A touche of jelausy by Echidna
Sunnydale, Buffy, Spike y la gang son estudiantes en el instituto. Cuando Buffy y Spike descubren que sus respectivas parejas (Dru y Ángel) se han liado el uno con el otro, se quedan hechos polvo y deciden recuperarlos dándoles celos. ¿Cómo conseguirlo? Fingiendo que están juntos. El problema es que todo el mundo en el instituto sabe que Spike y Buffy se ODIAN, ¿Cómo los convencerán?
Inspirado en la película “Addicted to Love”.
Capitulo 1
“Cariño, ¡ Willow ya está aquí!” Se oyó la voz de Joyce Summers.
“¡Ya voy!” respondió Buffy, bajando rápidamente por las escaleras, saltando por encima de los escalones. “¡Hola Willow!" Respondió Buffy sonriendo a la chica pelirroja.
“¡Hola! Xander, Cordy y Oz nos esperan en el coche. ¿Estás preparada para una anoche de fiesta en el Bronze?”
“¡Preparada al cien por cien!” contestó sonriendo la rubia. A Buffy le encantaban estas noches de sábado en la discoteca. Le gustaba pasarlas con sus amigos. “Espera, voy por el abrigo”
La chica cogió rápidamente el abrigo de la percha.
“Ángel se reunirá con nosotros en el Bronze, vamos...” Buffy fue interrumpida por el teléfono. “¡Hola! ¡Ángel! Precisamente ahora estábamos hablando de ti. ¿Qué? ¿Qué te pasa? ¿Tienes gripe? OH...” Buffy hizo una pausa y Willow observó con preocupación como la sonrisa de su amiga desaparecía. “Sí, sí. Bien... Claro, no te preocupes. Sí. Quédate en casa y… bebe mucho líquido. No, yo también me quedo en casa. No, no pasa nada... No tengo ganas de salir si tú no puedes. No te preocupes, ¿vale? Buenas noches”. Colgó el teléfono, suspirando decepcionada.
“¿No va venir?” Se atrevió a preguntar Willow.
“No. Parece que tiene gripe” contestó tristemente Buffy.
“¿De verdad? Parecía estar bien ayer en el entrenamiento de fútbol” señaló Willow.
“Puede habérsele pegado de los chicos en el vestuario o en algún otro sitio. Después del entrenamiento, ya sabes, todo sudado, la ducha fría o cosas por el estilo...” trató de justificar Buffy.
“Sí… eso debe ser” contestó escéptica la pelirroja.
“Bien, entonces me quedo, ¡pero vosotros divertíos, chicos!” dijo la rubia inclinando la cabeza y dejando su labio inferior sobresalir en un puchero.
“¡De ninguna manera! ¡Tú vienes con nosotros!”
“Willow, realmente me siento...”
“¡No me importa! Tienes que divertirte un poco. Relajarte principalmente, de fiesta toda la noche” Willow se cayó cuando Buffy alzó las cejas. “O…Ok, Puede que no toda la noche, somos estudiantes de último año en el instituto y todo eso…ya sabes...” Cuando la pelirroja terminó su entusiasta discurso, juntó los labios en una línea recta para enfatizar su decisión.
“Willow, yo...”
“No quiero oír un ‘no’ por respuesta”.
Buffy respiró profundamente y suspiró antes de hablar.
“De acuerdo. Perfecto. Iré”
Una nube de humo denso engulló a los cinco chicos mientras caminaban por el club.
“¡Ah! El aire familiar e intoxicante del Bronze entra en mis pulmones. Ahora puedo morir como un hombre feliz” suspiró Xander sentándose en la mesa libre más cercana.
“¡Odio este sitio!” protestó Cordelia cuando prácticamente echó los pulmones por la boca.
“¡Oh! Vamos cariño. Esto es Bronze! El sitio donde nosotros...”
“Una palabra más, Xander Harris, y eres hombre muerto” amenazó la morena.
“De acuerdo” un pequeño silbido salió de los labios de Xander mientras inhalaba ruidosamente dando a su novia su mejor mirada ’tú eres mi reina y haré lo que mandes’ —Ahora que estoy callado, puedo acercarme a la barra y pedir los necesarios refrigerios ¿Qué queréis?”
“Soda”
“Soda”
“Soda”
“Cola” Willow elevó la voz con una enorme sonrisa ensayada en su cara.
“Entonces, marchando tres sodas y una cola.
“Oh, oh... vamos a bailar” Willow casi arrastró a Oz hasta la pista de baile.
“Ok, creo que para el bienestar de mi querida amiga Will y de todos nosotros, mejor pediré cuatro sodas ¡No mas cafeína para ella!” bromeó Xander alejándose hasta la barra y dejando a Buffy y Cordy.
Un silencio embarazoso se adueñó de las dos. La verdad es que no se conocían la una a la otra demasiado bien. Habían pertenecido a grupos completamente diferentes durante el primer ciclo de secundaria. Cordelia siempre había pertenecido a la alta y muy ‘in’ sociedad del instituto, mientras Buffy se mezclaba con el resto –meros mortales. Había sido así desde que podía recordar, pero esto había cambiado desde el verano pasado. De repente, y de la nada, Cordy y Xander anunciaron que eran pareja y desde entonces estaban juntos.
Buffy comprendió entonces que debajo de la mascara popular zorra/reina teatral, la morena era alguien digna de ser conocida.
Cordy parecía tener episodios vagos, y breves de humanidad en ella y eso siempre era una ventaja. Pero aun así, nunca habían tenido la posibilidad de tener una conversación normal.
Así que, allí estaban, mirando fijamente a la gente, intentando ignorar el silencio que habitaba entre ellas.
“Así que...” Se arriesgó finalmente Cordy “¿Ángel no ha venido?”
“No, está en casa, enfermo. Tiene gripe”.
“¿De verdad? Lo vi hace un rato y parecía que estaba bien” dijo Cordelia.
“Tal vez… no era él” ofreció Buffy.
“OH, voy al entrenamiento de animadora cada semana y estoy segura que puedo identificar al quarterback de nuestro instituto cuando lo veo” La contradijo Cordy.
Buffy estaba a punto de contestar cuando Oz y Willow regresaron. Una mirada extraña estaba plasmada en el rostro de la pelirroja. Parecía aún más pálida que de costumbre.
“¿Willow? ¿Estás bien? ¿Algo va mal?”
“OH, nada. Tal vez deberíamos irnos todos a casa.”
“¿Irnos a casa?” La voz de Xander se cernió sobre ellos mientras ponía las botellas en la mesa ¡Pero si acabamos de llegar!
“¡Pero tenemos que irnos ya! Estoy, estoy cansada y... y necesito irme” La mente de Willow buscaba frenéticamente una excusa.
“¿Estás cansada y tu culo estaba brincando en la pista de baile, partiéndose de risa, como una loca, y ahora de repente estás cansada y quieres ir a casa?” preguntó Buffy.
“¡Exacto!”
“Willow ¿qué pasa?” Buffy podía ver con facilidad el miedo y el nerviosismo en los ojos de su mejor amiga.
“Nada, ¡solo vayámonos!” insistió Willow mirando por el rabillo del ojo a su alrededor.
“Willow qué...” Buffy se calló en el medio de la oración, seguíendo la mirada fija de Willow. Cada uno en la mesa hizo lo mismo.
“¡Hola! ¿No es ese Ángel? ¿Y qué hace con esa zorra flacucha? Pensé que vosotros dos…”
“Cordy, cariño” interrumpió Xander a su novia “¡Cierra el pico!”
“¿Ángel?” Buffy sintió como si la tierra se abriera bajo sus pies.
No podía creerlo. Era Ángel, *SU* Ángel, que se suponía estaba en casa, en la cama enfermo, estaba realmente en la pista de baile, abrazando a una alta y delgada chica, cuyo pelo caía en cascada por su espalda y movía sus caderas contra *SU* novio.
“¿Qué...?” No pudo ni hablar cuando el nudo en su garganta creció hasta el punto que pensó que no podría respirar.
“Buffy, yo... yo lo siento” Tartamudeó Willow con torpeza cuando vio el dolor reflejado en la cara de su mejor amiga.
Capitulo 2
La pequeña rubia observaba como la chica vestida de prostituta mordisqueaba el cuello de Ángel mientra él cerraba los ojos en un claro signo de placer. Ahora Buffy la reconoció. Era la zorra extraña e insípida, que salía con ese idiota, Spike y la gente gótica del instituto. Dru. Cuando los segundos se esfumaron, el dolor dio paso a la furia y el enfado.
En un flash, se levantó atravesando la pista de baile… Con toda la fuerza que pudo reunir, agarró a Dru por el flacucho hombro y la tiró al suelo.
“¿Qué....? ¿Buffy? ¿Qué… qué haces aquí?” Tartamudeó Ángel como un idiota.
“¡Estoy donde debo!” gruñó Buffy “Se suponía que estabas enfermo ¿Recuerdas? En cama. Con fiebre. No aquí manoseando a esta puta barata mientras te chupa el cuello”.
“¡Oye!” protestó Dru. Antes de que pudiera decir algo más, las pequeñas manos de Buffy estaban en su garganta.
Las dos cayeron al suelo en una lucha violenta.
“¡Buffy!” gritó Willow “¡Xander, haz algo!”
“¿Qué? Ah, si” el chico salió de su aturdimiento cuando su cerebro anuló ’Lucha cool entre chicas’ cambiando la programación a ‘Buffy peleándose, tengo que ayudar’ de alguna manera.
Agarrando a Buffy por la cintura, la separó de una golpeada Dru quien a penas podía sentarse.
“¡Déjame ir!” —gritó Buffy a pleno pulmón mientras daba una patada al aire y clavaba sus uñas en la mano de Xander “¡Voy a matarla!” continuó bramando.
“¡Cálmate Buffy! Esa no es la forma” trató de explicarle Xander, pero la pequeña rubia no atendía a razones.
La rabia corría por sus venas, sus ojos brillando intensamente por la furia.
“¡Estás loca!” gritó Dru cuando finalmente se levantó del suelo con ayuda de Ángel.
“Mantén tus manos lejos de…”
“¿De quién? ¿De él?” preguntó Dru, la arrogancia que se acumulaba en su agudo acento inglés mientras señalaba al alto quarterback “¡No ha sido tuyo desde hace mucho tiempo ya, cariño! ¿Realmente piensas que estaría satisfecho con una cosita tan pequeña como tú? ¡Por favor! Él ha estado viniendo a mí, a *mi* cama. Durante varios meses ya. Supongo que tú eras… ¿Cómo dijiste, Ángel? Ah si,…frígida.” Silbó “¿De verdad pensaste que se quedaría contigo? El quarterback estrella con una insignificante perdedora. Ah, tuve que morderme el labio cada vez que me encontraba contigo en el instituto para no comenzar a reírme e incrementar lo patética que eres”
Buffy sintió como si el aire hubiera sido extraído de la habitación y no pudiera respirar. Abrió y cerró la boca varias veces intentando hablar, pero no podía. Todos los ojos estaban en ella, podía oír reír disimuladamente y susurros que crecían por todos los lados.
“Ángel...” finalmente pudo susurrar.
Él simplemente miraba hacia el suelo, sin mirarla.
“Yo...yo...tengo que irme...” Buffy susurró saliendo corriendo del club, con lágrimas que caían por sus mejillas.
En el momento que salió por el umbral de la puerta, sintió el peso de cien ojos en ella. Se sentía como si estuviera en una de esas películas cutres de adolescentes, caminando a cámara lenta por los pasillos, mientras todos se volvían hacia ella con la boca abierta, con una mirada de compasión impresa en sus caras. Sintió que se le revolvía el estómago y como su desayuno rápidamente recorría el camino hacia su esófago.
Llevó la mano rápidamente hacia la boca y corrió hacia el cuarto de baño de las chicas. Una vez allí, entró en el baño más cercano disponible y se lanzó dentro de él. Dejándose caer sin fuerzas sobre el retrete, vomitó.
“OH... ¡Qué asco!” Se oyó gritar en el baño de al lado cuando el sonido bastante reconocible de alguien vomitando llenó la habitación.
Buffy respiró con dificultad, su cabeza que todavía se cernía sobre el retrete mientras esperaba que otra oleada de nauseas llegara. Se quedó allí durante unos minutos más, esperando que los servicios se despejaran. El timbre sonó y se imaginó teniendo que hacer frente a toda esa gente otra vez.
Ahora, los pocos estudiantes que no habían estado en el Bronze para atestiguar su total humillación, habían oído de los demás todos los sórdidos detalles.
“Dios… odio mi vida” exhaló estrepitosamente mientras se golpeaba la cabeza contra la puerta antes de levantarse.
Despacio, abrió el grifo y dejó el agua correr salpicando su cara con el líquido cristal. Alzó la vista hacia el espejo para ver su patética y empapada expresión, mirándola fijamente. Sacudió la cabeza y cerró los ojos durante un segundo, buscando el valor para dejar ese cuarto de baño.
“Que la matanza comience…” masculló empujando la puerta, abriéndola y caminando por el pasillo.
“¡Que me jodan, si no es Miss mojigata!”
Sintió como el dolor aumentaba drásticamente en su estómago, con el familiar acento londinense. Buffy se paró en seco en su camino, pero no se giró para mirarle, en cambio esperó que la figura vestida de negro la rodeara y se pusiera delante de ella.
“¿Yendo un poco tarde a clase? ¿Qué pensará tu buena mamá sobre esto, Betty?” el adolescente blanqueado imitó preocupación falsa en su voz.
“¡Es Buffy! ¿Qué quieres desteñido?” silbó.
“¿Yo? Nada. Solo ser amable” contestó con una sonrisa chulesca.
“¿Tú? ¿Amable? ¡Ja!” se vio forzada a reír comenzando a caminar.
Él la siguió.
“Así que… ¿Por qué nos estamos saltando la clase?”
‘¿No lo sabe?’ pensaba, mientras el creído inglés metía sus blancas manos de mármol en los bolsillos de su duster de marca.
“¿Por qué no se lo preguntas a la puta excusa que tienes por novia?” Dijo irónicamente.
“¡Oye! ¡Nunca jamás llames a Dru así!” la ira destelló en sus ojos.
“¿Por qué? Así es como se llama a la gente que le roba los novios a otras” alzó la barbilla examinando sus ojos.
“¿De qué estás hablando, zorra?” siseó.
“Hablo de tu *novia* y mi *novio* que tuvieron una actuación especial el sábado en el Bronze, delante de todo el mundo” dijo rápidamente con las imágenes de esa tarde pasando ante sus ojos, lo que sirvió para abastecer de combustible su ira.
De repente las manos de él estaban en sus brazos y sintió como golpeaba su espalda contra las taquillas. El adolescente desteñido la fulminó con la mirada, con los dientes apretados firmemente, destacando sus agudos pómulos.
“Será mejor que retires eso” silbó furiosamente.
Ella tragó con fuerza tratando de calmar el alocado latido de su corazón.
“¡Es verdad!” bramó sin dejar de mirarlo a la cara, escupiendo las palabras con desprecio y rabia.
“¡Estás mintiendo!” la acusó.
“Por lo visto no sabías que tu *dulce* novia ha estado saliendo con *mi* novio” replicó ella.
Él cerró los ojos un segundo tratando de conseguir poner sus nervios bajo control y abstenerse de darle una tunda a esa chica hasta dejarla hecha papilla.
“¿No me crees? Ve y pregúntale a tu ‘quiero y no puedo ser una vampira’ de tu novia” Buffy reunió toda su fuerza, agarró sus manos y le obligó a soltarla.
“Ahora, si me perdonas, tengo que ir a clase” y con eso, se giró y rápidamente fue hacia su siguiente clase.
Capitulo 3
“¡Tenemos que hablar!” Su voz era ácida y baja mientras cogía a Dru de brazo y la arrastraba al rincón más cercano.
“¡Spike! ¡¿Qué...?!”
“¿Es verdad?” la interrumpió “Por favor, dime que no es verdad”
“¿Qué no es verdad, Spike?” Preguntó con voz suave pasando la mano por su mejilla.
Él cerró los ojos por una fracción de segundo antes de coger su mano y apartarla.
“¡Contéstame!” le ordenó.
Dru respiró hondo y suspiró. Poniendo un gesto de enfado en su cara, simplemente contestó:
“Sí”
“¿Qué?” No podía creer lo que oía.
“He estado con Ángel. Iba a decírtelo...”
“¿Cuándo? ¿Cuando todos en el instituto ya lo sabían y se estaban riendo a mis espaldas?” gruñó.
“Sabía que no lo entenderías” suspiró enojada.
“Bloody normal que no lo haga. ¿Dru? ¡Eres MI novia!” dijo con desesperación.
“Ya no” dijo claramente.
“Pero...”
“Se acabó, Spike. Ahora estoy con Ángel, lo siento”
Se alejó dejándole allí parado.
Buffy arrastró lo pies mientras caminaba.
“Todos me miran” se quejó.
“No, no te miran” mintió Willow.
“Willow, no estoy ciega ni sorda” la rubia hizo rodar los ojos y suspiró mientras su cuerpo cansado hacía plaf en la silla, poniendo la bandeja sobre la mesa.
“Buffy, todo se calmará dentro de un par de semanas, cuando consigan otra cosa sobre la que cotillear” sugirió Oz mirando su plato e intentando identificar cual de los montículos era el puré de patatas y cual el pastel de carne. Tenía la sensación de que cuando terminaran el instituto, todo lo que tendrían sería un gran charco de materia orgánica irreconocible para el almuerzo.
“Si, en realidad espero… ¡OH Dios, no!” susurró cuando vio a Ángel caminar por la cafetería, con sus brazos alrededor de la flaca figura de Dru.
“¡Cálmate Buffy!”
“Dios, juro que antes de que acabe el año voy a romperle algo” susurró con los dientes apretados aporreandofuriosamente su comida.
“Um... ¿Buffy?” Oz la llamó con su monótona voz habitual “Estoy bastante seguro que en los institutos americanos no sirven animales vivos en el almuerzo. Hay probablemente un montón de leyes en contra, así que no necesitas matarlo”
“¿Qué?” Buffy miró su plato y se dio cuenta que acababa de tiar la comida por toda la mesa. “Oh… lo siento. Creo que he perdido el ape...”
El fuerte sonido de un golpe se oyó y el trío se giró, justo a tiempo de ver a Ángel chocar contra Jonathan, enviando a ambos vertiginosamente al suelo recién encerado. Un Spike muy enfadado se cernió sobro ellos.
“¡Aléjate de Dru!” gruñó.
Rápidamente Ángel estuvo sobre sus pies y se alzó sobre el chico más bajo
“¿O qué?” contraatacó.
La respuesta de Spike vino en forma de puñetazo y pronto alguien gritó a pleno pulmón:
“¡Pelea!”
Montones de testosterona en forma de adolescentes gritaron y jalearon con entusiasmo, formando un círculo en torno a los dos luchadores que se intercambiaban duros golpes.
“¿Qué está pasando aquí?” una fuerte y resonante voz se oyó y todos se giraron para ver al director Snyder apoyado en la puerta.
La multitud se dispersó rápidamente para revelar a los dos sangrantes chicos congelados en su posición.
“Vosotros dos...“ comenzó con placer evidente al hablar “Estais castigados durante una semana. Ahora muévanse, ¡a mi despacho!”
Los dos chicos tuvieron aún tiempo de intercambiarse una mirada asesina mientras se desenredaban y siguieron después al hombre calvo y enano.
“¡Pobre Spike!” Suspiró Willow, sentándose en el banco al lado de Xander.
“¿Pobre Spike? ¿Y yo qué? ¡Fui humillada públicamente en el Bronze! ¿Recuerdas?” Protestó Buffy mientras caminaba en círculos alrededor de sus dos mejores amigos.
“Ah, Tú también, pero...Spike, bien... ya sabes, ha estado loco por Dru desde que puedo recordar, y ver que su novia de toda la vida anda por ahí besuqueándose con Ángel no puede haberle hecho nada feliz, ha herido sus sentimientos” trató de explicar Willow.
“¿Y a quién le importa Spike y sus heridos sentimientos? Es un idiota y probablemente consiguió lo que se merece” Murmuró para sí misma Buffy.
“Aunque me encanta despreciar a ese monstruo extranjero blanqueado, tengo que estar de acuerdo en esto con Willow. Spike siempre ha estado loco por Dru, adora la tierra por donde pisa, ¡no! En realidad, cualquier tierra que esté cerca de esa muchacha” corrigió Xander.
La respuesta de Buffy fue un fuerte suspiro, emparejado con un rodar en sus enojados ojos verdes.
“Han estado juntos desde que Spike se mudó aquí, hace ya dos años, y tú y Ángel solo habéis estado saliendo desde el verano. No puedes comp...” viendo la mirada asesina que la pequeña rubia le envió, Xander añadió rápidamente “Ok, ya me callo, por miedo a sufrir un serio e irreparable traumatismo en mi cabeza”
Exhalando bruscamente, Buffy se dejó caer en el banco entre Xander y Willow.
“Dios, odio este instituto” se quejó.
“Buffy tú …” Willow se calló cuando vio a un Ángel bastante golpeado caminar por el patio.
Buffy y Xander echaron un vistazo hacía donde miraba fijamente la pelirroja, para ver correr a Dru histéricamente hacia el alto quarterback con un pañuelo mojado en su mano, preparada para curar el labio sangriento de Ángel.
“Matar, matar, matar, matar...” susurró Buffy en un mantra demoníaco que sus amigos fácilmente escucharon.
Todo el patio enmudeció cuando vieron al infame inglés blanqueado salir unos minutos después que el quarterback. Todos se congelaron esperando ver que pasaba ahora. Aquellos que esperaron una gran escena u otra sangrienta pelea a puñetazos, estuvieron claramente decepcionados cuando Spike simplemente echó un vistazo a la pareja y se alejó con la cabeza inclinada, mientras buscaba nerviosamente en los bolsillos de su duster, necesitando claramente una dosis suplementaria de nicotina.
“¿Puedes decirme en serio que no compadeces al pobre chico?” Willow preguntó escéptica.
“Pues… ¿no?” fue la sarcástica respuesta de Buffy “Estoy demasiado ocupada odiando a Ángel y a la zorra prostituta para sentir cualquier clase de empatía por nadie y menos por ese idiota blanqueado”
“¿Por qué le odias tanto?” preguntó la pelirroja. Nunca lo había entendido del todo.
“Ok, ¿necesitas que te recuerde que la primera vez que me vio me tiró de mi cola de caballo y gritó a pleno pulmón ‘Rubia de bote aquí, peligro, peligro’?”
Las cejas de la pelirroja se fruncieron dolorosamente cuando recordó la humillación de la rubia menuda.
“Además de que es muy presuntuoso y creído y molesto como el infierno, con ese ridículo acento y su estúpida cabeza desteñida. ¿Y ese absurdo estilo a lo Billy Idol? Y esas extrañas botas de combate y ese viejo duster del infierno y…ese estúpido acento. ¡Es idiota!” terminó su descripción claramente negativa.
“Dijiste ‘estúpido acento’ dos veces” observó Xander con una sonrisa, pero pronto desapareció cuando Buffy estrechó los ojos al mirarlo.
“¡Es solo que no me gusta, eso es todo! Ha hecho mi vida en el instituto un infierno, desde que vino aquí a vivir hace dos años” dijo Buffy, el timbre sonó y el trío se levantó y fueron hacia sus clases.
Capitulo 4
Los días pasaron y finalmente las miradas lanzadas en dirección a Buffy disminuyeron. Caminó con seguridad por los pasillos sujetando los libros contra el pecho, mirando su reloj. Suspiró con alivio cuando alcanzó su destino y echó una ojeada por un agujero entre dos grandes paneles. Todavía pudo ver los últimos cinco minutos del entrenamiento del fútbol, maldiciendo por lo bajo todo el tiempo mientras miraba al quarterback estrella correr por campo.
“Buffy! ¡Estás aquí!” Willow suspiró aliviada.
La rubia menuda saltó golpeándose la cabeza con el panel encima de ella.
“Aouch... ¿Willow, que estás haciendo aquí?” Se quejó Buffy rascándose el punto dolorido de su cabeza.
“Vigilándote para que no te tortures a ti misma hasta la muerte” Willow señaló inclinando lqacabeza hacia el campo.
“Yo, yo no estaba.... yo...” Intentó explicar, pero no sirvió de nada. La había cogido.
“Has estado siguiendo a Ángel durante una semana, tienes que seguir adelante” le rogó la pelirroja.
“Seguiré adelante cuando lo vea de rodillas ante mí pidiéndome perdón” Buffy puso su boca en línea recta para indicar su resolución.
“Aún quieres que vuelva, ¿verdad?” preguntó Willow.
“¿Qué? ¡No!” contestó la adolescente rubia con sinceridad. “Solo quiero verle sufrir y que se arrastre y se humille a mis pies y luego poder decirle: ‘Perdiste tu oportunidad’ “un resplandor maligno de venganza brilló en sus ojos mientras hablaba, previendo su momento de triunfo.
“Buffy...” intentó razonar Willow, pero Buffy comenzó a alejarse.
“¡No trates de disuadirme! Encontraré una forma de conseguirlo, y hasta que lo haga, lo seguiré”
Anduvo silenciosamente detrás de él unos pasos, permaneciendo así desapercibida. Sabía donde iba él. Era viernes por la noche. Obviamente iba a recogerla. ¡Cabrón!
Cuando la casa débilmente iluminada apareció, Buffy bajó de la acera y se escondió tras los altos arbustos. Oyó el crujido poco natural de las hojas y alzó la vista al árbol más cercano.
“¡Oh Dios! ¡Qué anormal!” susurró cuando vio al adolescente moviéndose entre las ramas, esforzándose en ver lo que pasaba en el porche de la casa.
Cogió una larga rama y alargó la mano hasta alcanzar al inglés en el culo. Asustado, Spike perdió el equilibrio y se cayó sobre su trasero con un ruido sordo.
“¿Qué fue eso?” oyeron como preguntaba Ángel.
“Probablemente solo el gato” respondió una voz claramente femenina. Era Dru.
Spike miró hacia arriba para ver a una chulesca Buffy sobre él.
“Eres pat…”
Una ráfaga de ira le atravesó, y en un abrir y cerrar de ojos se puso en pie, su mano que le cubría la boca y su cuerpo que aplastaba el suyo contra el árbol del que acababa de caer. Se fulminaron con la mirada el uno al otro antes de que Spike sintiera un dolor agudo en la palma mano, y por instinto la apartara.
“¡Ay!” silbó contemplándose la mano en busca de cualquier señal de herida. Encontró una pequeña pero profunda marca de mordedura “¡Me has mordido!”
“¡Eres patético! ¿Lo sabias?” siseó “Escondiéndote en la oscuridad y vigilando a tu ex”
“¿Qué yo soy patético? ¿Piensas decirme que no estás aquí porque has estado siguiendo al gordo maricón hasta aquí?” respondió Spike inclinando la cabeza hacia la casa.
“Yo... yo...”
“¿Pensabas que no sé que has estado siguiéndolo por todo el instituto?” preguntó con una engreída mueca.
“Bien, pero yo por lo menos no trepo a los árboles y no pongo ojos de pobre cachorro abandonado cada vez que veo a mi ex” dijo Buffy triunfalmente.
“Estoy enamorado de una zorra, pero soy lo bastante hombre para admitirlo” admitió orgullosamente levantando la barbilla.
Buffy no tenía ninguna rápida réplica para eso, así que se conformó con un patético…
“Acosador pirado”
“Amo a Dru. Siempre la he amado, desde que puedo recordar. No voy a perderla por un yankee gilipollas” declaró.
“Oh, ¡qué triste!” la rubia le miró con compasión.
“Como si tú no te murieras por tener a ese gordo maricón de vuelta. Todo lo que tendría que hacer es pedírtelo y te abrirías de piernas para él” Gruñó. Pero no tuvo demasiado tiempo para regodearse de su no tan ingenioso comentario cuando sintió como un insoportable dolor corría por todo su cuerpo cuando su rodilla impactó contra su ingle.
“¡Cerdo!” resopló viéndole caer débilmente a tierra, cogiéndose sus partes íntimas y reprimiendo un muy necesario aullido.
Ella se giró sobre sus talones y se alejó.
Willow sujetaba los libros contra su pecho, mientras caminaba al lado de Oz y Buffy. Inhaló profundamente, exhalando bruscamente cuando entró en el familiar edificio.
“¡Ah… lunes! ¿No os gusta?” Preguntó con una enorme sonrisa de satisfacción en su cara.
Aun dormida, la rubia lanzó una mirada a su mejor amiga, sacudiendo la cabeza y suspirando audiblemente.
“Necesitas seriamente tratamiento psicológico, lo sabes, ¿verdad?”
“¿Por qué? ¿Porque me gusta mucho ir al instituto?” la pelirroja se encogió de hombros.
“Ese es el punto exacto. Que te guste el instituto es uno de los signos claros de una disfunción neurológica, que destruye las partes de tu cerebro y que te permite distinguir entre diversión y trabajo duro” teorizó la rubia
La ceja derecha de Willow se elevó y Buffy continuó en tono serio.
“Es verdad. Hay una parte en el cerebro de cada adolescente donde hemos definido la ecuación lógica siguiente: diversión=bueno, instituto=malo. Bueno y malo son contraposiciones, por lo tanto el instituto es lo opuesto a diversión”, Buffy sacudió la cabeza enérgicamente “Nada de caras felices y profundos suspiros los lunes por la mañana, especialmente a las nueve. De lo contrario, es considerado muy patológico”
La ceja de Willow se frunció aún más y preguntó finalmente:
“¿Quién eres y qué has hecho con Buffy?”
La rubia suspiró pesadamente y contestó:
“No pude dormir anoche. ¡Otra vez! Así que me quedé viniendo hasta tarde Discovery Channel. Un gran programa sobre psicología y lógica, de ahí toda la teoría. ¡No te preocupes”, ya lo olvidare probablemente… ¡Spike!” Buffy terminó su explicación cuando el chico blanqueado se paró ante ella y le bloqueó el camino.
“¡Necesito hablar contigo, Betty!” dijo con voz seca lanzando un vistazo hacia Willow y Oz.
“Es Buffy” refunfuñó molesta haciendo rodar sus ojos “Y ahora no puedo, tengo clase” trató de esquivarlo, pero él dio un paso y otra vez estaba ante ella.
“No tomará mucho tiempo” murmuró.
Estaba claro que él no quería estar ahí. Exploró el pasillo y vio varios ceños fruncidos rodeándolos. Era fácil entender por qué. Todos en ese instituto sabían el odio que el par de rubios abrigaban el uno contra el otro. Obviamente esperaban los gritos habituales, insultos y puños que volaban en un plazo inferior a cinco minutos cuando estaban a menos de cinco pies el uno del otro. Esta vez no pasaba, ¿por qué? Se preguntaron todos los estudiantes cuando vieron suspirar a Buffy.
“¿Qué quieres, maravilla blanqueada?”
“Hablar contigo” explicó.
“Estoy aquí. Habla”
“Aquí no” frunció el ceño mirando de mala manera a todos los estudiantes que les observaban, cogiendo a Buffy por el brazo y arrastrándola lejos de allí.
Capitulo 5
“¡Ay! ¡Eso duele!” protestó intentando liberar por inercia el brazo de su agarre “¡Déjame!” Prácticamente gritó mientras doblaban la esquina y alcanzaron la parte trasera del instituto.
Él se detuvo y le soltó el brazo.
“¡Me has hecho daño, troglodita!” Se quejó, frotando su brazo dolorido. Continuó con una retahíla de maldiciones cuando se dio cuenta de que al día siguiente tendría marcas de dedos en su bronceada piel por su no tan delicada manera de llevarla “¡Estúpido, idiota, palurdo extrajero, patán descerebrado!”
“¿Has acabado ya con los insultos, luv?” preguntó enojado.
“¡No! También eres un Neandertal, y deja de llamarme luv” protestó otra vez “¿Qué quieres?”
“Que Dru vuelva” respondió simplemente.
Ella hizo una pausa durante un segundo antes de hablar.
“Ok,... comprendo que eres un poco lento y todo eso pero…” comenzó a hablar despacio exagerando en la articulación de las palabras, *NO*. SOY. DRU”. Inclinó la cabeza hacia él como si quisiera comprobar que la había entendido.
“Oh, *sin duda* que no eres Dru” dijo en tono sarcástico, que hizo que la rubia menuda se estremeciera.
“¿y qué se supone que significa eso?”
“Dejémoslo” rápidamente trató de cambiar de asunto. Si quería la ayuda de Buffy, insultarla no era la manera de conseguirlo. “Creo que podemos ayudarnos mutuamente. Tú quieres a tu gran capullo de vuelta, yo quiero a Dru, deberíamos unir fuerzas” concluyó.
“Dos cosas. Nunca me uniría en *algo* contigo y no quiero volver con Ángel. Solo quiero que contraiga una enfermedad venérea muy dolorosa que implique la descomposición y erradicación de sus partes íntimas” terminó su declaración con una enorme sonrisa.
Spike no pudo menos que estremecerse con su descripción. Sacudiéndose la horrible imagen de su mente, habló:
“¿No quieres a Ángel? Has estado siguiéndole por todas partes desde que rompió” el adolescente blanqueado indicó lo obvio.
“Solo quiero encontrar la mejor manera de infligirle el máximo dolor a ese cabrón embustero” explicó con severidad.
Spike se paró durante un segundo, considerando la nueva situación. Enfadada, Buffy suspiró y comenzó a alejarse.
“¿Y tenerlo loco por ti otra vez?” ofreció
Elevó una ceja y se paró:
“Te escucho”
“Puedo ayudarte a recuperarlo. Incluso sin demostrarle que quieres que vuelva, se arrastrará a tus pies” comenzó a explicar.
“Arrastrarse suena bien” dijo sencillamente esperando a oír el resto del plan.
“Y al mismo tiempo podré recuperar a Dru”
“Entonces ¿Qué tengo que hacer?” preguntó.
“Firgirserminovia” dijo del tirón.
“¿Qué?” aulló “¿Es que se te ha metido todo el decolorante en el cerebro y te ha causado daños irreparables?” preguntó incrédula.
“En el momento en que los dos nos vean juntos, se volverán locos de celos. Dru todavía me ama, lo sé” Explicó rápidamente Spike.
“¿Y Ángel?” ella ladeo la cabeza.
“Él nunca soportó vernos felices a Dru y a mí. Por eso fue a por ella. Si me ve contigo, te querrá”.
“Te has golpeado recientemente en la cabeza, ¿verdad?” Preguntó con sinceridad.
“No. Te digo que funcionará. Confía en mí. Conozco a Ángel”
“¿Que confíe? ¿En ti? Definitivamente estás fatal, amigo” se rió Buffy.
Gruñendo, el adolescente desteñido metió la mano en su bolsillo y sacó una cajetilla de cigarrillos, llevando uno a sus labios y encendiéndolo.
“¡Eh, eh, eh! ¡Prohibido fumar!” cogió el cigarrillo que pendía de su boca y lo dejó caer al suelo, retorciendo la suela de su zapato sobre él.
Spike la miró de mala manera y se vio claramente que estaba haciendo todo lo posible para impedir retorcerle su pequeño cuello.
Hubo un momento de silencio. Buffy exploró el campo de fútbol anexo reconociendo la forma del quarterback. En la distancia, vio aplaudir histéricamente a una figura vestida de negro, con cada pase acertado que el adolescente realizó. Sintió que se le revolvía el estómago de asco. Sin girarse para mirar al chico desteñido que estaba tras ella, preguntó:
“¿Qué tengo que hacer?”
“Pasar tiempo conmigo. La gente tiene que vernos juntos, cogernos de la mano, abrazarnos y eso” Explicó Spike.
“¡No! ¡Noooooo de ninguna manera!” Sacudió la cabeza enérgicamente, agitando sus brazos en una clara señal de desacuerdo, dándose la vuelta para afrontarlo “¡No voy a tocarte!”
“¿Me estás viendo saltando y cantando ‘¡Oh qué alegría'!? Yo tampoco, luv”
“Ok. Trato hecho” Aceptó de mala gana. Pero salimos con *mis* amigos”
“¿Qué? No” Fue su turno para sacudir su cabeza.
“No voy ni a la esquina con tus monocromados amigos góticos. De ninguna forma, y es definitivo. Lo hacemos a mi manera o se acabó” Buffy cruzó los brazos sobre su pecho y puso los labios en línea recta esperando su respuesta.
Finalmente, él se rindió y sacudió la cabeza mascullando:
“Bien, lo haremos a tu manera”
“Perfecto. ¿Cuándo empezamos?”
“Pues… ¿Mañana?”
“Ok. Mañana seremos oficialmente pareja”
“Una cosa más. Nadie puede saber sobre nuestro pequeño trato o todo se joderá” le advirtió.
“Claro. De lo contrario eso frustaría nuestro objetivo, ¿no es así?”
“Solo me estoy asegurando. ¡No se lo cuentes a Red, ni al cachorro ni a nadie!
“¿Qué? Willow no se lo va a contar a nadie”
“No me importa. Nadie puede saberlo”
“Pero…”
“Sin peros, rubia”.
“Bien” aceptó mirando el reloj “¡Maldita sea! ¡Maldita sea! ¡Maldita sea!” blasfemó “¡Llego tarde!” alzando la vista hacia él con una mirada asesina añadió “Todo esto es culpa tuya, ¡te odio”
“Yo también” gritó después de ella, viéndola correr hacia su próxima clase.
Exhaló bruscamente cuando entró a casa, arrastrando sus doloridos pies por el suelo hasta dejarse caer en el sofá con los ojos cerrados y suspirando. Sus párpados pesados se abrieron de golpe cuando oyó una intensa risa masculina que venía de la cocina.
“¿Mamá?” se susurró a sí misma, obligando a su cansado cuerpo a ponerse en pie.
Cuando alcanzó el umbral de la habitación alicatada, su mandíbula cayó al suelo. Allí, en la mesa de la cocina estaba sentados su madre y…
”¿Spike?” preguntó incrédula.
El británico ahogó su risa cuando vio a la rubia menuda.
“¿Qué estás haciendo aquí?” preguntó viendo la taza de chocolate caliente delante de Spike.
“Tu amigo William ha venido por tus apuntes de inglés” explicó Joyce levantándolse y caminando hacia la encimera “¿Quieres más chocolate caliente?”
“¿William?” Buffy vocalizó su nombre y apenas aguantó la risa.
El rubio le lanzó una mirada sucia antes de contestar a su madre.
“No, gracias Joyce. Cogeré esos apuntes de Buffy y seguiré mi camino”
Se levantó mientras hablaba caminando hacia Buffy y discretamente deslizó sus largos dedos alrededor de su brazo, arrastrándola al pasillo.
“¿William?” repitió Buffy, esta vez no fue capaz de suprimir la sonrisita.
“¿Qué?” refunfuñó.
“Lo siento. Olvidé que te llamas William. Es un…” Buffy consideró sus palabras “nombre tan delicado”
Spike forzó una tensa sonrisa por un segundo antes de gruñir:
“¿Qué tiene de malo William?”
“Nada. Olvídalo” Buffy sacudió la cabeza “¿Qué querías, descolorido?”
“Tenemos que hablar de mañana”
Buffy miró sobre su hombro y vio que su madre se esforzaba en oír lo que decían. Inclinó la cabeza hacia la escalera e hizo una señal y comenzó a andar, con Spike detrás siguiéndola.
Capitulo 6
“Habla” dijo Buffy entrando en su dormitorio.
Spike permaneció en silencio un momento, explorando su habitación. Una sonrisa insolente apareció en sus labios cuando vio un cerdo de peluche en su cama.
“¿Qué?” Preguntó enfadada la chica.
“Nada” masculló sacudiendo la cabeza.
“Entonces, ¿y mañana?” suspiró audiblemente.
“Tenemos que aclarar algunos detalles”
“¿Cuáles?”
“¿Como qué les decimos a tus colegas?” sugirió
“¿Qué un piano aterrizó sobre mi cabeza y de repente salir contigo no me parece tan repugnante como debiera?” bromeó alzando la vista hacia él con una sonrisa jactanciosa.
“Eres muy graciosa, luv” gruñó con ironía.
Suspirando fuertemente, ella se dejó caer sobre la cama.
“No sé qué decirles” masculló mirando hacia el techo.
“Tenemos que pensar en algo convincente”
Giró su cabeza hacia él e hizo una mueca.
“Ya no creo que esto sea una buena idea”
“¡Oh... venga ya, Betty! No puedes echarte atrás ahora. Será solo durante algunos días. Si yo puedo resistirlo, tú también. Quiero decir, ¿no quieres ver al maricón humillado y babeando por ti? Solo imagínatelo de rodillas suplicándote que vuelvas y tú diciéndole que quieres seguir adelante con tu vida, delante de todo el instituto” la desesperación estaba clara en su voz.
Las imágenes que correspondían a la descripción del rubio, habían pasado por sus ojos, y sintió un aplastante torrente de poder y venganza correr por sus venas. Exhaló bruscamente y se sentó en la cama.
“Está Bien. Lo haré” accedió, haciendo que Spike suspirara alivado. "Pero primero deberás memorizar mi nombre de una vez por todas. Es Buffy. Métetelo en esa blanqueda cabeza tuya. Bu-ffy. No es tan difícil”.
El asintió con la cabeza y se dejó caer en la cama a su lado.
“Ahora… sobre los chicos. Solo les diré que... cambié de opinión. No sé. Diré solo que…” alzó la mirada hacia el techo pensando “¡Ya lo tengo!” chilló triunfalmente “Diré que me estaban asaltando y que llegaste justo a tiempo y me salvaste. ¡Brillante!” se felicitó a sí misma.
“¿Y crees que se lo tragarán?” preguntó algo receloso de su plan.
“Tendrán que hacerlo” ella se encogió de hombros “Ahora, una cosa importante. No podemos anunciar así de repente que estamos... ya sabes...” su dedo índice bailando entre ellos, alternando entre señalarle a él y a ella.
“¿Enrollados?” ofreció él.
“Si” Buffy hizo rodar los ojos “Esto tendrá que llevar su tiempo. Ser gradual. De lo contrario nadie se lo creerá. Quiero decir, que todo el mundo en el instituto sabe que nos odiamos visceralmente el uno al otro”.
“Pero de esa forma se hará eterno” protestó Spike.
“Conozco a Willow y a Xander. Y no se lo tragarán de otra forma” insistió.
“Bien” aceptó de mala gana Spike “Entonces ¿qué hacemos mañana?”
“Nos lo tomaremos con calma. Te sentarás con nosotros para almorzar, o algo así. Sin tocamientos, ni nada. Solo una conversación amistosa”
“¿Y de qué hablamos?”
“No sé. Supongo que ya se nos ocurrirá algo.
Joyce Summers suspiró profundamente cuando oyó pasos que bajaban por la escalera. Estaban fuera de su cuarto, por fin. ¡Gracias a Dios! Realmente había comenzado a sentirse muy incómoda por que su hija estuviera a solas con un chico en su habitación.
“¿conseguiste tus apuntes?” trató de acturar con despreocupación.
“¿Qué?”
“¿Los apuntes que necesitabas de Buffy?”
“¡Ah, esos! Si, señora Summers” contestó inmediatamente Spike.
Un incómodo silencio se filtró entre los tres y fue Buffy quien lo rompió.
“Bien, ahora, tienes que irte a hacer... eso. ¿No es así?”
“Ah si. ¡Exacto! Tengo que irme. Llego realmente tarde. Gracias por la taza chocolate, señora Summers y buenas noches”
Buffy cerró la puerta tras él y se dio la vuelta para subir corriendo a su habitación, cuando oyó como su madre limpiaba su garganta con el código internacional madre/hija, ‘tenemos que hablar’. Suspirando audiblemente, la adolescente bajó las escaleras y entró a la cocina después de su madre.
“Buffy ¿Cómo se te ocurrió invitar a un chico a tu habitación? Sé que es un muchacho agradable, y todo eso, pero sabes lo que te he dicho sobre llevar chicos a tu habitación. Está estrictamente prohibido, no…”
“Cálmate mamá. No hemos hecho nada, te lo prometo” garantizó Buffy “Solo estábamos hablando”
“No importa. No puedes tener chicos en tu cuarto. Nunca sabes lo que puede pasar y…”
“Créeme, entre Spike y yo nunca podría pasar algo. Te lo garantizo. *Definitivamente*. No soy su tipo” Buffy trató de explicarle a su madre.
“¿Qué quieres decir con que no eres su tipo?” preguntó Joyce.
“Solo confía en mí en esto” dijo Buffy mientras recordaba el extraño cariño que el adolescente blanqueado tenía por Dru. Nunca lo había entendido. Parecía un pscicópata, siguiéndola a todas partes, estaba constantemente preocupado porque estuviera bien, cuidándola y haciendo todo lo que le pedía. Parecía una obsesión. “Definitivamente, *no* soy su tipo”.
“Oh” su madre se llevó la mano a la boca cuando la comprensión la golpeó “Ah, lo siento. Yo no sabía que él era…” Joyce consideró sus palabras con cuidado.
“Así es, mamá” confesó Buffy, segura de que su madre se refería a que Spike estaba enamorado de otra chica.
“Oh, en ese caso no hay problema” dijo Joyce volviénose hacia el lavavajillas.
“¿Qué?”
“Que estuviera en tu habitación. Si es gay, entonces es como una amiga.
Los ojos de Buffy se ensancharon.
“¿Qué? Mamá, él no es...” el teléfono la interrumpió. Rápidamente fue a cogerlo, pensando en hablar con su madre y asegurarse de que aclaró las cosas.
Willow mecánicamente movió la comida con su cuchara en su plato, observando el comedor. De repente sus ojos se abrieron como platos cuando vio a cierto adolescente con el pelo blanqueado caminar y sentarse al lado de Buffy, dejando caer su bandeja al lado de la suya.
“Hola” saludó
Todos en la cafetería se congelaron, incluso Xander con su tenedor pendiendo en sus labios.
“Hola” constestó Oz con calma.
Buffy se preparó cuando vio las caras interrogantes que Willow y Xander le lanzaban.
“¡Hola Spike!” contestó la rubia sin desviar la cabeza de su plato. No era una vista muy bonita, pero al menos la salvaba de cientos de millones de ojos que cayeron sobre ella.
“Pues...” el británico intentó comenzar una conversación, pero parecíó impoible considerando el estado catatónico en que Willow y Xander estaban.
“Pues...” repitió Oz, extendiendo la mano, presentándose “Soy Oz”
“Spike” contestó Spike estrechando su mano.
“Lo sé” indicó Oz.
El silencio en la mesa aumentó como el cuchicheo que llenó la cafetería.
“¿Por qué estás aquí?” Willow logró finalmente salir de su aturdimiento.
“Me apetecía sentarme con la damisela en apuros” contestó Spike llevando su comida a su boca.
“¿Damisela en apuros?”
“Sip. Betty…” Spike se estremeció cuando Buffy le dio una patada por debajo de la mesa “Esto...Buffy. Estaba siendo atacada cuando iba a casa y... “Spike echó un vistazo a Xander, para comporbar que el tenedor aun estaba en la boca. “OK. Eso…” señaló al chico “Realmente estoy comenzando a alucianar. ¿Es normal?”
Inmeditamente, Xander sacó el tenedor de su boca y lo puso en la mesa.
“Bueno, pues que pasaba por allí y me convertí en su caballero de brillante armadura”.
Capitulo 7
“¿Salvaste a Buffy de ser atracada?” preguntó Xander.
“Oh, puedes hablar” Se burló Spike irónicamente “Y Si. Le di una buena paliza. Y no es que fuera bajo. Era grande, cachas, de unos seis pies y medio. Era enorme, gigantesco. ¡Auch!”
Se estremeció otra vez cuando Buffy le clavó el tacón de su bota en la sensible carne de su tobillo.
“Está exagerando” Intervino la rubia dando a la mesa una amplia y falsa sonrisa.
“No. No lo estoy haciendo. Era enorme y estaba armado”
“No, no lo estaba” ella le clavó las dos bolas de fuego de sus ojos verdes.
“Si que lo estaba, solo que tú no lo viste” Insistió Spike.
“No lo estaba”.
“Si lo estaba”.
“No. Él…”
“Por favor, que los pare alguien” imploró Oz monóticamente.
“Yo… yo creo que lo más importante es que estés a salvo y que no te pasó nada” intervino Willow diplomáticamente.
Los dos rubios se miraron con asco, volviendo después su atención a sus platos.
El resto de la comida transcurrió en un incómodo silencio.
“Pues... mejor nos vamos” Buffy se levantó finalmente cuando se calmó.
“Si, exacto, las clases y todo eso...” Willow apoyó a Buffy Willow levantándose y dejando solos a los tres chicos”
“¿En que diablos estabas pensando?” le gritó Buffy mientras caminaba calle abajo.
“Hice solo lo que me dijiste” se defendió Spike acelerando el paso para alcanzarla.
“¿Seis pies y medio? ¿Armado?” paró para mirarlo, incrédula.
“¿Y qué? Solo lo adorné” admitió.
“¿Adornarlo? ¿Llamas a eso adornar?” preguntó con el ceño fruncido “Creo que deberías comprarte un diccionario, porque “eso” definitivamente no es adornar. Adornarlo no llega a describirlo ni por asomo. ¿Piensas honestamente que te creerán? ¿Crees que son estúpidos?” vio la mueca engreida que comenzó a formarse en sus labios y agregó rápidamente “No me contestes a eso”
Dando un fuerte suspiro, comenzó a caminar otra vez, viendo su casa en el horizonte.
“Solo quería hacer la histora un poco más interesante” trató de explicar Spike.
“¿Interesante? Yo creía que nuestro objetivo era que fuera creible” gruñó ella continuando su camino a casa sin darle ni un vistazo.
Caminaron con paso enérgico y alcanzaron el porche de su casa.
“Mira, lo siento, ¿vale?” se disculpó.
“¿Lo sientes?” comenzó pero él la interrumpió.
“OK, ¿podrías hacer el favor de no repetir cada palabra que digo? Esto realmente empieza a fastidiarme”
“Grrrr...” gruñó empujando la puerta y entrando en la casa.
Subió por las escaleras pisando fuerte y entró en su dormitorio con Spike siguiéndola.
“¿Te importa? Estoy intentando desnudarme”
“¡Oh! Lo siento, luv. Te esperaré abajo” Dijo torpemente Spike encaminándose hacia el pasillo.
Los pasos furiosos resonaron en la casa cuando bajó las escaleras.
“¿Qué diablos haces todavía aquí?” preguntó al ver que el inglés estaba tumbado en su sofá, con el mando a distancia en las manos mientras hacía zaping por los canales.
“Tienes televisión por cable” observó sin mirarla.
“Eso ya lo sé. Es mi tele. Es mi sala de estar. Mi casa. ¿Qué haces todavía en ella?” sus palabras estaban llenas de sarcasmo, de pie allí mientras cruzaba los brazos en el pecho.
Spike giró la cabeza y le echó un vistazo, volviendo su atención a la pantalla.
“Nosotros no tenemos televisión por cable en casa. Mi viejo dice que es mala influencia para mi. Quiere que lea libros en cambio” masculló.
Buffy caminó decidida por la sala de estar, hasta quedar de pie entre el inglés y la tele.
“Estás bloqueándome la vista, luv” se quejó alzando la mirada hacia ella.
“Me alegro que lo notaras, esa era la intención. ¿Qué haces aquí todavía?
Suspirando audiblemente, Spike se sentó y apagó la televisión.
“Tenemos que hablar sobre mañana”
“¿qué pasa con mañana? ¡Despierta, Spike! ¡Se acabó! ¡No funcionó!” trató de hacerle ver.
“Por supuesto que funcionó” discrepó.
“¿En qué realidad estás? Porque en la mía, todos nos contemplaban como si fuéramos dos monstruos verdes o algo. Todos saben que nos odiamos. Nunca funcionará” mantuvo.
“Esto funcionará” insistió Spike levantándose.
“Ok. ¿Qué parte no entendiste? Porque puedo volver a explicártelo si lo necesitas.
“Necesito hacer que funcione, Bet…”
“¡ES BUFFY!” gritó agitando las manos en el aire, caminando hacia la cocina dejándole solo. Después de unos segundos, el inglés estaba en la habitación alicatada apoyado en la nevera.
“Lo siento” murmuró.
Buffy se quedó de pie allí, con una taza de chocolate caliente en las manos, mirándole enojada.
“Necesitó que funcione…” dijo tragando con fuerza “Yo...yo necesito que vuelva. Necesito a Dru conmigo o...” las palabras se ahogaron en su garganta.
En alguna profunda parte de ella, sintió un indicio de lástima por el pobre chico, pero antes de que pudiera pararse, las duras palabras se escaparon de sus labios.
“¿No vas a llorar, verdad?”
Spike se quedó congelado, sintiendo como si alguien acabara de golpearle con fuerza en el estómago. Alzando la mirada, estrechó los ojos, la ira inmediatamente se reflejó en ellos. Sin una palabra, giró los talones y salió de la casa, cerrando de golpe la puerta tras él.
Ella se quedó allí de pie unos segundos. Una punzada de arrepentimiento, que la hizo pensar en ir tras él. Duró unos segundos, pero finalmente desapareció y se giró hacia el fregadero para lavar la taza en sus manos.
Capitulo 8
Buffy dejó caer la cabeza sobre la mesa, mientras de fondo, la señora Finch divagaba con voz monótona sobre la importancia de la explotación minera siendo reflejada en la predominación de la Corona sobre la riqueza mineral en la mayor parte de Europa.
“¡Dios! Mátame ahora y que termine mi sufrimiento” murmuró con los dientes apretados.
Como si alguien hubiera contestado a sus rezos, el timbre sonó. De un salto, la rubia menuda se levantó, mirando con los ojos como platos el reloj en la pared.
“¡Es un milagro!” gritó reuniendo sus libros y metiéndolos en su mochila “¡Sobreviví! Gracias a Dios estamos a viernes”
“¿De verdad odias tanto la historia?” preguntó la pelirroja mientras esperaba a su amiga.
“Más que nada en el mundo entero” respondió Buffy, saliendo del aula seguida de Willow. La pequeña rubia se detuvo cuando vio caminando por el pasillo al familiar adolescente blanqueado “Corrección. Es la segunda cosa que más odio en el mundo”
Willow suspiró audiblemente mientras caminaban por el gran pasillo hacia sus taquillas.
“Entonces, ¿volvemos a odiar a Spike?” preguntó la pelirroja
“¿Qué?” preguntó distraídamente la adolescente rubia, revolviendo entre sus cosas en su taquilla.
“Odiar a Spike. ¿Otra vez encabezando tu lista de prioridades?”
“¡Oh, si! Máxima prioridad. Estoy curada del todo sobre mi lapso momentáneo de pérdida de razón” –cabeceó enérgicamente, dándole algunos libros a Willow.-"Sujétalos un segundo”
“Bueno... Aquel pequeño episodio en la cafetería de ayer me pareció... mal”
Buffy sonrió, cogió los libros de su mejor amiga y se dirigió rápido a clase, cuando le llamó la atención una conversación cerca de ella.
“Vamos, luv, solo un segundo. Necesito hablar contigo”
La súplica en el tono de voz hizo que el estómago de Buffy se revolviera. Se giró para ver al adolescente rubio inclinarse contra la fila de taquillas apoyadas en la pared.
Vio como el inglés blanqueado suplicaba a Dru, vestida inexorablemente de negro.
“Por favor, solo un segundo. Necesito hablar contigo, luv, por favor” prácticamente imploró mientras la chica de pelo oscuro seguía inalterable, los brazos cruzados sobre su pecho, con la mirada enojada fijada en la nada y soltando de vez en cuando un suspiro de asco.
“¿Aún no lo entiendes, Spike? Te lo dije, Spike. No tengo nada que decir o escuchar de ti. Consíguete una vida, ya. Empiezas a resultar extremadamente patético”
Ella se giró para marcharse, mientras todos en el pasillo vio la humillación pública del inglés. Pero a él no le importó, tenía que hablar con ella. Conseguir algún sentimiento en esa pequeña cabeza suya, agarró su brazo y la hizo girar para afrontarlo.
“Por favor, luv...” comenzó otra vez.
“¡Déjame!” gritó Dru, liberando su brazo.
“Yo…”
“’Ah! ¡Estás aquí! He estado buscándote por todas partes...”
El pasillo entero se congeló en su sitio mirando a la pequeña rubia enroscar sus brazos alrededor de Spike y darle un pico en la mejilla cincelada. Girándose hacia Dru con una amplia sonrisa en la cara, Buffy la saludó cortésmente.
“¡Hola Dru!”
La respuesta de la chica morena fue fruncir el ceño, mientras Spike simplemente miraba con la boca abierta a la pequeña que ahora sostenía su mano.
“Bien, mejor nos vamos” dijo arrastrando prácticamente de la mano a un estupefacto Spike por el pasillo. “Adiós Dru” saludó con la mano a Willow cuando pasó cerca de ella “Adiós Willow, te llamaré más tarde”
La pelirroja se quedó atrás mirando con la boca abierta a la extraña pareja, con la mandíbula en el suelo, como todos los demás.
Sus brazos se separaron de él en el momento que sus pies tocaron el hormigón del otro lado de la calle, lejos de ojos curiosos. Se encogió un poco y dobló su paso cuando notó al adolescente blanqueado que todavía la miraba.
Después de unos pasos, dolorosamente silenciosos, se paró abruptamente y se giró para afrontarlo.
“¿Qué?” Preguntó Buffy intentando parecer enojada tanto como podía, pero la emoción dominante era la inquietud.
Él inclinó la cabeza, sonriéndole ligeramente. Cabeceando dijo suavemente:
“Gracias, luv”.
Se sorprendió por su reacción, realmente parecía sincero. Eso era una novedad. Sacudió la cabeza nerviosamente tratando de apartar la extraña sensación que subió por su columna.
“De nada, pero no esperes que vaya hacerlo otra vez, en ningún momento. Puedo sentir una extraña sensación alérgica solo con tocarte” trató de parecer asqueada de forma convincente, pero fracasó miserablemente, y pudo decir que no la creía, cuando su sonrisa de marca registrada se paseó por sus labios.
Él metió sus manos en los bolsillos y aceleró para caminar junto a ella.
“Lo que tu digas, pet”
“Y no me llames pet” le dijo con brusquedad frunciendo profundamente el entrecejo, juntando sus cejas en una tentativa frustrada de enfatizar su descontento.
“Claro luv”.
¡Allí estaba otra vez! Aquella sonrisa estúpida, odiosa, arrogante que la ponía... ¿nerviosa? ¿Qué? ¡No! Se suponía que la sonrisa estúpida, odiosa y arrogate debía enfadarla, repugnarla, no ponerla… nerviosa. Nunca nerviosa. Buffy se pateó mentalmente cuando comprendió que había pasado demasiado tiempo desde su última respuesta como para poder contestarle como se merecía. 'Estupida, distraída sonrisa' pensó Buffy dándole una patada a una piedra que estaba en su trayectoria.
Otra vez caminaron en un espantoso silencio, moviéndose nerviosamente en sus abrigos. De pronto, ella giró la cabeza para afrontarle.
“¿Por qué estás aquí?” preguntó sin venir a cuento.
“¿Porque mi padre y mi madre estaban realmente cachondos hace aproximadamente 18 años?” contestó Spike, con una satisfecha sonrisa.
‘Estúpida, distraída…¡¡¡Concéntrate!!!’ se reprendió mentalmente.
“Oh... ¡eres tan gracioso!” replicó sarcásticamente.
Él se rió y finalmente contestó normalmente a su pregunta:
“Acompaño a mi novia a casa”.
De alguna manera, aquella simple frase hizo imposible para ella controlar su respiración y tragar al mismo tiempo, y prácticamente echó los pulmones por la boca, mientras se ahogaba.
“¿Estás bien, luv?” preguntó un poco preocupado cuando vio como de doblaba, tratando de respirar con dificultad. A su pregunta, ella levantó la mirada, con la cara roja, fulminándolo.
“No *tose*... me llames...*tose, tose…*
No fue capaz de terminar la frase, cuando otra tanda de tos la atacó.
“Oye. Bebe un poco de esto” Spike le dio una petaca de plata y sin pensarlo la rubia menuda la inclinó sobre su boca, derramando su contenido por su garganta.
Pasaron unos segundos hasta que su cerebro registró la sensación fuerte de quemazón que pareció arder por su esófago entero. Al instante, dejó caer la petaca y volvió a toser. Spike vio con pánico como la cara de la rubia menuda cambiaba del rojo a morado, azul y finalmente a un furioso escarlata, mientras le gritaba.
“¿ESTÁS LOCO? ¿QUE DEMONIOS ERA ESA COSA?”
“Yo...”
“¿QUERIAS MATARME? ¿Es eso? Sé que nos odiamos, pero...” la ira que la inundaba era tal que no era capaz de construir frases coherentes ya, así que simplemente comenzó a caminar calle abajo y subir los escalones de su porche, con un aterrado Spike siguiéndola de cerca.
Capitulo 9
Spike miró con el ceño fruncido muy marcado como Buffy echaba la cabeza hacia atrás, haciendo gárgaras enérgicamente, escupiendo después en el fregadero. Se giró hacia el adolescente blanqueado con una ensayada mirada de asco en la cara,
“¡Dios, no puedo... (Escupe) no consigo librarme de este... (Escupe) horrible sabor de mi boca! Se quejó yendo hacia el frigorífico.
Rápidamente cogió la primera botella a mano, vertiendo su contenido en su boca, tragando con fuerza cuando el líquido cayó por su garganta. Poniendo la botella sobre la mesa, esperó un segundo, relamiéndose los labios, encogiéndose cuando se percató de que el horrible sabor estaba todavía en su boca. No había forma de quitárselo, así que se dejó caer sobre un taburete cercano.
Spike aun permanecía en la puerta, apoyado en el marco de madera. Después de un momento, Buffy alzó la vista hacia él, dándole una mirada asesina.
“Te odio” refunfuñó apretando los labios otra vez.
“Igualmente Betty” contestó, cruzando los brazos en el pecho.
Abrió la boca para protestar, pero se detuvo a medio camino. Estaba demasiado cansada. Era viernes tarde, había tenido una semana completita, y no tenía energía que gastar con el molesto británico. Así que decidió permanecer allí, completamente en silencio, soltando un suspiro o dos de vez en cuando, con la débil esperanza de que él cogiera la indirecta y sencillamente se marchara. Para su desgracia, él no hizo tal cosa. Por el contrario, con paso lento y la misma sonrisa exasperante impresa en su cara, caminó hacia la encimera y se sentó en un taburete enfrente de ella.
“¿Qué quieres desteñido?” gruñó sosteniendo su cabeza con las manos, sus dedos sepultados en sus mechones rubios, sus ojos que miraban fijamente la encimera blanca. Antes de que él tuviera ocasión de contestar, ella soltó un profundo suspiro y alzó la vista para mirarlo con los ojos entrecerrados “¿Por qué insistes en torturarme? Vete. Vete, eres libre” agitó una cansada mano, pero él no le prestó ninguna atención.
“Sabes que funcionará. Por eso me has echado una mano hoy”.
“No. Te he ayudado porque el espectáculo era tan dolorosamente patético, que ya no era divertido de ver”. Contestó levantándose, cogiendo la botella y poniéndola en el frigorífico. Se giró y se inclinó en la puerta cuando él la siguió. “¿Eres masoquista o qué? ¿Es eso? Porque no puedo entender, por amor de Dios, ¿como pudiste humillarte públicamente de esa forma por ella? No sé lo que ves en esa zorra insípida…”
No fue capaz de terminar la frase cuando el adolescente blanqueado se levantó en un instante altísimo ante su pequeña figura.
“Muérdete la lengua cuando hables de ella” gruñó con los dientes apretados.
Un indicio de miedo corrió a lo largo de su espalda cuando alzó la mirada hacia él, pero la expresión de su cara nunca lo dejó asomar. Su mirada fuerte, obstinada estaba todavía conectada y no vaciló ni un segundo, aunque no pudo soltar un suspiro de alivio cuando él retrocedió momentos después.
“Mira...Lo siento. Yo...Solo no hables así de Dru” finalmente logró decir él mientras se movía hacia atrás a la encimera inclinándose en ella.
Con sus manos en el aire, en una señal de rendición, se alejó de él y contestó:
“Bien”
Se quedaron en un incómodo silencio durante unos segundos desesperantes, intentando ambos encontrar un tema para hablar que acabara con su tormento. Spike fue el primero en intentarlo:
“Entonces…”
“Entonces…” contestó ella.
“¿Que hay de nuestro plan? ¿Seguimos con él?” se atrevió a preguntar.
Ella no pudo menos que sonreírle.
“¿Realmente te gusta mucho, eh?”
El simplemente asintió con la cabeza. No era necesario para él decir nada. Suspirando una vez más, sacudió la cabeza sin creer lo que estaba a punto de decir.
“Está bien. Lo haré” se quejó en voz baja.
Una inmediata chispa destelló en sus ojos.
“¿Qué?” preguntó incrédulo.
“¿Eres sordo o algo?”
El sacudió la cabeza.
“Dije que lo haré, ¿Vale?”
En un suspiro, él se separó de la encimera y la abrazó, estrellando su pequeña forma contra su pecho en el proceso. Buffy se congeló, sus brazos paralizados estaban pegados a sus costados, su cabeza rubia destacaba bastante entre sus codos. Finalmente cuando comprendió que no la iba a soltar en un buen rato, se atrevió a decir:
“Hum... ¿Spike? ¿Qué estás haciendo?”
La simple pregunta fue suficiente para sacar al adolescente de sus intensificadas emociones, y al momento la soltó, dio un paso atrás y torpemente metió las manos en los bolsillos de su duster.
“Lo siento… Lo hice sin pensar” se disculpó.
“La próxima vez que tengas un espasmo cerebrar inducido por la euforia me avisas, ¿Vale?” Dijo con un profundo ceño fruncido.
El simplemente asintió con la cabeza y se sentó en el taburete.
“¿Por qué te sientas?” Preguntó Buffy dándole una mirada descontenta, y una ceja perfectamente ladeada.
“Hum...” murmuró confusamente “Tenemos que planear...”
“¿Planear que?”
“Lo que vamos a hacer mañana. Ya Sabes. Cómo se supone que vamos a actuar” inclinó la cabeza para enfatizar que decía lo obvio.
“Ah...” frunció durante un momento reflexionando en donde estarían los límites y contestando finalmente “Pasearemos juntos y nos cogeremos de las manos”.
“¿Cogernos de la mano las manos? ¿Eso es todo?” preguntó incrédulo, acercándose a ella.
Los ojos de Buffy se concentraron en el plato que tenía en las manos. Fregándolo sin cesar cuando el nerviosismo tomó el control.
“Ss…siii” contestó con voz vacilante.
“¡Oh, Vamos! Dru y Ángel nunca van a creérselo si no ven un morreo” protestó.
“¡Hay! Yo no voy a…” ella luchó por no decir la extraña palabra mientras el nerviosismo parecía afectar a su capacidad de hablar coherentemente. Finalmente logró aullar mientras sacudía enérgicamente la cabeza:
“Definitivamente no habrá morreo, y no habrá nadie mirándome y tu…tú y yo… ¡ningún MORREO!” sus ojos cayeron al fregadero, ‘maldita sea, no hay más platos, ¿Qué hago ahora?’
Spike sonrió cuando comprendió en lo que ella pensaba.
“Morrearse, luv. Eso significa enrollarse. Besos franceses. Nada más”
“Oh...” suspiró aliviada cuando de repente comprendió “¡Espera! ¿Quieres que nos besemos? ¡¿Un beso francés?!”
Spike asintió con la cabeza.
“¡Ooooooooh no! ¡De ninguna manera! No te tocaría ni con un poste de diez pies, sin mencionar que no voy a permitir que metas tu viscosa lengua hasta el fondo de mi garganta, ¡puaf!” Con su cara desfigurada y horrorizada se paseó por la habitación, buscando algo en lo que ocuparse.
“¡¿Se supone entonces que solo nos cogeremos de la mano?! Nunca nos creerán. Y lo sabes” insistió.
“NUNCA. TE. BESARÉ” dijo rotundamente
“Pero…”
“¡Acéptalo o déjalo! Buffy se alzó, levantando la barbilla en una señal de resolución y él no pudo menos que suspirar, sacudiendo la cabeza mientras mascullaba.
“Bien… nos cogeremos de la mano”
Capitulo 10
“¿Que quieres decir con eso de que ella se fue con él? “ Preguntó un incrédulo Xander, mirando con los ojos como platos a la chica pelirroja que iba a su lado.
“Quiero decir que ella le abrazó y le sacó del instituto” Explicó Willow por centésima vez.
“¿Y no has hablado con ella en todo el fin de semana?” siguió preguntando el adolescente.
“No. Intenté llamarla, pero nadie contestó”.
“Pero...” Xander se calló cuando el sujeto de la conversación se unió a la pareja.
“¡Hola chicos!” saludó con poco entusiasmo.
“¡Estás aquí! ¿Dónde estuviste todo el fin de semana?” preguntó Willow mientras caminaban por el pasillo.
“¡Oh! No preguntes. El instinto maternal de mi madre decidió tomar el mando este fin de semana. Resultado final, madre e hija afianzando los lazos afectivos. Tuve que pasar todo el tiempo mirando viejos álbumes de fotos de la familia, cocinando y horneando recetas. ¡Dios! Hasta sintió la necesidad de charlar de pajaritos y abejas copulando. Si mi madre dice la palabra pene una vez más, juro que me pegaré un tiro” Buffy se avergonzó mientras recordaba los sórdidos detalles.
“Siento escuchar eso” Willow miró compasivamente a su amiga y Buffy suspiró.
De repente, notó que todo el mundo en el pasillo la miraba embobado
“¡Oh, Dios! ¿Es que tengo una gigantesca espinilla en la cara?” preguntó Buffy con pánico ante lo cual Willow y Xander sacudieron sus cabezas.
“Entonces, ¿Por qué me miran todos?”
“¿Tal vez debido al raro acontecimiento cariñoso con Spike el pasado viernes por la tarde?” ofreció Xander con un poco de sarcasmo.
“Ah, eso...”
“¡Si, eso! Pensé que habíamos vuelto a ‘odio el culo huesudo del británico’”
“Bien…nosotros...”
Buffy no fue capaz de terminar la oración, cuando dos brazos largos y fuertes se deslizaron por sus hombros para colocarse en su cintura, y un pecho firme presionó su espalda. ’Definitivamente un pecho masculino’ observó mentalmente Buffy. Antes que su cerebro tuviera tiempo de preguntarse a quien pertenecía, una voz baja, susurrante en su oído le dio la respuesta.
“Buenos días, luv”
Buffy se congeló. Su corazón pareció saltarle hasta la garganta, mientra los ojos de Willow y Xander parecían salirse de sus la orbitas.
“Hola...” saludó volviéndose sin mucho entusiasmo.
Ella sintió que se ruborizada, su piel le ardía. ‘¡Dios, que raro! ¡Mal! ¡Mal! ¡Mal! ¡Vete! ¡No me toques! Puaff’ Gritó una voz en su cabeza, pero ella la calló mientras ponía su mejor imitación a una sonrisa.
“Eh… ¿Cómo estás?” preguntó girando la cabeza para afrontarlo, sus brazos que todavía la rodeaban, y su espalda que aún se pegaba a su pecho.
“Estoy bien” respondió el británico.
Buffy se sorprendió al encontrar a un Spike absolutamente tranquilo y sereno, que sonreía abiertamente tras ella. Durante un segundo pareció estar en las nubes, y cuando de nuevo volvió a prestar atención lo último que oyó fue: “¿...tienes ahora?”
“Eh... ¿Qué?” preguntó la rubia menuda, sacudiendo la cabeza cuando comprendió que todavía miraba al adolescente, que ahora estaba jugando ociosamente con el borde de su camiseta. ‘Estúpida y distrayente sonrisa’ pensó girándose para afrontar a Xander mientras Spike repetía la pregunta.
“¿Qué clase tienes ahora, luv?”
“Pues…” Buffy intentó recordar, pero por alguna extraña e inquietante razón, la sensación de pecho y sus piernas apretadas contra su espalda parecían bloquear toda su capacidad de pensar. Afortunadamente, Willow intervino salvando la situación.
“Ahora tenemos historia”
“¡Si! ¡Historia!” repitió Buffy cuando la campana sonó.
“Bien, te veré a tercera hora. Tenemos ingles juntos, ¿no?” preguntó Spike, mientras sus manos se deslizaban lejos de ella y su cuerpo se desenredó del suyo.
“Pues…” ¡piensa, estúpido! ¡Piensa! Le pidió a su cerebro. “Sí, creo que si”
"Hasta luego entonces” gritó mientras se alejaba por el pasillo.
“¿Qué.demonios.fue.eso?” trató de preguntar Xander tan tranquilamente como pudo.
“Esto... Es...” intentó explicar Buffy “Mejor nos damos prisa si no queremos que la señora Finch se enfade. ¡Hasta luego, Xander!” Gritó dirigiéndose rápidamente a su siguiente clase, arrastrando a una confusa Willow tras ella.
“Pero...” Xander se quedó tirado en el medio del pasillo, observando como las chicas entraban en el aula.
Buffy clavó los ojos en un pequeño trozo de papel que estaba en su pupitre. Escrito en pequeñas letras negras, leyó:
“¿De qué va todo esto?”
Alzó la vista mirando a su derecha para ver a Willow mirándola con los ojos como platos, esperando una respuesta.
“Después” vocalizó la pequeña rubia.
“¡Señorita Summers!” la voz de la señora Finch se cernió sobre la clase, y todos se giraron para mirar a la problemática adolescente.
“Lo siento, señora Finch”
La mujer mayor asintió con la cabeza levemente y volvió a su aburrida verborrea sobre los efectos de la Revolución Industrial en la estructura social de la sociedad Británica.
Cuando comprendió que volvía a lo suyo, Buffy se giró susurrando “Te lo contaré luego, te lo prometo”
La campana sonó y Willow saltó poniéndose frente a Buffy apretando sus libros contra su pecho, mirándola fijamente y esperando ansiosamente una explicación.
“¿Qué pasa, Buffy?” preguntó la pelirroja cuando se le acabó la paciencia.
La rubia menuda hizo una pausa mientras terminaba de recoger sus libros y después miró a su mejor amiga. Realmente no quería mentirle, pero lo había prometido. La adolescente tragó con fuerza y de una sola vez soltó:
“Spikeesminovio”
Después rápidamente se dirigió hacia la puerta.
“¿QUÉ?” Gritó una atónita Willow tras ella.
Buffy no tuvo oportunidad para contestar, al salir al pasillo chocó con alguien y sus libros se cayeron al suelo.
“Lo sien…” Buffy dejó la frase a medias cuando terminó de reunir sus libros y alzó la mirada para ver ante ella a una Dru vestida de negro que la miraba con arrogancia desde arriba.
“¡Mira por donde vas!” le dijo con brusquedad
“Ya te dije que lo siento” se disculpó Buffy levantándose. Con un altivo giro de su cabeza, la adolescente vestida de negro se alejó, dejando a las dos amigas hablar a solas.
“Explícate” dijo sencillamente Willow.
“Spike y yo estamos saliendo” Buffy trató de parecer todo lo despreocupada que le fue posible.
“¿Desde cuándo?”
“Desde... el viernes pasado”
“¿Cómo?”
“Comprendimos que tenemos mucho en común”
“¿Como qué?” preguntó inmediatamente Willow.
“Como... No sé... Muchas cosas. Como...”
“¿Un intenso y correspondido odio del uno hacia el otro?” ofreció Willow con una nota de sarcasmo.
Buffy sacudió la cabeza mientras abría su taquilla.
“No puedo explicártelo. Estamos juntos ahora. Las cosas han cambiado”
Willow abrió la boca para decir algo, pero Buffy la interrumpió.
“Solo confía en mi, Willow. Sé lo que hago”
Y con esto, la campana sonó y las dos adolescentes tomaron caminos separados.
Buffy golpeó nerviosamente su escritorio con el lápiz cuando oyó al profesor leer por segunda vez el mismo poema. De vez en cuando, se atrevía a lanzar miradas en dirección al rubio blanqueado y casi siempre lo encontró garabateando algo sobre su libreta. ¿Qué maldita cosa escribía? Cada mañana de lunes pasaba igual. Él entraba en clase, se sentaba en su sitio y se pasaba todo el rato garabateando. ¿Podría estar tomando apuntes? ¿En clase de inglés? Buffy sacudió la cabeza cuando el toque de la campana la sacó de sus pensamientos. Estaba poniendo sus libros en la mochila cuando vio acercarse a alguien por el rabillo del ojo.
“¿Lista para trabajar en tus habilidades de interpretación, pet? Porque segurísimo que te has ganado un premio con tu papel. A propósito, ¿por qué no parabas de mirarme?” preguntó.
“¿Qué te miraba? No estaba mirando” dijo simplemente Buffy mientras seguía metiendo sus cosas en la mochila, antes de volverse para dejar el aula.
“Como quieras” el adolescente suspiró mientras la agarraba por la cintura.
“¡Eh!” ella por instinto le palmeó las manos, alejándolo.
“Mejor será que te acostumbres a esto, luv. Nuestra súbita pasión no va parecer muy creíble si vas a saltar cada vez que me acerque a ti. Ahora, ¿Vamos a ello?”
Buffy rodó los ojos y suspiró. Cogiendo su mano le arrastró fuera del aula hasta el pasillo, donde todos miraron a la rara pareja.
“Están mirando. ¡Nunca se creerán esto!” dijo Buffy encogiéndose.
“Se lo creerán. Confía en mí, pet” le contestó de la misma forma.
“Es un plan estúpido. Nunca funcionará” dijo gruñendo, parando ante su taquilla y abriéndola.
“Vas a dejar de ser tan... tus amigos se acercan” le advirtió al ver a Willow, Xander y Oz avanzar por el pasillo.
“¡Oh, genial! Más preguntas. ¡Dios, odio mi vida!” se quejó cerrando la taquilla y se giró sonriendo a sus amigos.
“¡Hola chicos!”
“¡Hola!” saludó Xander, mirando como Spike rodeaba otra vez a Buffy por la cintura.
“¿Que tal las mates?” preguntó Buffy tratando de romper el incómodo silencio que empezó a formarse en el grupo.
“Fatal...” fue la corta respuesta de Xander.
“Oh...”
Silencio. Increíblemente incomodo silencio. Oz parecía ser el único que no estaba afectado por la extraña situación. Él jugaba despreocupadamente con un mechón rojizo de Willow mientras miraba el pasillo. No era difícil de comprender que todos miraban al pequeño grupo, sobre todo a la pareja rubia que ahora se cogía de la mano.
Un general suspiro de alivio se oyó cuando la campana sonó.
“Bien, te veré en el almuerzo” dijo Buffy intentando alejarse del inglés, pero él la retuvo de la mano.
“Te acompañaré hasta tu aula”
Xander le lanzó al inglés una mirada. Eso estaba... ¡Mal! ¡Mal! ¡Mal! Y le parecía tremendamente nauseabundo. Tragó con dificultad al ver a la pareja alejarse.
Se sentaron en silencio, con la cafetería entera mirando su mesa.
“Así que...” Cordelia fue la que rompió el silencio. Había estaba esperando todo el día entero para hacer una pregunta, desde que Xander le había dado la noticia, había sentido curiosidad y se moría por preguntar, así que lo hizo “ ¿desde cuándo sois pareja estable tú y Buffy?”
La comida que había estado hasta ese momento en la boca de Xander salió despedida por toda la bandeja. El muchacho prácticamente escupió los pulmones por la boca cuando oyó la abrupta pregunta de su novia.
“No pensé que la comida de aquí podía ser más asquerosa de lo que era. Me equivoqué” comentó Oz con monotonía, mientras miraba el desastre delante de Xander.
Spike frunció el ceño mirando al adolescente que se sentaba frente a él, y seguía teniendo un sospechoso ataque de tos. Con el tono más serio del mundo, el inglés preguntó:
“¿Estás seguro que te sacaron a mear?”
Buffy no pudo contener la risa viendo como un sonrojado Xander lanzaba miradas furiosas al adolescente rubio. Después de unos momentos de beber toneladas de agua, el moreno era capaz de sentarse derecho y respirar. Se levantó recogiendo su bandeja y se la dio a una de las camareras de la cafetería, volviendo para sentarse entre Cordy y Willow. El molesto silencio volvió hasta:
“Buffy y tú sois pareja, eh?” La voz de Cordelia se cernió sobre la mesa, seguida de un golpe sordo.
Todos se volvieron para ver a Xander golpearse la cabeza contra la mesa, murmurando algo incomprensible entre dientes. Pero esta vez la distracción no fue suficiente, y Buffy se vio obligada a contestar.
“Si”
“¿Por que?” continuó Cordelia con el interrogatorio.
“¿Por que?” No era una pregunta de elegante. Todos los que se habían atrevido a preguntar sobre su elección de ‘novio’ había preguntado entre líneas ‘Cómo’ no ‘por qué’ “Pues... El y yo... y…” Buffy buscó una explicación.
“Fue algo físico” Spike intervino como caballero de brillante armadura. “No pudo resistirse a mi siniestra atracción” dijo con el tono más serio que pudo “Creo que se enamoró de mí la noche que la salvé”
“¿De ser asaltada?” Preguntó Cordelia acordándose de la historia que le contó Xander.
“Si”
Buffy estaba sentada en su sitio, tratando con fuerza de no hacer rodar los ojos “¡Dios! ¡Menudo descaro el de algunos! En su mente, una retahíla de maldiciones iba dirigida hacia el inglés, que ahora estiraba su brazo por el respaldo de su silla.
Cordelia frunció un poco el ceño, pero decidió aceptar la explicación, tanto más, cuando Xander le estaba pateando las espinillas en ese instante bajo la mesa y el dolor resultaba algo incómodo. Siguieron comiendo, pero esta vez el silencio entre el grupo no parecía tan terrible ni pesado como antes.
De repente, un profundo silencio reinó en el comedor. Todos los chicos giraron su mirada a la puerta de la cafetería. Buffy y Spike se volvieron para encontrar el objeto de la atención de todos, y los dos rubios tragaron con dificultad al ver a Ángel y Dru caminar por la habitación. Las dos parejas intercambiaron miradas furiosas durante unos segundos.
Todos lo presentes observaban como el capitán del equipo de fútbol cruzaba el comedor en dirección a los dos rubios, con su fuerte brazo sobre los hombros de Dru. Se detuvo y miró desde arriba a la sentada pareja.
“Buffy” Saludó secamente. Girándose para mirar al adolescente blanqueado que se sentaba junto a la menuda rubia, prácticamente escupió “Spike”
“Ángel. Dru” el inglés devolvió el saludo sonriendo irónicamente, abrazando a Buffy posesivamente.
Silencio. Todos miraban expectantes.
“Buffy, en mi casa tengo algunos de tus apuntes” empezó Ángel. “Puedes recogerlos cuando quieras”
“¡Quédatelos!” Contestó Buffy secamente, sintiendo que se le revolvía el estómago al ver como Dru se apretaba contra el gran pecho del quarterback “No los necesito”
El adolescente se extrañó por su tono frío y distante, pero se recuperó con rapidez. Se estiró y masculló:
“Bien. Tú misma”
Y tras eso, se giró y se marchó, arrastrando a Dru tras él.
Capitulo 11
Tan pronto como le fue posible, salió de la cafetería y corrió tan rápido como pudo al cuarto de baño más cercano, cerrándose con llave en el servicio más lejano de la puerta. Se sentó sobre el váter con la tapa bajada, esperando que la adrenalina en su sistema alcanzara un nivel aceptable. La confrontación en la cafetería había sido dura, pero tenía que reconocer que se sentía orgullosa de su reacción ante la morena pareja. Sintió que el estómago se le encogía al recordar la forma arrogante en la que Dru se abrazaba a Ángel, intentando demostrarle tanto como le fue posible que ahora él era de *su* propiedad.
“Zorra arrogan…” murmuró Buffy entre dientes, cortándose cuando oyó un ligero toque en la puerta.
Frunciendo el ceño, la rubia se inclinó para mirar a hurtadillas por debajo de la puerta, viendo como una gran bota de combate golpeaba impaciente en el suelo. En un pis pas, abrió la puerta.
“¿Qué demonios estás…?”
El inglés la cortó tapándole la boca con la mano.
“¿Quieres meterme en un problema?” preguntó. Pero antes que pudiera contestarle la cogió de la mano y la arrastró fuera del baño, llevándola por el pasillo y saliendo por la puerta lateral del edificio hasta la parte posterior del instituto.
“¿Por que me has arrastrado aquí?” gritó enfadada.
La ignoró y le sonrió ampliamente.
“¿Viste la cara de Dru? ¿Y la del maricón? ¡Dios, nunca pensé que esto funcionará tan rápido. ¡Es Bloody fantástico!” exclamó mientras caminaba en círculos frotándose las manos.
Buffy se rascó la cabeza mientras observaba como el adolescente blanqueado iba de aquí para allá diciendo sin cesar lo fantástico que era el plan y lo perfectamente bien que funcionaba.
“Muy pronto Dru se sentirá tan celosa que no tendrá otra opción que volver conmigo. ¡Dios! ¡La echo tanto de menos!”
Algo en la forma de decirlo, tal vez la sinceridad en su tono de voz hizo que se le encogiera el estómago, y tuvo que aguantarse el impulso de patearle.
“¿Me has arrastrado aquí para escuchar tu patético discurso de amor, Romeo?” se quejó la rubia cruzando los brazos sobre su pecho y apoyándose en la pared.
“Escúchame, Betty...”
Ante esto, Buffy intentó protestar, pero él no le dio la oportunidad.
“No importa lo que digas, o lo desagradable que te pongas, *no* vas a joderme mi buen humor, te lo garantizo” le prometió Spike con una tonta sonrisa impresa en los labios y un molesto brillo reluciendo en sus azules ojos. “Vi lo que pasó antes. Ella todavía me ama, lo sé”
“¡Pero si prácticamente estaba pegada a Ángel!” replicó Buffy.
“Porque estaba celosa”
“A los hombres realmente les gusta engañarse” suspiró en voz alta.
“¡Ella me quiere!”
“¡No le importas en absoluto! ¡Métetelo de una vez en esa dura mollera tuya, gran tarugo!” insistió, pero él no quería escucharla.
“Conozco a Dru”
“¡Claro! Por eso sabias que era la puta del quarterback estrella del instituto”
Ahora sí, la sonrisa de su cara desapareció, siendo sustituida rápidamente por una extraña mirada vacía en sus ojos. Vio como la nuez en su garganta subía y bajaba cuando él tragó con dificultad. Sin una palabra, él se giró para marcharse, pero su pequeña mano le agarró del brazo.
“Mira, lo siento. No quise decir eso...”
Antes de que ella pudiera terminar, él le hizo cara, con una ira intensa brillando en sus ojos.
“Eres la más egocéntrica, despiadada y obstinada niñata que he conocido en mi vida” y sin ninguna otra palabra, se soltó de ella, con su duster negro ondeando al viento mientras se alejaba.
Suspiró profundamente, pasándose los dedos por los mechones rubios de su pelo. No miraba en especial a ninguna persona o cosa, Al sentir un leve toque en su hombro, se sobresaltó.
“¡Willow!” saludó a su amiga cuando la pelirroja se sentó a su lado en las gradas.
“Hola”
Las dos sentadas en silencio miraban el vacío campo de fútbol, hasta que la chica más alta dijo:
“Entonces…”
Buffy se paró en seco antes de seguir
“Willow, ¿Soy egocéntrica?”
Despacio se meció de un lado a otro, abrazando sus piernas cubiertas de tela vaquera contra su pecho.
“Por supuesto que no. ¿Por qué lo preguntas?” Willow frunció el ceño.
“Por nada” Buffy sacudió la cabeza y volvió a mirar fijamente el verde campo que se extendía ante sus ojos.
“¿Qué ha pasado?” preguntó la pelirroja.
Buffy descansó su barbilla sobre sus rodillas, sin dejar de mirar la hierba mientras hablaba…
“¿y despiadada y obstinada?”
“¿De donde sacaste eso?”
Finalmente, se volvió para mirar a Willow”
“Sé sincera”
“Bien…” la pelirroja vaciló un momento. “A veces puedes ser un poco…dura. Sobre todo si te han hecho daño” admitió Willow.
Buffy cerró los ojos un momento y después se levantó.
“Tengo que irme. Te veré en clase de Español, Wills”.
Lo buscó por todo el instituto, el único lugar donde no lo hizo fue la biblioteca. Era inútil. Aún así, decidió intentarlo. Sus ojos se abrieron de par en par cuando entró en la habitación y encontró al familiar adolescente vestido de negro sentado en una mesa y garabateando en su bloc.
“Hola” susurró acercándose. Él se sobresaltó y cerró de golpe el cuaderno.
“¿Qué quieres?” refunfuñó.
Tomándose su tiempo, se dispuso a sentarse al lado de él, pero en el momento en que se inclinó, se levantó y fue hacia una pared llena de libros. Suspiró y fue tras él.
“Ok. Me lo merezco” murmuró disculpándose, pero él evitaba oírla, moviéndose por el pasillo, aparentemente buscando un libro “¡Spike!”
Le llamó demasiado fuerte, y fue inmediatamente silenciada por el bibliotecario. “Lo siento” susurró girándose para seguir al adolescente desteñido. “¡Spike!” siseó tirando de su duster, pero él fingió que ella no estaba allí, mirando hacia las estanterías superiores.
Sin tener otra opción, se colocó entre él y la estantería. Contuvo el aliento al darse cuenta que ese simple movimiento la había puesto en una situación muy precaria, su espalda se apretaba contra las estanterías y un delgado velo de aire de dos pulgadas la separaba del chico que estaba de pie ante ella.
“¿Puedes moverte, por favor?” le preguntó mirándola directamente.
“No hasta que hablemos” logró decir mientras le miraba. Casi jadeó cuando él la ignoró, sin apartarse de ella.
“¿Qué quieres?” preguntó con tono distante.
Buffy parpadeó con fuerza durante unos segundos, tratando de calmarse. ‘¿Qué demonios me pasa?’ preguntó una voz en su cabeza.
“Yo…yo lo siento” logró tartamudear.
La miró con el ceño fruncido.
“Comprendo que puedo ser una lata a veces” dijo ella.
“¿Solo a veces?” preguntó sarcásticamente, levantando su ceja herida.
“¡Oye, me estoy disculpando! Dame un respiro, ¿Vale?”
El adolescente rubio asintió con la cabeza y esperó a que continuara.
“Tú solo me cogiste en uno de esos… momentos. Así que… siento lo que dije, ¿Vale?”
Esperó una respuesta, pero él solo apartó la mirada de ella. La proximidad entre ellos se hacía insoportable, y contuvo el aliento mientras su corazón latía desbocado. Finalmente, no pudiendo aguantar tanta tensión en su cerebro, explotó:
“Ok. ¿Podías retroceder un poco? Mis niveles de oxígeno en sangre están bajando alarmantemente” quiso parecer arrogante y sarcástica, pero le salió una voz torpe y vacilante.
Asintiendo levemente con la cabeza, él retrocedió, pero permaneció silencioso.
“Entonces…” comenzó ella tratando con fuerza de romper el espantoso silencio entre ellos, pero fallando miserablemente. Finalmente, se rindió suspirando con fuerza antes de preguntar: “¿Vas a seguir castigándome con el silencio? Porque esto está comenzando a rayarme”
“Hablas demasiado, pet” dijo él simplemente.
“¡Oye!” protestó mientras caminaban pasillo abajo.
Spike continuó buscando por las estanterías un libro en particular.
“¿Qué haces aquí?” le preguntó un rato después.
“No puedes estar callada, ¿verdad?”
“No me gusta el silencio. Me siento incómoda”
Spike frunció el ceño ante esto.
“¿Qué?” preguntó ella a la defensiva.
“Nada” él sacudió la cabeza y continuó con su búsqueda.
No pasó mucho rato hasta que ella habló otra vez.
“No has respondido a mi pregunta. ¿Qué haces aquí?”
“Leyendo” Spike respondió lo obvio, sus ojos que aún vagaban por la montaña de libros ante ellos.
“¿Tú lees?”
“Desde los seis años. ¿No es asombroso?” preguntó con sarcástico entusiasmo.
Buffy forzó una fingida sonrisa en su cara, que al instante desapareció. Siguieron caminando por el pasillo, hasta que él alcanzó un libro y comenzó a ojearlo. Ella simplemente se apoyó en la librería y esperó a que él encontrara lo que buscaba, cuando escucharon unas voces susurrantes que venían del pasillo al otro lado del suyo.
“¿Quieres decir que no te lo crees? Por supuesto que están juntos”
“No, no lo están. Es decir, en un minuto se odian el uno al otro y al siguiente caminan por los pasillos cogidos de la mano y se sientan juntos en la cafetería. Venga ya, es una farsa. Se parece a aquel capítulo de…”
“Son Jonathan y Andrew” vocalizó Buffy a Spike, quien había dejado el libro y escuchaba la conversación.
“De ninguna manera. Están siempre juntos. Parecen la Princesa Leia y Han Solo. ¿La incesante pelea y las bromas? Todo una fachada para ocultar la animal atracción indiscutible entre ellos” oyeron que Jonathan argumentaba. “Y ahora que lo han comprendido, han cruzado la línea”
Buffy se avergonzó al escucharlo, sus músculos faciales se retorcieron de asco.
“¡Ajá!” dijo Andrew triunfalmente. “No han cruzado la línea. Nunca. Hay está la clave. Si son como la Princesa Leia y Han Solo, entonces debería de haber empezado a besuquearse ya. Pero todo lo que hemos visto ha sido patéticas cogidas de manos y almuerzo sentados juntos”
“Puede que Buffy quiera tomárselo con calma. Ya sabes, quizás todavía se siente dolida por lo de Ángel”.
“¿Buffy? ¿Tomárselo con calma? ‘¡Ja!” Se rió Andrew “Apostaría a que lo está haciendo para ponerlo celoso. Esa chica está completamente loca por el quarterback cachas. Haría cualquier cosa por recuperarlo. Es patética”
Los ojos de Buffy se abrieron como platos con una fría cólera dirigida hacia ellos.
“¡Se va a enterar esa comadreja!” gruñó apretando los dientes.
Apretó los puños y comenzó a caminar pasillo abajo, cuando la fuerte mano de Spike la agarró del brazo.
“Cálmate” susurró acercándola a él. “Darle una paliza a esos gilipollas no va a solucionar nada”
“Ellos…ellos piensa que soy… ¡fácil!” replicó.
“Créeme cuando te digo que *no* eres fácil. No hay nada fácil en ti”
Buffy se paró a pensar un segundo si lo que él había dicho era un cumplido o no.
“Te dije que no se lo creerían, es más, no engañamos ni a esos del club de ajedrez” Spike movió la cabeza hacia la estantería que los separaba de la pareja de empollones.
Buffy dejó escapar un profundo suspiro, liberando su brazo de su agarre, y masajeándolo mientras pensaba.
“¿Qué sugieres que hagamos?”
Spike esperó un momento, aunque supiera ya la respuesta a su pregunta, solo que no sabía la mejor manera de decirlo.
“Nos besaremos. Delante de todo el instituto” logró decir finalmente.
Buffy abrió mucho los ojos.
“No puedo besarte. Si te beso voy a… ¡probablemente vomitaré!” contestó llena de asco.
“Gracias, luv” sus palabras que chorreaban sarcasmo.
“Pero…” frunció el ceño dolorosamente pero permaneció en silencio.
“Ella no sale con Spike. Todo esto es una farsa para recuperar a Ángel” oyeron que Andrew insistía al otro lado de la estantería. Su voz sonaba más clara y era obvio que estaban girando en la esquina para entrar en el pasillo en el que ella y Spike estaban.
Sin decir ni una palabra, Buffy agarró a Spike por las solapas del duster y le apoyó de golpe contra las estanterías, aplastando su boca contra la suya.
Spike jadeó, de repente sin aliento. Sus pequeñas manos trazaron dibujos caprichosos sobre su pecho, mientras sus labios, brutalmente capturaban los suyos, tirando y empujando, pidiendo un urgente beso. Spike perdió la cabeza del todo cuando sintió su cuerpo pegarse al suyo, sus piernas que se entrelazaban con las suyas, mientras ella le mordía su labio inferior.
Un fuerte grito anunció la presencia de Jonathan y Andrew, y Buffy se apartó para ver a la estupefacta pareja. Se limpió los labios humedecidos con el dorso de la mano, mientras miraba a los muchachos de arriba abajo. Sonrió interiormente cuando comprendió que había conseguido su objetivo. Cogió de la mano a Spike y arrastró fuera de allí al aturdido adolescente.
En el momento en que salió de la biblioteca, saltó y dio un grito, satisfecha.
“¿Viste sus caras? “Oh, Dios. ¡Fue divertidísimo! ¿Lo viste? ¿Lo viste? ¿Spike? ¿Estás bien?” Buffy salió de su euforia cuando se dio cuenta de que el aturdido inglés se había quedado embobado “¿Spike?”
“¿Eh? ¿Qué? ¡Ah, sí! ¡Lo vi!” logró decir mientras se movía incómodo.
“¡Estuvo tan bien!” Buffy volvió a su celebración. “Eso se lo demostrará”
Rió como una loca, pero luego se calló cuando la campana sonó.
“¡Oh, Maldita sea! ¡Llego tarde! Hasta luego” gritó alejándose por el pasillo, dejando al adolescente desteñido consigo mismo.
Buffy arrastró sus pies cansados por el suelo mientras entraba en su casa. Dejándose caer en el sofá, cogió el mando y encendió la televisión. No pasó mucho rato cuando se quedó dormida ante la televisión. Saltó cuando sintió como una suave mano le acariciaba la mejilla.
“¡Mamá!” ella parpadeó de prisa tratando de recordar donde estaba. “Debo haberme quedado dormida ¿Qué hora es?”
“Son las ocho y media” le informó la señora Summers sentándose al lado de su hija “¿Cómo te fue el día?”
“¡Oh…más o menos. ¡Estoy tan cansada!” admitió la adolescente rubia descansando su cabeza en el regazo de su madre.
“¿Cómo está William?”
“¿Quién?” Buffy frunció el ceño al escuchar el nombre.
“William. Ese chico tan agradable que estuvo aquí el otro día”
“Ah. Quieres decir Spike. Está bien”
“Bien. Espero que no haya tenido demasiados problemas en el instituto” deseó la Sra. Summers acariciando el pelo de su hija.
“¿Por qué crees eso?
“Ya sabes…los chicos de su edad suelen ser realmente duros con la gente diferente…” tartamudeó la mujer mayor.
“Sí, podemos serlo. Pero él no tiene ningún problema por ello” explicó la adolescente.
“Bien”
Un momento en silencio envolvió a madre e hija mientras miraban la pantalla todavía encendida delante de ellas.
“El solo tiene problemas con Ángel” dijo Buffy en voz alta sin darse ni cuenta.
“¿Ángel? ¿Quieres decir, tu novio?” preguntó la señora Summers.
“Ex novio, mamá. Y hago hincapié en lo de ex” la chica rubia puntualizó “Si. Nunca entendí por qué, pero nunca se llevaron bien. Antes siempre iban juntos a todas partes, cuando Spike se mudó a Sunnydale. Y luego, empezaron a odiarse mutuamente. Imagínate” Buffy se encogió de hombros cuando terminó de hablar.
“Vaya... es extraño...” murmuró la Sra. Summers mientras su mente vagaba sobre las posibles explicaciones sobre lo ocurrido.
Fue sacada de sus pensamientos por el agudo sonido.
“¿Hola?” dijo cogiendo el teléfono “¿Wills? Hola” pausa “¿El próximo viernes? Claro. De acuerdo entonces. Es una cita. Adiós. Buenas noches Wills” Colgando se giró para mirar a su madre. “Era Willow. Me ha invitado a salir el viernes próximo al Bronze. ¿Te parece bien?”
“Has estado saliendo con mucha frecuencia, jovencita” dijo la señora Summers.
“¡Oh mamá, por favor!” le suplicó Buffy.
“De acuerdo, está bien. Pero debes estar en casa antes de medianoche”
“Gracias mamá. Eres la mejor”
Dando a su madre un beso rápido en la mejilla, se dispuso a subir las escaleras cuando oyó que la Sra. Summers la llamaba.
“Voy a salir esta noche. Tu cena está en el microondas”
Por primera vez desde que se había despertado, se dio cuenta que su madre iba bien vestida y… ¿maquillada?”
“¡Mamá! ¿Tienes una cita?” preguntó la adolescente, sorprendida.
“Sí. La tengo” contestó la Sra. Summers con sencillez, poniéndose su abrigo”
“¿Con quien?”
“Con él” corrigió cuando oyó un pitido “Debe ser él. Buenas noches, cariño. Y no te quedes hasta tarde”
“¿Mamá?” Buffy se quedó hablando sola mientras su madre salía de casa.
“¡Vamos! ¡Cógelo!” repetía una y otra vez Buffy al auricular. “¡Maldita sea, Willow!” maldijo colgando de golpe el teléfono.
Caminó nerviosamente por la sala de estar. Cruzó los brazos sobre su pecho, mientras restregaba sus uñas sobre su suéter.
“Mi madre. ¿En una cita?” su cerebro era un caos. Sabía que al final pasaría y creía que estaría de acuerdo en ello, pero por lo visto se equivocó. Su estómago se revolviendo pensando en su madre y un extraño saliendo juntos, cogiéndose de la mano, besándose… ¡que asco! No estaba de acuerdo. Era…espeluznante.
Continuó paseando por la habitación. De vez en cuando cogía el teléfono y marcaba el número de Xander o Willow, pero ninguno contestaba.
“¿Dónde están todos? Por el amor de Dios, mañana hay clase” se dijo a si misma mirando el reloj de la sala de estar “Son las nueve. Deberían de estar en casa ya” le protestó a las paredes cuando el teléfono sonó. “¡Por fin!” Suspiró de alivio y cogió el auricular. “¿Dónde estabas? Te he estado llamando durante horas. ¡No creerás lo que pasó!” dijo de un tirón.
Su cara se enrojeció cuando oyó al otro lado de la línea:
“Hola pet. No pensaba que me echarías tanto de menos. ¿Aquel beso en la biblioteca te dejó con ganas de más, eh?”
Sintió que el estómago se le encogía de asco y la ira hizo hervirle las venas.
“¡Spike!” siseó con los dientes apretados.
“El gran y único, luv”
Ella realmente podía oírle sonreír con satisfacción. Grrr.
“¿Qué quieres?” gruñó.
“Creo que la pregunta es qué quieres tú. Eres tú la que dices que me estuviste llamando durante horas” contestó chulesco.
“Pensé que eras otro” contestó secamente.
“¿Quién?” la pregunta estuvo fuera de sus labios antes de que pudiera evitarlo.
“Nadie” ladró ella.
“Venga ya, luv. Creía que se suponía que me lo dirías todo” contestó con engreimiento.
“¿Desde cuando tengo que contártelo todo?”
“Desde que te convertiste en mi chica”
“Spike, *no* soy tu chica” gruñó una vez más. Realmente comenzaba a alterarle los nervios.
“Por supuesto que lo eres”
“¿Qué quieres?” preguntó una vez más.
“Solo quería saber qué estaba haciendo mi ricitos de oro” continuó hablando con su acento.
“¡Estoy bien!” dijo colgando de golpe el auricular.
Unos segundos después, el teléfono volvió a sonar.
“¿Si?” contestó.
“No es educado colgarle el teléfono en la cara a alguien, luv. Sobre todo a tu novio” continuó.
“*No* eres mi novio, Spike” le gritó al auricular.
“No hay necesidad de gritar, amor”
Buffy suspiró audiblemente. El sonido de su voz al segundo siguiente la cogió fuera de guardia. El tono irónico de voz se había ido, para ser sustituido por un tono serio y casi preocupado.
“¿Estás bien, luv?”
“Estoy bien” dijo exasperada.
“No parece que lo estés”
“Spike. Déjame en paz. No estoy de humor para otra de nuestras confrontaciones verbales. Tú ganas, ¿Vale?” casi le rogó.
Pasó un momento de silencio antes de que él dijera:
“Estaré ahí en dos minutos.
“¿Qué? ¿Spike? ¡No!” Antes de que pudiera decir algo más, oyó como la línea se cortaba al otro lado. “Oh, Dios, no…”
Capitulo 12
Gimió al oír el sonido el timbre. Se forzó a sí misma a levantarse y arrastró los pies por el pasillo para abrir. Rodó los ojos y en un tono cansado y enfadado preguntó cuando vio al adolescente desteñido de pie ante el umbral de su puerta:
“¿Qué estás haciendo aquí?”
“¿Puedo entrar?” él andaba ya hacia adentro antes de que ella tuviera una oportunidad de contestarte.
“Adelante” contestó sarcásticamente.
“¿Estás bien?” preguntó girándose para afrontarla.
“Como puedes ver, estoy bien. Así que puedes marcharte…” dijo abriendo la puerta principal, pero no pareció oírla, entrando en la sala de estar en cambio. “O siéntete como en tu casa, da igual” suspiró audiblemente.
“¿Galletas y helado?” dijo recogiendo la taza medio vacía de helado “No está nada mal, ¿eh?”
“Me gustan las galletas con helado” contestó con brusquedad, cogiendo el envase de manos del adolescente.
“Apuesto a que sí” sin preguntar, se dejó caer en el sofá y comenzó a zapear.
“¿Estás aquí solo por el cable, verdad?” preguntó.
Pero no la escuchaba, mirando con atención las imágenes que estaban en la pantalla. Ella suspiró con fuerza y se sentó a su lado. Después de unos segundos, gruñó:
“Es un juego estúpido”
“¿Estúpido? ¿Cómo puedes decir eso? Es fútbol” protestó claramente ofendido.
“No es fútbol americano, es fútbol” corrigió.
“Perdóname. Es…un magnífico juego que tiene que ser jugado usando el pie de alguien, mientras que la cosa ridícula que vosotros los yanquis llamáis fútbol se juega con todo *menos* con el pie de ese alguien” respondió.
“¡Usamos también nuestros pies!” volvió a protestar “
“Bien” dijo irónicamente.
“El fútbol americano es mejor que esa mierda” gruñó
“Esa mierda, como tu lo llamas, es el deporte número uno en todos los países del mundo. Esa mierda es el deporte *rey*” siguió discutiendo.
“El fútbol americano, por otra parte, es una parodia barata del rugby. Solo un puñado de maricas, maricones acolchados que corren por el campo tratando de meter una pelota de forma extraña por un tenedor gigantesco golpeándose las cabezas los unos contra los otros. ¡Y a eso le llamas un deporte viril, ja!”
Buffy frunció el ceño y levantó la mirada hacia él.
“Para tu información, el fútbol americano consiste en algo más que introducir esa divertida pelota por el… tenedor gigantesco” trató de parecer convincente, pero falló miserablemente. Estaba claro que no sabía nada del deporte en cuestión.
Spike se rió por lo bajo.
“¿Qué?”
“Sabes menos de ese deporte que yo” el rubio se echó a reír.
Buffy frunció el ceño un segundo. ¿Se estaba riendo? ¿Spike hacia algo más de sonreír engreídamente y con maldad? Saliendo de sus pensamientos, continuó:
“vale, nunca me han gustado mucho los deportes, así que no profundicé en el tema” trató de excusarse “Pero estoy segura que nuestro fútbol es mejor que tu mierda inglesa”
El no dijo nada, simplemente levantó su ceja herida.
“¡Oh! ¡Está bien! No sé nada sobre deportes. Ángel trató de explicarme algo sobre el fútbol, pero no lo cogí” admitió.
“Bien, no puedo hacer mucho sobre lo del fútbol americano, pero creo que podemos solucionar sus conocimientos sobre el fútbol europeo si quieres” se ofreció.
Buffy se encogió de hombros. Rápido y después de algunas largas y confusas explicaciones, la pareja se relajó viendo el partido.
“¡Eh! ¡Este árbitro hace trampas! Él no hizo nada” le gritó Buffy a la pantalla.
“Él tiene razón, luv. ¿Recuerdas la regla sobre el fuera de juego?” preguntó Spike “
“Oh... cierto” pretendió entender.
“¿No lo recuerdas, verdad?” se rió entre dientes.
“No” confesó ella en voz baja.
“Es cuando le pasan la pelota a un jugador que está más cerca de la línea de meta que sus adversarios, que cualquier otro defensa del equipo contrario, excepto el portero, por supuesto”.
“Ah, si. Ahora lo recuerdo”
Continuaron en silencio hasta que el partido terminó.
“Entonces… ¿que lo que piensas ahora sobre fútbol?” preguntó Spike, tumbándose en el sofá.
“Está bien” confesó Buffy.
“Dentro de media hora hay otro partido ¿Quieres verlo?” preguntó el inglés.
“¿Juega el Manchester United?”
“No”
“Entonces no, gracias”
“¿Entonces te has convertido en fan de los diablos rojos, eh?” dijo Spike sonriendo.
“No exactamente. Más bien fan de las piernas de David Beckham” contestó Buffy con una sonrisa enorme.
“Ya me di cuenta. Siempre lo mirabas a él” Spike suspiró estirándose.
“Creo, que deberías irte” dijo ella después de un embarazoso silencio.
“¿Cuál es la prisa, amor?”
“Mi madre puede llegar a casa en el cualquier momento y aunque piense que eres gay, creo que lo va a gustar...”
“¿Tu madre cree que soy GAY?” Spike saltó del sofá y la miró con los ojos como platos.
“Pues... si...” Buffy vaciló un poco
“¡¿Por qué?!” siguió preguntando, ultrajado
La boca de Buffy se abrió y se cerró, pero su voz pareció negarse a salir de su garganta.
“¿Y bien?” un extremadamente colorado inglés la miró fijamente esperando una explicación.
“Ella pudo coger la idea errónea cuando le dije que *definitivamente* yo no era tu tipo” finalmente logró decir.
“¿Le dijiste a tu madre que era gay?” él comenzó a andar en círculos.
“¡No le dije que eras gay! Ella solamente... pensó que lo eras... ya sabes…”
“¿Qué es lo que sé?” se paró para mirarla.
“Pues, ya sabes, el pelo desteñido” agitó las manos señalando su cabeza “…y el esmalte de uñas negro, pareces un...” tartamudeó.
“¡Si! ¡Parezco un tío malo, no un GAY!” gritó.
“¡No es culpa mía que *mi* madre crea que eres gay!” contraatacó ella, poniéndose en pie para defenderse.
“Porque tú le insinuaste algo” insistió.
“O a lo mejor, tu sentido de la moda está gritando: ‘Reprimida drag queen en proceso de fabricación’” soltó levantando la cabeza y sacando la barbilla en el proceso.
Los ojos de Spike se abrieron ampliamente, su cara que rápidamente se tornaba en rojo intenso.
“¡NO soy gay!” Fue la única cosa que pudo pensar en decir.
“No tienes por qué engañarte a ti mismo” comenzó a decir en un tono burlón “En lo más profundo de ti, está tu verdadero yo, gritando por salir. Te sentirás mejor, si aceptas tu verdadera naturaleza” en ese punto, Buffy tuvo que contenerse para no reír. La mirada de pánico en sus ojos no tenía precio.
“Ahora te demostraré mi verdadera naturaleza” gruñó corriendo tras ella.
Corrieron alrededor del sofá varias veces, saltando sobre la mesa, algunas sillas y floreros. Buffy corrió arriba, al dormitorio de su madre, acabando finalmente en el suyo, a un lado de la cama, mientras su oponente estaba en el otro.
“Tu...” jadeó como una loca, con una sonrisa enorme en su cara ruborizada “deberías…” gritó “ser tu mismo” logró decir sin respirar.
Rápidamente saltó sobre la cama cuando vio a Spike ir hacia ella. Sus brazos se movieron intentando atraparla, pero saltó al suelo, aterrizando en el sitio donde él había estado un momento antes. Sonrió cuando lo vio en su lugar, en el lado opuesto de la cama.
“¿Todos esos cigarrillos te están pasando factura, eh?” preguntó mientras él comenzó a toser.
“Cuando *tose* te ponga *tose* las manos encima, Summers…” la amenazó.
Como respuesta, le sacó la lengua. Volvió a correr cuando él de repente saltó sobre la cama. Después de unos momentos, estaban en la misma situación, en lados opuestos del colchón. Spike estaba parado al lado de la ventana, teniendo lo que parecía un serio ataque de tos.
Buffy jadeó violentamente cuando vio como el inglés se ponía morado.
“¿Estás bien?” logró preguntar cerrando la distancia entre ellos para ayudarle.
El siguió tosiendo, agarrándose la garganta y ella decidió que era mejor acercarse. En el momento que estuvo a su alcance, él la atrapó.
“¡Has hecho trampa!” gritó cuando sintió sus brazos abrazándola. Luchó como una gata salvaje, haciéndolos perder el equilibrio, para terminar cayendo en la cama “¡Tramposo cabrón desteñido!” dijo enredada entre piernas riéndose tontamente.
“En el amor y la guerra, todo vale, luv” contestó milagrosamente repuesto de su ataque de tos.
Quedaron sobre la cama, Spike encima, Buffy debajo de él, mirándose el uno al otro, ambos jadeando por el esfuerzo. Él le sonrió mientras ella le hizo un mohín por haber sido atrapada.
“Hiciste trampa” repitió ella, todavía sin aliento.
Un mechón de pelo rubio le cubrió la cara y boca, y ella se movió intentando quitárselo. Por instinto, Spike levantó la mano y lo apartó asegurándose de que sus brazos seguían atrapados debajo de su pecho.
De repente, los dos se dieron cuenta de su situación, y su proximidad se les hizo incómodamente evidente. Buffy tragó con dificultad, alzando la mirada al chico sobre ella, mientras su mirada se alternaba entre sus ojos y sus labios. De repente, respirar se convirtió en un problema, no a causa del esfuerzo, sino como consecuencia directa de su proximidad. Su corazón parecía querer salir del cuerpo, y su estómago hacía esos movimientos extraños dando vueltas y eso habitualmente le sucedía cuando…
De un salto, ella se levantó, apartándole y haciéndole caer sobre su culo en el proceso. Nerviosamente, se llevó los dedos al pelo apartándolo de su sonrojada cara. Una vez que todos los mechones parecieron estar en su lugar, sus manos se dirigieron hasta su ropa, dándole el mismo errático tratamiento.
“Me…mejor te vas. Es tarde y mi ma…” se sobresaltó al oír unos pasos que subían “Mi madre” susurró yendo inmediatamente hacia la puerta y cerrándola de golpe “¡Tienes que esconderte!” le advirtió mientras buscaba frenéticamente un lugar para esconderlo. Mientras tanto, los pasos se hicieron más claros “¡La cama! ¡Métete bajo la cama! ¡Ya!” le rogó. No tuvo que decírselo dos veces. Una fracción antes de que la puerta se abriera, él estaba bajo la cama, escondido.
“Hola cariño ¿Todavía estás levantada?” preguntó la Sra. Summers entrando en la habitación.
“Si” respondió Buffy tratando de conseguir poner a su respiración bajo control. “Yo…yo me preparaba para irme a la cama” explicó asintiendo con la cabeza y apretando los labios.
Su madre frunció el ceño.
“¿Estás bien, cariño?” la preocupación era evidente en su tono de voz.
“¡Estoy bien!” contestó con demasiado entusiasmo. “¡Estoy bien!” repitió un poco más tranquila.
La adolescente contuvo la respiración, mirando con cuidado el cambio de expresión de su madre mientras caminaba por la habitación. Finalmente, una suave, comprensiva se deslizó por la boca de la mujer más mayor.
“Sé por qué te estás comportando así”
“¿Lo sabes?” preguntó Buffy incrédula atreviéndose a echar un vistazo en dirección a la cama, para comprobar que Spike estaba todavía escondido.
“Si” dijo la Sra. Summers sentándose en la cama y dando unas palmaditas en el colchón para que Buffy se sentara a su lado. Cuando lo hizo, continuó “Estás enfadada porque tuve una cita”
La adolescente suspiró aliviada.
“Sé que ahora te parece extraño, pero sabías que pasaría tarde o temprano. Siento no habértelo contado antes, y la forma de decírtelo sin advertírtelo previamente, pero estaba preocupada por la forma en que reaccionarías y no supe cómo decírtelo. Traté de hacerlo durante el fin de semana, pero…no pude” admitió la Sra. Summers.
“Ah, eso explica el rollo de charla madre/hija” Buffy lo entendió y la Sra. Summers asintió con la cabeza.
“Espero que puedas comprender que ahora estoy sola. He estado sola desde que tu padre y yo nos divorciamos y creo que llegó el momento de seguir adelante”
“No te preocupes, mamá. Estoy de acuerdo” dijo Buffy después de un momento de silencio.
Debajo de la cama, Spike contuvo la respiración e intentó con todas sus fuerzas no hacer ningún ruido. Vio como un par de piernas se alejaban de la cama hacia la puerta. Se pararon un segundo y oyó la voz de la Sra. Summers:
“Buenas noches, Buffy”
“Buenas noches, mamá”
La puerta se abrió entonces, y ella se marchó. El adolescente casi saltó, cuando de repente la cabeza de Buffy apareció bajo el colchón.
“Tienes que salir de aquí” dijo mientras el salía de debajo de la cama.
“No me digas, Einstein” refunfuñó él sacudiéndose el duster.
Buffy fue hacia la ventana y la abrió.
“Vete” le ordenó.
“¿Quieres que salte por la ventana?” preguntó Spike incrédulo.
“Usa el árbol, genio” contestó Buffy con enfado.
“Por si acaso no lo has notado, las ramas han sido cortadas. Y a menos que haya adquirido milagrosamente algunas de las habilidades de Carl Lewis, nunca podré hacer ese salto” respondió Spike sarcásticamente.
Buffy se asomó de la ventana, para asegurarse de lo que decía: las ramas estaban cortadas. ‘Maldita poda de invierno’ pensó.
“Vale. No puedes bajar por las escaleras. Mi madre te oirá” dijo comenzando a pasear por el dormitorio.
Después de unos momentos de silencio, se dejó caer en la cama, desesperada.
“Esperaremos a que tu madre se duerma” sugirió Spike.
“No conoces a mi madre” Buffy forzó una sonrisa en sus labios “Después de mi rebelde pre adolescencia, de escapadas nocturnas, se ha vuelto un verdadero perro guardián. Lo oye *todo*. Y quiero decir todo. Hago un ruido y está en mi puerta” suspiró dejando caer su cuerpo cansado sobre el edredón.
“Supongo que tendré que pasar la noche aquí” dijo moviendo sus cejas provocativamente.
“¡Más quisieras!” le escupió.
“Realmente no. Con la suerte que tengo, probablemente ronques”
“¡Yo no ronco!” contestó ultrajada, sentándose en la cama y frunciendo las cejas.
Él simplemente sonrió y se inclinó sobre la ventana, metiendo la mano izquierda en el bolsillo de su duster, sacando un paquete de cigarrillos.
“Qué…” comprendiendo que hablaba demasiado alto, dijo con voz susurrante “¿Qué haces?”
“¿Intentando fumar?” dijo lo obvio, con el cigarrillo colgando de sus labios, disponiéndose a encenderlo.
Al momento, Buffy estaba junto a él, pero antes de que pudiera coger el pequeño cilindro de su boca, él lo cogió.
“Ah, no vas a hacerlo” protestó levantando la barbilla a modo de desafío, mirándolo.
“¡Oh, vamos! No he fumado desde hace dos horas. ¡Necesito un pitillo!” suplicó juntando sus cejas en un gesto doloroso.
“No” insistió ella.
“Pero…”
“No fumarás esa mierda en *mi* cuarto, punto final” ella estaba implacable.
“Solo uno, por favor. De lo contrario no podré dormir”
“Ese es tu problema” dijo bruscamente, girándose y yendo hacia la cama.
“Puta” murmuró él.
“Te he oído” dijo apartando las sábanas.
Girándose, lo miró.
“¿Qué?” preguntó inclinando una ceja.
“¿Te importa?” le preguntó haciendo círculos con su dedo índice para que se girara.
Suspirando audiblemente, el inglés miró hacia la ventana, mientras esperaba que se pusiera el pijama. Oyó una serie de sonidos caminando y arrastrando los pies hasta que oyó susurrar a Buffy:
“Ya acabé”
Él se giró para ver el pijama Yummy Sushi de Buffy mientras ella se metía bajo las sábanas y apagaba la luz.
Frustrado, guardó el cigarrillo en el paquete y lo colocó en la mesa, quitándose el duster. Buffy se quedó en la cama, con los ojos parcialmente cerrados pretendiendo dormir. Miró como se desabotonaba la camisa, murmurando una lista de maldiciones entre dientes. Él se sentó en una silla cercana y comenzó a desatarse las botas. Los calcetines estuvieron fuera y se levantó otra vez, sus dedos que cogían la camiseta blanca y tiraban de ella fuera de sus hombros. Buffy contuvo la respiración mientras observaba al semi desnudo chico bajo la luz de la luna. Le miró fijamente, como en trance, aprendiendo de memoria cada músculo de su pecho y abdomen. Respiró con dificultad cuando él comenzó a andar en círculos durante unos momentos, su mano que se dirigía ahora a su rubio pelo despeinado, para después ir hasta su cinturón, comenzando a desabrocharlo. Cuando él fue a desabonotarse el pantalón, Buffy saltó.
“¿Qué… qué crees que están haciendo?” le preguntó con tono vacilante.
“¿preparándome para ir a la cama?” una vez más dijo lo obvio, levantando las cejas, confuso.
“¡No vas a estar desnudo en mi habitación!” protestó, pero de alguna manera, su resolución no parecía muy convincente.
“Siempre duermo desnudo” viendo la resolución el la línea recta de su boca, se encogió de hombros “Bien, es tu cama”
Buffy no tuvo tiempo para pensar lo que él había dicho cuando se acercó a la cama y apartó las sábanas.
“¿QUÉ crees que estás haciendo?” repitió alto, cogiendo las sábanas y cubriéndose.
“Repetimos –preparándome para ir a la cama” contestó cogiendo las sábanas otra vez.
Rápidamente, se echó hacia atrás, arrastrando las sábanas con ella.
“No en *mi* cama” contestó mirándolo con los ojos como platos.
“¿Se supone que debo dormir en el suelo?”
“Por supuesto”
“Bloody hell” protestó “Yo no…”
Se oyó Un sonido metálico seguido de unos pasos.
“¡Mi madre! ¡Rápido, bajo la cama!” le ordenó.
Al momento Spike se agachó y comenzó a meterse debajo, cuando ella gritó:
“Spike, tu ropa”
Se levantó reuniendo todas sus cosas, incluso sus botas que logró empujar bajo la cama, pero cuando trató de avanzar bajo ella él mismo, la manija de la puerta se giró. Sin pensarlo un segundo, se lanzó a la cama. Pegó su cuerpo al de la rubia menuda con la esperanza de que su madre no notara el volumen suplementario bajo las mullidas sábanas. Buffy jadeó y contuvo el aliento mirando la puerta abierta y la cabeza de su madre asomando.
Capitulo 13
“Buffy ¿Estás bien?” Spike oyó como una preocupada voz preguntaba.
Contuvo la respiración, pegándose aún más a Buffy que ahora temblaba, oyendo como el sonido de los pasos le indicaba que la Sra. Summers entraba en la habitación.
Buffy se congeló, su estómago que empezaba otra vez a sentir esas molestas mariposas, mientras sentía su cuerpo pegarse al suyo.
“Es…estoy bien” logró decir tartamudeando nerviosamente.
“Oí un ruido, ¿Qué ha pasado?” preguntó la Sra. Summers sentándose en la cama al lado de su hija.
La adolescente tragó con dificultad, con la mente confusa y el corazón pareciendo querer salirse del pecho, y sus manos sudorosas.
“No…no ha pasado nada. Debe haber sido fuera” contestó inclinando la cabeza hacia la ventana.
De repente y de reojo, vio algo rojo sobre la mesa. ‘¡Oh, Dios mío! ¡El tabaco!’ Le gritó su mente cuando vio levantarse a su madre e ir hacia la ventana.
“¡Mamá!” gritó por instinto.
Joyce se paró y afrontó a su hija.
“¿Qué, cariño?”
“Deja la ventana abierta. Tengo un poco de calor” se inventó una excusa de pronto.
Mientras tanto, Spike permanecía inmóvil bajo las sábanas. Su pecho desnudo pegado al muslo derecho de Buffy, sus piernas se enroscaron alrededor del resto de su pierna, poniendo el pie en un sitio muy, muy embarazoso. Sus brazos rodeando su cintura, mientras su cabeza reposaba sobre su parcialmente desnudo estómago.
“¿No estarás incubando algo, verdad?” una preocupada Sra. Summers preguntó caminando hacia la cama y colocando una mano en la frente de Buffy “Estás un poco caliente…”
“¡Estoy bien!” silbó nerviosamente “Es…estoy bien” repitió con menos ansiedad.
“¿Estás segura?”
Buffy sintió como Spike se movía bajo las sábanas, pasando la mano por el interior de su muslo al intentar ponerse más cómodo. Hizo acopio de toda su fuerza para no jadear, los músculos de su cara se contrajeron cuando trató de suprimir el impulso de hacerlo. Su mente pareció vagar durante un segundo. Todo en lo que podía pensar era que tenía a un chico medio desnudo en su cama, agarrado a su pierna derecha, bajo las sábanas.
“¿Buffy?”
La voz de su madre pareció penetrar finalmente en la espesa niebla que rodeaba su cerebro.
“¿Ah? ¿Qué?” masculló saliendo de sus pensamientos.
“¿Estás segura que no quieres que te traiga nada?” repitió la Sra. Summers.
“Estoy segura, mamá. Estoy bien” la últimas palabra sonó más alta cuando sintió la caliente respiración de Spike sobre su estómago.
Cerró los ojos para impedir que su madre la viera rodar los ojos.
Bajo las sábanas, Spike intentaba acallar la voz de su cerebro que lo incitaba a tocarla o tal vez a solo a acariciar con sus labios la carne expuesta de su liso estómago, aunque fuera solo una vez… ‘Concéntrate…concéntrate’ siguió repitiéndose, sin darse cuenta que empezaba a jadear.
Buffy le dio gracias a cualquier Dios que hubiera, cuando su madre se levantó y la respiración de Spike se hizo más evidente en su estómago. Trató de reprimir el impulso de moverse con brusquedad, pero finalmente movió los dedos del pie en el proceso.
Los ojos de Spike se abrieron como platos al sentir como algo le acariciaba la ingle y no pudo evitar soltar un profundo gemido. Buffy se congeló cuando sintió algo duro contra los dedos del pie.
“¿Qué fue eso, cariño?” La Sra. Summers se paró en la puerta y se giró hacia su hija.
“Ah...Yo… Yo dije ¡Buenas noches, mama!” mintió Buffy.
Sonriendo dulcemente, la Sra. Summers giró el pomo, abriendo la puerta. Antes de salir de la habitación susurró:
“¡Buenas noches, cariño!”
Y se fue.
Buffy y Spike se quedaron congelados en el sitio hasta que oyeron el clic de la puerta al cerrarse. El silencio reinó en la habitación, solamente roto por los suspiros rápidos y cortos de la rubia.
Contuvo la respiración cuando lo sintió moverse bajo las sábanas, su brazo que se deslizaba por el suyo.
“Estuvo cerca” él suspiró, sentándose a su lado en la cama, sus piernas aún bajo las sábanas. Ella le miró fijamente, atreviéndose a veces a mirarle su pecho desnudo.
“¿Estás bien, luv?” le preguntó finalmente.
Entonces algo inesperado pasó. Realmente, pensando en ello, no era inesperado en absoluto. Bruscamente tiró de las sábanas, empujándole fuera de la cama con su hombro, haciéndole caer del colchón al suelo.
“¡Oye!” protestó él.
“¡Fuera de mi cama!” dijo en voz baja, teniendo cuidado de no despertar a su madre otra vez.
El inglés permaneció en el suelo, mirando fijamente a la rubia que le miraba desafiante. La cólera brilló en sus ojos cuando se levantó y agarró el borde de las mantas y se las quitó, luego cogió una de las almohadas de Buffy.
Sin decir una palabra, Buffy saltó y le quitó las mantas, poniéndolas en la cama.
“¡Son mías! Te conseguiré otras” le explicó encendiendo la luz y mirando dentro del armario.
Miró un segundo y después cogió algo. Caminando hacia él, lo dejó caer en su regazo.
“Aquí tienes” gruñó subiendo a la cama, cubriéndose con las mantas.
“¿Te estás burlando de mí? ¿Una manta de Scooby Doo?” se quejó el inglés en voz baja.
“Es lo único que tengo. Mi madre guarda las mantas en el armario del pasillo” explicó cerrando los ojos, dándole la espalda.
De mala gana, cogió la manta. Jadeó mientras la extendía. Era minúscula, alcanzando solo hasta su cintura. Si quería cubrirse los hombros, se le helarían los pies o al revés.
“¡Bloody Hell! ¡Es una manta infantil!” Se quejó él.
“¿Qué esperabas? Era mi manta cuando era una niña” refunfuñó sin volverse a mirarlo.
“¡A la mierda todo!” gruñó cubriéndose las piernas con la pequeña tela.
Unos momentos de silencio reinó entre ellos, hasta que se oyó de nuevo la voz de Spike.
“¿Estás despierta, Betty?”
“¡Es Buffy!” silbó entre dientes.
“Lo siento” dijo sin convicción.
Silencio.
“Buffy...” volvió a llamarla otra vez.
“¿Qué?” gruñó ella.
“¿Qué vamos a hacer mañana?” preguntó mirando al techo, sus manos que descansaban tras su cuello, tumbado de espaldas.
“¿Qué pasa mañana?” replicó con enfado.
“Tu madre. Si entra aquí…no le va a gustar nada ver esto”
“He puesto la alarma. Nos despertaremos antes que ella, esperaremos a que salga de la casa y entonces podremos salir y terminar con esta pesadilla. A propósito. No vuelvas a poner un pie en mi casa nunca más” murmuró dándole todavía la espalda.
Minutos después…
“Buffy...”
“¿Spike?” masculló ella
“¿Si?”
“Duérmete de una vez”
“No puedo. En lo único en que puedo pensar es en fumarme un pitillo” mintió.
“Piensa en algo más, porque no vas a fumar en mi habitación”
Silencio.
“¿Luv…?”
“¿Qué?” ella suspiró con fuerza, girando para mirarle. “¿Qué quieres ahora?” se movió hasta el borde de la cama y miró hacia abajo. No pudo menos que morderse el labio inferior ante la vista de su pecho desnudo a la luz de la luna.
“¿Qué hay del instituto?” le preguntó alzando la mirada hacia ella.
“¿Qué pasa con el instituto?” Suspiró tratando de parecer lo más exasperada posible.
“Ya sabes…”
“Es la una de la madrugada, Spike. Confía en mí, no lo sé” se quejó echándole un vistazo al despertador.
“¿En qué quedamos…en la biblioteca?” logró decir sir revelar su inquietud. Buffy sintió que todo su cuerpo se ponía tenso al recordar. Intentó olvidarlo.
“Ya lo hicimos…así que no es necesario hablar de ello nunca más”
Rápidamente se echó sobre la cama, mirando al techo.
“Ah, vamos. Sabes que no va a funcionar. Pudimos convencer a esos pardillos, pero no al resto del instituto” protestó poniéndose de lado y apoyando la cabeza en su mano izquierda.
Cuando no oyó ninguna respuesta, la llamó por su nombre.
“Estoy aquí” masculló “pensando”
Los minutos pasaron y Spike se impacientó.
“¿Buffy? ¿Has pensado ya?”
“¡Bien! Lo haremos. Mañana. Durante el descanso para almorzar. Ahora duérmete”
Buffy intentó ignorar lo que sentía en el estómago y se puso a dormir. Pero el sueño no llegó. Se movió dando vueltas en la cama, una sensación extraña de ansiedad la ahogaba, haciéndosele difícil respirar, moverse, pensar, hacer nada en absoluto. Se movió hasta el borde del colchón y miró a Spike, al parecer, profundamente dormido. Volvió a moverse nerviosa entre las sábanas, hasta que oyó que él mascullaba en voz baja.
“¿Qué pasa luv?” Preguntó, entendiendo que nunca podría conseguir dormirse si ella no parará de moverse.
“Nada” mintió con rapidez
“¿Entonces por que te mueves y no paras de dar vueltas?”
“Yo solo…trataba de ponerme cómoda” replicó.
“Estás tratando de ponerte cómoda desde hace ya una hora”
“Yo... yo solo... tal vez esto no sea una buena idea” se atrevió a decir.
“¿El qué?”
“El…plan…y los besos” vaciló.
“¿Te estás acojonando?” se rió entre dientes.
“No *lo* estoy” se sentó en la cama para mirarle, tirando de las sábanas alrededor de su cuerpo.
“Estás acojonada” se burló.
“NO lo estoy” insistió.
“¿Qué pasa, luv? ¿Tienes miedo de que si me besas no podrás mantener tus manos lejos de mi caliente y sensual cuerpo?” continuó con sus burlas.
“¡Ja! ¡Claro que si!” la ira crecía en ella, ayudando a que su nerviosismo terminara.
“Es eso ¿Verdad? Tienes miedo de no poder resistirte a mí” siguió con la broma.
“Spike, podría besarte en cualquier momento, en cualquier lugar, si solo pudiera reprimir el impulso intenso que tengo de vomitarlo todo cada vez que estás cerca de mí” Bramó, pero sus ácidas palabras perdieron la mayor parte de su mordacidad al verlo incorporarse y tirar de la manta.
Spike sonrió y se sentó en el suelo.
“Demuéstramelo” la retó en voz baja. Buffy abrió mucho los ojos cuando él avanzó lentamente, se arrodilló y puso sus manos en el colchón a cada uno de los dados de ella. Lo miró fijamente, tenía una sonrisa insolente en los labios y un brillo desafiante en los ojos.
“Ja” ella logró salir de su aturdimiento “Buen intento. No soy tan fácil” forzó una falsa sonrisa en sus labios.
“Créeme luv. No estoy tratando de engañarte para que me beses. Solo tengo miedo de que mañana te quedes rígida ante mí, delante de todo el instituto” replicó.
Buffy abrió los ojos como platos y frunció el ceño, visiblemente ofendida.
“Vamos, pet. Admítelo, cada vez que trato de tocarte o me acerco a ti, te quedas helada”
“Eso es por lo del vómito. Ya te lo dije” dijo haciendo una mueca.
“Supéralo si quieres convencer a alguien” saltó un poco ofendido.
Se miraron el uno al otro en silencio durante unos momentos. Hasta que Buffy lo rompió. Suspiró fuerte y dio unos golpecitos en el colchón, señalándolo para que se sentara.
“Ven aquí” masculló de mala gana.
“¿Para que?” Gruñó él.
“Si se supone que me quedo helada, mejor me acostumbro a tenerte cerca de mí” expuso lo obvio. Él se levantó y se dejó caer en la cama, con un fuerte suspiro, muy enfadado. Se sentaron una vez más en silencio hasta que Buffy hablara:
“Vale, ¿Te vas a quedar ahí sentado? Tócame” le ordenó.
“¿Qué?”
“Se supone que no actúo de forma natural cuando me tocas, así que…”
Una traviesa sonrisa apareció en los labios de Spike, mientras la observaba provocativamente.
“¡No ESA clase de toques!” intervino ella inmediatamente.
Él sonrió en una mala versión de sonrisa lasciva y luego asintió con la cabeza.
Despacio, tomó un mechón de pelo que caía por su cara y con cuidado lo colocó tras su oreja. Después siguieron camino por su hombro, sobre su clavícula hasta alcanzar su cuello, y su mejilla. Él acercó todo su cuerpo al suyo, mientras su otra mano hacia círculos sobre su brazo derecho, bajando hasta su mano. Notó que se ponía tensa cuando la rodeó por la cintura y la atrajo hacia él.
“¿Ves? Esto es de lo que te hablo” se quejó dejando caer sus brazos a los lados, suspirando audiblemente.
“Lo siento” dijo haciendo un mohín “Solo es…” respiró profunda y largamente, cerró los ojos y continuó “Bien, estoy concentrándome. Inténtalo otra vez”
Hizo falta un momento, pero pronto le sintió moverse cerca de ella, y tomar su lugar tras ella, extendiendo sus piernas a ambos lados de ella. Su mano que acariciaba sus mechones dorados poniéndolos sobre su hombro izquierdo, exponiendo su cuello. Por instinto, Buffy inclinó la cabeza, exponiéndole su hombro derecho. Sintió que sus brazos la rodeaban poniéndola más cerca de su pecho hasta que se apoyó en él. Sus manos descansaban en su cintura, jugando con los bordes de su camiseta. Buffy no pudo menos que sonreír cuando le recordó haciendo eso mismo el día anterior. Pero la sonrisa se esfumó de pronto cuando sintió como sus labios le acariciaban el hombro ligeramente. Él se detuvo al sentir su cuerpo tensarse y esperó durante unos segundos. Silenciosamente, ella le dio permiso para seguir, y él volvió su boca a la carne sensible de su cuello.
Al principio era suave y casi imperceptible, pero pronto creció en intensidad cuando él chupó su piel, sus dientes que la mordisqueaban mientras iban hacia el lóbulo de su oreja. Lo tomó en su boca, y su abrazo se ciñó aún más en su cintura. Perdida en las sensaciones, Buffy se relajó y sus propias manos entraron en juego, acariciándole los brazos desnudos. Un suspiro salió de su entreabierta boca mientras él seguía con sus caricias, y ella se apoyó contra él, buscando su apoyo. Sus labios dejaron su oreja para subir hasta el borde de su mandíbula, ella se giró para afrontarle cuando de repente él retrocedió.
Le tomó un segundo darse cuenta de que ya no la tocaba, pero finalmente lo hizo. Parpadeó varias veces mientras trataba de enfocar sus ojos brumosos en él.
“¿Qué?” susurró
“He oído un ruido”
Sentados en silencio, esperaron otro sonido, pero nunca llegó. Cambiaron una rápida mirada y todo el embarazoso momento les desbordó. Buffy desesperadamente llevó sus manos hasta su pelo, luchando por encontrar algo que decir.
“Bueno… supongo… que lo hemos conseguido” logró tartamudear.
“Si” Spike desesperadamente trató de parecer despreocupado y tranquilo por la situación, pero de repente, qué hacer con sus manos se convirtió en un problema, mientras trataba de meterlas en los bolsillos traseros de sus vaqueros negros, tropezando con la cama.
“Bien...Buenas noches entonces” tartamudeó ella viéndolo acostarse en el suelo.
La chica se cubrió con la manta, cabeceando contra la almohada. Contuvo el aliento cuando reconoció un olor extraño sobre sus sábanas y alrededor de ella” su olor. Otra vez, luchó por dormir, pero esta vez no era ella sola. En el suelo, despatarrado, Spike miraba al techo, su mente que estaba en las nubes, incapaz de dormirse.
Iba a ser una larga noche.
Capitulo 14
Buffy reprimió un gemido cuando miró al despertador: ‘las cuatro de la madrugada, son las cuatro de la mañana y aún estoy despierta’ pensó. Por tercera vez en esa noche, se giró con cuidado hasta el borde de la cama para mirar a su invitado no invitado ‘Está dormido profundamente. Cabrón’ maldijo en su mente. Carraspeó con fuerza y echó un vistazo al pálido muchacho. Nada. No se movió.
Spike continuaba con los ojos cerrados, con la vaga esperanza de que el sueño le viniera, pero no lo consiguió. Estaba todavía más que despierto, su mente plagada de pensamientos indecentes sobre la rubia que dormía justo a unos pies de él. 'Tranquilízate, tío. ¿En qué demonios estás pensando? Vale, la chica no está mal, pero no merece la pena no pegar ojo por ella’ mentalmente se regañó mientras sentía su cuerpo empezar a reaccionar ante el mero recuerdo de lo que había pasado anteriormente esa noche. Suspirando se giró, asegurándose de descansar su espalda contra la fría pared. Tal vez eso lo refrescaría.
“¡Bloody Hell!” Spike saltó sentándose cuando sintió algo metálico en la parte inferior de su espalda. Mirando el suelo, encontró un mando a distancia y lo cogió. No tuvo mucho tiempo para inspeccionarlo cuando las luces se encendieron y una Buffy somnolienta gimió:
“¿Qué fue eso?” ella obligó a su voz a parecer ronca y somnolienta. Spike parpadeó varias veces ajustando sus ojos a la luz que ahora llenaba la habitación. Antes de que pudiera contestar, Buffy le quitó el mando a distancia de las manos, diciendo en voz alta más que despierta:
“Ahí estaba” dijo colocando el mando a distancia en su mesilla de noche “Lo estaba buscando”
Gradualmente, el sonido de un piano inundó la habitación. Los dos rubios se giraron para ver iluminado el equipo de música.
“Debe de haberse encendido” Explicó Spike mientras una voz femenina suave fluyó con el instrumento:
El tiempo se llevará mi mente,
Y la llevará muy lejos donde pueda volar.
La profundidad de la vida oscurecerá
Mi tentación para vivir por ti.
Los dos rubios se miraron el uno al otro durante un segundo, y luego Buffy saltó para coger el mando a distancia.
“¡No!” gritó Spike.
Ella se detuvo y lo miró. Le encontró con una mirada seria en la cara.
Si fuera a estar solo
El silencio endurecería mis lagrimas
porque se trata del amor y yo se mejor
Como la vida mueve las hojas
“Quiero escucharla” dijo.
Buffy elevó una ceja perfectamente formada.
“¿Tú? ¿Quieres oír esto?” preguntó recelosa, señalando el equipo de música con el mando a distancia en la mano.
“¿Por que no?” preguntó inocentemente.
“¿El señor”quiero”ser”un”tío”malo”como”Billy Idol" quiere oír una canción romántica?” se rió entre dientes.
“Puedo ser romántico. Hay muchas capas en mí, luv” le explicó.
“Ah, toneladas de capas” dijo ella sarcásticamente sacudiendo la cabeza.
“¿Y qué se supone que quiere decir eso?”
“Vamos, Spike. ¡Eres un tío! Solo tienes capas cuando quieres convencer a una chica que eres sensible”. –se burló mientras la canción subía en intensidad de fondo.
Así que pongo mis brazos alrededor de ti,
Alrededor de ti
Y sé que estaré viviendo pronto.
Spike enarcó una ceja, en una clara señal de daño.
“Solamente soy honesta” dijo ella con una sonrisa.
“Vale, puede que tengas razón” admitió finalmente sonriéndose a si mismo.
Mis ojos están en ti,
Están en ti
Y ves que no puedo dejar de temblar
Los dos rubios se congelaron, mirándose fijamente el uno al otro, comprendiendo que tenían una conversación civilizada sin las bromas habituales o sarcasmo. La música siguió sonando de fondo y un escalofrío sacudió la espalda de Buffy. Sacudió la cabeza cuando el momento se hizo demasiado incómodo y miró hacia las sábanas evitando su mirada fija. Lo lamentó, en el momento en que la letra de la canción que sonaba, empezó a describir sus acciones.
No, no retrocederé pero miraré hacia abajo para esconderme de tus ojos
porque lo que siento es tan dulce y temo que aún mi propio aliento
OH, que pueda reventarlo si fuera una burbuja
Y mejor me pongo a soñar si es que tengo que luchar
Torpemente, Buffy se sentó derecha y comenzó a jugar con el mando remoto en sus manos, mientras la frágil voz que venía del equipo de música se elevó hasta las alturas.
Y entonces pongo mis brazos alrededor de ti,
Alrededor de ti
Y espero no equivocarme
Mis ojos están sobre ti,
Están sobre ti
Y espero que no me hieras.
“Entonces…” ella no se atrevió a mirarle. Se congeló cuando se dio cuenta que él se levantaba e iba hacia la cama para sentarse a su lado. Se quedó quieta, aguantando la respiración cuando él cogió un mechón suelto de su pelo y lo puso tras su oreja.
Estoy bailando en la habitación
Como si fuera en el bosque contigo
No necesito nada más que la música.
La música es la razón por la que sé que el tiempo aún existe,
El tiempo aún existe.
El tiempo aún existe.
El tiempo aún existe.
Cuando él se inclinó, algo se rompió en ella. De un salto, salió de la cama en un segundo, su voz era demasiado aguda y entusiasta.
“Vale. Creo que hemos practicado demasiado esta noche”
El adolescente inglés la contempló con una ceja fruncida, hasta que comprendió lo que quería decir.
“Bien deberíamos… deberíamos intentar dormir un poco, mañana hay instituto y todo eso… y…” ella habló rápida y torpemente, mientras buscaba el mando a distancia, que había resbalado de sus manos de alguna manera, y se había perdido entre las sábanas. “¡Ah! ¡Lo encontré!” dijo triunfalmente levantándose y sosteniendo su trofeo.
Y entonces pongo mis brazos alrededor de ti,
Alrededor de ti
Y espero no equivocarme
Mis ojos están sobre ti,
Están sobre ti
Y espero que no me hieras.
El silencio nuevamente reinó en la habitación, cuando ella pulsó el botón. Buffy puso el mando sobre la mesita de noche, y se quedó de pie junto a la cama mirándolo con una sonrisa forzada en la cara. Claramente avergonzado, Spike se puso en pie para ir a su sitio en el suelo otra vez.
“Bien…Buenas noches” dijo ella mientras se metía sigilosamente bajo las sábanas, pero no tuvo ninguna respuesta.
Sintió como su corazón latía como un coche de carreras, pero ignorándolo, cerró los ojos obligándose a dormirse.
Las horas pasaron con rapidez y pronto fueron las siete y el despertador sonó. Las manos de Buffy lo alcanzaron, apagándolo. Bostezó audiblemente, fingiendo haber dormido toda la noche, moviéndose hasta el filo de la cama. Allí estaba él, tirado en el suelo, hecho un ovillo en la manta intentando taparse todo lo posible.
“Spike…” le llamó suavemente, pero no obtuvo ninguna respuesta. “Spike…” susurró otra vez, acercándose a él y empujándolo un poco.
“¿Qué…?” oyó como él susurraba algo dándole la espalda.
“Spike…despierta… Mi madre estará aquí un minuto” dijo saltando de la cama, sentándose en el suelo a su lado.
Sus manos le agarraron del brazo, tirando de él para girarle mientras le hablaba. Finalmente él lo hizo, pero todavía estaba dormido. Ella miró cuando él recostó su cara contra sus muslos. Parecía tan tranquilo ahora… no tan desagradable.
Instintivamente, ella le tocó los afilados pómulos con los dedos, dejando que su pulgar acariciara la piel extraordinariamente suave allí. Aguantó la respiración cuando él se pegó contra ella, sus labios que se fruncían ligeramente en una sonrisa perezosa. Oyó que el susurraba algo en su aturdimiento y se inclinó para oír su susurro en un babeante tono:
“Dru…”
Sus ojos se abrieron como platos, mientras sentía que su estómago se encogía de asco. De un salto se levantó, y le sacudió bruscamente.
“¡Despierta!”
“¿Pero…qué?” El inglés parpadeó varias veces, tratando de averiguar dÓnde estaba. Un profundo surco curvó sus cejas mientras enfocaba la mirada en la rubia menuda que andaba furiosamente por la habitación. “Oh, Dios. No fue una pesadilla” se quejó con voz ronca.
“Levántate y métete bajo la cama y no salgas hasta que yo te diga” dijo sencillamente mientras abría la puerta de la habitación y salía del cuarto, dejando a un estupefacto y somnoliento adolescente detrás.
En el momento en que la puerta principal se cerró, y estuvo segura que su madre estaba fuera de la casa, Buffy corrió hacia arriba. Se paró de golpe cuando llegó al dormitorio. Respirando profundamente dos veces, giró el pomo y entró en la habitación.
“¿Spike…?” Preguntó cuando no vio al joven blanqueado por ninguna parte “¿Spike?”
Se agachó para mirar debajo de la cama.
Nada.
“¿Spike?”
“¡Buu!” dos fuertes manos la atraparon por la cintura, mientras una voz muy fuerte llenó toda la habitación.
“¡Ahh!” Gritó a pleno pulmón, girándose de repente, su rodilla derecha que golpeaba con éxito su objetivo.
El turno de aullar fue de Spike, por el lacerante dolor. Los dedos de Buffy fueron directamente a su boca, sus ojos se ensancharon al ver al adolescente gritar en el suelo, con las manos sepultadas entre sus piernas.
“Lo…Lo siento” tartamudeó ella congelada en el sitio, con las cejas fruncidas.
“¡Bloody hell, tía!” gritó todavía desde el suelo, su cara un cuadro de agonía.
“Yo…yo…” tartamudeó arrodillándose junto a él.
Inmediatamente, él dio un salto hacia atrás, mirándola con miedo.
“¡Mantente alejada de ellos!” le ordenó entre aullidos.
“Bien…” dijo indignada, levantándose. “No deberías haberme cogido así”
“Era una broma” protestó mientras intentaba ponerse en pie, fallando. “Creo que me quedaré aquí en el suelo… un rato” dijo sentándose e inclinándose sobre la mesa.
“Tu mismo. Voy a tomar una ducha” contestó saliendo con paso majestuoso del cuarto.
Spike esperó pacientemente en el suelo, cuidando todavía sus partes doloridas, cuando oyó chirriar la puerta. Se dio la vuelta para ver asomar la empapada cabeza de Buffy.
“Date la vuelta” le ordenó.
“¿¡Qué!? Apenas puedo moverme, luv, ¿y quieres que me gire?” preguntó ladeando una ceja.
“Bueno… entonces… Cierra los ojos” insistió ella.
“No es la primera vez que veo a una chica envuelta en una toalla, ¿Sabes?” dijo sarcásticamente, con una molesta sonrisa engreída.
“¿Quieres que te patee otra vez?” preguntó inocentemente con una sonrisa falsa de lo más dulce.
Una chispa de miedo brilló en los ojos del joven blanqueado antes de que los cerrara. Oyó unos pasos mojados entrando por la habitación y un olor de vanilla le golpeó. Por instinto, inspiró profundamente, y el aroma lo rodeó. Estaba a punto de intentar abrir los ojos cuando oyó:
“Si abres los ojos, te juro que dejarás esta habitación con un tono de voz más alto que diez Michael Jackson juntos” le amenazó.
Tragando con dificultad, mantuvo los ojos bien cerrados, esperando pacientemente su señal. Escuchó con cuidado el arrastre de sus pies, el sonido de la puerta del armario abrirse y cerrarse y luego el silencio.
“¿Buffy?” preguntó con el ceño fruncido.
“Mantén los ojos cerrados” le ordenó.
“¡Están cerrados!” contestó encogiéndose de hombros.
El oyó como volvía a moverse y luego sintió como unas pesadas mantas caían sobre él.
“¡Oye!” protestó.
“¡Ni pío!”
Los minutos pasaron lentamente y nada.
“¿Estás lista ya?” preguntó finalmente.
“No”
“Todavía no has elegido la ropa, ¿verdad?” preguntó con una nota de exasperación en su voz. Hubo una pausa “¿Buffy?”
“No. No lo he hecho” dijo finalmente con un suspiro, y el adolescente bajo las mantas gimió.
“¿Puedes darte prisa, tía?”
“¡Deja de llamarme así!” reventó.
“¿Qué? ¿Tía?”
“¡Si! ¡Tengo un nombre, y es Buffy!”
“Lo que tú digas, pet”
“Grrr…” la oyó gruñir.
Pasaron otros diez minutos y Spike reanudó la conversación.
“Entonces… ¿Qué pasa con tu madre?”
Silencio.
“¿Buffy?”
“No quiero hablar de eso” gruñó
“¿Su primera cita después de tu papi?” sin recibir respuesta continuó. “Está bien sentirse un poco raro por ello”
Un furioso pataleo rompió el silencio.
“Fue muy extraño para mi cuando mi padre empezó a salir por primera vez.
La calma volvió y Spike estuvo a punto de continuar cuando Buffy masculló:
“¿Tus padres están divorciados?”
“Mi madre murió cuando yo era un niño”
“OH…”
Un silencio incómodo volvió, pero pronto fue interrumpido por el británico, aun escondido debajo de las mantas.
“Es normal, ¿sabes? Para tu madre querer seguir adelante con su vida”
“Lo sé” confesó Buffy de mala gana.
“Te acostumbrarás a la idea. Quién sabe, a lo mejor te gusta ese tipo.
“¡Nunca!” fue la respuesta inmediata de la pequeña rubia.
Spike no pudo menos que sonreír entre dientes.
“¡No es divertido!” protestó con un puchero.
“¿Vas a…?” –tos” “¿Vas a..?” tos “¿puedo salir de esta cosa? Respirar se está convirtiendo en un problema”
La respuesta llegó cuando quitó las mantas de encima de él. Parpadeó para que sus ojos se adaptaran a la luz, después de unos segundos, sus ojos se enfocaron en la pequeña chica rubia que estaba de pie ante él. Llevaba puestos unos pantalones vaqueros cortos y un suéter azul claro de cuello de cisne.
“¿Todo ese tiempo para esto?” Se levantó frunciendo el ceño.
“¿Es que está mal?” protestó abriendo la puerta del armario para mirarse en el espejo.
“¡Que va! ¡Está bien!” inmediatamente se puso entre ella y el espejo. “¡Vamos!” le dijo mientras la arrastraba fuera de la habitación cogiéndola del brazo.
La primera cosa que el inglés blanqueado hizo cuando salió de la casa, fue encender un cigarrillo, ganándose con ello una mirada de la pequeña rubia que caminaba a su lado.
“¡No me mires así!” le advirtió mientras el humo salía de su boca.
“Es repugnante” replicó haciendo una mueca “¡Hoy no te beso!”
“¡Ajá! ¡Sabía que te ibas a acojonar! Tengo que decirte – buena excusa, luv”
“No es una excusa. Es solo que no quiero tener mal sabor en mi boca” explicó mirándose los pies.
“¿Cómo sabes que sabe mal?” preguntó con una sonrisa engreída mirándola.
“Huele mal. Sabe mal. Es mi lema” contestó apretando los labios.
“No lo sabrás hasta que lo pruebes” dijo pasando la lengua provocativamente por sus labios.
“Ya lo hice, ¿recuerdas?” su cara se contrajo mostrando su asco.
“Y si te digo que compraré chicles de menta antes del almuerzo ¿estarás feliz?” sugirió mientras seguían caminando por la calle.
“¿Y si posponemos la escena de besos para mañana y no fumas hasta entonces?” ella alzó la mirada hacia él con la esperanza pintada en sus ojos.
“Buen intento, pet, es hoy o nunca”
“Hum… ¿nunca?” rápidamente se decidió dándole una falsa sonrisa.
“Vamos, luv. Ya hemos hablado de ello”
“Bien, bien, no es necesario que gimotees. Lo haré” se quejó.
“¡Esa es mi chica!”
“No soy tu chica, William”
“No me llames William” su voz sonó muy seria.
“No me llames luv, pet o tía”
“Trato hecho” aceptó él.
Siguieron caminando en silencio un par de minutos más, cuando Buffy suspiró y se quejó.
“¿Por qué no trajiste tu moto?”
“Está en la tienda” contestó.
“Odio caminar” siguió protestando hasta que el instituto finalmente apareció.
“Tengo que decir que estoy de acuerdo con eso, pet”
“Gracias…William” dijo con una falsa sonrisa mientras él la miraba con el ceño fruncido.
Subieron los escalones hacia la puerta principal del edificio, repleto de adolescentes y entraron en el vestíbulo. Alcanzaron la clase 209 y los dos adolescentes se detuvieron.
“Es la mía” dijo jugueteando con la portada de su libro de historia. Spike asintió torpemente con la cabeza, metiéndose las manos en los bolsillos traseros de sus vaqueros. La mirada de Buffy fue de las paredes al pasillo, explorándolo todo, tratando de evitar mirar al adolescente desteñido ante ella. Se congeló al ver como Ángel y Dru caminaban hacia ellos, con los fuertes brazos del quarterback rodeando los hombros de la adolescente vestida de negro. Spike siguió sus ojos y tragó con dificultad cuando la pareja se acercó a ellos.
“Bien…adiós” dijo ella rápidamente girándose para entrar en la clase, cuando sintió como tiraba de su brazo izquierdo. Antes que pudiera darse cuenta, los brazos de Spike estaban alrededor de ella, su pecho pegado al suyo y sus labios estaban sobre los suyos en un beso exigente. Ella se congeló cuando sus manos resbalaron bajo su suéter acariciándole la espalda, una fracción de segundo antes de que él se apartara.
“A que no supo tan mal, ¿verdad, luv?” susurró en su oído antes de marcharse.
Buffy estaba ida, completamente estupefacta, contemplando al adolescente irse caminando entre Ángel y Dru.
“Dru. Ángel” Oyó como los saludaba antes que la voz chillona de la Sra. Finch entrara por la neblina en la que estaba sumergida.
“Señorita Summers, ¿planea usted unirse a nosotros pronto?”
Buffy bostezó sonoramente mientras salía del aula seguida de Willow y Oz.
“Buffy, sabía que no te gustaba el español, pero no tenía ni idea que te aburriera tanto” dijo la pelirroja mientras caminaban pasillo abajo.
“No he dormido mucho esta noche. Eso es todo” explicó Buffy en voz baja.
“Cavilando sobre que tu madre tenga una cita, ¿eh?” Willow miró a su mejor amiga con comprensión.
“Estoy adaptándome” farfulló.
“Hola chicos” oyeron la voz gritona de Xander mientras se acercaba.
“No tienes por qué gritar, Xander” refunfuñó Cordelia mientras todos caminaban hacia la cafetería, de repente, Buffy se detuvo.
“¿Qué estás tramando, Buffster?” preguntó Xander.
“Yo… yo creo que no tengo hambre” tartamudeó con torpeza.
“No me digas que estás haciendo una de esas estúpidas dietas ‘no como nada y cogeré una anemia’” preguntó el muchacho.
“No, id vosotros solos, yo…yo me reuniré con vosotros más tarde”
“Buffy, deberías…”
Antes de que Willow pudiera decir algo más, Buffy se había dado la vuelta y caminaba pasillo abajo. Willow y Xander cambiaron una preocupada mirada.
“¿Qué pasa con Buffster?”
“Es su madre” dijo Willow mientras entraban en la cafetería. “Ella… ¡Spike!”
La pelirroja saltó cuando el adolescente desteñido apareció de ninguna parte junto a ella.
“Hola Red, ¿Dónde está Buffy?”
“No se sentía bien. No tenía…” No fue capaz de terminar la frase, cuando el inglés se dio la vuelta y se marchó. Willow hizo una mueca al instante. “¿Por qué todo el mundo huye de mí?”
“Yo no” le dijo Oz deslizando el brazo alrededor de su novia.
Buffy caminaba por el pasillo, dirigiéndose al campo de fútbol cuando alguien cogió su brazo y la arrastró a un aula vacía.
“Spike” Se sobresaltó al verle y le preguntó nerviosamente “¿Qué haces aquí?”
“No te quitarás el anzuelo tan fácilmente” dijo inclinando la cabeza, apoyándose contra la puerta, bloqueando su salida.
“¿Qué…qué quieres decir?” tartamudeó.
“Buffy…”
“Bien…ya nos besamos, así que… no hay necesidad de hacerlo delante de todos los alumnos ya más” soltó.
Él permaneció en silencio, mirándola reprobadoramente, mientras ella trataba de excusarse así misma.
“Yo…yo quiero decir, que hemos alcanzado nuestro objetivo, ¿verdad? Nos besamos, la gente sabe que nos besamos. Hemos sido recibidos oficialmente como una pareja que se besa. Objetivo alcanzado. Ya no hará falta besarse más. Fin de la conversación sobre los besos” Ella terminó su incoherente cháchara y esperó su reacción.
Sin una palabra, él fue hacia ella y por instinto retrocedió, hasta que la parte de posterior de sus piernas chocaran con el borde del escritorio y fue capaz de cerrar la distancia entre ellos. Se alzó sobre ella, preguntándole quedamente con una cínica sonrisa en los labios:
“¿Por qué el pensar en besarme te pone tan nerviosa?”
Se congeló una fracción de segundo, saltando y escabulléndose torpemente de él poniendo la mesa entre ellos.
“¿Nerviosa? No estoy nerviosa” trató de parecer tan segura de sí misma cuánto le fue posible, pero fallando cuando gritó.
“Vamos, admítelo” dijo él con sencillez inclinándose en el escritorio. Buffy retrocedió inmediatamente.
“¿Admitir qué?”
“Que te pones cachonda cuando estoy cerca. Naturalmente”
“¡Ja! ¡Eres tan gracioso!” ella soltó una risita, pero el nerviosismo estaba todavía claro en su voz.
Spike continuaba en su sitio, sonriéndole cínicamente.
“¡Para de hacer eso!” protestó
“¿Parar de hacer qué?”
“De sonreír de esa manera. Es desconcertante”
“¡Oh! ¡Una gran palabra!” se burló ensanchando sus ojos mientras ella estrechaba los suyos.
Ella se puso recta, cruzando los brazos sobre su pecho.
“¿Qué quieres?” refunfuñó.
“¿Por qué te da miedo besarme?” por fin le preguntó serio.
“No me da miedo, solo asco” contestó ella.
“Venga ya, Buffy…” el suspiró audiblemente, dejándose caer sobre un escritorio cercano.
“Ah, vale, hagámoslo” dijo cruzando la habitación y sentándose frente a él, con los ojos cerrados y los labios apretados.
Esperó y nada. Finalmente, abrió el ojo izquierdo, encontrándose a Spike sacudiendo la cabeza.
“¿Qué?” preguntó encogiéndose de hombros.
“Tú…” la señaló primero a ella y luego volvió su dedo hacia él “Bésame”
Capítulo 15
Buffy abrió los ojos como platos ante su corta declaración
“¿Queeee?” exclamó con las piernas colgando del escritorio.
“Ya me oíste Summers” le sonrió de forma engreída, alzando la ceja herida en su frente.
Ella estuvo a punto de protestar, abriendo y cerrando la boca varias veces, frunciendo el ceño, pero comprendió que no serviría de nada.
“Bien. Terminemos con esto” exhaló con fuerza saltando de la mesa y cerró la distancia entre ellos.
“Es tan agradable sentirse deseado” dijo él sarcásticamente lo que le ganó una sonrisa forzada de la adolescente rubia que estaba ante él.
Un momento de silencio pasó entre ellos, Buffy respiró profundamente, cerrando los ojos, haciendo una pausa antes de abrirlos otra vez. Despacio se inclinó hacia el adolescente desteñido, que todavía permanecía sentado sobre un pupitre cuando de repente ella se apartó.
“¿¡Qué!?” gritó el adolescente desteñido, con el ceño fruncido mientras la veía caminar en círculos.
“Todavía no he conseguido vencer el factor asco” masculló parándose para afrontarle.
El simplemente la miró, con una expresión de enojo plasmada en su cara.
“Tómate tu tiempo, Betty” gruñó enfatizando la última palabra.
En un pis pas, estaba de pie ante él, con las mejillas ardiendo y la ira dentelleando en sus ojos verdes.
“¡Es Buffy! ¿Cuántas veces tengo que decírtelo? ¡Buffy, Buffy, Buffy!” casi rugió “Dios, sabes, no sé porque hago esto” agitó las manos en el aire mientras comenzaba a pasear “No creo que ver a Ángel arrastrarse a mis pies valga todo este esfuerzo. Eres tan…tan…” luchó por encontrar la palabra adecuada.
“¿Sexy?” le ofreció con una sonrisa.
“Grrrrrr…” le gruñó en la cara “Te odio” dijo entre dientes.
“Ídem” contestó Spike con una sonrisa fingida.
Una vez más, ella suspiró audiblemente luchando frenéticamente con su pelo, apartándolo de su cara y poniéndolo tras la oreja. Sacudió los brazos a los lados, como preparándose para una carrera. Spike simplemente sonrió.
Cerrando los ojos otra vez, e inspirando profundamente, trató de calmarse. Después de unos momentos de silencio, se sentía capaz de hacerlo. Abrió los párpados con fuerza y miró hacia abajo durante unos segundos, pasándose la lengua sobre los labios, humedeciéndolos, y se inclinó. Podía sentir como su corazón golpeaba violentamente contra su pecho, sus rodillas que amenazaban con doblarse, sus manos que estaban empapadas de sudor, mientras inclinaba la cabeza a un lado y cerraba los ojos. Sus labios apenas tocaban su labio inferior en un primer contacto inocente. Ella se apartó un poco, para respirar, antes de volver a su tarea. Esta vez, separó sus labios, tomando el inferior entre los suyos tirando de él e intensificando el beso.
El permaneció congelado, con los brazos a los lados apoyando su peso parcialmente en el escritorio mientras ella lo besaba. Soltó un profundo gemido cuando ella chupó su labio inferior con su boca, como queriendo devorarlo; por instinto, la abrazó tirando bruscamente hacia él hasta que ella estuvo entre sus piernas. Sus brazos aplastados contra su pecho. Su mano izquierda despacio fue hasta la parte posterior de su cuello, inclinando su cara para profundizar el beso.
El corazón de Buffy dejó de latir por un segundo, cuando sintió como la lengua de Spike se deslizaban sobre su boca, como si pidieran permiso para entrar. Se le escapó un gemido cuando lucharon por el control y el beso se intensificó.
Se agarraban de la ropa el uno a otro, mientras las manos y los dientes entraban en juego. Los dedos de Buffy entrelazaron el cuello de su camisa acercándolo más a ella e inclinándose sobre él. Los gemidos ligeros de ambos llenaban de vez en cuando el aula vacía. Finalmente, cuando la carencia de oxígeno comenzó a ser un problema, Spike se obligó a separarse de ella. Él miró sus ojos entornados y confusos, con la frente apoyada sobre la suya, tratando de hablar coherentemente:
“¿Crees que…has conseguido… superar las ganas de vomitar?” Logró preguntarle entre jadeos ahogados mirándola fijamente a los ojos y los labios hinchados alternativamente.
“No estoy segura…” inspiró profundamente cerrando los párpados, tratando de controlar su respiración antes de decir: “Mejor asegurarse”
“Más vale prevenir que curar”
Buffy asintió con la cabeza, mientras él enterraba la mano por detrás de su cabeza, para atraerla hacia él para otro beso. Ella solo tuvo tiempo para tomar un poco de aire antes de que él una vez más aplastara sus labios contra los suyos, su lengua que resbalaba dentro de su boca con urgencia voraz. Sus manos se deslizaron hacia abajo por sus muslos, enganchándose bajo ellos levantándola; mientras sus piernas por instinto se enroscaban en su cintura.
Buffy estaba tan perdida, que no notó como la llevaba por el aula y la ponía sobre una superficie dura. Abrió los ojos un poco para echar un rápido vistazo y se dio cuenta que estaba sobre la mesa del profesor, con Spike recostado entre sus piernas. Soltó un profundo gemido cuando él le mordisqueó el cuello, hasta llegar a un punto sensible bajo el lóbulo de su oreja.
Spike respiró profundamente y sepultó la nariz en el suéter de cuello de cisne durante un segundo mientras su olor lo rodeaba. El sonido de sus jadeos se filtró por su espina dorsal, así que apretó más sus caderas contra ella mientras su lengua recorría la piel suave de su cuello.
De repente un fuerte sonido los sacó de la neblina en que estaban.
“¿Qué…?” trató de preguntar Buffy, pero parecía imposible.
“Dios…” oyó que Spike gemía mientras sus labios se deslizaban por su barbilla hacia su boca una vez más.
“Sp….” No fue capaz de terminar la palabra cuando Spike la besó otra vez. “Spike…” jadeó cuando tuvo una oportunidad. “El…” beso “Hum…” beso “El…ah…” Ella se rindió y se inclinó para profundizar el beso.
Otra vez sus gemidos y gritos ahogados llenaron la clase, y ambos se perdieron de nuevo en la neblina cegadora, cuando de repente unas voces fuertes rompieron la calma. El ruido continuó unos momentos antes de que se parara bruscamente. Buffy abrió los ojos una fracción de segundo y los abrió como platos cuando vio la puerta del aula abierta de par en par y una multitud de adolescentes estupefactos estaban mirándolos. Le llevó una eternidad reconocerlos, pero al final lo hizo. El pequeño y embobado muchacho era Jonathan cuya mano descansaba todavía en el picaporte, el de al lado era Andrew. Y la chica, quien todavía estaba demasiado impresionada para cerrar la boca era Harmony ¿Y la figura vestida totalmente de negro tras ella? ¡Quién podía ser sino Dru!
Buffy se congeló, abriendo muchos los ojos, mirando a la mini muchedumbre de detrás de la puerta. Estaba todavía demasiado atónita para enterarse que cierto adolescente desteñido todavía le mordisqueaba la oreja.
“¡Spike!” le llamó tirando de su duster.
No hubo ninguna respuesta, aparte de un profundo gemido.
“¿Por qué estáis ahí parados como una pandilla de idiotas?” La voz de Ángel se cernió en el grupo caminando entre la gente. “Dru, cariño, ¿Qué pasa…?” se detuvo a mitad de la frase, cuando vio el mismo espectáculo que los demás.
“¡¡¡Spike!!!” gritó Buffy apartándolo con tanta fuerza que el inglés tropezó y no cayó al suelo gracias a una mesa tras él.
“¿Qué?” preguntó con voz ronca.
No necesitó que Buffy respondiera a la pregunta, cuando él se giró para ver al grupo de adolescentes en la puerta.
“Ah…” logró decir mientras su mirada iba de la gente a la rubia sonrojada que todavía estaba sentada sobre el escritorio.
“Yo…nosotros…yo…” Buffy luchó con las palabras tratando de encontrar una explicación a lo que pasaba “Yo…” trató una vez más, pero fracasó.
Su corazón se aceleró cuando se vio observada por todos. Se sintió expuesta, sucia. Dios, sintió…que tenía que salir de allí. De un salto, brincó de la mesa, corriendo hacia la puerta, empujando en su camino a los adolescentes, intentando con fuerza pasar de las miradas en las caras de todo el mundo.
Spike se quedó, siendo ahora el centro de atención. En completo silencio, se irguió, empujó las manos dentro de los bolsillos y cuando empezaba a salir del aula una fuerte mano le agarró el brazo. Se giró para ver a un furioso quarterback mirarlo fijamente. Ángel estaba a punto de decir algo cuando Dru se inclinó hacia él y le susurró algo al oído. El adolescente moreno permaneció quieto unos segundos, pensando probablemente qué hacer.
“¿Tienes algo que decir, mate?” preguntó Spike entre dientes. Sin una palabra, Ángel liberó su brazo y el inglés blanqueado se alejó mientras el pequeño grupo empezaba a dispersarse.
“¡Buffy!” gritó al verla correr pasillo abajo.
Su respuesta fue aumentar la velocidad, abriendo la puerta principal y saliendo del edificio.
¡Buffy, detente, Buffy!” gritó saliendo tras ella.
Ella no respondió, continuando caminando calle abajo.
“¡Buffy! ¡Necesitamos….hablar!”
Comenzó a toser y cuando casi la alcanzaba, ella se paró de repente y le afrontó con una mirada asesina en la cara.
“¡¿Qué?!” gritó mientras miraba al adolescente desteñido inclinarse y apoyar sus manos sobre sus rodillas mientras jadeaba y jadeaba violentamente.
“Yo…” tos “¿Por qué corres?”
“¿Por qué?” gritó ella “¿Viste sus caras? ¿Las vistes?”
“¡Si! ¡Ha sido un puntazo!” dijo entre gritos ahogados, mientras se incorporaba, con su mano descansando sobre su estómago.
“¿Un puntazo?” prácticamente berreó.
“Si. Les ha hecho creer que estamos juntos”
“Y que soy una especie de putilla pervertida que le gusta hacerlo en la mesa del profesor” gritó.
“Venga ya. Ellos no van a pensar…”
“¡Por supuesto que lo harán!” aulló “¡Todos estaban allí! ¡Y el instituto entero debe ya saberlo!”
“Estás exagerando, luv. Solo había media docena de chicos allí”
“¿Media docena? ¿Viste quien había allí? Todos los grupos del estúpido instituto tenían un representante allí. Los pardillos, los pijos, las animadoras de cerebro de pompa de chicle, los atletas… Dios, hasta Dru debía representar a los freakys marginados vestidos de negro. Pero eso era lo que tú querías, ¿verdad?”
“¿Qué?” preguntó él aturdido mientras la adolescente rubia continuaba gritando a pleno pulmón.
“Probablemente lo planeaste todo el asunto, ¡Dios! ¿Cómo pude ser tan estúpida?” jadeó llevándose la mano a la frente. “¡Lo planeaste todo! ¡Dios! ¡Como te odio! Yo…”
“Bien” decidió Spike tomar cartas en el asunto. “En primer lugar, ¿dejarás de gritar durante un bloody minuto, tía? Creo que acabas de perforarme el tímpano” contestó tocándose el oído con el dedo mientras se encogía. “Y segundo, ¿Cómo podría planear todo esto? Yo no sabía que no ibas a comer en la cafetería” le indicó, pero estaba tan enfurecida que no podía ver con claridad.
“Sé que lo hiciste. Solo admítelo y no tendré que matarte, solo te causaré el suficiente daño físico que te dejará paralizado del cuello para abajo” le amenazó con llamaradas en los ojos.
“Buffy, escúchate a ti misma. Nunca podría hacerte eso. Incluso si fuera un completo gilipollas, no sería capaz de hacerlo” trató de explicarle, pero ella se giró y comenzó a alejarse. “Buffy…” Suspiró caminando tras ella, pero Buffy se paró otra vez.
“No vuelvas a acercarte a mi, nunca más” silbó con los dientes apretados y se alejó.
Buffy entró en su casa y sin decir una palabra subió las escaleras entrando en su dormitorio. Cerrando la puerta tras ella con un portazo, se arrojó a la cama. Un momento después oyó como llamaban a la puerta.
“¿Cariño…?” la suave voz de la señora Summers llenó la habitación al entrar en ella. “¿Estás bien? ¿Qué haces tan pronto en casa?” preguntó acercándose a la cama, dándose cuenta que su hija lloraba. “Oh, cariño ¿Qué ha pasado? Buffy…”
“Todo está bien, mamá. No me sentía bien y me vine a casa” contestó Buffy rápidamente sentándose derecha y limpiándose las lágrimas de su sonrojada cara.
La señora Summers la miró con el ceño fruncido.
“Es verdad, estoy bien. Solo tengo un terrible dolor de cabeza” mintió Buffy de forma más que convincente.
“Sabía que estabas incubando algo” la mujer mayor exhaló fuertemente descansando su mano en la frente de su hija “Estás un poco caliente”
“Estoy bien, mamá. Estoy bien” insistió la adolescente apartándose unos mechones de pelo de la cara con las manos y llevándolos tras las orejas, mientras se echaba en la cama.
“¿Estás segura? No quiero que cojas nada” Buffy asintió con la cabeza sonriendo levemente y la señora Summers se levantó y se dirigió hacia la puerta.
“Bien, te traeré una aspirinas y unas vitaminas, solo por asegurarme. ¿Quieres un poco de chocolate caliente?” le ofreció desde el umbral de la puerta.
“Sería genial, mamá”
En el momento que la puerta se cerró, Buffy dejó caer de golpe la cabeza sobre el cabecero, soltando un audible suspiro. Se llevó los dedos a la cara mientras recordaba lo que había pasado hacía apenas media hora.
‘¡Dios! ¿Cómo pude ser tan estúpida? ¡Estúpida! ¡Estúpida! ¡Estúpida! Ahora todo el mundo en el instituto pensará que soy una zorra que se lo hace sobre la mesa del profesor’ soltó un profundo gemido, cerrando los ojos y tratando de borrar ese pensamiento de su mente. ‘¡Estúpida, estúpida, estúpida!’ siguió insultándose en su mente.
“¡Todo esto es culpa *suya!*” dijo finalmente con los dientes apretados “¡Dios, cuannnto lo odio! ¡Voy a matar a ese idiota desteñido! Matar, matar, matar…” continuó con la cólera invadiéndola “Tú me besarás” dijo con tono burlón “Ya te daré yo a ti ‘tú me besarás’ Grrr…”
Se arrebujó en la cama, poniéndose en posición fetal, mirando fijamente por la ventana. De pronto, sintió la puerta abrirse y unos ligeros pasos entrar.
“Gracias mamá” comenzó a decir mientras se giraba “No sé… ¡Spike!” gritó al ver al adolescente desteñido apoyarse en su cama sosteniendo una bandeja “¡Fuera!” inmediatamente le gritó.
“Ya, luv. Yo no quería…”
“No quiero escucharte. ¡Deja la bandeja y vete!” ella elevó el tono de su voz ligeramente.
Él obedeció la primera parte, poniendo la bandeja sobre la mesita de noche, pero no hizo caso de la segunda.
“¿Eres duro de oído?”
“No voy a irme hasta que me digas por qué te portas así” contestó en voz tan baja que hizo que sus nervios se enervaran.
“Porque…yo… Dios” luchó por encontrar una explicación y finalmente siseó “porque el instituto entero cree que soy una puta, y todo es culpa tuya”
“¿Culpa mía? ¿Cómo que es culpa mía?” preguntó a la defensiva.
“Fuiste tú quien lo provocaste. Tú y tú ‘tú me besarás’”
La última frase la dijo con un agudo tono semi-aullido.
“Nadie te obligó a hacer nada, luv. En realidad, por lo que puedo recordar parecías más que dispuesta” contestó en tono burlón, pero la semi sonrisa en su cara desapareció cuando vio la rabia llamear en sus verdes ojos. “Mira, ellos nos vieron morreándonos, no es como si el mundo fuera a acabarse”
“No lo coges, ¿verdad? La gente va a…”
“¿Va a qué?” la interrumpió “¡No hacíamos nada malo!” él suspiró audiblemente.
Buffy permaneció quieta, tratando de encontrar una razón para su rabia, pero no podía encontrar ninguna. El tenía razón; no habían hecho nada malo. Habían rozado el limite, pero ¿y qué? Eran adolescentes, se suponía que hacían tonterías.
“Luv, cálmate y…”
“No me llames así” le advirtió.
“Lo siento” se disculpó con sinceridad.
Intercambiaron una mirada de tregua y el silencio se filtró entre ellos. Al final dijo Buffy:
“¿Viste la cara de Ángel?” dijo con una media sonrisa.
“Si. El marica parecía que estaba a punto de sufrir un ataque” contestó Spike sonriendo también, mientras la sonrisa de Buffy crecía.
“No sabía que una persona podía ponerse verde” ella se rió entre dientes comenzando a relajarse.
“¿Viste a Dru? Tío, parecía que iba a reventar de envidia” él se rió fuerte.
Algo en el modo en que él lo dijo, tal vez el brillo de sus ojos cuando dijo su nombre, hizo el tema menos gracioso para ella. Pero no hizo caso del nudo en el estómago y continuó en voz baja:
“Supongo que el plan funciona, ¿no?”
La sonrisa de Spike pareció atenuarse con la pregunta.
“Supongo”
“Quién hubiera pensado que se lo tragarían”
“Si…” suspiró Spike cuando la tensión creció entre ellos.
“Bien…Supongo que en poco tiempo recuperarás a Dru”
“Si” hizo una pausa durante un segundo y tragó con fuerza, forzando a las palabras a salir “Y tú tendrás a Ángel”
“Mi propio esclavo personal” dijo con tono burlón y una sonrisa. “¡Qué empiece la fiesta!”
Spike simplemente sonrió, metiendo las manos en sus bolsillos. Después de unos momentos de silencio, se decidió a hablar.
“Oye… ¿Summers?”
Buffy le miró mientras su mirada viajaba del suelo hasta encontrarse con sus ojos.
“¿Todavía estás…?” hizo una pausa esperando que contestara, pero estaba claro que ella no entendía la incompleta pregunta. “¿Todavía estás… enamorada de él?”
Buffy frunció un poco el ceño e inclinó la cabeza, pero no contestó.
“Yo… lo siento. No debí preguntarte eso. Me iré” habló rápida y torpemente mientras se dirigía a la puerta. “Tu madre va a preocuparse de que tengas tanto tiempo a un chico en tu habitación y…”
“Ella cree que eres gay, Spike” dijo con una diabólica sonrisa.
“No me lo recuerdes” gruñó girando el pomo y se disponía a marcharse, cuando Buffy dijo:
“Eh… ¿Spike?”
“¿Si, luv?”
“Los chicos y yo vamos a ir el viernes al Bronze. ¿Quieres venir?”
Hubo un poco de inseguridad en el tono de su voz y cuando Spike no contestó se apresuró a añadir:
“Solo para hacer ‘que la cara de Ángel y Dru se pongan verdes’, por supuesto” el permaneció en silencio. “Dru probablemente estará allí… sería divertido ver si ella estalla esta vez” continuó con una débil sonrisa. “O tal vez no. Es tu…”
“Allí estaré, Summers” la interrumpió con voz baja y tranquila.
“Ah” ella respiró “Bien” dijo metiendo las manos en los bolsillos traseros de sus vaqueros mientras sus pies jugaban con el borde de la alfombra.
“Te veré mañana, Betty”
“Te veré mañana, William”
Miró cuando el desteñido desapareció tras la puerta y contuvo el aliento. Un tono agudo la sacó de sus pensamientos.
“¿Hola?” preguntó al coger el teléfono.
“¿Buffy?”“¡Hola, Willow!”
“¿Estás bien?” preguntó una pelirroja tremendamente ansiosa y nerviosa al otro lado de la línea. “Quiero decir que la gente dice que tú y Spike estabais haciendo algo repugnante en la mesa del Sr. Gulliver. ¿Es verdad? ¿Qué pasó? ¿Estás bien? ¿De verdad Spike te hizo algo…?”
“Willow, Willow. Despacio. Respira. Eso es, Inhala…expira…inhala…expira” la entrenó Buffy “Y no. No hice nada *repugnante* con Spike. Solo estábamos… ya sabes…”
“No. No lo sé. Por eso te llamo. Ah, y a propósito. Xander tuvo un ataque al corazón cuando Harmony le dijo que entró y tú y un completamente desnudo Spike…”
“¿Qué? Dios, voy a matar a esa descerebrada peliteñida” gruñó Buffy entre dientes. “No hice nada. Solo nos besamos, Willow. Eso fue todo”
“¿Estás…estás segura?” vaciló Willow.
“Estoy bastante segura. Es decir, yo *estaba* allí, ¿sabes?” contestó Buffy sarcásticamente.
“Lo…lo siento. No quise decir…”
“Está bien, Wills. No es necesario que sigas tartamudeando.
“Así que… ¿entonces estás bien?” Estaba preocupada por ti. Te fuiste del instituto y no dijiste nada. Pensé…”
“No ha pasado nada malo. Lo prometo. ¡Solo estaba…un poco avergonzada. Y realmente no podía quedarme para soportar todas esas preguntas tipo Gestapo de esos embobados”
“Lo entiendo. ¿Vendrás a clase mañana?”
“Si. No te preocupes, ¿vale?”
“Ok. Adios”
“Adios, Willow”
Capítulo 16
Buffy estaba tumbada en su cama con los ojos cerrados, perdida en algún sitio entre el conocimiento nebuloso y el sueño profundo. Se dio la vuelta y se cubrió el pecho con la manta, cuando un suave ruido se abrió camino a través de la niebla somnolienta que rodeaba su mente. Trató de abrir los ojos, pero sus párpados parecían soportar el peso del mundo, así que los dejó cerrados, pero cuando sintió un movimiento en el colchón los abrió con rapidez. Su vista estaba brumosa, así que le constó un rato concentrarse en la figura próxima que se subía a la cama y se arrastraba sobre su cuerpo como un gato. No necesitó verlo para saber quién era él; el claro olor a alcohol y cigarrillos que la rodeaba era prueba bastante. Contuvo el aliento cuando él avanzó lentamente cubriéndola con su cuerpo congelado, su peso que descansaba sobre sus antebrazos a cada lado de su cara.
“Spike, ¿Qué haces aquí?” Trató de parecer enfadada y ultrajada, pero en vano, ya que sus palabras salieron en un frágil susurro.
“Shh…” Oyó que él decía antes de sepultar la cara en la curva de su cuello, besando ligeramente el camino hasta su oreja.
Jadeó cuando sintió como descansaba su peso sobre ella, con una de sus piernas entre las suyas y su mano izquierda se deslizaba bajo las sábanas, apartándolas y arrodillándose para quitarle el camisón.
“Sp…” Trató de hablar, pero las palabras quedaron atrapadas en su garganta cuando sintió sus dedos en la parte exterior de sus muslos, subiéndole el camisón.
Oyó que él gemía cuando empujó su pelvis contra la suya, y ella por instinto envolvió sus piernas alrededor de sus caderas. Sus manos tiraron y tiraron de su camisa roja, tratando de sacársela por la cabeza, pero él no quería soltarla. Sus brazos la rodearon, uno de ellos en su muslo, el otro en su cuello, atrayéndola hacia él en un beso apasionado. Le sintió rozarse contra ella, soltó un grito apagado en su boca y le clavó las uñas en la espalda.
Él se apartó bruscamente, mirando hacia ella, respirando entrecortadamente.
“Eres preciosa, Summers” susurró zambulléndose en su cuello una vez más.
Se arqueó soltando un gemido cuando sintió su mano moverse por sus muslos, entre sus piernas, tirando de sus bragas.
“Dios…Buffy” Oyó que él jadeaba cuando sus dedos empujaron la goma elástica a un lado.
“¡Buffy, Buffy, despierta!”
Cuando abrió los ojos, se encontró la figura de su madre apoyada en la cama, sacudiéndola ligeramente para despertarla.
“¿Mamá?” Preguntó una aturdida Buffy frunciendo el ceño.
“Vas a llegar tarde al instituto, señorita” advirtió la señora Summers a su hija. “Ahora, sal de la cama. Subiré antes de marcharme para comprobar que te has levantado” dijo dejando la habitación.
Buffy se apoyó en los codos, mirando alrededor del cuarto vacío. Sus ojos se abrieron como platos cuando los recuerdos de su sueño asaltaron su mente.
“Oh…Dios mío” susurró para sí misma, pero cuando un par de imágenes más pasaron por sus ojos repitió mucho más alto “¡OH DIOS MÍO!”
Se precipitó pasillo abajo corriendo entre los adolescente, con la cabeza baja y los libros fuertemente apretados contra su pecho, tratando con fuerza de evitar los lugares en los que pensó que él podría estar.
“Hola, Buffy” Oyó la familiar voz de Willow y se giró para ver a la pelirroja apoyada en su taquilla, al lado de Oz, agitando su mano.
La pequeña rubia sonrió, y estuvo a punto de ir a su encuentro cuando vio un destello de pelo blanco y cuero negro girar en la esquina e ir hacia Willow. Los ojos de Buffy se ensancharon y rápidamente gritó:
“Ahora no puedo. Llego tarde a clase” después de decir esto, se dio la vuelta y caminó pasillo abajo.
Willow frunció el ceño al escuchar a su amiga.
“¿Tarde a clase? La campana no ha sonado todavía. ¿Y desde cuando a Buffy le preocupa llegar tarde… y para colmo a la clase de inglés?”
Oz simplemente se encogió de hombros.
“Hola”
Willow saltó cuando oyó la profunda voz masculina detrás de ella.
“Hola, Spike” contestó rápidamente mientras Oz le daba una leve cabezada.
“¿Habéis visto a Buffy, chicos?” preguntó.
“La vimos de camino a clase” explicó Willow.
“¿Ya?” Spike arrugó las cejas.
Los dos pelirrojos se encogieron de hombros.
“Bien, nos veremos más tarde entonces, chicos” dijo el rubio blanqueado corriendo pasillo abajo, camino a clase.
Buffy caminaba por el pasillo, examinando sus libros y al mismo tiempo buscando en el horario la clase tenía ahora. Estaba tan absorta en ello, que ni notó las miradas curiosas que le lanzaban, o los susurros incesantes que parecían afectar a los estudiantes, cuando ella pasaba por delante.
La chica suspiro con alivio cuando encontró lo que buscaba.
“Miércoles… Miércoles…” murmuró deslizando el dedo por las líneas en la hoja impresa. ¿Por qué no podía recordar la clase tenía ahora? “¡Estúpido sueño!” murmuró volviendo a buscar “Literatura Inglesa” dijo mirando a su alrededor para ver dónde estaba. “Allí”
Cuando llegó al aula miró atentamente a los lados, luego giró el pomo y entró. Cerró la puerta tras ella, se apoyó en ella y cerrando los ojos, suspiró con alivio.
“Estoy a salvo. Gracias a la vieja literatura inglesa. Ah…”
De repente abrió los ojos.
“¿Literatura inglesa? Esa clase es con…”
No fue capaz de acabar la frase, cuando alguien abrió la puerta en la que estaba apoyada, y la envió al suelo. Gimió cuando se golpeó con la dura superficie, su cabello le cayó sobre la cara, pero rápidamente se puso en pie.
Exhalando bruscamente se quitó el pelo de la cara. Tuvo que ahogar un agudo grito, cuando vio quien estaba delante de ella, sujetando la puerta abierta.
“Spike” gimió, poniendo los ojos en blanco, girándose y caminando hacia su mesa, junto a la ventana.
“Hola, luv. Encantado de verte también” masculló sarcásticamente el rubio, cerrando la puerta tras él.
“¿Qué haces aquí?” preguntó con un tono moderado, esforzándose en ignorar los recuerdos de su sueño, que parecían emerger otra vez ante sus ojos.
“Creo que la pregunta debería ser: ¿Por qué estás tú aquí, luv? La clase no ha comenzado todavía” observó Spike, inclinándose sobre el escritorio que estaba a su lado.
Buffy se restregó sus cansados ojos, haciendo retroceder las repugnantes imágenes, quejándose.
“¿Estás bien? ¿Es por lo de ayer? Porque pensé…”
“No, estoy bien” musitó.
“Oh, claro, estás estupenda, luv”
“¿Quieres dejar de llamarme así?”
Spike se dejó caer en la silla y la miró fijamente.
“¿Es por lo de tu madre? Es por…”
“Spike, deja de intentar analizarme. Te lo he dicho. Estoy bien. Solamente estoy cansada. He tenido una *pesadilla* terrible“ Gimió, dejando descansar la cara sobre las manos y poniendo los codos sobre el escritorio.
“¿Estás segura de que eso todo?” preguntó con un deje de preocupación en el tono de su voz.
“Spike, ¿por qué me haces todas esas preguntas?” musitó Buffy, levantando la mirada y mirándole.
Él estaba a punto de contestar cuando la puerta de la clase se abrió.
“¿Cuánto tiempo lleváis aquí, chicos?” La voz de la señorita Kennedy se cernió en la habitación y los dos adolescentes se giraron rápidamente para afrontarla.
“Hola, señorita Kennedy” saludó torpemente Buffy.
“Señorita Summers“ la mujer treintañera asintió, dejando sus cosas sobre el escritorio” Nunca pensé en usted como alguien que suele venir pronto a clase. Pensaba que odiaba la literatura inglesa”
“Yo… yo no… yo“ Buffy se atascó con las palabras.
“No hace falta tartamudear, Buffy, me alegra saber que has tomado interés por mi asignatura” la señorita Kennedy sonrió y le guiñó un ojo a la rubia por debajo de sus gafas.
Buffy suspiró con alivio mientras Spike se acercó para hablar con la profesora. Buffy frunció el ceño, viendo como el rubio y la señorita Kennedy se intercambiaban rápidamente unas palabras, luego la profesora asintió. El adolescente desteñido giró los talones y volvió a su sitio al lado de Buffy.
“¿Por qué estás sonriendo? No me gusta cuando lo haces. Eso significa que algo malo va a pasar” se quejó Buffy alzando la ceja.
Sonó el timbre, y la señorita Kennedy abrió la puerta de la clase, para dejar entrar a un aluvión de estudiantes con espinillas. Una ola de susurros y chismes pronto llenaron la clase, todos mirando a los rubios, que estaban sentados juntos.
“¿No vas a sentarte en tu sitio? Le preguntó Buffy.
Antes de que Spike pudiera contestar, la señorita Kennedy dijo:
“Señorita Kendal” no obtuvo respuesta, ya que la adolescente rubia estaba charlando animadamente con sus compañeros, mirando a la infame pareja. “¡Harmony Kendal! “
La llamó una vez más la señorita Kennedy y esta vez le hizo caso ““Si no le importa, me gustaría, que se cambiase de sitio con Spike”
Buffy miró asombrada a Spike, mientras el alzaba las cejas y sonreía con satisfacción.
“¿Qué? ¿Por qué?” lloriqueó la adolescente.
“Por que desde ahora Spike va a tutelar a Buffy en Literatura Inglesa. Y además le vendría bien estar lejos de sus amigas animadoras. Creo que usted tiene unos serios problemas de concentración, cuando esta cerca de ellas” respondió la señorita Kennedy dándose la vuelta para empezar a escribir algo en la pizarra.
“Pero…”
“Ni una sola palabra más, Harmony”, le advirtió la Sra. Kennedy, sin molestarse en darse la vuelta y mirar a la adolescente.
De mala gana, la adolescente rubia recogió sus cosas mascullando mientras arrastraba sus pies hasta llegar a su nuevo escritorio.
“Tutelar… ¡y una mierda!”
“La he oído, señorita Kendal” la advirtió la señorita Kennedy, antes de empezar con la clase.
Una hora después sonó el timbre una vez más y se oyó un suspiro combinado de alivio de los estudiantes. Instantáneamente, los estudiantes comenzaron a guardar sus libros, disponiéndose a marcharse.
Spike se apoyó de nuevo en su escritorio, mirando como Buffy guardaba torpemente sus cosas en la mochila.
“¿Estás nerviosa, pet?” preguntó finalmente elevando una ceja.
Ella había pasado toda la clase evitándolo, garabateando desesperadamente en su libreta. Si no la conociera mejor, habría pensado que trataba de aprender algo de verdad.
Siempre que la miraba o la llamaba, ella se ponía roja como un tomate y bajaba la mirada hacia sus libros.
“Estoy bien” contestó poniéndose la mochila sobre el hombro.
“Bien, pero me parece que estás algo nerviosa” insistió Spike mientras salían juntos por la puerta…”
“Es que estoy muy ocupada. Ten… tengo que irme”
Tras decir esto, caminó rápido por el pasillo dejando a Spike solo mudo por la sorpresa.
Pasaron dos días y Buffy, continuaba con éxito evitar a Spike. Solo lo vio una vez el jueves, pero pudo esconderse antes de que él la viese.
Suspiró, con satisfacción al entrar en la casa, arrastrando los pies por la escalera. Se dejó caer sobre la cama de espaldas mirando el techo, cuando el teléfono sonó. Gruñó y de mala gana avanzó lentamente hasta su mesita de noche y descolgó.
“¿Hola?”
“Hola, Buffy” el humor vital de Willow se oyó al otro lado de la línea.
“Hola, Will” musitó la adolescente rubia, rodando sobre su espalda y cerrando los ojos.
“Bueno, ¿a que hora esta noche?”
“¿Esta noche?” Buffy frunció el ceño, con la mente totalmente en blanco “¿Qué pasa esta noche?”
“El Bronze… ¿Recuerdas?”
“Ah… claro” dijo Buffy sin mucho entusiasmo.
“No me digas que no vas a venir” Rogó Willow, que conocía demasiado bien a su mejor amiga.
“Es que… Estoy un poco cansada y mi madre…”
“Venga, Buff! Me dijiste que ibas a venir. Me lo prometiste” se quejó Willow.
“¿Para que quieres que vaya?” le preguntó Buffy.
“Pues… yo…yo… Eres mi mejor amiga y… y… yo no me divertiría si no vinieras”. Tartamudeó la pelirroja.
“Estupendo, Ahora intentémoslo otra vez, pero sin ese patético intento de mentirme” murmuró Buffy, tocando sus parpados cerrados.
“yo…no estaba mintiendo…”
“Venga ya, Will. No podrías mentir, incluso si tu vida dependiera de ello. ¡Suéltalo ya!”
“Vale” de repente el tono de voz de Willow se hizo tan vertiginoso como el de un niño “No debería decírtelo, pero…“ hubo un momento de pausa antes de que la pelirroja histérica gritara al receptor “¡La banda de Oz toca esta noche!”
Buffy pegó un salto, apartando el teléfono y tapándose el oído con la mano. Soltó entre dientes una sarta de palabrotas antes de coger otra vez el teléfono.
“Buffy, ¿estás ahí?”
“Si, estoy aquí. Me sangra el oído, pero estoy aquí”
“OH, Lo siento tanto, pero es que… ¡OZ TOCA ESTA NOCHE!” Gritó otra vez Willow y Buffy volvió a saltar.
“Vale, Will, ¿que parte de 'me sangra el oído' no has pillado? ”¿La de ‘oído’ o la de 'sangrar’?”
“Lo siento” dijo en voz baja Willow “Es que estoy tan excitada”
“El constante zumbido en mi oído es definitivamente la prueba de ello”
“Lo siento” dijo la pelirroja.
“Tranquila, Will. No hay problema” dijo Buffy poniéndose el dedo sobre el oído y encogiéndose.
“Entonces ¿vas a venir?”
No hubo respuesta.
“¡Vamos! Tienes que venir. ¡¡¡Llevaré una cámara de video y todo!!!” el entusiasmo de Willow era evidente en su tono agudo.
“Yo…”
“Por favorrrrrrr….”
“No puedo prometerte nada, pero lo intentaré, ¿vale?”
“Vale. Tengo que irme ahora. Tengo que elegir de mi ropa algo que sea lo menos no sexy” Willow soltó unas risitas.
“Adiós, Wills”
“Adiós”
Buffy se tumbó de espaldas en la cama, dejando que la señal de ocupado del teléfono sonara en su oído unos segundos antes de colgarlo. Cerró despacio los ojos y se dispuso a dormir cuando oyó que la puerta de su cuarto se abría de golpe.
“¿Cariño?” La voz de su madre se oyó en la habitación.
“¿Mamá? ¿Qué haces en casa?” preguntó Buffy, apoyándose en los codos y frunciendo el ceño cuando vio a su madre arreglada “¿Te has maquillado?”
“Sí“ asintió Joyce, apretando el mantón de color de melocotón que cubría sus hombros delgados.
“Pero si nunca te maquillas. Ni siquiera en tus últimas citas” Dijo sospechando mientras se sentaba en la cama.
“Así es” La Sra. Summers volvió asentir de forma irritantemente pacífica encaminada a Buffy.
“¿Por qué te has arreglado?”
“Tengo una cita”
“¡¿Otra vez?! Has tenido una cita todos los días de la semana” adujo Buffy un poco ofendida por el comportamiento de su madre.
“Buffy, soy una mujer adulta, y tengo derecho a hacer todo lo que guste” Buffy suspiró frustrada, levantándose de la cama.
“Lo sé, mamá, pero…” hizo una pausa escogiendo las palabras “¿Es serio?”
“¿El qué, cariño?”
“La persona con quien sales… ¿Es serio? Me refiero, si es un hombre digno y probablemente serio” indicó Buffy.
La señora Summers apretó los labios. En ese momento no quería hablar de eso.
“Dulzura… no lo sé”
“¿Voy a tener que conocerlo?” preguntó Buffy con un toque de desesperación.
Una sonrisa suave apareció en la cara de Joyce, mientras sacudía la cabeza.
“Aún no”
“Bien,” Buffy suspiró de alivio y volvió a la cama otra vez, mientras su madre se quedaba en la puerta.
“¿Vas a salir esta noche?” Preguntó la Sra. Summers.
“No lo sé. Tal vez” murmuró Buffy tumbándose en la cama.
“Bien, diviértete” su madre comenzó a marcharse, pero se paró, y su cara enrojeció. “Yo….yo, probablemente, llegaré tarde esta noche” Buffy inclinó la cabeza y levantó una ceja de forma sospechosa, preguntando.
“¿Cómo de tarde?”
“Tarde” la señora Summers quería evitar el tema claramente.
“¿Cómo de tarde, mamá?” Insistió Buffy.
“Podría no venir a casa esta noche” Soltó finalmente la Sra. Summers encontrando el valor para decir las palabras. Pero antes de que su hija pudiera decir algo, cerró la puerta, bajando las escaleras y dejando a Buffy sentada en la cama tratando de cerrar la boca.
Caminaba en círculos por la habitación, crispando los puños y clavándose las uñas en las palmas sudorosas.
“¿Mi madre tiene sexo con un extraño?” Murmuró por centésima vez, esa noche. “Mi madre. Tiene sexo. Con un extraño” su estómago dio vueltas haciendo un flip-flop doloroso “OH Dios… creo que me voy a poner enferma”
Dijo esas últimas palabras y fue corriendo por el pasillo hasta el baño, arrodillándose en el váter para vomitar.
Después de terminar de hacer tan repugnante acto, dejó caer lánguidamente el cuerpo por la pared fría embaldosada de blanco, cerrando los ojos con fuerza. Contuvo el aliento cuando oyó el timbre y contempló la idea de dejarlo sonar. No tenía ninguna gana de levantarse en ese momento. Al final el resonante sonido comenzó a clavarse en su cerebro, provocándole una gran jaqueca, así que se alzó y bajó las escaleras lentamente, mientras el toque se hacía incesante.
“Ya voy, ya voy. Por Dios, ¿no puede esperar un segundo?” Gritó abriendo la puerta. Cuando el familiar rubio oxigenado la saludó, puso los ojos en blanco.
“Todavía no estás vestida” observó Spike, viendo que Buffy llevaba puesto un grueso pijama blanco y unas zapatillas con conejitos.
“¿No? ¿De verdad? Tienes unas habilidades tan astutas de observador. ¡Me sorprendes!” Dijo con falso entusiasmo entrando a la sala de estar.
Spike frunció el ceño, entrando y cerrando la puerta tras él mientras seguía a la rubia menuda.
“Ya veo que estás en tu habitual estado de humor esta noche” dijo él mirando como Buffy se sentaba en el sofá y empezaba a hacer zapping con el mando.
“No me jodas, Spike. Estoy de mal humor” musitó la rubia, sus ojos que no se apartaban de las imágenes del televisor.
“Oh, eso es algo nuevo” replicó él.
Poniendo los ojos en blanco una vez más, se giró para ver al adolescente vestido de negro, comprendiendo que tenía la mano escondida convenientemente detrás de la espalda.
“¿Qué estás escondiendo?” preguntó, tratando de parecer indiferente.
“Nada” contestó con una sonrisa.
“¿Qué es?” dijo sentándose derecha.
“Nada”
Sin decir una palabra, Buffy se levantó y se acercó, pero él se alejó inmediatamente.
“Vamos, ¿Qué estás escondiendo?” repitió.
Su sonrisa se hizo más grande cuando ella trató de rodearlo, pero él se giraba a su vez para no dejarle ver que guardaba. Jugaron al gato y al ratón un rato, y finalmente Buffy trató de aguantarse las ganas de reír mientras intentaba llegar hasta su espalda empujando y tirando de él. De repente, tiró bruscamente de su antebrazo haciéndole perder el equilibrio, e instintivamente el llevó sus manos hacia delante para apoyarse en el sofá, descubriendo una rosa roja en su mano izquierda. Buffy frunció el ceño.
“¿Una Rosa? ¿Para mí?” Preguntó un poco confusa.
“No. Es para tu madre” contestó él rápidamente, viendo morir el brillo en sus ojos.
“Ah” murmuró avergonzada.
Él sintió una punzada en el corazón y rápidamente dijo la verdad:
“Estaba bromeando, luv. Es para ti”
Ella no dijo nada, solo alzó la mirada hacia él con una expresión de perplejidad en la cara.
“¿Por qué?”
“Es nuestro aniversario. Una semana. Iba a traerte un ramo, pero pensé que tu madre sospecharía” explicó.
Buffy entornó los ojos, ¿Él se había ruborizado?
“¿Un aniversario de una semana?”
“Sí. Acordamos fingir que salíamos hace una semana. ¿Recuerdas? ¿Haremos manitas?”
“Oh, claro” fue su turno de sonrojarse, mientras cogía la rosa de su mano.
“Lo sé. Es estúpido. Yo no debería…” comenzó a decir torpemente Spike.
“No… no. Me gusta” tartamudeó Buffy entrando en la cocina buscando un vaso de agua donde poner la rosa.
“Si no te gusta, puedes tirarla. No me importa. Solo fue…” Spike, nervioso comenzó a pasear.
“No. Me gusta” repitió Buffy vacilando menos.
Un momento de insoportable silencio se hizo entre ellos mientras estaban allí de pie, en la cocina. Buffy fue la primera en romperlo.
“¿Quieres algo de comer?”
“No, gracias. Ya comí. Y vamos a llegar tarde, de todos modos, si tienes que arreglarte y todo eso”
“Creo que no voy a ir” contestó ella
“¿Qué quieres decir? ¿No vas a ir a ver actuar al medio metro?” le preguntó Spike frunciendo el ceño.
“¿Medio metro?” Buffy enarcó una ceja.
“OZ. El novio de Red”
“Medio metro… vale. ¡Mira quién está hablando!” Buffy sonrió de oreja a oreja mientras miraba al adolescente blanqueado de arriba abajo.
“¡Eh!” protestó él.
Buffy sonrió triunfalmente, pero rápidamente la sonrisa se esfumó cuando comprendió.
“Espera un segundo. ¿Willow te lo dijo? Creí que se suponía que era un secreto” dijo Buffy haciendo un puchero.
“No fue ella. Fue Oz. Me lo dijo mientras jugábamos al fútbol”
“¿Oz y tú jugáis juntos a fútbol?”
“Y el cachorro”
“¿Y Xander?”
Spike asintió.
“Y Oz te habló del concierto” otra cabezada “¿Desde cuando sois amigos Oz y tú?”
“¿Qué puedo decir? La gente sencillamente viene hacia mí” se encogió de hombros “Bueno, ¿Vas a vestirte o no?”
Buffy suspiró con fuerza, asintiendo y subiendo la escalera.
“Dame cinco minutos” le gritó.
Capítulo 17
Media hora después, estaba sentado con los pies extendidos en el sofá viendo la tele. De vez en cuando lanzaba unos vistazos a la escalera con la débil esperanza de encontrarla allí. Suspirando de forma audible, se levantó y empezó a subir por la escalera. Al llegar hasta su dormitorio alzó la mano y llamó a la puerta.
“¿Estás lista ya?”
“Dame dos minutos más” gritó Buffy desde la otra habitación.
“¡Oh, venga luv, llegaremos tarde al concierto del medio metro” murmuró Spike.
Durante un momento reinó un silencio absoluto.
“Luv, vamos a…” se calló en medio de la frase, cuando la puerta se abrió y Buffy salió cojeando.
Buffy saltaba torpemente sobre un pie, al mismo tiempo que intentaba ponerse una bota y abrocharse un pendiente en forma de espagueti. La miró boquiabierto cuando ella volvió cojeando a su habitación. Llevaba una minifalda negra, y un top plateado que se ataba al cuello y dejaba su pálida espalda al descubierto. El equipo se completaba con un par de botas negras que le llegaban hasta las rodillas.
Se miró al espejo, frunciendo el ceño cuando el pendiente se negó a pasar a través del lóbulo de su oreja perforado.
“Maldito pendiente“murmuró, intentando ponerse la bota. Unos momentos después conseguía su misión, así que fue directamente hacia el espejo tirando hacia abajo de su falda mientras se giraba para verse la espalda. “¿Qué tal estoy?” preguntó sin mirar al chico.
La boca de Spike se abrió y cerró varias veces, como pez en el agua, pero las palabras simplemente se negaban a salir, mirando con la boca abierta a la chica que había ante él. Reprimió un gemido cuando la vio inclinarse sobre el espejo para pintarse los labios.
Unos minutos después, ella se enderezó, tirando de su minifalda y alisando su top mientras se ponía de lado para verse en el espejo.
“¿Qué tal la pintura de guerra?” preguntó mirándolo por fin.
Spike saltó por la sorpresa, saliendo por fin de su aturdimiento.
“¿Qué?” pudo por fin pronunciar.
“El maquillaje. ¿Está bien? –Dudó dándose la vuelta y poniendo morritos.
“Está bien“ musitó el rubio, mirándole las piernas cuando se inclinó en su tocador .
Ella se incorporó al oír sus palabras.
“¿Solo bien?” frunció el ceño.
“Estás preciosa, luv” se corrigió.
“Más me vale. Quiero que Dru eche espuma por la boca y ver a Ángel patearse a sí mismo por despreciarme” dijo con furia cogiendo su abrigo y saliendo de la habitación con Spike siguiéndola con rapidez.
Al cerrar la puerta de la casa, ella se giró y frunció el ceño cuando vio a Spike acercándose a un coche que estaba aparcado cerca de su casa.
“¿Qué es eso?”
“Mi bebé, “contestó con orgullo Spike, abriendo la puerta para ella.
“¿Tu bebé?” cuestionó Buffy alzando su perfecta ceja.
“Si”
“¿Y desde cuando tienes coche?” Preguntó entrando en el coche.
Ella esperó que él entrara para seguir con la conversación.
“Tengo este bebé desde hace una eternidad”
“¿Entonces por qué no lo llevas al instituto?” preguntó, pero después alzó una mano y continuó “No respondas. Es una pregunta estúpida, te da vergüenza que te vean con esta chatarra”
“¡Eh!” protestó” ¡Esta ‘chatarra’ es un clásico!”
“Vale. Por eso está a punto de caerse a pedazos. ¿Estas seguro de que no quieres ir andando?”
Él le dio una sonrisa fingida que se esfumó en cuanto arrancó el coche.
“Adoro este coche. No te burles. Considérate advertida, pet” refunfuñó mientras el coche se movía.
Buffy salió del coche, esperó hasta que Spike lo cerrara para dirigirse hacia el club infectado de jóvenes. Se paró en seco cuando llegó a la puerta.
“¿Qué pasa, pet?” Preguntó elevando su ceja llena de cicatrices.
Ella no contestó. Simplemente inspiró profundamente varias veces, sacudiéndose a sí misma.
“¿Siempre tienes que hacer eso? – preguntó Spike, recordando, que hizo lo mismo tres días antes cuando llegaron a su acuerdo.
“Estoy preparándome para la batalla” contestó la chica abriendo los ojos y entrando en el Bronze.
Spike sólo sacudió la cabeza y la siguió.
No necesitaron mucho tiempo para encontrar a Willow, que ya esa estaba saltando como una loca al ver a la parejita acercándose. Cordy y Xander estaban sentados sin hacer nada en la pequeña mesa, la primera intentando con fuerza pasar desapercibida para la gente.
“¡Hola, Buffy! ¡Lo hiciste!” Saludó una muy vital Willow rodeando el cuello de su amiga rubia.
“Eh, Will…. Necesito respirar…” logró soltar Buffy.
“Oh, perdón” dijo excitada Willow, soltándola.
“Hace un hora que está así, “murmuró Cordy.
Buffy sonrió, tratando de alcanzar un taburete, pero Spike fue más rápido, apartándolo para que ella se sentara. Buffy frunció el ceño, pero no dijo nada, asintiendo con la cabeza y sentándose. Ella se movió para quitarse el abrigo y otra vez, para su sorpresa, Spike la ayudó. Ella tragó con fuerza, le sonrió débilmente y girándose hacia el grupo.
“Así que… ¿Cuándo va a empezar esto?” preguntó Buffy, mirando la sala para comprobar que la pareja diabólica todavía no había llegado.
“Dentro de media hora” contestó rápidamente Willow, aplaudiendo con las manos.
“¿Media hora? Dijiste que íbamos a llegar tarde, “ protestó Buffy fulminando con la mirada al chico vestido de cuero, que estaba sentado a su lado.
“Era la única manera de traerte aquí a tiempo, pet” él se estremeció cuando la pesada mano de Buffy le pegó en el brazo “¡Eh!”
“Eso es por mentir” se quejó.
“Eso no es nada, tío” dijo Xander. “Deberías ver lo que me pasa cuando…. ¡Auch” No fue capaz de terminar la frase porque alguien le pegó una fuerte patada por debajo de la mesa. “¿Ves lo que quiero decir?” murmuró.
Spike le sonrió con compasión y luego se volvió hacia Buffy:
“¿Quieres beber algo, luv?”
“Soda“contestó ella, con la mirada fija en a la muchedumbre.
“¿Alguien más quiere algo?”
“No, gracias, “contestó Xander.
“Yo quiero salir de aquí” refunfuñó Cordelia.
Spike se giró hacia Willow, pero parecía completamente ida. Se dirigió hacia el bar sin decir una palabra más.
“Wow, esto está completamente repleto, ¿Eh?” Observó Buffy.
“Sí ¿No es maravilloso?” Willow lanzó un chillido, juntando sus manos para aplaudir histéricamente otra vez, pero lo encontró imposible cuando Cordelia la sujetó firmemente por las muñecas.
“Si vuelves a aplaudir otra vez, juro que te morderé las manos” la amenazó la morena con una mirada asesina en los ojos.
“¡Caramba!” – los ojos de Willow se abrieron como platos durante un segundo, liberando sus manos, de la animadora con instintos asesinos.
“¿Por qué estás hoy de peor humor que el habitual, Cordy?” preguntó Buffy.
“Porque aquí la señorita “sufro de histeria neurótica” ha estado aplaudiendo una hora como a la velocidad del conejo Energizer” se quejó Cordelia.
“Aquí tienes” dijo Spike, poniendo el refresco sobre la mesa.
Buffy frunció el ceño ver la botella que llevaba en sus manos.
“¿No *pensarás* beberte eso, verdad?
“¡¿Por qué no?!” preguntó frunciendo el cejo mirando la etiqueta
“Te va a oler el aliento a cerveza” respondió
“¿Y?” Cuestionó confundido.
“No vas a acercarte a mí esta noche si bebes eso“ dijo.
“Pero…”
Ella se limitó a negar con la cabeza.
“¡Bloody Hell!” gruñó Spike, dejando la botella y metiéndose las manos en los bolsillos.
“Calzonazos” tosió Xander, consiguiendo una mirada glaciar del rubio que estaba mirando un paquete rojo y blanco.
“Tampoco se permite fumar, “dijo Buffy mirando la cajetilla de cigarrillos.
“Pero pet…”
“No.
“¡A la mierda todo! – rugió él, metiendo los cigarrillos en el bolsillo, y antes de que Xander pudiera decir nada más, le gritó. – “¡Que te jodan!”
Xander le sonrió maliciosamente, pero se abstuvo decir nada ya que él no era precisamente un hombre libre.
“¿Dónde esta Oz? – preguntó Buffy.
“Esta detrás, preparándose, “Willow intentaba parecer tranquila, pero no pudo esconder el nerviosismo en su tono de voz. “ ¡Estoy tan emocionada!” fue a alzar las manos otra vez, pero se las arregló para reprimir el impulso cuando vio que Cordelia le lanzaba miradas afiladas como dagas.
Buffy sonrió, bebió un poco mientras continuaba con la conversación.
“¿Y desde cuando tú, Oz y el chico desteñido sois compañeros en el fútbol?” preguntó inclinando la cabeza hacia Spike.
"Desde el miércoles." Contestó Xander simplemente. "Nos preguntó si queríamos jugar después del instituto. El fútbol no es tan malo en realidad"
Buffy sonrió mirando al chico sentado a su lado, cuya mano estaba puesta sobre su taburete.
“He empezado a exorcizaros del mal llamado fútbol americano” sonrió moviendo las cejas sugestivamente.
"Pero sigo diciendo que el fútbol americano es lo más." Xander elevó la voz.
"Dale tiempo. Vas a entrar en razón. "Dijo Spike mientras sus dedos cruzados empezaron a jugar con el borde del top de Buffy.
"Tengo que decir que estoy a favor de fútbol." Cordelia se unió a la conversación.
"¡Y otro que ve la luz! ¡Aleluya, hermanos! ", Gritó Spike levantando los brazos en el aire, ganándose una serie de miradas de las mesas vecinas.
"No lo hagas. Nunca trates de poner acento americano, Spike. "Buffy, murmuró mientras se encogía. "Es triste... y lo haces tan mal. Oh, ¡tan mal!" Se burló ella.
"Ja, ja. Muy gracioso luv." Dijo Spike con entusiasmo falso mientras los dedos subían por su top para masajear la espalda desnuda de Buffy.
Ella se congeló durante unos segundos al sentir las caricias de sus dedos ásperos, bajando y subiendo lentamente por su columna vertebral, pero luego se relajó cuando el toque le pareció familiar e incluso agradable.
La conversación se prolongó durante unos minutos más hasta que la música de fondo se detuvo y las luces se apagaron para enfocar el pequeño escenario en una esquina del club.
"Oh, Dios mío! ¡Ya está! "Chilló Willow mientras aplaudía histéricamente.
"Que alguien *por favor* le dé un Valium a esta chica . Por mi bien", rogó Cordelia cuando una profunda voz masculina se escuchó proveniente de los altavoces:
“¡Señoras y señores, den un fuerte aplauso a <<Dingoes Ate My Baby>>”!
Un rugido llenó el local, pero cuando se oyeron primeros acordes, reinó el silencio. Un rallo de luz iluminó a Oz.
“¡Oh Dios Mío, Oh Dios Mío, Oh Dios Mío! ¡Oz! – es lo único que pudo decir Willow, luego se tapó la boca con las manos y miraba a su chico en el escenario.
La música comenzó a sonar y el grupo se sentaron alrededor de la mesa. Las manos de Spike se acercaron a Buffy y él contuvo la respiración al sentir que se había relajado. Se quedó inmóvil por un momento, pero luego atrajo su esbelta figura, acercándola hacia él, su cabeza se inclinó hacia su pecho. Cerró los ojos un instante, inhalando su aroma a vainilla. ¡Dios, olía a maravilla! Cuando la canción se terminó, Buffy se levantó y empezó a aplaudir con una entusiasta Willow y una Cordy de mal humor. Xander por su parte se llevó sus dedos índice a la boca y emitió un silbido que pareció perforar los tímpanos de todos a su alrededor... incluyendo a Cordelia. Lo cual le valió otra fuerte patada en la espinilla.
"¡Ay!", Protestó mientras se masajeaba la pierna dolorida.
Spike se mantuvo ajeno a su entorno, pues tan pronto como empezó la música, una vez más, Buffy se recostó contra él de la misma manera que había hecho momentos antes. No sabía por qué, pero esto parecía tan... correcto. El rubio suspiró abrazando a la chica y acariciándola otra vez por el borde del top.
La siguiente canción era una balada de rock lenta, algunas parejas se levantaron y empezaron a bailar. Buffy se giró hacia Spike y le pidió.
“¿Quieres bailar?”
“Por supuesto, pet. –contestó rápido él, levantándose y dejando su duster en la silla, llevándola a la pista de baile.
Cuando salieron a la pista de baile, surgió un problema, ya que no se decidían a abrazarse. Finalmente, Spike tomó la iniciativa abrazándola y acercándola a él, y mientras ella descansaba la cabeza en su hombro derecho.
Después de unos segundos la oyó susurrar.
“¿Nos han visto ya?”
“¿Qué?” preguntó con el ceño fruncido.
“Dru y Angel”
"Dru y Angel.", Insistió y de pronto se dio cuenta de que estaba mirando a alguien al otro lado de la sala.
Miró en la misma dirección, encontrando a la famosa pareja que estaba dando un buen espectáculo.
"Oh." Murmuró mientras sentía una punzada en el pecho. No podía decir si era por el patético espectáculo que se desarrollaba frente a él, o por la constatación de que la chica en sus brazos había correspondido a su tierno comportamiento como parte de una fachada. Temía que fuera lo último.
“¿Entonces están mirando?” Preguntó ansiosa.
"Hum... No lo creo. Angel está demasiado ocupado metiendo la lengua en la garganta de mi ex para fijarse en nosotros" Respondió notando que la repulsión que sentía comenzaba a hervir en la boca del estómago.
“¡Maldita sea!” Refunfuñó ella moviéndose al ritmo lento de la canción. “Bien, entonces tenemos que *llamar* su atención” murmuró girando lentamente en sus brazos, de modo que ahora su espalda descansaba sobre su pecho.
Perezosamente, sus manos se deslizaron hacia abajo, tocando sus hombros, y luego subieron por el cuello, finalmente flotando en el aire sobre su cabeza. Balanceaba sus caderas en pequeños movimientos elípticos, con ritmo lento, suave, flexionando y estirando las piernas para moverse hacia arriba y abajo de su cuerpo.
Spike cerró los ojos, apretando los dientes, haciendo más evidentes sus agudos pómulos cincelados, buscando el control necesario para mantenerse quieto y no fijarla contra la superficie dura más cercana disponible.
Sin darse cuenta sobre su reacción, Buffy siguió bailando con los ojos cerrados. Echó s la cabeza hacia atrás, apoyándose contra su pecho, su pelo rubio que se pegaba a su duster de cuero. Poco a poco se giró hacia Spike, lanzando una mirada a la pareja que permanecía en la sombra. Una victoriosa sonrisa apareció en sus brillantes labios al ver la expresión atónita plasmada en el rostro de ambos. Enterrando la mejilla en la camisa roja de Spike, suspiró profundamente. Sacudió la cabeza, tratando de escapar de la neblina que parecía rodearla de repente. Su estómago comenzó a hacer flip-flop, lo que se sentía cada vez que se acercaba demasiado a él. ‘¿Qué era eso? No debería sentirme así. Es... es….simplemente fingimos’. Se recordó a si misma levantando la cabeza, deslizando la nariz por su pálido cuello y besando la sensible piel de su cuello.
Spike jadeó cuando sintió que sus dientes raspaban su cuello para después morderle el lóbulo de la oreja derecha. Él la oyó murmurar mientras le mordisqueaba y chupaba la tierna carne con su boca caliente.
“Creo que *beso* conseguimos *le lamió* llamar su atención”.
Él sintió que sonreía de oreja a oreja y necesitó algún tiempo para pensar en una respuesta relativamente coherente.
“Esto…” tragó saliva, su nuez que subía y bajaba un par de veces “Sí…. Supongo”.
“¿Aun siguen mirando? – preguntó intentando ignorar cómo galopaba su corazón.
Le pareció que su aroma la estaba intoxicando, cuando bajó por su garganta con pequeños besos, acariciando el hueco de su cuello. Sus manos tomaron vida propia cuando serpentearon por su cintura y se deslizaron bajo su camisa, acariciando su estómago desnudo.
Por instinto, él saltó, cogiéndole las manos.
“Luv… qué… ¿que estas haciendo?” logró preguntar a trozos.
“¿Poniéndolos“ lo besó en el cuello, “celosos…?” se mintió a sí misma. “Es parte del plan… parte del plan…”
Spike tragó saliva una vez más, poniendo los ojos en blanco cuando su lengua le acarició el cuello, y su cuerpo se aplastó contra el suyo.
“¿Está funcionando?”
Estaba tan perdido en lo que sentía para oír lo que ella le decía. Un rato después le oyó murmurar contra su piel.
“¿Spike… ellos siguen mirando?
El salió del trance y miró a la pareja que… ¿estaban discutiendo? Vio tolo lo que pudo con los ojos entornados, cuando la chica morena agitó sus brazos en el aire, y, por la forma en que se movían las venas de su cuello, estaba seguro que estaba gritando a pleno pulmón.
“Están discutiendo…”
Spike estaba trastornado, con Buffy apretando su cuerpo contra él, y sus manos acariciando su pecho, el instinto y el deseo le hicieron cerrar los ojos. Cuando los abrió de nuevo vio que Dru había desaparecido, y solo quedaba Angel, que estaba apoyando contra la pared con los brazos cruzados y cara de estar cabreado.
“¿Qué…” Buffy se aclaró la garganta mientras su respiración se volvía entrecortada, lo que le dificultaba el habla “¿Qué están haciendo ahora?”
Pensó durante unos segundos si decirle la verdad o no. Intentaba entender, por qué el pensar que dejara de acariciarle hacía que su estómago diera vueltas.
Mientras tanto, Buffy se reprendió mentalmente al desear que Ángel y Dru estuvieran todavía allí, mirándolos.
“¿Spike, todavía están mirando?” Insistió, sin dejar de morderle el lóbulo de la oreja. ‘¡Dios! Él sabe tan… Mmm…. ¡Basta!” se gritó por dentro
En una fracción de segundo Spike se decidió, asintió con la cabeza, sin decir ni una palabra y ella siguió besándolo. Sus brazos rodearon su pequeña cintura, atrayéndola con fuerza hacia él, capturando sus labios con los suyos. Ella dejó escapar un pequeño gemido, cuando su lengua fue saqueada con voracidad.
Su mente parecía un espiral en un estado de ensueño de la conciencia, ese lugar donde te sientes más ligero que el aire, como si sólo pudieras flotar. La sensación de sus manos corriendo de forma errática por su espalda, atrayéndola hacia su pecho…
Buffy se separó de repente cuando se oyeron unos aplausos ruidosos por toda la sala. La pareja de rubios necesitó unos cuantos segundos darse cuenta que no había música la banda de Oz había terminado su actuación, y bajaban del escenario. Ambos se miraron torpemente, respirando con dificultad cuando volvieron a la realidad. Buffy sintió que su corazón golpeaba violentamente su pecho, en una mezcla de lujuria, nerviosismo y miedo que hizo que su corazón dejara de latir un par de veces, así que bajó la mirada al suelo.
“Necesito ir al baño” soltó al final cuando el desasosiego entre ellos fue demasiado insoportable.
Ella miraba su reflejo en el espejo con los ojos como platos, mientras en el rincón del baño estaban dos chicas riéndose, intercambiándose chismes. Las conocía del instituto, dos descerebradas lacayas de Harmony. Sabían que estaban hablando de la escenita subida de tono que ella y Spike habían ofrecido unos minutos antes, pero no le importaba. Ahora mismo le preocupaba más la forma en que su corazón latía, sus palmas sudaban, y no paraba de pensar en el molesto rubio blanqueado que estaba al otro lado de la puerta. ¿Que significa todo eso? No se suponía que debía estar teniendo grandes sueños eróticos con él, o estar actuando como una niña de catorce años, estremeciéndose cada vez que la tocaba.
Sacudió la cabeza y se tocó la frente, tratando de borrar las imágenes que flotaban delante de sus ojos. Respiró profundamente, y después de ajustarse el top, se dispuso a salir. Al instante, una nube del humo la rodeo cuando volvió al bar, causándole un pequeño ataque de tos. Cuando se calmó volvió a caminar, alzando la cabeza para buscar el pelo rubio familiar. Le pareció que se le paraba el corazón, que su cuerpo se le encogía entero cuando le vio hablando con…. Dru.
CAPÍTULO 18
La ira empezó a hervir la sangre de sus venas viendo que la chica de negro movía ficha hacia *su* Spike. Todo lo que quería hacer era avanzar a grandes zancadas y agarrarla del cuello hasta que se partiera en dos gritándole a todo pulmón: ¡APÁRTATE DE MI NOVIO! Sí, eso le ensañaría.
Pero de repente, se dio cuenta: `Él no es mi novio. Todo esto es un truco para que vuelvan juntos´ se recordó mientras miraba a Dru mover su dedo índice sugestivamente por las solapas del duster de Spike. Buffy tuvo que inhalar profundamente para controlar su ira. `Y aparentemente está funcionando. Bien por él´ Cerró los ojos, volviendo a la realidad, caminando hacia donde estaban Willow, Xander y Oz que estaban sentados en una mesa.
“¡Hola, Oz!” dijo Buffy con falso entusiasmo.
EL pelirrojo se limitó a asentir y le dio su versión de una sonrisa, que era más adecuada a la idea de cualquiera de una no sonrisa.
“¡Me encantó el show! ¡Lo hicisteis genial!” Continuó.
“Me sorprende que vieras algo teniendo en cuenta el gran espectáculo que Spike y tú disteis en la pista de baile” Murmuró Cordy. Sin darle siquiera una oportunidad de responder a Buffy, se volvió a Xander y se quejó: “Tengo sed”.
Desafortunadamente, su novio no pareció captar el fino arte de la sutileza así que dejó escapar un fuerte gruñido y soltó:
“Xander, tráeme una refresco”.
“¿Qué…? Oh, ok” dijo bajando torpemente del taburete. “¿Queréis algo, chicos?”
Todos negaron con la cabeza excepto por Buffy que dijo:
“Un Daiquiri”.
Xander se congeló y todos en la mesa se giraron para mirarla.
“¿Estás segura?” Preguntó Willow.
“Buffy, ya sabes cómo te pones cuando bebes alcohol” Murmuró Xander.
“Además de que es ilegal” Willow elevó la voz, nerviosa y sorprendida, sacudiendo su dedo índice en el aire.
“Más razones para hacerlo” Dijo Buffy sonriendo. “Vamos, Xander, sé que conoces al camarero de esta noche. Por favor, hazlo por mí...” Suplicó, haciéndole un puchero y aleteando sus pestañas.
No pudo resistirse. De alguna manera, después de todos estos años de conocerla e intentando superar su enamoramiento por ella, todavía no podía decirle que no cuando ella le pedía algo. Así que dio media vuelta y se dirigió a la barra para hacer su pedido.
Pronto estaba de vuelta con un refresco y un vaso con una sombrillita de colores en sus manos.
“¿Y qué pasa con tu política de no tomar alcohol?” resopló Cordy cuando vio a Buffy inclinar el vaso en su boca y tomar enormes tragos del líquido.
“Al infierno con eso”. Respondió con una vital sonrisa antes de emitir un pequeño hipido. “Vaya” se rió poniéndose la mano sobre sus labios mientras que sus mejillas rápidamente enrojecían.
“En toda mi vida había visto que el alcohol surtiera un efecto tan rápido en nadie, excepto en ella. Deberías de estas en el Libro Guiness de los Récords” Comentó Xander sentándose.
Spike se pasó la mano por el pelo, tratando de concentrarse en lo que la chica que estaba delante de él le estaba diciendo. No sabía por qué, pero de repente, la conversación de Dru le parecía simple y torpe. Su manera de hablar que antes le parecía apasionante y cautivante, ahora le parecía disparatada y aburrida. Muy pronto, sintió que la voz de Dru se iba perdiendo hasta que se extinguió, siendo totalmente absorbida por el zumbido de fondo. Todo lo que veía era a una chica que le miraba con los ojos entornados, con una mirada seudo-seductora, moviendo la boca insoportablemente lento.
“¿Eh?” Parpadeó un par de veces cuando se dio cuenta que ella había dejado de hablar.
“Te preguntaba si vas ir al baile de Bienvenida” Repitió atrayendo su cuerpo cerca de él, poniendo sus manos alrededor de su cuello.
Por instinto dio un paso atrás, pero ella lo siguió sujetando fuertemente.
“N… no lo sé, Dru” Respondió mientras sus ojos escudriñaban el lugar en busca de cierta rubia. `¿Dónde está? ¿Por qué tarda tanto?´.
“Pensé que odiabas esas cosas. Decías que eran aburridas y...” Ella llevó sus labios cerca de su oído para decirle en un susurro: “Estoy segura que podemos encontrar cosas más interesantes que hacer. ¿Verdad, Papi?” gruñó al final de su pregunta lamiéndole el lóbulo de la oreja.
“Eeehh…Dru… ¿Qué estás haciendo?” Preguntó Spike, sin moverse, sin vitorear o desaprobar sus acciones.
“¿Tú qué crees? Grr... Has sido un chico malo, paseándote por ahí y jugando con esa niñata. A mamá no le gusta” Dijo en tono infantil, haciendo un puchero.
Los ojos de Buffy se agrandaron y sintió que cada fibra de músculo en su cuerpo se contraía ante la visión de Dru lamiéndole la oreja a Spike. Sin una palabra, cogió su vaso y bebió de él.
“Buffy, no deberías estar haciendo esto” Le advirtió Willow algo preocupada.
“¿Y por qué no?” Por alguna razón arrastraba las palabras. Buffy juntó se lamió los labios intentando desenredar su lengua.
“Porque muy pronto vas a perder toda capacidad para decir una frase coherente y no puedes ir a casa de tu madre así” Trató de racionalizar Willow.
“Mi madre no viene a casa. Va a estar fuera toda la noche acostándose con un desconocido” Buffy presionó sus labios y asintió exageradamente, su pelo que cubría casi toda su sonrojada cara.
“Oh, Buffy” Willow arrugó el entrecejo mientras observaba el dolor que transmitían los ojos de su mejor amiga. Así que por eso Buffy actuaba de forma tan extraña. “¿No crees que es mejor que te llevemos a casa?”.
Buffy negó enérgicamente con la cabeza, haciendo que su cabello se abriera en abanico a su alrededor.
“Me gussta `quí´” Murmuró. “Ess agradable `quí´”. Se le iluminó la cara cuando recordó algo. “Consigo todo gratis”. Cantó y una marea de risitas infantiles la siguieron mientras que Willow frunció el ceño, confundida.
Oz pronto vino en su ayuda:
“Es la letra de una canción de K’s Choice.
“Oh”, Willow levantó las cejas un segundo hasta que comprendió.
Spike sintió que se ahogaba. No podía respirar. Ella estaba demasiado cerca, aferrándose a él, haciéndole sentir como si no hubiera espacio. No el suficiente. Necesitaba espacio. Y saber dónde estaba ella... Sus ojos se agrandaron y un pequeño suspiro de alivio escapó de sus labios cuando la vio. Estaba sentada en la mesa con Oz y el resto gang. Bueno, en realidad estaba encorvada sobre la mesa y ocasionalmente se sentaba derecha y movía las manos en el aire como una especie de rutina de mujer enojada, pero la había encontrado. Dru continuaba pegándose a él, hablando por los codos sin parar, mientras él miraba a la efusiva rubia reír y gritar como una niña pequeña. ¿Qué estaba sosteniendo en su mano? ¿Qué era...?
“Bloody hell...” soltó. “ Eehh… ¿Dru?” Empezó intentando escapar del abrazo de muerte de la chica, pero se tornó en una tarea hercúlea. “Dru....luv.... tengo que irme”. Ella no iba a dejarlo ir. “¡Dru!” gritó al final y ella dio un paso atrás, mirándolo entre sorprendida y dolida. “Mira, pet, lo siento, pero tengo que irme”.
Entonces se fue a toda prisa, cruzando el lugar a grandes zancadas hasta que llegó a su destino.
“¡Spike! ¡Gracias a Dios que estás aquí!”. Willow respiró aliviada.
“¿Qué está pasando?” Preguntó frunciendo el ceño, mirando a Buffy que ahora parecía estar durmiendo con la cabeza apoyada sobre la mesa, y los brazos colgando hasta el suelo a su lado. En el momento en que la tocó, ella se sobresaltó.
“Hum… ¿Qué? ¿Dónde? Oh…Spike” Dijo babeando las palabras con una sonrisa tonta... “¿La reconciliación no fue bien? ¿Tenemos que fingir un poco más?”.
Todos alrededor de la mesa fruncieron el ceño, excepto por Spike, que sintió como el corazón saltaba hasta su garganta. Trató de ignorar sus preguntas y se volvió hacia Willow.
“¿Cuántas de estas se ha tomado?”
“Sólo una” Dijo la pelirroja señalando el vaso vacío.
“¿Y está borracha?” Preguntó Spike sin creérselo.
“El cuerpo de Buffy no se lleva bien con el alcohol” Respondió Oz.
“Ya lo veo. Vamos, luv, deja que te lleve a casa” Dijo Spike cogiendo su abrigo y poniéndoselo sobre los hombros.
“¿Qué? ¿Tan pronto? Pensé que querías quedarte y trabajar en el plan y…”
“Está bien, tienes que ir a casa… ¡ya!” Dijo, llevando sus brazos a su forma adormecida y tirando de ella para levantarla.
En el momento en el que hizo ademán de soltarla, ella trastabilló, pero rápidamente la abrazó, sosteniéndola.
“¿Estás seguro de que puedes con ella?” Preguntó Xander.
“Estoy bien. Mate. Nos vemos” Respondió y comenzó a caminar fuera del club abarrotado.
Cuando llegaron al coche, Buffy pareció algo más consciente. Su estómago se encogió al sentir que era llevada en brazos. Abrió los ojos y se encontró con un duster de cuero negro. Parpadeó un par de veces y su mirada se enfocó en la cara de Spike.
“Ya estamos aquí, luv” Dijo bajándola al suelo.
Se tambaleó un poco, pero finalmente fue capaz de mantenerse en pie el tiempo suficiente para que Spike pudiera abrirle la puerta del coche. Con un sonoro suspiro, se dejó caer en el asiento delantero; aunque sus piernas estaban todavía fuera del vehículo. Spike sacudió la cabeza cogiéndole los pies y metiéndolos dentro del coche, cerrando después la puerta.
Permanecieron en silencio la mayor parte del trayecto a casa, Spike de vez en cuando lanzando una mirada preocupada a la rubia sentada a su lado. Sonrió al escucharla murmurar algo incomprensible, al tiempo que fruncía el ceño y ponía una serie de caras raras. Ella era tan rara. Parando el coche frente a su casa, Spike se giró y acarició suavemente con los dedos su hombro descubierto.
“Pet…estamos en casa”.
“Hummm...…” Gruñó abriendo los ojos y mirando hacia él con mirada vidriosa. Tragó saliva secamente, mirando a su alrededor y frunciendo el ceño. “¿Dónde estamos?”.
“En casa. ¿Recuerdas?” Respondió con una suave sonrisa, saliendo del coche para abrirle la puerta.
Le tendió la mano y Buffy lo miró. De nuevo las imágenes de lo que había pasado en el Bronze pasaron ante sus ojos – Dru...y él...achuchándose.
Sintió que se le revolvía el estómago y algo dentro de ella se rompía. Se levantó con brusquedad, rechazando la mano extendida e intentando de caminar con orgullo hacia su porche. La tarea parecía bastante sencilla, excepto que el alcohol que empapaba su cerebro parecía tener algo que decir al respecto y pronto estaba tendida en tendida boca abajo en el césped.
“¡Buffy!” Gritó, cerrando la puerta del coche de un portazo, yendo en su ayuda, pero tan pronto como hizo ademán de ayudarla a levantarse, ella lo empujó y se puso en pie.
“Estoy bien” Replicó.
“Estás borracha, luv” Señaló lo evidente mientras observaba su caminata en zigzag hacia la puerta principal, alcanzándola por fin. Ahora...meter la escurridiza llave en esa estúpida cerradura...esa era una misión difícil.
Ella murmuró una sarta de maldiciones mientras prácticamente estacaba la puerta de madera pero no fue capaz de conseguir que la llave llegara a su destino.
“Estúpida cerradura” Gimió dejando caer la llave al suelo. “ Se sigue moviendo. ¡Quédate quieta, maldita sea!” Ordenó con tono serio mientras se agachaba para coger la llave.
Spike tuvo que reprimir un gruñido cuando su minifalda se levantó por el movimiento, dejándole ver sus muslos.
“Deja que me encargue yo, pet” Inmediatamente salió de su aturdimiento arrebatando le la llave de las manos de Buffy y abriendo la puerta rápidamente antes de que ella pudiera decir nada. Entró en el lugar mientras la rubia se quedaba en el umbral unos segundos más.
“Podía haberlo hecho yo” Murmuró entrando en la casa.
Torpemente, trató de quitarse el abrigo, luchando con él, pero no tuvo éxito.
“Ya voy yo” Él avanzó hacia ella y ella dio un paso atrás.
“¡No! Yo lo haré” Insistió mientras le lanzaba dagas con los ojos.
“¿Estás bien?” Preguntó, mirándola levantando su ceja herida.
“Estoy…” Luchó con la prenda de ropa que parecía una camisa de fuerza. “Estúpida… ¡A-ha!” Dijo triunfante al verse libre de sus ataduras, dejándola caer al suelo.
Nerviosamente se echó el pelo hacia atrás para apartarlo y miró hacia él con una chispa de arrogancia reflejada en sus ojos, levantando la barbilla desafiantemente. “Estoy bien”.
Buffy continuó su camino hacia la sala de estar y agradeció a todos los dioses que el sofá estuviera justo allí.
“Buen sofá, lindo sofá” Suspiró, dejándose caer en él, acariciándolo.
“Buffy, tienes que irte a la cama” Explicó Spike sentándose a su lado.
Al instante saltó lejos de él, sentándose en el lado opuesto del sofá.
“No me digas lo que debo hacer” Gruñó.
“¿Estás enfadada conmigo?” Finalmente preguntó.
“¿Enfadada? No estoy enfadada, sólo...” No pudo encontrar una explicación, así que recurrió por la más pobre de las excusas, “Eres irritante y no me gustas”.
Spike le regaló una débil sonrisa y se mantuvieron en un incómodo silencio por unos instantes.
“Bueno... ¿Podemos dejar el plan ya?” Soltó de repente Buffy.
“¿Qué?”
“Dru y tú estáis juntos de nuevo, ¿no? Podemos dejar de fingir”. Trató de sonar lo más tranquila posible con el tema en cuestión y tuvo éxito en su intento.
Sus preguntas lo cogieron por sorpresa. Era verdad, Dru había vuelto a él, o por lo menos andaba babeando por él otra vez, lo que era algo positivo, pero no estaban juntos todavía.
“Dru y yo no estamos juntos” Explicó.
“Claro, porque achucharse y frotarse en la pista de baile es muuuuuuuy normal entre ex”. Gruñó Buffy, levantándose y dirigiéndose pesadamente a la cocina.
“No estábamos achuchándonos ni frotándonos”. Protestó mientras la seguía.
“Lo que sea...” Dijo Buffy sin interés, abriendo varios armarios de la cocina.
“Solo estábamos…” Spike se detuvo, buscando la palabra correcta.
“¿Restregándoos en la pista de baile?” Ofreció la rubia con algo de enojo.
“Yo…“
“No me importa, Spike. Tienes lo que querías, Dru manoseándote por todas partes. Ahora ¿Podríamos poner fin a esta estúpida farsa?” Preguntó alzando las cejas cuando encontró lo que estaba buscando.
Cogió la botella y le quitó el corcho, tomando un buen trago de su contenido.
“ ¿¡Qué estás haciendo?!” Preguntó arrebatándole la botella de las manos. La giró para leer la etiqueta y dijo “¿Qué te pasa con el alcohol de repente? Pensé que odiabas estas cosas”.
“Ya no”. Gruñó quitándole la botella y bebiendo de ella.
Spike hizo un movimiento para alcanzar el objeto, pero ella lo apretó contra su pecho como si de eso dependiera su vida.
“Es mía” Gruñó, frunciendo el ceño y haciendo pucheros al mismo tiempo.
Dios, ella se veía tan linda, ruborizada y... ¿Enfadada? Estaba enfadada. ¿Por qué estaba...?
“¿Estás celosa, pet?” Preguntó con una sonrisa arrogante al caer en cuenta.
Sus ojos se abrieran al instante, como si él hubiese dicho la peor de las blasfemias. Su boca se abrió y cerró un par de veces antes de que fuese capaz tartamudear.
“¿C-celosa? ¿Yo? ¿Celosa? ¿De qué?”
“Dru y yo” Continuó con esa irritante sonrisa. Oh, cómo odiaba esa estúpida sonrisa.
“Sigue soñando, chico británico” Gruñó, bebiendo de la botella.
“Estás celosa…” Canturreó.
“Y tú estás pirado, amigo” le escupió.
Él sonrió e inclinó la cabeza hacia un lado mientras se le acercaba.
“Admítelo, luv. Estás celosa...Es natural. Es decir, estando tan cerca de mí estos últimos días...tocándome...besándome...” Tuvo que parar para tomar un poco de aire mientras que sus propias palabras empezaron a traer de vuelta los recuerdos de la semana pasada.
Buffy dio un paso atrás y él continuó cerrando la distancia entre ellos hasta que ella sintió la punta de la mesa de la cocina contra su espalda. Lo miró y sintió como su corazón se aceleraba cuando Spike puso las manos en el mostrador a cada lado de ella, atrapándola.
“Admite que te sentiste celosa cuando nos viste a mí y a....Dru--“
La simple mención de su nombre hizo que la piel se le erizara, dándole fuerzas. Rápidamente le empujó y alejándose de la mesa.
“Eres muy arrogante, ¿Lo sabes? Nunca, nunca sentiré celos de ti. Lo que no quiero es que todos en el instituto piensen que mi actual novio está montándoselo con otra a mis espaldas. ¡Otra vez!” Logró soltar lo más claramente posible, incluso cuando la habitación parecía comenzar a girar a su alrededor.
“¿Ese es tu problema?”
“Por supuesto que sí. Todos en el Bronze te vieron a ti y a ella haciendo... lo que estuvierais haciendo y realmente no me importa. Solo que todos piensan que eres mi novio y no necesito que el alumnado entero me mire con pena. Ya fue suficiente la última vez. Así que, ¿sabes qué Spike? ¿Todo este arreglo que tuvimos?” Se señaló a sí misma y después a él. “Se acabó”.
“Pero…”“ Un toque de desesperación empezó a surgir en su interior.
“Sin peros, querías volver con Dru, la has conseguido” Gruñó.
“No ha vuelto conmigo”. Respondió sin pensar y Buffy sintió que su sangre empezaba a hervir.
“¡No me importa! Ese es tu problema, yo no voy a hacer el tonto. Olvídalo” Gritó mientras trataba de girar sobre sus talones pero, de repente, perdió el equilibrio y se tambaleó hacia el suelo.
Con reflejos instantáneos, él la sujetó antes de que cayera. Sus brazos rodearon su cintura apretándola contra su pecho, la botella de vino, todavía en su mano, se derramó en su camisa debido al brusco movimiento.
“¿Estás bien?” Preguntó realmente preocupado.
Ella negó ligeramente con la cabeza, cerrando los ojos un breve instante, y luego se alejó de él.
“Estoy bien” Insistió, tratando de mantener distancia.
“Mira, Buffy...No quise...Dru estaba allí...”
“No quiero oírlo. Te lo dije, estoy fuera” Insistió cuando la ira volvió en toda su fuerza ante la mención de la chica de negro.
“Pero--“
“¡Vete, Spike!” Gritó, dejando de un golpe la botella en la superficie disponible más cerca.
“Yo--“
“No voy a continuar esta estúpida farsa sólo porque tu ex se esté haciendo la difícil. Búscate a otra que lo haga, porque yo estoy cansada de esto”
“No hice nada”. Dijo, alzando la voz.
“¡Prácticamente lo estabais haciéndolo en la pista de baile!” gritó Buffy moviendo las manos en el aire.
“Sólo bailábamos”.
“Está bien, la próxima vez, voy a `bailar’ así con Ángel, a ver cómo *te* sientes”.
Buffy nunca supo qué la golpeó. Ella estaba siendo presionada contra el frigorífico, el cuerpo enfadado de Spike pegado al de ella mientras sus manos estaban apoyadas a los lados cerca de sus hombros.
“No te acerques a él”. Susurró.
“¿O qué?” Contestó Buffy sin aliento con tono arrogante, pero en el fondo sintió que su corazón se saltaba un par de latidos, al sentir la pierna izquierda de Spike presionada entre las suyas. “¿Qué vas a hacer?”
“Mantente alejada de él”. Le advirtió, la ira destellaba en sus ojos.
“¿Sabes qué? Creo que voy a volver allí ahora mismo. Todavía parezco algo guapa, dudo que Ángel me diga que no”. Sonrió haciendo ademán de marcharse, pero él le apretó con fuerza por las muñecas.
“No…” Gruñó.
Levantó la barbilla y mirando hacia él preguntó:
“¿No qué? ¿Vas a detenerme?”.
“Puedes estar malditamente segura de eso. Su voz era baja y llena de ira.
“No sienta nada bien cuando estás del otro lado, no es así... ¿William?” Se burló mientras instintivamente rozaba su pelvis contra la de él. Su sonrisa se desmoronó en un segundo, sus ojos se abrieron de golpe al sentir algo duro presionando contra su bajo abdomen y antes de que pudiera decir algo más él estrelló sus labios contra los suyos en un apasionado beso.
Cogida por sorpresa, Buffy dejó escapar un grito ahogado cuando su lengua se abrió paso en su boca, forzándola a abrirla. Ella luchó por respirar mientras que las manos de él dejaron de sujetarle las muñecas, y comenzaron a moverse frenéticamente por todo su cuerpo, tirando y apartando sus ropas y pegando sus caderas a las de ella.
Sintió como sus dedos finalmente se deslizaban debajo de sus muslos, agarrándola y levantándola, y sus piernas le envolvieron las caderas instintivamente. Sus manos se situaron alrededor de su cuello, atrayéndolo hacia ella mientras inclinaba la cabeza para profundizar el urgente beso. Sus lenguas luchaban por el dominio, una serie de gemidos escapaban por ambas bocas tratando erráticamente de mantener la unión.
Lo sintió moverse, sin esfuerzo llevándola con él. La dejó sobre la mesa de la cocina y extendió la mano por la fría superficie, enviando todos sus contenidos al suelo. Buffy ignoró el estruendo mientras Spike la dejaba sobre el mostrador, cubriéndola con su cuerpo sin dejar de besarse en ningún momento.
Los pequeños dedos de Buffy se enredaron en las solapas de su duster, tirando de él hasta que quedó tirado en el suelo. Sus manos corrieron a su despeinado pelo y envolvió sus piernas en las caderas de él, atrayéndolo más cerca, besándolo con avidez. Se quedó sin aliento al sentir sus dedos deslizarse sobre sus muslos subiéndole la minifalda, hasta que se ciño en su cintura.
Empujó con fuerza sobre ella, forzándola a tumbarse, mientras que las piernas colgaban del mostrador. Sus labios dejaron los de ella para bajar por su cuello, a su clavícula y entre sus pechos donde enterró su cara, captando su aroma.
“Dios...” La escuchó murmurar.
Alzó la mirada y la encontró con la cabeza echada hacia atrás, su cuello al descubierto, sus mejillas encendidas, respirando con rápidos jadeos. Se quedó observándola ciegamente cuando un agudo sonido perforó los tímpanos de ambos, bajándolos de su nube. Ella inmediatamente miró hacia arriba.
“¿Qué…?” Su mirada alternaba entre el teléfono y el chico sin aliento aún atrapado entre sus piernas.
Sintió que su corazón se aceleraba cuando comprendió. Sin pronunciar palabra , lo apartó de su camino, saltó del mostrador y corrió a coger el teléfono.