First Date

 

Spike y Buffy continúan su conversación sobre la primera cita de ella con el director Wood.

            - ¿Por qué?

            Buffy se volvió al oír la ansiosa voz de Spike. Dios, él se había comportado como un caballero los últimos cinco minutos y ella estaba hasta enfadada por su falta de emoción al decirle que estaba bien. Que no se preocupara por él. Y ella había sido lo bastante estúpida como para sugerirle que él también saliera con otras. Incluso le animó a salir con la chica rara esa que llevó a la no boda de Xander y Anya. A Buffy le vino genial la bronca en la boda, porque así descargó toda su frustración y sus celos en los invitados al evento, y eso que él casi le prometió que no se iba a acostar con “Morticia”.

            Buffy suspiró profundamente al recordar lo guapo que estaba Spike ese día, todo vestido de negro y con esos enormes ojos azules mirándola primero con fingido enfado y después con adoración. Su vampiro no podía evitar que el amor que sentía por ella le saliera por todos los poros de su piel, y a ella le estaba pasando lo mismo. Cada vez se le hacía más difícil fingir indiferencia ante su cercanía. Solo una gran fuerza de voluntad había impedido que en más de una ocasión se hubiera lanzado a sus brazos protectores.

            Se giró lentamente para encararlo. Él seguía allí de pie, mirándola con la cabeza ladeada, pero sin su eterna media sonrisa. Sus ojos no brillaban, estaban apagados y un poco húmedos.

            - ¿Perdón?

            Sabía que era una pregunta estúpida, pero su mente se quedó en blanco en el momento en que volvió a mirarlo, con esa pose tan chulesca y tan de Spike de otros tiempos.

            - No tienes por qué hacerlo. Salir con ese capullo, Buffy –le aclaró por si todavía no lo tenía muy claro –no tienes nada que demostrarte a ti misma ni a los demás.

            - No sé de qué me hablas –Buffy se volvió para irse, pero él la agarró del brazo con suavidad, haciendo que se detuviera – ¡Spike, por favor, no me hagas esto!

            - Buffy, no te lances de cabeza a una relación que sabes que no va a funcionar solo para demostrar que lo nuestro se ha acabado. Sabes tan bien como yo que no es así, y solo conseguirás hacerte daño a ti misma.

            - Dices eso porque estás celoso, Spike. ¡Tengo que seguir con mi vida, entiéndelo!  –Buffy se mordió el labio inferior al ver la expresión de dolor en la cara del vampiro con alma que la amaba como nadie lo había hecho.

            - Sí, lo estoy porque te quiero- reconoció él apretando la mandíbula- Y es por eso que no quiero verte sufrir de nuevo, y es lo que pasará si vuelves a hacerlo. Recuerda al imbécil de Parker, incluso al soldadito… No tienes por qué estar siempre con alguien, sea quien sea… Buffy, ya llegará tu momento, no tienes por qué apresurarte. El hombre adecuado para ti está ahí, a la vuelta de la esquina y cuando aparezca te darás cuenta y comprenderás que yo tenía razón.

            “Ya ha aparecido” pensó Buffy apartando la mirada. Solo que no podía ser. Spike tenía ahora alma, sí, y no se volvía un loco homicida cuando se acostaban juntos, pero no era el momento. No estaba preparada para iniciar una relación seria con él y enfrentarse a todos sus amigos y a su hermana en el proceso. Sabía que era una cobarde, pero en medio de un posible Apocalipsis los sentimientos tenían que quedar a un lado y prevalecer la razón, y su razón le decía que lo intentara con Wood, aunque estuviera equivocada.

            - Tengo que irme, ya llego tarde.

            Buffy fue a girarse de nuevo, pero Spike tiró de su brazo lo suficientemente fuerte como para pegarla a su duro pecho. Buffy soltó un gemido de sorpresa pero no se resistió cuando el vampiro dueño de sus sueños y sus pensamientos la abrazó y la besó en la boca dulcemente, pero a conciencia.

            Buffy cerró los ojos y se dejó llevar por el momento. ¡Lo había añorado tanto! Su boca experta sabía igual que recordaba, y su lengua juguetona y traviesa se enredaba con la suya en un baile por los dos conocido que en otros tiempos acababa con los dos juntos y desnudos en los sitios más insospechados haciendo el amor. Horas y horas disfrutando del sexo sin barreras ni restricciones estúpidas. Disfrutando el uno del otro sin nada ni nadie que se interpusiera. Buffy tuvo que reconocer que nunca en su vida se sintió tan completa ni tan feliz, ni siquiera con Ángel.

            El beso se fue haciendo más intenso por momentos, tanto que Buffy temió terminar en el suelo a la vista de cualquiera. Muy a su pesar empujó a Spike suavemente en el pecho para que se apartara. Él lo hizo, a regañadientes. Ambos jadeaban buscando aire, midiéndose el uno al otro. Spike recordó el sueño erótico que tuvo una vez con la cazadora y sonrió de esa forma que hacía que a una le subiera la temperatura varios grados y se le doblaran las rodillas.

            - Que te diviertas, pet.

            Sin más, Buffy vio como Spike se giraba y desaparecía de su vista, dejándola confusa y caliente, ¡maldito fuera!

 

Fin.