In my Dreams by Spikeslovebite
En Mis Sueños
Sigo esperando algún día despertar
Y de alguna forma ella estará acostada a mi lado
Y mientras me pregunto si realmente está amaneciendo
Ella me toca y de repente estoy vivo
Y, subimos y subimos, y en la cima volamos
Dejamos al mundo seguir debajo de nosotros
Estamos perdidos en el tiempo
Y realmente no sé lo que significa
Todo lo que sé es que tu me amas
En mis sueños
REO SPEEDWAGON ~ In My Dreams
Durante la Cuarta temporada...
Ella le contemplaba otra vez.
Más específicamente, estaba mirando su paquete.
Se arqueó en la silla como estirándose contra las cuerdas que le ataban, empujando deliberadamente su ingle hacia fuera. El rápido rubor que coloreó sus mejillas trajo una astuta y satisfecha sonrisa a su cara.
*¿Te gusta, cazadora? estás a punto de hiper ventilar y ni siquiera estoy duro... todavía* pensó *a lo mejor, tendría que darle a la estrecha esta algo a lo que mirar realmente. Enseñarle el ‘big’ del ‘big bad’*
Inclinando la cabeza hacia atrás en la silla, limpió su mente de todo, salvo de ella. Hacía esto mucho. Por lo general eran fantasías, sobre rasgar su garganta y sorber la vida de su cuerpo flacucho, pero últimamente hubo un cambio en sus sueños.
Sutil e insidioso
El aroma más delicioso vagó por sus sensibles fosas nasales y él levantó la cabeza bruscamente, sus ojos azules que volaban rápido chocando con los soñadores avellana suyos. Sin una palabra, ella dejó su asiento en el sofá y se acercó a él, sus caderas que se balanceaban de manera seductora a cada paso.
La cazadora
Montando a horcajadas en su regazo.
La larga y suelta falda subida hasta sus muslos delgados y fuertes, abrazando su regazo. Con solo sus bragas y sus vaqueros entre ellos, el increíble calor que emanó de su corazón le rodeó. Spike sintió como su polla se endurecía, estirándose contra su restrictiva prisión de algodón.
“¿Qué estás hacienda, cazadora?” Spike tuvo que luchar para mantener firme su voz cuando ella se colocó más cómodamente en sus muslos. Arqueó una ceja con una sonrisa imprudente “No comiences algo que no tengas intención de terminar”
Ella lucía deliciosa, sus mejillas sonrojadas y sus ojos brillantes enmarcados por rizos de pelo sedoso dorado. Sus dientes perfectos brillaron con una sonrisa que era tanto insultante como coqueta. Descansando sus manos sobre sus hombros, se inclinó hasta que dejó su boca apenas a un suspiro de la suya.
“Me deseas. Sé que lo haces” susurró. Trazó un camino de fuego sobre su pecho y bajó entre ellos para cubrir su erección palpitante, dándole un fuerte apretón. “Puedo sentirlo”
La lengua suave, rosada de Buffy chasqueó y humedeció el contorno de sus labios. El tiró hacia delante con impaciencia, tratando de capturar su boca con la suya, pero las cuerdas que lo ataban a la silla estaban demasiado apretadas. Desesperado por tocarla, por sepultar sus manos en aquel pelo, imposiblemente sedoso y besar su deliciosa boca, él luchó en vano para soltar sus ligaduras. Un gruñido de frustración retumbó en él cuando ella se retiró de forma juguetona.
“Ah, ah, ah” le reprendió, agitando un delgado dedo bajo su nariz. “Los vampiros malos no consiguen lo que sus malos pequeños corazones desean. Ahora, no te muevas”
Spike soltó un quejido muy afeminado cuando ella sacudió hacia atrás su pelo, exponiéndole su garganta. El dedo que ella le había estado agitando remontó hacia su yugular. Igual que hizo el día anterior en el baño. Ella le atormentó con la alusión al rico clarete de su sangre que latía bajo la piel lisa de su cuello.
“¿Deseas esto, verdad? ¿Lo deseas tanto como deseas esto…?”
Su mano libre hurgó bajo su falda. Con un giro rápido y un tirón, arrancó las caras bragas de encaje de su cuerpo. Se rió otra vez, suave e insultante, mientras las colocaba delante de su cara, antes de estirar descaradamente sus brazos por detrás de él y guardárselas en el bolsillo de atrás, dándole un buen apretón en el culo.
“Te he visto mirándome. Deseándome. Volviéndote loco mientras imaginabas lo que sería poder sepultarte dentro de mí, y follarme ‘hasta gritar’.
Sus ágiles dedos encontraron los botones de la bragueta de sus vaqueros e hizo reventar cada uno de ellos abriéndola con una lentitud agonizante hasta que su polla salió fuera desenfrenadamente hacia las manos que la esperaban. Spike solo pudo apretar los dientes y gemir, apretando sus cerrados ojos cuando ella abarcó su longitud y circunferencia impresionantes, acariciando y apretando despiadadamente
Buffy suspiró con placer, con una calculadora mirada en su cara. “Mejor de lo que alguna vez soñé” murmuró, deleitándose en el rígido conjunto de su mandíbula y sus fosas nasales acampanadas. Su fuerte e innecesaria respiración imitaba perfectamente a la suya.
Pasando su pulgar por su cabeza esponjosa, la levantó hacia sus jugosos labios y la resbaló dentro de su boca, su lengua que se arremolinaba alrededor de ella, para coger cada gota de pre-semen viscoso que se adhería a ella.
“Mmm…salado, pero un poco dulce. Igual que tu, Spike” ronroneó.
La débil silla crujió cuando Spike reanudó su lucha para liberarse. Sus ojos destellaron en amarillo y sus gruñidos se intensificaron cuando casi lo volvió loco de lujuria.
“Cazadora” jadeó “Buffy. Luv, desátame, por favor”
Aquel delicioso labio inferior hizo un puchero, frunciendo el ceño. “pero esto que estoy haciendo es más divertido, Spike. ¿No te gusta lo que te estoy haciendo?”
“Desátame y yo te enseñaré cuanto bloody me gusta” farfulló.
Lo miró largamente, pensando “Noooo, creo que no. Tal vez cuando sea mi turno, tu tendrás el tuyo” Spike se estremeció cuando abarcó su cara con las manos “pero te prometo que no te decepcionaré”
Con eso, se incline hacia él, sus blandos pechos que se aplastaban sobre el suyo. El casi aulló de alivio cuando su boca cubrió la suya, su ágil lengua que resbalaba con impaciencia dentro de su boca abierta, en una lucha húmeda, en suculento baile.
Atrapando finalmente su labio inferior, Spike le dio un pequeño mordisco, ella se inclinó hacia atrás con una mirada de reproche. El gruñó suavemente, por tanto placer inesperado, ella le devolvió un pequeño gemido. El sonido impactó directamente en su polla, lo que hizo que empujara sus caderas hacia arriba.
Buffy respiró profundamente, jadeando cuando la punta de su polla empujó contra su clítoris. Ella empujó con fuerza hacia abajo, atrapándole entre sus pliegues lisos y meciendo sus caderas de aquí para allá. Presionó su frente contra la suya, dejando escapar un suspiro suave, cada vez que la dura cabeza embestía contra ella.
Sus dedos temblorosos encontraron los botones de su blusa, el suave algodón que se aparta para mostrar la carne que el sujetador de encaje mostraba más que ocultaba. El broche delantero crujió al abrirlo, los senos quedaron al descubierto, con los duros pezones de color rosa oscuro.
“¿Quieres probar?” ofreció con una sonrisa tímida en su boca.
Asintió en silencio y con los ojos brillantes aseguró sus botas a las patas de las silla, alzándose hasta sus duros pezones, acariciándolos hambriento con su boca.
A los primeros ávidos lametones de su fría lengua, fijó sus manos en su pelo, echando la cabeza hacia atrás, gimiendo de placer. Ella reanudó sus lánguidos movimientos de su pelvis, moviendo su sexo arriba y debajo de su polla, ahora mojada, en una sinfonía de movimientos que les provocaba a ambos querer más.
“¿Te gusta así?” gruñó hocicando contra su carne húmeda y sus pezones erectos. Ya no luchó por contenerse, muy contento de poder hacer su trabajo y sus traviesas artimañas en su cuerpo totalmente dispuesto.
Su respuesta fue tirar de su cabello, arrastrando su cabeza en otro beso abrasador, girándose para pellizcar y chupar suavemente su labio inferior.
El sintió que se agachaba entre los dos una vez más, apartando su falda y apretándolo firmemente. Se alzó, levantando su cuerpo lo suficiente para permitir que él se deslizara en su mojada entrada.
Los ojos de Spike no abandonaron su cara, cuando descendió en el con insoportable lentitud. Se sumergió en las innumerables expresiones que revoloteaban por su cara. Había una mezcla de lujuria y determinación, teñida con una mueca de dolor. Él podía sentir como sus tejidos interiores protestaban cuando no cedieron a su paso.
“Relájate, luv” le sugirió con suavidad “Respira profundamente…esa es mi chica…ahora solo déjalo ir y deslízate hacia abajo”
El sonido de su voz cerca de su oído provocó un escalofrío por su columna, mientras trababa de obedecer, respirando profundamente y soltando el aire a toda velocidad, deslizándose hacia abajo.
Cuando su calor lo envolvió totalmente, Spike se tragó un rugido de eufórico triunfo. Dejó que se adaptara a su tamaño unos momentos, antes de darle un codazo en las caderas, impulsándola hacia delante.
“Vamos, cazadora, mueve ese delicioso culo. Enséñame lo que sabes” se burló.
Buffy lo fulminó con la mirada. Clavando sus uñas en sus hombros, comenzó a moverse, apretando sus músculos cuando subía y rotando sus caderas cuando bajaba. La ira por sus palabras se esfumó por las poderosas sensaciones que su cuerpo le producía.
Maldiciendo otra vez por no poder tocarla, Spike echó hacia delante su cabeza y atrapó uno de sus pechos, que botaban ante su cara. Chupó y lamió vorazmente gruñendo cerca de un pezón mientras Buffy saltaba con entusiasmo sobre su polla.
Ella incrementó sus gemidos y el frenético movimiento de sus caderas mientras lo montaba, diciéndole que estaba a punto de correrse.
Buffy puso sus brazos alrededor de sus hombros, agarrándose con fuerza, inclinando su cabeza bruscamente mientras él presionaba su cara en su cuello ansiosamente. Su liberación inminente se hizo patente, con un cosquilleo que le venía de abajo y que ella sabía que solo una cosa podría aplacar.
“Hazlo” le instó con una voz oscura y lujuriosa que no reconoció como suya.
Sus rasgos cambiaron, los abultamientos de su demonio que acariciaban su mandíbula mientras él chupaba con fuerza la piel de su cuello. Con un gruñido bajo y entusiasta, clavó los colmillos en su destino.
Su mundo explotó cuando él le mordió despacio, el breve dolor que solo intensificó las intensas olas de placer. Ella abrió la boca con un mudo grito, jadeando cuando se sintió caer al borde del éxtasis.
Spike sintió como se apretaba alrededor de él, la fuerza de su orgasmo que estrujaba su polla. El se arqueó hacia arriba con un gruñido impaciente, su cuerpo delgado que se estremecía por la fuerza de lo que prometía ser un orgasmo alucinante.
“¡Spike!”
La voz estridente del vigilante lo sacó de golpe de su lujuria.
“¡Qué!” se desilusionó con rapidez al echar un vistazo a su alrededor y no ver rastro de la cazadora.
Giles sostenía una caja vacía de cereales con una expresión súper crítica.
“Oh, bien. Has acabado con los cereales, Rupert” ofreció con una sonrisa conciliadora.
Con un suspiro de frustración, Giles arrojó la caja a la basura de la cocina y cogió su chaqueta con rapidez.
“Voy a la tienda. Ten la amabilidad de informar a Buffy que volveré cuanto antes de forma que podamos terminar con nuestra discusión.
“Discusión. Vale, ¿Así es como ahora se llama? Me parece que deberían llamarlo, despiadado interrogatorio a un pobre e indefenso vampiro”
Spike trataba de hacer desaparecer la gran metedura de pata de haberse excitado con la pequeña fantasía con la cazadora. No tenía ningún sentido torturarse a sí mismo, si ella no estaba allí, ¿no?
Giles se giró hacia él, sonriéndole malvadamente ante sus palabras y Spike rodó los ojos con un suspiro de dolor.
"Si, vale. Se lo diré en cuanto regrese. ¡Y consigue alguna de esas alitas picantes que trajiste la otra vez!” gritó después de que la figura desapareciera de su vista. Cerrar la puerta fue su única respuesta.
Retrocedió en la silla con un abatido suspiro. Maldito Giles y su más que impecable inoportunidad. Solo unos segundos más y él…
Su nariz se movió nerviosamente, sus colmillos le picaron, y tragando la saliva que le llenaba la boca, levanto la cabeza para verla inclinarse sobre el marco de la puerta de entrada al cuarto de baño con un destello en los ojos y una sonrisa depredadora.
Ella se apartó de la pared y se pavoneó sin detenerse hasta que sus rodillas lo rozaron. El la miró con fascinación, atónito mientras ella no apartaba la vista de su obstinada erección que todavía tensaba sus pantalones.
Spike tragó con fuerza cuando ella levantó sus ojos hacia él.
“Parece que estamos completamente solos, ¿verdad?” ronroneó montando un gran espectáculo al recogerse la falda con las manos, antes de que se sentara rápidamente sobre su regazo.
“¡Oh, bloody jodido hell…!”
Y Buffy sonrió.
FIN