More Than a Dream by Addie Logan y traducido por Ligia.

 

Atrapado en el infierno, Spike se da la oportunidad de tener por fin lo que ha soñado — Buffy. Pero cuando él hace su elección, consigue una cosa,  excepto  que no es lo que esperaba.

 

Spike no tenía ni idea de donde estaba, y no le importaba como había llegado allí. Lo último que recordaba era que estaba en un callejón de Los Ángeles luchando con una horda de malditos demonios, y lo siguiente era esto.

A juzgar por lo que le rodeaba, lo que había pasado en el minuto siguiente es que estaba en el infierno.

Se puso de pie y se apoyó en una enorme roca. Se sentía peor de lo que se sintió cuando luchó contra Glory o El Primero y tenía la ligera sospecha de que esto solo era el comienzo

Spike hizo una mueca de dolor intentando alejarse de la roca, pero cayó al suelo.  Maldijo su miserable intento de ponerse de pie.

— Realmente no sé por qué me esfuerzo. De todos modos no hay sitio al que pueda ir.

Spike se arrastró de vuelta a la roca y se puso de pie de nuevo, con la roca otra vez como apoyo y dijo en voz alta.

— Nunca he sido conocido por mi inteligencia—se fijó en el hombre que se le había acercado y frunció el ceño—Bonito traje. Ojos vacios. No me digas nada. ¿Wolfram & Hart?

Como toda respuesta,  el hombre sonrió y Spike reconoció con facilidad el aspecto de un depredador.

— Me han enviado para hacer un trato.

— Será mejor que te lo guardes y te largues. He trabajado muy duro para poder tener mi alma y no voy a renunciar a ella IMBÉCIL.

— Estoy seguro de que es consciente de donde esta, Sr. Pratt. Si rechaza nuestra oferta esto no acabara bien para usted.

Spike prestó un poco más de atención cuando oyó al hombre pronunciar el nombre que no había oído en más de un siglo, pero de repente se rehízo, no quería en absoluto ceder ante Wolfram & Hart. Se enderezó todo lo que pudo debido a como se encontraba y sus ojos se clavaron en los del hombre.

— Haz lo que tengas que hacer.

— Oh sí, Sr. Pratt, eso haremos— la sonrisa depredadora del hombre se extendió por toda la cara

— No tenemos por qué continuar con esto Sr. Pratt. Estaría muy feliz con hacer un contrato que nos conviniera a los dos.

Spike respiraba de forma entrecortada, debido al dolor de las costillas, escupió un montón de sangre a los pies del hombre.

— Te diría que te fueras al infierno, pero sería un poco redundante.

— Puedo estar haciendo esto toda la eternidad, lo sabes—contestó el hombre.— ¿No quiere saber lo que quiero en realidad?

Spike intentó ponerse de pie.

— Sí, suena divertido. Si eso es lo que preguntas.

— No tomaría su alma, si es tan preciosa para usted. Todo lo que tendría que hacer es aceptar en no interferir en los intereses de los socios mayoritarios. Es una concesión muy simple, Sr. Pratt y sin duda creo que sería lo más justo a cambio de su libertad.

— Lárgate.

— Muy bien

Siguió de la misma manera que había empezado. Spike trató de no gritar.

Fracasó.

— ¿Todavía no está aburrido?

Spike colgaba de sus cadenas, pero levantó la cabeza con una chispa de desafío en su mirada.

— En absoluto. Esto se está poniendo divertido.

— Es usted un terco. Mucho más que el otro vampiro. Él se rindió con rapidez. No llegué a probar mis juguetes.

— Sí, bueno. Así es Angel. –pero su mente comenzó a divagar preguntándose a qué clase de acuerdo habría llegado Angel esta vez. No tuvo que esperar mucho para enterarse.

— He de decirle que lo habíamos elegido a él en su lugar, pero estuvo más que dispuesto a cambiar su lugar con usted. Después de los pájaros, los gusanos y todo eso, el infierno, estuvo más que dispuesto a cedernos un poco de sí mismo

¿Angel se había vendido a Wolfram&Hart?  ...Bueno no podía decir que le sorprendiera...

— Aunque debo decir que fue un trato muy bueno. Le sacó del camino y se ha quedado con la pequeña y dulce cazadora. No puedo pensar en muchos hombres que dijeran que no a un trato así.

Spike se puso rígido, la rabia que recorrió su cuerpo al pensar a Buffy con Angel hizo que prevaleciera sobre el dolor.

— Ahhh Así que eso sí hace que reaccione. ¿Verdad, Sr. Pratt? Pensé que esto lo haría. Esta con él ahora mismo, planificando convertirse en su esposa. Todo lo que ella sabe es que es una chica normal y él el centro de su mundo— el hombre sonrió y se acercó más a Spike— Pero no tiene por qué ser él. Los papeles se pueden intercambiar. Y usted ser el centro de su mundo.

— ¿Hasta que hagáis el mismo trato de nuevo y juguemos a las dimensiones musicales?

— Podríamos hacer que sea permanente para usted. Solo tiene que pensarlo, la chica de sus sueños mientras su eterno rival sufre por su amor eternamente.

Spike se puso enfermo de solo pensarlo. Lo enfermaba pensar que Buffy estaba siendo manipulada de esa manera, sin tener su propia vida bajo su control. Gruñó, mientras su demonio rugía por salir a la superficie, luchando contra las cadenas.

— Bueno no era la reacción que yo esperaba, supongo que todavía no le he ofrecido algo que le interese. Está bien. Seguiremos con la tortura.

Por primera vez desde que todo había empezado, Spike se sintió impotente.

— Mira... quiero un acuerdo...Voy a hacer un trato— Spike consiguió hablar aguantando un dolor casi irresistible.

El hombre se detuvo, limpiando la sangre de un cuchillo en un pañuelo que sacó del bolsillo.

— Sabía que había llegado hasta usted, Sr. Pratt. Dígame ¿Qué términos le gustaría?

— Solo... solo déjenla ir. Dejadla con sus recuerdos, dejadla hacer su propia elección. Incluso... incluso si se decide por él, dejadla ser libre para hacerlo.

— ¿Y qué hay de usted, Sr. Pratt?

— No me importa. Sigue torturándome, mátame. No me importa. Simplemente deja que se vaya.

Por un momento, el hombre se limitó a mirar, como si no entendiera lo que Spike le estaba diciendo. Luego, habló.

— No se puede hacer un trato desinteresado.

— No recuerdo que existieran condiciones.

— Hay que desear algo para sí mismo. Todo el mundo quiere algo para sí mismo.

— Sí, bueno quiero un montón de cosas para mí mismo, pero no te lo voy a decir a ti. Cualquier trato que hago es para ella. ¿Qué es lo que quieres de mi, a cambio de su libertad, no de la mía?

— Podríamos darle lo que quiera Sr. Pratt. Por toda la eternidad si así lo desea. Pudimos ver que ella lo quiere apasionadamente, que es el centro de su mundo. Ya no existe el rechazo, ni el dolor. Será suya, para siempre.

— No quiero eso – dijo Spike tosiendo y escupiendo sangre.

— ¿Cómo que no?

— No sería ella en realidad ¿verdad?  Si ella no me está volviendo loco, no sería Buffy. Ahora bien, si no vas a darme lo que te he pedido, puedes seguir torturándome. No voy a poner más de mi maldita cuenta.

El hombre gruñó, su cara se volvió oscura antes de volver a calmarse.— No me gustas campeón.—dijo antes de desaparecer, junto con las cadenas que habían atrapado a Spike.Estaba demasiado dolorido para preguntarse qué había pasado, Spike se quedo inconsciente.Todavía estaba allí cuando lo encontró Buffy.
 

 

Estaba calentito, envuelto en mantas en una cama grande y cómoda. No le dolía nada, aunque estaba cansado y aturdido. Volvió a cerrar los ojos, acurrucándose más en las mantas, sin querer moverse de donde estaba.

Pero iba y venía en la inconsciencia y pronto recordó como había llegado allí.

Buffy...

Había venido a buscarlo, lo sacó del infierno y le dijo a Angel que se marchara, que era a él a quien elegía. A pesar de las torturas había sido un buen día.

Recordaba vagamente que habían llamado al Consejo pidiendo dinero y se habían alojado en un hotel de lujo de Los Ángeles. No lo recordaba todo claramente por que perdía y recuperaba el conocimiento constantemente, pero se acordaba perfectamente que le habían curado las heridas y le habían ayudado a acostarse. Sonrió al pensar en ello. Lo amaba...

La puerta del cuarto se abrió y Buffy asomo la cabeza, sonriendo cuando vio que tenía los ojos abiertos.

— Hola señor— ¿Te sientes mejor?

— Sí—contestó Spike—solo cansado

Buffy se acercó a la cama y sentó junto a él, acariciándole el brazo a través de la manta.

— ¿Tienes hambre?  He encontrado una carnicería y he conseguido un poco de sangre mientras dormías. ¿Quieres que te caliente un poco?

— Si no te importa.

— Por supuesto que no me importa—dijo Buffy, besándole en la sien antes de levantarse— Vuelvo enseguida.

Spike asintió con la cabeza, volviendo a apoyarla en la almohada y cerrando los ojos mientras la esperaba. No recordaba haber estado antes tan cansado pero supuso que el ser torturado tanto tiempo cansaba.

Abrió los ojos cuando sintió cuando Buffy volvió e intento incorporarse pero hizo una mueca cuando sintió como palpitaba su cabeza. Buffy puso la taza en la mesilla y le puso unas almohadas detrás de él para que estuviera más cómodo.

— Gracias, luv—dijo Spike cogiendo la taza de las manos de ella.

Buffy se sentó junto a él en la cama, con la mano apoyada en su pierna como si no pudiera soportar la idea de no tocarlo o tal vez como una forma de convencerse que no era una ilusión. Eso era lo que ella pensaba, Spike sabía que ella sí que estaba realmente con él.

Él le cubrió la mano con la suya y se llevó la taza a los labios, bebiendo un largo trago.

Sabía horrible y su estomago se reveló.  Comenzó a vomitar.

— ¿Spike? ¿Esta mala?— pregunto Buffy cogiendo la taza de sus manos para evitar que la sangre terminara manchando toda la cama

Spike no podía responder,  su estomago estaba desesperado por liberarse del indeseado contenido. Se bajó de la cama tan rápido como pudo, tropezando varias veces antes de llegar al baño, solo pudiendo llegar al lavabo donde vomitó.

Se agarró al borde, lo brazos temblándole y el corazón palpitando desbocado.

Espera... un segundo ¿el corazón latiendo desbocado?

Levantó la vista y cuando captó lo que estaba mirando,  su incredulidad fue completa

— ¿Spike? Eres tú… ¡Oh Dios mío!

Podía ver a Buffy reflejada en espejo mientras estaba de pie en la puerta del cuarto de baño.

También podía verse a sí mismo

— Buffy ¿Qué es lo que me está pasando?— preguntó mientras apretaba cada vez más fuerte el borde del lavabo hasta que este comenzó a quebrarse entre sus dedos. Aflojó las manos al tiempo que elevaba una plegaria porque seguía siendo igual de fuerte que antes.

— No lo sé—contestó Buffy entrando en el cuarto de baño. Le puso la mano sobre la espalda y la retiró— Estás... estás caliente. Tu piel está... creo que estás vivo, Spike.

El aturdimiento que lo afectaba cuando se había despertado había desaparecido,  siendo sustituido por la incredulidad al ver que los rastros de las torturas que había sufrido ya no estaban. Su piel estaba suave, libre de cortes y contusiones.

A excepción de su mano derecha.

Se miro la palma de la mano con el ceño fruncido al ver la extraña cicatriz. Parecía de una quemadura y no recordaba que el abogado le hubiera quemado la mano ¿De dónde había salido?

Buffy le tomó la mano y antes que pudiera preguntarle por qué lo hacía, ella le mostró su palma izquierda y a continuación juntó ambas palmas, entrelazando los dedos.

Igual que en los últimos momentos en Sunnydale.

Entendió.

Poco a poco, casi a regañadientes, Buffy le soltó, aunque le acarició la mejilla antes de apartarse de él.

— Tienes que volver a la cama. Voy a limpiar este desastre. Y antes de que preguntes, estoy segura. Solo tienes que dejarme que te cuide como se debe.

— Te amo—dijo Spike, tenía la necesidad de decirlas ahora que sabía que no iba a ser rechazado.

— Yo también te amo.

Spike le sonrió y pudo ver como los ojos de ella estaban brillantes por las lágrimas. Quería abrazarla, besarla, pero la cabeza le daba vueltas y no quería que ella tuviera que llevarlo a la cama.

No fue hasta que estuvo solo en la habitación de nuevo,  cuando Spike sintió que el pánico se apoderaba de él.

Se acordó entonces del día que había pasado en el infierno con toda claridad, de la conversación del demonio vestido de Armany de Wolfram & Hart. ¿Y si había aceptado el trato? Se enfadó consigo mismo por la condiciones que había impuesto ¿Y si habían mirado dentro de él y visto lo que realmente deseaba? Había deseado durante tanto tiempo una autentica vida con Buffy,  que apenas recordaba un momento en que no lo pensara. Ella estaba allí, lo amaba y además tenía un corazón latiendo que entregarle.

Pero ¿Quería estar de verdad aquí? ¿Había hecho sin querer lo mismo que Angel? ¿Perdería su alma en el trato?

Llegó a la conclusión de que sí. Después de todo ¿Por qué otro motivo estaría Buffy con él?

Volvió la cabeza cuando ella salió del baño y vio como le brillaban los ojos por el amor.

Se le rompió el corazón.

— No quieres estar aquí.

— ¿Qué?—pregunto Buffy temblando al tiempo que se acercaba a la cama

— No quieres estar aquí conmigo. Estás aquí solo porque hice un trato, como Angel.

— No—contestó Buffy sacudiendo la cabeza— Jamás harías eso, Angel tal vez, pero tú no.

— Sí, Buffy—Spike tragó saliva— Yo no... Yo no, pero lo hice. Lo siento mucho...

— No. Esto es real, Spike. Sé que lo es. Esto no puede ser resultado de un trato. No puede serlo.

Quiso romper a llorar pero no lo haría.

— Lo siento, pet. Me estaban torturando y yo... yo solo quería que tuvieras tu vida de nuevo, eso es todo. Tan solo quería que tuvieras libre albedrío.

— ¡Entonces, lo tengo!—le gritó Buffy— Spike, quería estar contigo antes. No hay trato que me haga hacer esto. Dios, ¿Por qué no puedes creer que Te amo?

— ¡Porque no!— Spike se inclinó hacia atrás y su cabeza golpeó con el cabecero—¿De qué otra manera podría volver a latirme el corazón si no hubiera un trato? Los vampiros no se rehumanizan de manera espontánea ¿Sabes?

— ¿Pediste volver a estar vivo?

— No

Buffy se acercó más a la cama y se sentó a su lado, cubriéndole la mano con la suya.

— Entonces, ¿por qué tiene que ser producto de un trato?

Spike no se movió, no se fijo en ella.

— Porque yo lo quería. No... la profecía sobre un vampiro con alma que consigue una nueva vida. Traté de no desearla demasiado, traté de no centrarme en ella de la manera que lo había hecho Angel, pero la deseaba. La deseaba porque pensaba que si me latía el corazón, podría darle utilidad. Quizá así sería bastante para ti.

La oyó sollozar antes de que se inclinara y le besara en la frente, dejando que sus labios rozaran su piel cuando le dijo en voz baja.

— Lo siento mucho, Dios Spike lo siento tanto.

— ¿Por qué tienes que sentirlo?

Ella se apartó y lo miró a los ojos negándose a que apartara la mirada.

— Por hacer que pensaras eso. Por hacer que pensaras que no eras digno—le puso la mano en el pecho, cerrando los ojos por un momento, como si saboreara el latido antes de volver a mirarlo— Eres un campeón Spike. Desafiaste a todos, incluso a tu propia naturaleza para convertirte en el hombre que eres hoy. Has salvado el mundo una y otra vez tan solo pensando en la gente que quieres y en hacer lo correcto. ¿Ha cruzado por tu mente la posibilidad de que esto no sea parte de un trato sino una recompensa?

— Nunca he pedido una recompensa.

— Si, eso es lo que te hace digno de una.

— Contaban con esto, no puede ser real.

— Lo es.—Buffy entrelaza su mano izquierda con la derecha de él— Ayer pasé todo el día con un vida no real. Spike, se diferenciarlas. Todo estaba mal. ¿Pero esto? Esto se siente completamente bien.

— Buffy...

— Shh....—le puso los dedos sobre los labios por un momento para quitarlos y sustituirlos por los suyos.

Spike le devolvió el beso solo por un segundo antes de separarse solo un poco, incapaz de alejarse de ella por completo.

— Buffy, tenemos... tenemos que resolver esto. Me late el corazón, yo...

— Más tarde—dijo Buffy— Trataremos de entender esto más tarde. Pero, ¿No podemos ahora simplemente ser felices juntos? Por favor, William...

El sonido de su voz diciendo su nombre lo desarmó. Lo había dicho antes, pero nunca de esa manera. Nunca cuando lo deseaba...

Esto estaba mal. Debía alejarla de él, al menos hasta que estuviera realmente segura de que quería estar con él. Pero que el cielo le ayudara, nunca había sido tan fuerte.

Cuando lo besó de nuevo, no la alejó.

— Te quiero—susurró contra sus labios, para luego dejar una senda de besos desde su mandíbula hasta su sien, a través de su mejilla, puntuando cada beso con una promesa en voz baja— Te amo, te amo...

Spike quería contestarle, quería decirle lo mucho que significaba para él. Pero tenía un nudo en la garganta y lo único que podía hacer era abrazarla, aferrarse a ella mientras el corazón le daba un vuelco en el pecho.

Pero cuando sintió que le besaba las lágrimas, supo que ella lo sabía.

— Todo va estar bien.— le susurró— Te lo prometo Spike, sea lo que sea que esté pasando, todo irá bien. Estoy cubriendo tu espalda y no dejaré que nadie se te lleve de nuevo.

Spike cerró los ojos y aspiró su olor, aliviado al comprobar que era el mismo de siempre.

— Buffy, yo...

— Ya te dije que quería cuidar de ti por una vez —dijo callándole con un beso— y lo sentía. Relájate y deja que te lo demuestre.

Spike asintió, continuaba muy cansado como para seguir discutiendo con ella. Ella le sonrió y le guiñó un ojo para a continuación quitarse la camiseta.

No llevaba sujetador. Los ojos de Spike se oscurecieron por el deseo, su polla se interpuso entre ellos y la sonrisa de Buffy se volvió maliciosa.

— Ahora he conseguido que me prestes atención, guapo.

Le devolvió la sonrisa, pero dejó de sonreír para gemir cuando metió la mano entre sus cuerpos y se apoderó de su polla, acariciándole como sabía que le gustaba, haciéndole ver que no se había olvidado de su cuerpo. Se inclinó y le susurro al oído.

— Dime qué quieres, Spike. Dime lo que deseas ahora.

— Yo... Buffy...

— Está bien, mi amor. Quiero hacer algo por ti.

Se estremeció, le daba miedo ceder a su oferta, pedirle lo que deseaba y que ella se lo negara y lo echara de la cama.

— Tu... tu boca. Quiero sentir tus labios en mi, gatita. Siempre lo has hecho tan bien...

No pareció que a ella le ofendiera lo que le pedía. De hecho se la veía bastante feliz, cuando se deslizo por su cuerpo y se colocó entre sus piernas. Su mano lo rodeó y mirándole le preguntó.

— ¿Quieres que solo lo pruebe o algo más?

Él le sonrió metiendo la mano entre su larga melena rubia.

— Solo tú sabes lo que quiero, cariño.

— Me encanta cuando me hablas dulcemente.— dijo con una sonrisa antes de introducirse su polla en la boca, tan profundamente que golpeo el fondo de su garganta.

Spike maldijo y echó la cabeza hacia atrás, sin soltarle el pelo. Su boca bajaba y subía por toda su gloriosa longitud, de un modo rítmico, salpicado de gemidos. Ella le había hecho lo mismo un montón de veces en el pasado, pero ahora viendo como había respondido, con qué entusiasmo, Spike se dio cuenta de algo que no había antes.

— ¿Te gusta hacer esto, verdad?

Ella lo miró, sus ojos brillaban de un modo travieso, gimiendo de placer.

Spike gimió hundiendo las manos en las sabanas.

— Bloody hell, como te quiero mujer.

Ella se rió y a la mierda si con todo eso no se sentía de maravilla.

No iba a durar mucho. Hacía demasiado tiempo, se sentía demasiado bien y su sangre corría de una manera que no había hecho antes. Sentía todos sus nervios, el corazón le latía con fuerza, su caliente aliento lo quemaba, haciéndole darse cuenta de lo real que era esto.

— Buffy, mi vida, necesito... Oh joder, pet, te necesito...

Ella se lo sacó de la boca de manera lenta y besó la punta, después se bajó de la cama tan solo el tiempo suficiente para quedar desnuda por completo.

Sus ojos no dejaron de seguirla cuando se desnudó, con una mirada llena de lujuria. Buffy sonrió, dio una vuelta para que él pudiera mirarla bien.

— ¿Todavía te gusta lo que ves?

— Oh sí—respondió Spike, sin pensar ya en otra cosa que no fuera estar en esa habitación con esa mujer. Sus ojos se suavizaron y le tendió la mano, llamándola.— Hazme el amor, Buffy.

— Nunca he hecho otra cosa, Spike— se acercó a la cama y le tomo la mano— En realidad no. Ni siquiera cuando me dijiste...

No estaba seguro de si la creía, pero no iba a discutir ese punto. El pasado, era el pasado, no importaba lo había pasado, él la iba a perdonar.

— Lo sé, pet. Lo sé.

Buffy se sentó a horcajadas sobre sus caderas, aferrada todavía a su mano, mientras con la otra mano situó su polla en su entrada, haciendo que se deslizara lentamente en su interior. Spike gimió cuando ella suspiró y la cogió de la cadera, sosteniéndola.

Se inclinó hacia adelante, apoyando la cabeza en su hombro, Spike finalmente apartó la mano de su cadera y la envolvió en sus brazos,  apretándola contra él.

— No voy a dejarte ir de nuevo.—dijo ella hundiendo la cara en el hueco de su cuello— Yo no...Nadie va a alejarte de mí de nuevo, nunca más.

— Shh.... No voy a ir a ninguna parte, Buffy. Estoy aquí para ti.

Se sentó, apoyando las manos en su pecho. Una expresión de sorpresa asomó a su cara, se rió con suavidad, acariciando el lado derecho de su pecho.

— Se me olvidó por un momento. No estoy acostumbrada a los latidos de tu corazón.

— Ni tú ni yo.—dijo Spike cubriendo su mano.

— ¿Te sientes raro? ¿Diferente?

— Un poco— hizo una mueca— Siento una especie de sobrecarga sensorial.

— Me gustaría seguir haciendo esto contigo aunque no lo tuvieras. El latido de tu corazón, quiero decir...

— Lo sé— en esta ocasión, Spike la creyó.

— Y...y nada va a cambiar si esto no es permanente.

Spike le respondió sujetándole la cara con ambas manos y llevando su boca a la de ella, besándola profundamente. Buffy gimió contra su boca y finalmente comenzó a moverse, balanceándose de manera constante, amenazando con volverlo loco.

Por fin rompió el beso y ella le puso las manos sobre los hombros, usándolos como punto de apoyo para moverse más rápido, más fuerte. Spike dio las gracias a quien quiera que lo había mantenido fuerte, por que se moriría si tuviera que decirle que parara. La mejor parte del sexo con Buffy siempre había sido como le entregaba pequeños pedacitos de sí misma...

— Dios, mi amor. He echado esto malditamente de menos—dijo mientras le clavaba las manos en la suave carne de las caderas, guiándola a moverse más fuerte, más rápido— Nadie me ha hecho sentirme tan bien como tú.

— Yo también te he echado de menos— le dedicó una sonrisa maliciosa y lo apretó con sus músculos interiores— Por la misma razón.

Spike sonrió en respuesta y de repente decidio que ya estaba harto de dejarla llevar el control y se dio la vuelta, riendo por el chillido de sorpresa de Buffy. Ella lo miró y frunció los labios.

— Me estaba divirtiendo.

— ¿Ah sí?

— Sí

— Sabes,  me encanta cuando haces esos pucheros. Solo me dan más ganas de hacerlo más fuerte.

Su puchero creció

— Eres un poco descarada—dijo Spike al tiempo que se aferraba a sus piernas y comenzaba a empujar, empujes largos y profundos que arrancaban a Buffy gritos de placer.

— Oh, maldición sí—gimió ella, clavándole las manos en los hombros.— Esto… esto también es divertido.

Spike sonrió. Sentía como si el peso de su corazón hubiera desaparecido.

Buffy llegó a su orgasmo con un grito de puro alivio, Spike casi lloró al oírla. Era algo más que placer, era unión completa.

Se miraron a los ojos y se unió a ella.

Spike se quedó dormido con Buffy acurrucada en su pecho, escuchando el regular latido de su corazón.

Spike sabía que estaba soñando. Todavía estaba en la habitación del hotel, pero supo tan pronto como se sentó en la cama, que en realidad seguía durmiendo.

De alguna manera supo también, que no estaba solo.

Buffy se había acurrucado junto a él, sonriendo. Sabía también que la veía tal cual era en ese momento. ¿Quién había invadido sus sueños?

— Hola

Se volvió con rapidez y se quedó sin aliento al ver a Fred sentada en la cama.

— ¿Qué estas...?

— No soy El Primero—dijo levantando la mano— No soy Illyria. Tampoco soy Fred. Simplemente llegamos a la conclusión que te sería más fácil ver esta cara. Que te sería más familiar.

— ¿Quiénes sois?

— Eso no es lo importante. Solo tienes que escuchar lo que tengo que decir.

Spike asintió, sabiendo por una vez que no debía discutir. Sabía a ciencia cierta que “Fred” no era El Primero, había estado con eso el tiempo suficiente para saber que se sentía, y no pensaba como Illyria podría invadir sus sueños. Pero quien quiera que fuese era una persona muy poderosa y alguien a quien creía no debía disgustar.

Sobre todo, porque tenía la impresión de que no era malo.

— No puedo quedarme demasiado. No debería estar aquí, la verdad, ya que no suelo hacer este tipo de cosas, pero el consenso general fue que necesitabas una explicación de todo esto. Así que estoy aquí para explicar todo esto. Nadie quiere un vampiro deprimido. Es muy aburrido. Este es el trato. ¿El año pasado? Todo fue una serie de pruebas. Has aprobado. Felicidades.

— ¿Qué?—parpadeó Spike.

Ella suspiró poniendo los ojos en blanco.

— Ainsss Los seres humanos. Seguiré explicando un poco más. Sería bonito si no fuera una condenada molestia. Un campeón vampiro, solo puede haber uno, igual que con Los Inmortales, pero sin lo de cortar la cabeza. De todas maneras tú fuiste a por tu alma y hubo dos.— arrugó la nariz.— Era confuso. Las cosas fueron una especie de preámbulo.

— Sí, me acuerdo de esa parte. Era todo como el preámbulo del juego.

— Oh más o menos. Estábamos jugando. Mira este es el trato. Dos campeones es posible, pero solo uno puede salir ganador. Por lo tanto, os juntamos y decidimos que tomarais las mismas decisiones para ver quien decidía mejor, Sinceramente pensamos que iba a ser una carrera muy reñida. No creo que nadie esperara como salió todo.

— Espera un momento, déjame ver si he entendido bien—dijo Spike tendiéndole la mano— ¿Habéis pasado un año enfrentándonos uno contra el otro para ver quién era más que un Campeón?

— No— Fred negó vigorosamente— Sí, ayer fue la prueba final, os pusimos la tentación final y ver quien la superaba—puso los ojos en blanco— Ni siquiera hizo falta la tortura para persuadir a Angel. Solo un par de palabras amables y una rubia colgaba de su brazo y recibían una lluvia de arroz. Pero...pero tú incluso sabiendo que tendrías que enfrentarte a un dolor indecible, tomaste una decisión indecible en nombre del amor. Por lo tanto ¡ta ta ¡ Eres el gran campeón y recibes tu recompensa.

— Es ella...—dijo Spike mirando a la mujer que aún dormía junto a él.

— ¿Si es parte de esto? No. Ella está aquí por su propia voluntad, incluso si al final no hubieras sido el campeón, sería tuya.

— No merezco esto.—dijo Spike acariciando la mejilla de Buffy.

— El universo lo ve de otra manera, amigo— Spike se volvió a mirarla de nuevo y su expresión se suavizó— Mira Spike no importa lo que puedan decir, desear el amor para otro es el motivo más desinteresado de todos. Lo vi, vi lo que había en tu corazón. No importa cómo empezaron las cosas entre vosotros, al final no te importaba poner tu vida en peligro por ella una y otra vez, incluso por los que ella cuidaba, también lo hiciste cuando no tenías alma, hubieras muerto por salvarla. Eso no es obsesión. No es algo sucio o malo. Eso es amor desinteresado y no hay nada más puro. A pesar de todos tus pecados, te mereces esto.

— Yo no... quiero decir...

— ¿Acabas de darme las gracias?—dijo ella sonriéndole.

— Gracias—dijo Spike riéndose entre dientes

Se levantó y se acercó a él, besándole de forma casi maternal en la frente.

— Te aconsejaría que atesoraras cada momento, pero no creo que tenga que hacerlo. Ten cuidado campeón.

Spike se despertó del sueño y acurrucó con más fuerza a Buffy entre sus brazos.