlos de que no había pasado nada.
Los dejé a todos donde los había recogido y me fui para casa. Llevaba en la mochila el libro que encontré en el castillo y unos documentos antiguos donde se hablaba de los Pratt. Sir William dijo que era la vergüenza de la familia, así que éramos familia, y si no había más herederos el castillo sería nuestro. De mi madre y mío.
Buffy ha hecho el camino de vuelta en silencio. Las parejas iban muy acarameladas atrás, y ella y yo no parábamos de lanzarnos patéticas miradas de soslayo. Creo que dejaré pasar unos días y la buscaré para que hablemos.
Metí la pata por completo. Siempre sigo mi sangre, y no la que va precisamente en dirección a mi cerebro…así que me precipité. Si quiero demostrarle como soy en realidad ese no era el mejor camino. Ella no es como las otras chicas con las que he salido antes, es única y especial, y se merece que la trate de otra manera.
Cuando entro en casa ya bien entrada la tarde mi madre sale de la cocina a recibirme, ya que está haciendo la cena.
- Hola cariño, ¿Qué tal el fin de semana? ¿Os habéis divertido?
- Lo hemos intentado… Mamá ¿tú crees en fantasmas?
- En mi oficina hay más de uno, pero respiran, ¿por qué dices eso?
- Será mejor que te sientes y le eches un vistazo a esto.
Le entrego el libro y le voy contando lo que nos ha pasado a Buffy y a mí exceptuando lo de su habitación, por supuesto.
- Sir William me llamó la vergüenza de la familia ¿papá tuvo antepasados nobles?
- Realmente una vez me habló de algo trágico que pasó en su familia hace un montón de años. Todos los varones de su familia no llegaban a los 30, de hecho el murió a los 29…
- ¡Pues vaya unos ánimos! Tengo que disfrutar lo que pueda.
- No te preocupes hijo, parece que acabaste con la maldición al destruir el retrato. En cuanto a lo del castillo, hablaré con el albacea de tu padre. El tiene que saber algo de todo esto, estoy segura.
- Ok. Voy a darme una buena ducha y a cenar un poco antes de acostarme, estoy rendido.
- Muy bien. Te espero aquí para cenar, William.
La semana pasó con rapidez. Estuve muy liado estudiando y ensayando con mi grupo. Oz vino a tocar una tarde con nosotros y ya es uno más de los nosotros.
Por él me he enterado que el sábado por la noche han quedado en el Bronce todos y he pensado en ir y aprovechar la oportunidad para hablar con Buffy de lo ocurrido entre nosotros.
Así que estoy terminando de arreglarme para ir. Llevo unos vaqueros azules y una simple camiseta roja y mis deportivas. No intento impresionarla, solo que me vea algo más normal.
Cojo mi abrigo de cuero al vuelo, y después de despedirme de mi madre con un beso, emprendo mi camino hacia ella.
Pensamientos de Xander:
No me gusta esto de ser una “Celestina”, pero he visto a Buffy muy triste toda esta semana y Spike es la causa. No es que me lo haya dicho a mí, pero sí a Willow y ella me ha pedido que les ayude a encontrarse, para que por lo menos hablen de una vez. Oz me ha servido de mediador con el rubio, aunque según me dijo, Spike tenía decidido ya ir a buscarla para hablar. Así todo es más fácil, espero.
Estamos en la mesa los cinco sentados, no paro de mirar hacia ella y Buffy ha empezado a sospechar.
- ¿Esperas a alguien Xander?
- ¿Yo? No, que va… ¿y tú?
- Yo no miro a la puerta cada dos minutos, tú si.
- Anya, ¿Te apetece bailar? –digo cuando veo entrar al rubio por la puerta. Anya sigue mi mirada y se levanta rápido.
- Claro. Hasta ahora chicos.
- Pero… ¿Qué?
Los dos se van y el vaso casi se me cae de las manos cuando le descubro entre la gente, acercándose a la mesa. NO puedo hablar ahora con él, no estoy preparada.
- Oz, ¿Bailas? –le pido a la desesperada para escapar.
- Lo siento Buffy, no se bailar.
- ¿y tú Willow?
- Buffy, relájate. Quizás solo quiera saludar y marcharse.
- Willow, Oz –saluda el rubio con una sonrisa, luego se vuelve a mí- Buffy, ¿podemos hablar un minuto, por favor?
Capitulo 10
Me he quedado petrificada. Sé que tenemos que hablar, pero no esperaba que fuera tan directo, ni un “hola Buffy” ¿Qué tal el instituto? ¿Trabajas o estudias…? Mierda, pienso más que tonterías. Levanto mis ojos tímidamente hacia él que me mira con una ceja levantada, esperando mi contestación.
- ¿Sobre qué?
¿He preguntado yo esa estupidez? Si, porque todos me miran como si lo fuera.
- ¿Tú que crees, pet? ¿Prefieres aquí o en privado?
- En privado- digo levantándome nerviosamente y siguiéndole cuando comienza a andar. Subimos a la parte de arriba del Bronze y nos acomodamos en una mesa en un rincón discreto.
- Buffy lo siento. Siento mucho todo lo que pasó en el castillo, lo que pasó en tu cuarto. Tú solo querías un poco de compañía y apoyo y yo me pasé contigo.
- No tienes por qué disculparte, Spike. No me obligaste a nada.
- Ya, pero tú eres menor. Yo estoy en el último año de instituto, y no es que me considere un adulto, pero debí controlarme, no esperar a que tú me pararas.
- En enero cumplo los dieciocho, Spike. Pero si te paré no fue por eso. Tengo que reconocer que me gustas, pero no estoy preparada para entablar ninguna relación. Tú estás acostumbrado a llevarte a la cama a las chicas en la primera cita, pero yo no…
- Buffy, yo no quiero llevarte a la cama…bueno si, pero no de esa forma. ¡Dios, soy un estúpido! No sé como explicarte…
- Inténtalo.
- ¿y si empezamos de cero? Imagínate que acabo de llegar a la mesa, que no nos conocemos de nada… Hola, me llamo William, pero puedes llamarme Spike. ¿Y tú?
- Buffy. Y puedes llamarme Buffy, o pet...luv…menos Summers…
- Muy graciosa. Bien, pues ahora que nos conocemos, ¿Qué te parece si sales conmigo?
- ¿Salir contigo? ¿Cómo novios? ¿No te he dicho…?
- Como amigos. Amigos con pretensiones de algo más si funciona. ¿Qué me dices?
- No sé… ¿Tengo que decidir ahora?
Tomo su pequeña mano entre la mía y se la beso.
- Tómate el tiempo que necesites…aunque me gustaría que…
- ¡Hola Buffy! Te estaba buscando. Willow me ha dicho que estabas aquí con un amigo.
- ¡Riley! El es Spike… -digo a la vez que rescato mi mano.
- Hola Spike-
Le saludo con un leve movimiento de cabeza. El se gira hacia Buffy y actúa como si yo no estuviera allí o fuera invisible… ¡gilipollas!
- Dime Riley… ¿me buscas para algo especial?
- El baile, ¿lo has olvidado? Me prometiste ir conmigo hace dos semanas.
- ¿Lo hice? –digo mirando con terror hacia Spike que nos mira muy cabreado.
- Si. Ya he comprado el ramillete a juego con tu vestido. ¿Me dijiste que te ibas a poner uno blanco, no?
- Pues no se…
- Es igual, en la tienda me han dicho que va con todos los colores. Te dejo hablando con tu amigo. Te recojo el sábado que viene a las ocho, ¿OK?
- OK –
Riley se va después de darme un beso en la mejilla. Spike no ha abierto la boca en todo el rato. Se limita a mirarme con una sonrisita de esas suyas tan temidas.
- Spike, yo…
- “es igual, en la tienda me han dicho que va con todos los jodidos colores”-dice imitando su voz- ¿Estás saliendo con ese maricón?
- No, no estoy saliendo con ese… con…el. Solo me pidió que le acompañara al baile y le dije que sí. ¿Y por qué estoy dándote explicaciones? Hemos quedado en ser amigos, y te comportas como un novio celoso.
- No me comporto de ninguna manera. Es solo que….tienes razón, Buffy. Hemos quedado en eso, y tú puedes ir al baile del instituto con quien quieras…además, yo también he quedado ya.
- ¿Ah Si? ¿Con quién?
Intento que mi voz no suene ansiosa, pero por la cara de satisfacción que ha puesto el muy capullo, no lo he conseguido.
- Con Harmony. Ella también llevaba un par de semanas pidiéndomelo. Salimos de vez en cuando, somos amigos.
- ¿Con derecho a roce?
- ¿Estás celosa, Summers?
- ¿Celosa yo? Harmony es la mejor amiga de Cordelia, la odio. Son iguales de superficiales y tontas.
- Pero están buenísimas. Para un ratito valen….
- creo que me voy con mis amigos-
¿Pero que se ha creído este? ¿Qué las mujeres somos ganado?
- Estaba bromeando, pet. Es verdad que Harm es superficial, pero buena chica. Hemos ido un par de veces al cine y a bailar, pero nada más.
- ¿Entonces ella y tú no…?
- ¿y si te acompaño a casa? Se está haciendo tarde. Podemos seguir hablando de nuestro pequeño acuerdo por el camino.
- ¿no me vas a contestar?
- No. No es asunto tuyo, Luv.
- Tienes razón, a mi no me gustó que Anya dijera que tú y yo…
- Pues por eso. ¿Nos vamos, entonces?
- Si, me apetece tomar aire fresco.
Después de despedirnos de los chicos salimos del Bronze. Caminábamos despacio, uno al lado del otro. Yo llevaba las manos metidas en los bolsillos y ella se abrazaba a sí misma, ya que corría una leve brisa y solo llevaba un vestido y una chaqueta encima. Me quité el abrigo y se lo eché por los hombros, ella me sonrío y me dio las gracias.
Estuvimos hablando todo el camino de los fantasmas del castillo, y de lo mal que lo llegamos a pasar. Buffy se rió mucho cuando le conté lo que les había dicho de despedida. Ha sido agradable. Ya en la puerta de su casa es tiempo de despedirnos.
- Gracias por el abrigo.
- De nada pet. ¿Te gustan los peces?
- ¿para comerlos? Claro.
- Para verlos…hay un pequeño parque acuático en la costa con un gran acuario…hay hasta tiburones... ¿Te gustaría ir conmigo mañana a verlo?
- Pues claro. ¿A qué hora me recoges? –digo toda ilusionada.
- ¿A las diez?
- Perfecto. Hasta mañana entonces.
- Hasta mañana, luv.
Nos quedamos mirándonos unos momentos, sin saber muy bien que hacer… me decido a besarla en la mejilla, ella se asusta y mueve la cara, pensando en que voy a hacerlo en los labios, lo que provoca que la bese de verdad en ellos…nos separamos rápido y ella entra en la casa, y yo salgo corriendo a la mía.
Capitulo 11
No he podido pegar ojo en toda la noche. Estuve pensando en las palabras de Spike, eso de ser amigos y empezar a conocernos está muy bien, pero no me gusta la idea de que vaya con Harmony al baile. ¿Estoy celosa? Si, lo estoy, y no se si podré aguantar sin lanzarme a las greñas de esa rubia si intenta algo más que bailar con mi…amigo. Porque Spike es tu amigo, Buffy, convéncete de eso…aunque yo iré con Riley y a Spike no le hizo ninguna gracia que lo haga, aunque intente disimularlo.
Ya es la hora, el claxon de su coche suena un par de veces y salgo, después de despedirme de mi madre.
Me ha dicho que quiere conocer a Spike, pero no creo que él quiera. Ni pienso sugerírselo siquiera.
- Buenos días, Spike. ¿Todo listo? –le doy un beso en la mejilla y el me sonríe.
- Hola pet. Si. ¿Has traído ropa de abrigo? Allí hace más frío que aquí.
- Creo que con este suéter de lana y la chaqueta será suficiente. ¿Cuánto se tarda en llegar?
- Dos horas. Abróchate el cinturón, cariño, que nos vamos.
Nos pasamos el viaje hablando más sobre nosotros, cuando éramos pequeños y las travesuras que hacíamos. También me ha contado cuando murió su padre, él tenía 5 años, y fue un duro golpe para todos.
Su madre no había rehecho su vida, y se había dedicado a cuidarle a él.
- ¿sabes algo de tu padre?
- Se ha ido a vivir a Nueva York. Con su zorrita. Mi madre dice que es mejor así, le será más fácil olvidarle. ¿Por qué todos los tíos sois así, Spike?
- ¿Así como, Buffy?
- Nos hacéis creer que somos especiales, que vamos a estar juntos toda la vida y cuando más enamoradas estamos…
- No todos somos así. Buffy, nadie puede jurar que un amor sea eterno, que vaya a durar toda la vida…pero cuando el amor se acaba es mejor ser sincero y dejarlo, no engañar ni llevar una doble vida. Hay hombres cobardes que engañan a sus mujeres porque no son lo suficientemente hombres para afrontar la verdad.
- Si. Supongo que tienes razón.
- ¿todavía lo amas?
Ángel. ¿Me está preguntando por él? Seguro. Los chicos le hablaron de él, todo el instituto sabe lo que ese…me hizo.
- No, ya no. No creo que vuelva a enamorarme nunca.
El asiente con la cabeza y juraría que su cara se ha entristecido de pronto. Lo de Ángel me dolió mucho, se pasó un año pidiéndome salir, yo me negaba porque su fama de mujeriego era conocida en todo el instituto, pero al final caí, me dejé llevar por mis sentimientos y salimos juntos. Después de un par de meses, en los que solo nos habíamos besado, fue más lejos. Yo tenía miedo, pero él me convenció. Me dijo que eso nos uniría más, que me quería y nunca me haría daño…así que lo hice. Pasé una semana sin noticias suyas, hasta que lo vi en el Bronce con Cordelia, enrollados. El me dijo que lo habíamos pasado bien, pero que no era nada más que eso, y después se dedicó a contarlo por todo el instituto…Creí morirme de la vergüenza.
- ¿Tú has salido con alguien especial, Spike?
- No. He salido con algunas chicas, pero nada serio. Ninguna me ha llamado la atención como para pensar en algo más…excepto tú.
Sonrío y bajo la cabeza sonrojada. ¿Me ve especial? ¿Debo creerle o solo busca lo que todos?
Llegamos por fin al Sea Life Acuatic, y él paga las entradas. Ante mis protestas dice que yo le invite luego a una cerveza y en paz. Todo es precioso, hay toda clase de peces, incluso serpientes marinas, erizos…cuando salimos para ver los delfines, me abrazo a mi misma buscando calor, ya que corre un poco de brisa.
- Te dije que hacía frío.
- No iba a traerme un traje de esquí, ¿no? Tampoco esto es Siberia.
- Ven aquí, Summers –le paso el brazo por los hombros pegándola a mi cuerpo, ella me abraza por la cintura y se restriega de forma deliciosa contra mi pecho. -¿mejor?
- Si. Estás muy calentito…quiero decir, que desprendes calor…-digo toda roja cuando el se ríe bajo.
- Te entendí, cariño. Sigamos caminando.
Varios delfines saltan dentro de una gran piscina arrancando un grito de admiración de Buffy. Sin pensarlo muy bien, se suelta de mis brazos y va hasta el filo de la piscina, sin pensar en las consecuencias.
- ¡Buffy, no te acerques mucho!
- ¿por qué? Son inofensivos y preciosos.
- Si, pero salpican, vuelve antes de que…-demasiado tarde. Uno de los cetáceos da un gran salto y cae en plancha sobre el agua, poniendo a Buffy empapada.
- ¡Mierda!
Corro hacia ella a la vez que los cuidadores, que llevan una toalla. Supongo que están más que acostumbrados a que esto pase.
- ¿Se encuentra bien, Srta?
- Estoy helada y calada hasta los huesos.
- Te lo dije. Nunca me haces caso.
Uno de los cuidadores sonríe y le da a Buffy la toalla. Ella está tan helada que no atina ni a envolverse en ella, así que me acerco con un suspiro y la ayudo, abrazándola después para darle calor.
- Tenemos una habitación con calefacción para estos casos. Sería conveniente que su novia se quitara la ropa mojada. Allí tenemos de todo.
- Será lo mejor, vamos nena.
Caminamos hacia donde dice el tipo. Realmente tiene de todo, una mesa, un par de sofás, calefacción y un armario pequeño con ropa deportiva diferente y bambas.
- Ahí hay una lavadora secadora. Pueden meter la ropa de la chica dentro y mientras ver la tele. Tenemos cable.
- Gracias por todo. Sentimos las molestias.
Los empleados del acuario salen y cierro la puerta por dentro. Voy hacia el armario y busco unos pantalones pequeños y una sudadera que le puedan servir.
- Quítate la ropa y ponte esto.
- ¿Dónde? No hay cuarto de baño…
- Me daré la vuelta, no te preocupes.
- Está bien.
Me desnudo con rapidez, no es que no me fíe de Spike, es que estoy congelada.
- Ya puedes volverte.
Meto la ropa en la lavadora y me siento en el sofá. Spike ha puesto la tele y se sienta a mi lado, cubriéndome con una manta que había en el altillo del armario. Lo miro y él me sonríe. Abre sus brazos para mí y yo me refugio en ellos, buscando confort. Nos quedamos dormidos viendo el National Geografic.
Capitulo 12
Me despierto con una placentera sensación. Estoy tocando algo duro y grande… ¿Duro? ¡Dios! Recuerdo que me dormí en brazos de Spike… ¿no le estaré tocando sin querer el…laaa? Abro un ojo y le miro. Gracias a Dios el sigue dormido, así que retiro mi mano de su…dureza con cuidado y la coloco sobre su pecho, haciendo un poco de palanca para incorporarme. El comienza a despertarse también y sonríe al notar dónde lo estoy mirando todavía.
- ¿Has entrado en calor ya, Summers? –dice con doble intención.
- Sí, ya estoy a temperatura normal. Voy a buscar mi ropa.
Dejo que se levante y me siento en el sofá, alisándome el pelo con la mano mientras miro mi reloj.
- ¡Bloody hell! Son las cinco de la tarde. Deberíamos volver. ¿Cómo hemos podido dormir tanto seguido a estas horas?
- Yo no dormí nada anoche. Estaba cansada y me encontraba tan a gusto…
- ¿Ah, si? Yo tampoco pegué ojo…por los exámenes.
Me doy la vuelta prudentemente para que ella se vista, pero está tan nerviosa que pasa por delante de mí ajustándose los pantalones, lo que hace que me endurezca mucho más.
- Ya estoy cuando quieras nos vamos.
- Yo estoy casi a punto…-mascullo entre dientes intentando quitar la imagen de su tanga de mi cabeza.
- ¿Decías?
- Que cuando quieras, amor.
Estas dos últimas semanas nos hemos visto mucho, hemos ido al cine, a cenar, incluso a bailar. Los rumores sobre nosotros circulan por todo el instituto. Riley me ha preguntado incluso que si sigue en pie la cita para el baile, y he tenido ganas de decirle que no, que voy a ir con Spike, pero es que él no ha vuelto a mencionarlo, y no quiero que piense que lo presiono.
Ya es el día, y hemos quedado en vernos allí. Me resulta raro ir con Riley. Antes lo veía atractivo, inteligente y seductor, pero ahora me parece un imbécil, comparándolo con Spike. Y es que todos los chicos que conozco no le llegan ni a la suela del zapato. ¡Estoy enamorada!
Por llevar la contraria me he comprado un vestido largo de color negro, y un echarpe en rojo. Llevo el pelo recogido con unos mechones cayendo por mi frente. Mi madre me ha dicho que parezco mayor, y eso es lo que quiero, deslumbrarle. A Spike.
Riley llega, y después de bombardearme a cumplidos y ponerme el ramillete en la muñeca, nos vamos hacia el instituto. ¡Tengo unas ganas de verle…!
Llego al baile con Harm colgada de mi brazo. Lleva un llamativo vestido de color rojo fuego, con un gran escote y altos tacones. Muchos de los chicos me miran con envidia, pero mis pensamientos están con Buffy, y que estará toda la noche con ese cretino de Finn.
Xander llega con su chica, así como Oz y Willow. Me saludan desde lejos y se sientan en una mesa, creo que no se llevan muy bien con mi acompañante, y no me extraña, no hay quien diablos la aguante.
A los diez minutos Buffy entra con Riley. El le pasa el brazo por los hombros, de forma posesiva. Ella me sonríe y puedo leer en sus labios un prometedor “luego”.
- ¿Vamos a bailar, osito?
- Harm, no me vuelvas a llamar así, o te quedas más sola que la una, ¿entendido?
- Ok, ¿me sacas a bailar? -insiste haciéndome pucheros. Voy a decir que no, cuando veo que Buffy y su acompañante van hacia la pista.
- Sí, claro.
La arrastro prácticamente hasta llegar donde ellos están. Buffy tiene las manos puestas en el pecho del tipejo, intentando mantenerlo a raya, mientras que él tiene las suyas algo más abajo de su cintura. Buffy tira de sus manos hacia arriba y le aparta un poco más. No puedo seguir mirando lo que pasa, porque Harmony hace que me gire y les pierdo de vista por unos segundos. Cuando vuelvo hasta donde estaban ellos no los encuentro.
- ¡Bloody hell! ¿Dónde…?
- ¿Dónde que?
- ¿Dónde he puesto las llaves del coche? Ahora vuelvo, voy a mirar si las he dejado puestas.
Me largo a toda prisa y busco con la mirada entre la gente. No pueden estar muy lejos. Me acerco a Xander que está bailando con Anya muy acaramelados.
- ¿has visto a Buffy y a Riley?
- Creo que les vi saliendo hacia el jardín hace un momento, pero no estoy seguro.
- Yo sí. Iban cogidos de la mano. Querrán un poco de intimidad. Como no espabiles…
- ¡Anya!
- Hasta luego chicos.
Me voy bastante molesto hacia el jardín. Anya se la está jugando, pero no es ella ahora la que me preocupa, si no Buffy.
No puedo soportar ver a esa lagarta abrazar a Spike de esa forma. -piensa Buffy- Está tan pegada a él, que si Dios estuviera en todas partes, lo habrían asfixiado. Y para mal mayor, tengo que estar todo el rato que bailamos controlando las manos de pulpo Riley, que no deja de sobarme el culo.
Así que cuando la canción termina y me dice que si quiero salir al jardín a tomar un poco el aire, acepto. Así dejaré de sufrir un rato. Riley me toma de la mano y yo le echo una última mirada a Spike, que se ha alejado bailando con la rubia imbécil esa. De que buena gana le…
Ya fuera respiro un poco, cerrando los ojos, los cuales abro sobresaltada al notar unas manos en mi cintura y algo duro en mi trasero.
- Estaba deseando hacer esto, Buffy.
- Riley, creo que vas un poco rápido, ¿no crees?
Me vuelvo rápidamente poniendo espacio entre los dos. El sonríe y vuelve a la carga.
- Pensé que te gustaba, que sentías algo por mí.
- Y me gustas, pero como amigo. Creo que voy a volver dentro. Tengo un poco de frío.
Intento entrar pero Riley se interpone en mi camino.
- Yo puedo darte todo el calor que quieras, preciosa, fíjate.
Coge mi mano y la pone sobre su erección. Reacciono automáticamente y le cruzo la cara con ella. ¡Será cerdo!
- No soy de esa clase de chicas, Riley. No te equivoques.
Intento sortearlo, pero él me coge del brazo haciendo que me pegue a su cuerpo intentando besarme a la fuerza.
- No es eso lo que he oído por ahí de tu ex.
- ¡Déjala capullo, o te arranco la cabeza!
- ¡Spike!
Capitulo 13
Spike da un paso hacia nosotros y aparta a Riley de un empujón.
- Como vuelvas siquiera a tocarla, lamentarás haber nacido.
- ¿Qué te pasa, rubiales? ¿La quieres solo para ti? Ya he oído que os lo montasteis de miedo hace unos días en un castillo. Ella gritaba como una cerda.
Lanzo mi puño contra su cara, y dos dientes salen volando. Antes de que caiga al suelo lo levanto en vilo y lo dejo caer sobre un gran charco de barro que hay en el suelo después de darle un cabezazo en la nariz, rompiéndosela. Buffy se acerca a mí y tira de mi brazo, llorando muy asustada.
- ¡Déjalo, Spike! No merece la pena.
- Estás advertido, si vuelves siquiera a mirarla…te mataré.
- Por favor, Spike, déjalo.
Asiento y caminamos hacia dentro. La llevo cogida por los hombros y ella a mi por la cintura. Los chicos nos miran en silencio, ya que la música ha parado. La llevo hasta la barra y pido dos refrescos, ofreciéndole uno.
- ¿Quieres que te lleve a casa, pet?
- No. Quiero bailar contigo…cuando la música empiece de nuevo. No tengo nada de que avergonzarme.
- Yo también quiero tenerte entre mis brazos, y que apoyes la cabeza en mi pecho y acariciarte la espalda suavemente mientras nos movemos al ritmo de la música…
Llevo mi mano hasta su rostro y se lo acaricio. Ella sonríe y se abraza a mí. Por fin la música comienza a sonar y vamos caminando hacia la pista. Todos nos miran, pero me da igual. Creo que ya hemos hecho el tonto el tiempo suficiente.
Cierro los ojos cuando la siento pegada a mí, entregándose como si en vez de bailar hiciéramos otra cosa. Puedo sentir como su pecho se agita contra el mío cada vez que respira. La beso en el pelo y ella me corresponde haciéndolo en el pecho, sobre la piel que la camisa semi abierta deja al descubierto.
Podía pasarme toda la noche así.
La canción termina, pero nosotros seguimos abrazados bailando sin música.
Estoy en el cielo. -piensa Buffy- Creo que la música lenta ha parado hace rato, y ahora suena algo de rock, pero me da igual, no pienso soltarle en toda la noche. Esto que estamos haciendo va a tener consecuencias, ya había bastantes habladurías sobre nosotros, así que mi ya maltrecha reputación se va a quedar del todo destrozada, porque no sé lo que esto significa para él, si es que significa algo más que pura atracción física, y el deseo de protegerme que se ha despertado en él. Abro los ojos y levanto la cabeza para mirarle. El abre también los suyos y me sonríe de forma deliciosa, curvando los labios ligeramente.
- ¿qué pasa, pet? ¿Todavía piensas en ese imbécil?
- No, no es eso…Me preguntaba qué va a pasar ahora.
- ¿Te refieres a nosotros? ¿Quieres dar el siguiente paso, Buffy?
- Quiero que me digas qué significa esto para ti. Esto que tenemos.
- Ahora mismo solo tenemos una amistad, y significa mucho para mí, Buffy. Podemos seguir así o avanzar, tú decides.
Le miro atentamente, algo decepcionada. Yo esperaba algo así como, “Buffy, estoy enamorado de ti, vamos a intentarlo” Pero supongo que “amor” es una palabra demasiado fuerte como para que él la pronuncie ahora.
- Creo que así estamos bien… pero me gustaría avanzar un poco, que fuéramos algo más que amigos. Sí tú crees que puedes…
- Puedo y lo deseo.
La atraigo hasta mis labios y la beso suavemente. Hemos dejado de bailar y los chicos a nuestro alrededor nos miran cuchicheando. Creo que es hora de salir de aquí y volver a casa.
Rompo el beso y la cojo de la mano, hasta llegar al guardarropa. Recoge su chal y salimos fuera. Me fijo en que todavía lleva en la muñeca las flores del imbécil y se lo saco con cuidado, tirándolas a una papelera cercana.
- Te llevaré a casa, amor.
- ¿Y Harmony? Has venido con ella.
- La he visto antes hablando con Parker, él la llevará, y si no que tome un taxi, no voy a dejar que te vayas sola. Eres mi chica.
Su chica. ¡Que bien suena eso! Nos damos otro beso, un poco más intenso que el anterior y nos metemos en el coche para volver.
Paro en la puerta de su casa y ella me toma de la mano, acariciándome con las suyas. Se que hay algo que le preocupa.
- ¿Todo bien?
- Es temprano. Mi madre se va a extrañar que llegue tan pronto.
- Si quieres podemos quedarnos aquí dentro y charlar. O salir y dar un paseo.
- Prefiero que nos quedemos. Todavía no he asimilado lo nuestro.
- Pues hazlo. Solo falta hacerlo oficial, aunque después de que todo el instituto nos vio besándonos en la pista de baile, no creo que sea necesario, se habrán imaginado que somos pareja.
- Si, supongo. –Sonrío un poco y me sonrojo- menudo beso nos hemos dado.
- ¿quieres repetir? Tengo todo un repertorio.
- ¿De verdad? Veamos entonces.
Acercamos nuestras caras y comenzamos a besarnos. Primero tanteando el terrero y luego subiendo la intensidad. En algún momento ella ha pasado a mi asiento y está sentada justo encima mía, con los pies en el suyo. Sus pequeñas manos se han colado por mi camisa y las mías por debajo de sus vestido de noche, hasta llegar a su ropa interior. Tengo que parar o la tomaré aquí mismo, en la puerta de su casa.
Como si de una señal se tratara, la luz del porche se enciende en el mismo momento en que dejo de besarla, y su madre sale a él, mirando hacia el coche.
- ¡Bloody hell! ¡Tu madre, Buffy!
- ¿Mi madre? ¿Dónde?
- En el jodido porche.
- ¡Mierda!
Voy hacia mi asiento a toda prisa, rezando por que mi madre no nos haya visto. Él se arregla un poco la camisa sacándosela por fuera.
- Es mejor que salgamos a su encuentro, Buffy.
- Buena idea, al fin y al cabo ella quería conocerte, ¿Qué mejor momento que ahora?
Capitulo 14
Llegamos hasta el porche donde la madre de Buffy nos espera. No sé si desde donde estaba ha podido ver algo, y si es así como reaccionará.
- Buffy, ¿ha pasado algo? ¿Y Riley?
- No, todo está bien. Riley bebió en la fiesta y Spike se ofreció a traerme. Estábamos charlando en el coche.
- ¿El es Spike? Hola, tenía ganas de conocerte, Buffy no para de hablar de ti.
- Buenas noches, señora Summers. Espero que todo lo que le contara fuera bueno.
- Llámame Joyce. Oí el coche llegar y estaba un poco intrigada…con los cristales empañados no se veía quien había dentro, y como no conocía tu coche…
¡Gracias a Dios! No nos ha visto.
- Bueno, pues ya nos conoce…a los dos. Será mejor que vuelva a casa, se está haciendo tarde y mi madre me espera siempre levantada.
- ¿No te apetece un chocolate caliente? Buffy y yo siempre nos tomamos uno antes de dormir. Nos relaja.
- Di que si, Spike. Puedes llamar a tu madre.
- Está bien. Solo un rato.
Pasamos dentro y después de llamar a mi madre voy a la cocina, donde Buffy y Joyce están esperándome con el chocolate. Joyce me da mi taza y comienzo a beber despacio, intercambiando miradas con Buffy.
- ¿Qué tal la fiesta? ¿Os habéis divertido?
- Si. Hemos estado bailando y charlando. Ya sabes, lo de todas las fiestas.
- Y dices que Riley ha bebido… ¿desde cuando hay alcohol en una fiesta del instituto? El director Snyder me llamó hace como quince minutos. Dice que Spike ha pegado a Riley, y que está en el hospital. Y que habéis formado un espectáculo sexual en la pista de baile…
¡Mierda! ¿Y ahora qué? ¿Estaba Snyder allí? No, no había ningún bloody profesor en la fiesta, eso es alguien que le ha avisado.
- Riley intentó propasarse con Buffy y la insultó. Yo solo lo puse en su sitio. Y en cuanto a lo otro…fueron solo unos besos. No tiene nada de malo, nos queremos.
- Buffy es menor de edad, Spike. Y no quiero que los vecinos vean como mi hija se lo monta en el coche con su novio mayor, ¿me has entendido?
- ¡Mamá! No ha pasado nada entre Spike y yo. Es como él ha dicho, solo nos besamos.
- Creo que será mejor que te vayas, Spike. Es tarde. Ya hablaremos otro día.
- Cuando quiera, Joyce. Buenas noches. Te llamaré, pet.
Dejo la taza en el fregadero y salgo por la puerta de la cocina. ¡La he fastidiado bien!
Llevo dos días sin ver a Spike. Mi madre me ha castigado y me lleva y recoge al instituto. Como él está en otro curso, apenas nos cruzamos por los pasillos, y tenemos a Snyder pegado a nosotros como una lapa, sin dejarnos hablar.
Estoy desesperada, necesito verlo. Tampoco puede llamarme, porque me ha secuestrado el móvil, y no me pasa llamadas suyas.
La culpa la tiene Snyder, él le ha llenado la cabeza de basura a mi madre sobre Spike. Le ha contado que es el chico más conflictivo del instituto y que canta en un grupo de rock, que fuma y bebe…y no es que le haya mentido precisamente, pero ahora ha cambiado, por mí.
Pronto cumpliré los dieciocho, y entonces no habrá nadie que nos separe.
¡Maldito sea Snyder! Ha llamado a mi madre y le ha contado “a su manera” lo que pasó en la fiesta. Riley nos ha demandado, a mí en concreto por lesiones. Y por si fuera poco, me han prohibido acercarme a Buffy, ya que es menor. Así que mi madre me ha pedido que me vaya a Londres a casa de unos familiares de mi padre y termine el semestre allí, para que la cosa se tranquilice.
Necesito ver a Buffy por última vez, y contarle lo que pasa, pero no quiero meterla en más problemas, así que le he escrito una carta para que Oz se la de cuando yo me haya ido. Espero que me comprenda y me perdone por dejarla sola.
Estoy guardando mis libros en la taquilla cuando alguien me toca en el hombro con cuidado. Me vuelvo rápidamente sonriendo pensando en que sea Spike, pero mi sonrisa se desvanece al comprobar que es Oz.
- Buffy, ¿Cómo estás?
- Bien. ¿Pasa algo? Si buscas a Willow está en clase de matemáticas ahora mismo…
- Si, lo se. Te buscaba a ti. Es de Spike.
Oz saca un sobre de entre sus libros y me lo da. Mi corazón da un vuelco al leer mi nombre trazado nerviosamente sobre el papel.
- Gracias. Te lo agradezco de verdad, Oz.
Dejo mis libros en la taquilla y corro al baño a leerla. No es el sitio más romántico, pero por lo menos es privado.
Abro el sobre nerviosamente y comienzo a leer:
“Hola pet, Siento haberte metido en este embrollo. Me hubiera gustado haberte visto por última vez y decirte cuanto te quiero, pero no me dejan. Me han prohibido verte, y como eres menor, creo no sería buena idea asaltar tu casa, y secuestrarte.
Tengo que irme del país por un tiempo. Era eso o que te fueras tú, y creo que es mejor que sea yo el que se vaya.
Piensa que solo serán unos meses, en el verano volveré y tú ya serás mayor de edad, y podremos estar juntos para siempre.
Espérame nena, yo te llevaré en mi corazón siempre.
Te quiero".
Spike.
Me dejo caer al suelo llorando. Pero, ¿por qué? ¿Por qué tiene que irse? No, no voy a dejar que se vaya así como así.
Guardo la carta en mi bolsillo y me limpio las lágrimas. Corro sin parar hasta llegar a su casa, pero no hay nadie. Estoy desesperada. Una vecina está regando el césped y me sonríe.
- ¿Estás buscando a William y Anne?
- si, ¿Sabe dónde están?
- Anne ha ido a despedir a su hijo al aeropuerto. Se iba hoy hacia Londres.
- ¿A Londres? ¡OH Dios!
Paro un taxi le digo que me lleve lo más rápido posible al aeropuerto. Llegamos a la media hora y tras pagarle salgo corriendo hacia la terminal. Justo cuando entro, por los altavoces están anunciando la salida del vuelo con destino a Londres…he llegado demasiado tarde.
Capitulo 15
Me acerco a un gran ventanal donde se divisan las pistas de aterrizaje. Un avión comienza a deslizarse por la pista y mis ojos lo siguen como si pudieran ver a través de la chapa. Se fue. Y no pudimos ni despedirnos. Cuando el avión ha desaparecido en el cielo, me vuelvo despacio inundada en lágrimas. Camino hacia la salida destrozada, arrastrando los pies, pero alguien se interpone en mi camino y dice mi nombre…
- ¿Eres Buffy, cariño?
- Sí. ¿Nos conocemos?
Levanto la cabeza y me limpio las lágrimas rápidamente con la manga de mi camisa. La señora de unos 45 años que tengo en frente sonríe ante mi gesto y saca un pañuelo de papel de su bolso, ofreciéndomelo.
- Soy Anne, la madre de William. O Spike, como tú lo conoces.
- ¿La madre de…? ¡Oh Dios!
La jovencita me mira como si fuera una aparición. -piensa Anne- Pobrecita, tiene los ojos enrojecidos e hinchados de tanto llorar. La tomo del brazo cuando veo que se tambalea, y hago que se siente.
- ¿Estás bien, querida?
- Si, no es nada. Es solo…
- Lo entiendo. William ha estado igual todos estos días, apenas comía ni dormía. No hacía otra cosa que pensar en ti.
- ¿por qué tiene que irse? No lo entiendo.
He empezado a llorar otra vez. Anne se sienta a mi lado y me abraza, diciéndome palabras de consuelo.
- Buffy, eres menor. William va a cumplir los 21 en el verano, entonces recibirá la herencia de su padre, y el castillo. El me ha dicho que no va a ir a la universidad, que quiere trabajar para poder ofrecerte algo. Si se queda aquí tarde o temprano volverá a cruzarse con Riley y puede terminar en la cárcel, ¿es eso lo que quieres para él?
- No. Yo solo quiero que estemos juntos.
- Lo estaréis. Si en verdad os queréis tanto como parece, ni el tiempo ni la distancia serán un obstáculo.
- No sé si podré seguir sin él. Sin verle, ni escuchar su voz…
- Bueno, creo que en eso puedo ayudarte. ¿Puedes venir esta tarde a mi casa?
- Sí. Supongo que al irse Spike me levantarán el castigo.
- Entonces te espero allí a la hora que quieras, Buffy. Anda cojamos un taxi y volvamos. Te dejaré en el instituto antes de que te echen en falta.
- Gracias Anne.
Gracias a Dios Willow me cubrió las dos horas que falté de clase. Dijo que estaba estudiando en la biblioteca, y Snyder no fue a comprobarlo. Después vino a decirme que mi madre no me recogería, y que me fuera yo sola a casa.
Regresé triste, pero algo más animada después de mi conversación con Anne. Solo eran seis meses.
- Buffy tenemos que hablar.
- Si es sobre Spike, no es necesario. Ya sé que se ha ido a Londres.
Mi voz es seca. Siempre he tenido gran confianza con mi madre, pensé que ella me entendería, y que por lo menos nos escucharía a Spike y a mi antes de tomar ninguna decisión.
- Es por vuestro bien. De los dos. Solo eres una adolescente que no tiene muy claro lo que quiere, y no deseo que te equivoques.
- Mamá, se muy bien lo que quiero, y es a Spike. Y el me quiere a mí. Cuando cumpla los dieciocho estaremos juntos, os guste o no.
- Cariño, hace unos meses te las pasabas llorando por Ángel. ¿Cómo sabes que esto es diferente? A tu edad no se distingue el amor verdadero de la pasión.
- Spike y yo no nos hemos acostado, pero cuando me besa es diferente a Ángel, siento cosas diferentes. El me hace sentir especial, me protege como si lo fuera. Me mima, me adora… Con Ángel no tuve nada de eso. Con Ángel si que fue solo sexo, y después me dejó tirada.
- ¡Buffy! ¿Te acostaste con Ángel?
- Si. Y es algo de lo que me arrepentiré toda la vida.
- Buffy, creía que además de madre e hija éramos amigas. Antes me lo contabas todo.
- Yo también lo creía, pero el día de la fiesta no le diste ninguna oportunidad a Spike de explicarse, ni a mí tampoco, solo te importaba lo que Snyder te dijo y lo que la gente pensara. .
- Os di la oportunidad y me mentisteis, los dos.
- Fue para no preocuparte. Bastante tienes con lo de papá. No quería darte más preocupaciones, eso es todo.
- Nos equivocamos las dos.
- Sí, supongo que tienes razón.
Me voy a mi habitación y me echo en la cama a leer otra vez la carta de Spike. Estoy deseando que pase el tiempo para ir a su casa y hablar con Anne, creo que su madre y yo nos vamos a llevar bien.
Capitulo 16
Llego a casa de Spike como a las seis. Estoy nerviosa, y a la vez ansiosa por hablar con Anne. Por conocer un poco más al William que él trata tanto de esconder tras una gruesa capa de cinismo.
Toco a la puerta y Anne me abre enseguida con una sonrisa, invitándome a pasar.
- Estoy haciendo un poco de te. ¿Te apetece una taza?
- Sí, gracias Anne. Hace bastante frío en la calle.
- Estamos en diciembre, y este año viene más frío de lo normal. Siéntate por favor.
La cocina es amplia y tiene una mesa en el centro. Me siento en una de ellas y Anne sirve dos tazas de te y unas pastas que tienen muy buena pinta.
- Gracias.
- De nada. ¿Estás más tranquila ya?
- Lo intento. Estas dos últimas semanas hemos estado todo el tiempo juntos. Viéndonos a todas horas, incluso el otro día Spike me ayudó a estudiar…le echo de menos.
- Creo que el estar contigo le ha ayudado a volver a ser él mismo. ¿Te ha contado lo de Cecily?
- ¿Cecily? No. No recuerdo haberle visto con ninguna chica en especial en todo este tiempo. Y él me dijo que no había salido con nadie especial.
- No es algo que le guste recordar, precisamente. Se enamoró de esa chica como un loco. Ella lo convirtió en lo que ahora es. William era un chico amable, educado, cariñoso…ella lo empujó a beber y a fumar. No le gustaba como era, ella quería alguien popular. Le llevó a unos límites que creí que perdía a mi hijo. No me escuchaba, tan solo pensaba en ella y hacía todo lo que ella le pedía. Hasta que tuvieron el accidente.
- ¿Tuvieron un accidente? ¿Qué pasó?
- Ella convenció a Will para que cogiera mi coche e irse de fiesta. Habían bebido, él lo hizo se salieron de la carretera en una curva cuando volvían a casa. Cecily murió en el acto, y Will estuvo en coma mucho tiempo. Por eso tiene tantas cicatrices en la cara, la de la ceja, el labio… No lo ha superado todavía. Se cree responsable de su muerte.
- Pero no lo es. Fue un accidente. Desde que volvimos del castillo no ha bebido. Ni siquiera una cerveza, aunque fumar si fuma. No hay forma de que deje de hacerlo.
- Él me ha hablado mucho de ti. Hace mucho tiempo que no le veo así. Feliz. Tengo algo para ti. Ahora vuelvo.
Anne sale un momento de la cocina y aprovecho para mirar a mi alrededor. Todo está muy limpio y recogido. En un aparador hay varias fotografías de Spike cuando era pequeño, jugando con su padre en el jardín. Tiene el pelo oscuro y rizado, y una gran sonrisa.
- Ese fue el día que cumplió cinco años. Unos días después su padre murió…
Me vuelvo hacia Anne que lleva una pequeña cajita de madera en la mano. La abre y saca de ella una cadena de oro con una cruz.
- Se la regalé a Will cuando nació. Siempre la llevaba puesta, hasta el accidente. Ella te protegerá como le protegió a él.
- Gracias. Es preciosa. ¿No le molestará que la lleve?
- No. Tengo algo más para ti.
Me pongo la cadenita con la cruz y ella saca entonces un móvil de su bolsillo.
- Este móvil tiene video conferencia, y un saldo ilimitado. Puedes llamar a William siempre que quieras, y hablar con él. El tiene otro igual. Así la espera no será tan dura.
- Gracias Anne.
Me abrazo a ella muy emocionada. ¡Voy a poder hablar todo lo que quiera con Spike! Y verle, aunque sea a distancia…
Por fin he llegado al bloody Londres. Han sido muchas horas de vuelo, y estoy muy cansado. Me gustaría saber como está Buffy. Si leyó mi carta, pero he llamado a Oz y me daba desconectado.
Voy hacia un taxi y le doy la dirección de mis tíos. Viven en el centro de Londres, en un apartamento y tienen un hijo, Danny de mi edad. Por lo menos no estaré solo.
Toco a la puerta y un chico rubio me abre.
- Hola, ¿eres Will?
¿Y tu Grace? Estoy a punto de contestarle. No estoy de muy buen humor, pero el chaval no tiene la culpa. Suspiro y trato de sonreír, aunque solo me sale una mueca.
- Soy William, tú serás Danny, supongo.
- Supones bien. Pasa. Estás en tu casa.
Danny se aparta y me deja el paso libre. Camina delante de mí de una forma muy graciosa, moviendo las manos mientras habla.
- Así que has sido un chico malo y te han deportado…No te preocupes, aquí estarás bien. Podemos ir al cine a ver el estreno de Superman Returns, dicen que es lo más.
- No me gusta superman, Clark Kent es muy sosito… En Smallville voy con Brainiac, es más interesante y más…
- Sexy, guapo…- completa Danny poniendo los ojos en blanco y pasándose la lengua por los labios.
- Iba a decir inteligente, pero eso también vale.
- Si, es tan inteligente como Lex Luthor, aunque a mi me gustan más los chicos con pelo en la cabeza… ¿y a ti?
- A mi me gustan las chicas…una chica.
- ¡Ah claro! Se me olvidaba que tienes novia. ¿Cómo era que se llamaba? Papá me lo dijo mientras hacíamos la cena de los jueves para el club de ajedrez… –Danny se pone la mano bajo la barbilla y mira al techo, de forma muy muy gay….- ¿Betty?
- Buffy –digo con una sonrisa- Buffy Summers.
- ¡Eso! Buffy. Un nombre un poco raro el de tu novia, William.
- Llámame Spike. Todos mis amigos me llaman así.
- ¿Spike? ¿Y eso? ¿No será por…? -Dice lanzando una mirada significativa a mi paquete.
- ¡Vaya! Parece que no soy el único chico malo aquí…-me río a carcajadas por primera vez en muchos días- digamos que algo si que tiene que ver, pero es algo privado... ¿Te importaría llevarme a mi cuarto? Estoy molido. Quiero darme una ducha y dormir un poco, si no te importa.
- ¡Dios, que suerte tiene tu novia! ¡Soy un desconsiderado! Yo importunándote aquí con mis preguntas y tú hecho polvo…sígueme.
Sigo a mi primo hasta mi habitación. Es amplia y cómoda. Se despide amablemente y cierra la puerta. Mi primo es gay, pero es simpático, y yo no tengo nada en contra de los gays. Coloco mis cosas en el armario y me desnudo para meterme en la ducha, ya que la habitación tiene hasta cuarto de baño.
¿Qué estará haciendo Buffy ahora? ¿Estará pensando en mí?
Capitulo 17
Estoy en medio de mi ducha relajante cuando el bloody teléfono suena. Me enjuago rápidamente y me envuelvo en la toalla. Mi madre tiene que estar preguntándose por que no la he llamado todavía, ya que le dije que lo haría en cuanto pisara suelo inglés.
Descuelgo el teléfono y me tumbo sobre la cama esperando ver la imagen de mi madre, mientras me peino un poco con la mano.
- ¿hola? ¿Mamá? ¿Estás ahí? Acabo de salir de la ducha.
- Si, ya me he dado cuenta. ¿Estás desnudo?
- ¡Buffy! ¿Eres tú?
Me siento en la cama y miro a la pantalla, antes tan solo me había limitado a hablar, pero sin mirar.
- si. Todavía me cuesta respirar. Estás muy bueno cuando sales de la ducha, aún con toalla.
- Si quieres me la quito y te hago un tour con el móvil por todo mi cuerpo, aunque parte de él no entrará entero en la pantalla- digo ladeando un poco la cabeza y mordiéndome el labio inferior. Ella sonríe y me llama estúpido. Me echo sobre la cama y la miro con tristeza- te echo de menos, luv.
- Y yo a ti. Leí tu carta. Era muy bonita.
- Me dio la vena poética. Pero sentía todo lo que dije. Soy un mal poeta, pero te quiero.
- Estos meses van a ser horribles. No sé si podré…
Comienzo a llorar y él hace esfuerzos por no hacerlo también. Tiene los ojos brillantes y la mandíbula encajada.
- Podrás, los dos podremos. Ya verás como el tiempo pasa rápido, amor. Prométeme que me esperarás.
- Te esperaré hasta el fin del mundo. Me he hecho amiga de tu madre. Ella me ha dado su móvil para que te llame cuando quiera.
- Le hablé sobre ti. Sobre nosotros y nos apoya. Buffy, voy a hacer todo lo posible por conseguir un futuro para lo dos. Para que podamos estar juntos.
- Confío en ti, cariño.
Interludio:
Estuvimos hablando más de media hora. La despedida fue terrible, pero la promesa de que nos llamaríamos todos los días a la misma hora me animó un poco.
Así lo hicimos. Incluso el día de mi cumpleaños hicimos una pequeña fiesta, con tarta y todo, cada uno la suya.
También he visto a Anne de vez en cuando. Ella me ha enseñado fotografías de Spike de cuando era un bebé, y era precioso. Me ha dado unas cuantas mí, y he hecho un pequeño álbum.
He buscado trabajo en un bar, y me he comprado mi propio móvil, y le he devuelto el suyo a Anne, para que ella pueda también hablar con él.
Mañana es San Valentín. Willow ha propuesto hacer una fiesta benéfica para una asociación de niños con cáncer. Se lo comenté a Anne y le pareció una buena idea, y como ya ha recibido el castillo en propiedad, nos lo ha ofrecido para hacerla allí.
Hemos estado toda la semana adornándolo, y preparándolo para la fiesta. Todo está precioso, y tenemos lleno. Van a ir todos mis amigos, e incluso Ángel y Cordy, y no me importa. Lo único que me importa es que mi novio no va a estar conmigo en ese día, y lo voy a echar de menos. Voy a ser la única que irá a la fiesta sin pareja…y los camareros.
Día de San Valentín:
Todo está preparado. Willow, Anya y yo estamos en la entrada principal del castillo recogiendo las entradas. Toda la gente va vestida de la época, ya que era uno de los requisitos.
Anoche estuve hablando con Spike más de dos horas, él también se ha buscado un trabajo en Londres en un pub, cantando por la noche, y no le va mal. Así tiene para sus gastos.
Veo llegar a Ángel con Cordelia del brazo. Me dan ganas de darme la vuelta y esconderme en el último rincón, pero no tengo por qué. Él ya no me importa nada.
- Hola Buffy. Bonito castillo.
- Es de su novio –salta Anya.
- ¿novio? No te he visto con ningún chico en meses. ¿le conozco?
- Se llama Spike. Está fuera del país.
- Ah, si, Spike…Riley me comentó algo hace tiempo. Y ¿ha venido a la fiesta, o Londres le coge algo lejos? Tengo ganas de que me lo presentes, seguro que nos hacemos amigos. Aunque según tengo entendido le han prohibido acercarse a ti.
Él y Cordelia se miran y sonríen con malicia.
- Soy mayor de edad ya, y nadie puede negarle nada. Es más, en cuanto termine sus estudios en Londres, nos vamos a casar.
- Pues no veo el anillo de compromiso, Buffy. Mira, yo sí que tengo uno- Cordelia extiende la mano y nos muestra un enorme anillo con lo que parece un brillante. Anya lo mira y hace un gesto despectivo.
- ¡Muy bonito! El otro día me tocó uno igual en un happy meal que me comí, pero lo tiré a la basura, era de un mal gusto…
- Si, a mi me tocó otro. Yo que tú lo llevaba a un perista, por si las moscas… -agrega Willow con una sonrisita.
- ¡Este es auténtico! ¿Verdad cariño?
- Pues claro. No le hagas caso a esas víboras. Tienen envidia. Entremos.
La pareja entra y las tres nos miramos, riéndonos como posesas.
- Gracias chicas. La verdad que el anillo es de un mal gusto increíble, sea bueno o no.
- Le tenía unas ganas…no la trago.
Por fin terminamos de recoger las entradas y vamos a la fiesta. La noche transcurre con normalidad, las parejas bailan y otras escuchan la música en los jardines. Salgo a la parte de atrás, donde el paso está restringido. Llevo mi móvil y necesito hablarle, verle, sentir su voz diciendo que me quiere.
Me siento en un banco de piedra y cuando voy a marcar una voz conocida suena tras de mi.
- Estas muy sola, Buffy. ¿Te apetece un poco de compañía?
-¡Ángel, esta zona está restringida! Será mejor que vuelvas con tu novia, te echará de menos.
- Está muy entretenida charlando con sus compañeras animadoras, y yo me aburro. ¿en serio te vas a casar con ese chico, o lo has dicho para ponerme celoso?
- No tengo ningún interés en ponerte celoso. Rectifico, no tengo ningún interés en ti.
- Buffy, cometí un error. La verdad es que no he podido olvidar nuestra primera noche juntos. No he podido olvidarte. ¿Y si me dieras otra oportunidad?
Parece sincero. Intenta cogerme las manos, pero yo las pongo tras mi espalda y doy un paso hacia atrás.
- Lo siento pero no. Ángel, me hiciste mucho daño, y no porque me dejaras tirada al día siguiente de entregarme a ti, sino por ir contándoselo a todo el mundo. Eso no te lo voy a perdonar nunca. Ahora vete, tengo que hablar con mi novio.
- Como quieras. Espero que no te equivoques.
- Mi equivocación fue creer que eras un hombre de verdad, y no eras más que un niñato mujeriego. Ahora si que estoy con uno verdadero.
Ángel aprieta los dientes y se va. He cerrado una etapa de mi vida. Marco el número de Spike y espero ansiosa a que descuelgue.
Capitulo 18
- Hola pet. Feliz día de San Valentín.
- Feliz día para ti también, cariño. ¿Dónde estás? Se ve muy oscuro.
- En el parque de enfrente de casa. Necesitaba un poco de intimidad, ya sabes lo pesado que se pone Danny cada vez que hablamos. Habla él contigo más que yo. Y hoy era un día especial.
- Pero allí es de día, ¿No?
¡Mierda! Me va a descubrir antes de tiempo. Mi chica es muy lista…
- Estoy escondido entre unos árboles. ¿Cómo va la fiesta? ¿Algún contratiempo? ¿Algún fantasma? ¿Algún ex al que le voy a machacar la cara en cuanto lo vea?
- ¿Cómo lo sabes?
- ¿lo del fantasma o lo del cabeza de buque?
Giro a mí alrededor. Tengo una corazonada. Como a unos cinco metros hay un grupo de árboles, y me ha parecido sentir un ruido. Me acerco silenciosamente sin dejar de mirarle. El me sonríe y de pronto la comunicación se corta. Guardo el teléfono en el escote de mi vestido y tiro del brazo de la sombra que hay tras el árbol.
- ¡Spike! Eres un….
- ¡Me descubriste, luv!
Se echa en mis brazos y la tomo por la cintura, levantándola del suelo, a la vez que nos besamos.
Estamos unos minutos así, hasta que tenemos que separarnos buscando aire. La dejo en el suelo sin dejar de abrazarla. Ella apoya su cabeza en mi pecho y su cuerpo empieza a ser sacudido por algunos sollozos. La aparto un poco para verle la cara y le retiro unas lágrimas con mis dedos.
- ¿Por qué lloras, pet? Espero que sea de felicidad.
- Lo siento. Es que no sabes lo dura que ha sido esta noche para mí. ¿O si lo sabes? ¿Cuánto hace que estás aquí?
- Llegué justo cuando hablabas con el cabezón de tu ex. Iba a intervenir, pero vi que te las arreglabas muy bien con él. Y quería darte una sorpresa. Últimamente siempre te encuentro con tus ex en los jardines.
- Entonces, ¿has oído nuestra conversación? ¿Toda?
Ella baja los ojos e intenta irse, pero yo la tomo con fuerza de la cintura atrayéndola más hacia mí.
- ¿Te refieres a lo de casarnos? Sí lo he oído.
- Es que Cordy estaba presumiendo de su anillo de compromiso y yo…me lo inventé. Sé que no debí hacerlo, tú no me lo has pedido todavía y…
- Sí, no lo he hecho, pero…
- ¡Buffy! Te estaba buscando –Willow viene muy alterada, pero al ver a Spike su cara cambia- hola Spike. ¿Cuándo has llegado?
- Hace un momento. ¿Qué pasa red?
- Uno de los chicos estaba en el baño lavándose las manos después de….bueno, de eso, y al mirarse el espejo dice que ha visto reflejado en él un rostro infernal y se ha roto en pedazos. Un trozo de cristal se le ha clavado en la cara.
Buffy y yo nos miramos. ¿Fantasmas, o el chico es feo como para que rompa espejos?
- ¿lo sabe alguien más? –dice Buffy muy preocupada.
- Por ahora solo su novia y sus amigos. Se lo han llevado al hospital.
- Vale, guardemos la calma, esto puede ser solo casualidad. Quedan dos horas de fiesta, así que vamos a entrar y vigilar que todo vaya bien, ¿OK? Ni una palabra a nadie sobre los fantasmas.
- ¿hay fantasmas en tu castillo, Spike?
- Había la otra vez. No os dijimos nada para no asustaros. Entremos.
Tomo por los hombros a Buffy y entramos al salón. Las parejas bailan con normalidad.
- Es mejor que los demás sepan lo que pasa, para que no se asusten. Se lo diré a Xander y Oz. Anya mejor que no sepa nada. Vosotros bailad un poco, que yo me ocupo de todo.
- Gracias Willow.
Vamos hacia la pista y comenzamos a bailar como aquella vez en la fiesta. Esta vez no me importa que nos miren ni que digan nada. Estoy con mi novio, y es el día de San Valentín.
- No te he dicho que estás preciosa con ese vestido. ¿Es el mismo que el de Halloween? Parece distinto
- Si. Tu madre lo lavó y me lo arregló.
- Te queda perfecto. Esa cruz me suena…
- Porque es tuya. ¿Te molesta que la lleve? Si es así…
- No, no me molesta. Ahí está genial.
La beso en los labios y ella mete las manos bajo mi camisa, acariciándome la espalda suavemente. Suena un trueno y la luz se va, dejándonos a oscuras. Se oyen algunos gritos de chicas.
Buffy se abraza a mí asustada. Tengo que hacer algo…
- Tranquilos chicos. Parece que hay tormenta. La instalación eléctrica es muy antigua, y aunque se ha reformado hace poco tiene sus fallos. Contamos con un generador de emergencia, no os preocupéis. Encenderemos algunas velas mientras lo ponemos en marcha. Oz, Xander, echadme una mano.
Encendemos todos los candelabros de la habitación y nos reservamos un par de ellos para ir a poner en marcha el aparato.
- Quedaros aquí Buffy, Oz, Xander y yo arreglaremos esto.
- Yo voy con vosotros. Por favor…
- Está bien, pet. Pero no me sueltes de la mano por nada del mundo, ¿de acuerdo?
- De acuerdo. No pensaba hacerlo.
- Vamos.
Emprendemos la marcha hacia el sótano. Hay instaladas unas pequeñas luces de emergencia en la escalera, que se van apagando medida que vamos andando.
- ¿Eso es normal, chicos? –pregunta Xander.
- No sé. Parece como si nos llevara a donde el quiere. –Respondo al comprobar que la escalera lleva a un pasillo que se divide en dos- el de la derecha lleva al generador.
- ¿y el de la izquierda? –Oz se para y todos lo hacemos.
- El de la izquierda lleva a la cripta, si no recuerdo mal.
- ¿Qué vamos a hacer? –dice Buffy.
- Dividirnos. Quizás sea un gracioso que quiera gastar una broma. Oz y yo iremos por el de la izquierda y lo comprobaremos. Buffy, tu ve con Xander a poner en marcha el generador y esperadnos arriba.
- Yo voy contigo.
- Nena, hazme caso. Ve con Xander, ¿OK?
- OK. Pero si tardáis bajaremos a buscaros con un bazoca si es necesario.
- Espero que no.
Nos damos un corto pero intenso beso y nos separamos, internándonos por el pasillo hacia lo desconocido. ¿Qué habrá al final?
Capitulo 19
Oz y yo caminamos por el pasillo en silencio. Las luces se van apagando conforme vamos andando, como indicándonos el camino a seguir.
Cuando por fin llegamos a la cripta las luces se encienden. Buffy y Xander han debido de conectar el generador por fin. Echamos una mirada a nuestro alrededor y no vemos nada extraño. Solo tumbas.
- ¿Tantos fuegos artificiales para esto?
- Si nos han traído aquí ha sido por algo, Oz.
- Pero, ¿para qué? No lo entiendo.
Una suave música comienza a sonar de la nada y me encojo de hombros.
- Espero que no sea para que bailemos juntos. No eres mi tipo, Oz no te ofendas.
- ¡Joder! ¡Mira allí, Spike!
Miro hacia donde me dice y veo como una de las lápidas se desliza hacia un lado con un ruido ensordecedor y una huesuda mano asoma por entre el ataúd.
- Pues yo prefiero bailar contigo que con eso. Tú por lo menos estás vivo –dice Oz retrocediendo un poco -¡yo me piro!
- Yo lo haría si me funcionaran las piernas, ¡bollocks!
Trato de moverme, pero me es imposible, hay algo que me lo impide, además del terror que siento ahora mismo. Las demás tumbas empiezan a abrirse y sus dueños a asomar por ellas. Justo cuando uno de esos espectros infernales va a tocarme, Oz tira de mí. Corro tras el en sentido contrario al que vinimos, ya que los zombis o lo que sean nos cortan el paso, y solo nos queda un camino a seguir.
- ¿Quién coño son esos, Spike? ¿Antepasados tuyos cabreados por el color de tu pelo?
- No. Habitantes del castillo antes de que mis ancestros lo compraran. Me dio pena trasladarlos al cementerio del pueblo cuando los encontraron los restauradores del castillo.
- Puede que lo que quieran sea darte las gracias.
- Pues que me llamen por teléfono, o me envíen una carta de agradecimiento, ¡bloody hell!
Llegamos hasta el final del pasillo y como siempre, está cortado. Hay una gran pared y ninguna salida.
- ¿Y ahora qué hacemos? –dice Oz mirando hacia todos lados, aterrorizado.
- Rezar. No tenemos armas, ni sabemos como luchar contra eso- digo señalando a los espectros.
- Mira, aquí hay una palanca. Voy a tirar, ¿Qué es lo peor que puede pasar?
- Si nos atenemos a las estadísticas…caer hacia la nada. Pero hazlo, no tenemos otra salida.
Oz tira de la palanca hacia abajo, cuando esos seres del infierno nos rozan las ropas. El suelo se abre bajo nuestros pies, como siempre, y caemos. ¡Bloody noche de San Valentín!
Hemos encontrado el generador y lo hemos puesto en marcha sin ningún problema. Caminamos de vuelta hacia el salón, esperando que Spike y Oz estén allí ya, pero mi corazón se encoge al comprobar que no es así.
Willow y Anya se acercan hasta nosotros y nos hablan en voz baja, para que el resto de la gente de la fiesta no se alarme.
- ¿Dónde están los chicos? –pregunta Willow, mientras Anya se abraza a Xander.
- No lo sabemos, tuvimos que separarnos. ¿No les habéis visto?
- No. ¿Qué hacemos?
- Yo voy a buscarles. Este castillo es peligroso.
Me doy la vuelta para volver a entrar cuando llaman a la gran puerta. Nos miramos los unos a los otros sin saber muy bien que hacer.
- ¿No abrimos? –dice Anya.
- Iré yo. Chicas, no os mováis de aquí.
Xander coge un atizador de la chimenea y va con paso decidido hacia la puerta. La abre con él levantado, preparado por si tiene que defenderse.
- Son ellos, Buffy. Un poco mojados, pero ellos.
Oz y Spike aparecen ante nosotros todo mojados. Willow y yo corremos hacia ellos y los abrazamos.
- ¿Estás bien, cariño? ¿Qué ha pasado? –digo mirándolo para comprobar que está bien.
- Caímos a un bloody pozo subterráneo. Hemos tenido que salir buceando hasta el lago. Gracias a Dios la distancia era corta. Oz casi se ahora.
- Si, Spike ha tenido que hacerme el boca a boca, no se lo digáis a nadie.
- No te preocupes, Oz. Vuestro secreto está a salvo-Willow comienza a reír y todos la imitamos.
- Anya, como se te ocurra abrir la boca, te la coso, te lo juro.
- ¡Spike, por Dios! Anya se va a estar calladita. Estáis empapados, será mejor subir y cambiaros. ¿Te has traído más ropa?
- Si. Estoy helado. Xander, cuida de que todo vaya bien mientras tanto, por favor.
- No os preocupéis. Parece que todo está tranquilo.
Mientras no aparezcan los del coro de Michael Jackson…-pienso. Es mejor que nadie lo sepa, queda una hora para que la bloody fiesta termine y todos vuelvan a sus casas. Mañana prometo vender el maldito castillo del demonio.
Llegamos a la habitación donde estuve con Buffy la otra vez. Allí está mi maleta con algo de ropa.
- ¿Qué ha pasado ahí abajo, Spike?
- Nada pet. Es mejor no hablar del tema.
Comienzo a desnudarme y ella aparta la vista un poco sonrojada. Todavía no se ha acostumbrado a mí, y es que tampoco hemos tenido demasiadas oportunidades para intimar. Aunque lo estoy deseando. La deseo tanto…
Capitulo 20
Me pongo unos calzoncillos ajustados y me acerco a ella, que mira por la ventana como cae la lluvia, algo preocupada.
La conversación con su ex, y todo lo pasado esta noche la ha afectado demasiado, y eso que no le he dicho nada de los bloody zombis. Tengo unas ganas de reventarle la cara a ese idiota por hacerla sufrir.
- ¿Estás bien, Buffy? Es nuestra primera noche juntos desde hace dos meses. No quiero verte triste ni preocupada por nada, ¿me oyes?
Buffy se vuelve y me abraza, poniendo su cara sobre mi pecho. La rodeo con mis brazos y la beso en el pelo.
- Es que todo es tan…no sé, lo veo todo muy negro, Spike.
- No lo es. Cariño, nos queremos y muy pronto estaremos juntos para siempre, te lo prometo. Ahora voy a terminar de vestirme y bajaremos a esa fiesta a bailar, y a pasárnoslo bien, ¿OK?
- Vale. Pero dame un beso. Necesito que me beses, Spike.
- Y yo te necesito a ti, preciosa. Ni te imaginas cuánto. He soñado tantas veces con este momento…
Levanto la cabeza y el atrapa mis labios en los suyos. Abro la boca lo suficiente para que cuele su lengua dentro y se encuentre con la mía, mientras mis manos le atraen más hacia mí por la nuca. El beso se vuelve cada vez más intenso. Estoy perdiendo la cabeza, y más cuando el deja mis labios y comienza a besarme por el cuello y los hombros desnudos.
- ¡Buffy! ¡Oh Dios!
Spike coge una de mis manos y la lleva hasta su dura entrepierna, le acaricio suavemente por encima de la tela de su ropa interior. El gime cuando aprieto un poco, me lleva hasta la cama y caemos en ella besándonos como locos.
- Spike, espera. No puedo…
- Dios, otra vez no… ¿Qué pasa, pet?
- Tengo miedo. ¿Podemos dejarlo, por favor?
- Claro, cariño. No pasa nada. Tengo las hormonas un poco revueltas y eso que me he dado un buen baño de agua helada hace no mucho, será por haber besado a Oz-trato de sonar divertido y esconder mi desconcierto por su actitud.
- Lo siento.
- No importa.
Me separo lentamente de ella y le doy un tímido beso en los labios. Voy en busca de unos pantalones secos y me los pongo, mientras me observa a distancia.
- ¿Desde cuando usas ropa interior?
- Desde que vivo con Danny. Muchas noches nos ponemos a ver pelis en su cuarto, y me quedo dormido en su cama. No era cuestión de hacerlo desnudo…ya sabes que él es gay. Sería un poco violento para lo dos.
- ¿Se te ha insinuado alguna vez?
- Un par de ellas, al principio. Pero ahora somos muy amigos, casi hermanos, y me respeta, por así decirlo.
- Genial, no tendré que ir a Londres a arañarle la cara por querer tirarse a mi novio.
- Puedes estar tranquila en ese sentido, amor, soy hetero, y muy fiel. Solo me acostaría contigo…si me dejaras, claro. –digo sonriendo.
Buffy baja los ojos triste y yo me acerco a ella, terminando de abrocharme las botas.
- Lo siento. Ha sido un comentario poco acertado…Esperaré todo el tiempo que necesites, amor. Anda, volvamos a la fiesta.
- ¿no estás enfadado? Sé que hemos hablado muchas veces sobre lo que haríamos cuando volviéramos a estar juntos, yo lo deseo tanto como tú, pero es que…
- Tienes miedo a que cuando consiga tenerte te deje, como lo hizo el membrillo, ¿verdad?
Buffy asiente con la cabeza. Suspiro hondamente y vuelvo a abrazarla. ¡Es tan niña!
- Haré que confíes en mí. No tendremos sexo hasta que tú misma me lo pidas. ¿Te parece bien?
- Si. Lo siento, soy una tonta.
- Eres lo que yo más quiero en el mundo y esperaré.
- Y yo a ti, Spike.
Lo beso en los labios entregándome por entero con ese beso, ya que con mi cuerpo no puedo hacerlo todavía. El me sonríe y bajamos al salón cogidos de la mano. Todo parece normal, la gente baila y se divierte.
Oz también se ha cambiado de ropa y baila con Willow.
- ¿Te apetece tomar algo, pet?
- Si. Una soda estaría bien, tengo la boca seca.
- Voy por ellas, espérame aquí.
Spike va hacia una improvisada barra y yo le espero sentada en un amplio sofá de la época. Mis ojos se cruzan con los de Ángel que me mira con una sonrisa irónica. Espero que no se me acerque, o tendrá problemas con Spike, que no está para tonterías esta noche.
Respiro aliviada cuando lo veo levantarse y pasar de largo, aunque cuando se dirige hacia la barra directo hasta donde está Spike, me pongo a temblar. Dios, ¿Qué va a pasar?
En la barra:
Odio a ese cabeza de buque con toda mi alma. El es el culpable de que Buffy actúe así. Está traumatizada por lo que le hizo ese cabronazo. Ella piensa que todos los tíos solo buscamos tirárnoslas, y es lógico que tenga miedo a entregarse.
Puedo esperar el tiempo que sea, pero tengo miedo a que no le haya olvidado, a que todavía sienta por él, y por eso no quiera hacer el amor conmigo. Soy un idiota. Ella le dijo bien claro a ese imbécil que ya no sentía nada por él, pero…
Siento ganas de tomarme una cerveza, o algo más fuerte, pero le he prometido dejar de beber, y lo voy a cumplir. Tomo las dos sodas, y justo cuando voy a volverme tropiezo con alguien.
- Lo siento amigo, no te había visto.
- No tiene importancia, Spike. ¿Por qué eres Spike, no?
Levanto la cabeza y tengo que hacer un esfuerzo para no lanzarme sobre él al reconocerlo.
- Si, y tu eres Ángel. Te conozco de vista del instituto. Si me disculpas tengo algo de prisa, me esperan.
- ¿Mi ex? ¡Ah, la pequeña Buffy! ¿A que es muy dulce?
- Voy a obviar eso que has dicho de mi novia, porque no quiero liarla aquí, pero no tientes a la suerte.
- No he querido ofenderla. ¿Amigos?
El cabeza de buque me tiende la mano, pero yo le lanzo una mirada asesina y le sorteo, volviendo con Buffy. Se ha librado por poco.
Capitulo 21
La fiesta toca a su fin. Los invitados poco a poco se van marchando, y gracias a Dios, nada sobrenatural ha pasado en todo este tiempo. Una vez que los seis nos hemos quedado solos en el castillo nos ponemos a pensar en qué vamos a hacer, si irnos o quedarnos a dormir, ya que son las cuatro de la madrugada, y quedan otras tantas para llegar a Sunnydale.
- ¿y si nos fuéramos todos a dormir a un hotel cercano? No me apetece mucho quedarme aquí esperando la visita de esos zombis, la verdad.
Las chicas nos miran con cara de terror y me entran ganas de
meterle en la boca a Xander un velón de medio metro.
- Xander, ¿no puedes mantener la boca cerrada? Las chicas no tenían por qué enterarse de eso. Ya están lo bastante aterrorizadas. –le digo muy molesto.
- No hay plazas vacantes en cincuenta kilómetros. Llamé desde mi móvil cuando fui a cambiarme la ropa mojada. Todo está ocupado por los asistentes de la fiesta.
- Bueno Oz, por lo menos lo has intentado. –Willow se sienta sobre su novio y le da un pico en los labios.
- ¿y si durmiéramos en la furgoneta de Oz? El tiene la parte de atrás vacía. Podíamos irnos a unos kilómetros de aquí y pasar la noche todos juntos.
- NO es mala idea, Anya. Cojamos mantas y lo que necesitemos y nos vamos. Creo que en el pueblo hay un camping. ¿Tú que dices pet? Estás muy callada-cojo una mano de Buffy y se la aprieto. Ella aparta la vista. Creo que está enfadada porque no le he dicho nada sobre la conversación que tuve con su ex.
- Lo que vosotros digáis. Estoy muy cansada.
- Ok, vamos entonces.
Nos ponemos en pie y nos dirigimos hacia las escaleras, cuando tocan a la puerta de forma desesperada. Nos miramos los unos a los otros hasta que los tres chicos avanzamos a la vez, para abrir armados con un atizador y dos candelabros.
Abro la puerta y levanto las cejas sorprendido cuando veo a Ángel con una brecha en la cabeza llevando a Cordy en brazos, también cubierta de sangre.
- Dios, entra. ¿Qué ha pasado?
Dejo el atizador en el suelo y tomo a Cordelia de sus brazos, ya que le veo tambaleante. Los chicos le ayudan a llegar hasta el sofá y yo dejo a la chica en otro.
- Iremos a buscar el botiquín –se ofrece la red, tirando de la mano de Buffy.
- ¿Habéis tenido un accidente de tráfico? –Dice Anya- No se debe beber si conduces, y tú has bebido esta noche, te he visto.
- Anya, cariño, déjale que hable –intercede Xander.
- Llevábamos como media hora de camino cuando algo se nos atravesó en la carretera, salió de la nada. Un ser terrorífico. Di un volantazo para esquivarlo y me salí de la carretera, chocando contra un árbol. Después la cosa esa desapareció. Hemos venido andando desde el coche.
- Bueno, aquí no estamos a salvo, pero me temo que fuera tampoco. Haremos una cosa. Llamaremos a la policía y una ambulancia y nos largaremos de aquí a toda leche. Oz, ¿tienes a mano tu móvil?
- Si Spike, espera.
Oz saca de su bolsillo el móvil, y hace un gesto negativo con la cabeza. Las chicas llegan con el botiquín y comienzan a limpiar las heridas de Cordy.
- No tengo cobertura. Probad los vuestros.
Uno a uno vamos mirando nuestros móviles, pero ninguno tiene. El generador empieza a fallar y las luces parpadean. Cordy comienza a despertarse y mira a su alrededor desorientada.
- ¿Dónde estoy? ¡Ángel!
- Estoy aquí, Cordy. Hemos vuelto al castillo. Estamos a salvo.
Ángel se acerca a su novia y la toma de la mano de forma cariñosa. Buffy se aparta y viene hacia donde estoy yo.
- No podemos quedarnos aquí, es peligroso. Coged lo imprescindible, que nos vamos. Oz, dame las llaves de la furgoneta, voy a poner unas mantas y unos cojines atrás para que Cordy se pueda tumbar.
Oz me lanza las llaves y yo voy hacia la puerta. Buffy me sigue a corta distancia.
- Nena, quédate aquí con los demás, está lloviendo.
- Quiero ir contigo.
Intento abrir la puerta, pero ésta no se abre.
- ¿Qué pasa, Spike? –Oz viene en mi ayuda, pero tampoco consigue nada- mierda, no se abre.
- Probad con las ventanas, y las otras puertas. Id por parejas. Ángel, tú quédate con Cordy.
- ¡Si, Señor! –dice el peache saludándome estilo militar, ¡será estúpido! -¿Desde cuando eres el jefe aquí?
- Desde que estás en mi casa. Así que cierra la boca de una jodida vez y ocúpate de tu novia.
Damos un pequeño barrido al castillo, pero todas las puertas y ventanas están encajadas, no hay forma de abrirlas. Intento romper el cristal de una de ellas, pero es imposible. No hay forma de salir del bloody castillo. No hasta que nos dejen.
Volvemos hasta donde está la parejita feliz, muy desanimados.
- Estamos atrapados aquí. Así que lo mejor será que nos vayamos todos a la biblioteca, como la otra vez. Es el sitio más seguro del castillo. Coged comida y bebida, atrancaremos la puerta y esperaremos a que sea de día o tengamos cobertura en los móviles.
- Sí, es una buena idea. Vamos –Xander coge una bandeja con comida que ha sobrado, y Anya botellas de agua mineral y soda.
Poco después estamos instalados en la biblioteca. Hemos atrancado la puerta con una pesada librería, y encendido la chimenea.
Hemos colocado a Cordy en uno de los sofás. Todavía está algo mareada, pero su herida de la cabeza está vendada y la sangre ha dejado de fluir. Ángel tiene peor aspecto. Su herida sangra todavía, Buffy se acerca a él con el botiquín y comienza a limpiársela. Siento unos celos terribles, así que aparto la mirada de ellos dos y me concentro en mirar el fuego de la chimenea. La luz eléctrica se va y nos quedamos con la luz de las velas y la chimenea... Estamos jodidos.
Capitulo 22
Las horas van pasando lentas. No hay ninguna novedad. Hemos hecho turno para vigilar, Oz hizo el primero, Ángel el segundo, yo el tercero y el cuarto le toca a Xander. Todos duermen menos yo. Estoy un poco apartado de ellos mirando por la ventana como cae la lluvia. Siento como alguien se acerca por detrás y me vuelvo rápido. Es Buffy. Su voluptuoso vestido hace bastante ruido al moverse, ella lo aprieta con las manos contra su cuerpo para amortiguar lo más posible el sonido.
- ¿no duermes luv?
- No tengo sueño. ¿Podemos hablar?
- Claro. Ven, ahí en ese rincón no despertaremos a los otros.
La llevo hasta una esquina de la biblioteca y nos sentamos en el suelo. La miro a los ojos preocupado. Ella se apoya contra mi hombro y yo le tomo las manos entre las mías.
- ¿y bien?
- ¿Estás enfadado porque curé a Ángel?
- No. Entiendo que te preocupes por la gente, pero ya podría haberlo hecho Anya o Willow. Él está deseando que pase algo para que nos peguemos y no quiero estropear mi estancia aquí con otra pelea. Por favor, mantente alejada de él lo más posible.
- Tienes razón. Disfrutemos de nuestro tiempo juntos.
Nos damos un beso que sabe a reconciliación y la aprieto contra mí, cerrando los ojos un minuto.
- ¿Cuándo regresas a Londres?
- Hoy. Mi avión sale a las nueve de la noche.
- Quiero irme contigo a Londres.
- Buffy, eso es imposible. El curso está casi terminando, y yo vivo con mis tíos. Por no hablar de que a tu madre le daría algo. Vamos a ser sensatos y pensar con la cabeza, en vez de con el corazón. Tú vas a terminar el curso, y yo el mío. Y después de eso, volveré y arreglaremos lo nuestro.
- Es que no quiero volver a separarme de ti. No lo soportaré.
- Cariño, eres una chica muy fuerte, lo harás. –Meto la mano en el bolsillo de mi pantalón y saco una cajita-Sé que este momento quizás no sea el más adecuado, ni el más romántico. Quería dártelo cuando estuviéramos solos, después de la fiesta, pero…toma. Feliz día de San Valentín, amor.
Spike me da una cajita en forma de corazón. La abro con el mío latiéndome a mil por hora. Es un precioso anillo de oro blanco con un brillante en el centro. Me quedo con la boca abierta por la impresión, Spike lo coge de mi mano y lo pone en mi dedo. Después se incorpora un poco e hinca una rodilla en el suelo.
- ¿Quieres casarte conmigo, Buffy?
- Por supuesto que quiero, Spike.
Me lanzo a sus brazos con tanta fuerza que le hago perder el equilibrio y caer al suelo, conmigo encima. Nos besamos intensamente durante mucho tiempo, hasta que sentimos un leve carraspeo a nuestro lado.
- Siento interrumpiros, chicos, pero es mi turno de vigilancia. Tomad esta manta y dormid un poco, o lo que queráis.
- Gracias Xander.
Cojo la manta y nos tapamos con ella. Buffy está roja de la vergüenza. La abrazo contra mi cuerpo y la beso en la frente.
- Siempre nos interrumpe alguien, pet.
- Por lo menos Xander está vivo, y él mejor que mi madre.
- Si, tienes razón. Durmamos un poco.
- No puedo con este vestido, hace mucho ruido cada vez que me muevo.
- Pues quítatelo.
- ¿y si tenemos que salir a toda prisa? Menudo espectáculo, yo en tanga y sujetador corriendo por todo el castillo.
- Espera, ponte esto…- me quito la camisa y se la doy. Buffy comienza a desvestirse bajo la manta y se la pone, acurrucándose contra mí.-ahora intenta dormir un poco, luv.
No puedo pegar ojo. Piensa Ángel. Buffy y “su novio”, no paran de cuchichear y besarse ni un minuto, y creo que él le ha dado algo, aunque no he podido ver desde aquí qué es. Después ella se ha quitado el vestido y él la camisa. No creo que Buffy sea capaz de tirarse a su novio aquí, en nuestras narices… ¡Demonios! Me duele la cabeza todavía, y cada vez que cierro los ojos veo la horripilante cara de esa aparición, delante de la mía.
Gracias a Dios Cordy está bien, aunque muy asustada. Me ha vuelto a preguntar si el anillo es verdadero… y tanto que lo es, es una joya antigua de mi familia y tiene un valor incalculable.
No sé por qué cometí la estupidez de pedirle a Buffy otra oportunidad, cuando estoy enamorado de Cordelia, y le he pedido que se case conmigo después de que terminemos la universidad...Supongo que me jode que esté con otro y que ese otro sea Spike, ahora que lo conozco.
Será mejor que me duerma un poco, quedan un par de horas para que amanezca, y toda esta pesadilla habrá terminado.
Casi ha amanecido. Me levanto con cuidado de no despertar a Buffy y me acerco a Xander.
- Está amaneciendo. Despierta a Oz y al capullo. Será mejor que comprobemos antes de despertar a las chicas si todo está normal, y si ya se pueden abrir las puertas. Que Oz se quede aquí con ellas y vamos los tres.
- ¿No sería mejor que se quedara Ángel? No me cae demasiado bien.
- Prefiero tenerlo cerca y vigilarlo.
- Vale.
Xander los despierta y entre los cuatro corremos la barricada que pusimos delante de la puerta. Salimos en silencio y cuando estamos en la entrada principal me vuelvo hacia ellos.
- Comprobad y la puerta y las ventanas. Voy a subir a mi cuarto y ponerme algo encima. Bajo enseguida.
- Si se pasa algo, grita, compañero -dice Xander dirigiéndose hacia la puerta.
- Lo haré, no lo dudes.
Spike se pierde escaleras arriba y voy directo a la puerta. Intento abrirla, pero nada. Todo sigue igual.
- Seguimos igual que anoche.
- Las ventanas tampoco se pueden abrir, Xander.
- ¡Mierda!
Spike baja las escaleras abrochándose la camisa.
- He comprobado la parte de arriba. No hay forma de salir de aquí.
- Yo no pienso pasar otra maldita noche aquí. Saldré aunque sea echando a bajo este castillo, piedra a piedra.
Ángel coge una gran hacha de la pared y se pone a golpear la puerta de roble macizo. Después de cinco minutos, para de hacerlo, él está sudoroso y cansado por el esfuerzo, y la puerta igual.
Las chicas se han despertado con los golpes y vienen hacia nosotros. Buffy luce preciosa con mi camisa, toda despeinada y a medio abrochar. Y no soy el único que lo piensa, pues los demás chicos la miran. Un grito inhumano sacude el ambiente, seguido de una risa demoníaca…Buffy corre a mis brazos y se refugia en ellos, como el resto de las chicas con sus parejas…Me temo que los problemas han vuelto.
Capitulo 23
- ¿Qué diablos ha sido eso? –pregunta el cabezón mirando a todos lados.
- Por lo que fuerte que grita, Pavarotti. –contesta Xander. Todos lo miramos con cara de pocos amigos y el se encoge de hombros –era para relajar el ambiente. Está un poco tenso. ¿Qué hacemos?
- Las chicas tienen que cambiarse de ropa. Ponerse algo cómodo. Se me ha ocurrido una forma de salir de aquí.
- ¿Cuál Spike? Todas las salidas están selladas.
- Saldremos por el pozo por donde caímos Oz y yo. ¿Sabéis bucear todos? -Los demás asienten.-entonces, vamos, nos vemos aquí abajo dentro de quince minutos- Cojo a Buffy de la mano y caminamos hacia los dormitorios. Ya dentro Buffy me abraza con fuerza, está temblando.
- Spike, tengo miedo.
- No te preocupes, pet. Saldremos de esta. Te lo prometo. Anda, ponte algo encima. Nos esperan abajo. Voy a comprobar si mi móvil sigue muerto.
- Ahora mismo, cariño.
Empiezo a desabrocharme lentamente la camisa. Spike me mira de reojo con una sonrisa pícara, mientras intenta llamar por su móvil.
Me voy acercando lentamente a él, dejando caer la camisa al suelo. Muerdo mi labio inferior y voy deslizando los tirantes del sujetador dejando mis pechos libres. Spike deja el móvil sobre una mesa y me toma por la cintura, apretándome contra su pecho.
- ¿Qué haces, nena? Te he dicho que te vistas, no que me hagas un streptease y me pongas a cien.
- Quiero hacer el amor contigo. Ahora.
- ¿Ahora? Buffy, estamos en peligro y nos esperan los chicos. Anda, vístete –le coloco bien el sujetador haciendo esfuerzos para no arrancárselo con los dientes y me doy la vuelta, intentando volver a la normalidad, pero la siento nuevamente tras de mí, pegada a mi cuerpo acariciándome con sus pequeñas manos.-Basta, pet. Te he dicho que no.
- Lo…Lo siento, yo solo...
Me vuelvo y la miro. Está completamente desnuda, es la primera vez que la veo así. Tiene las mejillas sonrojadas y los ojos brillantes. Está a punto de llorar. La tomo en brazos y la pongo sobre la cama, tumbándome a lado de ella. La beso en la boca recreándome, mientras mis manos se pierden en su cuerpo, arrancándole gemidos de placer.
- ¡Eres tan hermosa! ¡Tan perfecta!
Dejo mis labios vagar por su cuerpo hasta llegar a su parte más intima. Separo sus piernas y noto como se retuerce de placer cuando mi boca y mi lengua comienzan a satisfacerla. Sus dedos se enredan en mi pelo, y su cuerpo empieza a convulsionar ante la llegada del orgasmo. Subo lentamente hasta su boca y la vuelvo a besar. Tiene la cara sonrojada y los labios temblorosos.
- Ahora vístete, pet.
Me levanto despacio y busco su ropa alargándosela. Ella me mira desde la cama como si no entendiera mi actitud.
- Pero ¿y tú? ¿Es que no vamos a…?
- Buffy, yo estoy bien, no te preocupes. Se me pasará el calentón en unos minutos. Quiero que nuestra primera vez sea especial, y que tú estés segura. El que te haya dado el anillo no te obliga a nada.
- No ha sido por el anillo. Es que lo deseo.
- Y yo te deseo a ti, pero no así, ni en este momento. Vístete, por favor.
Me levanto rápidamente de la cama y comienzo a vestirme. ¿El cree que quiero hacer el amor por obligación? Lo deseo. Y ahora más que antes. ¡Dios, eso que me ha hecho con la boca ha estado genial! Siento un poco de vergüenza al pensarlo, pero me ha gustado mucho. Ha sido la primera vez que me lo hacen. Termino de vestirme y me acerco a él, abrazándole. El me acoge en sus brazos y me besa en el pelo.
- Te quiero, Spike.
- Y yo a ti, pet. Anda, volvamos con los demás.
Nos damos un ligero beso y bajamos con los otros. Todos nos esperan impacientes.
- Habéis tardado mucho, chicos. Estábamos muy preocupados. ¿Todo bien allá arriba?-dice Xander.
- Sí. ¿Y por aquí?
- Todo tranquilo también. Bajemos al sótano.
- ¿Eso es un anillo de compromiso? –Dice Anya señalando la mano de Buffy- ¿lo es?
Todos miran hacia la mano de Buffy y ella la alarga, enseñándolo mejor.
- Si ¿Os gusta? Anoche Spike me pidió que nos casáramos y yo acepté.
- Entonces ya sabemos por qué habéis tardado, lo habéis estado celebrando, ¿no? Nada como un buen polvo para eso.
- ¡Anya! ¿No puedes mantener la boca cerrada?
- Déjala Xander. Tiene razón en que nada como hacer el amor para celebrar un compromiso de matrimonio, pero no aquí y con tantos espectadores. Todo a su tiempo.-dice Spike con una sonrisa.
- Enhorabuena chicos. Buffy, es un anillo precioso.
- Gracias, Willow.
Los chicos nos van dando la enhorabuena. Incluso Cordy nos la ha dado. Ángel sin embargo se queda callado, con una sonrisa irónica en los labios. Empezamos a caminar hacia el sótano cuando un móvil suena. Es el de Ángel. Nos paramos y él lo descuelga con rapidez.
- ¿Qué anillo? Esto no tiene la menor gracia.- y mirándonos a nosotros- Se ha cortado.
- ¿Qué pasa cariño? ¿Quién era?
- No sé. Una voz de tío ha dicho: “queremos de vuelta el anillo. No le pertenece a esa zorra”, Y después otra voz de chica a dicho, “Vais a morir todos”.
- ¿has podido reconocer el número? Puede que sea una broma- dice Oz.
- El móvil no tenía batería, chicos, estaba apagado. Mirad.
Ángel nos enseña el aparato, y efectivamente la pantalla está apagada.
- ¿A qué anillo se refería? El de Buffy lo compré en Londres, y no tiene historia, no perteneció a nadie antes.
- Y el de Cordy es de un happy meal…-dice Willow.
- ¡Es verdadero, estúpida! Perteneció a la familia de Ángel. Su antepasado, Sir Liam de Lancaster se lo regaló a su prometida Lady Drusilla cuando se comprometieron, hace un montón de años.
- ¿Sir Liam? ¿Lady Drusilla? ¡Bloody hell!
Capitulo 24
Me ha costado más de media hora contarles a los chicos la historia de nuestros antepasados. Resulta que Ángel y Liam son parientes, él es descendiente de ese par de delincuentes, y el anillo lo usó hasta su muerte en la hoguera, Lady Drusilla.
Gracias a Dios no estamos emparentados, porque yo soy descendiente de un hermano de Sir William que se casó con una hermana de Lady Anne…todo un dramón. Si llevamos la historia al cine, nos forramos.
Parece que a la bruja no le ha hecho mucha gracia que Cordelia lleve el anillo familiar, y está montando todo ese circo para que se lo devolvamos, pero ¿cómo?
- ¿y si hiciéramos como en Ghost? Podemos invocar a Drusilla con una sesión espiritista. Yo sé hacerlo, en teoría, claro.
Miramos a Willow con cierto escepticismo y un toque de miedo ¿invocar a los muertos en un bloody castillo encantado? No me parece la mejor manera…
- ¿y si la cabreamos más? ¿No es mejor esperar a que se manifieste por sí sola? –digo apoyándome en la pared. –esos espíritus son inquietos, y no creo… ¿qué pasa? ¿Qué miráis?
- Spike, apártate de la pared, ¡Ya! -dice Oz mientras todos miran fijamente a un punto.
Me aparto bruscamente y miro hacia la pared. De un cuadro con la imagen de una mujer morena brota sangre a raudales.
- ¡Bloody hell!
- Hagamos esa sesión espiritista de una maldita vez-dice Ángel tomando a Cordy de la mano.
- También podríamos sacrificar a Cordy y así nos dejarían en paz…
- Anya, cariño, no digas más tonterías, por favor.
- Era solo una sugerencia.
Regresamos a la biblioteca y nos sentamos alrededor de una mesa. Willow coge unas velas y dibuja unos símbolos en unos papeles que no entiendo.
- Cogeros de la mano.
Así lo hacemos y Willow comienza a recitar una letanía que no entiendo en latín. Nada ocurre, Willow insiste llamando al espíritu de la bruja.
- ¡Manifiéstate! ¡Muéstranos tu poder! –grita Willow.
Todos permanecen con los ojos cerrados, pero yo no me pierdo detalle por si las moscas. De pronto la cara de Willow cambia, los ojos se le ponen de color rojo y el pelo se le encrespa. Se suelta de las manos de Buffy y Xander y comienza a levitar por la habitación.
- ¡Joder! ¡Chicos, pegaros a la pared! –les digo tomando a Buffy de la mano y apartándola de la mesa.
- ¿Qué le pasa a Willow? –dice Oz horrorizado
- La tipa esa la ha poseído. –Xander intenta acercarse a ella, pero Will levanta las manos y Xander es repelido contra una de las paredes, quedando inconsciente.
- ¡Rápido Cordelia sácate el anillo! –Ángel trata de ayudarla a quitárselo, pero el anillo está atascado y no sale. Cordelia se moja el dedo con la lengua y lo intenta de nuevo, pero nada.
- ¿y si le cortamos el dedo? Seguiría viva, y nosotros también –Anya descuelga una espada de la pared y se dirige a Cordy con malas intenciones.
- ¡Que alguien la detenga, está loca! –grita llena de terror Cordelia, mientras se esconde tras el grandullón.
- Apártate Anya o tendré que hacerte daño –dice este intentando quitarle el arma.
- Apártame tú, infeliz, si es que puedes –Anya repele a Ángel de un fuerte puñetazo y clava la espada en el estómago de Cordelia que cae al suelo en un gran charco de sangre.
- ¡Oh Dios! - Reacciono y la derribo, placándola. Oz también reacciona y entre los dos conseguimos inmovilizarla. Ángel y Buffy van a atender a Cordelia, mientras nosotros dos atamos a Anya a una silla con los cordones de los cortinajes. -¿Cómo está?
- Se desangra. Tenemos que buscar ayuda cuanto antes, Spike. –me dice Buffy mientras tapona la herida con sus manos.
- Yo saldré por el pozo y la buscaré. No hay otra solución.
- Espera Spike, mira Willow. –Miro donde me señala Oz y puedo ver como la pelirroja deja de levitar y se acerca flotando hacia Cordelia. Le quita el anillo de la mano ante la atónita mirada de todos, que no sabemos como reaccionar y después de lanzar una risa espantosa cae al suelo, desmayada.
Cordy ha salido de peligro. Le han tenido que poner sangre y operarla de la herida, pero gracias a Dios, se ha salvado. Y nosotros también.
Cuando Anya se despertó no se acordaba de nada. Solo que una voz de hombre le decía que tenía que matarla, y no pudo resistirse. Se la han llevado detenida.
Willow tampoco recordaba nada de lo sucedido. El anillo había desaparecido, y pudimos salir del castillo sin ningún problema.
Hemos llegado a Sunnydale sobre las cuatro de la tarde. He acompañado a Buffy a su casa, pero no he entrado. Ella sigue algo molesta conmigo y no me apetece otra bronca por lo sucedido en el castillo.
Buffy ha quedado en venir a casa algo más tarde, cuando descanse, y vendrá conmigo al aeropuerto para despedirme, ¡Dios, esto va a ser muy duro para los dos!
Cuando le he enseñado a mi madre el anillo, casi le da un infarto. Le he explicado que Spike está aquí, que estuvo en la fiesta y que me ha pedido que me case con él, cuando terminemos los estudios y él pueda ofrecerme algo.
Ella ha reflexionado, y me ha dicho, que la próxima vez que venga a Sunnydale, le invite a cenar. Ha comprendido que nos queremos y ya no se opone a nuestra relación.
Llego a su casa como a las seis. Su avión sale dentro de tres horas, y apenas hemos tenido tiempo de estar solos, ni de hablar. No es justo. Toco a la puerta y Anne me abre, dándome un abrazo. En verdad que esta mujer es un encanto, y yo la adoro.
- William está arriba. Me ha pedido que te diga que subas en cuanto llegaras. Está haciendo su equipaje.
- Gracias Anne.
Subo a su cuarto y empujo la puerta lentamente. No quiero verlo haciendo el equipaje…duele demasiado. En vez de esa imagen, le veo más guapo que nunca. Con unos pantalones de vestir grises y una camisa azul, recién duchado y con el pelo mojado, terminando de peinarse….para comérselo entero. Si Anne no estuviera abajo…
- Cariño, vas demasiado elegante para un viaje de más de doce hora, ¿no crees? -él se acerca a mí y me besa dulcemente en los labios.
- Si, pero es que antes de el viaje…nos vamos de cena. He cambiado el billete para la una de la madrugada. Tenemos unas horas por delante para nosotros solos, amor.
- ¿una cena? Pero voy con vaqueros, y una camiseta vieja…
- Vas perfecta, amor.
Vuelve a besarme, esta vez con más intensidad. Sonríe y me aparta un poco acariciándome la cara con la mano. Un último beso fugaz en los labios y salimos para el restaurante…espero que esta noche sea perfecta.
Capitulo 25
La cena ha sido perfecta. Nos la hemos pasado comentando lo ocurrido en el castillo. Spike dice que hablará con su madre para que lo ceda al estado. Que no piensa volver allí nunca más. Yo le he dicho que tenemos algo pendiente que hacer allí, y que la maldición tal vez termine cuando lo hagamos. El me sonríe ante ese comentario, y me dice que me he vuelto muy mala. Él si que ha cambiado, del chico impulsivo e irónico que conocí, al novio atento e inseguro del castillo.
La verdad es que yo he contribuido a eso con mi actitud, y supongo que teme que lo deje a medias otra vez si tenemos relaciones.
- Bien, amor. ¿Qué quieres hacer ahora? Tenemos un par de horas todavía por delante. ¿Te apetece ir a bailar?
- Me apetece estar contigo, a solas. ¿No podríamos ir a algún sitio?
Parece que Buffy tiene las ideas muy claras. Y tengo miedo. Si, porque si vuelve a rechazarme…
- Mi madre no está en casa. Va a ir directamente al aeropuerto, porque ha quedado con el albacea del testamento de mi padre. Si quieres…
- Si, quiero.
Spike paga la cuenta y salimos hacia su casa. Todo está a oscuras y en silencio. Estoy un poco nerviosa, y ansiosa al mismo tiempo. Me toma de la mano y me lleva hasta su habitación, cerrando la puerta con el pestillo. La habitación está en penumbra, y solo entra un poco de luz por la ventana procedente de la luna.
Comienzo a temblar cuando me besa apasionadamente y empieza a desnudarme despacio. Primero la camiseta y el sujetador. Sus manos hábiles me acarician los pechos arrancándome gemidos de placer. Siento que me humedezco cuando sus manos me despojan de los vaqueros y sus dedos exploran dentro de mí. Un minuto después, los dos estamos completamente desnudos sobre la cama. El se posiciona para introducirse en mí, pero antes de hacerlo deja de besarme y me mira intensamente a los ojos, buscando mi aprobación. Pongo mis manos en sus caderas y hago un poco de presión para que lo haga. Él vuelve a besarme y empuja fuerte. Un dolor agudo, pero placentero me arranca un quejido. Spike deja de empujar y me mira preocupado.
- ¿Te he hecho daño, amor?
- Un poquito. No importa, sigue. Es que solo tuve esa relación con…y supongo que todavía no estoy muy…ya sabes.
- Pues solo ha entrado la mitad…lo haré con más cuidado o si quieres, lo dejamos, luv.
- No, sigue. No te preocupes.
- Está bien.
Vuelvo a besarla mientras salgo de ella y me vuelvo a introducir poco a poco, centímetro a centímetro. Su cuerpo se tensa cuando entro del todo en un último empujón. Tengo sus manos entrelazadas con las mías y mi cuerpo la cubre por completo. Nuestros labios no se han separado ni un segundo. Cuando creo que se ha acostumbrado a mi invasión comienzo a moverme despacio y profundamente, para hacerle en menor daño posible. Siento como ella se va relajando entre mis brazos y empujo un poco más rápido.
- Spike más, necesito más.
- Nena, me vuelves loco.
Cierro los ojos cuando sus piernas se enroscan en mi cintura, haciendo que la sienta más apretada si cabe. Sus músculos me rodean con fuerza y sus gemidos contra mis labios me llevan al límite. Su cuerpo comienza a convulsionarse y me dejo ir para llegar a la misma vez que ella. Nos damos un último beso y salgo poco a poco, tendiéndome en la cama a su lado, rodeándola con mis brazos.
- ¿Estás bien, pet?
- Genial, pero todavía me tiemblan las piernas.
- Temblando estoy yo. No hemos utilizado nada.
- No creo que pase nada. Tuve la regla hace pocos días.
- Eso espero, porque si no tu madre me mata, y la mía la ayuda, aunque habrá merecido la pena.
Tiro de la sábana hacia arriba y nos cubrimos con ella. Buffy se recuesta sobre mí y me acaricia el pecho con la mano.
- Te quiero, Spike. Nunca he sentido nada igual por nadie.
- Tú lo eres todo para mí, luv. No sé lo que haría si te perdiera.
- Soy tuya, tuya por entero. Y no vas a perderme nunca.
Nos besamos y la abrazo con fuerza. El tiempo se va acabando, nos queda poco tiempo para estar juntos, y hay que aprovecharlo. Cuando su suave mano comienza a bombearme, le sonrío y busco con dificultad un preservativo en el cajón de mi mesita…no hay que tentar a la suerte dos veces.
Estamos en la Terminal del aeropuerto haciendo hora para que Spike embarque. Estamos sentados y él acaricia mis manos entre las suyas, mientras yo me apoyo en su hombro. Aún me sonrojo al recordar lo ocurrido hace apenas una hora. Ha sido la mejor noche de mi vida, las mejores horas entre los brazos del hombre al que amo. Me trata de una forma que nunca ha hecho nadie y ¡le quiero tanto!
- Estás muy callada, pet.
- Estaba pensando, en lo de esta noche, ha sido…
- Increíble y especial. Sí, las tres veces.
- ¡Spike! –no puedo evitar el volver a sonrojarme cuando el me mira de esa forma y me habla al oído haciéndome cosquillas con sus labios.
- Aunque me has dejado agotado. Voy a dormir del tirón todo el viaje.
- Pues imagínate como estoy yo. Apenas puedo andar. Ni siquiera cuando lo hice por primera vez con…Lo siento –digo al ver la cara que ha puesto al recordarle que Ángel fue mi primer chico.
- Es que Ángel la tiene diminuta, y por eso no te enteraste mucho- ella sonríe ante mi comentario y me besa en los labios- y no tienes por qué disculparte, los dos tenemos una vida anterior a conocernos. No niego que me molesta el hecho que ese imbécil fuera el primero, pero ahora eres solo mía, y eso es lo que cuenta.
- Te amo como nunca he amado a nadie, Spike-volvemos a besarnos y el tiempo se detiene. Solo cuando oímos la voz de Anne reaccionamos y los levantamos un poco azorados.
- ¡Mamá! No te habíamos visto. ¿Llevas mucho tiempo ahí?
- Hola cariño. Buffy estás muy guapa. Pues no, acabamos de llegar. Hijo, te voy a presentar, el es Rupert Giles el albacea de tu padre y gran amigo suyo. El es William y ella su novia, Buffy.
- Mucho gusto, Sr. Giles. ¿Conoció a mi padre?
- Lo mismo digo. Buffy, es un placer conocerte. Pues si. Estudiamos juntos en la universidad, hace casi un siglo. Te pareces mucho a él.
- Si. Eso dice mi madre. ¿Le ha hablado de lo del castillo?
- ¡Vaya si lo ha hecho! Los temas sobrenaturales me fascinan. Y eso que me ha contado es increíble. Voy a hacer unas pruebas psicofónicas allí, si no te importa.
- Eso es un poco arriesgado. Esos espíritus son unos psicópatas y casi matan a Cordelia, pero haga lo que quiera…lo primero, su testamento.
- ¡Vaya! Veo que tienes el mismo sentido de humor irónico de tu padre…me gustas, chico.
Nos reímos y entonces una voz procedente de los altavoces anuncia mi vuelo. Me despido de mi madre con un beso y de Giles, con un fuerte apretón de manos. Después ellos se apartan un poco para que pueda hacerlo de mi chica.
- Te quiero pet. – Nos abrazamos y ella comienza a llorar. La aprieto más fuerte contra mi pecho y la beso con desesperación sin importarme que la gente nos mire. Después la suelto despacio y cojo mi equipaje de mano, comenzando a caminar deprisa hasta la puerta de embarque. Solo cuando ella ya no puede verme me dejo llevar por mis emociones y unas lágrimas rebeldes se escapan de mis ojos.
Capitulo 26
Los meses van pasando rápido. Mamá me dijo que Giles fue al castillo a eso de las psicofonías, y que no encontró nada extraño. A pesar de todo le he dije que buscara una solución al tema, ya que un edificio así es costoso de mantener. Ha conseguido que el Gobierno lo convierta en museo, y nos pague un buen alquiler por él, con lo cual mis problemas monetarios y los de mi madre, se han acabado. Buffy me tranquilizó diciéndome que nuestra gran noche de amor no tuvo consecuencias, y yo respiré aliviado. Quiero tener una gran familia, pero cuando sea el momento adecuado.
Mañana es la fiesta de fin de curso en su instituto. Ella no me espera hasta el lunes, porque yo no he acabado todavía de recoger mis cosas y es un viaje largo. Pero le voy a dar una sorpresa. Me voy a presentar en la fiesta como en San Valentín, y Danny se ocupará de preparar mi equipaje y mandármelo más adelante, así como mi diploma. He mejorado mucho este semestre, y tengo una media de notable. No está nada mal.
Llego a casa de mi madre bastante cansado. Solo tengo tiempo de darme una ducha e ir a buscarla a su casa. La última vez que hable con ella me dijo que no tenía muchas ganas de ir, y menos sola, así que espero que al final no se arrepintiera.
Mi madre me ha convencido para que me ponga un traje. Es de color negro, y llevo una camisa morada, sin corbata. Las odio. Después de despedirme de mi madre, voy al coche y conduzco hacia la casa de Buffy. Aparco en la parte de atrás para que no ve oiga llegar, y así la sorpresa será mayor.
Doy la vuelta andando, y cuando voy a tocar a la puerta, oigo un coche detenerse. Me quedo un poco parado, y decido esconderme detrás del árbol. Si es Willow no quiero que estropee la sorpresa. Esperaré a que las dos salgan.
La puerta del coche se abre y quien sale de él no es la pelirroja, es un chico de su clase, Lee. Mi cerebro tarda unos segundos en asimilar lo que está viendo. Él niñato llama a la puerta de mi prometida y ella le recibe con un beso en la mejilla, saliendo con él del brazo. Va realmente preciosa con un vestido largo de un amarillo muy pálido y claro.
Ella no me dijo que pensara ir con nadie al baile. ¿Por qué no me dijo que iría con este imbécil?
El coche arranca con ellos dos, y yo me quedo todavía unos minutos tras el árbol, fumando un cigarro y tratando de aclarar mis pensamientos, que ahora mismo están bastante liados.
Lee es una monada de chico. Cuando esta mañana llamó a casa y me invitó a ir al baile, me quedé un poco asombrada. Le dije que tengo novio, y el me contestó que lo sabe. Y que solo quiere invitarme para que no vaya sola, como cualquier chica. Entonces he aceptado. No tiene nada de malo ir con un amigo al baile de fin de curso, ¿o si?
Estamos en la barra con Willow y Oz. Anya por fin ha conseguido que la suelten, ya que Cordy habló a favor de ella.
Y Cordy está ya bien, aunque con psicólogos. Lo que vimos fue muy fuerte.
- Buffy estás muy callada, ¿te aburro?
- No, Lee. Es solo que estaba escuchando la música. ¿Decías algo?
- Te he preguntado si quieres bailar. Todas las parejas bailan menos nosotros.
- Es que tú y yo no somos pareja. Somos amigos y compañeros de clase.
- Sí, pero ¿no te apetece bailar? Solo uno, anda.
Miro hacia la pista, y en verdad todas las parejas están bailando. Han puesto una bonita canción lenta que habla del amor eterno, de la confianza y los celos…preciosa.
- Está bien, pero solo una. Y cuidadito donde pones las manos, que te las corto.
- Tranquila. He oído hablar de tu novio, en la vida se me ocurriría propasarme contigo. Vi como le quedó la cara a Riley.
Nos reímos con ganas y el me toma de la mano, para ir a la pista. Es un cielo de chico, siempre ha estado enamorado de mí, desde pequeños, pero mi corazón es de mi novio, y de nadie más. Estoy de un cursi. Pero es que le echo de menos.
Comenzamos a bailar y recuerdo la primera vez que bailé con Spike. En la fiesta Navidad. Cuando él me besó en la pista, a la vista de todos…y no puedo evitar el emocionarme. Lee se da cuenta y me acaricia la cara con la mano, besándome en la frente.
- ¿Estás bien, preciosa?
- Si, pero me voy a ir a casa. No me encuentro muy bien.
- Te acompañaré entonces.
Me pasa un brazo por los hombros y salimos de la pista. Entonces lo veo. Está apoyado en la barra con una cerveza en las manos. Nos mira muy serio y enseguida me doy cuenta: Está enfadado. No sé cuanto rato lleva ahí, pero si nos ha visto bailar, a Lee besándome en la frente y acariciándome la cara, ha podido sacar conclusiones erróneas. Lee también le ha visto y me suelta como si mi contacto le quemara.
Voy hacia él corriendo y le echo los brazos al cuello. El mantiene sus manos a un lado y otro de mi cuerpo, sin tocarme, sosteniendo todavía la cerveza en su mano izquierda.
- Cariño, ¿Cómo es que estás aquí? No te esperaba hasta el lunes.
- Si, ya me he dado cuenta de eso, amor. Quería darte una sorpresa y traerte al baile, aunque tengo que reconocer que el sorprendido he sido yo.
- Sólo la he traído al baile, como un amigo, Spike. No pienses otras cosas.
Mi novio mira a Lee por primera vez a los ojos y le regala una de sus terroríficas sonrisas. Pienso que en cualquier momento le romperá la cara, pero para mi sorpresa solo le dice una palabra:
- ¡Lárgate!
Más que suficiente. Lee asiente con la cabeza y se va. Spike bebe el resto de su cerveza y deja el botellin sobre la barra.
- Spike, no saques conclusiones precipitadas. Él me llamó esta mañana para invitarme, yo me sentía sola y acepté. Pero no ha pasado nada entre nosotros. Conozco a Lee desde que teníamos tres años, incluso hemos ido a la guardería juntos.
- Te ha besado.
- En la frente. Somos como hermanos.
- Y te ha acariciado la cara, y le has dejado.
- Estaba triste, pensando en ti. He comenzado a llorar y él solo me ha consolado. Pero si no me crees es tu problema,… Me voy a casa, no me encuentro bien.
Comienzo a andar hacia la salida, pero me atrapa por un brazo y hace que me gire, los dos nos quedamos cara a cara. Mi pecho sube y baja rápidamente, no sé que va a pasar ahora, o me besa o me dice que se ha acabado. ¡Dios que sea lo primero, por favor!
Capitulo 27
- ¿Crees que he adelantado mi viaje dos días, perdiéndome mi propia graduación y me he recorrido medio mundo, para poder acompañarte al baile de fin de curso, para que tu te vayas a casa sin bailar conmigo una sola vez, Summers? Ni lo sueñes.
La tomo por la cintura y ella me mira todavía en shock, comenzamos a bailar y se apoya en mi pecho, dejándose llevar por mí. Oigo como llora en silencio, y me siento un miserable por haberla hecho llorar por una tontería.
- Lo siento, cariño. Te vi salir de tu casa con ese chico y mi cabeza empezó a fantasear. Soy un estúpido.
-No, la culpa es mía. Tú eres mi novio, y si no podías venir conmigo al baile, yo no debí hacerlo con nadie.
-Bueno, por lo menos no era Ángel… si llega a serlo, lo mato directamente.
- Pues me lo pidió. –Spike abre mucho los ojos y mira a su alrededor buscando a mi ex. Me río con ganas- era broma, cariño. Se casan dentro de dos meses. Cordy está embarazada…
- ¡Pues si que se ha recuperado rápido de su herida…! Hablando de eso… has dicho antes que no te sentías bien. ¿Seguro que lo que pasó en mi casa no tuvo consecuencias?
- Seguro, además he empezado a tomar pastillas. No quiero que me pase como a Cordy, tenemos toda la vida por delante para tener hijos… Es que este ambiente me agobia, ¿podríamos irnos por ahí y estar solos?
- Claro pet. Vamos.
Salimos a la calle abrazados y ya en la puerta nos paramos. La atraigo hacia mí por la cintura y la beso largamente. ¡He echado de menos tanto sus labios!
- ¿Dónde quieres ir, amor?
- Al lago. ¿Te has traído el coche?
- Si. Está aparcado ahí detrás. ¿Estás mejor?
- Estoy perfectamente, cariño.
Volvemos a besarnos y después caminamos hacia el coche. Hace una noche preciosa. Hay luna llena y la temperatura es agradable. Cuando llegamos al lago, descubrimos varios coches aparcados de forma diseminada, así que Spike se adentra un poco entre los árboles, buscando un poco de intimidad. Unos metros más allá hay un pequeño claro rodeado de vegetación. Spike aparca el coche y echa los seguros. Por entre los árboles se puede ver la luna de fondo y el lago, es todo tan bonito.
- Esto es muy romántico, ¿verdad? Los dos aquí solos, como dos novios normales mirando a la luna… A punto de hacer el amor.
- Somos dos novios normales, ¿no? -pongo un cd con baladas de amor y ella se mueve dificultosamente hasta sentarse sobre mí, como aquella vez en la puerta de su casa- ¿no quieres que pasemos al asiento de atrás mejor? Es más cómodo.
- Así está bien. La otra vez me quedé con las ganas, así que hoy no te libras.
- ¿Quién ha dicho que quiera librarme, amor? Hace meses que solo pienso que esto volviera a repetirse.
Me besa y comienzo a desabrocharle la camisa lentamente. El acaricia mis muslos suavemente y sube su mano hasta llegar a mi ropa interior apartándola, jugueteando con sus dedos entre mi sexo mojado. Estoy deseando sentirlo dentro por entero, así que le aparto un poco y le ayudo a quitarse la chaqueta y el cinturón del pantalón, el sonríe y me deja hacer, mientras acaricia mis pechos y me besa por donde puede.
- ¡Vaya! Veo que no soy el único que ha estado pensando solo en esto, luv.
- Por supuesto, no he pensado en otra cosa. –Libero su miembro completamente del pantalón y me quedo mirándolo con la boca abierta -¡Dios, es tan grande!
- Tú eres tan hermosa…-la tomo por la cintura y la elevo sobre mí, ella se deja caer y lanza un gemido cuando me siente por entero dentro de ella. Quiero verla desnuda, pero no me atrevo a quitarle el vestido. Este paraje es bastante visitado por parejas y mirones y no es cuestión. Le bajo un poco los tirantes, lo suficiente para que sus pechos queden al descubierto y atrapo con mi boca uno de ellos, saboreándolo. Buffy comienza a moverse lentamente de arriba abajo, aferrándose a mis hombros para no perder el equilibrio. No creo que aguante mucho más. Ella está temblando entre mis brazos, sus labios también tiemblan cuando los tomo entre los míos y volvemos a besarnos. Mis manos van a sus caderas y la ayudo a que los movimientos sean más rápidos y profundos, moviendo las mías también. Nuestros jadeos se mezclan con los besos, el momento se aproxima y nos dejamos llevar por el orgasmo que nos golpea dejándonos exhaustos uno en brazos del otro.
Nos quedamos abrazados unos minutos, mientras regularizamos nuestra respiración. Él tiene la cara apoyada sobre mi pecho y me da pequeños besos en él, mientras yo le acaricio el pelo con mis dedos.
- Ha sido…
- genial –termina él poniendo un beso en mis labios.-Será mejor que nos vistamos, nena. –dice mientras coloca bien los tirantes de mi vestido. Me incorporo un poco para que salga de mí y busco unos pañuelos en mi bolso para limpiarnos un poco. Vuelvo a mi asiento para que pueda vestirse y me arreglo el maquillaje un poco mientras el termina de abrocharse los pantalones.
- ¿Salimos a despejarnos un poco, cariño? Me ha entrado mucho calor con tanto…ejercicio.
- A mi también. Nada más de pensar en como se movían tus pechos cada vez que subías y bajabas… ¡Dios, se me ha vuelto a poner dura!-dice mirando al techo del coche de forma cómica.
- ¡No seas guarro, Spike!-digo entre risas, dándole un toque en el hombro.-anda, salgamos y demos un paseo.
Spike cierra el coche y vamos andando abrazados hasta la orilla del lago. Hay ropa en el suelo y unas risas se oyen no muy lejos.
- Parece que alguien está pasándoselo en grande.
- No tanto como nosotros antes, pet. ¿Nos vamos? Estos chicos necesitan intimidad, y querrán salir del agua en cualquier momento, y con nosotros aquí…
- Sí, ¿puedo quedarme esta noche en tu casa? No quiero dormir sola.
Antes de que me conteste y ya de espaldas al agua sentimos pasos y risas. Parece que la pareja está saliendo del agua.
- ¡Que sorpresa! ¡Si es Buffy y su novio tránsfuga! ¿No vais a saludar siquiera?
Nos giramos y allí está Ángel. La luz de la luna le da de lleno, así que desvío la vista de su cuerpo desnudo. Él se ríe al ver mi reacción y comienza a vestirse.
- ¿Ahora te da vergüenza verme desnudo, Buffy? La otra vez que estuvimos aquí, no pareció importarte ese detalle, claro que entonces estábamos tumbados en el césped y tú tenías los ojos cerrados mientras yo te la…
- ¡Eres un cerdo, Ángel! ¡Cierra la boca! Vámonos, Spike.
- ¿qué pasa? ¿Querías rememorar tu primera vez, preciosa? ¿O la del sábado pasado cuando volvimos aquí por segunda vez y comparar?
- Eso que dices es mentira. Voy a partirte la boca, cabronazo. Te lo estás inventando, ella no ha vuelto ha estar contigo, nada más que en tus sucios sueños. ¿Verdad, nena? Dile en su cara que miente cuando dice que ha vuelto a estar aquí contigo.
- Spike, yo… Pero no es lo que el dice. Solo hablamos.
- Te lo dije, compañero. Fue tan…salvaje. Todavía tengo las señales de sus dientes en mi…
Miro con horror a Spike. Él da unos pasos hacia Ángel y descarga el puño con fuerza en su cara. Ángel retrocede unos pasos por el impacto, y mi novio vuelve a la carga, esquivando y recibiendo golpes a la vez que él los da. La chica que está con Ángel sale del agua entonces y comienza a vestirse con rapidez. No es Cordelia, es Nina.
Entre las dos logramos separarlos y nos dirigimos al coche. Spike tiene una herida en el labio que sangra bastante. Intento limpiársela con un pañuelo, ya dentro del vehículo, pero él aparta mi mano de un manotazo, arrancando el coche y saliendo a toda velocidad para la ciudad. No nos dirigimos la palabra en todo el camino, y cuando me deja en la puerta de mi casa, sin darme ni siquiera un beso, lo confirmo. Esta vez si que se ha enfadado.
Capitulo 28
Soy una estúpida. No sé como pude confiar en Ángel después de lo que me hizo en el pasado.
El sábado estaba en el Bronze con Willow, cuando él se me acercó. Se le veía triste y al no verlo con Cordy pensé que habían roto. Le pregunté por ella y me dijo que estaba bien, que se había recuperado perfectamente de la herida, y que el seguro del castillo le había dado una buena indemnización. De pronto se echó a llorar, y entonces fue cuando caí en su trampa…
Flashback:
Era la primera vez que veía llorar a Ángel, y me sentí afectada. Al principio le odié por lo que me hizo, pero después comprendí que no es bueno vivir con el odio, y que gracias a lo que me hizo conocí a Spike y ahora estaba con él. Así que me propuse perdonarle.
- ¿Qué pasa Ángel? ¿No dices que Cordy está bien?
- Sí. Pero ha ocurrido algo…y no sé que hacer. Ni a quien contárselo. Perdona Buffy, será mejor que me vaya, no quiero aguarte el sábado.
Ángel hace intención de levantarse, pero yo le sujeto por el brazo. Él se limpia las lágrimas con una mano y me sonríe.
- Si quieres contármelo…sé escuchar muy bien.
- Gracias, pero es que es algo muy íntimo, como para contarlo aquí…mejor otro día.
- Podemos dar un paseo. Me acompañas a casa y mientras me cuentas qué te pasa.
- Vale. Tengo el coche fuera. Podemos hablar de camino a tu casa, aunque como me vea tu madre…no le agrado nada.
- Pues vamos a otro sitio.
Salimos del Bronze y vamos hacia su coche. Hace un montón de tiempo que no subo a él. Recuerdos de cuando éramos algo más que amigos vienen a mi mente, y dudo si es buena idea entrar en él.
- Ángel yo no…
- Lo entiendo, ya no somos buenos amigos…lo que te hice no tiene perdón, entiendo que me odies…-Ángel comienza a llorar de nuevo y siento remordimientos. Es un amigo que necesita ayuda. Necesita que alguien lo escuche, y lo que pasó entre nosotros está olvidado. No puedo dejar que se vaya así.
- No te odio. Ya no. Anda, vamos.
Subo al coche y él hace lo mismo. Cuando toma el camino del lago lo miro interrogante. Allí fue donde lo hicimos. Donde perdí mi virginidad con él…
- Sólo vamos a hablar, te lo prometo. Es que ese sitio me trae buenos recuerdos. No voy a intentar nada, créeme. Puedes confiar en mí.
Hay tanta sinceridad es sus ojos, que le creo.
Fin del flashback.
Sí, le creí, y realmente no pasó nada entre nosotros. No intentó nada. Si limitó a comentarme el embarazo de Cordy y como su familia le obligaba a casarse con ella. Él había comprendido que seguía enamorado de mí y no quería hacerlo sin saber si yo todavía sentía algo por él.
Le dije la verdad. Que amaba a Spike, que era mi prometido y que esperaba casarme con él algún día y formar una familia.
Ángel asintió y me llevó a casa. Nunca esperé que se vengara de esta forma, destrozándome mi relación con mi novio. Aunque la culpa ha sido mía. Nunca debí de ir con él allí.
He intentado hablar con Spike, pero tiene el móvil apagado, y en el de casa de su madre tampoco se pone. Anne me ha dicho que hablará con él. Espero que pueda ayudarme a solucionar esta pesadilla, o me volveré loca.
- Cariño ¿No piensas salir hoy tampoco? Es Sábado y llevas una semana aquí metido.
- No me apetece salir, mamá. No insistas, por favor.
- Deberías dejar que se explicara. Estoy segura que Buffy no hizo nada con ese chico. He llegado a conocerla muy bien en estos meses.
- Eso no es lo que dice él. Además, todas las parejas que van al lago, es o a fumar hierba o a mantener relaciones sexuales… y no veo a Buffy colocada, la verdad.
- William, querido. Es lógico que Ángel dijera todas esas mentiras. Quiere separaros y tú has caído en su trampa como un estúpido. Tu novia cometió un error yendo a ese sitio con su ex, pero tú estás cometiendo otro mayor a no dejarla defenderse. Pensé que la amabas más.
¿Mi madre duda de mi amor por Buffy? Joder, ella me ha visto echo polvo por tener que dejarla, llorar por ella cuando no me dejaban verla… ¿Cómo puede ahora…?
- Me voy a dar una vuelta. No me esperes levantada.
- Dale un beso de mi parte a Buffy, cariño.
- No voy a ver a Buffy mamá –ella me mira y me sonríe de forma cómplice. –está bien. Voy a ir al Bronze y si está allí intentaré hablar con ella. Pero no voy a buscarla.
- Hijo, ella te quiere. No vayas a estropearlo.
- No he sido yo el que se ha ido con otra a… -mi madre vuelve a mirarme y me corto- ya me voy. Dios, no lo entiendo, tendrías que estar de parte de tu hijo.
- Lo estoy, aunque no lo creas.
William sale y yo suspiro. Sé que si hablan, lo arreglarán. Buffy me ha contado lo sucedido, y yo la creo. Esa afición que tiene por ayudar a todo el mundo le va a causar más de un problema. William es muy temperamental, pero estoy segura de que todo va a salir bien.
No sé por qué he venido esta noche aquí…-piensa Buffy- Si que lo se: Espero a que el aparezca y poder verlo por lo menos. No he dejado de mirar hacia la puerta desde que llegué pero ni rastro. Creo que le he perdido para siempre. En cualquier momento me voy a poner a llorar, así que me despido de Willow y me voy a casa. No quiero que todos me vean derrumbada.
He llegado tarde, ¡bloody hell!-masculla Spike- Le he preguntado a Willow por Buffy y me ha dicho que se fue a casa hace cinco minutos, sola. Y después me ha llamado cretino y me ha dejado con la palabra en la boca. Veo a Ángel en la barra. Me mira sonriendo de forma ofensiva, así que tengo que contar hasta cien y contenerme para no ir hasta él y quitársela a base de golpes.
Salgo antes de que mis buenas intenciones vuelen y le parta todos los dientes y me meto en el coche, encendiendo un cigarro para relajarme. Me pongo a pensar en todo, y entonces me doy cuenta. Sí, soy un cretino, un imbécil y muchas cosas más. He caído en la trampa más tonta que un tío puede caer…
Arranco el coche y salgo a toda velocidad para Revelo. Si me doy prisa llegaré allí antes que ella, y entonces…
Capitulo 29
Este paseo a casa me ha venido muy bien para despejarme y aclarar mis ideas. -piensa Buffy- Cierto que hice mal en ir con Ángel al lago y no contárselo enseguida a mi novio, pero ¿es que no puede confiar un poco en mí? No dejó que me explicara ni le contara lo sucedido, le ha creído antes a él.
Me paro un poco cerca del árbol para limpiarme las lágrimas, no quiero que mi madre me vea llorar otra vez. Bastante tiene con aguantar las suyas por mi padre. Las mujeres Summers no tenemos mucha suerte con los chicos…entonces oigo un leve ruido, y sonrío al recordar lo sucedido en la fiesta de los Enamorados en el castillo…pero no, esta vez Spike no va a aparecer tras ese árbol, porque no quiere saber nada de mí. Voy a seguir caminando, cuando la colilla de un cigarro cae a mis pies. La piso y me dirijo con rapidez hacia el árbol. El corazón me late a mil por hora y lágrimas, esta vez de alegría caen por mis mejillas. Tiro de su brazo y le saco a la luz. Está serio pero una leve sonrisita se dibuja en sus labios.
- Menos mal que has cogido lo de la colilla, pet. Pensé que tendría que tirarte mi cartera con el DNI dentro.
- ¡Eres un…estúpido! ¿Qué hacías ahí escondido? Pareces un crío de catorce años.
- Quería darte una sorpresa amor. Sé que te gustan. –la tomo de las manos y se las beso- lo siento, cariño. Me he comportado como un completo imbécil. No sé lo que pasó en el lago con ese cretino, pero si tú dices que solo hablasteis, yo te creo. No es el mejor sitio para hablar…pero bueno. Perdóname.
- No pasó nada, te lo juro. Fui una tonta yendo allí con él, y si quise estar allí contigo, fue para que cuando me acordara de ese lugar, pensara en ti y en mí, en cuanto nos amamos y no en lo que ocurrió con él.
- Está bien. Olvidémoslo, ¿OK? Te quiero, nena y no quiero que volvamos a discutir por ese idiota-nos besamos y ella tira de mi hacia el árbol, para escondernos de las miradas indiscretas. Pronto estamos los dos en el suelo buscando un contacto más íntimo. –Buffy alguien nos puede ver, o escuchar. ¿No sería mejor dejarlo para otro momento?
- ¡Y una mierda! Mi madre está dentro, así que procura no hacer mucho ruido.
Buffy comienza a desabrocharme el cinturón y yo le levanto la falda lo suficiente para colar mi mano en su ropa interior. Ella da un gemido de aprobación cuando mis dedos tocan su intimidad.
- No soy yo el que hace…ruido amor. Contrólate un poco o Joyce vendrá con un hacha y me hará picadillo por hacer el amor con su hija en su césped.
- ¡Cállate William! Hablas demasiado.
Tiro de él hacia mí y le beso de forma salvaje. El es capaz de despertar mis más fieros instintos sexuales. Ya ni me acuerdo de que estábamos enfadados. Me devuelve el beso con la misma intensidad, mientras me penetra de un solo golpe. Tengo que ahogar otro gemido, o todo el barrio nos oirá. Cuando comienza a moverse dentro de mí haciendo que me roce contra el suelo pienso en dos cosas, una ¡que bien lo hace, por Dios! Y dos…mañana tendré que quitarle todo el bloody verdín al abrigo…pero merece la pena el esfuerzo.
Unos meses después en el coche camino del castillo…
- ¿Por qué tienen que casarse allí? ¿No me dijiste que el castillo había pasado a manos del Gobierno?
- Nos lo han cedido para la ocasión. A mamá le hacía ilusión casarse con Rupert allí, pet
- ¡Pues menudo gusto! En cuanto termine la boda, nos largamos. Si veo un solo fantasma o zombi más, creo que saldré corriendo y no pararé hasta llegar a Canadá.
- Ya no hay fantasmas, ni zombis ni nada por el estilo. Giles estuvo haciendo pruebas y está limpio. Y como tu madre no viene, he preparado unas cositas en nuestra habitación para pasar la noche… Hoy hacemos un año que estuvimos aquí juntos por primera vez. ¿Recuerdas?
- Como para olvidarlo…mira que elegir la noche de Halloween para casarse también…ese Rupert es un excéntrico y un loco. Lo siento por Anne.
Sí, la verdad es que yo también traté de convencerlos para que se casaran en la iglesia de la esquina, pero no hubo forma. Aunque Buffy y yo salimos después de este día, considero Halloween como nuestro aniversario. He comprado una botella de champaña de cien dólares para que lo celebremos en solitario cuando la bloody boda termine. Si Dios quiere y no pasa nada, claro.
Ni sombra de algún espíritu ni ser sobrenatural en toda la ceremonia. -piensa Buffy- No he parado de llorar como una tonta pensando en que pronto la novia seré yo, y Spike será mi marido.
Anne está bellísima, y se ha empeñado en que yo sea su madrina, y un amigo de Giles el padrino, un tal Nathan. No me gusta su aspecto, pero…
Después de la boda, ha seguido una copiosa cena y el baile. Casi todos los invitados son mayores, así que en cuanto hemos podido, nos hemos escabullido al jardín a hacer manitas.
Los novios por fin se retiran a su habitación y los invitados se van sin ningún contratiempo. Estoy deseando estar a solas con él. He subido a la habitación antes que él para darme una ducha y ponerme cómoda. Me he comprado un mini camisón de color negro de tirantes con un tanga a juego, y llevo todo el pelo suelto. Le espero impaciente echada en la cama, cuando por fin entra.
- ¡Por fin se han ido todos! Solo quedamos nosotros y la parejita... ¡Dios santo!
- ¿Qué pasa? ¿Algún fantasma?
- Un Ángel…tú amor. Estás preciosa.
- Gracias.
Llego hasta ella y la beso ardientemente. Nuestras bocas están echas para besarse, se acoplan a la perfección, como nuestros cuerpos. Hago un pequeño paréntesis y me levanto.
- ¿Dónde vas?
- A ponerme cómodo yo también. Dame cinco minutos amor.
Desaparece en el cuarto de baño y a los cinco minutos exactos sale con el pelo húmedo, unos bóxer negros y una bata de seda negra… ¡Madre de Dios! Tengo que limpiarme la baba de los labios o pareceré tonta…
- Cinco minutos exactos… ¿te gusta el batín?
- Precioso…aunque para lo que te va a durar puesto…
- Lo mismo que a ti el camisón, luv.
Abro la botella de champaña y sirvo dos copas, llevándolas a la cama, le doy una a ella y tras besarla ligeramente en los labios, choco la mía contra la suya.
- Feliz aniversario, luv.
- Feliz aniversario, cariño.
Bebemos un poco y tiramos las copa por encima de nuestras cabezas, dicen que trae suerte. Nuestros labios vuelven a encontrarse, esta vez de forma más sensual. La luz se apaga de pronto y ella da un gritito asustada, abrazándome con fuerza.
- He sido yo, amor. Con la mano que tengo libre…-digo mientras le acaricio el pecho con la otra. -Así es más romántico
- ¡Que susto me has dado!
- Voy a darte algo más que un susto, luv.
La ropa pronto está fuera y nos pasamos toda la noche amándonos. Hemos roto el maleficio…Ya de madrugada, dormimos abrazados y un ruido procedente de la ventana me despierta. Me levanto despacio para no despertar a Buffy y miro hacia el jardín. Veo dos figuras semitransparentes caminando de la mano entre las flores…Son Sir William y Lady Anne. Me sonríen y desaparecen en la nada. ¡Bonita noche de Halloween!
FIN