El Santo Grial

 

 

Ni Spike ni Ángel tenían pensado volver a Inglaterra nunca más. Sin embargo, una secta demoníaca llamada “The Hellmouth” quiere apoderarse del Santo Grial, y los dos vampiros tienen que ayudar al Nuevo Consejo de Vigilantes a evitarlo. ¿Podrán hacerlo?

 


Prólogo

 

Diez años después de la batalla en Los Ángeles…

 

Spike maldijo entre dientes cuando se sintió volar por la cama. La noche anterior se había emborrachado y se había liado con la primera bailarina del club de Streptease que frecuentaba, Darling. Ella se había ido después de echar un par de polvos y él se quedó en el motel de mala muerte para dormir ‘la mona’.

“Spike espabila, no tengo todo el maldito día” le gritó Ángel mirándole desde su altura. Intentó fijar la mirada, pero lo único que veía era un gran bulto negro.

“Ven dentro de un par de horas, peache. Este es mi jodido día libre y quiero pasarlo en la cama, y no precisamente contigo” masculló levantándose del suelo y tumbándose bocabajo en la cama.

“Deja de comportante como un imbécil, Spike” dijo el moreno avanzando hacia la cama y mirándole con furia. “Tenemos que ponernos en marcha ya. Nos esperan en Londres”

“No se me ha perdido nada allí. ¿Por qué no vas tu solo? Sabes que las relaciones públicas no es lo mío” Ángel se impacientó y tuvo que contenerse para no darle una patada en su desnudo culo.

“Tenemos que encontrar el Santo Grial, Spike. Se acerca otro Apocalipsis”.

“¿El Santo Grial?” Spike se dio la vuelta, dejando a la vista del moreno sus atributos sexuales. Spike sonrió cuando el otro le lanzó los pantalones a la cabeza. Los desechó alzando una ceja y se incorporó un poco mientras encendía un cigarro “Vamos, Ángel. Sabes que eso es solo un mito. Ni siquiera se ha probado que el Rey Arturo existiera de verdad. Todo es un cuento para niños”

“La Gema de Amara también lo era, y tú la encontraste”

“Estamos hablando del Cáliz que utilizó supuestamente Jesús para beber en su última cena, el cual fue dado a José de Arimatea para recoger su sangre en la cruz, no de un abalorio con propiedades mágicas”.

“Spike. Una secta satánica está dispuesta a encontrarlo y provocar otro Apocalipsis, el definitivo, el que se describe en La Biblia. Hemos encontrado un pergamino donde se detalla la ubicación exacta de la tumba del rey Arturo, en Avalon. Se dice que bajo ella enterraron el Santo Grial y la lanza Longinos, la que abrió el costado a Jesucristo. Si ellos los encuentran antes que nosotros, será el final de la humanidad y reinarán las sombras”.

“¡Dios! ¡Que melodramático! ¿Nunca has pensado en dedicarte al bloody teatro?” Spike se levantó con desgana y tiró el cigarrillo al suelo, pisándolo con su pie descalzo “¡Esto de ser un campeón es una mierda!”

“En eso te doy la razón. Ahora mueve el culo. El avión de W&H nos espera”

“¡Bloody hell! Teníamos que haber muerto hace diez años…” gruñó abrochándose los pantalones. Ángel se encogió de hombros y esperó pacientemente a que se vistiera “Cuando quieras, querida” dijo al terminar de vestirse. Ángel le lanzó una mirada gélida y salió por la puerta murmurando por lo bajo. Otra vez estaban en problemas.


Capitulo 1

 

Spike se pasó la mayor parte del viaje a Inglaterra durmiendo. Lo necesitaba con urgencia. Cuando el avión aterrizó en Londres de madrugada estaba en plenas facultades, tanto físicas como mentales.
Ángel no le había molestado en todo el trayecto, ocupado en leer mails de la oficina, dándole las últimas informaciones sobre el jodido Grial.

“Iremos a Glastonbury en helicóptero. Allí nos espera un enlace del Consejo de Vigilantes para llevarnos a Avalón”.

“¿Dónde han encontrado el pergamino? Puede ser falso”

“Estaba en La Abadía de Glastonbury, tras una imagen. La retiraron para reformarla y encontraron el pergamino en la pared, cuidadosamente guardado. Como sabes, José de Arimatea y sus seguidores cristianos llegaron aquí tras la crucifixión, y constituyeron la primera iglesia cristiana en el mundo, poniendo a buen recaudo las reliquias”.

“Eso es solo una leyenda, Ángel. Lo único real en Glastonbury es el Festival de rock que se cerebra allí, y por desgracia este año ya pasó”.

“Aunque fuera así tenemos que investigarlo, Spike” insistió el moreno, entrando en el helicóptero seguido del rubio “Además, nos vendrá bien un poco de acción a los dos, llevamos mucho tiempo inactivos”

“Eso serás tú, cabezón. Yo follo todos los días” Ángel lo fulminó con la mirada y él le sonrió malignamente “no te preocupes. Igual encuentras aquí a tu media naranja, o lo que sea”

“Cállate Spike” le gritó el otro suspirando pesadamente “Tienes razón. Deberíamos haber muerto hace diez años. Así no tendría que aguantarte…”

 

Flash back:
Los Ángeles, espaldas al Hotel Hyperion, diez años atrás.

“Hagámoslos memorables”

Fue lo último que Spike oyó antes de que una avalancha de demonios furiosos cayera sobre ellos. No supo a cuantos mató, pues su sangre y la de ellos nublaban su visión. La lucha fue encarnizada, durando lo que podían ser horas o solo minutos. Cuando todo quedó en paz, se encontró enterrado entre cuerpos mutilados.

“¡Oh bloody hell! ¡No me lo puedo creer! Dijo el vampiro rubio cuando alguien tiró de su mano y le sacó a la superficie “¿Al final no te achicharró el jodido dragón?”

“Por suerte para ti, no” dijo Ángel apoyándose sobre sus rodillas para coger un poco de innecesario aire. “Tenemos que largarnos de aquí, Spike. Pronto se hará de día y parece que esto se ha acabado”.

“¿Cómo? Eran muchos para nosotros” Ángel asintió, poniéndole un brazo sobre el hombro, para apoyarse.

“Creo que ha sido Illyria. Vi abrirse un portal y tragárselo junto con todos ellos. No sé como lo ha hecho, pero se ha sacrificado por nosotros”.

“En el fondo quedaba un trocito de Fred en el”

“Si. Anda, larguémonos antes de que venga el séptimo de caballería. Se oyen sirenas”

“Siempre llegan cuando no hacen falta, bloody hell” Spike comenzó a andar hacia una de las salidas del metro ayudando a caminar a Ángel, que estaba bastante herido “¿tienes algún plan, peache?”

“Sobrevivir”

Fin del flash back.

 

Dos horas después estaban en Glastonbury. El helicóptero privado aterrizó en una gran explanada señalizada con hogueras, en medio de un llano. Spike y Ángel se bajaron de él con unas bolsas de viaje, y miraron a su alrededor desconfiadamente, mientras el helicóptero volvía a despegar, dejándolos allí solos, con la única luz de las hogueras.

No tenían ni idea de a quien mandaría Giles para acompañarlos, pero esperaban que no fuera el mismo. Sus relaciones con el Consejo no eran nada buenas desde el caso Dana, la cazadora psicópata. No habían vuelto a tener noticias de Buffy desde aquella última vez en Roma, y era lo mejor…para seguir adelante. Como ella había hecho.

“Bueno Ángel ¿Y ahora qué?” dijo Spike dejando la bolsa en el suelo y encendiendo un cigarrillo “No esperaba una bloody banda, pero esto es…”

“Shhhh oigo pasos, Spike”. Dijo el moreno haciéndole una seña para que se apartara de la luz. Spike hizo un gesto de fastidio y tomó su bolsa en una mano, mientras con la otra ponía el cigarro en sus labios dejando una de sus manos libres. “Detrás de aquel árbol”

“¿Vamos a escondernos?” gruño el rubio “Voto por patearles primero el culo y preguntar después”

“Harás lo que yo te diga, maldita sea Spike” Ángel lo cogió del brazo y lo arrastró hacia el árbol, escuchando con atención como los pasos se acercaba mas. Un grupo de tres personas se perfiló con la tenue luz y Spike soltó una maldición al reconocer a uno de ellos. “¿Qué?” preguntó Ángel en voz baja.

“¿No te suena la cara del más bajito?” Ángel intentó fijarlo en su memoria, pero no conseguía ponerle nombre al rostro con barba y gafas acompañado por dos formidables hembras “Bloody hell, peache, es Andrew. El capullo de Andrew que te la jugó cuando…”

“Vale, Spike” dijo el otro cabreado “¿Cómo lo has reconocido? No se parece en nada”

“Lo he olido. Tiene el mismo olor que hace diez años”.

“¿A miedo?”

“A gilipollez. Anda, vamos hacia ellos y terminemos de una bloody vez” Ángel asintió y los dos salieron a darse a conocer.

“Ángel, Spike” dijo Andrew saludándolos con la cabeza “¿Habéis tenido buen vuelo?”

“Genial” contestó Spike mientras miraba a una de las chicas que le acompañaban “¿Nos presentas a las señoritas?”

“No estamos aquí de visita social, Spike” le recordó Ángel fulminándolo con la mirada. “¿Dónde tenéis el cuartel general?” dijo volviendo la mirada al pequeño vigilante “Quiero ver ese pergamino lo antes posible. Hasta ahora solo hemos podido estudiar fotocopias, y no me fío”

“Hemos acampado como a dos kilómetros, en el bosque. Los de la Secta The Hellmouth, nos siguen los pasos, pero hemos logrado despistarles, por ahora. Moviéndonos en la noche es más difícil que nos descubran”

“¿Un par de kilómetros, dices? ¡Maldita sea! No me apetece nada andar por el bosque en medio de la oscuridad” Dijo Spike maldiciendo entre dientes.

“Al menos os habéis puesto ropa adecuada” Andrew señaló los pantalones estilo militar color caqui y las chupas del mismo color que ambos vampiros portaban.

“Si, parecemos unos jodidos ‘Madelman’” gruñó el rubio entre dientes siguiendo a la comitiva cuando comenzaron a caminar hacia el interior del bosque. Faltaba dos horas para amanecer, y tenían que darse prisa en encontrar el campamento para evitar que los descubrieran.

“¿has dicho ‘Madelman’?” preguntó un excitado Andrew volviendo sobre sus pasos y emparejándose con el rubio “Yo los colecciono, ¿sabes? Aunque lo que verdaderamente me gustan son las figuritas de “La Guerra de las Galaxias que…”

Spike cerró los ojos un segundo y se concentró en no oírlo. Ángel le dedicó una mirada de compasión y se puso en cabeza de la comitiva, atento a cualquier imprevisto mientras Spike pedía en su interior que alguien le clavara una jodida estaca.



Capitulo 2

 

El sol estaba a punto de salir cuando por fin llegaron al campamento. Estaba casi oculto entre unas rocas y árboles de gran tamaño. Varias tiendas de campaña de tamaño mediano se distribuían alrededor de una fogata casi extinta.

No se veía nadie a la vista, exceptuando a las cazadoras que vigilaban desde puntos estratégicos.

“Vuestra tienda es esa” dijo Andrew señalando una de ellas, la que estaba más escondida. “He oído que los investigadores de “W&H” han conseguido producir un suero para que los vampiros podáis salir al sol”

“Si” dijo Ángel sonriendo al vigilante “Vimos ‘Blade’ y nos dijimos ¿por qué no? Hemos mejorado la fórmula, solo tenemos que tomárnoslo dos veces al año”

Andrew miró al vampiro con escepticismo, pero se encogió de hombros. Spike soltó una risita y le guiñó a la cazadora rubia que no paraba de mirarlo, poniéndole ojitos.

“Podéis descansar durante unas horas. A las doce nos reuniremos en mi tienda para poneros al día de todo” Andrew se fue con las chicas y Ángel y Spike se giraron hacia sus tiendas. Después de dejar allí sus cosas y tomar un tentempié que habían traído en un gran termo, se tumbaron en los catres, intentando dormir.

“¿Crees que ella estará aquí?” preguntó Ángel sin mirarlo.

“Ni idea. Y no puedo rastrear su olor. Hay demasiadas cazadoras alrededor y es complicado”

“Si, yo también lo he intentado. Supongo que lo averiguaremos pronto” Ángel cerró los ojos y los volvió a abrir cuando oyó moverse a Spike, que se estaba poniendo los pantalones y las botas. “¿Dónde vas a estas horas?”

“A echar una meada. He estado todo el camino aguantándome. Con Andrew pegado al culo no me atrevía” Ángel rió con ganas y Spike frunció el ceño “No te reirías así si el capullo estuviera enamorado de ti”

“Así es más divertido, Willy. ¿Quieres que te acompañe? Igual está escondido entre los arbustos y….”

“Me lo como” sentenció Spike saliendo a la oscuridad. Miró a su alrededor y decidió coger un pequeño sendero a la izquierda de la tienda. Todo lo demás era bosque cerrado y no quería perderse. Cuando estaba desabrochándose los pantalones sintió unos pasos tras él y se maldijo por no haber aceptado el ofrecimiento de Ángel. “¿Qué coño haces aquí?” dijo girándose con su cara de demonio ante el intruso. Spike se quedó tan congelado, como el niño que le contemplaba con los ojos muy abiertos. “Lo…lo siento, campeón, pensé que eras otra…persona. ¿Te he asustado?” dijo volviendo a su aspecto humano.

“Un poco” dijo el niño sin apartar la mirada de él. “¿Eres uno de los vampiros que ha traído tío Andy para ayudarnos?”

“Si. Me llamo Spike, ¿Y tú?” dijo el vampiro extendiendo la mano.

“Mathew. Pero todos me llaman Matt. Puedes llamarme Matt” el niño le cogió la mano y el sintió una sensación agradable e incomprensible. Nunca le habían gustado los niños, a no ser para comérselos.

“Chócala, Matt” dijo soltándolo y levantando la palma hasta su altura. El niño, de unos ocho años se la chocó sonriéndole y Spike se quedó mirándole la cara. Sus rasgos le eran muy familiares. “¿Qué haces a estas horas por aquí solo?”

“Quería hacer un pis. Mamá dice que no debo ir solo, pero no quería despertarla. Me asomé y vi como salías de tu tienda y te seguí. ¿Hice mal?”

“Si. No debes salir solo del campamento, y menos seguir a un desconocido. Puede ser peligroso”

“Pero tu no eres desconocido. Eres amigo de tío Andrew y eres un vampiro. Me siento seguro contigo” Spike se atragantó al escuchar las últimas palabras. Dawnie una vez le dijo eso mismo. ¿Dónde estaría Dawn ahora?

“La próxima vez avisas a tu madre, ¿me lo prometes?”

“Si, pero te avisaré a ti. Mi madre está mal desde que mataron a mi padre y toma pastillas por las noches para dormir. ¿Te importa que te llame a ti?” le preguntó con una sonrisa deslumbrante.

“Claro que no me importa. Bueno, será mejor que hagamos ese pis y volvamos al campamento” Spike se giró sonriendo y el niño se puso a su lado, imitando sus movimientos. Spike abrió un poco las piernas y él hizo lo mismo, abriéndose la bragueta a la misma vez y comenzando a orinar, intentando llegar tan lejos como él “¿apostamos quien llega más lejos?” le preguntó al niño entre risas.

“No. Ganarías tú. Yo la tengo muy pequeña y la tuya…” Spike rió con ganas y comenzó a sacudírsela, secundado por Matt, “¿Yo también la tendré así de grande cuando sea mayor? Mamá dice que me crecerá”.

“Yo la tenía igual de pequeña que tú con tu edad” dijo Spike abrochándose la bragueta y aguantado reírse otra vez. El niño estaba preocupado “Seguro que la tendrás hasta más grande”

“¿Sí? Bueno, me conformo con que sea como la tuya. Mi padre la tenía más pequeña que tú y se casó con mi madre”.

“Para que veas. El tamaño no es importante” Spike comenzó a caminar hacia el campamento y el niño se puso a su lado, agarrándose a uno de sus dedos. Spike suspiró con fuerza y añoró ser humano. Añoró no haberse casado nunca ni tener un niño como ese. ¡Bloody suerte!

Ángel se levantó antes que Spike y después de vestirse salió a dar una vuelta por el campamento. Había cuatro tiendas de campaña del mismo tamaño y otra más pequeña, donde suponía que estaba el almacén de comida.

Ángel vio a Andrew sentando en torno al fuego, tomando café y se animó a acercarse.

“¿Quieres un café, Ángel?”

“Si, gracias” Andrew le llenó una taza metálica y se la pasó “¿Está Buffy aquí?” preguntó a bocajarro.

“¡Vaya! Hicimos apuestas a ver quien de los dos preguntaba primero” Ángel le miró de mala manera y él sonrió, “Estaba, pero salió esta mañana con dos cazadoras para buscarnos otro campamento. No solemos estar mas de tres días en ninguno, por seguridad”

“Yo diría que lo ha hecho por no vernos” gruñó el vampiro “¿cuántos somos?”

“Diez cazadoras y yo. Más adelante, cuando hayamos llegado a Avalón vendrán Willow y Xander”

“Bien. ¿Puedo ver ya ese pergamino?”

“Cuando estemos todos” dijo Andrew levantándose mientras vaciaba el resto de café en el suelo. “A las doce”

Andrew se fue y Ángel sintió el impulso de lanzarse sobre él y morderlo hasta la muerte. Pero tenía alma y no podía hacerlo, aunque darle una buena paliza…

“¿A quien estás planeando merendarte?” Ángel giró la cabeza hacia Spike y se encogió de hombros “Déjame adivinarlo: Andy”

“¿Siempre ha sido igual de insoportable?” Spike se sirvió un poco de café y se sentó a su lado.

“No. Antes era un friki gilipollas. Ahora puedes añadir a eso, engreído. Supongo que se le habrá pegado del jodido ex bibliotecario”. Ángel asintió y bebió un sorbo de su vaso.

“A veces desearía volver a ser Ángelus, todo sería más fácil”

“Te entiendo, peache” Spike miró a su alrededor y vio como Matt salía de una de las tiendas. Al verlo, el niño fue hacia ellos, sonriendo ampliamente “Hola Matt” le dijo chocándole la mano.

“Hola Spike. ¿Este tío tan grande es el otro vampiro amigo de tío Andrew?”

“Andrew no es mi amigo, chico” dijo el moreno levantándose “Voy a darme una vuelta, Spike. Procura estar a las doce en la tienda de ese idiota”

“A la orden, jefe” dijo Spike imitando el saludo militar.
“Tu amigo es un poco tonto, ¿no?” dijo Matt siguiéndolo con la mirada.

“Eso es ser muy magnánimo” Matt levantó una ceja sin entender “Bueno, eso significa que eres demasiado bueno. ¿Has desayunado?”

“Sí. Me levanté cuando mamá, antes de que ella saliera con las otras cazadoras, pero necesito ir al baño…”

“Entonces vamos. Yo también necesito ir” Spike se levantó y Matt se agarró inmediatamente de su mano. El vampiro suspiró y caminó con él por el sendero hasta llegar al lugar donde se habían encontrado por primera vez “¿tardará mucho en volver tu madre?”

“No creo que vuelva. Dice el tío Andrew que tenemos que reunirnos con ellas en el nuevo campamento”

“¿Nuevo campamento?” Spike terminó y se giró hacia el niño. Por lo visto sabía de la misión mucho más que él.

“Los hombres que mataron a mi padre nos buscan, así que no podemos estar muchos días en el mismo sitio. Tío Andrew no quería que mi mamá fuera, pero ella insistió. Le dijo que quería que me quedara contigo”

“¿Tu madre me conoce?” preguntó Spike arqueando una ceja. El niño se encogió de hombros y ambos empezaron a caminar hacia el campamento “Bueno, ya hablaré con ella cuando la vea y saldré de dudas”.


Capitulo 3

 

Buffy caminaba como una autómata esquivando los árboles y los matojos como si de demonios se tratara. Estos últimos meses de su vida no habían sido nada fáciles. Después de que la secta matara a David, todo su interés se fijó en Matt. Tenía que evitar que el niño sufriera por la muerte de su padre, todo lo que le fuera posible. Ella lo había amado de forma tranquila, pero lo hizo. El y Matt eran su razón para seguir adelante, cuando la vida había dejado de significar algo para ella.

Lo que no esperaba es que Giles hubiera ordenado traer a su vida a los hombres que más había amado… esos dos vampiros con alma que una vez la amaron también. No podía enfrentarse a ellos todavía… a él. Por eso decidió salir con Faith y Norma en esa patrulla de reconocimiento, aún teniendo que dejar a Matt en el campamento. Sabía que Spike lo cuidaría bien, y más cuando supiera que era su hijo. De ella y de un humano. Un vigilante que le devolvió la ilusión cuando su vida se derrumbaba.

“B tranquila, esos árboles no tienen la culpa de nada” le dijo Faith cuando apartó una rama de mala manera y casi le da en un ojo a la cazadora morena “hubiera sido mejor que te hubieras quedado el campamento y enfrentarte a ellos. Al fin y al cabo solo son dos vampiros”.

“No son dos vampiros corrientes” dijo Norma antes de que Buffy pudiera contestar “Son dos vampiros con alma y están muy buenos, sobre todo el rubio. ¿Sabéis que Susie y él se estuvieron poniendo ojitos en todo el camino hacia el campamento?” Buffy miró a la cazadora novata e hizo una mueca ¿Spike tonteando con Susie?

“Es que teniendo en cuenta los especimenes que han venido con nosotros…” dijo Faith recordando a Andrew y Peter, su novio y cocinero de la expedición.

“Spike puede hacer lo que quiera y Susie también” Buffy apretó los dientes y se negó seguir hablando del tema “Casi está anocheciendo. Deberíamos parar y buscar un sitio seguro”

“Secundo la idea, B. Necesito fumar un cigarro y tomar una buena cerveza”

“¿Hemos traído cerveza?” Norma la miró extrañada y la señaló su mochila, guiñándole un ojo “con razón te empeñaste en que yo llevara la comida y el agua…”

“Vamos a dejarnos de tonterías. Ahí hay un claro” Buffy señaló a su izquierda, había un pequeño hueco entre los árboles donde podrían echar los sacos de dormir.

“Lo que tú digas, B” Buffy le dio una enfurecida mirada y sacó sus cosas, poniendo el saco en el sitio más alejado. No le apetecía nada hablar con las chicas sobre Spike y Ángel.

“Yo haré la primera guardia, después Norma y tú la última, Faith”

“Genial” dijo la chica más joven “Voy a preparar un poco de café”

“Nada de humo. Tengo un presentimiento” dijo Buffy mirando a su alrededor con desconfianza.

“Entonces nada de café” dijo Norma guardando los utensilios en la mochila “Buenas noches”

Buffy vio como se metía en el saco y suspiró. Antes de que Faith se le acercara fumando un cigarrillo se giró levantando un dedo.

“No digas ni una palabra sobre….ellos”

“Creo que le estás dando demasiada importancia a que tu dos ex estén aquí. Han pasado diez años, B, y es de suponer que hayan rehecho su vida, como tú”.

“No es eso lo que me preocupa, Faith. Matt ha pasado por mucho estos últimos meses y para colmo tengo que arrastrarlo hasta aquí porque no puedo dejarlo a salvo con nadie. Que Ángel y Spike estén aquí es un alivio, en cierta forma”

“Y yo que me lo creo” Buffy la miró indignada y la cazadora morena se encogió de hombros. “Me voy a dormir, y no te comas el tarro”“Eso quisiera yo” Faith se metió en su saco y Buffy buscó un sitio donde sentarse. Estaba cansada y hastiada de todo, y ahora él estaba aquí…”

Spike fue refunfuñando a la bloody reunión. Había estado toda la mañana con Matt, charlando de música y de libros. El niño compartía con el su afición por la lectura de los clásicos y el rock duro. Se preguntó si su madre sería Faith, aunque no le encontraba mucho parecido. Andrew había comentado que ella y otras dos cazadoras más habían salido muy temprano a dar una batida por los alrededores, ‘limpiando’ el camino a los demás. En la reunión estaba la chica rubia con la que había estado tonteando de camino al campamento. Andrew la presentó como Susie.

Era una verdadera preciosidad con los ojos aún más azules que los suyos y un estupendo cuerpo. Estaba tan ensimismado mirándola, que Ángel le tuvo que pegar un codazo en las costillas para llamar su atención. Andrew le sonrió cuando soltó un taco y continuó hablando.

“… es por eso que antes de que veáis el pergamino, os haré un breve resumen de la historia del Santo Grial. Como sabéis son muchas las hipótesis sobre quien fue su protector, pero sin duda la más creíble es aquella que dice que vino al Reino Unido de manos de José de Arimatea, y que después de desaparecer pasados muchos años, el primer cruzado la llevó a…”

“Todos hemos visto Indiana Jones y la Última Cruzada, Andrew” cortó Ángel con impaciencia. Según ese pergamino, está en la isla de Avalón, bajo la tumba del Rey Arturo y a eso nos vamos a ceñir. Muéstranoslo”

“Si, Andy. Saca ya el jodido papelote que tengo prisa. He quedado para almorzar” la rubia lo miró sonriéndole de oreja o oreja y el le guiñó un ojo. Lástima que hubiera quedado con Matt que si no…

“Está bien” Andrew cogió un cilindro plateado y lo abrió sacando de él un legajo amarillento. Con sumo cuidado lo extendió sobre la mesa y los dos vampiros se inclinaron sobre él para estudiarlo. Ángel enarcó una ceja ante los símbolos cristianos que marcaban el camino. Al fin y al cabo era un vampiro, Spike por el contrario pasaba el dedo divertido señalando la ruta con él.

“Parece que Avalón está cerca. Yo diría que a unos quince o veinte kilómetros de aquí” dijo Spike echándose hacia atrás en la silla.

“Lo malo es interpretar los símbolos. Son un poco confusos” dijo Andrew volviendo a enrollar el pergamino “el documento es auténtico. Le hemos realizado la prueba del carbono 14 y varias más para certificar su autenticidad”

“Eso no quiere decir que lo que ponga ahí sea cierto” dijo Ángel levantándose “nuestra obligación es comprobarlo, así que en cuanto estemos listos, nos pondremos en camino” Spike comenzó a reír y todas las miradas fueron a él “¿Qué?”

“Ya te has erigido en el bloddy jefe, como siempre” el rubio se levantó tan bien y chascó la lengua “Aunque no sé de que me extraño, siempre has querido ser la reina de la fiesta” la rubia soltó una risita y Andrew desvió la mirada, sonriendo.

“Alguien tiene que llevar las riendas de esto, y no creo que…Andrew esté capacitado para dirigir algo de esta envergadura”

“¿Qué? He sido entrenado por Giles y…”

“Déjalo chico” cortó Spike mientras Ángel salía si hacerle ni caso “Tú solo síguele la corriente, como hago yo” Andrew suspiró y cogiendo el cilindro salió de la tienda. Spike se giró hacia la rubia y la miró de forma indecente. Ella se abrió un poco el escote de su blusa y el silbó “luego nos vemos, cariño. A las nueve en el río”

“Allí estaré” Spike la saludó con la cabeza y salió de la tienda bastante contento. Comería con Matt, pasaría con él la tarde y después iría al río a darse un buen baño y si Susie aparecía…


Capitulo 4

 

“Jaque mate” Spike levantó la cabeza del tablero de ajedrez y frunció el ceño. El enano sabiondo de ocho años había vuelto a ganarle, por tercera vez consecutiva.

“Me rindo, campeón” Spike se levantó del suelo maldiciendo por lo bajo cuando le sonaron todos los huesos. Llevaban cuatro horas jugando al maldito ajedrez y no se había movido ni para ir a mear. El solo había conseguido ganarle una vez al mocoso y otra habían hecho tablas. “Es tardísimo” dijo mirando el reloj en la muñeca de Ángel que estaba tumbado leyendo un libro dentro de la tienda de campaña, a su lado.

“¿Tardísimo para qué?” dijo el moreno apartando el libro para mirarlo

“Voy a ir a darme un baño al río, y no quiero que se me haga de noche”

“Ya” Spike cogió una toalla y un bote de champú que le había proporcionado Andrew muy amablemente “¿y Matt? Pensé que tú cuidabas de él”

“¿Te importa quedarte con el tío peache un rato, Matt?” le preguntó Spike agachándose hacia su altura, mientras el niño guardaba las piezas en una caja. “Dile que te cuente alguna de sus historias sobre los conventos de su época, son muy divertidas” el niño abrió mucho los ojos y Ángel lo fulminó con la mirada.

“No me gusta tu amigo” dijo Matt apretando los dientes “pero haré un esfuerzo” Ángel fue a protestar, pero ya Spike había salido, después de revolverle el pelo al pequeño con la mano, prometiéndole que no tardaría. Volvió a maldecir. ¿Desde cuando tenía que disculparse con un niño que posiblemente era el hijo de la zorra de Faith? No entendía como podía caerle tan bien Matt y tan mal la cazadora morena.

Spike llegó al río y se quitó la ropa rápidamente. Quería estar preparado para cuando llegara Susie. Nadó un poco para relajarse en las frías aguas y se zambulló, durante minutos, contemplando las vistas del fondo del río. Cuando se cansó salió a la orilla y buscó el champú, usándolo por todo su cuerpo. Quince minutos después estaba como nuevo. Salió del agua y se secó, peinándose con los dedos. Sonrió al escuchar pasos vacilantes que se acercaban, sin duda eran de Susie. Se puso el pantalón y la esperó apoyado en una gran roca, mientras se fumaba un cigarrillo. No era cuestión de que ella lo viera desnudo en la primera ocasión y sin previo aviso y se asustara.

Dos minutos después, Susie apareció. Llevaba puestos unos pantalones cortos y una camiseta ajustada, presionando sus pechos y haciendo que sus pezones se marcaran con toda claridad en ella. Spike sonrió y dio unos pasos hacia ella, tirando el cigarro al suelo.

“Pensé que ya no venías, pet” dijo acariciándole el pelo con la mano, sin dejar de mirarla.

“Tuve que despistar a Andrew. Es algo…posesivo”

“¿Estáis juntos? Creía que todavía era gay”

“No lo estamos. Es que fui su primera cazadora, como vigilante y no para de agobiar. No deja que ningún chico se acerque a mí”

“¿Cuántos años tienes?” dijo Spike empezando a sentir remordimientos, y eso que todavía no había hecho nada.

“Veintiuno” Susie descolgó una bolsa que llevaba al hombro y sacó una botella de vino “se la he robado Pete el cocinero, no es muy bueno pero servirá” Spike sonrió y cogió la botella, observándola.

“He tomado cosas peores, créeme” Spike miró a su alrededor y vio un rincón acogedor donde el césped había crecido bastante y podían apoyarse en el tronco de un árbol “podemos sentarnos allí y hablar”

“¿No tienes frío?” Susie dejó vagar los ojos por el musculoso torso del vampiro e inconscientemente se lamió los labios. El sonrió y se agachó cogiendo la camisa.

“Soy un vampiro, pet. No noto ni el calor ni el frío, aunque puedo ser muy caliente….” La chica se ruborizó y el soltó una carcajada “¿Has traído un sacacorchos?”

“Si, espera” Susie buscó en la mochila y sacó el artefacto, entregándoselo. Spike se apoyó en el suelo y sacó el tapón sin ninguna dificultad. Después se colocó la camisa pero sin abrochársela. “Nunca había hecho una cosa así” dijo sentándose en el suelo. Spike lo hizo a su lado y le pasó la botella de vino.

“las señoritas primero” ella la cogió de sus manos y le pegó un largo trago. Spike alzó una ceja y ella le sonrió, devolviéndosela “eso se llama dar un buen trago “dijo mirándola al trasluz y notando que faltaba casi un cuarto de botella. Spike bebió una generosa cantidad y volvió a dársela “eres preciosa, ¿lo sabías?” Susie se ruborizó y dio otro trago. Spike le quitó la botella antes de que acabara con ella. La chica estaba nerviosa, pero él no quería tirársela estando borracha “déjame que yo aplaque esos nervios, amor”

Spike se acercó lentamente y la besó en los labios, tanteándola. Ella estaba un poco rígida, así que le puso una mano en la cintura y la atrajo hacia él. La chica gimió quedamente cuando notó como él introducía la mano por debajo de su camiseta, palpándole uno de los pechos, mientras con la otra la pegaba más a él.

“Dios si” gritó Susie cuando la lengua de Spike recorrió su boca y su mano se deslizó al otro pecho, arreciando sus caricias. Spike sonrió con satisfacción cuando ella le rodeó con una pierna, pegando sus caderas a las suyas. Bajó la mano hasta la cremallera del pantalón de ella y lo abrió, colándola dentro. Susie le mordió la lengua cuando el la tocó entre las piernas, frotándole el sexo hasta que estuvo mojada por completo. “Por favor, por favor” suplicó la rubia llevando una de sus manos a la dura entrepierna de él. “Quiero que me…”

“Spike, ¿Estás ahí?” el vampiro se levantó de un salto jadeando. Miró hacia todos lados buscando la figura infantil. La cabecita de Matt apareció detrás de unos matorrales y él solo tuvo tiempo para ponerse delante de Susie para darle tiempo a que se arreglara la ropa.

“¿Qué bloody hell haces ahí escondido? Te dije que te quedaras con Ángel”

“El peache se durmió hace media hora y me aburría. Dijiste que no tardarías” Spike miró hacia atrás a la chica y le hizo un gesto de disculpa. Ella lo miró sonrojada y salió corriendo entre los árboles.

“Volvamos al campamento” dijo Spike suspirando. El niño se acercó a él con los ojos hacia el suelo “¿Qué ocurre?”

“Siento haberte estropeado tu cita con Susie. Yo no quería…”

“Tonterías” dijo el vampiro pasando una mano sobre su hombro “Somos colega, ¿no? Chicas hay muchas”

“Mi madre es especial, ¿Sabes? Estoy deseando que la conozcas”

“Yo también, Matt. Yo también”.


Capitulo 5

 

Buffy se despertó con el ruido de la lucha. Gracias a Dios no se había tomado la pastilla para dormir, así que se levantó de un salto y corrió en dirección a los gritos. Vio a Norma tirada en el suelo, con el cuello roto, y a Faith luchando contra dos inmensos demonios.

Sin pensarlo se lanzó a por el más grande, apartándolo de un empujón de la espalda de la morena. Faith se lo agradeció con una sonrisa, mientras pateaba la cara del otro, con un gran salto.

“¿Hay más?” le preguntó Buffy intentando reducir al mastodonte.

“No, solo estos dos, pero puede que haya más por los alrededores. Debieron cogerla por sorpresa. Fue una suerte que estuviera fumándome un cigarro cuando escuché el jaleo, pero llegué demasiado tarde”

“No es culpa tuya” Buffy giró en el aire y le lanzó una patada a la cara al demonio, haciendo que se quedara ensartado en una rama saliente. Faith acabó con el suyo machacándole la cabeza con una gran roca y las dos se reunieron jadeando, junto al cuerpo de Norma. “Tenemos que regresar al campamento. No es seguro seguir”.

“Vamos a enterrar a Norma y nos ponemos en camino, B. Esto pinta fatal”

Después de enterrar a Norma y recoger sus cosas, las dos cazadoras volvieron sobre sus pasos evitando pasar por el mismo sitio. Si estaban siendo vigiladas, podían llevar a sus seguidores hasta el campamento. Tenían que llegar lo antes posible allí y ponerlos a todos al día sobre lo que había pasado. Corriendo a ese ritmo, estarían allí a media mañana. Estaba deseando ver a Matt y comprobar que estaba bien, y también estaba deseando ver a Spike. Habían pasado muchos años, pero el sentimiento seguía siendo el mismo.

Matt y Spike llegaron al campamento entre risas. Al vampiro no le había sentado tan mal la interrupción del chaval, y disfrutaba de su compañía. Se sentía halagado porque el niño le buscara y confiara tanto en él. Estaba empezando a cambiar su opinión sobre Faith, como madre no lo estaba haciendo tan mal.
“¿Por qué no nos quedamos a dormir en mi tienda? No me gusta tu amigo”

“A mí tampoco, Matt, pero ya me he acostumbrado. No es mal tipo, solo un poco coñazo” Matt se rió y se paró cuando se dio cuenta de que Spike iba hacia su tienda “Voy a decirle al peache que no me espere para dormir. Es que si no se preocupa” dijo con sorna el vampiro.

“¿Es tu padre?” Spike hizo un gesto de horror y después se rió con ganas.

“Como si lo fuera. Anda, vamos a ver si se ha despertado ya” Spike y Matt entraron en la tienda y vieron a Ángel trabajando sobre su ordenador portátil “¿Qué haces?”

“Estoy buscando respuestas sobre ese pergamino. Fíjate, Spike” el otro vampiro se acercó y se inclinó por encima de su hombro, mientras el niño lo hacía sobre el otro lado “Este es el pergamino y esto otro el mapa de la zona. Tiene que haber una relación, porque los símbolos son un engaño”

“Esto parece la torre de una iglesia” dijo Matt señalando el primer dibujo. Los dos vampiros se miraron y después miraron el plano, asintiendo.

“La Abadía de Glastonbury” dijeron los dos a la vez.

Ángel pinchó sobre el pergamino y lo puso sobre el plano de la ciudad, haciendo coincidir el símbolo de la torre, con el de la Abadía, en el plano. Matt siguió con el dedo la silueta hasta llegar al final donde estaba dibujada una tumba.

“Bingo” dijeron los tres. Ángel hizo una copia en la mini fotocopiadora con las dos imágenes superpuestas. Solo tenían que seguir el plano y estarían en la supuesta tumba del rey Arturo, en Avalon.

“Parece que trabajamos bien en equipo” dijo Spike mirando al niño. El le sonrió y entonces se volvió hacia Ángel “Voy a dormir en la tienda del chico, por lo que veo, vas a pasarte la noche mirando el jodido plano, así que me largo” Spike se sirvió un buen trago de sangre del termo y después salió con el niño de la tienda. “¿Cómo se llamaba tu padre?”

“David Letterman” contestó el niño en voz baja.

“Como el de la tele. ¿Es familia tuya?”
“¿El presentador? No. Que yo sepa. La familia de mi padre desciende de vigilantes. Fue así como conoció a mamá. Se casaron a los pocos meses y luego me tuvieron a mí. Mamá dice que siempre deseó tener un hijo”

“A mí también me hubiera gustado tener uno como tú” dijo Spike cogiéndolo en brazos al ver que se había puesto triste “tú padre estaría muy orgulloso, nos has ayudado a descifrar el pergamino”

“¿Tú crees?” Spike lo dejó en el suelo para entrar en la tienda y se agachó a su altura.

“Por supuesto. Yo lo estoy” Matt sonrió y le abrazó por el cuello. El tragó con dificultad el nudo que se le había hecho en la garganta y lo besó en el pelo. Matt hacía regresar al antiguo William en él. Era absurdo, pero así era. Quería a ese mocoso como si fuera su propio hijo. Nunca había sentido nada así por nadie, exceptuando a la nibblet. Se levantó enjugándose una lágrima rebelde y ambos se metieron en la tienda.

Spike miró a su alrededor y suspiró. Obviamente Faith había cambiado mucho. La tienda estaba en perfecto orden, e incluso había un libro sobre una improvisada mesita hecha con una gran piedra donde también había una luz de gas. Spike se quitó la cazadora, la camisa y las botas, mientras el niño se ponía el pijama. Después le ayudó a meterse en el saco y el se tumbó sobre el de la cazadora, a su lado. Se sentía muy extraño allí dentro, pero a la vez en paz.

“Spike, no puedo dormir”

“Yo tampoco, pero claro, yo soy un vampiro”

“¿Me cuentas una historia? Una de esas de miedo, de cuando eras malo” Spike sonrió y se giró para mirarlo. Matt también se había girado y lo miraba con sus grandes ojos llenos de curiosidad.

“Mejor te cuento una de risa. ¿Sabes que Ángel fue una vez un bloody puppet? Tenía como medio metro y las piernas cortísimas. Solo se veía su gran cabezón y el pelo de punta. Parecía una jodida panocha”

“¿De verdad? Me hubiera gustado verlo” Spike soltó una carcajada y se levantó buscando entre sus cosas. Sacó el móvil y encendiéndolo se lo pasó al niño.

“Le hice esta foto en un descuido” Matt comenzó a reír y él se puso falsamente serio “No se lo digas, o nos zurra”.

“Será nuestro secreto” dijo Matt devolviéndole el teléfono y acurrucándose a su lado “¿Me cantas una canción? Mamá siempre lo hace y así me duermo”.

“¿Una canción? Matt, las únicas que me sé son de los Ramones y eso te produciría pesadillas”

“La que me canta mi madre la conoces tú”

“¿Ah si?” dijo Spike intrigado. No recordaba haberle cantado ninguna canción a Faith, y menos una que ayudara a dormir a ningún niño “¿Cómo se llama?”

“Early one morning. Mi mamá me dijo que la tuya te la cantaba a ti cuando eras bebé” Spike palideció y se sentó, poniendo al niño sobre sus rodillas. Tragando con dificultad, Spike se aclaró la garganta he izo la pregunta, temiendo la respuesta.

“¿Cómo se llama tu mamá, Matt?”

“Buffy” dijo el niño. Spike cerró los ojos y maldijo. Estaba jodido.

A la mañana siguiente Spike entró en tropel en la tienda que compartía con Ángel, haciendo que éste se despertara.

“¿Qué ocurre ahora, Spike? Me he dormido hace solo…dos horas” completó mirando su reloj.

“Buffy está aquí. Matt es su hijo” Ángel levantó una ceja, sentándose en el jergón “¿¡Lo sabías!? ¡¡Tú, pedazo de cabrón y no me dijiste nada!!”

“No sabía que era su hijo, pero sí que estaba aquí. Le pregunté a Andrew y me lo dijo”

“¡Esto es increíble!!” Spike alzó los ojos al cielo mientras paseaba nerviosamente por el reducido habitáculo “¿Qué voy a hacer ahora?” gruñó.

“¿Hacer? Vamos, Spike. Sabías que esto podía pasar. No sé de qué te extrañas”

“Pero no esperaba que tuviera un hijo y que ese niño…”

“…te gustara. Y tú a él, ya lo he notado” farfulló Ángel levantándose y acercándose a su amigo “Estamos aquí para algo importante, Spike. Trata de pensar en eso, y compórtate con naturalidad con Buffy y su hijo. Está esa chica…Susie. Diviértete con ella y pasa de Buffy, es lo mejor”

“¿Tú vas a hacer igual?” dijo el rubio mirándolo dudosamente a los ojos.

“Menos liarme con Susie, si. Spike, estamos en medio de otro posible Apocalipsis, se juicioso. Ella ya eligió y no fue a ninguno de los dos. ¿Vas a volver a humillarte? Porque yo no” El rubio suspiró y asintió con la cabeza. Por una vez, Ángel tenía razón “¿Dónde está el niño?”

“Durmiendo. No quise dejarlo solo hasta que no se durmiera. He quedado en desayunar con el y llevarlo al río, para darnos un baño. ¿Te apuntas?”

“No. Tengo que hablar con Andrew sobre lo que descubrimos anoche. Ve tú y diviértete” Spike cogió la toalla y salió después de saludarlo. Tenía que cortar los lazos con Matt, antes de que fuera más doloroso para los dos.


Capitulo 6

 

Buffy y Faith llegaron sin aliento al campamento. Era media mañana y todo parecía tranquilo. Lo primero que Buffy hizo fue ir a su tienda, a ver si estaba su hijo allí, pero estaba vacía. Salió de ella y miró a su alrededor, viendo como Andrew se dirigía hacia ellas.

“¡Buffy, Faith! ¿Dónde está Norma?”

“Se quedó en el bosque. Muerta. ¿Y mi hijo?”

“¿Muerta? Pero…”

“Nos atacaron dos demonios inmensos” intervino Faith. “Debieron de cogerla desprevenida”

En ese momento apareció Ángel y todos guardaron silencio. Fue Ángel quien rompió el molesto silencio.

“Hola Buffy, Faith…” la morena le saludó con la cabeza, manteniendo las distancias.

“Ángel, me alegro de verte” Buffy se acercó y le dio un beso en al mejilla a su ex.

“Yo también a ti. Estás muy guapa, como siempre”

“Gracias” Buffy se volvió hacia Andrew impaciente “¿Dónde está Matt?”

“Fue al río, a darse un baño con Spike. Parece que han congeniado bastante” se adelantó Ángel sonriendo.

“¿Al río? ¡Pero si es de día!” Ángel frunció el ceño. Buffy se preocupaba por Spike, pero ni se había dado cuenta de que él también estaba bajo el sol.

“Ambos podemos estar bajo el sol, Buffy. Tomamos un suero especial que…” Ángel maldijo cuando Buffy se dio la vuelta sin esperar que terminara. Iba tan a prisa que se encontró en el camino con Susie, que indudablemente iba también para allá.

Recordó que Norma había dicho que ambos se estaban haciendo ojitos, y se preguntó si había algo entre ellos ya. Buffy se fijó más en la chica, nunca antes le había prestado atención, pero ahora quería saber si tendría alguna posibilidad con Spike. Ella no se había percatado de su presencia, así que podía mirarla a gusto, aunque fuera por la espalda.

Buffy se fijó en sus largas piernas, al descubierto gracias a un pequeño pantalón y su figura espléndida. Tenía el pelo largo, rubio natural y según recordaba sus ojos eran tan azules como los de Spike, y tenía unos buenos pechos. Si. Seguro que a Spike le encantaba. Buffy se miró a sí misma y comparó. Pasaba ya de los treinta, y sus pequeños pechos no podían compararse con los de Susie. Tenía pequeñas arrugas en los ojos y hasta algo de barriga, producto de su parto. Ya no era la jovencita atractiva que él conoció, y Spike seguiría estando tan atractivo como siempre.

Suspiró sacudiendo la cabeza. ¿Qué esperaba después de diez años? Tampoco sabía la reacción que tendría Spike al verla. Estaba adelantando acontecimientos.

Siguió caminando detrás de la otra cazadora con el ceño fruncido. Cuando estaban cerca de la pequeña laguna oyó las risas de su hijo con las inconfundibles de Spike. Pocas veces le había oído reír así, ni incluso cuando salían juntos. Estas risas eran transparentes y sinceras. Carecían de doble sentido e ironía, como las que le dirigió a ella en el pasado.

Dejó que Susie se adelantara un poco y después apareció tras ella. Spike y su hijo seguían jugando donde no cubría, y no se habían percatado de su presencia, aunque Susie, sí.

“Hola Buffy, vine a ver como estaba Matt”

“Ya” dijo la otra cazadora sin creérselo mucho, cruzando los brazos sobre su pecho. En ese momento oyó como las risas cesaban y sintió como la miraba. Se giró lentamente y allí estaba él después de diez largos años. Aún estando lejos pudo percatarse de que estaba más formidable que nunca. Había ganado un poco de peso y sus músculos eran más grandes, pero seguía siendo él, Spike.

El agua le cubría hasta la cintura, y se deleitó contemplando su torso mojado y bronceado. Sin darse ni cuenta, se mojó los resecos labios con la lengua e hizo un esfuerzo por no gemir. ¡Dios, que necesitada estaba!
“¡Mami, has vuelto!” la voz de su hijo la sacó de su ensimismamiento, notó como su cara ardía, ya que Susie la miraba con una sonrisita alto insultante, al darse cuenta de que casi babeó observando a Spike.

“Ven aquí, cariño” le gritó acercándose a la orilla. Spike dudó solo un momento, y comenzó también a andar, pero Buffy levantó una mano parándolo en seco “Tú no, ¡espérate!”

Spike enarcó una ceja pero no se movió ¿A qué demonios venía todo esto? Se encogió de hombros y comenzó a nadar, para evitar darle un repaso a la rubia igual al que ella le había dado. Sonrió. Buffy todavía lo deseaba, ¡y de qué manera!

Buffy vio como él se adentraba en el agua y suspiró. Era una tontería, pero si él nadaba desnudo no quería que Susie lo viera, eso si no se habían acostado ya juntos…esperaba que no. Su hijo corrió a sus brazos y ella lo levantó, llenando su cara de besos.

“¿Te has portado bien, cariño?”

“Supongo. Spike ha estado cuidándome y me ha enseñado muchas cosas” dijo con naturalidad. Buffy frunció el ceño.

“Cosas como ¿qué?”

“Dibujar”

“No sabía que Spike pintaba… ¿me dejarás ver los dibujos?” le dijo con una gran sonrisa.

“Si no se han secado...” Buffy levantó las cejas sin entender y el nene completó “dibujamos en la tierra cuando hacemos pipi, y hacemos apuestas a ver quien aleja más, es divertido.”

Buffy abrió mucho los ojos y fue a replicar, pero la sonrisa satisfecha en la cara de Susie la detuvo. No sabía por qué le estaba empezando a caer mal la chica. Besó a su hijo en la frente una vez más y después lo dejó en el suelo, volviéndose a ella mientras el niño se vestía.

“Lleva a Matt al campamento, Susie” dijo Buffy con voz áspera. La otra cazadora fue a replicar, pero al final desistió. Ya tendría tiempo de ver a Spike. Cuando se alejaron entre la maleza, Buffy volvió la cabeza hacia Spike, que seguía nadando como si nada. “Ya puedes salir”

“¿Quieres disfrutar tú sola del espectáculo, luv?” la voz del vampiro le sonó tan irónica que se estremeció. Le recordó al Spike duro e irreverente de cuando le conoció.

“Lo tengo todo más que visto. Es solo que no me parece bien que andes por ahí desnudo con mi hijo delante”

“Ya” Spike comenzó a andar hacia la orilla mirándola fijamente a los ojos. Buffy intentó apartar la mirada, pero era un desafío. Enarcó una ceja cuando vio el bañador de flores que llevaba puesto el vampiro “Siento desilusionarte, cazadora, pero me lo prestó Andrew. Hay demasiados ‘mirones’ en este campamento”

“Lo siento. Creo que me precipité”

“Como siempre” Spike fue hacia un rincón donde estaban sus cosas y cogió sus pantalones. Se giró hacia Buffy, indicándole que se volviera “¿Te importa? Me he vuelto un poco tímido con los años” dijo con sorna. Buffy masculló algo entre dientes y se giró. Él se quitó el bañador mojado y se vistió sin prisa, aprovechando la oportunidad para mirarla. Los años y la caza se notaban en su cara y en su cuerpo, pero seguía siendo hermosa.

“Spike, vamos a trabajar juntos, así que es mejor no…”

“No te equivoques, Buffy. He venido porque el peache me lo pidió. Han pasado muchos años, y si hubiera querido buscarte, lo hubiera hecho. Estoy muy feliz con la vida que llevo, y no me apetece volver a complicármela contigo. Puedes estar tranquila, no voy a acosarte ni a buscar nada de ti, aunque si alguna vez te apetece que recordemos viejos tiempos…estoy dispuesto a echar un polvo que otro”

Buffy sintió que se helaba. Spike no era así. Su Spike con alma nunca le hubiera dicho nada parecido. ¿Había dejado de amarla? Sí, tenía que ser eso. Habían pasado diez años. ¿Qué esperaba? Se giró para afrontarlo mientras el terminaba de vestirse como si nada.

“No creo que eso pase, Spike, pero puedes seguir soñando” masculló con los labios apretados.
“Tú también, luv. Nadie te ha hecho gritar como yo, no lo olvides”

“Eres un…” Buffy fue a abofetearlo, pero él le agarró la mano antes de que lo hiciera, mirándola con dureza.

“No he venido aquí para pelear contigo, cazadora. Los dos somos adultos y tenemos esto más que superado, ¿no? así que vamos a intentar llevarnos bien, ¿OK? Tú hiciste tu elección y yo la mía, ahora seamos consecuentes con nuestros actos” Spike la soltó y suavizó su expresión “Me alegro de volver a verte, tienes un hijo estupendo”

Buffy vio como Spike se alejaba de ella y suspiró. No le gustaba este Spike. Estaba acostumbrada al ese otro atento y enamorado que suspiraba por ella. Pero ese Spike había muerto, lo había visto en sus ojos. Donde antes había amor ahora solo había indiferencia.

Unas horas después Spike estaba tratando de prestar atención a lo que se hablaba a su alrededor, pero su mente estaba muy lejos, o por lo menos eso es lo que intentaba. No pensar en ella era su prioridad.
Estaban todos sentados dentro de la tienda más grande, planeando el siguiente movimiento. Andrew y Buffy presidían la mesa, acompañados de Faith, Ángel Susie y él mismo.

Andrew decía que debían moverse todos y seguir la ruta hacia Avalon, pero Ángel no estaba de acuerdo. Eran demasiadas personas y llamaban la atención. Él se mantenía callado, observándolos a todos en silencio. Esa noche había quedado con Susie en la laguna, y esperaba pasar un buen rato.

“¿Tú que opinas, Spike?” la voz de Andrew lo sacó de sus pensamientos. Enarcó una ceja, pues no tenía ni pajolera idea de lo que le estaba hablando. Los últimos treinta minutos ni siquiera había estado prestando atención a lo que hablaban, ya que se repetían una y otra vez. Andrew entendió su mirada desconcertada y se apiadó de él “¿Estás con Ángel y Susie o con nosotros?”

“El peache tiene razón, por una vez. Estamos siendo vigilados, como muestra este último ataque y un grupo tan numeroso llama mucho la atención. Tenemos que despistarlos, y la mejor forma es formar un grupo compacto y movernos por la noche. Salir del campamento cuando menos se lo esperen y dejar el grueso aquí como cebo. Cuando se quieran dar cuenta del engaño, estaremos lejos”

“¿y quien según tú debería de formar ese grupo?” preguntó Buffy con voz seca.

“Los que estamos aquí. Somos los más fuertes y capaces de defendernos si surge la ocasión…bueno todos excepto Andrew”

“¡Spike! He sido entrenado por…”

“Cállate Andy” le cortó Faith. “Creo que el big bad tiene razón. Necesitamos quitárnoslos de encima, o les llevaremos hasta el Grial. Un grupo de cinco o seis personas es lo idóneo”

“Entonces decidido” dijo Andrew suspirando “Saldremos mañana por la noche. Llevaremos equipo ligero y algo de comida”

“Matt viene con nosotros” dijo Buffy levantándose. “¿Algún problema?” la rubia miró directamente a Spike y él se levantó y se fue sin prestarle la mínima atención, lo que la enfureció mucho más. Apretó los dientes para evitar decir algo que luego lamentara y salió de la tienda a toda prisa.


Capitulo 7


Matt a penas pudo ver a Spike el resto del día, y le echaba de menos. Su madre y él habían estado preparando sus cosas para el viaje y habían almorzado en su tienda, así que estaba aburrido. Una idea se cruzó por su mente infantil y la soltó sin vacilar.

“¿Podemos invitar a Spike a cenar con nosotros?”

Buffy se quedó inmóvil y suspiró. No quería verlo, y menos compartir una cena ‘intima’ con él.

“Los vampiros no cenan, cariño. Bueno, sí pero no lo mismo que nosotros”

“Spike si que lo hace. Esta mañana desayunamos juntos y se zampó unos huevos revueltos con beicon, y me preparó los míos. Dice que tengo que comer para crecer” Buffy enarcó una ceja. Sabía que Spike comía habitualmente comida, pero no que cocinara también.

“Solo tengo emparedados de atún, y creo que no le gustan” la cazadora trató de zafarse, pero el niño no se amilanó.

“Peter me dijo que esta noche iban a cenar hamburguesas el resto del campamento. Puedo salir y conseguir para nosotros, y así aprovecho para invitar a Spike. ¡Di que sí, mami! Spike es guay, me gusta hablar con él”

“Está bien” cedió de mala gana al ver la ilusión que le hacía a su hijo que diera su brazo a torcer. Desde la muerte de David su hijo había estado muy triste y deprimido. “Invita también a Ángel” sugirió. Matt arrugó el entrecejo y apretó los dientes, negando con la cabeza. Buffy sonrió muy a su pesar. A su hijo no le caía bien su ex.

Ángel estaba agobiado. Andrew había estado todo el día detrás de él, preguntándole cosas sobre W&H, calentándole la cabeza para hacer una alianza con el Consejo de forma permanente cuando resolvieran el tema del Grial. El vigilante sería una especie de enlace entre los dos organismos y se quedaría en Los Ángeles con su equipo, para trabajar con ellos ¡Lo único que le faltaba! ¡Tener que aguantar a Spike y Andrew todo el maldito día!
En un descuido se zafó de él y se internó en el bosque, buscando algo de paz. Buffy apenas le había dirigido la palabra y tuvo que reconocer con satisfacción que le daba igual. La había olvidado. ‘Un problema menos’ pensó sonriendo y respirando a pleno pulmón sin necesitarlo. Spike si que estaba en problemas con ella. Se había fijado en la forma en que los dos se miraban y no podían disimular lo que sentían el uno por el otro. Si una vez dudó que la cazadora estuviera enamorada del rubio, sus dudas fueron satisfechas en el momento en que la vio mirarlo. Pero claro, Buffy estaba a la defensiva con él y Spike había decidido hacerle caso y pasar de ella, por lo menos en teoría.

Llegó a un recodo en el camino y suspiró al ver un claro que daba a una pequeña cascada. El agua era cristalina y le apeteció darse un baño. Cuando se estaba quitando la ropa, sintió chapotear y se detuvo. Acercándose con cautela a la orilla, fijó su mirada en el pez con forma de mujer que nadaba a toda velocidad de un lado a otro. No había mirado el cronómetro de su reloj, pero estaba seguro que sin duda había batido un par de record del mundo.

Ella le vio a él en uno de sus largos y agitó su mano saludándole con entusiasmo. Ángel no pudo reprimir una sonrisa. Faith. Quien si no se atrevería a salir de la protección del campamento para darse un solitario baño…desnuda. Lo cual descubrió no muy sorprendido cuando ella comenzó a salir del agua, haciendo una gran demostración de su esbelta y exuberante silueta.

“Hola grandullón. No habrás traído una toalla por casualidad, ¿no?” le dijo estrujándose el cabello para extraer el exceso de agua. Ángel no podía quitar sus ojos de sus grandes senos, a no ser para bajar despacio hasta sus caderas y su invitante triangulo entre las fuertes piernas. “¡Eh, vampiro! ¡Despierta!” le gritó hasta que él por fin reaccionó. No se acordaba de cuando fue la última vez que se acostó con una chica. Ah, si, fue en aquella fiesta de Halloween del año anterior, y estaba algo borracho. Spike le presentó a dos vampiros hembras gemelas y… “¿…camisa?”

“¿Qué?” le preguntó a la morena, volviéndola a mirar a los ojos.

“Que si me dejas tu camisa. Me he manchado la maldita camiseta de barro, ¡joder!” dijo sacudiéndola intentando limpiarla. Ángel gimió por lo bajo cuando sus dos pechos se movieron al ritmo de las sacudidas, y cerró los ojos intentando controlar la descomunal erección que esa visión le había provocado. Se regañó mentalmente. ¿Cuándo le había atraído a él Faith? Se respondió rápidamente. Cuando fingió ser Ángelus. Ese día…mejor no pensar en ese día. Aunque ¿Por qué no? Ya no estaba saliendo con Buffy, así que era libre de pesar y hacer lo que quisiera. Sonrió. Fue uno de los mejores polvos de su larga no vida…y vida. ¡Mierda! Estaba hablando como Ángelus, aún peor, como Spike… ‘¡Eres Ángelus, reconócelo de una maldita vez!’, se dijo a sí mismo.

“Estoy tentado en no dártela, la vista es estupenda” dijo sin pensarlo mucho mientras se desabrochaba su camisa. Debajo llevaba una camiseta color carne, de tirantes anchos pegada a su cuerpo, marcando los amplios pectorales. Últimamente había hecho mucho ejercicio con Spike en el gimnasio de W&H y estaba en plena forma. Faith alargó la mano y tomó la camisa de él, guiñándole un ojo al vampiro cuando éste le rozó ‘sin querer’ uno de los senos. Se la abrochó despacio mientras él no se perdía detalle “¿Por qué no has ido a la laguna que está cerca del campamento? Es más seguro”

“¿Te parezco una mujer que necesite protección?” el vampiro moreno sonrió negando con la cabeza “Está demasiado concurrido últimamente. ¿Qué tal B?” dijo sacando un paquete de cigarrillos de sus pantalones en el suelo.

“Bien, supongo. No hemos hablado mucho. Está demasiado ocupada intentando matar con la mirada a Spike como para fijarse en mí” Faith sonrió y encendió un cigarrillo para él, dándoselo. Ángel lo cogió y aspiró largamente. Fumaba de vez en cuando, y esta vez lo agradeció. La cazadora encendió otro para ella y se sentó junto a él en una roca cercana.

“No le dijo que estaba contigo en Los Ángeles, después de lo de Sunnydale. Se tuvo que enterar por Andrew, que se le escapó un día. Fue un duro golpe para ella”

“No lo sería tanto cuando corrió a consolarse en los brazos del Inmortal” gruñó Ángel recordando el día en que los dos fueron a Roma.

“No era ella” Ángel levantó una ceja y le dio otra calada al cigarro, escuchándola con atención “Es una larga historia, pero no era ella, sino una doble”

“Si te soy sincero, me da igual. Buffy forma parte de mi pasado, y en cuanto a Spike… no estoy muy seguro, pero está bastante encaprichado de Susie”

“¿Y tu estás encaprichado de alguien?” preguntó Faith tirando el cigarro a la vez que ponía una de sus manos sobre la rodilla del vampiro. Él sonrió y lanzó lejos el cigarro, atrayendo a la cazadora hacia él por la nuca. Ella no se resistió cuando sus labios tocaron los suyos y su lengua se metió en su boca. Faith se revolvió entre sus brazos hasta quedar sentada sobre él, en el suelo cubierto de hierba. Notó como las manos grandes de Ángel la tocaban por todo el cuerpo y se estremeció. Liberó una de las suyas y rápidamente le desabrochó los pantalones, buscando con ansia su sexo. Tras unos minutos de intensos besos y caricias le guió hacia ella, y gritó cuando él la llenó por completo. El primer orgasmo le vino de forma fulminante, cuando le mordió el cuello con sus dientes humanos, haciéndola casi sangrar.

Le rodeó con sus piernas para hacer más profundos sus envites y le clavó las uñas en la espalda cuando él cargó contra ella con todo su peso. Él no dejaba de moverse dentro de ella con fuertes golpes de sus caderas, mientras le apretaba los pechos con las manos. Un segundo orgasmo la golpeó y cerró los ojos. Sabía que no sería el último de esta noche.

Spike estaba tumbado boca arriba en el catre, con las manos detrás de la cabeza, mirando al techo de la tienda. Tenía que controlarse con Buffy. Lo había pasado mal últimamente y era la madre de Matt. Necesitaba su apoyo y no sus reproches producto de los celos. Celos de un muerto, uno de verdad. El padre de Matt. Celos porque lo eligió a él.

Ángel tenía razón, lo mejor era centrarse en Susie, pasar buenos ratos con ella y olvidarse de Buffy en plan romántico. Podía volver a ser su amigo, como en los viejos tiempos, pero nada más. Porque esta vez podría sufrir un inocente, Matt, y estaba dispuesto a que lo convirtieran en polvo antes de hacerle daño a ese niño.

Oyó como alguien se acercaba a la tienda y sonrió. Era él. Reconocía perfectamente su olor. Se levantó de un salto y salió a la puerta a recibirlo. El niño le sonrió y elevó las manos para que lo cogiera en brazos. No lo dudó. Lo levantó en alto y lo apretó contra él. Ese niño hacía que se olvidara que era un big bad, y su reputación sufriría un serio revés si alguien lo descubría con semejantes muestras de debilidad, pero se la sudaba. Quería al enano, y no dudaría en matar a quien intentara cualquier cosa contra él.

“¿Qué haces aquí? Es hora de cenar” le dijo bajándolo al suelo, revolviéndole el pelo cariñosamente.

“Ya. Por eso vine. ¿Quieres venir a cenar con nosotros?”

“¿Te refieres a cenar con tu madre y contigo?” puntualizó el vampiro con mucho tacto.

“Claro. ¿Quién más podía ser? ¿Te gustan las hamburguesas?”

“Si son poco hechas…” Matt se rió y le contagió su risa “Está bien, iré. Pero solo un rato. Tengo planes para esta noche”

“¿Con Susie?” Spike elevó una ceja. Era listo el enano. Asintió con la cabeza y el suspiró “Cuando pases un rato charlando con mi madre, no querrás irte. Es muy divertida” dijo el niño con inocencia. Spike sonrió otra vez. Si, Buffy podía ser muy divertida…cuando bebía whisky. Su whisky, porque lo que era sobria…

“Bueno, dile a tu madre que iré con mucho gusto dentro de un rato. ¿Ok?”

“OK” Matt se agarró a su cintura y lo abrazó. Spike se mordió los labios y miró al techo, aguantándose las ganas de achucharlo otra vez. Solo le tomó de los hombros y lo apartó un poco. Algunas cazadoras los miraban sonriendo, y eso le fastidiaba. “Anda, ve. Tu madre te estará esperando”

“No tardes” le dijo Matt corriendo hasta su tienda. Entró en la suya después de lanzarles a las cazadoras una mirada amarilla de advertencia. Una noche y dos citas. Menos mal que había quedado tarde con Susie. Podría cenar con Buffy y Matt y después…


Capitulo 8

 

Spike entró con cautela en la tienda... Buffy lo miró con despreocupación fingida y le sonrió. No se acostumbraba a verlo con ropas claras, y le gustaba el cambio.

“Hola” le dijo suavemente. El también la miró, pero solo un segundo, para después buscar con la mirada a Matt.

“Hola. ¿Dónde está Matt?” dijo metiendo las manos en sus bolsillos. Estaba nervioso y no quería que ella se diera cuenta.

“Ahora viene. Ha ido por las hamburguesas”

“Bien” Spike miró a su alrededor y suspiró.

“Te sienta bien esa ropa” el levantó las cejas y ella añadió “pero sigues pareciendo un big bad”

“Gracias” Spike volvió a suspirar, incómodo. Estaba deseando ver entrar al niño por la puerta.

“¿Por qué no te sientas? Te ofrecería una cerveza, pero no tengo”

“No te preocupes, luv. Está bien así” Buffy se quedó sin respiración al oírlo llamarla así. ¿Por qué una sola palabra podía turbarla tanto? Spike se sentó junto a la mesa de camping y Buffy lo hizo enfrente de él.

“Spike…sobre lo del Inmortal…” Spike se tragó una maldición. No quería hablar de eso.

“Buffy…es mejor dejar ese tema, en serio. Ha pasado mucho tiempo, y no creo que sea el momento ni el lugar para volver a lo mismo. ¿Qué te parece si empezamos de cero?” Buffy abrió mucho los ojos y él suspiró “como amigos” aclaró “No quiero que volvamos a discutir ni a…” Spike se cayó y ella asintió con la cabeza. En ese momento Matt entró y el vampiro se levantó para saludarlo “Hola, campeón”

“Hola Spike. He traído las hamburguesas y Pete me ha dado una botella de vino. Ha dicho textualmente ‘dásela a ese vampiro, si va a cenar con tu madre la va a necesitar’ ¿A qué se refería?” dijo el niño mirándolos a los dos. Buffy se puso roja y Spike se rió. Muy gracioso el jodido cocinero gay.

“Se refiere a que cuando una chica guapa invita a cenar a un hombre, él tiene que llevar la bebida. Y como sabrá que yo no tengo…” Buffy suspiró aliviada y Matt sonrió. “Bueno, trae eso para acá. Huele estupendamente”

“También hay patatas fritas, y unos aros de cebolla. Dice Pete que tío Andy le comentó que te gustan” Spike masculló alguna obscenidad, pero el niño no le entendió. Debía de ser puramente inglesa. Buffy sonrió muy a su pesar y comenzó a poner la mesa. Le gustaba la relación que tenía su hijo con Spike.

Amigos. El quería que fueran amigos otra vez, que olvidaran el pasado. Todo el pasado. Estaba claro que él quería pasar página, y eso le dolía en lo profundo de su corazón. Aunque eso era mejor que nada.

Spike miró el reloj en la muñeca de Matt y se levantó con desgana de la silla plegable. Quedaba poco para su encuentro con Susie, y aún tenía que pasar antes por la tienda, para hablar con Ángel.
La cena había pasado muy rápido, y le gustó estar allí con Buffy y su hijo. La cazadora se había relajado después de un rato y él también. Hablaron de algunas anécdotas de cuando eran enemigos mortales, y Matt alucinó.

“¿Ya te vas?” dijo el niño con tristeza. Buffy se levantó también y se cruzó de brazos. Era temprano y lo estaban pasando bien.

“Sí, tengo que ver a…Ángel. Hasta mañana. Gracias por la cena, Buffy” dijo volviéndose hacia ella con una leve sonrisa.

“De nada”

“¿Vendrás a desayunar?” Spike miró a Buffy y después a Matt indeciso.

“Creo que trajeron sangre en previsión de que vinierais. Puedo conseguir para ti” apuntó Buffy. Él sacudió la cabeza y se dirigió hacia la puerta.

“Mañana voy a estar un poco ocupado, pero gracias” Spike se despidió con la mano de Matt y se fue. Suspiró hondamente y se dirigió a la tienda. Hacía horas que no veía a Ángel y necesitaba hablar con él sobre el día siguiente.
Llegó a la tienda y gruñó al ver que no estaba. Era muy raro, ya que últimamente tenía siempre los ojos pegados al portátil, estudiando el pergamino de las narices. Buscó entre sus cosas y sacó su petaca de whisky, tomando un trago. La cena con Buffy y Matt lo había alterado, y su encuentro con Susie lo llenaba de incertidumbre ¿Sería buena idea liarse con otra cazadora? ¿Y con Buffy allí?

Estaba tomando un segundo trago cuando Ángel entró sonriendo de oreja a oreja. Spike abrió mucho los ojos y sacudió la cabeza, sorprendido.

“¿A quien te has follado, peache?” gritó. Ángel hizo un gesto de desagrado y lo empujó, quitándole la petaca y bebiendo un trago “Vamos, dímelo. El olor me es muy familiar… ¿Te has follado a Faith? ¡bloody hell!” dijo enarcando una ceja.

“¿Tienes que hablar de esa manera tan grosera?” gruñó el moreno.

“Soy un vampiro y soy malo, aunque tenga alma y tú no eres mejor, marica”

“Vamos, Spike, sé sincero. Lo haces para molestarme”

“Bueno, pues sí” concedió Spike encogiéndose de hombros “me la pone dura ver como te cabreas”

“¡Eres increíble, Willy!” Ángel bebió todo el líquido y le tiró el envase metálico a la cabeza, Spike lo esquivó de milagro “¿Tú has estado con Buffy?”

“Ce-nan-do” puntualizó “y estaba también Matt, así que no seas mal pensado”

“No lo soy, pero me dijiste que ibas a pasar de ella”

“Lo estoy haciendo. He quedado con Susie esta noche, ya sabes para fo…formar una bonita amistad” rectificó sobre la marcha cuando vio la cara de Ángel.

“Pues lárgate de una maldita vez, tengo sueño y estoy cansado”

“Y mañana tendrás agujetas en la… espalda. Hace tiempo que no haces….deporte”

Ángel se giró hacia él con su rostro de vampiro y él salió riendo hacia la noche, había quedado en recoger a Susie en su tienda, como un buen chico.
¿Ángel y Faith? Eso era igual que cruzar a un caniche con un rottweiller, y en esa mezcla, Ángel era el segundo. Pero cosas más extrañas habían sucedido.

Llegó a la tienda de Susie y se la encontró en la puerta. Spike silbó al ver el modelito que llevaba, nada adecuado para estar en medio del bosque, pero ella lo lucía con tanta naturalidad como si fuera un jodido chándal. Era un vestido de punto de color negro que se ajustaba a sus sugerentes formas como un guante, y el pelo rubio suelto hacía un efecto fantástico de contraste que le quitó su inexistente respiración. Tenía que reconocerlo, la chica estaba preciosa.

“Hola, ya veo que estás más que lista” dijo repasándola con la mirada. Ella le sonrió y cogió una manta que había en el suelo, así como una botella de vino.

“Es solo un trapito” la rubia señaló a su vestido con desdén y le pasó la botella, mientras ella sujetaba la manta contra su pecho.

“Pues te queda genial, luv. ¿Nos vamos?”

“Si, vámonos antes de que Andrew venga y me entretenga con alguna…”

“Susie, te estaba buscando. Necesito que me ayudes en algo importante. Será solo un minuto” Susie miró a Spike y él le dio una comprensiva mirada.

“¿Me esperas un minuto, Spike?”

“Claro cariño” me fumaré mientras un cigarro.

Susie se fue con Andrew y Spike apoyó en un árbol, el más alejado a la tienda de Buffy. Se sentía un poco extraño con ella tan cerca, pero tenía que seguir adelante. Le gustaba Susie, y él a ella y no tenía que darle explicaciones a nadie.

Buffy no podía dormir. Sabía que Spike estaba con Susie y eso la estaba matando. Matt se había dormido nada más irse el vampiro, hacía unos minutos, así que después de comprobar que estaba bien, salió a dar una vuelta. Sus sospechas se confirmaron al ver a su ex hablando con la rubia cazadora. Sintió que los ojos le quemaban y corrió entre los árboles intentando calmarse. Él no era ya nada suyo, y no tenía derecho a sentirse así, pero se sentía.

Sin darse ni cuenta llegó a la laguna. Las aguas estaban en calma y apenas había luna. Miro hacia un lado y hacia otro y comenzó a quitarse la ropa. Un baño de agua fría la ayudaría a relajarse.

Se zabulló en el líquido elemento y nadó hasta cansarse. El ejercicio físico le vendría genial. El agua fría tonificaba sus cansados músculos y la relajaron por fin. Tenía que hablar con Spike. Tenía que preguntarle si aún sentía algo por ella, porque ella si que lo sentía. Saldría del agua e iría a buscarle, eso haría. Estaba a punto de salir cuando oyó voces que se acercaban. Se apartó de la orilla y dejó fuera solo la cabeza. No podía salir desnuda.

Cuando las figuras fueron reconocibles, sintió que se le paraba el corazón. Eran ellos, Spike y Susie. El la llevaba abrazada por los hombros y en la otra mano, lo que parecía una botella. Susie reía mientras él le contaba algo. Sintió ganas de matar. Era ridículo, pero eso era lo que sentía, además de frío, mucho frío. Su cuerpo se había enfriado, y al no moverse se había intensificado mucho más.

Cerró los ojos cuando Susie extendió la manta en el suelo, en un recodo y ambos se sentaron en ella, comenzando a beber de la botella y a conversar. Spike todavía no la había tocado, pero estaba muy juntos.

Tenía los músculos entumecidos y en breve empezaría a temblar. Tenía que salir, pero ¿Cómo? Se sentía ridícula y celosa. Muy celosa.

Spike echó la botella a un lado y miró a Susie con deseo. Ella le sonrió y lo atrajo hacia sí, besándolo en los labios. Buffy soltó una muda maldición. Tenía que salir. Spike tendió a la chica en el suelo y casi la cubrió con su cuerpo, sin dejar de besarla. Metió la mano dentro del vestido y ella gritó abriéndose para él.

‘¡Será zorra!’ pensó Buffy conteniéndose a duras penas. Spike se giró y la chica quedó sobre él. Susie le abrió la camisa y pasó los labios por su pecho, hasta llegar a la cinturilla de sus pantalones. Despacio, le desabrochó el pantalón e introdujo la mano dentro, mientras bajaba la cabeza. Buffy no pudo evitar apartar la suya de forma brusca, gruñendo por lo bajo una retahíla de maldiciones. Su movimiento no pasó desapercibido para el vampiro, que giró la cabeza hacia el agua. Su fino oído de vampiro la había descubierto. Sintió sus ojos dorados en ella durante un segundo y cerró los suyos. ¿Qué iba a pasar ahora?


Capitulo 9


Spike volvió su atención a Susie y le sujetó la cabeza con las dos manos, apartándola de su cuerpo. Sencillamente no podía tener sexo con Buffy de espectadora ocasional. Ahora tenía que encontrar la forma de librarse de la rubia. Había visto que los labios de la cazadora estaban azules, en el breve vistazo que le echó, una vez pasada la sorpresa. Sabía que ella no saldría del agua estando ellos dos allí y no confiaba en que pudiera salir sola después sin ayuda, pues debía tener los músculos entumecidos, y estaba lejos de la orilla. Hacía pie de milagro.

“¿Ocurre algo?” preguntó Susie reptando sobre él para mirarlo a los ojos. Spike suspiró y se giró, levantándose del suelo y arreglándose la ropa.

“No, nada, pet. Es solo que creo que nos estamos precipitando…será mejor que vuelvas al campamento”

“¿Precipitándonos?” la chica se levantó también y se colgó de su cuello, para besarlo, pero él giró la cabeza, evitándola “¿He hecho algo que no te guste?”

“No, no es eso…es que me gustaría estar solo un momento. ¿Por qué no me haces caso? Mañana nos vemos”

“Está bien” gruñó la rubia apartándose y corriendo por el sendero. Spike suspiró y se giró, caminando hacia la orilla, donde una Buffy remojada esperaba sin moverse.

“Ya puedes salir, Buffy” dijo plantándose ante ella con los brazos cruzados sobre el pecho y las piernas ligeramente abiertas.

“No…” comenzó a decir ella bajito.

“Vamos, no seas niña. Ya te he visto desnuda ‘unas cuantas veces’ y estás congelada”

“No… no puedo. ¡No me responden las piernas!” musitó moviendo ligeramente los labios.

“¡Oh, bloody hell!” Spike no se lo pensó. Corrió hacia el agua y la levantó en sus brazos, sacándola en un suspiro. Buffy intentó agarrarse a él, pero estaba aterida. “Espera un momento” Spike la soltó en el suelo y fue a por la manta. En el camino de vuelta se fijó en ella. Suponía que sería su única oportunidad para verla desnuda, tal y como estaban las cosas entre ellos. Tenía los senos mas grandes y no tan firmes y la cintura y las caderas más anchas, incluso tenía un poco de estómago. La maternidad la había cambiado. De pronto sintió sus ojos en él. Levantó la mirada hacia ellos y tragó con fuerza. Lo había cogido mirándola, y no parecía en nada contenta “Lo siento. No puedo evitar mirar a una mujer bonita y desnuda cuando la tengo ante mí” se disculpó andando hacia ella con la manta en la mano.

“No es admiración lo que había en tu mirada, precisamente” gruñó Buffy con dolor “no tengo el cuerpo de Susie, ¿verdad?”

“No, no lo tienes” respondió sinceramente el vampiro abrigándola con la manta y tomándola nuevamente en brazos “tú eres una mujer y ella una chica, pero aún eres hermosa”

“Sí, claro” Spike suspiró y la llevó hacia el recodo donde antes había estado con Susie. Buffy no se quejó cuando se sentó con ella encima de su regazo y le frotó los brazos para darle calor “Gracias, creo que ya puedo valérmelas por mí misma. Vuelve con Susie”

“Olvídalo. No te voy a dejar aquí sola y helada de frío” Spike tomó los pies en sus manos y los frotó enérgicamente. Buffy suspiró y se apoyó en su pecho. Él también tenía los pantalones mojados y la humedad le llegaba a través de la manta. Buffy tiritó y él se preocupó “Vas a coger una pulmonía, joder”

“Tengo mucho frío” reconoció Buffy encogiéndose sobre sí misma. Spike la dejó en el suelo y buscó unas ramas en los alrededores, haciendo una pequeña fogata con su Zippo. Después se quitó la ropa mojada y se envolvió en la manta con Buffy.

“Cuando entres en calor te llevaré al campamento”

“Bien” respondió ella abrazándose a su cuerpo, cerrando los ojos “No quiero dejar solo a Matt mucho rato”

“Está a salvo allí. No creo que se atrevan a atacarnos”

“Aún así tengo miedo, es solo un niño y ya ha perdido a su padre”

“Lo siento” Spike la besó ligeramente en la frente y ella le rodeó la cintura con una pierna, buscando calor. Tuvo que hacer un esfuerzo sobrehumano para controlar la reacción automática de su cuerpo, ante su cercanía. Sus cuerpos desnudos encajaban tan bien como recordaba, incluso mejor. Suspiró y se concentró en no excitarse, lo que le resultaba casi imposible después del calentón con Susie y la presión que sus senos ejercían sobre su pecho, por no hablar de su sexo húmedo y frío rozándole la cadera… ¡Bollock!

Buffy entró en calor rápidamente. Y no era solo por la agradable calidez que desprendía el fuego que Spike había hecho. Estar en sus brazos era muy agradable, y le llevó a recordar todos esos momentos que compartieron juntos hacía más de diez años. Momentos en los que fue feliz, aunque se negó a reconocérselo a él y a sí misma. El la mantenía abrazada firmemente, sujetándola por la cintura, pero sin hacer nada que pudiera molestarla. Frunció el ceño cuando se percató de que ni siquiera se había excitado un poco teniéndola desnuda. Tampoco se extrañó. Era lógico que no la deseara ya. Tenía algunos kilos de más, los pechos caídos y las caderas anchas. Gimió contra su pecho y él se movió poniendo los labios en su oído.

“¿Qué pasa, Buffy?”

“Nada. Es que estoy preocupada por Matt. Creo que ya podría volver a caminar”

“¿Te encuentras incómoda porque estemos desnudos? Te prometo que no voy a intentar nada…solo quería que entraras en calor”

“Lo sé” se apresuró a contestar “y no me siento incómoda. Es solo que…”

“Ahora somos amigos. Imagínate que no soy yo. Piensa en la Red…o mejor, en Xander, soy totalmente inofensivo”

“¿Xander? ¡Oh no, por Dios!” Buffy sonrió y él se fue retirando buscando con la mirada sus pantalones “Te he echado de menos todos estos años” confesó apartando la mirada cuando él se levantó. Spike se quedó un segundo inmóvil por sus últimas palabras, pero reaccionó y se vistió con rapidez mientras ella continuaba hablando “Cuando Andrew me dijo que Ángel y tú me buscasteis en Roma…yo ya me había casado con David”

“Yo pensé un millón de veces en llamarte, en verte cuando me volví corpóreo, pero tuve miedo. Tú siempre me habías despreciado, y cuando nos despedimos en Sunnydale…no quise arriesgarme a que me dijeras que todo fue mentira. Que lo dijiste para…”

“Spike, yo…” Escucharon un ruido y Spike le hizo un gesto para que se callara. Alguien andaba por el sendero hacia ellos. Buffy cogió su ropa y se la puso rápidamente. El vampiro le hizo una seña y se acercó a él, escondiéndose tras un árbol. Si era uno de los malos…se iba a desahogar a base de bien con él.

“¡Spike, Buffy!, ¿Estáis ahí?”

“¡Oh, bloody hell, peache!” los dos salieron de su escondite para enfrentarse a Ángel que venía con una antorcha en la mano “¿Qué coño haces aquí?”

“Buscándoos. Matt se despertó y vino a nuestra tienda. Fui a buscar a Buffy a la de Andrew, pero me encontré en ella a Susie algo enfadada, así que até cabos y vine hacia aquí”

“¿Matt está bien?” preguntó Buffy preocupada.

“Si. Se quedó con ese idiota repeinado. Será mejor que volvamos los tres al campamento” gruñó mirando a uno y después al otro. Spike estaba a medio vestir y Buffy tenía la ropa arrugada. Spike se dio cuenta de su mirada y le detuvo agarrándolo por el brazo mientras Buffy empezó a caminar, adelantándose.

“No ha pasado nada entre nosotros, Ángel. Solo charlábamos sobre los viejos tiempos”

“No tienes que darme explicaciones, Spike. Buffy ya no me interesa, pero recuerda lo que te dije. No quiero que le hagas daño o ella a ti”

“Nunca le haría daño, antes me estacaría”

“Volvamos al campamento” Ángel le palmeó en la espalda y ambos comenzaron a caminar. El vampiro mas viejo sabía que Spike le había dicho la verdad, pero también sabía que el sentimiento entre ellos estaba todavía presente y podía explotar en cualquier momento, llevándose por delante a quien cogiera en medio.

 

CAPITULO 10

 

Estaba anocheciendo cuando la comitiva comenzó su camino hacia el Avalon. Caminaban en parejas, excepto Andrew que iba encabezando la marcha. Delante marchaban Faith y Ángel, después Buffy y Matt y cerrando la columna, Spike y Susie. Todos llevaban mochilas y sacos de dormir, e iban preparados para caminar por sitios agrestes. Tendrían que desviarse de los caminos naturales por seguridad. No habían podido dilucidar con exactitud a cuánto estaría la tumba del Rey Arturo, ni si la reconocerían.

Como dijo textualmente Spike, ‘no habrá ningún bloody cartel que ponga {Tumba del Rey Arturo, mirad debajo si queréis encontrar el Grial}’.

Susie estaba algo enfadada con él. Había visto a los dos vampiros volver con Buffy de la laguna, pero algo no le cuadraba. ¿Se suponía que Buffy estaba con Ángel y Spike los oyó? Susie iba tan distraída que tropezó. Spike rápidamente la agarró por la cintura para que no cayera y ella se cogió a su cuello. Estaban mirándose a punto de besarse cuando se percataron que todos los demás los miraban. Buffy también los miraba, pero no pudo descifrar lo que sus ojos transmitían.

“Sigamos, pet” Susie le sonrió y se cogió a su brazo para andar. Buffy soltó un bufido y agarró de la mano a Matt que los miraba a ambos indistintamente. A él tampoco le hacía mucha gracia la ‘amistad’ que Spike tenía con la chica.

“¿Cuándo vamos a parar? Tengo sueño y estoy cansada” se quejó la chica.

“Solo llevamos tres horas caminando. Queda mucho para el amanecer” dijo Spike guiñándole un ojo a Matt cuando el niño se volvió y le sacó la lengua “pequeño diablo” susurró sonriendo.

“¿Qué?” preguntó Susie

“No, nada. Pronto pararemos, tranquila”

La cazadora cabeceó y siguieron caminando. Una hora después Buffy llevaba en brazos a Matt, que se había quedado dormido. No sentía los brazos, pero no quería quejarse. Estuvo a punto de caer también, así que Spike soltó a Susie y se acercó a ella, cogiendo a Matt por la cintura.

“Dámelo, Buffy. Le llevaré un rato”

“No es necesario. Puedo ocuparme de mi hijo, gracias” dijo con voz seca. Spike tiró del niño y éste se abrazó a su cuello con los brazos y a su cintura con las piernas. Spike apoyó la cabeza en su hombro y lo agarró firmemente.

“Vamos relájate, cazadora. Está en buenas manos”

“Si, claro”

“Podemos llevarlo entre todos” dijo Ángel volviéndose un momento, pero Spike negó con la cabeza.

“No creo que al enano le haga mucha gracia despertarse y ver tu horrorosa cara, peache. Tendría pesadillas toda su vida” soltó Spike con una irónica sonrisa. Buffy sonrió un poco y suspiró. En algo si que no había cambiado Spike. Seguía encantándole meterse con Ángel… que se veía muy atento con Faith, por cierto.

Cuando por fin pararon, Susie se dejó caer sobre la hierba, y todos los demás se fueron sentando también. Buffy se acercó a Spike y a su hijo, que seguía abrazado al vampiro como si fuera su propio padre.

“Voy a prepararle el saco, puedes dejarlo en el suelo mientras”

“No me molesta tenerlo, luv. Prepara los sacos y ahora lo acostamos” Buffy afirmó con la cabeza y tragó con dificultad. Spike había demostrado ser un buen prometido cuando lo estuvieron gracias al hechizo de Willow y ahora estaba demostrando que podía ser un buen padre. Estaba apoyado contra un árbol, sosteniendo a Matt entre sus brazos como si llevara el más preciado de los tesoros. Spike quería a Matt, y eso que solo hacía unos días que lo conocía. Incluso había estado más tiempo con él que David, que siempre estaba viajando debido al Consejo y las malditas misiones que le encomendaban, y cuando estaba en casa no le prestaba mucha atención, ni al niño ni a ella. Hacía un par de años que pensaba que tenía a otra mujer, pero ni se molestó en investigar. Le daba lo mismo, ella se pasaba el día pensando en otro…así que estaban en paz.

“Ya está. Ponlo aquí, por favor” Spike levantó una ceja. Era la primera vez que el recordara que ella le pedía algo con educación. Siempre era ‘Spike haz esto o te estaco’ como mínimo. Dejó de apoyarse en el árbol y colocó al niño en el saco. Buffy lo arropó y se levantó, quedándose a su altura. Él la miraba a los ojos, indeciso con lo que hacer ahora. Echó un breve vistazo a su alrededor. Faith y Ángel habían puesto sus sacos juntos, Andrew en un rincón, no muy lejos y Susie había colocado el suyo en un lugar un poco más apartado y lo miraba con impaciencia. Estaba claro que quería que el vampiro durmiera cerca de ella.

Spike suspiró sonoramente y apartó la mirada de ella para fijarla nuevamente en Buffy, que no decía nada ni se movía.

“Voy a montar una guardia, no tengo sueño” dijo sonriendo levemente.

“Bien. Yo voy a echarme un rato” contestó Buffy señalando su saco al lado del de Matt. “Si quieres deja tus cosas aquí. Estoy segura que a Matt le hará ilusión despertarse y verte a su lado” ‘y a mí más’ se dijo a sí misma. Spike sacudió la cabeza y señaló a la otra rubia.

“Le prometí a Susie… dormir cerca de ella. Le da miedo dormir en el bosque…”

“Claro, por eso ha puesto el saco en la otra punta del campamento…por que le da miedo la soledad” dijo Buffy con ironía. Spike alzó las cejas e hizo una mueca ¿Estaba Buffy celosa? Eso parecía. Aunque no lo reconocería, como no lo hizo con Anya, aquella vez.

“Que pases buena noche” Spike se giró y la dejó allí plantada. Se acercó a Susie y dejó la mochila y el saco a su lado, despidiéndose de ella con un ligero beso en los labios. Buffy soltó unas cuantas maldiciones y se metió en su saco, tapándose la cabeza. ‘que pases buena noche’ repitió las palabras del vampiro rubio. ‘y a ti que te pique una víbora en la…’ Buffy se regañó a sí misma. Se estaba convirtiendo en una arpía. Una arpía celosa. En esos momentos lo que deseaba era levantarse y arrastrar por el suelo a Susie, arrancarle todos los pelos de su rubia y natural cabellera. ¡La odiaba!

Una hora después Buffy seguía con los ojos abiertos como platos, mirando el cielo. No quedaba mucho para que amaneciera, pero no podía dormir. Matt si que lo hacía, con un sueño tranquilo y reparador. A su alrededor, todo el mundo dormía. Sonrió al ver a Ángel pegado a Faith. Parecía que ambos habían entablado una relación o algo por el estilo. Se alegraba por ellos. También le echó una ojeada a Susie. Spike no había vuelto de su ronda de vigilancia y la cazadora rubia dormía…sola. Era su oportunidad para hablar con Spike.

Se levantó decidida y caminó unos pasos hasta que lo vio apoyado en una roca, fumando. Había varias colillas a sus pies, lo cual indicaba que estaba tratando de calmar los nervios. ¿Era ella la causa de su nerviosismo o su relación con Susie? Es más ¿tenían alguna relación?

“¿Qué haces levantada, Buffy? Deberías descansar” dijo el vampiro sin mirarla. Había notado su presencia hacía rato.

“No puedo dormir… y decidí hacerte un poco de compañía, si te apetece”

“¿Matt está durmiendo?”

“Si, estaba bastante cansado y eso que le has cargado la mayor parte de tiempo. Te adora”

“Es un chico muy inteligente, Buffy. El también me gusta a mí”

“Quería darte las gracias por lo de anoche. Se me habría caído la cara de vergüenza si Susie me descubre en la laguna…y siento haberte estropeado la cita”

“No te preocupes, pet, parece que a los Letterman os gusta fastidiarme los planes, ‘señora Letterma’n” Remarcó levantando una ceja. Buffy sonrió y él sacudió la cabeza tirando el cigarro al suelo.

“No uso mi apellido de casada, así que soy Summers otra vez”

“Me alegro, suena mejor” Buffy cabeceó y suspiró profundamente “¿Es serio lo tuyo con Susie?” Spike giró la cabeza para mirarla y suspiró también “hace poco que os conocéis”

“Si algo aprendí de mi ‘relación’ contigo es que no debo hablar de eso. Me gusta Susie y yo a ella y nos estamos conociendo”.

“Ya…S pike… ¿Aún sientes algo por mí?”

Spike casi saltó en sus botas. ¿Era una pregunta-trampa? Si decía que sí, Buffy estaría toda la misión a la defensiva, echándole en cara que se enrollaba con Susie para darle celos, todo se jodería nuevamente…y si le decía que ya no…sería ella la que tendría celos, la que lo desearía…pintaba mejor de esa forma. Por una vez, el llevaría las riendas en su ‘amistad’ recién recuperada.

“No. No siento nada, salvo amistad. Han pasado diez años, cazadora. Puedes estar tranquila” Buffy bajó la cabeza y avanzó hasta ponerse enfrente de él a solo media pulgada de tocarle. Spike permaneció impasible, esperando su siguiente movimiento. Buffy movió la cabeza lo justo para rozarle los labios, pero él se apartó en el último segundo, haciendo un gran esfuerzo. Si la besaba…se daría cuenta de que le había mentido como un bellaco “¿Qué quieres, Buffy? ¿Te apetece un buen revolcón?” dijo mirándola mordazmente con su cara de vampiro, agarrando sus caderas con las manos y pegándolas a las suyas. Buffy gimió al sentir su sexo contra el suyo, y se movió contra él por inercia. Spike sonrió y le pasó la lengua de forma erótica por el cuello, mordiéndola levemente con sus colmillos.

“Spike…” Buffy cerró los ojos dejándose llevar por las sensaciones que Spike le producía estando convertido. Algunas veces habían hecho eso mismo. El simulaba que la mordía, y ella tenía unos increíbles orgasmos.

“Creo que voy a irme a dormir, luv. Que pases buena noche” Buffy abrió los ojos de repente al sentirse sola. Solo alcanzó a ver la ancha espalda de su ex, perdiéndose entre los árboles.

“¡bastardo!” atinó a decir mientras las lágrimas se desbordaban por sus ojos. Se dejó caer al suelo y lloró. ¿Qué había hecho? Casi se había entregado a él, solo para que la despreciara. Ya no la deseaba. Ni la quería. Se lo había dicho muy claro, y ella había sido lo bastante tonta como para intentar seducirlo, y había perdido.


Capitulo 11


Spike sintió como lo zarandeaban de mala manera y gruñó abriendo un ojo. Gruñó aún más al ver la cara de Ángel casi pegada a la suya, mirándolo con el ceño fruncido. ¿Qué bloody hell quería ahora? Echó un vistazo a su lado y comprobó que Susie estaba abrazada a él, de forma más que posesiva. No es que no le agradara, pero con Matt y Buffy cerca…

“¿Qué pasa, peache?” masculló levantándose despacio para no despertar a la joven cazadora.

“Ven conmigo. Vamos a dar un paseo” dijo el vampiro moreno haciéndole una seña con la cabeza.

“Gracias, pero ya tengo una cita” Spike hizo intención de volver a acostarse, pero Ángel le agarró por el cuello de la camisa y lo levantó “¡Suéltame, joder!” se quejó manoteando.

“Quiero hablar contigo, a solas” Ángel señaló con la cabeza a Andrew que estaba preparando café con un camping gas y no se perdía detalle.

“Está bien, pero quítame las patas de encima” Ángel lo soltó de mala manera y comenzó a andar hacia el bosque. Cuando se alejaron lo suficiente, el moreno se detuvo, cruzando los brazos. “¿y bien, qué se supone que he hecho ahora, cabezón?”

“Te dije que no le hicieras daño”

“¿Daño? ¿A quien?”

“Buffy. Se ha pasado la noche llorando, ¿es que no la has oído?” Spike palideció aún más de lo que habitualmente estaba. Negó con la cabeza efusivamente esperando a que el moreno continuara “Llegó una media hora después que tú, y no ha parado hasta hace un rato. ¿Qué le has hecho o dicho?”

“Yo… ¡Nada! Todo iba bien hasta que intentó besarme. Me sentí…utilizado otra vez y reaccioné no muy bien, supongo. ¡Me está volviendo loco!” Ángel se apoyó en un árbol y miró a su amigo. Si, lo tenía jodido.

“Buffy está pasando por un mal momento, Spike. Hace poco mataron a su marido de forma horrible, y tú te enrollas nada más llegar con una cazadora novata en sus narices, ¿Cómo crees que se siente?”

“Siento lo de su marido, y lo de Susie fue idea tuya, recuérdalo” le dijo apuntándolo con el dedo.

“Porque pensé que ella no sentía nada por ti ya. Si ha estado llorando es por algo, Spike. Deja de restregarle a Susie por las narices”.

“No estoy haciendo eso, Ángel” suspiró Spike bajando la cabeza “es la única forma de mantenerme alejado de ella. No quiero volver a servirle de pañuelo de lágrimas. Se casó, tuvo la vida que merecía, la que ni tú ni yo pudimos darle, y me alegro de que por fin encontrara el amor, pero no voy a volver a ser su juguete ahora que está deprimida”

“Spike, no puedes enfadarte con ella porque hiciera lo que le dijiste. Te sacrificaste para que tuviera una vida normal, con alguien normal. Ella pensaba que estabas muerto…del todo”

“No estoy enfadado por eso. No niego que me da rabia no haber podido ser yo quien le diera todo eso, pero… ¡Es por el marica del Inmortal! Ella me dijo que me amaba en la boca del infierno y yo la creí…aunque le dije que no. Tardó poco en olvidarme en los brazos de ese imbécil”

“No era Buffy” Spike levantó la cabeza y lo miró fijamente a los ojos “Era una doble, me lo ha dicho Faith. Buffy no supo que estabas vivo hasta después de casarse con Letterman, cuando se le escapó un día a Andrew”

“¿Qué? ¡Oh Dios!” Spike sacó un cigarrillo y lo encendió con dedos temblorosos, mientras Ángel continuaba hablando.

“Buffy tuvo una depresión muy fuerte después de la batalla en Sunnydale. No comía, ni dormía, ni hablaba…sus amigos pensaron que se estaba dejando morir de pena. Giles la convenció para ir a Londres con él, a formar a nuevas cazadoras y allí conoció a su marido. Era un tipo agradable, de ojos azules. ¿Te has fijado en que Matt también los tiene así? Son clavados a los tuyos”

“Tengo que irme” contestó Spike con voz seca tirando la colilla al suelo y pisándola “me vuelvo a Los Ángeles, no puedo quedarme”

“No puedes irte, Spike” dijo el moreno cogiéndole del brazo “Te necesitamos. Ellos te necesitan”

“No. Esto me supera, Ángel. Si me quedo sé que lo joderé todo aún más”

“Debes quedarte y hablar con Buffy. Aclararlo todo y empezar de cero. ¡Dios! No sé como puedo darte consejos sobre ella cuando…” Ángel suspiró profundamente y lo miró con severidad “No seas un cobarde como yo. Si aún sientes algo por Buffy, quédate y lucha, si no…lárgate de una maldita vez”

Spike cerró los ojos y dejó su mente en blanco, tratando de serenarse. Oyó los pasos del otro vampiro alejándose y dejó por fin a sus sentimientos aflorar. Lágrimas culpables se deslizaron por sus mejillas. Buffy no tenía la culpa de que él no fuera lo que ella se merecía. Solo había hecho lo que él le había pedido…seguir adelante. No estuvo con el Inmortal. Y lloró su supuesta muerte…mientras él estaba en Los Ángeles, a solo una llamada de distancia. Se maldijo y maldijo al destino, por jugarle estas malas pasadas.

Reanudaron la marcha al anochecer. El día había pasado rápido, y apenas si habían cruzado palabras entre ellos. Buffy se mantenía prudentemente alejada del rubio, y él no encontraba la ocasión para acercarse. Que Susie no se separara de él ni un segundo, no ayudaba a que el ambiente mejorara entre los dos, así que optó por encogerse de hombros y esperar su ocasión.

Matt se acercó y le cogió de la mano, sonriéndole. Era un chico estupendo y si él hubiera sido humano unos años atrás…bien podía haber sido suyo. De Buffy y de él. Pero eso no era posible, siendo un vampiro.

“¿Tuviste algún hijo cuando eras mortal?” Preguntó Matt como si le leyera el pensamiento. Spike se paró en seco y levantó una ceja al enano.

“No. En mi época se solía tener hijos dentro del matrimonio, y yo no llegué a casarme nunca” reanudaron la marcha “Me hubiera gustado tener mi propia familia, pero tenía que cuidar de mi madre enferma. No tenía tiempo para pensar en otras cosas”

“¿Tu madre también lloraba mucho?” Spike se paró en seco otra vez, y dio gracias por ir los últimos y un poco rezagados.

“¿Es que tu madre lo hace?” preguntó con voz estrangulada.

“Todas las noches. Ella cree que no la oigo, pero lo hago. Ya lloraba antes de morir papá… ¿Crees que es culpa mía?”

“¡Dios, no! ¡Claro que no!” Spike lo cogió en brazos y lo apretó contra sí. El niño se abrazó a su cuello y suspiró. “las mujeres lloran a veces sin saber por qué. Seguro que a tu madre se le pasa pronto…lo que sea”

“¿Me lo prometes?” Spike miró al niño y le sonrió

“Te lo prometo, campeón”

Habían caminado durante horas y estaban cansados. Buscaban un lugar donde descansar un poco y continuar hasta que se hiciera de día. Andrew miró el plano y después a su alrededor, intentando orientarse. Los demás esperaban sentados en el suelo o apoyados en algún árbol. Ya llevaba así más de diez minutos.

“Creo que es por ahí” dijo señalando a su derecha. Faith hizo un ruido muy parecido a un gruñido y se oyeron otros sonidos de desaprobación. “Si, ya sé que antes os dije que el río estaba en esa dirección, y me equivoqué, pero es que no tengo brújula”

“No se necesita una jodida brújula para orientarse” dijo Spike saltando por fin “Allí está la Estrella Polar, o sea, el norte, y si lo que buscamos es el maldito río de los demonios, está al sur. ¡Huelo desde aquí las bloody truchas!”

Ángel soltó una risita y escaneó el aire con su olfato de vampiro. El rubio tenía razón, el también podía oler las truchas.

“Spike, ¿puedes evitar las palabrotas? Matt es una esponja, y lo coge todo, y la verdad, no quiero que mi hijo se convierta en un verdulero de Harlem” Spike miró a Buffy y le sonrió hasta que a ella se le subieron todos los colores. ¿Por qué tenía que sonreírle así?

“Mis disculpas, pet. Pero es que estoy harto de jugar a los bloody ‘bollicaos’ de los cojones”
“¡Spike!” gritaron todos a la vez. Matt comenzó a reír y acto seguido los demás también. Por lo menos, había servido para relajar algo el ambiente.

“Está bien. Ahora que Willy ha hecho alarde de su malsano y repugnante humor, podíamos seguir” dijo Ángel cogiendo su mochila y colocándosela en la espalda “Calculo que queda una hora de camino hacia allí. Podemos descansar otras dos horas y después continuar hasta el alba”

“Sí papi” contestó Spike haciendo un puchero. Matt volvió a reírse y todos se prepararon para continuar. Antes de que dieran el primer paso, dos enormes demonios salieron de entre los árboles, dispuestos a atacarlos.

“¡Hagamos un círculo!, pueden venir más” dijo Andrew adoptando una postura ridícula de lucha, con los puños levantados. Ángel le dio un empujón sin miramientos, apartándolo del primer demonio, que se había lanzado a por él.

“Los ‘niños’ que se pongan en el centro, los demás en círculo” dijo lanzando un puñetazo a la cara del mastodonte. Ángel lanzó un grito de dolor y se echó hacia atrás por inercia. “¡Mierda!”

“Son demonios erizo, peache. No puedes tocarlos directamente porque pinchan un poco” gritó Spike lanzándole una patada al segundo demonio a la cara, haciéndolo retroceder.

“Gracias por avisarme, estúpido inglés” Ángel se revolvió y pateó en el estómago al suyo, mientras las chicas se mantenían en guardia por si aparecían más. Andrew se sentó en el suelo con Matt, mirando el espectáculo. Sacó de su bolsillo una mini agenda electrónica y comenzó a trastear en ella.

“De nada, marica irlandés” contestó el rubio esquivando golpes y evitando tocar al demonio “¿Habéis traído alguna jodida espada, hacha, o puñal, chicas?” dijo volviéndose a las cazadoras. Ellas negaron con la cabeza y el maldijo cuando el demonio le cabeceó en la frente, llenándolo de púas negras “¡maldito cabrón! ¡te voy a joder de lo lindo!”

“Spike, esa boquita…” le recordó Buffy guiñándole un ojo. El se encogió de hombros y le sonrió. Susie los miraba con el ceño fruncido. Sabía que algo había cambiado en Spike, porque no se había acercado a ella desde la noche anterior.

“¿Cómo demonios los matamos?” preguntó Ángel a Andrew, que parecía disfrutar de la pelea trasteando en su agenda.

“Pues según este mini diccionario electrónico de demonios… y a falta de espadas y demás utensilios cortantes…podríais romperles el cuello. Sin pegaros mucho a ellos, claro. Las púas traspasan la ropa”

“¡No me digas, listillo!” gruñó Spike cuando el demonio lo abrazó por la cintura y lo apretó contra él “Este tiene que ser hembra…o marica, como tú, peache” Spike aprovechó el momento para girarle la cabeza y un crujido aterrador les indicó que todo había terminado. Spike lo soltó de mala manera y sacudió las manos, que le ardían.

“Ve hacerle compañía a tu amigo…en el infierno” Ángel derribó a su demonio pateándole las rodillas y éste cayó al suelo. Antes de que pudiera levantarse, Ángel le pisó la tráquea con fuerza, hasta que crujió. “Bueno, creo que esto se ha acabado” dijo quitándose dos o tres púas que tenía en la mano y un par de ellas más en el resto de su cuerpo.

“No creo” dijo Andrew señalando la agenda “según dice aquí, las púas son venenosas, incluso para los vampiros”

Spike se miró por encima comprobando que estaba lleno de esas malditos pinchos. Tenía en la cara, el pecho, el estómago…y en los muslos. Su Willy había quedado ileso gracias sin duda a un bloody milagro.

“¡Oh, bloody jodido hell!” dijo antes de caer al suelo sin sentido.


Capitulo 12


Antes que nadie pudiera reaccionar, Susie se lanzó al suelo, arrodillándose ante el vampiro caído. Buffy la miró con los ojos entrecerrados apretando los dientes y mordiéndose la lengua para no decirle lo que pensaba de ella. Matt fue a acercarse también, pero Buffy lo detuvo, por temor a que se pinchara.

“¡Spike, cariño, ¿Estás bien?” dijo Susie extrayéndole de la cara las púas que lo laceraban. Ángel y Buffy intercambiaron una mirada y él le pidió con la suya que tuviera paciencia.

“Apártate Susie” Andrew se acercó a ellos para examinar al vampiro, pero la rubia no se inmutó. Seguía quitándole púas del cuerpo con mucho cuidado “Susie… ¡por favor!” la chica levantó la mirada y tras hacer un gesto de disgusto se alejó, lanzando llamaradas por los ojos “Ángel, tenemos que ser rápidos. Hay que quitarle todas estas cosas”

“¿Son muy venenosas?” dijo el moreno agachándose y comenzando su trabajo.

“En sí, no. El componente que llevan produce una elevación de la temperatura corporal, hasta que se produce una combustión espontánea” Buffy sintió que se mareaba, ¿combustión espontánea? Eso era como si se expusiera directamente al sol.

“¿Hay antídoto? Cuando ‘alguien’ envenenó a Ángel, la sangre de cazadora lo curó” Faith hizo un mohín y miró con deseo al rubio inconsciente.

“Me ofrezco voluntaria para que el big bad me muerda” dijo la morena pasándose la lengua por los labios “Si después me deja que lo muerda yo”

“¡Faith! No está la cosa para bromas” la amonestó Andrew levantándose cuando todas las púas a la vista fueron extraídas del cuerpo en el suelo. “Susie y tú buscad en los alrededores un sitio donde podamos llevar a Spike. Una cueva, o algo así. Ángel y yo iremos en busca de las plantas necesarias para el antídoto”

“¿Y por qué no va Buffy con Faith?” dijo Susie cruzándose de brazos “Yo quiero quedarme cuidando a mi novio” Buffy abrió mucho la boca y la cerró sin decir palabra. Después de todo no sabía el tipo de relación que había entre ellos dos. Spike le había confesado que le gustaba la chica, así que…

“Es mejor que Buffy se quede cuidando a Matt y Spike, Susie. Haz lo que te digo”

La rubia fue a protestar de nuevo, pero Faith la agarró del brazo y tiró de ella, llevándosela. Matt se agachó hacia Spike y le tocó la frente. Estaba caliente, y la temperatura iba subiendo.

“Mamá, está muy caliente” Buffy salió de su letargo y fue hasta ellos, reclinándose sobre el rubio.

“No tardaremos Buffy. Procura refrescarlo” Buffy asintió con la cabeza a las palabras de Ángel. Sacó su cantimplora y haciendo trizas una de sus camisetas la mojó y le refrescó la cara con ella.

Andrew y Ángel se fueron y Buffy suspiró. Estaba aterrada. ¿Y si Spike moría? No podría resistirlo. Se sentó en el suelo y apoyó la cabeza inerte de él sobre su regazo, mientras Matt lo hacía a su lado. Entre los dos lo cuidaron, hasta que una hora después Ángel y Andrew regresaron.

“Ya tenemos las plantas. Lo que no sé es cómo le vamos a dar el antídoto estando inconsciente”

“Tú prepáralo, Andrew. Ya nos ocuparemos del cómo más tarde” dijo Ángel posando su mirada en el cuadro que tenía frente a él. Buffy con los ojos llorosos acunando al vampiro, mientras que Matt se acurrucaba contra los dos. Parecían una familia.

Andrew encendió un pequeño fuego y puso agua a hervir, metiendo dentro las extrañas plantas que Buffy no conocía. Ángel se acercó a ellos y se puso en cuclillas, observando el estado de Spike. Tenía la piel encendida, y un sudor frío lo cubría.

“Sería mejor quitarle algo de ropa, Buffy. Tememos que mantenerlo lo más fresco posible y ver si tiene más espinas en su cuerpo”

“¿Desnudarlo? ¿Aquí?” Buffy parecía aturdida. Ángel suspiró, eran demasiadas cosas para su ex.

“Yo puedo hacerlo. ¿Por qué no traes una manta?” Buffy miró a Spike y luego a Ángel. Veía preocupación en la cara de su ex novio. Era obvio que apreciaba a Spike, después de todo. Además, habían pasado juntos los últimos diez años, ¿no? Cabeceó y se alejó llevando a Matt con él, que parecía reacio a alejarse de Spike. Regresó a los pocos minutos, viendo como Ángel lo había desnudado ya y le había colocado uno de sus bóxer. No se veían púas, pero si las señales de haberlas tenido clavadas por todo el cuerpo.

“¿no va a morir, verdad?” Ángel cogió la manta de sus manos y envolvió al otro vampiro con él.

“Spike es demasiado cabezón y fuerte como para dejarnos, no te preocupes, Buffy, lo conseguirá” Andrew se acercó con una jarra humeante entre sus temblorosas manos, ofreciéndosela a Buffy.

“Hay que darle de esto durante toda la noche. En un par de días, se recuperará, si Dios quiere”

“Querrá” dijo Buffy arrodillándose al lado de Spike. Ángel lo incorporó un poco, dejando que su cabeza descansara sobre sus piernas, sujetándole la cabeza. “Spike, abre la boca, por favor” el vampiro no se movió. Estaba tan inconsciente como lo estaba al caer. “Vamos, tienes que beber esto”

Ángel intentó sin éxito abrírsela, pero tenía la mandíbula fuertemente encajada.

“Debe haber alguna forma, maldita sea” Ángel miró a Buffy con desolación, cuando Spike empezó a temblar debido a la alta temperatura “Andrew, ¿Qué hacemos?” el vigilante se encogió de hombros haciendo esfuerzos para no echarse a llorar. Buffy miró al rubio y después a la taza. En un impulso se inclinó sobre él, besándolo dulcemente sobre los labios. Ángel y Andrew se miraron perplejos. ¿Qué estaba haciendo Buffy?

Spike se removió y abrió un poco los labios, delirando. Buffy bebió un sorbo de brebaje y volvió a inclinarse sobre Spike, uniendo sus bocas y descargando el líquido amargo en la de él, manteniendo sus labios sobre los de Spike para que tragara. Cuando lo hizo, Buffy volvió a repetir la escena, antes los atónitos ojos de todos. Estaba consiguiendo que Spike bebiera el brebaje, de sus labios.

“¿Por qué demonios estás besando a mi novio, Buffy?” Dijo la cazadora que acababa de llegar y ver la escena, acompañada de Faith. Buffy enrojeció y se apartó de Spike con rapidez, fulminándola con la mirada.

“No lo besaba, y no es tu novio, maldita sea” gruño conteniéndose de golpearla.

“Sí que lo es. Tenemos…una relación”

“Porque te haya besado un par de veces, no significa que esté contigo, Susie, y en ese punto, yo sería algo más que su novia…dado nuestro historial” los ojos de Susie echaron chispas, dando un paso hacia delante. Faith la agarró de un brazo y negó con la cabeza “hazle caso a Faith, ella mejor que nadie sabe que cuando me cabrean puedo ser muy peligrosa”

“Cuando Spike despierte…” amenazó la rubia. Buffy se encogió de hombros y siguió dándole el antídoto a Spike, directamente con su boca. “¡puta!” gritó a pleno pulmón.

“¡No llames eso a mi mamá!” antes de que nadie pudiera impedirlo, Matt se lanzó de cabeza hacia Susie, derribándola. Cuando Faith y Ángel consiguieron separarlo de ella, la cara de la cazadora novata estaba hecha un cristo.

“¡Te voy a matar, enano!” Gritó enfurecida. Buffy se levantó de un salto encarándola.

“¡Basta ya!” gritó Andrew interponiéndose entre ellas. Ángel agarró a Buffy y la apartó, sujetándola por la cintura “Faith, ¿Habéis encontrado algo?”

“Sí. Hay una cueva como a dos kilómetros al norte. Tiene un manantial subterráneo, y no está mal equipada. Creo que era la kelly de esos dos demonios erizos”

“Llevaremos a Spike allí y después seguiremos nuestro camino. Buffy se quedará a cuidarlo, junto con Matt”

“Pero…” trató de protestar Susie. Andrew avanzó un paso y la encaró.

“Harás lo que se te ordene o te mandaré de vuelta a Londres, ¿me has entendido, Susie?” ella asintió con la cabeza y se cruzó de brazos enfadada. “Construiremos una parihuela para trasportar a Spike y después nos marcharemos de aquí. Estamos perdiendo mucho tiempo”

Media hora después, Spike estaba cómodamente tendido en una improvisada camilla, y era llevado hasta la cueva. Susie no pronunció palabra, pero juró vengarse de Buffy, fuera como fuera. Se las pagaría todas juntas.



Capitulo 13

Buffy mojó una de sus camisetas en el agua helada del manantial y se la puso en la frente al vampiro rubio. Matt mientras tanto, cogía otra ya mojada e iba a enjuagarla, para llevársela a su madre. No entendía muy bien lo que pasaba a su alrededor, pero estaba preocupado por Spike. Sudaba mucho y el color de su piel era rojizo. Murmuraba por lo bajo palabras sin sentido y tiritaba. ¿Se moriría igual que su papá? Se preguntó casi al borde del llanto. No. Su madre y él estaban allí para cuidarlo. No dejarían que pasara.

Ángel avanzó hasta ellos con una pequeña mochila en la mano. Se agachó hasta la altura de Buffy, y después de echar un vistazo al inconsciente, suspiró. Esperaba que el inglés fastidioso saliera de esta, aunque tenía muy mal aspecto.

“Buffy, tengo algo para ti” dijo abriendo la mochila. Buffy se giró hacia él intentando sonreírle, pero solo le salió una mueca “Estas cápsulas contienen sangre en polvo. Dáselas a Spike con un poco de agua. Tienes como para dos semanas, aunque no creo que tarde tanto en recuperarse”

“Otro ‘invento’ de ‘Worfram and Hard?’ dijo la cazadora levantando una ceja.

“Si. Son muy útiles cuando no tienes sangre de cerdo a mano, o de cualquier otro animal. Está concentrada y lleva vitaminas extra” Buffy se ahorró el comentario y suspiró cogiendo los dos frascos que Ángel le ofrecía. “Este ungüento también es creación nuestra” dijo mostrándole un tarro de una sustancia verde pastosa “sirve para quemaduras, picaduras y cualquier cosa concerniente a problemas en la piel. Puedes ponérsela sobre las erupciones que le han producido la púas, seguro que lo alivian”.

“Gracias, Ángel” murmuró Buffy dando un gran suspiro. Pronto se quedaría sola con Spike y su hijo, y tenía miedo de no poderlo salvar.

“Aquí dentro hay vendas y muchas más cosas, que os pueden ser de utilidad. También te dejo un móvil, si tienes problemas, no dudes en llamarme, mi número está en la agenda”

“Lo haré. ¿Tú estás bien? Tenías espinas de esas clavadas…”

“Estoy perfectamente, no te preocupes. Eran muy pocas para que me afectaran”

“Me alegro” dijo con sinceridad la rubia, suspirando.

Ángel se incorporó y Buffy también lo hizo. Se quedaron mirándose unos breves segundos, hasta que se abrazaron. Ya no había amor, pero si un gran cariño entre ellos, y se sentía reconfortada en sus brazos.

“B, ya tienes tu propio vampiro cool… deja al mío en paz” Buffy se apartó sonriendo, un poco sonrojada. Faith la miraba con una sonrisa irónica en la cara y los brazos cruzados sobre el pecho “A ver si aprovechas el tiempo y hablas con el rubio big bad, la vida es muy corta para desaprovecharla, por lo menos la nuestra”

“Cuidaos, chicos” dijo Buffy como respuesta. Andrew la abrazó y Susie fue directamente a donde estaba Spike. Fue a agacharse para besarlo, pero Matt se interpuso en su camino, poniéndole una gran cantidad de ungüento en la roja cara del vampiro.

“¡Será capullo el enano!” masculló la cazadora enfadada. Matt le sonrió al más puro estilo de Spike y le sacó la lengua. Cuando la rubia fue a por él, se sintió izada por la cintura. Ángel la cargaba como a un saco de patatas.

“Hasta pronto, Buffy. Cuida de nuestro Spike” le dijo el moreno al pasar por su lado.

“Lo cuidaré como si fuera…ya sabes” Ángel cabeceó y todos salieron de la cueva. Buffy suspiró y se giró hacia su hijo, que había destapado al vampiro y le estaba untando el potingue verdoso por todo el cuerpo “¡Eres increíble, Matt!” le dijo Buffy acercándose.

“No me gusta esa cazadora, y no va a tocar a Spike” sentenció siguiendo con su tarea. Buffy sonrió y fue a mojar el paño nuevamente. Le quedaban muchas horas de insomnio, pero estaba feliz. Estaba con los dos hombres de su vida.

Buffy intentaba mantener los ojos abiertos, pero llevaba cuarenta y ocho horas sin dormir, y aunque era la cazadora, estaba agotada. Spike había experimentado una leve mejoría, la fiebre había bajado, pero todavía seguía semi inconsciente. Matt estaba profundamente dormido. También el estaba exhausto, ya que se había encargado de remojar los paños y le ayudó a ponerle el ungüento a Spike.

Ángel le había puesto unos calzoncillos negros, que le quedaban de maravilla, y se preguntó si los usaba después de tanto tiempo. Por lo menos, en el tiempo de su relación, nunca le vio con unos…aunque ella también dejó de llevar bragas, más que nada porque terminaban destrozadas después de sus fogosos encuentros.

Se sonrojó sin poder evitarlo. Recordar su tiempo juntos le producía sentimientos contradictorios. Por un lado era feliz recordando los momentos increíbles de intimidad que tuvieron, pero por otro la hacían recordar lo mal que se había portado con él, como lo utilizó, y eso la llenaba de pesar. Aún teniendo alma, se había comportado con él como un monstruo.

El le había dicho que había visto lo mejor y lo peor de ella, pero ¿Qué recordaría ahora? Quizás sus buenos últimos días juntos antes de que cerrara el Hellmouth, inmolándose por la mujer que tan mal lo había tratado.

Cerró los ojos y se apoyó en su pecho desnudo. Los párpados le pesaban y se veía incapaz de continuar un minuto más en vigilia. Matt seguía dormido a unos pasos de ellos, resguardado en un recoveco de la cueva, en su mullido saco de dormir. Spike estaba a temperatura casi normal, y su sueño parecía tranquilo. Podía permitirse dormir cinco minutos, solo cinco minutos…

“¿Susie?” Buffy abrió un ojo entre sueños. ¿Era la voz de Spike? “Susie, cariño ¿Qué tal si…?” Buffy dio un salto maldiciendo entre dientes. Apenas había luz en la cueva, pero cuando sus ojos se encontraron con los febriles de él, Spike pudo ver con claridad que tenía ganas de estacarlo “Buffy… ¿Eres tú?”

“¿Me has confundido con esa…esa…?” Buffy se paró en medio de la oración. Hablaban susurrando, pero en la voz de Buffy se notaba perfectamente lo cabreada que estaba. “¡Serás ca…pullo!”

“Esto está oscuro, luv. Estoy mareado y convaleciente…” Spike trató de levantarse, pero todo lo deba vueltas. Buffy dio un paso hacia él, pero se detuvo al ver que él desistía de ponerse en pie y volvía a tumbarse, maldiciendo.
“¿Cómo te encuentras?” preguntó la rubia mirándolo con los brazos cruzados sobre su pecho.

“Como si me hubiera caído de bruces sobre un bloody cactus” Spike cerró los ojos y contuvo una punzada de dolor apretando los dientes con fuerza “creo que tengo fiebre”

“Te traeré un poco de agua fresca”

Buffy se alejó hacia el manantial, llevando una taza en sus temblorosas manos. Se enfadó consigo misma por reaccionar de la forma que lo había hecho. Lo que Spike le había dicho tenía lógica, apenas había luz y después de su último encuentro nocturno, lo que menos se esperaba el vampiro era verla dormir sobre él. Suspiró hondamente cerrando los ojos. Tenía que controlarse, el no tenía culpa de nada. Volvió hacia él ayudándolo a incorporarse. Spike bebió unos sorbos del líquido elemento y volvió a recostarse. Buffy utilizó el agua restante para mojar uno de los paños y ponérselo sobre la frente.

“Siento lo que pasó la otra noche” dijo él con voz suave “No pretendía hacerte daño”

“Lo sé. Fue culpa mía. Me lancé sobre ti de una forma…” Buffy se paró y apartó la mirada. “No sé que me pasó”

“Buffy… vamos a olvidarlo, ¿Ok? Creo que cada vez que intentamos algo es en el momento más inoportuno, con algún que otro Apocalipsis de por medio, lo que no ayuda demasiado…” Spike suspiró y miró hacia donde estaba Matt durmiendo apaciblemente “Hay cosas en la vida más importantes que la atracción mutua y el sexo…” se incorporó un poco para mirarla directamente a los ojos “durante estos diez años he estado con muchas mujeres” Buffy sintió que se le secaba la garganta. Spike nunca había tenido problemas en decirle las cosas a la cara “solo por satisfacción sexual, sin compromisos ni explicaciones… es lo mejor para no sufrir”

“No sé donde quieres ir a parar, Spike” el vampiro extendió su mano invitándola a acercarse a él. Buffy caminó como un robot, sentándose a su lado. Spike se incorporó un poco apoyándose en un codo. Tomó una de sus manos y se la besó suavemente.

“Si caigo en la tentación… si ambos caemos será como antes. Eso que hay entre nosotros es tan fuerte y devastador que como dijiste una vez, después no quedaría nada…y no estoy dispuesto a que vuelva a pasar. Buffy, tenemos que pensar en Matt, él es ahora lo más importante”

Buffy asintió con la cabeza y se sorbió la nariz, impidiendo que unas lágrimas se le escaparan. Lo que él decía tenía sentido. No podían enredarse en otra relación sexual, no con Matt allí y en medio de otro Apocalipsis. Pero esta vez no sería igual…ella ya había asumido sus sentimientos por él…aunque Spike le había dicho que ya no la amaba…para él si sería solo sexo…

“Deberías tomar un poco más de antídoto” dijo volviéndose y escanciando un poco de líquido en un vaso “Andrew dijo que tenías que tomártelo durante dos días al menos”

“¿Cuánto llevo inconsciente? ¿Dónde están los demás?” preguntó mirando a su alrededor. Buffy le alargó el vaso y él hizo un gesto de asco cuando lo probó.

“Llevas inconsciente dos días, y los demás siguieron hacia el Grial” Spike levantó las cejas, dejando el vaso vacío a su lado.

“Gracias por cuidarme, pet” ella se encogió de hombros y bostezó. Estaba realmente cansada “¿Por qué no te echas y tratamos de dormir?”

“Si, creo que lo necesito y tú pareces estable” Buffy fue a levantarse, pero él la sujetó por la muñeca. Buffy lo miró interrogante.

“¿Podrías quedarte conmigo? Tengo escalofríos”

‘Genial. Ahora me necesita como radiador humano. Vamos mejorando’ pensó apretando los dientes. Echó un vistazo a Matt y se relajó al ver que él seguía durmiendo plácidamente.

“¿Desde cuando usas calzoncillos?” le preguntó acurrucándose a su lado. Spike arqueó una ceja y sonrió, atrayéndola hacia él por la cintura, tapándolos a ambos con la manta.

“Desde que no me acuesto con una impaciente cazadora que me los destrozaba a mordiscos” contestó pegando los labios eróticamente a su oído. Buffy enrojeció hasta las cejas y fue a protestar, pero la risa del rubio la contagió y se rió entre sus brazos. Si, eso era verdad. Sus encuentros sexuales eran tan…accidentados que rara era la vez que alguna prenda quedaba intacta. Cerró los ojos, sintiéndose reconfortada con el suave abrazo que tanto había echado de menos. Entre ellos no iba a haber sexo, pero si que podían recuperar la confianza perdida y la amistad. Eso si Susie no volvía a interponerse….Buffy no le había contado a Spike que la otra cazadora se consideraba su novia…dejaría que se enterara por sí mismo, cuando volvieran a encontrarse con los otros. Mientras, disfrutaría del momento.


Capitulo 14

Spike se despertó abrazado a Buffy, oliendo su pelo y sintiendo como su cuerpo se despertaba con él cuando ella se removió entre sueños y lo rozó con su trasero. Se mordió el labio y se apartó despacio de ella. No podía arriesgarse a que ella notara en las condiciones que estaba, así que se levantó y después de comprobar que Matt seguía durmiendo fue al manantial y se sumergió en él, refrescando su cuerpo y su alma.

Cerró los ojos y trató de no pensar en nada. Pero le fue imposible. La imagen de Buffy esa noche en sus brazos no paraba de repetirse en su memoria. Habían vuelto a dormir juntos, sin sexo de por medio y había sido feliz después de mucho tiempo. ¡Cuánto la amaba todavía! ¡Y cuanto la necesitaba! Pero no podía aprovecharse otra vez de la situación. Buffy estaba mal, y se acercaba a él buscando consuelo. Si ahora él se dejaba llevar, después se arrepentiría. Se arrepentirían ambos.

Oyó unos pasos y se giró lentamente. Matt caminaba hacia él restregándose los ojos, pero sonriendo.

“¡Spike! ¿Ya estás bien?” gritó corriendo hacia él. Spike salió del agua y se sacudió, secándose a continuación con una toalla que encontró en el suelo.

“Si, gracias a ti y a tu madre” Matt se volvió y suspiró al ver a su madre durmiendo “¿Qué te parece si salimos un poco y la dejamos descansar?”

“vale, tengo que ir al baño” Spike le sonrió y buscó su ropa. Cinco minutos después estaba fuera de la cueva con el niño. Según su reloj, eran las nueve de la mañana y hacía un día estupendo.

Después de hacer sus necesidades, ambos se sentaron el suelo, en la puerta de la cueva. Spike notaba un poco raro al niño, pero no sabía si debía o no preguntarle qué era lo que pasaba.

Fue el niño quien rompió el molesto silencio “¿Susie es tu novia?” Spike alzó las cejas, sorprendido. Se esperaba cualquier cosa, menos esa pregunta.

“No. ¿Por qué?”

“Ella le gritó a mamá y se lo dijo delante de todos. La insultó” Spike maldijo entre dientes y suspiró. ¿Qué podía decirle al niño para tranquilizarlo?
“Susie y yo somos amigos, solo eso. Tu mamá y yo también somos amigos y nos… apreciamos. Mi amistad con Susie no va a cambiar eso. Nos conocemos desde hace mucho tiempo y nunca haría nada que la molestara, puedes estar seguro de eso”

“¿Fuisteis novios alguna vez?” Spike casi se atragantó con su propia saliva. No sabía qué le había contado la cazadora sobre ellos, aunque conociéndola como la conocía, seguro que no le había dicho nada de su relación…sexual.

“Fuimos buenos amigos y salimos algunas veces juntos” la cara del niño se iluminó. Spike le sonrió y se levantó para dejar por zanjada la conversación, pero él le agarró del pantalón haciendo que se parara y le mirara.

“Ella te quiere” Spike abrió la boca, pero ningún sonido se escapó de sus labios. Sintió que todo le daba vueltas y se apoyó en el árbol, cerrando los ojos un momento, intentando recuperar el equilibrio…y la respiración “¿Estás bien?” preguntó el niño preocupado.

“Si, campeón. Es que me he levantado demasiado deprisa” Spike tomó aire y se volvió lentamente hacia el niño. Quería preguntarle qué había querido decir, pero un ruido de pasos en la entrada de la cueva lo detuvo. Buffy apareció en ella, demacrada y con los ojos llenos de miedo. Seguramente se había despertado y al no verlos se asustó “Estábamos tomando un poco el aire, cazadora” le dijo caminando hacia ella, con el niño de la mano.

“¿Estás bien?” le preguntó ella mirándolo fijamente de arriba abajo. El asintió con la cabeza y Buffy se volvió hacia su hijo “Será mejor que entréis, parece que va a llover”

Spike levantó los ojos al cielo y suspiró. Si, había unos nubarrones justo encima de ellos que prometían una buena tormenta.

“Voy a coger un poco de leña” dijo Spike mirando a su alrededor “No tardaré”

“Ten cuidado” contestó Buffy intentando sonreírle. El vampiro se volvió y comenzó a recoger ramas del suelo. Buffy y Matt entraron en la cueva y entre los dos la recogieron un poco. Ángel les había dejado comida y agua, así que no tenían que preocuparse por eso. Spike regresó unos minutos después con el pelo y la ropa un poco mojadas “¿Ya ha empezado a llover?”

“Si, pero la leña está seca” Spike la dejó en el suelo y preparó todo para reavivar la fogata. “Supongo que el membrillo te dejaría esas asquerosas cápsulas de sangre”

“Son un poco extrañas. ¿En serio ‘eso’ es comida?”

“Un sustituto para casos excepcionales. Creo que tendré que contentarme con ellas hasta que nos reunamos con el grupo” suspiró resignado cuando Buffy le pasó la caja y se tomó dos de golpe. Bebió un buen trago de agua y se sentó cerca de la fogata, mientras Buffy preparaba el desayuno para ellos dos “¿Cómo es que has traído a Matt contigo?”

“No tenía con quien dejarle…nadie que pudiera protegerlo en caso de necesitarlo”

“No puedo creerme que sea tuyo…Es perfecto” Buffy levantó los ojos con reproche y él sonrió “quería decir que lo estás educando muy bien, para estar sola”

“Hago lo que puedo. Estos dos últimos años ha sido un poco más difícil. David viajaba mucho y apenas se preocupaba por…” Buffy se detuvo. No quería que Spike supiera que su matrimonio hacía aguas antes de la muerte de David. “¿Y tú que tal? ¿Has estado todo este tiempo con Ángel?”

“Si. Lo tenemos muy bien montado en Los Ángeles. Ayudamos lo que podemos a la gente, y mantenemos el equilibrio con los demonios. Tenemos controlada la ciudad”

“Me alegro” dijo Buffy buscando a Matt con la mirada. El niño estaba en un rincón, jugando con unas piedras. “Ven, cariño. El desayuno está listo”

“Voy a dormir un rato. Creo que me he mareado otra vez” dijo Spike recostándose y cerrando los ojos los ojos. Buffy había estado a punto de confesarle que no había sido feliz en su matrimonio, por lo menos esos dos últimos años. Él no quería hacer leña del árbol caído. No, cuando eso significaba dolor para la mujer que más había amado y para su hijo. ¿Qué habría querido decir Matt cuando le confesó que su madre lo quería? Se durmió pensando con la posibilidad de que ella lo amara de verdad, pero no quería hacerse ilusiones. No quería volver a sufrir.

Buffy aprovechó que Spike y Matt estaban dormidos para curiosear un poco por la cueva. El día había pasado rápido, pero Spike había tenido una recaída y Buffy le había dado otra dosis de antídoto, durmiéndose un poco después. Matt se había acurrucado a su lado, temeroso de que pudiera pasarle algo. Buffy se emocionó al comprobar cuánto quería su hijo a Spike. El vampiro había estado taciturno todo el día y apenas habían hablado, pero con Matt siempre tenía una sonrisa dispuesta o una historia de las suyas.

Cuando por fin su temperatura bajó, Buffy decidió distraerse un poco fisgando, ya que no tenía sueño. Siguió un corto pasillo y silbó. Si que los demonios debían ser pareja, porque habían fabricado una gran cama de hojas que parecía bastante cómoda. No había muebles, pero las rocas de distintos tamaños hacían las veces de mesas y sillas. En un rincón había una especie de chimenea, repleta de leña. Volvió hacia donde estaban los chicos y rebuscó en los bolsillos de Spike, hasta encontrar su zipo. Hacía rato que la hoguera se había apagado, y el ambiente estaba un poco húmedo debido al manantial que circulaba por ella.

Tras unos cuantos intentos, logró encender la chimenea. Fue trayéndose poco a poco todas las cosas que Ángel les había dado, dejándolas en el nuevo refugio. Extendió su saco de dormir encima de las hojas que conformaban la cama y después llevó a Matt allí, que ni siquiera se despertó en el traslado. Ahora tenía que llevar a Spike, pero aunque podía con él, sería mejor despertarlo. Se veía un poco ridícula llevándolo en brazos a la cama.

“Spike…” lo llamó sacudiéndolo con suavidad por el hombro. El vampiro abrió los ojos y la miró, un poco mareado. “He encontrado un sitio mejor en el interior de la cueva. ¿Vienes?”

“Claro. Deja que me despierte del todo” Buffy le ayudó a incorporarse, recogiendo la manta y los otros dos sacos. Después caminaron apoyados el uno en el otro hasta donde estaba Matt. Spike ayudó a Buffy a terminar de preparar la cama y se tumbó boca arriba, dejando en medio a Matt como medida de precaución. No se fiaba de sí mismo. Buffy lo hizo en el otro lado, cerrando los ojos para no ver el cuadro que representaban ahora mismo: el de una familia.

Llevaban un buen rato en la improvisada cama, pero Buffy no podía dormir. Ni Spike tampoco. No paraban de dar vueltas y Matt se despertó dos veces por ello.

“Deberíamos poner a Matt en un lado de la cama, de otra forma tampoco va a dormir nada” dijo Spike incorporándose un poco para ver a Buffy.

“Si. Muévelo tú, por favor. Acabo de clavarme algo en el dedo”

“Vale” Spike tomó en brazos al niño y lo puso a su lado, quedando él en medio. Buffy estaba sentada, mirándose el dedo con el ceño fruncido. Tenía una gran espina negra clavada en el dedo corazón. “Es de una zarza, no creo que sea venenosa”

“¿Tú crees?” le preguntó Buffy mirándolo con miedo. Lo único que faltaba es que ella también se pusiera enferma.

“Sí. Esta es curva y las otras rectas. Deja que te la quite” Spike tomó la mano de la cazadora y le quitó la gran púa. Un manantial de sangre roja se deslizó por el dedo. Spike gruñó al sentir el olor a sangre fresca y tuvo que hacer un esfuerzo para no convertirse y darle un buen chupetón. Buffy sonrió y alargó el brazo hasta su boca, ofreciéndole el dedo “¿Estás segura?” preguntó Spike con el ceño fruncido. El dedo en esa posición podía significar muchas cosas. Buffy lo llevó hasta sus labios y Spike lo introdujo en su boca, lamiéndolo con cuidado. Ahora fue Buffy quien gimió, cerrando los ojos. Spike sintió como una parte de su cuerpo volvía a la vida de golpe y la fiebre se iba con la misma rapidez. “Dios, que buena estás…”

“¿Yo o mi sangre?” preguntó Buffy con hilo de voz. Estaba sonrojada y jadeaba en busca de aire. Spike jugó con su lengua un segundo más en su dedo y después lo deslizó de sus labios, mirándola intensamente.

“Siempre tú, luv” Buffy se inclinó hacia delante y él llevó las dos manos hasta su cara, atrayéndola hacia él. Cuando sus labios se unieron, ambos gimieron en silencio. Había pasado mucho tiempo, pero el deseo estaba allí, corriéndoles por las venas a toda velocidad. Spike cerró los ojos, dejándola caer sobre su espalda, rodeándola con sus brazos e intensificando el beso. Era algo que había estado deseando hacer desde que volvió a verla. Sabía que estaba mal, pero ya se preocuparía de eso mañana.


Capitulo 15

Ángel tenía la mirada perdida en el techo de la tienda de campaña. Faith estaba enroscada a su cuerpo, durmiendo plácidamente. Con ella el sexo era algo increíble. No podía decir que se aburría, Ángelus y ella harían una pareja explosiva…solo que Ángelus era él. Sus dos personalidades se habían fundido en una hacía años. Ya no era el psicópata asesino, ni tampoco el vampiro llorica que renegaba de su alma. La proporción de ambos era la adecuada, y estaba feliz.

Estaba muy cansado, pero no dejaba de pensar en Spike y Buffy. ¿Se habría curado? Buffy no lo había llamado, así que suponía que todo iba bien. Ellos se habían detenido al entrar en zona pantanosa, y habían puesto allí el campamento, para esperarlos. Según la mitología celta, la isla de Avalón se hallaba en zona de pantanos, y su nombre era debido a que en ella se prodigaban los manzanos, los cuales daban frutos todo el año. Era morada de brujos y hadas, entre ellas la supuesta hada del lago.

Toda esa historia del Grial y del Rey Arturo lo tenía en vilo. ¿Cómo podría el Santo Grial provocar un Apocalipsis? Quizás en algún aquelarre…con alguna que otra ofrenda humana… ¡mierda! Todo era rarísimo. Intentó moverse, pero la cazadora lo tenía preso entre su cuerpo desnudo. Estaban encima de los sacos de dormir, y la luz de la luna iluminaba sus cuerpos extenuados. Respiró hondo y se concentró en su compañera de cama. Faith era preciosa y exuberante. Los años la habían mejorado con creces. Posó una de sus manos sobre uno de sus pechos y lo amasó, probando su turgencia. Inmediatamente sintió como su sexo se endurecía y gruñó. Hacía años que no sentía tanta necesidad sexual por nadie. Bajó la boca hasta su seno y acarició el pezón, girándola después para colocarla boca abajo. Faith abrió los ojos y le sonrió, levantando las caderas provocativamente. Ángel se colocó sobre ella, intentando no aplastarla con su peso y en el momento en que iba a introducirse en su cuerpo, un resplandor iluminó la tienda. Ambos giraron la cara y maldijeron al ver dos figuras inmóviles que los miraban con incredulidad.

Buffy dejó que sus manos vagaran por la camisa de Spike, desabrochándosela. El hacía lo propio con la suya, sin dejar de besarla. Estaban hambrientos el uno del otro, y no tenían ningún problema en demostrarlo. Buffy ahogó un gemido cuando sintió la fría mano sobre su pecho, y un calor sofocante la traspasó de arriba abajo. Tenía que parar, o acabarían haciendo el amor con Matt a dos pasos. Apoyó las dos manos contra el pecho desnudo de Spike y le apartó un poco, susurrándole que se detuviera. El la miró sorprendido, y un poco dolido, pero se detuvo de inmediato.

“¿Qué sucede, luv?”

“No podemos…hacerlo. Matt” dijo la cazadora señalando al niño con la cabeza.

“Buffy, solo estábamos besándonos. No pensarás que yo iba a ir más lejos con él aquí…” preguntó frunciendo el ceño.

“No, pero…” Buffy se sentó, arreglándose la ropa “Spike, esto no está bien”

“¿Por qué? ¿Vamos a volver a lo mismo de siempre” gruñó levantándose también, tomándola del brazo y alejándola de donde estaba Matt “Buffy, no quiero jugar, ya no. ¡Decide si deseas estar conmigo de una jodida vez o no!”

“No si estás con Susie. Ella dijo que eres su novio. No puedes tenernos a las dos” Spike suspiró dando un paso hacia ella. Se mosqueó cuando la cazadora dio otro paso hacia atrás. “Spike…”

“¡No es mi novia, maldita sea! La he besado un par de veces, pero no nos hemos acostado. Ni le he prometido ninguna bloody cosa!”

“Ella no lo tiene tan claro. Lo dijo delante de todos”

“¡Me la suda!” gritó Spike enfadado. Buffy levantó las cejas con reproche, señalándole a Matt y él maldijo por lo bajo “Te lo voy a decir solo una vez más, Buffy” dijo bajando la voz “No tengo nada con Susie. No me importa Susie. Te quiero a ti, y es contigo con quien quiero estar. Ahora… ¿Qué coño sientes tú? ¡Estoy harto de jugar al gato y al ratón!”

“Siento…siento….” Buffy se detuvo. Una vez se lo dijo y él no la creyó. “Te quiero, Spike. Desde hace muchos años, pero fui tan estúpida de dejarte ir. Ahora no quiero perderte de nuevo” Spike suspiró profundamente y su cara se relajó. Por fin la rubia cazadora había pronunciado las palabras que había soñado oír de sus labios, y sin estar a punto de morir, a no ser de alegría.

“No vas a perderme, luv. Siempre me has tenido” Buffy se arrojó a sus brazos y él la recibió en ellos, cerrando los ojos con alivio. ¿Era el principio de algo? La cazadora comenzó a llorar y él la consoló con golpecitos en la espalda y palabras de cariño al oído. No supo cuanto tiempo estuvieron así, pero cuando ella dejó de sollozar la tomó en brazos y la llevó a la cama, tumbándose a su lado. Matt seguía dormido, ajeno a todo a su alrededor. Spike la atrajo hacia él y la rodeó con sus brazos, hasta que ambos se durmieron. Todo estaba bien.

“Lo…sen…timos” tartamudeó Willow apartando la mirada de la desnuda pareja en tan delicada posición. Xander se tapó el ojo bueno con la mano, sonriendo estúpidamente. “Esto de la teleportación no es lo mío” dijo la bruja con una sonrisita.

“¿Teleportación?” rugió Ángel buscando algo con lo que taparse sus vergüenzas. Faith sonrió dándose la vuelta, divertida por la situación. “¿Qué hacéis aquí? Y no me refiero a la tienda”.

“Hemos encontrado una información importante sobre la secta esa, así que hemos adelantado nuestra partida”

“¿Y no podíais llamar al móvil? Es bastante útil” Ángel se puso los pantalones por fin y le dio una de sus camisas a Faith. “Ya podéis mirar” les dijo.

“Para lo que hay que ver…” contestó Willow mirando significativamente el paquete del vampiro. Ángel hizo una mueca de disgusto y ella se apresuró a cambiar de tema “No es una secta satánica, es una tapadera”

“¿De qué?”

“Es una conspiración para derrocar la monarquía inglesa. Con todos los últimos escándalos de la Casa Real, esperan encontrar al legítimo descendiente de El Rey Arturo y ponerlo en el trono”. Ángel miró a Faith incrédulo y ella se encogió de hombros. “Xander, ya puedes abrir el ojo”

“Gracias” Xander se destapó el ojo y miró a su alrededor “Bonita tienda”

“¿Y que tiene que ver eso con el Santo Grial?” preguntó Ángel cruzándose de brazos.

“Todo está relacionado. Parece que tras la muerte de Arturo a manos de su hijo, Sir Lancelot lanzó Excalibur al lago a petición de Arturo, pero otros dicen que no lo hizo y que está en la tumba del Rey, junto con el Grial y la Lanza de Longinos. Lo del Grial es para distraer la atención. Si todo el mundo cree que son una secta satánica en busca de una reliquia mística, no harán mucho caso, pero si piensan que son una organización armada que quieren derrocar a la reina….”

“…Tendrán a toda la policía inglesa encima” completó Faith hablando por primera vez “¿Y saben quien es el supuesto descendiente de Arturo?”

“Según nuestros archivos, era David Letterman, el marido de Buffy”

“¿Qué? ¡Pero si era americano!” gruñó Ángel.

“Sus antepasados eran ingleses. Hemos completado su árbol genealógico, y hemos descubierto algo sorprendente”

“¿Era extratraterrestre?” preguntó Faith sonriendo divertida.

“David era descendiente directo de William Pratt” dijo Willow tras una duda.

“¿William Pratt? Me suena…” Ángel se rascó la cabeza pensativo, y después de unos segundos gruñó: “¡Spike!”

Buffy se despertó con la agradable sensación del cuerpo de Spike cobijándola. Echó un vistazo a Matt y respiró tranquila al comprobar que todo estaba bien. Miró al vampiro con cariño y lo besó en la frente, dibujando con sus dedos las líneas de su cara. Spike abrió los ojos y le sonrió. Le parecía mentira estar allí con ella de esa forma. Siempre había soñado con algo así, y por fin su sueño se había hecho realidad.

“¿Qué haces despierta tan pronto, luv?”

“No puedo dormir. Estoy demasiado excitada”

“¿Excitada?” repitió Spike arqueando una ceja. Buffy rió y le besó ligeramente en los labios.
“Quizás esa no es la palabra más adecuada…quería decir nerviosa. ¿Crees que encontraremos el Grial?”

“No lo sé. Mientras no lo encuentren ellos…” Spike se incorporó un poco y Buffy se apoyó contra su cuerpo. Al moverse, le rozó la entrepierna con la rodilla y la cazadora lanzó una exclamación “¿Qué pasa?”

“¡Gracias a Dios!” murmuró Buffy llevando una de sus manos al duro abultamiento del vampiro. Spike contuvo la respiración y gimió cuando ella apretó suavemente su sexo con los pantalones como única barrera. “Tenía miedo de que no me desearas ya”

“Siempre te he deseado, amor” le dijo poniendo su mano encima de la de ella y moviendo las caderas hacia arriba para que pudiera notar mejor su erección “No sabes lo difícil que ha sido para mí contenerme estos días, teniéndote tan cerca”

“No lo parecía” Spike buscó sus labios con los suyos y tras unos intensos minutos de caricias se apartó. Si seguían de esa forma… “Parece que ya estás bien”

“Creo que tu sangre me ha servido más que el jodido antídoto” aseguró él mirándole el dedo con atención. La herida se había cerrado.

“Cuando quieras…” volvieron a besarse y por fin Buffy se incorporó. Lo deseaba como nunca deseó a nadie, pero como él dijo, no era el momento ni el lugar adecuado. “Deberíamos reunirnos con los otros, si te ves con fuerzas”

“Sí” Spike se levantó también y la ayudó a recoger. Después fue hasta Matt y le despertó con cariño. El niño saltó a sus brazos gritando de alegría al verlo bien y ambos cayeron al suelo, abrazados. A Buffy se le saltaron las lágrimas cuando vio como Spike lo abrazaba con amor y Matt le respondía de la misma forma. Ni siendo padre e hijo se llevarían tan bien. Lo sabía por experiencia.



Capitulo 16

“No se lo vamos a decir a nadie” decidió Ángel parándose en seco de su paseo por la pequeña tienda. Los demás se miraron entre sí confusos “Todo esto es muy extraño. Si Letterman era ese sucesor que la secta quiere poner como rey, es ilógico que lo matara, ¿no?”

“Igual se enteraron que Spike también es descendiente del rey, y les estorbaba” dijo Willow “Por otro lado, está también Matt. El también sería descendiente del Rey Arturo y tendría derecho al trono, pero el que tiene preferencia es Spike. De él provienen los dos”

“¿Y eso?” preguntó Faith cada vez más interesada en la historia.

“Me ha costado mucho trabajo averiguarlo, pero parece ser que cuando William, o sea Spike, tenía quince años tuvo una corta relación con una de las criadas de su casa. Por aquellos tiempos era casi una tradición que a los jovencitos hijos de la gente de bien los ‘espabilaran’ llevándolos a prostíbulos a esa edad, pero al padre de William le pareció mejor idea que fuera alguien de confianza quien desvirgara a su hijo. La chica, una mujer mayor que él quedó embarazada, pero nadie lo supo. Se la llevaron a una de las propiedades de la familia en el campo y cuando dio a luz, ambos fueron enviados a Estados Unidos. Ese hijo sería el ascendiente de toda la rama Pratt-Letterman”

“Wow, que culebrón” dijo Faith buscando algo que beber “Cabe otra posibilidad” todas las miradas fueron hasta la cazadora que había encontrado una botella de whisky y tomaba un buen trago “Puede que ese Letterman no esté muerto. Puede que él sea el cabecilla de esa secta y todo eso de su muerte sea una cortina de humo”

“Entonces otra razón más para callarnos. Si está vivo, la vida de Spike peligra. Esta información no puede salir de aquí, hasta que sepamos a qué nos enfrentamos” dijo Ángel cogiendo la botella de manos de Faith y bebiendo también.

“No soy el mayor fan del capitán peróxido” dijo Xander “Pero creo que él tiene derecho a saberlo”

“Todo a su tiempo” repitió Ángel dándole una gélida mirada “Esperaremos a que Buffy y él vuelvan y después ya veremos. Ahora, ¿por qué no vais donde Andrew y nos dejáis seguir…durmiendo?”

La pareja salió y Ángel suspiró, volviéndose hacia Faith “¿Dónde nos habíamos quedado?”

Buffy había llamado a Ángel para decirle que se habían puesto en camino. Él le dio las coordenadas exactas donde habían puesto el campamento, diciéndole que les esperarían allí.

Las horas habían pasado de prisa, y tras parar un par de horas para dormir, siguieron el camino. No era seguro estar en medio del bosque pantanoso los tres solos. Si todo seguía así, alcanzarían el campamento en poco tiempo.

Spike le había advertido discretamente que los seguían, así que no podían descuidarse ni un segundo. Cuando por fin llegaron al campamento, suspiraron aliviados. Por lo menos, ahora podrían dormir por turnos, estaban agotados.

Nada más llegar, al amanecer, Ángel fue a recibirlos. Se notaba que estaba muy alterado, porque se frotaba el pelo con las manos y tenía el ceño fruncido.

“¿Qué pasa peaches? ¿Es que no te alegra vernos vivos?” preguntó el rubio con sorna. Ángel le miró con dureza. No era momento de bromas.

“Nos están rodeando. No sabemos cuántos son, pero son humanos y demonios”

“Nosotros también hemos notado como nos seguían” dijo Buffy abrazando a su hijo. “Creo que ahora mismo están a la expectativa. ¿Habéis encontrado algo de utilidad sobre el Grial desde que nos separamos?” Ángel miró a Faith vacilando “Willow y Xander están aquí. Creen que Avalón está cerca”

“Bien” dijo la cazadora bostezando ostensiblemente. “¿Podríamos dormir un par de horas? Llevamos dos días sin parar de caminar, y estamos agotados”

“Claro” Ángel miró a Spike y trató de dilucidar si había pasado algo entre ellos dos, pero no vio nada “Hay una tienda libre, la de Faith y mía. Podéis dormir lo que queráis. Andrew quiere que nos pongamos en marcha al anochecer, antes que esos capullos se decidan a atacarnos”.

“Genial. Vamos, campeón” Spike cogió a Matt en brazos dando por hecho que Buffy le seguiría. La rubia dudó. Xander y Willow acababan de aparecer en el claro donde estaban. Hacía mucho tiempo que no los veía. Spike alzó una ceja, pero no dijo nada. Saludó con la mano a la pareja de scoobyes y se alejó con Matt hacia la tienda que Ángel le había señalado.

Xander los siguió con la mirada, sorprendido cuando Matt le sacó la lengua al pasar por su lado. ¿y desde cuando le gustaban los niños a Spike? Bueno, como algo más que un aperitivo, se entendía. Se encogió de hombros y fijó la vista en Buffy.

“Parece que se llevan bien” dijo Xander sin poder ocultar el enfado que le producía ese hecho.

“Si” Buffy miró a sus amigos y apenas los reconoció. Xander tenía el pelo casi blanco y Willow había engordado un poco y llevaba pearcing por todos lados “¿Qué tal os va?”

“Bien. Dawn te manda saludos. Tuvo que quedarse a cargo de todo”

“Genial” Buffy se sentía incómoda. Sabía que sus amigos le ocultaban algo, y que no estaban muy contentos de ver lo bien que su hijo y Spike se llevaban. Seguro que pensaban que durante esos dos días alejados de los demás, habían tenido sexo. Podía verlo en sus estúpidas caras. Una mezcla de decepción y lástima. Claro, ella había enviudado y había buscado otra vez al vampiro para…¡Mierda! ¡Quizás Spike pensaba igual! ¡Tenía que dejarle claro que no era nada de eso. De pronto, le importó un rábano lo que pensara Willow y otro aún más grande, Xander. Esta vez nadie se iba a interponer entre ellos, hombre o demonio moriría si lo intentaba. “Si me disculpáis…estoy muy cansada”

“Buffy tenemos…”

“Después” Buffy pasó cerca de Willow y le guiñó un ojo “han sido unos días muy ajetreados, ya me entiendes”

Willow vio como su amiga sonreía de oreja a oreja y la siguió pasmada con la mirada hasta que se metió en la tienda, con Spike y el niño. Xander por su parte tenía el ceño fruncido y los brazos en jarras.

“¿Has visto eso?” gruñó señalando la tienda.

“Si, y me alegro” Willow encaró a Xander, regañándose a sí misma por haber sido tan idiota en el pasado “Se quieren, asúmelo Xander. Desde hace años, y ya es hora que Buffy sea feliz. Ya no es una niña, y puede tomar sus propias decisiones”

“Supongo” Xander suspiró “¿Te acuerdas lo feliz que parecía cuando mantenía con él esa relación secreta? Estaba…deslumbrante. Nunca la vi así, ni siquiera con Ángel”

“Tal vez si hubiéramos apoyado esa relación entonces…”

“O después, cuando regresó con su alma…”

“Bueno, nunca es tarde. Ahora sí que podemos hacerlo”

“¿Y Ángel?” Xander giró la cara justo para ver como el vampiro y Faith se fundían en un beso “Vale, Ángel no es problema” Willow rió con ganas y se colgó de su brazo, caminando hacia el interior del campamento. Se sentía bien por dentro. Buffy siempre la había apoyado en todas sus relaciones, buenas o malas, y ahora le tocaba a ella. Es lo menos que se merecían.

Buffy entró en la tienda para ver a Spike arropando a Matt con cuidado. Se quedó parada en la entrada con el corazón lleno de orgullo. El vampiro se inclinó sobre el niño y lo besó en la frente, apartándose lentamente de él. Sus ojos se cruzaron y pudo ver con claridad el amor en los azules de él, amor incondicional. De la forma que solo él, William the bloody sabía amar. Dándolo todo y sin esperar nada a cambio.

Caminó un par de pasos hasta que casi se tocaron. Buffy alzó una mano y le acarició la cara con ella, deslizando suavemente sus dedos por sus rasgos marcados, intentando trasmitirle con la mirada todo lo que sentía por él. Spike giró la cara y se la besó, no hacían falta palabras, pero necesitaba volverlo a escuchar. Solo así sabría que no era un sueño.

Buffy subió la otra mano y se colgó de su cuello, empinándose sobre sus pies hasta ponerse a su altura. El llevó con rapidez sus manos hasta su cintura, atrayéndola contra su cuerpo, esperando por ella.

La cazadora no se hizo de rogar. Sus labios se abrieron lentamente, sin dejar de mirarlo a los ojos.

“Te quiero”

Él cerró los suyos un segundo, y su cuerpo se relajó, para volver a tensarse cuando notó como ella lo besaba con todo su corazón. Nunca se cansaría de besarla, ni de oírla decir esas dos palabras, que sonaban a gloria.

“Yo también te quiero, luv” logró decir cuando ella se apartó un par de minutos después para respirar. La tomó de la mano y ambos cayeron sobre los sacos, abrazados. Siguieron besándose hasta quedarse dormidos…mientras unos ojos los vigilaban.


Capitulo 17

Spike oyó como Matt se revolvía en el saco y se levantó tratando de no despertar a Buffy, que seguía dormida. Se agachó junto al niño y le sonrió, acariciándole la cara con la mano para tranquilizarlo. Matt le miró con sus enormes ojos tan azules como los suyos, y se derritió. El niño se sentía seguro con él, los tranquilos latidos de su corazón así lo indicaban.

“¿Una pesadilla?” Matt cabeceó y Spike sonrió aún más “Yo también tengo pesadillas, y eso que soy un big bad. ¿Quieres que te cuente una muy graciosa?”

“Vale” Matt le hizo sitio, y él se tumbó a su lado, apoyando la cabeza en una mano, girado hacia él. Hablaban susurrando, para no despertar a Buffy “¿Era de miedo?”

“Era terrorífica” Matt se puso también de lado, atento a cada palabra del vampiro “Soñé que estaba en unos grandes almacenes, en rebajas. Había entrado allí por la noche para…” Spike se paró a media frase, no podía decirle que era para robar. “… vigilar que nadie entrara. Oí un ruido y fui hacia la sección de zapatos. Había una bloody oferta, así que había cajas y cajas apiladas, formando una bonita pirámide. Cogí una de las cajas y…¡todas las demás se vinieron encima de mí! ¡Cientos de jodidos zapatos!” Matt comenzó a reír al ver la cara de pánico que el vampiro había puesto “No te rías, me ahogaba en zapatos”

“Pero si tu no necesitas respirar, Spike” dijo Matt riendo aún más.

“Pero es agobiante y…” Matt se retorcía de risa en el saco, y Spike se lanzó sobre él, haciéndole cosquillas “ahora sí que te vas a reír, enano”

“Verlo para creerlo. Todo un big bad jugando como un niño” Spike levantó la mirada hacia Buffy, que los miraba con una sonrisa en los labios y los brazos cruzados.

“Empezó él” dijeron los dos a la vez señalándose el uno al otro. Buffy rió, moviendo la cabeza de un lado a otro.

“Os merecéis un par de azotes, los dos”

“Yo no voy a poner ninguna pega” dijo Spike levantando una ceja de forma provocativa. Buffy se sonrojó y Matt volvió a reír otra vez. La cazadora se lanzó sobre ellos, comenzando una lucha de cosquillas.

“¿Chicos? Lo siento pero…”

Los tres se volvieron hacia Willow que estaba en la puerta de la tienda, observándolos un poco cohibida por la escena tan familiar.

“¿Qué pasa Wills?” Buffy se levantó de un salto, arreglándose la ropa, mientras Matt se abrazaba a Spike.

“Dice Andrew que hay novedades. Parece que una de las cazadoras ha desaparecido”

“¿Quién?” preguntó Buffy después de echar una mirada a Spike.

“Creo que se llama Susie”

“No hay ninguna prueba de que se la hayan llevado por la fuerza” volvió a repetir Ángel por quinta vez en los últimos cinco minutos. Andrew estaba desquiciado, temiendo que los fueran eliminando uno a uno por la noche “por otra parte, da igual. Tenemos que adelantar la salida. Estamos todos y lo suyo sería recoger y ponernos en camino”

“Tenemos que buscar a Susie” dijo Andrew mirando con furia a Ángel. “Todavía soy yo el que manda aquí y ordeno que…”

“¿Por qué no te callas, Andrew?” le cortó Faith con rotundidad. “Ángel tiene razón. Si se la han llevado por la fuerza, estará muerta y si no es tontería perder el tiempo”

“Cuando no te acostabas con él no le dabas tanto la razón” gruñó Andrew. Todos se miraron y algunas risitas se escaparon de los labios de la mayoría.

“Andrew, es mejor tener la boca cerrada y parecer estúpido, a abrirla y disipar la duda” dijo Spike encendiendo un cigarrillo. Ahora las carcajadas sonaron sin recato y él levantó las manos pidiendo un poco de silencio “Esa frase no es mía, pero viene de cojones”
“¿Por qué no votamos sobre lo que hacer?” dijo Xander levantando un dedo como si estuviera en el instituto. “Es lo que se hace en una democracia”

“No tenemos tiempo para estupideces” Xander miró a Buffy ofendido y ella se encogió de hombros “Lo siento, Xand, pero esta vez Ángel tiene razón. Nos están rodeando, así que lo mejor es ponerse en camino y encontrar Avalón, antes que ellos caigan sobre nosotros”

“Pero entonces estaremos llevándolos allí” protestó de nuevo Andrew.

“Mucho me temo que ellos lo han encontrado antes que nosotros, y si no nos han matado ya es porque les ha surgido algún problema y nos necesitan a alguno de nosotros” Ángel miró significativamente a Willow y ésta asintió. El gesto no pasó inadvertido para los demás, pero no era hora de hacer preguntas. “Andrew, nosotros nos vamos, tu haz lo que creas mejor”

El grupo comenzó a recoger el campamento y Andrew se vio obligado a seguirlos. Si se quedaba solo en el bosque pantanoso, el próximo desaparecido sería él.

Todos guardaron silencio ante el maravilloso espectáculo que contemplaban. La isla se erigía en medio de un gran pantano, y estaba rodeada de una densa niebla. La Isla de las Hadas, Avalón. Ángel dio unos pasos al frente, separándose del grupo y Spike le siguió. Hacía horas que ambos habían sentido y olido la presencia de humanos cerca. Les vigilaban.

“¿Cómo coño vamos a llegar a la bloody isla?” Ángel ni siquiera lo miró. Él estaba pensando justamente en lo mismo. “Están cerca, no sé por que no nos atacan ya”

“Quizás quieran estar seguros. Eso es una isla” dijo señalando hacia delante con la cabeza “Pero no sabemos si realmente es Avalón, igual ellos tampoco”

“Es un consuelo” espetó el rubio con ironía “¿Hacemos una balsa?”

“Hemos traído una hinchable” dijo Andrew poniéndose junto a ellos “Balsa… pero tendremos que dar dos viajes”

“Entonces no perdamos más el tiempo” Ángel se volvió hacia el grupo, que ya había empezado a desempaquetarla. Después de media hora, estaba totalmente montada y preparada para botarla “Haremos dos grupos. Las mujeres y Matt irán en el primero y nosotros después”

“¿Por qué?” preguntó Buffy frunciendo el ceño.

“Nos están vigilando y si deciden atacar lo harán cuando nos hayamos dividido. Nosotros nos encargaremos de ellos, en caso necesario” dijo señalando a Spike, Xander y Andrew.

“Pero… ¿no decíais que nos necesitaban?” protestó la rubia. “Está bien” Buffy aceptó a regañadientes cuando pensó que tampoco se sabía qué había en la isla. No podía dejar que Matt fuera allí sin su cuidado o el de Spike.

Montaron en la balsa con parte del equipo y partieron. Los cuatro hombres suspiraron y se pusieron en guardia, mirando con recelo a su alrededor. Se oían pisadas y murmullos, pero no hacían otra cosa que espiarlos.

“¿Y si vamos a buscarlos nosotros? ¡Estoy empezando a desesperarme!”

“La paciencia nunca fue tu mejor virtud, Spike” dijo Ángel sonriendo “Pero tenemos que quedarnos aquí y cubrir la salida de la balsa. Si intentan algo…”

“…Les aporrearemos como alfombras” completó Andrew “como en la batalla de las tierras medias…”

“¡Basta o te muerdo!” gruñó Spike convirtiéndose. “¡Odio al puto Señor de los Anillos, al puto Vigo Mortensen con quien no paras de compararme y te odio a ti, por martirizarme día tras día con tus estúpidas historias!”

“Déjalo Spike. Tenemos otras cosas de qué preocuparnos” intercedió Ángel interponiéndose entre el vampiro y el vigilante “Las chicas ya han llegado al otro lado. Willow trae de vuelta la balsa, Spike, métete en el agua y ayúdala a llegar a la orilla”

“¡Lo que me faltaba!” Spike maldijo por lo bajo y suspiró. Casi estaba deseando que les atacaran, para liberar un poco de tensión. Entró en el agua y nadó hasta la balsa, subiendo a ella, y remando hasta la orilla. Estaba calado hasta los huesos, pero estaba deseando cruzar al otro lado y estar junto a Buffy y el niño. Su instinto le decía que algo iba a pasar y pronto.

 

La balsa llegó sin novedad y tras cargar el resto del equipo y a ellos mismos, iniciaron la marcha hacia la isla.


Capitulo 18

Mientras Andrew y Ángel miraban con detenimiento el plano, intentando tomar una ruta, los demás se agruparon manteniéndose en guardia por si los atacaban.

Spike fue tras de unos árboles a cambiarse de ropa. Escuchó un ruido tras él y se volvió con los pantalones a medio abotonar y la camisa abierta. Sus ojos escudriñaron la maleza en busca del intruso, sonriendo cuando el inconfundible olor le llegó.

“¿Espiando, cazadora?” preguntó Spike cruzándose de brazos y apoyándose en un arbusto cercano. “Vamos, sal. Te enseñaré todo lo que quieras ver con mucho gusto”

“¿Ah si?” Buffy salió sonriendo de entre la maleza y lo miró con picardía, humedeciéndose los labios con la lengua. Spike soltó un gemido y cerró los ojos, tratando de contener las intensas ganas que tenía de abrazarla y lanzarla sobre el suelo y… “¿Necesitas ayuda para vestirte?”

“Más bien para todo lo contrario” respondió el rubio acercándose hasta rozarla con su cuerpo. Buffy se colgó de su cuello y él la abrazó por la cintura, uniendo sus labios en un beso tierno y suave “¿Dónde has dejado a Matt?” logró preguntar tras unos minutos intensos de caricias y besos.

“Se quedó con Xander y Willow. Está alucinando con el parche de Xander”

“¡Pobre de él! Espero que no le haga contarle toda la bloody historia”

“Le salvaste la vida aquel día, ¿lo sabes, verdad?”

“Si, y todavía me arrepiento de haberlo hecho” dijo de broma. Buffy le golpeó en el brazo y él la derribó al suelo, cayendo sobre ella y besándola con ganas. Fue el turno de gemir de ella, y más cuando notó algo duro presionándole el estómago. Buffy se restregó contra él, volviéndolo loco de deseo “Dios, tócame, luv, me muero por que me toques”

“Yo también. No dejes de besarme” susurró ella deslizando su pequeña mano entre los dos, hasta llegar al duro falo, abarcándolo. Él contuvo su innecesaria respiración machacando su boca, buscando a tientas sus pechos con su mano. ¡Hacía tanto tiempo de la última vez…!

“Te necesito, Spike” le susurró en el oído suavemente, acomodándolo mejor entre sus piernas.

“Y yo a ti, luv. No sabes cuanto” Se miraron a los ojos un segundo, dudando. Buffy asintió con la cabeza, mientras él apoyaba los brazos en el suelo, a cada lado de su cabeza, con las caderas unidas, sopesando la situación. “¡Que le den a todo!” gruñó antes de lanzarse otra vez sobre su boca. Buffy siguió bombeándolo mientras el trataba de quitarle los pantalones, pero un ruido de pisadas los hizo volver a la realidad, bruscamente.

“¡Oh Dios, no!” gimió Buffy apartando la mano con rapidez. Spike se levantó de un salto maldiciendo, dándole la mano para que se levantara. “¡Lo mataré, sea quien sea!”

“Tranquila luv. Sé quien es. Date prisa en vestirte, está cerca”

Los dos se vistieron en un santiamén, tratando de regularizar sus respiraciones. Buffy abrió mucho los ojos cuando la silueta se hizo visible a sus ojos, y las ganas de matar en su interior crecieron.

“¿Tú?”

“¿Tú qué opinas, Ángel?” el vampiro se volvió hacia Andrew encogiéndose de hombros. No lo tenía nada claro, pero era la única posibilidad.

“Deberíamos ir en esta dirección” dijo señalando en el mapa “Según la foto del satélite de W&H, parece que hay una especie de vereda muy antigua que lleva al centro de la isla, y hay un lago justo aquí” Andrew miró donde señalaba el moreno y asintió.

“La isla no es muy grande, así que si nos equivocamos siempre podemos cambiar el rumbo” dijo Faith acercándose a ellos.

“Esperaremos a que Buffy y Spike regresen para continuar” dijo Ángel mirando hacia donde había desaparecido hacía un buen rato la cazadora, cuando fue en busca del rubio vampiro.

“¿No tardan mucho?” preguntó Andrew enrollando los planos.
“Depende lo que estén haciendo y las veces” dijo Faith con una sonrisita. Andrew abrió mucho los ojos, comprendiendo de golpe y sonrió también.

“Démosles quince minutos más. Es peligroso estar separados” Todos asintieron volviendo a sus quehaceres. Matt estaba intranquilo. Por otro lado estaba contento. Parecía que Spike y su madre ya eran amigos otra vez, y eso le gustaba. Con un poco de suerte…podría ser su nuevo papá. Sonrió ante esa idea. ¡Un padre con superpoderes! ¡Como molaba! Pero ahora su objetivo principal era fastidiar a Xander. La bruja era mejor dejarla tranquila, podía convertirlo en sapo o algo peor si la enfadaba.

“¿Te gusta ser pirata?” le preguntó de sopetón al ex mejor amigo de su madre.

“No soy pirata. Soy constructor de edificios” volvió a repetir por tercera vez en diez minutos con mucha paciencia.

“Entonces… ¿Por qué llevas un parche en el ojo? Podrías hacerte un transplante, o colocarte una canica”

“¿Una canica? ¿Has oído, Wills?” Xander se giró hacia la bruja que sonreía sin tapujos “¡No te rías, no tiene gracia!” se quejó.

“Matt tiene razón, Xand. Usas ese parche porque te gusta llamar la atención. Tienes una bonita prótesis debajo y no se nota nada”

“¿Qué es una prótesis?”

“Un ojo postizo” aclaró Xander con un suspiro. Si no supiera con certeza que el niño era hijo del pobre David, juraría que era de Spike. Era igual de insoportable cuando se lo proponía. Y tenía sus mismos ojos azul zafiro. Pero no. Era imposible que Spike fuera padre de Matt. “Pero es tan sofisticado que funciona como uno de verdad”.

“¿Puedo verlo?” dijo Matt alargando la mano con una sonrisa traviesa. Willow se rió con ganas y Xander no tuvo más remedio que seguirla.

“No se puede quitar, Matt. Está conectado a mi cerebro” Matt hizo una mueca y se encogió de hombros, dándose por vencido…por ahora.

“¡Oh Spike, cariño!” Antes que el vampiro pudiera reaccionar, tenía a Susie colgada de su cuello, besándolo en la boca. La escena le recordó a otra muy parecida hacía muchos años con Buffybot, cuando la vio por primera vez. Solo que entonces lo disfrutó, más o menos. Pero ahora tenía a la verdadera Buffy con él. Por fin. Y no iba a hacer nada para joderlo.

“¿Pero qué coño haces, Susie?” Spike la apartó sin mucho miramiento, limpiándose la boca con la mano en un gesto instintivo. Buffy los miraba a uno y a otro, sin saber muy bien como reaccionar.

“¡Es que me he alegrado tanto de verte…! ¡He conseguido escapar!”

“Es nuestro día de suerte” masculló Buffy por lo bajo. Spike la oyó con su súper oído y sonrió.

“Será mejor que volvamos” dijo Spike empezando a caminar. Susie corrió a su lado y Buffy lo hizo tras ellos. Sentía unas ganas enormes de retorcerle el cuello a la rubia, pero antes tenían que saber dónde había estado secuestrada y cuántos eran los secuestradores. Pero si volvía a besar a Spike, la arrastraría de los pelos por todo el pantano, vaya si lo haría.



Capitulo 19

Caminaban en parejas en la dirección que había dicho Susie. Según ella la habían atrapado cuando fue a buscar leña tres encapuchados. Le pusieron un paño húmedo en la boca, posiblemente algo para dormirla y se la llevaron.
Cuando despertó unas horas después estaba atada a un árbol y amordazada. Todos a su alrededor llevaban capuchas, así que no pudo reconocer a nadie, si es que eran reconocibles. La estuvieron interrogando sobre lo que sabía del Grial y después la dejaron en paz. En cuanto tuvo una oportunidad, huyó, robando un mapa detallado de la ubicación de la tumba del Rey Arturo.

Nadie la creía, pero decidieron seguirle el juego. Iban por parejas. Atentos a cualquier movimiento a su alrededor. Si Susie los llevaba a una emboscada, estarían preparados.

Buffy llevaba de la mano a Matt. Iba cabizbaja y seria. Spike caminaba al lado del niño, dándole la otra mano, sin atreverse a mirar a la cazadora. Sabía que el beso la había enfadado, pero no pudo hablar con ella y decirle que no pudo hacer nada por evitarlo. Buffy suspiró y le lanzó una mirada rápida. Él le sonrió levemente, intentando comunicarle con los ojos cuánto sentía lo que había pasado, pero sabía que hasta que no la abrazara, no conseguiría hacerla sonreír otra vez. Matt los miró a ambos y se soltó de sus manos.

“Creo que voy a ir a darle la lata un poco a Xander. ¿Os importa?” les dijo sonriendo. Buffy y Spike se miraron a su vez y asintieron con la cabeza. ¡Era listo el chaval! Matt corrió hacia la otra pareja y ellos se detuvieron, dejando que los demás los adelantaran, para tener un poco de intimidad.

“Ven aquí, amor” dijo el vampiro abriendo sus brazos para ella, cuando los demás se alejaron unos pasos. Buffy no se lo pensó. Se echó en ellos escondiendo la cara en el fuerte y duro pecho. “Yo no…”

“Ya lo sé” lo interrumpió sin atreverse a mirarlo a los ojos. Se estaba comportando como una idiota celosa, cuando él no había hecho nada. “Los celos no son lo mío”

“No tienes que sentirlos, nena. Ya sabes que eres la única para mí. Eres mi ángel” Spike le levantó la cabeza con un dedo y la besó suavemente en los labios, recreándose en ellos.

“Y tú eres mi demonio, pero te quiero tal como eres, William the bloody”

“Pratt. Dejé de ser sangriento a mi pesar” Buffy sonrió y tras darle otro beso rápido, Spike se arrodillo sobre una de sus piernas. Buffy lo miraba con la boca abierta “Sé que no es el mejor momento, que no tengo anillo y que los vampiros no existimos, pero no voy a esperar ni un minuto más para pedirte que seas mi esposa, mi compañera o lo que sea…cuando todo esto termine, ¿Qué me dices, cazadora?”

Los ojos de Buffy se llenaron de lágrimas. Ahí lo tenía, otra vez a sus pies, en medio de un lóbrego pantano, pidiendo su mano a la vieja usanza. Él esperaba mirándola con sus bellos ojos llenos de esperanza, y también de un poco de miedo a un posible rechazo. Pero éste no llegó. Buffy sonrió entre lágrimas y se agachó a su altura.

“Claro que si, William. Acepto. Seré todo eso que has dicho y mucho más, hasta Dios quiera” Spike volvió a respirar. Se levantó tirando de su mano y la besó con todo el amor que sentía por ella. Ese amor incondicional y sincero que ahora su alma le proporcionaba, pero que siempre estuvo ahí. Lo había aceptado. Esta vez sin conjuros de por medio ni nada que pudiera entorpecer la relación. Se sentía el hombre más feliz del mundo.

“Prometo que esta vez no te arrepentirás, cariño. Haré todo lo posible por haceros felices a los dos, pese a lo que soy”

“Eres un gran hombre, William. Eso lo supe la primera vez que te vi” Spike levantó una ceja apartándola un poco de él, mirándola escéptico.

“Entonces era malo y quería matarte, luv”

“Ya, pero no lo hiciste”

“No podía hacerlo. Te amé desde el primer momento en que posé mis ojos sobre ti en el Bronze” Buffy se levantó sobre sus pies y lo besó. Recordaba ese día como hubiera sido ayer, y habían pasado como quince largos años. Spike la besó en la frente una vez más y suspiró. Tenían que seguir. “Deberíamos continuar. No podemos alejarnos mucho”

“Tienes razón” Buffy se cogió de su mano y caminaron a prisa tras el grupo. En unos minutos los alcanzaron, uniéndose a ellos sin soltarse de la mano. Ahora eran una pareja y no tenían por qué ocultarlo. Matt los vio y le guiñó un ojo a Spike, sonriendo de oreja a oreja. Tenían su bendición, aunque eso ya lo sabían.

Después de caminar como dos horas llegaron a un claro. Ángel y Faith que iban los primeros se detuvieron de golpe, lanzando una exclamación de asombro. Los demás se pusieron a su altura alucinando. Frente a ellos había una enorme roca con una espada clavada hasta media hoja. Ángel buscó a Spike con la mirada y éste se acercó a él.

“Vamos a investigar, Spike. Vosotros esperad aquí”

“¿Crees que es la verdadera Excalibur, peache?”

“Ni idea” Ángel y Spike llegaron al pie de la roca y el rubio leyó en voz alta una inscripción que había sido grabada en ella:

“Hic jacet sepultus iclitus rex Arthurus in insula Avalonia”

“Aquí, en la isla de Avalón, yace el Rey Arturo" tradujo Ángel simultáneamente. Los demás se acercaron entonces, admirando la gran espada.

“Si es la verdadera Excalibur, ¿Por qué no la han sacado?” preguntó Xander.

“Solo un descendiente directo del Rey Arturo puede sacarla, según la tradición. Y que se sepa, el único que había vivo era David Letterman” respondió Ángel, dando un gran suspiro. “O su hijo, Matt. Por eso nos han traído hasta aquí”

“¿Letterman era descendiente de Arturo?” preguntó Spike muy sorprendido. Buffy se encogió de hombros, abrazando a su hijo contra ella.

“Matt no va a tocar esa espada, es peligroso” dijo la cazadora mirándolos a todos con un toque de advertencia.

“Pues creemos que esa es la única forma de abrir la tumba. Tiene que estar bajo la roca” adujo Andrew mirando el mapa que Susie había traído consigo.

Ángel dudó en decir que había otro descendiente del rey allí. Era una baza que tenía guardada por si las cosas se complicaban. ‘Los malos’ no habían aparecido, quizás si Matt intentaba sacar la espada y no lo conseguía, los engañaban y se irían dejándolos en paz. Después podrían volver Spike y él y recuperar el Grial, poniéndolo a buen recaudo, junto con las demás reliquias.

“Podría intentarlo, Buffy. Spike y yo lo vigilaremos de cerca para que no le pase nada, ¿verdad?” dijo mirando a Spike esperando su colaboración. El otro vampiro dudó. No quería poner al niño en peligro, pero Ángel tenía razón. No pasaba nada por intentarlo.

“Buffy tiene la última palabra, es su madre” Spike se cruzó de brazos esperando la decisión de la rubia cazadora, pero Matt no esperó. Se liberó de los brazos que lo protegían y se subió de un salto a la roca, tirando de la espada. Spike y Ángel saltaron tras él, pero el niño ya tiraba de ella. Cuando no consiguió nada, se encogió de hombros, con una sonrisa triste “Vamos campeón, bajemos de aquí”

Spike lo tomó en brazos y bajó de la roca, caminando hacia Buffy que los esperaba muy nerviosa.

“¿y ahora qué?” preguntó Faith. Ángel les hizo una seña con la mano, desde lo alto de la roca. De entre la maleza empezaron a salir encapuchados, fuertemente armados. Estaban rodeados.

“Baja de ahí, cabezón” dijo el que parecía el jefe. Ángel soltó una imprecación, pero hizo lo que le decían. Los tipos tenían ballestas con flechas de madera apuntándole directamente al corazón. Después el encapuchado miró hacia Spike, que abrazaba a Buffy y a Matt contra sí “Tú, cabronazo, quítale las manos de encima a mi esposa y mi hijo”

“¿Tú qué? Vete a la…” Spike no pudo continuar. El encapuchado se quitó la túnica, y Buffy gritó, llena de asombro. Matt se soltó de sus manos y corrió hasta su padre, sin que nadie pudiera evitarlo.

“¡Papá! ¡Estás vivo!” David lo apartó de un empujón antes que pudiera tocarlo, haciendo una seña a uno de sus secuaces para que lo cogiera. Spike rugió convirtiéndose automáticamente, lanzándose contra él, pero solo pudo darle un puñetazo, ya que pronto se vio separado por varios de los encapuchados del marido de Buffy.

La cazadora por su parte se había quedado muda, sin poder reaccionar.

“Veamos” dijo David cuando todos estuvieron controlados “Si ni Matt ni yo podemos sacar Excalibur quiere decir que hay otro descendiente vivo del Rey Arturo. ¿Tú que dices, Susie?”

La rubia se unió a su jefe, sonriéndole seductoramente.

“Como te dije, ellos dijeron que William Pratt era tu Tatara abuelo, o algo así. Así que cuando volví con ellos miré en la agenda electrónica de Andrew y descubrí algo sorprendente, cariño” Susie se acercó a la oreja de David y le susurró algo al oído. Buffy miraba a Spike con los ojos como platos, mientras él se mantenía impasible. El le había dicho que se apellidaba Pratt. No era casualidad. Por eso se enamoró de David cuando lo vio. Sus ojos, su cara le recordaba a Spike, era descendiente del hombre que amaba…

“gracias, amor mío” dijo David besando en la boca a Susie. Buffy comprendió de golpe. Susie era la amante de David. Ella era la mujer con la que le engañaba desde hacía tiempo. Habían fingido su muerte para buscar el Grial, y estaba claro que no quería a Matt, solo lo había utilizado y a ella. “Bueno, ¿Quién será el agraciado…?” dijo mirándolos a todos uno a uno.

“Está bien, dejémonos de gilipolleces” gruño Spike dando un paso al frente “Yo soy el jodido Pratt, tataranieto de los cojones. Ahora deja que Matt vuelva con Buffy y yo sacaré Excalibur para ti, ¿De acuerdo?”

“¿Qué te hace pensar que te necesito? Puedo matarte y utilizar a Matt para que lo haga. No te necesito vivo, y menos sabiendo que te beneficias a mi mujer”

“Fue mía antes que tuya, imbécil” respondió Spike “Lo es ahora y lo será siempre. Y sí que me necesitas. Serás un cabrón sin sentimientos, pero tendrías que matar a tu hijo también, yo técnicamente estoy muerto, así que él debería ser el agraciado. Si no puede sacar Excalibur es por algo, quizás la mezcla de sangre, puede que ni siquiera tú pudieras hacerlo. Yo soy inglés de pura cepa. El único descendiente puro de Arturo ¿Vas a arriesgarte?”

David juramentó, y después hizo una seña a su secuaz para que liberara a Matt. El niño corrió a los brazos de Buffy, y ella lo recibió con lágrimas de felicidad.

“Ahora cumple con tu parte, sir William” dijo David señalándole a Spike la espada. El vampiro dio un ágil salto y se encaramó a la roca, se puso tras ella y cerró los ojos, rogándole a Dios que los ayudara. El tipo estaba chiflado y estaban en peligro. Asió Excalibur por el mango y sin esfuerzo la sacó de la roca, blandiéndola sobre su cabeza, mientras un rayo de luz los iluminaba. David lanzó un grito de júbilo, pero su alegría no duró mucho. Los encapuchados se arrodillaron ante Spike gritando:

¡¡¡Dios salve al rey!!! Y mirándole a él con muy malas intenciones.


Capitulo 20

Spike sonrió ampliamente al comprender lo que estaba pasando. Al sacar Excalibur de la roca se había convertido automáticamente en el ‘jefe’ de toda esa pandilla de colgados…lo cual iba a aprovechar. Bajó la mano que esgrimía la espada lentamente y apuntó con ella a su descendiente.

“Detenedlo, chicos” los encapuchados se echaron encima de David y lo redujeron. Todos los demás se habían quedado boquiabiertos, incluso Ángel que no era muy dado a expresar sus sentimientos sonreía de oreja a oreja, con los brazos cruzados sobre el pecho.

Spike se bajó de la roca y fue hasta Matt, para cerciorarse de que estaba bien. Aprovechó para abrazarlos a los dos brevemente. Buffy le miraba extasiada, y los demás con respeto. Por una vez en su vida.

“Bueno, ahora tenemos que averiguar como se entra dentro de la tumba” dijo Spike tomando de la mano a Buffy y caminando hacia la roca otra vez.

“Yo buscaré símbolos” dijo Willow poniéndose manos a la obra.

“Yo te ayudo Wills. Tres ojos ven más que dos” todos se rieron ante la broma de Xander.

“No parece que haya ningún mecanismo secreto” Faith pasó la mano por la superficie, buscando una palanca, algo…pero no había nada. Andrew también buscaba cualquier cosa que pudiera abrir la tumba.

“¡Maldita sea! ¡No hay nada!” gruñó Ángel tras más de media hora de búsqueda. Matt se había sentado en el suelo, apoyado contra un árbol, observándolos a todos.

“Se me ocurre algo” todos volvieron su mirada hacia él. “Quizás la llave sea Excalibur. Spike podía volverla a meter en la roca y ver que pasa”

“Es una buena idea, colega” Spike fue hacia él y lo abrazó. Era un chico muy listo. Varios de los encapuchados vigilaban atentamente a David, pero se mantenían al margen. “Veamos”

Spike se encaramó a la roca otra vez e introdujo sin dificultad la espada en la roca. Se oyó un chasquido, y la roca se abrió por su base, descubriendo a la vista unas espinadas y estrechas escaleras de piedra.

“Bien, vamos dentro” Spike alzó la mirada al oír un revuelo. Susie se había acercado a Matt y le había puesto un cuchillo en el cuello. “¿Pero qué diablos…?”

“Soltad a David o lo mato” amenazó la rubia cazadora. Buffy y Spike se miraron horrorizados. Se habían olvidado por completo de ella.

“David no te dejará que lo hagas, es su hijo” dijo Buffy mirándolos a uno y a otro. David se encogió de hombros y Susie sonrió “Como ves no le importa mucho. Tampoco le importas tú. ¿Sabías que llevábamos varios años juntos? Decía que lo aburrías en la cama y que siempre estabas mandándole…”

“Deja al niño, Susie. Si le tocas un solo pelo, te arrancaré la cabeza” los ojos de Spike se volvieron amarillos, pero no se convirtió.

“No dudo que lo hicieras, cariño. Pero el Matt estaría muerto, y eso no te lo perdonarías nunca, ni tu querida Buffy tampoco, ¿verdad?”

“Somos más que vosotros, no podéis escapar” dijo Ángel.

“No queremos escapar. Queremos entrar ahí y buscar el Grial. Dicen que enterraron a Arturo con grandes riquezas. Joyas y monedas de oro de incalculable valor. El Grial no existe, pero el tesoro si, y eso era lo que buscábamos desde el principio”

“¿Todo esto es por dinero?” Spike se impacientó “David, hace años encontré un tesoro en Sunnydale. Antes de irme de allí escondí muchas de las joyas que encontré, millones de dólares. Podemos hacer un trato: Susie y tú os largáis y yo os prometo deciros donde está”

“¿Crees que voy a confiar en ti? ¡Ni que estuviera loco!”

“Lo estás, pero bueno, eso ya no tiene remedio. Es de familia” dijo Xander mirando a Spike también. El le gruñó y Xander se encogió de hombros “Vale, ya me callo”

“Lo del tesoro es verdad” confirmó Willow “Fue mientras buscaba la gema de Amara. Nosotros estuvimos en la cripta y había joyas por todas partes, mira” Willow cerró los ojos y movió la mano derecha, creando una imagen donde se veía a Spike y Harmony dentro de la cripta, probándose cosas. Todos sonrieron cuando Spike estacó a Harmony y ella se enfadó.

“Era muy pesada” se defendió él.

“Te creemos, big bad, lástima que llevara el anillo” dijo Faith levantando una ceja. “¿Qué dices, David? Es un buen trato”

“No. El trato es el siguiente. Susie, Buffy, Spike y el niño y yo entramos en la tumba. Cuando encontremos el tesoro nos iremos sin hacerle daño a nadie”

Buffy miró a Spike y él asintió.

“Está bien, pero el niño se queda fuera”

“No. Es nuestro salvoconducto. Vamos”

David caminó hacia la roca y los demás lo siguieron. Bajaron las escaleras a tientas hasta llegar a un estrecho pasillo. Spike usó su vista de vampiro para localizar unas antorchas. Sacó su mechero y fue encendiendo varias, emprendiendo la marcha nuevamente. Spike le dio la mano a Matt, apretándosela suavemente para darle ánimos. Tenía que ser horrible tener un padre como él, y para colmo era culpa suya, ya que David era su antepasado. Repasó mentalmente sus relaciones sexuales mientras fue humano. Habían sido escasas, un par de veces con unas prostitutas y aquella criada de su casa que desapareció misteriosamente unos meses después… ¡Claro! Ella debía ser la madre de su supuesto hijo, y de ahí descendería David, y por tanto Matt. Matt era en parte suyo.

“¿Sabes algo, colega? Somos familia” Matt le miró con sus grandes ojos, tan parecidos a los suyos y sonrió.

“¿De verdad?” Spike asintió y el niño sonrió aún más. “¿Tú me quieres?”

“Claro que sí, muchísimo. Tú y tu madre sois lo que siempre quise tener en mi vida como humano y como vampiro”

“A mí me hubiera gustado que mi padre fuera como tú. ¿Por qué no me quiere?” Spike miró a David con ganas de dejarlo seco, pero se contuvo. Ya tendría su ocasión de darle unas buenas collejas cuando Matt no estuviera presente ni en peligro. Al fin y al cabo el imbécil era su padre.

“Sí que te quiere, es solo que ha perdido la cabeza. La ambición es mala consejera, vuelve loca a las personas”

“Por lo menos te tengo a ti, ¿No?” preguntó esperanzado. Spike asintió con la cabeza y tragó con fuerza. Si salían de esta, haría todo lo posible por hacerlos felices a los dos, costara lo que costara.

Unos minutos después llegaron a una oscura y lóbrega sala. Estaba rodeada de estatuas de piedra, simbolizando cruzados de la época de Arturo. Spike se acercó al centro de ella, donde un gran sarcófago cuya tapa era una esfinge del rey destacaba de todo lo demás. Acercó la antorcha a uno de sus lados, donde se podía leer la misma inscripción que descubrieron en la roca donde estaba Excalibur.

Ese era el ataúd donde descansaba el rey Arturo.

David encendió con su antorcha las que había estratégicamente colocadas en las paredes, iluminando la sala. Los demás dejaron las suyas en el suelo, apagadas. No había rastro del Grial, ni de ningún tesoro. Por lo menos a la vista.

“Bueno, parece que todo era verdad, excepto la existencia del Grial y del tesoro” le dijo Spike señalando a su alrededor “¿Satisfecho? Ya podemos largarnos de aquí”

“¡No!” gritó David tanteando el sarcófago “Tiene que estar dentro. Monedas y monedas de oro, y el sello de Arturo”.

“Pues para ti, nosotros nos vamos” Spike se giró para tomar a Matt de la mano, haciéndole una seña con la cabeza a Buffy para que los siguiera, pero Susie sacó el cuchillo y los amenazó “Vamos, no seas ridícula. Sabes que puedo quitártelo sin pestañear y darte una buena patada en el culo después”

Susie dudó. Le tenía miedo a Spike y esa sonrisa sardónica no auguraba nada bueno. El vampiro estaba cabreado y cansado y no dudaría en matarla. Sin embargo, un ruido a sus espaldas los detuvo. David había conseguido abrir la tapa del sarcófago, y miraba hacia adentro con los ojos desorbitados.

“¡Aquí está!” gritó tirando de lo que parecía una mano del cadáver momificado. Un gran anillo de oro y piedras preciosas brilló. “Tiene que haber más cosas”

David rompió el dedo al muerto y se puso el anillo. Las paredes de la catacumba empezaron a temblar y rajarse, cayendo a su vez cascotes de piedra del techo.

“¡Tenemos que salir de aquí! ¡Esto se va a derrumbar!” gritó Spike cogiendo a Matt en brazos, después de empujar a Susie y quitarla de su camino “Vamos Buffy”

La cazadora se giró, echando un último vistazo al que era su marido. Tenía los ojos encandilados mirando el anillo en su dedo, sin percatarse del peligro que se cernía a su alrededor.

“¡Mi papá, Spike! ¡Va a morirse!” Matt comenzó a llorar pero Spike no se detuvo. Susie había salido la primera y no se fiaba de ella. Buffy corría a su lado, y eso era lo importante. Ya cerca de la salida, el vampiro se detuvo, pasándole el niño a su madre.

“¿Qué haces Spike?” le preguntó Buffy aterrorizada.

“Voy a volver. No puedo dejarlo allí, entiéndelo. Es el padre de Matt y mi única familia, que yo sepa”

“No voy a dejar que lo hagas, esta vez no” Buffy intentó tirar de él, pero Spike se soltó de su agarre, corriendo hacia el interior otra vez. “¡Spike, no!”

“Si logro salir de esta, te buscaré, luv, te lo prometo” Buffy lo vio desaparecer y las lágrimas corrieron por sus mejillas. Otra vez lo iba a perder, no podía hacer nada, tenía que pensar en Matt.

Oyó un gran estruendo y reaccionó, saliendo al exterior. Ángel la esperaba sobre la roca, ayudándola a salir. Solo tuvieron tiempo de saltar de la roca con Matt antes de que ésta desapareciera en un gran agujero en la tierra, tragándose a Excalibur, Spike y David en el proceso.

 

Capitulo 21

Todos los ojos se posaron sobre el enorme boquete donde antes había estado la roca que sostenía a Excalibur. Miradas de sorpresa unas y de intenso dolor otras.

Susie intentó aprovechar la confusión para salir corriendo, pero Faith estiró la mano y la derribó de un certero puñetazo sin tan siquiera inmutarse. Antes de que se repusiera, Xander la inmovilizó con unas esposas que Andrew le proporcionó.

El silencio podía cortarse. Nadie se atrevía a decir palabra, incluso Matt se mantenía callado, aferrado a los brazos de su madre, con la cara escondida entre su pelo. Pasaron largos minutos, quizás media hora cuando Ángel reaccionó, tirando suavemente de su brazo.

“Buffy, tenemos que irnos. No podemos hacer nada por… ellos”

“¡Lo he vuelto hacer, Ángel!” susurró la cazadora con lágrimas en los ojos. El vampiro la miró sin comprender “He vuelto a abandonarlo a su suerte…”

“No podías hacer otra cosa” apuntó Willow acercándose a su amiga con prudencia. “Él lo hubiera querido así. Hubiera querido que os salvarais el niño y tú”

“Pero…” Buffy cerró los ojos, apretando a Matt contra su cuerpo. Sí, él le había vuelto a pedir que no se sacrificara, le había dicho que Matt era lo más importante, pero ¿Por qué dolía tanto? “…puede que esté vivo ¡Debemos cavar y buscarlos!”

“Nada ni nadie puede sobrevivir a un derrumbe como ese, Buffy” intervino Xander, tratando de hacer entrar en razón a su amiga “Sé de construcciones y no hay forma humana o vampírica inmune a algo así”

“¡Oh Dios!” Buffy rompió a llorar desconsoladamente. Los encapuchados empezaron a alejarse, con la cabeza baja, llevándose a Susie con ellos, tras prometer a Andrew que la entregarían a la justicia.

Ángel le hizo una seña a Willow y la bruja asintió con la cabeza, tomando a Matt de los brazos de Buffy. Él levantó en los suyos a la cazadora, y todos comenzaron a alejarse del lugar, en medio de una gran bruma.

Dos meses después.

Buffy se acomodó en la cama intentando dormir, pero no podía. Había renunciado al Consejo, y se había ido a vivir a Los Ángeles, a una casita no muy grande que Ángel le había cedido generosamente para que pudiera vivir allí con Matt, el tiempo que quisiera. También le había proporcionado un trabajo administrativo en ‘W&H’, en su oficina central, por lo cual podía pasar toda la tarde con su hijo. Los días como cazadora se habían terminado. Todo había terminado con la muerte de Spike y David.

Faith también había dejado el Consejo, y ahora era la mano derecha de Ángel. Vivían juntos y eran felices. Y ella, como siempre, no lo era. Esa noche estaba más triste que nunca, y no tenía a Matt cerca tampoco, ya que Ángel y Faith se lo habían llevado con ellos a ver un partido de béisbol, y no lo llevarían de vuelta a casa hasta el día siguiente.

Suspiró y encendió la luz de la mesita, buscando en los cajones las pastillas. Dos serían suficientes para dormir del tirón, -pensó- echándoselas a la boca y tragándoselas. Apagó laluz con un suspiro y se arrebujó otra vez entre las cálidas sabanas, cerrando los ojos. Todo lo que podía ver era a él. Sonriéndole, besándola…amándola…Sintió un nudo en la garganta y dejó correr las lágrimas libremente. Tenía derecho a llorar, era lo único que podía consolarla un poco. Ahora que Matt no estaba, podía hacerlo sin que él la oyera y se preocupara, así que estuvo llorando hasta que se durmió, rendida.

Sintió un ruido en la ventana y sus instintos de cazadora le advirtieron que había un vampiro en la habitación. Intentó moverse, pero como en todos sus sueños, el intruso se metió en la cama con ella y la abrazó firmemente, pegando su firme pecho a su espalda, besándola en el hombro mientras la acariciaba. Buffy se giró entre sus brazos, abriendo la boca para besarlo con ansia, tirando de él y enredando sus piernas con las suyas, desnudas. Lo oyó gemir, decir su nombre mientras aplastaba su dura masculinidad contra su abdomen. Como en sus otros sueños, él la desvistió rápidamente, colocándose entre sus piernas pidiéndole paso. No quería abrir los ojos, si lo hacía, el sueño acabaría y ella no quería que acabara. Era la única forma de tenerlo, de poder hacer el amor con él: en sus sueños.

“Cariño, te amo tanto” le susurró la aparición al oído mientras se mecía dentro de ella. Buffy le rodeó la cintura con las piernas, y con las manos atrajo su boca hacia la suya, bebiendo su sabor tan ansiado. Los sueños eran siempre tan reales…

“No me dejes, por favor….” Le pidió aún sabiendo que cuando despertara, él no estaría allí.

“He venido para quedarme, luv. Abre los ojos, mírame…” Buffy negó con la cabeza. El seguía moviéndose dentro de su cuerpo, dándole placer. “Buffy…nena…mírame, estoy aquí. Soy real”

“¡No!” Buffy sintió como él paraba sus movimientos y la arrastraba sobre su cuerpo, abrazándola por la cintura con los dos brazos. ¿Estaba despierta o dormida? No quería averiguarlo. No si significaba perderlo de nuevo. “No eres real. Eres producto de mi imaginación”

“Soy real, todo lo real que puede ser un vampiro con alma, cariño. He vuelto, como te prometí” Spike tomó la cara de ella entre las manos y la besó en los labios con ternura. Las lágrimas de los dos se mezclaban con los besos. Buffy abrió por fin los ojos y su corazón saltó de alegría. ¡Era Spike!

“¡Oh Dios mío, gracias!” Buffy lo abrazó tan fuerte, que Spike temió que lo partiera en dos, pero aguantó pues él la necesitaba tanto como él a ella.

“Querrás saber cómo…”empezó a hablar con cautela, pero la cazadora no lo dejó terminar. Ya tendrían tiempo de hablar. Ahora lo que necesitaba era sentirlo dentro de ella, llenarse de él.

“Después, cariño, ahora todo lo que quiero es a ti” Spike sonrió levantando una ceja seductoramente. Llevó las manos hasta sus desnudos pechos y los acarició hasta hacerla gemir. Era demasiado para él, llevaba mucho tiempo deseándola, añorando su cuerpo, así que la tumbó sobre el colchón con rapidez y entró en ella de un solo golpe, provocándole un orgasmo instantáneo. “¡Dios, que bien!”

“Dios no tiene nada que ver con esto, amor” Spike apoyó las dos manos al lado de la cabeza de Buffy y comenzó a bombear dentro de ella. No pasaron muchos minutos cuando ambos alcanzaron la cima entre jadeos y palabras de amor. Todo era perfecto por fin, como tenía que ser. Spike se dejó caer sobre ella suavemente, apoyando la cabeza en su pecho, que subía y bajaba por el esfuerzo. “¿Estás bien, cariño?”

“Ahora sí. Pensé que no te volvería a ver nunca más” Spike levantó la cabeza y la besó en la punta de la nariz. “David…”

“Está vivo y a buen recaudo, no te preocupes. Cuando llegué hasta él todo se derrumbaba a nuestro alrededor. Lo arrastré hasta la salida, pero el techo se vino abajo cerrando la salida. De pronto tuve una visión. Un tío etéreo vestido de cruzado me señalaba con insistencia el sepulcro. Yo no entendía nada, pero él no dejaba de señalar el bloody sarcófago, así que empujé con todas mis fuerzas… et violá, justo debajo había una trampilla. Justo cuando la estaba abriendo un trozo de roca alcanzó a tu…a David en la cabeza, dejándolo inconsciente. Cargué con él por un estrecho pasadizo, guiándome por mis sentidos sobrenaturales. No sé cuanto tiempo estuve caminando, hasta que al final llegué a una pequeña capilla. Era muy austera, pero justo en el centro del altar algo relucía”

“¿El Grial?” preguntó Buffy sin aliento.

“No podía verlo bien, así que dejé a David en el suelo y encendí unas cuantas velas, buscando una salida, principalmente. Entonces volvió a aparecer”

“¿El cruzado?”

“Si. Dijo que era el bloody Rey Arturo, mi antepasado. Que yo era el guardián del Grial, y que no debía caer en manos malvadas. Dijo que tenía propiedades curativas, que daba la vida pero que si era usado con egoísmo podía producir la muerte y la condenación eterna. Recordé el Shanshu. Si bebía de él quizás recobraría la humanidad, volvería a ser un chico normal, alguien merecedor de tu amor…y después miré a David. Él era humano, era tu marido, y no supo aprovechar su oportunidad. Podía notar como la vida se le iba por la herida de la cabeza. Si le dejaba morir y bebía del Grial, todo estaría bien, pero ¿Sabes en quien pensé en ese momento?”

“¿En Matt?” Spike asintió con la cabeza tristemente.

“Si, pensé en él. Era su padre, después de todo y mi descendiente”

“Y decidiste darle de beber a él…”

“Se puso bien rápidamente. No rejuveneció ni nada de eso, pero la herida se curó milagrosamente. Cogí el Grial y lo envolví en un paño que había sobre el altar, escondiéndolo en una grieta en la pared que se cerró mágicamente después. Todavía no sé como no me achicharré al tocarlo directamente…es aún más poderoso que una cruz. El caso es que salimos sin ningún problema. Puertas imaginarias se abrían a nuestro paso, cerrándose tras nosotros. Cuando por fin salimos, seguimos las huellas de los caballos de los encapuchados, a los cuales encontramos tras varias horas de camino. Se pusieron a mis órdenes y nos condujeron fuera de la isla”

“¿Por qué no me llamaste?”

“Tenía que cumplir primero con mi misión. He fundado la Orden del Santo Grial, y he puesto al mando a David. Recapacitó sobre todo lo sucedido y parece arrepentido, por cierto, me ha firmado los papeles de vuestro divorcio, los tengo en el bolsillo del abrigo”

“Ya lo veo. ¿Y el Grial?”

“Volví después de unos días con varias cargas de dinamita. He echado abajo todas las entradas y borrado todas las huellas. Está a salvo”

“Entonces… ¿Todo está bien?”

“Falta algo, luv” Spike se levantó y fue hacia su ropa. Sacó unos documentos que Buffy identificó como los papeles del divorcio y después una cajita de terciopelo negro. Buffy se quedó helada, mirándolo. Él se metió de nuevo en la cama, cubriéndolos a los dos hasta la cintura “Me hubiera gustado dártelo en una cena romántica, en el mejor restaurante de la ciudad, pero creo que ya llevamos demasiado retraso” Spike abrió la caja y sacó un magnífico anillo de oro con una preciosa esmeralda dentro. “Cariño, ¿Quieres pasar el resto de tu vida conmigo?”

“¡Oh, Dios, Claro que quiero” Buffy estiró la mano y él le puso el anillo, besándola después con adoración. “Mío para siempre”

“Para siempre”


FIN

Epílogo


Buffy sonreía a sus dos chicos desde el columpio del patio. Mientras los dos jugaban al baloncesto, ella se divertía mirándolos. Parecían padre e hijo, de hecho casi lo eran. Se habían casado por lo civil, hacía dos meses y aunque Spike no adoptó a Matt por respeto a David, sí que ambos habían adoptado su apellido, Pratt.

El niño se había llevado una gran sorpresa cuando encontró a Spike en la casa, a la mañana siguiente. Corrió a sus brazos y desde entonces apenas si se separaban. Era una verdadera familia.

De Susie no sabían nada, suponían que seguía presa por conspiración, y la verdad es que tampoco les importaba. Era un asunto terminado.

Gracias al suero de W&H, Spike podía hacer una vida casi normal. Acudía con ella a las obras de teatro de Matt y a los partidos de fútbol americano. Nada en su aspecto denotaba que fuera un vampiro de más de cien años.

“Me rindo” dijo Spike dejándose caer al suelo con los brazos y las piernas extendidos “Vas a acabar conmigo, enano” Matt se tiró sobre él riéndose.

“Eres un vampiro cutre, Spike. ¿No te da vergüenza que te gane al baloncesto un niño de casi nueve años?” el rubio miró al niño y enarcó una ceja, intentando poner cara de malo, pero no le salía. “¿Lo ves? Te estás ablandando…”

“¿Ah si? Ahora verás, pequeño monstruito” Spike lo apartó y se levantó de un salto. Cogió el balón y lo botó varias veces antes de lanzarlo un par de metros encima de la canasta. Dio un salto enorme, utilizando sus superpoderes y lo cazó en el aire, haciendo un mate espectacular. Matt se quedó con la boca abierta, mientras Buffy sonreía. “¿Qué dices ahora, enano?”

“¡Eso es trampa!” se quejó “¿Dónde aprendiste eso?”

“En una peli de vampiros. ¿O era de hombres lobo? No recuerdo, pero así lograron ganar un partido muy importante”

“¿Podemos verla juntos un día?” preguntó con interés el niño, mirándolo con admiración. Spike pocas veces hacía gala de sus superpoderes delante del niño. No quería que lo tuviera por un héroe, sino como un padre.

“Claro, la buscaré en el videoclub” Spike le revolvió el pelo con la mano y le dio el balón. “Ahora entra en casa. Es tarde y mañana hay cole”

“Pero…” protestó. Buffy se levantó del columpio y fue hacia su hijo.

“Haz lo que te dice Spike, Matt” le dijo con voz firme. El niño asintió y entró en la casa. Buffy se acercó a su marido y le rodeó con sus brazos. El la acogió en ellos y la besó en la cabeza “Se está poniendo un poco rebelde”

“Es un Pratt. Rebelde es nuestro segundo apellido” Buffy sonrió y levantó la cabeza. Spike captó el mensaje y la besó. Dios, nunca había sido tan feliz en toda su larga no vida. “¿Vamos dentro, cariño? Está empezando a hacer frío”

“Espera…quiero decirte algo…” Spike asintió con la cabeza y la llevó hasta el columpio. Le tomó las manos entre las suyas y esperó para que hablara. “No sé por donde empezar…” susurró la cazadora bajando la cabeza. Estaba seria y nerviosa y Spike comenzó a preocuparse.

“¿Por el principio? Vamos cariño, sabes que puedes decirme cualquier cosa que te pase… ¿He hecho algo mal…?” preguntó con miedo.

“No…la verdad es que has tenido que hacerlo muy bien…” Buffy tomó aire antes de soltar la bomba “Estoyembarzada” anunció del tirón. Spike abrió mucho los ojos e intentó decir algo, pero las palabras no salían de su boca. Buffy sonrió un poco ante su expresión. “Te juro que tú has sido el único con el que… Spike, tienes que confiar en mí, solo puede ser tuyo”

“¿Pe- Pero…cómo?” logró preguntar. Buffy hizo un gesto de impaciencia con los ojos y él sacudió la cabeza “Está bien, ya sé como, pero…Buffy soy un vampiro y…” Los ojos de la cazadora empezaron a humedecerse. Era lógico que él dudara, ella también se había quedado de piedra cuando descubrió que iba a ser madre otra vez. Era imposible, pero ahí estaba el bebé. “Está bien, luv. Confío en ti…si tú dices que yo soy el padre…te creo”

“¿De verdad?” Spike asintió con la cabeza y la atrajo hacia sí con una mano, besándola suavemente en los labios. “Podemos investigar…tiene que haber una explicación para este milagro”
“No vamos a hacer nada, pet” dijo Spike con voz segura “Los dos hemos muerto dos veces y aquí estamos…Tú eres la cazadora y yo un vampiro descendiente del bloody Rey Arturo, he tenido el Santo Grial en mis manos…así que ya nada me extraña. Vamos a criar juntos a ese bebé, amor, es un regalo del cielo”

Buffy suspiro y se lanzó a sus brazos. Ahora sabía por qué lo quería tanto: él si que era un regalo del cielo…o más bien del infierno, pero lo amaba.

FIN